Agradecemos a Olga esta valiente y clara reflexión sobre un tema político –se trata de legislar– que en Chile ha tomado ahora como bandera el derechista Presidente Sebastián Piñera y en España el flamante ministro de Justicia Gallardón.
Leo en El Mercurio que nuestro Presidente, actuando en uno de los roles que más le gustan, ese de moralista y perdonavidas, reiteró ante el Consejo General de la UDI, el firme compromiso de su Gobierno en contra del aborto en nuestro país y la defensa de la vida “desde la concepción hasta la muerte natural”, señalando que” tenemos valores y principios, frente a los cuales no somos neutrales, porque creemos que la política también incluye el mundo de los valores y de los principios”.
Todo suena precioso. Pero se le olvida a nuestro amado presidente, que antes que nada es defensor de los ciudadanos de este país, de su igualdad ante la ley, de sus derechos como persona y de la propiedad privada de los ciudadanos de este país, según reza nuestra Constitución. Y agrego esto, porque él no es partidario de la intervención en la propiedad privada por parte del Estado.
Ahora bien, está claro que nadie lo eligió como director espiritual ni confesor de ningún credo, a pesar que le guste poner los ojos en blanco mirando al cielo y mencionar a Dios. Él no es el representante de Dios en la tierra, porque en esas materias, el ser humano se comunica directamente con el Creador a través de su conciencia, y no a través de los partidos políticos.
Aclaremos eso de la defensa de la vida, que es un tongo. Vida es todo lo que nos rodea. Vida e inteligencia son cualidades de la energía que invade el Universo, y eso ni el Presi, ni los 7.000 millones de personas que hay sobre este mundo la van a exterminar. Puede que se extinga el ser humano sobre el planeta, y la vida seguirá existiendo inexorablemente. No en la forma que la conocemos, pero seguirá.
Entonces se refiere a la vida de los 7.000 millones de humanos, solamente. Porque los seres humanos para sobrevivir como carnívoros sacrificamos trillones de gallinas, vacas y otros mamíferos a los que criamos especialmente para asesinarlos y comerlos.
Pero tampoco es la de los 7.000 millones, es la vida que 3.500 millones de mujeres llevan o podrían llevar en su cuerpo, quieran o no hacerlo. Es la vida de un huevo, que no tiene calidad de persona humana, y que anida en el cuerpo de 3.500 millones de mujeres, con o sin el consentimiento de ellas. Un ser en formación, equivalente a un tumor, pues ni siquiera tiene el código genético de la madre. Y entre esta vida que no es persona y la vida y los derechos del que le da hotelería, que si es persona, el defiende la vida que no es persona.
Pero curiosamente si estos 3.500 millones de mujeres son ciudadanas, con derecho a la propiedad privada ¿No tienen derecho sobre sus cuerpos? ¿Tienen que ser hombres ajenos los que diriman lo que pasa dentro de sus cuerpos? ¿Son acaso incapacitadas mentales? ¿O hubo un decreto de expropiación y nacionalización de los cuerpos que yo me perdí? O quizás había, en el pasado, ya que todos sabemos que la finalidad de las guerras es el asesinato, la rapiña, el robo, el hacer esclavos y el violar mujeres. Y que debajo de los discursos moralistas sigue existiendo esta noción.
¿Porque si un grupo humano, que son los hombre machos, deciden hacer guerras, e inventan un grupete de algo llamado “militares” y tienen bombas nucleares que pueden matar y matan constantemente nadie los detiene ni se mete en sus negocios? Y nadie les puede poner límite a su presupuesto ni a sus ideas genocidas, para defender la propiedad privada. ¿ En cambio las mujeres no pueden decidir si su cuerpo recibe o no a un huevo humano?
¿No será este justamente uno de los ítems donde las mujeres reflexionando con libertad, a la luz de sus sentimientos, de sus miedos, de sus fortalezas, de sus valores y de su conciencia, puedan decidir lo que es de su exclusivo discernimiento?
Y yo, y yo, van a decir los hombres, que es mi semilla, que me botan mi semilla…Si hubiera detrás de un embarazo un hombre tan preocupado por el destino de su semilla como para hacerse cargo 100% de ella, los 150.000 abortos clandestinos que hay en Chile, se reducirían enormemente. Es más, si los hombres estuvieran tan preocupados a donde pueden ir a parar sus espermios, no habrían embarazos no deseados y los abortos se reducirían a los terapéuticos. Luego detrás de cada aborto hay un hombre que no está dando la cara por su acto.
Así como en el Evangelio quedó claro que Jesús no se unió al asesinato ritual de la adúltera a pedradas, porque estaba consciente no solo de que la ofensa no lo ameritaba, sino que detrás había un hombrecito que seguramente era el que estaba en primera fila tirando piedras. El Maestro, el cual se suele citar justamente para apedrear a las mujeres, le pasó a ellas el discernimiento sobre su acto, como cosa de conciencia privada, no de conciencia pública. “Vete, le dijo, y no peques más.” Y la noción de pecado que es personal, y tiene que ver con la conciencia, no es la misma de delito, que es de la comunidad y tiene que ver con las leyes.
Porque la maquina está ahí, lista para eso, pero ellas deben determinar si como personas aceptan este rol. Igual que los sacerdotes célibes se comprometen a no usar su máquina fecundadora para ninguna función reproductora o similar, incluso para el placer personal y lo llaman castidad, y lo dejan a la conciencia de los afectados, así las funciones reproductoras de la mujer deberían quedar a la conciencia de las afectadas. Y las funciones reproductoras del hombre y de la mujer no se detienen después del acto sexual, sino que continúan, y son responsabilidad de los dos, no de ellas solamente.
Y si los hombres fueran responsables, antes de lanzarse al acto de amar, debieran consultar con su pareja si está o no dispuesta a tener un hijo en caso que el acto tenga este resultado, y debiera especificar si él está o no dispuesto a ser padre.
Suena ridículo, ¿No es cierto? Pero es así. Y actualmente le están cargando a las mujeres todo el peso de la responsabilidad de las consecuencias de miles de actos sexuales, y ellas deben pagarlo con el sacrificio de su vida. ¿No suena desproporcionado? ¿No suena cruel? ¿No suena carente de compasión? Y comparado con los millones de humanos adultos asesinados en la guerra, o por hambrunas, ¿no suena a moralina destemplada?
Y la salud pública debería poner los medios y las normas, ya que es el 50% de la población el que está afectado. Y estas mujeres tienen un cuerpo del cual son dueñas, es su gran propiedad privada y la salud pública tiene que ayudar a mantenerlo con vida.
¿Se puede negar la asistencia a los hombres por problemas de próstata porque las mujeres no tienen próstata, o porque no me gusta la palabra o porque la enfermedad se pudo ver acicateada por enfermedades de contaminación sexual?
Yo creo que si las mujeres debatieran el tema, llegarían a conclusiones mucho más humanas y prácticas, y nos evitaríamos el bochorno de tener que escuchar a autoridades políticas en sus desvaríos de poder haciendo demagogia sobre Dios, los valores y los principios, especialmente los que son de conciencia personal.
