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Detengan los juegos del hambre en África

En este sábado, cuando “España hoy ha entrado en una espiral descendente y terrible” (lo dice Santiago Niño Becerra, que en 2010 anunció ya –ver en ATRIO 15-3-2010— que lo peor de la crisis vendría en 2012 cuando no fuera posible ya ocultar la enorme deuda privada que tenía España. ¡Chapeau!), lo mejor que se nos ocurre, siguiendo la sugerencia de la entrañable Teresita desde Argentina, es dirigir la mirada a quienes están mucho peor que nosotros e invitar a leer y firmar este llamamiento de Baaba Maal, entrando en la nueva página de Avaaz.

Por qué es importante

Me llamo Baaba Maal, soy un músico senegalés, y les escribo personalmente para pedirles ayuda. Vivo en la región africana del Sahel, azotada por la sequía, donde 18 millones de personas están al borde del desastre. Un millón de niños y niñas podrían morir de hambre. Hasta ahora, nuestros gritos de socorro se han enfrentado a un silencio ensordecedor. Solo una contundente llamada a la acción puede impedir que esta catástrofe alcance unas dimensiones letales.

La ONU afirma que millones de vidas podrían perderse pronto si no se canalizan 1.500 millones de dólares en ayuda humanitaria de forma inmediata. Pero hasta la fecha, las cantidades prometidas por los gobiernos apenas cubren la mitad de esa cifra. EE.UU., Japón, Francia y Alemania pueden marcar la diferencia pero aún no han dado un paso al frente. Por esto he lanzado una iniciativa en el nuevo sitio web de Peticiones de la Comunidad de Avaaz para pedirle al mundo que nos ayude.

En pocos días, líderes de todo el mundo se reunirán en Bruselas para tratar el tema del Sahel. Si deciden comprometer los fondos necesarios en esa reunión, podremos evitar un desastre. Firma esta urgente petición ahora — Avaaz, Africans Act 4 Africa y Oxfam la entregarán en una acción coordinada cuando alcancemos un millón de firmas.

Baaba Maal, junto con el equipo de Avaaz.

3 comentarios

  • Gabriel Sánchez

    Millones de personas en Sahel padecerán hambre en los próximos meses si no aumentan los recursos para evitar la crisis

    Acción contra el Hambre, Oxfam, Save the Children y World Vision sólo tienen asegurados entre un 15 y un 34% de los fondos necesarios

    Un grupo de personas reunidas en la comunidad de Natriguel. Debido a la falta de lluvia y al aumento del precio de los alimentos, las personas que habitan en el Sahel mauritano se encuentran en riesgo de inseguridad alimentaria.
    (c) Pablo Tosco / Intermón Oxfam
    “Pedimos urgentemente que Naciones Unidas organice una conferencia de donantes, para que más de 15 millones de personas en África del Oeste y Central que necesitan ayuda urgente no sean olvidadas”
    La falta de fondos para responder a los proyectos de prevención de lacrisis alimentaria en África del Oeste amenaza con dejar a millones de personas hambrientas en los próximos meses, ha alertado hoy una coalición de organizaciones humanitarias que  trabajan en la zona.
    Acción contra el Hambre, Oxfam –Intermón Oxfam en España-, Save the Children y World Vision están tratando de proporcionar ayuda a cerca deseis millones de personas en la región, pero informan de que hasta la fecha solo han sido capaces de asegurar la financiación para menos de un tercio de este trabajo.
    Acción contra el Hambre | ACF International está tratando de ayudar a casi un millón de personas y sus equipos de emergencia están prestando ya apoyo en materia de nutrición, transferencias monetarias y alimentación a las comunidades más vulnerables en la región. En este momento cuenta solo con el 34% de financiación para la respuesta planificada.
    http://www.intermonoxfam.org/es/sala-de-prensa/nota-de-prensa/millones-de-personas-en-sahel-padeceran-hambre-en-proximos-meses-si-no
     