Olga Larrazabal S.
2012
La mujer, producís, Carmen, sois la producción de la reproducción de la especie, tenéis lo que el hombre no tiene y lo desea: la reproducción de sus genes, la transmisión de su herencia, algo muy animal y esencial para el hombre lo tenéis vosotras las mujeres, esa es la santavoluntad de Dios, dicen los hombres, que son los que hacen la doctrina, la ley, la moral, la religión, la voluntad de Dios y la salvación y todas esas cosas.
Además sois la fuente/surtidor del placer sexual del hombre (los homosexuales han sido muy listos, un evidente don de Dios, los homosexuales, visto el comportamiento de los hombres heteros poderosos –célibes o no-) y por todo eso sois la apetecible mercancía para el hombre poderoso, mercancía a capturar y a someter, en la Historia de la religión y de la Humanidad.
Y en esas estamos: las ICR os excluye, os trata como un segundo o ulterior sexo, personas de segunda o tercera clase, sin voz ni voto ni nada más que someteros a la obediencia al hombre, más aún si es jerarca …
Eso sí, dentro de la ICR la mayoría de las mujeres del foro, no tú, que les has calado, pero todavía hay mucha sumisión a la doctrina de los que escribieron el llamado NT …
NO tiene remedio, no tiene solución
Los Dictadores dictan normas para que nadie piensen
Los Dictadores son hombres que solo piensan con letras manchada de sangre, sus victimas no son células son personas que caminan sienten y amán, que a la vez engendran hij*s deseados, que pierden por el abuso de sus Dictaduras.
Los Dictadores solo sienten no poder Dictar más leyes, leyes que ahoguen a mujeres bajo el yugo del hambre, que las tengan bien sujetas de piernas para cuando ellos necesiten abrir sus braguetas…
Los Dictadores son hombres que no sienten, ni creen, tan solo saben que el Poder es quien hace que ellos sean quien ponga la etiqueta de asesinos, muerte y mierda.
Los Dictadores se junta con Dictadores de la fe, que escriben sobre sus divinas comedias, aquellas que reciben desde que se inventón creer en ese dios que les convengan.
Los Dictadores siempre serán hombres, porque dios es hombre, se hizo hombre para que dios así poderles entender pudiera…
Ni hecho carne comprendió que el pan, ni el hambre ni dios conocen fronteras, que las leyes solo sirven para matar a quien reclama justicia desde antes de nacer, y sobre su cabeza inscribiesen el titulo de mujer-pecador y Eva hasta que te mueras tú eres y serás porque lo dicen el cerebro que tengo entre las piernas.
Ni dios, ni patrón, ni marido, ni patria… la mujer es libre para parir cuando, como y con quien ella quiera.
Guerra de piernas cruzadas hasta la crisis acabaría si la pusiesemos en prácticas.
Hablar con los lacayos de los monseñores es en lo peor que se puede caer, no merece ni recordar el nombre, bueno da pena que una mujer para esto.
Realmente Alfonso eres persistente en tu insistencia de condena del aborto de forma absoluta y para todo el mundo. Como nadie te da otros argumentos, piensas que tu única contrincante es Olga y que ella está sola en este foro ante tus dogmáticas razones.
Yo no voy a intentar convencerte, ni siquiera a entablar un debate contigo en un tema que he debatido en tantas ocasiones que ya me produce pereza estar siempre con lo mismo. Así que seré breve.
*El 20 de abril, 15:14 pm dices: “Si he entendido bien a olga Larrazabal, le parece mal la influencia cristiana en las leyes chilenas”. Haces referencia a historias pasadas, a su vez, discutibles, pero lo que debemos tener en cuenta es que en el momento actual la Iglesia tiene que ocupar su lugar y el legislativo civil el suyo, es decir, legislar para creyentes e increyentes.
*Recurriendo a santos y santos padres, también San Agustín defendía la teoría de que el alma no llegaba al feto hasta cierto mes del embarazo.
*En tiempos pasados las leyes, tanto civiles como sobre todo las normas morales, las hicieron los hombres sin consultar nunca a las mujeres. Así que la mujer que necesitaba abortar, siempre lo hacía bajo el criterio moral de hombres.
*En los países donde hay leyes que regularizan el aborto, no obligan a nadie a abortar, sino que protegen a aquellas mujeres que, teniendo sus razones, lo necesiten bajo su conciencia sin incurrir en delito penal. El pecado queda para las creyentes y ellas harán uso de su conciencia según su propio criterio. Quiero decir que si creen que un feto hasta un momento determinado no es persona, lo harán sin culpabilidad.
*Y finalmente, la ciencia actual sabe bastante sobre la evolución del feto, y aún y así, cada cual es libre de pensar en qué momento se puede hablar de persona y en qué momento no. Y en este punto, aún quienes somos antiabotistas, tenemos un gran respeto para aquellas mujeres que tienen sus razones, que son suyas y de nadie más, para tomar esa decisión.
Alfonso: Eres agotador y además no entendiste un pimiento de lo que se trataba el artículo.
Lo más curioso del texto de Olga Larrazabal es que parece desconocer los descubrimientos del epimediologo chileno Elard Koch. El doctor Elard Koch ha demostrado la falsedad de las cifras proabortistas. Asimismo, denuncia que el número de abortos clandestinos informados para la Argentina recientemente (460.000), está sobreestimado. Para el doctor Koch, se estiman 47.636 abortos inducidos en Argentina. Logicamente las cifras chilenas seran mucho menores al tener menos población. El especialista trasandino señala que una eventual despenalización del aborto en la Argentina incrementaría sustancialmente la magnitud de abortos provocados a petición (2,3 veces a los siguientes 10 años y 5,1 veces tras 50 años de legalización o despenalización) estimando que el año 2020 los abortos provocados se incrementarían desde 47.636 a 113.586. %u201CLa despenalización del aborto puede traer consecuencias deletéreas para la salud materna y neonatal, en especial en países en los que subsista una elevada mortalidad materna%u201D, subraya. http://mielylangostas.blogspot.com/2011/03/el-dr-elard-koch-les-saco-la-mascara.html
Muchos pro-abortistas aparte de Olga alegan que Jesus y la Iglesia primitiva no tenían una doctrina clara sobre el tema. Esto es falso. Así en la Didajé II, 2 se lee: “No matarás a un niño no nacido ni a un niño recién nacido” y en las Epístolas de Barnabás, que vivió entre los años 70 y 138, dice: “Amarás a tu prójimo más que a tu propia vida. No matarás a un niño por medio del aborto” (Vol. II, pg 19). También Tertuliano (A.D. 197) en su obra Apologeticus (pg. 9) afirmaba: “Para nosotros (los cristianos) el asesinato está terminantemente prohibido; por lo cual, incluso cuando el niño está en el vientre, mientras la sangre de la madre sirva para formar el ser humano, no nos es lícito destruirle. Prohibir el nacimiento no es más que un asesinato… Es hombre aquél que se convertirá en un hombre; el fruto está siempre presente en la semilla”.
Atenágoras de Atenas, en carta a Marco Aurelio en el año 177 conocida como Legatio pro Christianis (Súplica en favor de los cristianos) decía así: “Aquellas mujeres que utilicen drogas para abortar cometen un asesinato, y tendrán que dar cuentas a Dios por su aborto”. Clemente de Alejandría (c. 155-220), sacerdote y “Padre de Teólogos” dice así en sus escritos: “… si no matáramos la raza humana que nace y se desarrolla según el plan de Dios, viviríamos toda nuestra vida en armonía con la Naturaleza. Las mujeres que hacen uso de alguna clase de fármaco abortivo mortal, matan, no sólo al embrión, sino, con él, toda la bondad humana.” El teólogo Minucio Félix (c.200-225), en su obra Octavius (pg. 30) pone el dedo en la llaga de la verdadera naturaleza del aborto: “… hay mujeres que, por el uso de pociones medicinales, destruyen la vida no nacida en sus entrañas y asesinan al hijo antes de darle a luz. Estas prácticas derivan, sin duda, de una costumbre establecida por vuestros dioses. Saturno, aunque no abandonó a sus hijos, ciertamente los devoró”. Esto recuerda la frase de San Pablo acerca de los sacrificios antiguos a los dioses: “lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican” (I Cor.10:20). Sin duda que los dioses modernos a los que se sacrifican los niños en el siglo XX son los mismos demonios del egoísmo, la lujuria, la pereza, la cobardía, la avaricia… Y sin duda que los cuerpos descuartizados de los niños abortados no se distinguen en nada de los sacrificios humanos que los paganos ofrecían a sus dioses.”
Read more: http://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2009/10/por-que-el-aborto.html#ixzz1saQ1ferL
Por cierto, creo que Olga se equivoca al invocar a Jesus para sus tesis abortistas. Según B. Haering: La Ley de Cristo II, 228: “La Iglesia consideró siempre el aborto como un asesinato especialmente horrible. Los más antiguos documentos de la tradición cristiana hablan de este crimen auténticamente pagano con profunda repulsión. Ya los Concilios de Elvira (306), de Ancira (314) y de Trullo (602) decretaron la excomunión contra los que practican el aborto, y en caso de arrepentimiento la aplicación de penas canónicas durante largos años”.
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Si he entendido bien a olga Larrazabal, le parece mal la influencia cristiana en las leyes chilenas. Olga parece ignorar que fue gracias a que la Iglesia Católica impuso sus creencias el mundo se hizo más civilizado:así por influencia cristiana en el 365 se prohibió condenar a los reos ser devorados por animales en el circo,el papa Damaso condeno la tortura y las penas atroces en el sinodo romano del 382,el papa Nicolas abolió la tortura en Bulgaria en el 866,Gregorio VII prohibió la quema de brujas en Dinamarca.El Papa Urbano VIII en una carta a su nuncio en Portugal del 1639 condena absolutamente la esclavitud y amenaza con la excomunión, pero se refería a la de los indios y estaba impulsado per los jesuitas de las Reducciones ante las incursiones de los bandeirantes brasileños que hacían en ellas razzias para obtener esclavos.
¡Ufff! Pensé en ti Olga.
Me alegra saber que todo está bien, al menos así dicen las noticias. Deseo que el segundo pase de igual manera:
¡¡¡SIN HACER DAÑO!!!
mª pilar- pili
Olga, te deseo suerte a ti y al pueblo chileno, también a mis amigos Eileen y Lian y al peque Santiago, que viven en Santiago. Y que los terremotos os den un descanso largo. Un abrazo
Se me olvidaba contarles que el temblor a las 12.30 de la noche fue grado 6.5, fue largo, y lo pasé en un 12º piso. Pero este es solo el aperitivo porque está anunciado otro terremoto, esta vez en la zona central del país que espero me pille en algún parque. Saludos.
Querida Ana: Que bueno saber que mi intuición no andaba tan perdida. Lo que pasa es que tengo la sospecha que Jesús no tenía un pensamiento concreto, como califican los psicólogos a ciertas mentalidades que son literales, sino un pensamiento abstracto y universal pero que va a lo medular de la cosa. Entonces para entenderlo también hay que abrirse. El le habla a la humanidad, no a los judíos del Deuteronomio. El está por encima de las culturas, y por eso es reinterpretable en cada cultura. Y eso es porque intuye la intención de la creación, la dirección de la fuerza de la vida, con profunda honestidad. Y es eso lo que lo hace un Maestro Iluminado.
Querida Olga, te leo: “Y me da la impresión que cuando habló de que “el hombre no separe lo que Dios ha unido” no se refería al acto matrimonial en si…”, y te digo lo que un amigo mío y compañero de comunidad, que sabe mucho de traducción de la Biblia y cada sábado revisa la traducción del evangelio, traduce eso de “lo que Dios ha unido” por lo que “lo que Dios ha equiparado”. Es increíble lo que supone una traducción interesada en que diga algo diferente a lo que originariamente dice. En este caso, hay todo un mundo, o bien la defensa de la unión matrimonial, o bien el trato de igualdad entre hombre y mujer. Tienes razón en tu intuición.
Gracias Oscar por empatizar, comprender y solidarizar. El tema de mi post, al releerlo yo misma, me di cuenta que no era sobre el aborto, sino sobre la posesión del propio cuerpo por parte de las mujeres. Y el artilugio de evocar el tema de la propiedad privada, es que este término es más entendible para todos los lectores, que si yo hubiera usado la palabra” Dignidad”, ya que esta palabra está tan manoseada y usada en forma equívoca que se puede interpretar de mil maneras. Seguramente pagarle bien los servicios a una prostituta y no tratarla mal, puede, para muchos varones ser considerado el colmo de la dignificación. O pagarle a la amante una operación para que se aumente el busto. Y en todos estos actos “dignos” hay una cosificación del cuerpo de la mujer. El padre que entrega a la hija “virgen”, el hombre que acepta a la novia “que no es virgen”. Todo ese tema de la virginidad, incluyendo la de María, es profundamente humillante para las mujeres. En una manifestación callejera de los estudiantes vi el siguiente cartel: ” Saquen sus rosarios de nuestros ovarios” y lo encontré muy pertinente. Que tu pidas a un médico que te ligue las trompas, y se rehuse por sus creencias religiosas y te trate de convencer que tienes la dignidad de una coneja es casi el colmo. Jesús era un adelantado hasta para la época actual, y siendo hijo de su medio, no le aplicaba los prejuicios a las prójimas.. Respetó a María, mientras Marta hacía méritos en la cocina, y les dejó claro que era un problema de elección. Entabló diálogo con la mujer sirio-fenicia y se dejó convencer por sus argumentos, porque no era un fanático obcecado. Rechazó el repudio ritual del hombre a la mujer por no misericordioso y por desigual, ya que un hombre podía repudiar a una mujer porque no cocinaba bien. Y me da la impresión que cuando habló de que “el hombre no separe lo que Dios ha unido” no se refería al acto matrimonial en si, sino a la unión de fraternidad y complementariedad entre hombre y mujer, que debió haber existido en la especie para que esta prosperara y fuera feliz y que fue convertida en esclavitud de un sexo por el otro, en mercantilización del cuerpo de la mujer.