    La historia de Peter Baleke es como la de David y Goliat pero al revés. Aquí no impera la justicia poética y el fuerte le está ganando al débil. A David lo encarnan 400 familias campesinas de uno de los países más pobres, Uganda. Y a Goliat, la suma del Gobierno ugandés y la multinacional alemana Neuman Kaffee Gruppe.
    Peter ha viajado a Madrid para contar su caso invitado por Veterinarios Sin Fronteras, que acaba de lanzar la campaña Paren, aquí vive gente, que denuncia el expolio de la soberanía alimentaria del África subsahariana. En menos de un año, señala la ONG, diversos inversionistas han adquirido 42 millones de hectáreas de tierras fértiles en el mundo, el 75% en esta parte del continente, arrebatándoles los recursos naturales de los que obtienen su alimento.
    Para ponerle piel, ojos e indignación a esta causa, ahí está Peter Baleke con su particular traje de chaqueta y sus pins en la corbata: un crucifijo —es católico— y otro con el lema The right to food (Derecho a la alimentación)”. Con 50 años y tres hijos, Peter comienza la entrevista como ausente tras dos días de trote, pero va cargando las pilas conforme entra en materia y la cafeína va surtiendo efecto. No le gusta repetir las cosas aunque su inglés resulte por momentos endiablado y despacha su opinión sobre España con un “hace menos frío que en Alemania”. Y se ríe —qué otra cosa puede hacer— cuando llega a los puntos más sangrantes de su relato, que dice así:
    El 18 de junio de 2001, un representante del Gobierno ugandés reunió a las 400 familias (unas 2.000 personas) que residían en la región de Madudu (en Mubende, Uganda central) para anunciarles que el Gobierno había cedido sus tierras, 2.500 hectáreas, a una multinacional alemana. Antes de finales de agosto debían abandonarlas. Sin compensación económica ni un sitio alternativo al que ir.
    “En mi país si no produces tu propio alimento no tienes qué comer. El 80% es agricultura de subsistencia. ¿A quién beneficia que vengan las multinacionales a producir alimentos a precios que no podemos pagar? Desde luego no a nosotros, nos roban la comida”, se indigna Baleke. “Eligieron nuestras tierras porque eran las más fértiles”. Él dirigía entonces la escuela de uno de los poblados afectados, Kitemloa, y organizó una colecta para contratar a un abogado. “No soy el más ilustrado, pero sí el más audaz y conozco las leyes”.
    Ante la resistencia de los campesinos, el 18 de agosto intervino el Ejército, quemando casas y golpeando a los vecinos, echándolos por la fuerza. Las familias huyeron al bosque, donde varios niños y ancianos fallecieron por las precarias condiciones de vida, denuncia Baleke. El 24 de agosto, la multinacional se instaló en la zona. Un año más tarde los campesinos presentaron una denuncia civil.
    Han pasado dos lustros y su causa está arrinconada. Hasta siete jueces se han hecho cargo del caso, que desde el 11 de abril espera que un octavo juez lo herede. “¿De qué sirven las leyes si luego los jueces no hacen su trabajo?”, se duele Baleke. Para más inri, la multinacional vende el café en las redes de comercio justo. “Este tipo de comercio necesita mecanismos de control porque contradice sus principios”, se queja, y apela al boicoteo por parte de los consumidores europeos y a la importancia de que las ONG enseñen a los oprimidos a defender sus derechos. “Las leyes están para cumplirlas”, dice blandiendo a pesar de todo con orgullo la Constitución de Uganda.
    http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/05/08/actualidad/1336496883_426521.html

  • Luis Cobiella

    Podría decir, con verdad, que me adhiero a todo lo que dices. Pero tengo un motivo para destacar, si fuera, posible, la verdad de tus palabras a las que, repito, me adhiero: este motivo es que te conozco desde hace muchos años y que hace pocos días te abracé cuando fuiste a casa con Charo: ¡eras el mismo Héctor pero más! ¿Es posible “ser más”? Yo lo acabo de escribir y no me importa demasiado confirmar la posibilidad. Lo que sí es posible, y conveniente, y necesario para que no se muera Jesús de Nazaret, es que siga existiendo un Héctor que siga diciendo lo que hoy acabas de decir.