Hola!
En mis anteriores Comentarios “espumo-refritados” del Cap. 23 de Un paso, un mundo –de Salvador Santos- he colocado:
1º) la “situación” de LA MUJER en el Sistema vigente.
2º) los “causantes” de esa situación.
Quedaría por considerar
3º) la SALIDA o SALVACIÓN que le ofrece la Alternativa de JESÚS.
·············
“La actuación de la mujer se introduce diciendo: “Como había oído hablar de Jesús”. El nuevo participio griego traducido por: “habiendo oído” prepara la acción y sienta la primera base a partir de la cual la mujer toma su determinación. Recuerden el uso frecuente de este verbo en la enseñanza con parábolas. Allí, señalaba la disposición idónea para aceptar favorablemente el proyecto de Galileo. En este caso, el “haber escuchado” impulsa la acción de la mujer. Como podemos suponer, la intención de Marcos apunta directamente a los lectores.
La frase se completa con la expresión “acerca de Jesús”, que incluye el nombre propio del Galileo como la referencia fundamental del verbo oír.
Lo que ha llegado a la mujer es esencialmente su proyecto, interpretado debidamente por ella en claves existenciales. Esa lectura le impulsa automáticamente a buscar en él la salida del atolladero donde la han arrumbado los saqueadores de su vida.
Marcos reseña el movimiento de la mujer, incluyendo a la multitud por segunda vez en su relato: “acercándose entre la multitud”. El último participio griego, que se traduce esta vez por “acercándose”, expresa la fuerza decisoria de la mujer, que lucha en su andadura contra las dificultades (“entre la multitud”). La multitud aparece, como no podía ser de otro modo, complicando el acercamiento al Galileo.
El ambiente es similar al del episodio del paralítico. Si en aquella ocasión el inconveniente se agrandaba físicamente por la contrariedad añadida de la camilla, aquí el impedimento de la mujer comporta mayor gravedad. ¡Su movimiento es ilegal! ¡Está penalizado! ¡Trae consecuencias de contaminación para todos los que ella haya rozado! La mujer tiene absolutamente prohibido acercarse a nadie. A pesar de lo cual, no se arredra; desdeña el temor al castigo. En contraste con Jairo, con mucho que perder, ella lo tiene todo perdido. Jairo se jugó su prestigio y su futuro. La mujer, sin lo uno ni lo otro, compromete lo único que le queda, su presente.
Marcos describe el momento culminante de la acción de la mujer al escribir: “le tocó por detrás el manto”. El adverbio “detrás” o “por detrás”, colocado entre la frase anterior y ésta, puede ser interpretado unido a una u otra. Veréis. Vamos a leerlo siguiendo exactamente el texto original griego para comprenderlo mejor: “acercándose entre la multitud por detrás le tocó el manto a él”. Leerlo unido a la primera o a la segunda frase significaría, en un caso, que se acercó por detrás, y en el otro, que tocó su manto por detrás. De todas formas, no se crea ninguna alteración del sentido por interpretarlo de cualquiera de las dos maneras, puesto que la referencia del adverbio es el Galileo. Debe entenderse, sin embargo, como ha querido Marcos al escribirlo de este modo, que el doble movimiento de acercarse y tocar su manto se efectúan a escondidas, es decir, por detrás.
El pretérito indefinido (“tocó”) rompe la cadena ininterrumpida de participios griegos y fija el lance crucial adonde ha desembocado toda la historia contada sobre la mujer. Ni siquiera llega a alcanzar al Galileo. Marcos precisa: “el manto de él”. Pero eso era precisamente lo que ella pretendía, según veremos más adelante.
El manto era la prenda del vestido exterior. Confeccionada con hilo grueso, en forma rectangular, casi cuadrada, podía colgarse sobre uno o dos hombros. Estaba considerada pieza fundamental del vestido, sin la que el hombre se encontraba desnudo. También se usaba para acostarse sobre él y taparse. Por lo cual, se trataba de una prenda necesaria, hasta el punto de que quien la tomaba empeñada, estaba obligado legalmente a devolverla a su dueño antes del anochecer.
Tocar el manto suyo significaba entrar en la esfera personal del Galileo. Suponía lograr la máxima cercanía respecto a él sin que se notara, conservando el anonimato. La forma de actuar de la mujer contrasta con la de Jairo. Éste fue de frente, realizó su gesto ante los ojos de la multitud; la mujer no tuvo más remedio que intervenir por detrás, a escondidas. En la diferencia se percibe el temor de la mujer a ser descubierta por la maquinaria legal que la tiene sometida y condenada al aislamiento.
Por la forma de narrar de Marcos podemos deducir que el movimiento de la mujer no se debió a un arrebato, sino que fue resultado de una acción bien meditada. Diríamos que en su recorrido hay tres momentos: Uno dedicado al análisis, otro a la estrategia, y el último, a la ejecución.
Observen cómo encajan los hechos en ese esquema:
1º) ANÁLISIS: La mujer parte de su conciencia y de la reflexión sobre la experiencia sufrida. Obtiene de ellas conclusiones prácticas. Seguir esperando no sirve de nada. Una actitud pasiva, aguardando la solución de otros, se ha demostrado contraproducente. La experiencia histórica es visible y aleccionadora. La lógica y el análisis se imponen para discernir dónde se halla la auténtica salida del laberinto. Esa postura dinámica coincide con la disposición que solicita el Galileo en su enseñanza con parábolas: Escuchar. La mujer ha descubierto su propio horizonte en ese proyecto anunciado por el hombre de Galilea.
2º) ESTRATEGIA: A partir del análisis busca el momento idóneo. Esta etapa pasa por la búsqueda de la fórmula que le permite vencer el obstáculo representado por las masas despersonalizadas. Al igual que ocurrió en el episodio del paralítico, cuando los porteadores encontraron la manera de sortear el impedimento multitudinario, nuestro personaje ha sabido elegir la estrategia eficaz. Allí, los cuatro de la camilla no repararon en destrozar el tejado sin preocuparles ni la dificultad ni el ruido. En esta escena, la mujer escoge la sagacidad y la discreción.
La imponente atracción de la vida impulsa a la mujer a pronunciarse por ella, venciendo los dos obstáculos que obstruyen el camino: los alienantes colectivos despersonalizados y la norma legal que coarta, encorseta y sanciona. La mujer interviene con talento, buscándole las vueltas a la multitud y a la ley. Emplea la táctica de ir por detrás. Su itinerario no refleja cobardía, sino astucia.
3º) EJECUCIÓN: Los dos momentos anteriores culminan cuando ella da el salto definitivo hacia su rehabilitación como mujer y abandona el sistema que mata. Creyó que, para no descubrir públicamente su transgresión de la ley, no tenía mejor opción que agarrarse al manto del Galileo. Asir el manto suyo y penetrar en la esfera personal del Galileo fue el objetivo que se propuso para escapar del círculo mortal que la atenazaba.
La mujer meditó a fondo. Marcos da un apunte sobre las reflexiones hechas por la mujer antes de emprender el viaje hacia su objetivo: “Porque ella se decía: si le toco aunque sea la ropa, me salvaré”. La expresión primera (“pues decía”) da entrada a las cuentas que se echaba nuestro personaje fundamentando para sus adentros la determinación que había tomado.
La lógica de su razonamiento resulta tan sencilla como la enseñanza que Marcos quiere transmitir: En el paso decisivo hacia la aceptación de la sociedad alternativa comienza la libertad. La reflexión de la mujer expone con brevedad su convencimiento sobre las consecuencias esperadas de su decisión. La maduración de su estrategia se expresa con convencimiento: “si agarro aunque sea la ropa suya”.
La frase no tiene desperdicio. Veámosla con algún detenimiento. Comienza con una conjunción traducida por “si” que inicia la formulación de su hipótesis. El verbo (“me agarro”), expresando su intención, encierra un significado que supera el simple roce o tacto superficial. Marcos elude lo mágico, penetrando en el deseo de la mujer por agarrarse o engancharse a la fuerza que le sacará de su situación de excluida. Sus argumentos estaban cargados de sensatez. La máxima aproximación al Galileo suponía desembarazarse de las raíces que la tenían confinada en los sótanos de la humanidad.
Una segunda conjunción (al menos, siquiera) establece los límites mínimos considerados suficientes por la mujer para conseguir sus fines. El término “vestido” o “manto”, en plural y acompañado del pronombre personal, que identifica a la persona del Galileo (“de los vestidos de él” o “de sus vestidos”), avala el fuerte sentido de su acción, precisando la profunda aspiración de la mujer, que ambiciona agarrarse como sea a la libertad y engancharse a la vida. Quizá este sentido se capta mejor si traducimos: “pues decía: si me agarro siquiera a sus vestidos…”.
De su acción de agarrarse al manto, la mujer espera unas consecuencias: “me salvaré” o “estaré salvada”. Su sentido común se descubre a nivel de su coraje. Este mismo verbo y en idéntico tiempo utilizó Jairo para expresar lo que deseaba para su hijita. Con él confirman una y otro la firmeza de su decisión, al tiempo que, indirectamente, mandan a la ley que margina al lugar de los trastos inservibles.
La mujer, llena de valentía, sin escrúpulos, actuó por su cuenta. Nadie tuvo que pedírselo; ni siquiera insinuárselo. Tampoco necesitó que alguien la acompañara. Atravesó la línea sugerida por el Galileo a la multitud, dejando con sus huellas el camino marcado.
Como modelo, animó a los discípulos, a los lectores, y especialmente a la mujer universal y a los pueblos a los que representaba con el gran argumento femenino que sacó a relucir: ¡sus agallas! Su arrojo señala lo subversivo de sus razonamientos. No pensó que su acercamiento contaminara al Galileo; sino, al contrario, que su contacto, le liberaría a ella. Su tesis quedaría avalada por la realidad. La liberación se sostiene en un discurso inverso al de la estructura legal que deshumaniza.
El efecto de su opción no tardó en llegar; produjo, sin rebajas, el resultado que ella ambicionaba: “inmediatamente se secó la fuente de su hemorragia”. La relación entre asirse a las ropas y lograr el efecto deseado es incuestionable. No hay que esperar (“inmediatamente”). Al decir Marcos: “se secó”, confirma la sólida certidumbre sobre el resultado obtenido. Su acercamiento al Galileo le ha procurado suprimir de raíz el origen (“fuente”) de su deterioro y el goteo incesante (“de su hemorragia”) que le arrebataba su existencia.
No hay efectos mágicos en la escena. La restitución de la mujer a su estado de plenitud humana se ha conseguido gracias a su propia decisión de abandonar el sistema legal que la había conducido al desahucio. Lo hizo con voluntad, reflexionando previamente, renunciando a los principios que la desangraban y optando, al paso del Galileo, por la subversión de los valores propuesta por él en su mensaje. Su alternativa se ha mostrado absolutamente eficaz. El atrevimiento del personaje femenino de nuestro relato se ha convertido en ejemplo para la mujer que se derrama y para el pueblo que se desangra.
Pero Marcos ahonda todavía en el interior del personaje. Aporta a sus lectores un último detalle con el fin de calar en su reflexión, sus sentimientos y sus emociones. Con esa intención, termina escribiendo: “y notó en su cuerpo que estaba curada de aquel tormento”. La acción se centra en la percepción que tuvo la mujer respecto al cambio radical ocurrido en ella. Con una experiencia vivida intensamente (“en su cuerpo”), pudo notar los efectos de la libertad.
Nuestro narrador resume la experiencia de la mujer diciendo: “que había quedado curada”. Lo hace con el fin de subrayar el alcance y la estabilidad de su lograda plenitud humana.
Para un narrador distinto al nuestro, la idea ya se habría completado llegados a este punto de la narración, pero Marcos apura al límite, y detalla: “de aquel tormento”. Al usar un término que significa látigo o correa del látigo (en sentido figurado, tormento), se ve su intención de clarificar a sus lectores no solamente la gravedad del mal que padecía, sino su procedencia. La palabra hace referencia indirecta a los que tienen en su mano el poder y el instrumento de tortura para someter. Quédense con esta palabra, látigo, tormento, con el que concluye este primer acto de la narración. Se repetirá también para finalizarla.
EXCURSUS
La última intervención de Olga fue a eso de las 3 de la tarde del lunes (hora chilena)
A eso de la medianoche le habrá temblorado el piso de alto desde donde -suponemos- escribe.
Todavía no tenemos otras noticias de la gente chilena.
Yo no escuché de víctimas por el Sismo (del que descartan Tsunamis).
Preocupados, quedamos a la espera de nuestra querida Cumpa transcordillerana.
¿Le diremos ¡Vamos todavía!? ¡Claro que sí! – Oscar y tus compañeros atrienses.
Hola!
La Presentación del Post de Olga Larrazábal que nos hace Atrio
señala acertadamente que –“se trata de legislar”- e.d. de un tema político.