  • Héctor

    Los líderes de la reunión de Bruselas se asustarán cuando piensen en la creciente deshumanización de la humanidad. No es cuestión de pensar sino de ver la realidad de frente y actuar.

    Se ha llegado a pensar que cuando Jesús dijo “He venido para que tengan vida y vida en abundancia”(Juan 10, 10) lo que quería decir es que la vida en abundancia era la ‘sobrenatural’. Jesús no se podría referir a una vida material en abundancia ya que había bendecido la pobreza como el ideal y lo material no vale para la vida eterna. La mayor riqueza es la vida sobrenatural. Dios no quiere que seamos cada vez más humanos sino cada vez más sobrenaturales.
    Por ese camino no vamos a ninguna parte.

    Gustavo Gutiérrez se cargó estas teologías ya hace bastante tiempo: Se están dando dos humanidades, decía,  el ‘pobre’ no existe como un hecho fatal, su existencia no es neutra políticamente, es la consecuencia de que haya ‘ricos’.  El pobre es el subproducto del sistema en que vivimos y del que somos responsables. Es el marginado de nuestro mundo social y cultural.

    El peor cáncer del planeta Tierra viene a ser la misma humanidad que se deshumaniza.
    Las causas de esa deshumanización son son evidentes: egoísmo, violencia, intolerancia, abuso del poder, discriminación, indiferencia. Cada día mueren de desnutrición millones de personas y nos cruzamos todos de brazos. Ya es hora que empecemos a aullar,  decía Saramago.

    Se dice: No se puede culpar a nadie, es lo que hay, cada uno que luche por su supervivencia como ha sucedido siempre en la historia de la humanidad. Olvidan que se han escritos dos historias de la humanidad una para los ricos y otra para los pobres. Son los medios los que se encargan de adormecer las mentes de la mayoría llamada gente civilizada, emprendedora y libre para superarse. Se olvida también que la situación económica actual es fruto de un sistema donde la pobreza es un subproducto necesario de la riqueza. La doctrina universal del consumismo y de las diferencias sociales alimenta y mantiene ese sistema. No puede haber riqueza si no hubiera pobreza. Si no hubiera tercer mundo el primer mundo se vendría abajo ya que el crecimiento continuo es imposible. Al nivel que viven  los países ricos no habría progreso para todos. Dos terceras partes de la humanidad son patrimonio de la otra tercera parte que dispone de ellos según les convenga. Nos asustamos de la crisis financiera: sólo es una consecuencia del sistema.

    ¿Los más pobres no son libres para superar la situación y rebelarse?  El sistema funciona porque ellos, los pobres, también aceptan que tiene que ser así. Sin derecho a una educación adecuada, una alimentación completa y un techo donde vivir millones de niños por todo el mundo no saben qué significado le dan los ricos del mundo a la palabra libertad: la libertad cambia de sentido cuando cambias de frontera.

    La libertad no es un concepto abstracto sino una situación real. Si te ahogas y no sabes nadar, no eres libre para salvarte.  Por otra parte millones de cerebros capaces de investigar son automáticamente excluidos ya que los únicos cerebros capaces de discurrir son  los cerebros de los ricos, así piensan ellos. Se da por supuesto que el progreso es patrimonio de los ricos de la tierra que son los únicos que pueden pensar.

    La deshumanización de la humanidad queda así perfectamente organizada.  A ver si en Bruselas las cosas se ven más claras. Lo menos que podemos hace es apoyar a Baaba Maal y a Avaaz.
    Ahí va mi firma: Héctor Rodríguez Fariña.