A quien, en ese sentido, se anime a seguir la perspectiva de Jesús
le arrimo (siempre en “refrito-espumado”) algunas cosas que nos dice Salvador Santos
en continuación de su Cap. 23 antes mencionado de su Un paso, un mundo:
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“La narración de Marcos no se queda en la mención del mal que aqueja al personaje, sino que se explaya en detalles descriptivos para esbozar su lamentable estado. Un nuevo participio con sentido fuerte, traducido por “que había sufrido”, unido al adverbio “mucho”, expresando intensidad, habla de una experiencia negativa contraria a la que merece y ansía cualquier ser humano. La expresión define tanto el sufrimiento constante soportado por la mujer cuanto su impotencia para evitarlo. El dolor se ha convertido en indeseado compañero; la inevitable desdicha ha pasado a convertirse en condición inherente a ser mujer, o ser pueblo.
Pero, lo llamativo, es la causa del gran padecimiento. En contra de lo esperado por el lector, no lo ocasiona la enfermedad: “por obra de muchos médicos”. La preposición utilizada por Marcos, significando: por causa de, por obra de, bajo la dirección de, tiene un carácter marcadamente activo, de forma que denuncia, en los que provocan el daño, la responsabilidad de haber intervenido a sabiendas de las consecuencias que tendría su actuación. A ellos se refiere con la expresión: “muchos médicos”, haciendo hincapié en la abundancia (“muchos”) de los causantes (“médicos”) de tan prolongados e inacabables sufrimientos. Sorprendentemente, los mismos profesionales encomendados a la tarea de trabajar para hacer prevalecer la salud, sanando y mitigando el dolor, son acusados por Marcos como los auténticos responsables de haber conducido la enfermedad a un estado de suplicio inacabable.
La paradójica figura colectiva de los médicos causantes del daño juega un doble papel simbólico en consonancia con la duplicidad de significados de la figura femenina:
Representa, por un lado, al hombre en su concepción más genérica. De él, como compañero, debía esperar la mujer la máxima lealtad, ayuda y colaboración. Ha recibido, en cambio, el arrinconamiento que la ha conducido a una situación de permanente desazón y tortura. La huella histórica y universal de la condición femenina da la razón a Marcos. Delata la descomunal traición del inhumano compañero, en quien había depositado su máxima confianza.
Por otra parte, la contradictoria y plural figura de los infames facultativos, personifica al numeroso (“muchos”) grupo humano de los que se arrogan el papel de dirigir y conducir al pueblo por los caminos que a ellos mejor les viene; de los que se arriman a la sombra de esos dirigentes para participar en funciones tan honorables y respetadas; de los que, escondidos detrás, los mueven con el peso específico de su patrimonio y sus condiciones de especial grandeza; y, también, de todos aquellos que, por no oler a humanidad, se descolocan sin importarles el grado de servidumbre a pagar y se alejan del contagioso pueblo, en busca de algún resquicio de poder.
Todo ese grupo de destacados del circo social representa la maquinación, la vileza y la alevosa deslealtad hacia el pueblo del que, cobarde y engañosamente, desertan para constituirse en sus siniestros verdugos, saqueadores de su sosiego, su bienestar y su vida. Los mismos que aparentan ser los responsables de mantener la salud del pueblo están plenamente dedicados a arrebatársela lenta e incesantemente, sumiéndolo en un estado de invalidez progresiva.
Para nuestro narrador no basta la reseña hecha sobre el estado de la mujer. Así pues, añade: “y se había gastado todo lo que tenía”. Con otro participio traducido a nuestra lengua por: “que había gastado” profundiza en las penalidades soportadas por el personaje. El verbo, al que este participio pertenece, no aparece en los evangelios salvo aquí y en la parábola de Lucas, popularmente conocida por el inadecuado título de: “El hijo pródigo”. En esa ocasión se emplea para decir que el hijo había consumido hasta el último céntimo (“cuando se lo había gastado todo”). En ambos casos va asociado a la expresión “todo”, para señalar, tanto la integridad de lo perdido, cuanto la indigencia en que han quedado sumidos los personajes.
Los honorarios médicos no han garantizado la curación de la mujer enferma, a la que han despojado sin escrúpulos “de lo suyo” asegurándose con ello el incremento de la propia renta patrimonial. Ese juego desequilibrado de garantías, unas negadas y otras afianzadas mediante el robo, confirma a los responsables de la salud, como administradores de la enfermedad e ingeniosos especialistas en acumular a costa de los débiles.
Su situación de desposeída denuncia que la entrega constante al hombre de todos los valores propios que la diferencian como mujer y la enriquecen como persona ha sido recompensada por parte de éste con la usurpación de esos valores.
De igual forma, el pueblo expropiado ha cedido lo que le pertenece en propiedad: la igualdad, la libertad, la autoridad, la cohesión, la paz, la tierra… en manos de los que se han atribuido la responsabilidad de representarlo y dirigirlo. Pero ellos han ofrecido garantías… únicamente para cobrar. Han actuado de forma idéntica a aquellos que expulsaron al Galileo de la Decápolis: Se han hecho dueños de la tierra, engordan cerdos y menosprecian al pueblo al que han abandonado en un lamentable estado de desfallecimiento crónico.
Pese a haberlo dejado todo en el intento, Marcos expresa el nulo resultado obtenido por la mujer, añadiendo: “sin aprovecharle nada”. La frase, formulada con un adverbio (en nada, de ningún modo) unido a un nuevo participio, esta vez en voz pasiva: habiendo sacado provecho, tiene un sentido negativo claramente categórico con el que pone sobre el tapete la falta de correspondencia entre lo que la mujer entregó (“todo lo suyo”) y lo recibido a cambio (“sin aprovecharle nada”).
Este resultado confirma que las expectativas generadas por la donación de “lo suyo” fueron absolutamente defraudadas. La enseñanza aportada por el nuevo dato es terminante: El hombre y la estructura de dirigentes del pueblo no sólo han originado la gran decepción humana, sino que se han ratificado históricamente como los estafadores de la vida.
En su empeño por llegar al final sin dejarse nada atrás, Marcos agrega un último detalle: “sino más bien poniéndose peor”, con el que ultima su exposición sobre el estado de esta figura femenina. El resultado paradójico de la terapia usada por los médicos se constata con un nuevo participio griego, literalmente: “habiendo llegado”, usado para señalar el grado de decadencia alcanzado por la mujer: “a lo peor”.
Marcos deja ver las claves del absurdo y disparatado contrasentido que subyace bajo una situación tan calamitosa. Los desposeídos no tienen solución. El ladrón y violador ha sabido labrarse su futuro atribuyéndose un trabajo estable, legalmente reconocido y bien remunerado, que le garantiza su inmunidad y la propiedad de lo robado: ¡El de buscar y restituir a sus verdaderos dueños lo que él mismo se apropió!
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Termino como terminé antes:
Me pareciera como que Olga, sin leerlo en Libro, lo hubiera estado leyendo en sus carnes.
¡Vamos todavía! – Oscar.
Hola!
En un largo Capítulo 23 de Un paso, un mundo, Salvador Santos expone la situación de la Mujer desde la perspectiva de la praxis de Jesús. (Mc. 5, 24-34).
Despeloto un poco la trama de su texto, pero viene a leerse algo así:
“El hecho que ha marcado a la mujer desde hace tanto tiempo lo determina Marcos escribiendo literalmente: “estando en un flujo de sangre” define tanto el carácter endémico de su enfermedad cuanto la sangrante situación en la que se encontraba inmersa; una situación que interfiere los aspectos más esenciales de su vida.
Como consecuencia de su regulación legal, la patología enunciada comportaba unos efectos sociales cuyas estipulaciones pueden leerse en Lev 15, 25ss., completando las relativas a la menstruación (Lev 15, 19-24). Las múltiples y graves consecuencias sociales prescritas por la ley para esta afección potencian la fuerza representativa de esta figura femenina.
El carácter endémico del trastorno hace alusión al estado de abatimiento de la mujer, postergada en una situación social de aislamiento forzado, en la que se han cortado para ella las posibilidades de comunicación, relación y contacto humano. Lleva colgada bien a la vista la etiqueta de peligrosa, por el riesgo de contaminación que comporta su cercanía. Se exige, por lo tanto, mantener respecto a ella una distancia de seguridad inviolable.
La condición irremediable de la enfermedad destapa otros aspectos indicativos de la grave situación.
La prohibición tajante de mantener relaciones sexuales:
* representa una condena al ostracismo,
* congela la posibilidad de compartir físicamente el amor,
* tener relaciones familiares normales,
* transmitir libremente la vida.
Para la mujer queda la represión.
Se le ha vedado la prodigalidad, el exceso, la exuberancia.
Para ella se han proscrito las relaciones humanas más cercanas,
confinando los sentimientos en el despropósito de la lejanía.
A la mujer se le ha denegado:
* la amistad,
* la camaradería,
* la mutua correspondencia,
* el acuerdo;
** en definitiva, todo vínculo que explore con absoluta libertad lo más pletórico de la propia individualidad.
Se teme, en el fondo, que rastree en sus propias posibilidades de desarrollo personal y colectivo.
Asustan la entrega desinteresada, la generosidad, el amor incontrolado.
Se observa la libertad como un riesgo que abre la puerta a la tan temida indocilidad.
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– ¡Oye…Oye! Dicho así, aparenta que las mujeres podemos obrar a nuestro antojo en materia sexual…
Y que yo sepa, Marcos no ha hablado para nada de ese asunto… ¿Qué dice usted…, Don Francisco?
[Don Francisco es un Sacerdote, que a instancias de algunas parejas del grupo hubo sido invitado a la tertulia sobre Marcos]
Paco se puso más colorado si cabe, e intervino tratando de llevar la cosa al cauce menos comprometido:
– Hay que ser muy comedido a la hora de hablar de sexo. Para no caer en desviaciones, siempre que se traten cuestiones tan delicadas conviene ceñirse a lo regulado por la doctrina oficial.
Como si hubiera tenido preparada su pregunta, Ana advirtió:
– ¿Cómo se ha podido regular sobre lo que nada se ha dicho?
Lucía machacó:
– Pero si Desta únicamente se ha limitado a exponer la doctrina oficial, es decir, lo que no estaba permitido a la mujer.
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¡Jugoso este don Salvador Santos ¿no?!
Me pareciera como que Olga, sin leerlo en Libro, lo hubiera estado leyendo en sus carnes.
¡Vamos todavía! – Oscar.
Ratzinger o Rouco haciendo moral, sin participación alguna de las mujeres en la confección de esa moral, respecto del aborto de las mujeres es como la zorra haciendo moral respecto del comportamiento de las gallinas: esos tipos harán la moral que mejor les convenga para el negocio de su ICR, nunca la que convenga a la humanidad que necesita el problema de las mujeres en cuestión.
La opinión moral de los que han decidido (o les han decidido, mejor dicho) que sistemáticamente no va a poder tener ni criar ni ser padres de hijos, no vale un comino en este tema, a mi modesto modo de ver.
Resulta demasiado hipócrita que unos señores que sistemáticamente les han prohibido –y ellos lo tragan- ejercer la paternidad con la imposición del celibato obligatorio, sean los que, con el invento del Magisterio ‘infalible’ (más falible que cualquier otro), vaya a hacer la moral sobre el aborto de las mujeres.
El ejemplo de Gabriel Sánchez es de lo mejor, de lo más clarificador: es la madre la que decidió lo que mejor le pareció. Si hubiera decidido lo contrario … pues como los que deciden que se tragan el celibato obligatorio, para consagrar su vida de hecho a la ICR: podían haber tenido hijos, y han frustrado la vida de esos hijos, y el amor de la madre de esos hijos …
¿Qué moral se puede hacer, sobre todo respecto del aborto, cuando sistemáticamente se prohíbe el amor a la madre y la paternidad de los hijos? Ninguna moral acertada, sin duda.
Querido Gabriel: Tu mismo estás diciendo que es una decisión personalísima, que hay que tomar a conciencia, no por coerción. Tu madre era fuerte, no se dejó influir, y te tuvo y fue una victoria y aquí estás.
Era un lugar y un momento propicio para la vida.Otros han cedido a las presiones contrarias, y lo han lamentado. Pero queda claro que son las afectadas las que deben decidir, no los políticos.
Oscar Varela suele decir (casi todos los días): vamos todavía.
Martín Fierro decía: “Algún día habremos de llegar/ después sabremos adonde”
Lo leo en Argenpress este enlace:
http://www.argenpress.info/2012/04/ypf-100-publica-y-con-control-social.html
Sería pecado no dar a cada uno lo suyo, en cualquier moral, en cualquier religión o ideología o sistema de pensamiento … pues ofendería al dueño y, sólo por ello, a Dios.
“El debate abierto en torno a la recuperación de YPF, y aún sin conocer el proyecto oficial, lo celebro como el triunfo de los que venimos instalando en la opinión pública la necesidad de recuperar nuestro petróleo y la soberanía energética. Han pasado veinte solitarios años desde aquel atentado que sufriera por denunciar la escandalosa privatización de YPF y Gas del Estado con sobornos y falsos diputados. Advertíamos que el modelo privatista nos llevaba al vaciamiento y al endeudamiento. No le erramos. Menem prometió multiplicar las reservas petroleras y desde el 2007 perdimos el autoabastecimiento: Este año importaremos por mas de U$S 11.000 millones. No fue todo: Néstor Kirchner posibilitó la prorroga de las concesiones de Menem por 30 años y el vaciamiento de YPF al permitir que girara a Repsol el 90% de sus utilidades con la llamada “argentinización”.
En buena hora se quiera cambiar el rumbo, pero exige plantearnos para qué y cómo lo haremos”
Esto va en serio, están yendo todavía.
¿Abortará la dama de plata Kirchner su decisión? No lo hará.
http://economia.elpais.com/economia/2012/04/16/actualidad/1334590509_507539.html
En ATRIO a esta altura me conocen, por convicción personal y no religiosa, yo existo porque mi madre, que me tuvo de soltera, no hizo caso a todas las voces que le aconsejaban abortar, soy contrario a matar desde el momento de la concepción, hasta la muerte natural (justamente hoy en mi país debido a acontecimientos sucedidos, con dos enfermeros fueron los responsables de varias muertes de personas con enfermedades terminales y otro no) esta el tema de la Eutanasia en discusión…La vida debe ser sostenida y creo que uno es humano, desde el momento mismo en que el esparmatozoide fecunda al huevo, imaginensen si el caldo que debieron ser las primeras proteinas con capacidad de reproducirse, hubiera sido extirpado, por que se podía decir que todavía no era vida…todas las especies que conocemos, incluyendo la humana no existiriamos… Esto independientemente de si además es la opinión de gente coservadora, eso es problema de ella, yo siento, pienso y creo esto por convicción personal…
También entiendo que castigando a la mujer no se logra nada…si Dios no se impone a las libertad de conciencia, no deberíamos nosotros hacerlo en forma cohercitiva…Entiendo que lo nuestro es ser servidores de la vida…pero respetando el ambito de elecciòn del otro, de su conciencia, la comunidad muchas veces apoyó a más de una madre para que tuviera su hijo en momentos de dudas y hoy es son madres felices…también sostuvo mucha veces a una hermana, que venía a nosotros destrozada por haber abortado, hemos comprobado que esto afecta profundamente a la mujer y ambas situaciones que muchas veces se han reiterado recibieron en nuestra comunidad, apoyo, cariño y cercania fraterna…Con cariño Gabriel
Así es Ana, nos tropezamos entonces con que el tema tiene un transfondo politico y de poder, cuyos fundamentos cambian según soplen los vientos, lo que impide un debate serio y bien intencionado a nivel de sociedad. Eso es lo que ha pasado en Chile, por lo menos, y no solo con el aborto, sino con la mayoría de las políticas detrás de las cuales hay intereses comerciales o de penetración ideológica y los políticos son meros lobbistas de estas fuerzas. Ahí se apela a trozos escogidos de las religiones para reforzar los argumentos del momento, sabiendo que las religiones involucran un fuerte componente de creencia no cuestionada.
Ah, se me olvidó decir que el asesinato es una cuestión legal, y, como dice Sarri, una cosa es el delito y otra el pecado. Si una ley autoriza el aborto en unos supuestos, nadie es asesina si cumple la ley, y, si alguien apoyándose en su religión y en su conciencia desde sus conceptos morales, aborta cometerá un pecado.
En España, hace treinta años, la derecha condenó hasta los mismísimos infiernos la ley del aborto que se aprobó en aquellos años. Este mismo partido ha salido con los obispos a la calle para condenar el aborto en general en toda su extensión..
Y este mismo partido que ahora gobierna quiere restaurar aquella ley del aborto que tanto atacó y condenó hace treinta años. Conclusión, hay ideologías políticas que van con treinta años de retraso porque sus razones no son perennes en el tiempo.
Querida Olga, respecto al primer punto, claro que hay muchas más reflexiones, pero el problema se plantea desde posicionamientos personales y, por eso, llamo nudos gordianos a determinados aspectos del aborto, porque no hay quien deshaga dichos nudos.
Quienes están posicionados en que hay persona desde el momento de la concepción, nadie les convencerá de lo contrario, y por eso hablarán de asesinato sin pudor alguno ni respeto a las mujeres que creen lo contrario, llamándolas incluso asesinas de niños. En este primer grupo incluiríamos al colectivo religioso, aunque no todas personas creyentes piensen de ese modo. Y si las religiones defienden este supuesto, lo hacen desde una creencia moral, no desde supuestos científicos. Y como las religiones están en manos de hombres célibes, actúan aún con más “crueldad” a la hora de enjuiciar a las mujeres.
Quienes piensan, y aportan razones para pensar así, de que hasta un cierto momento no hay persona, sino proyecto de persona, actuarán de otra manera tranquilamente sin que nadie les intranquilice su conciencia.
Las que más sufren son las mujeres que se ven en esa coyuntura y tienen necesidad de interrumpir el embarazo, pero no saben a quien creer. Si deciden no seguir adelante con el embarazo, se les recordará siempre por autoridades religiosas que han sido unas asesinas, salvo que un cardenal, como Rouco, las amnistíe con ocasión de la visita del Papa y se confiesen en esos artilugios llamados confesonarios situados en el parque del Retiro de Madrid, así, con todo el recochineo y falta de respeto.
Hola Ana: De acuerdo, pero hay más matices para reflexionar. No toda interrupción de la vida humana es asesinato. Como ser se habla de “muerte en defensa propia” no de Asesinato en defensa propia” dependiendo de por qué se interrumpió el proceso de vida de otro ser vivo. ¿Cuán vivo está un feto? Tiene movilidad limitada etc pero no respira independientemente, entonces es una etapa anterior a la vida humana, que es independiente, con movilidad propia y respirante. Eso te lleva a que es la interrupción de un proceso que devendrá, si es que las cosas siguen su curso normal automático, a la creación de una vida humana en su plenitud,ya no en proceso de llegar a ser.
La existencia de una “encarnación” de un “alma” es una creencia de tipo religioso, que quizás ni siquiera era del judaismo, no lo se, puede ser una noción griega. Y entonces es una creencia religiosa no universal, y la legislación es para países multiculturales, luego no debería incluirse. Pero si miramos la naturaleza, hay algo muy sintomático; la vida se da infinitas veces con numerosos intentos abortados y numerosos éxitos. Cuando el medio no es propicio ni acogedor, el proceso de vida y desarrollo de la bacteria, de la planta, del animal, se detiene, hasta esperar condiciones propicias. Las bacterias se transforman en esporas, las semillas de las plantas permanecen en latencia, algunos animales mutan y se empizan a reproducir por partenogénesis, los mamíferos incluso matan a sus crías más débiles y dejan una o dos más fuertes, se detiene en las mujeres la menstruación para que no puedan concebir. Y ante el posible nacimiento de un cachorro humano, que necesita actualmente unos 25 años de amoroso cuidado, alimentación, y educación, no cualquier mujer se siente capacitada para hacer ese trabajo, es decir, no es el tiempo adecuado para que continúe el proceso. Y hablo de 25 años porque en Chile por ley, los padres o los abuelos tienen que financiar la educación de los hijos hasta esta edad y pueden ser demandados y obligados. Y el proceso de criar un hijo es una tarea de tiempo completo, que implica disposición psicológica para hacerlo y ayuda. Los humanos somos muy complejos, y la vida se ha hecho más sofisticada y compleja. La gente ya no tira a sus hijos nacidos por los barrancos, ni abandona a sus bebés en las inclusas, ni manda a mendigar a los niños, si puede evitarlo. En tiempos victorianos los niños a los 7 años estaban trabajando en fábricas, ahora no se pueden hacer esas cosas, ni la sociedad lo permite. Todo esto debe ser considerado cuando se hace una ley que afecta a la mitad de la población, y que no le permite una salida, dentro de cierto plazo, que no sea un peligro para su vida.
Siempre que se aborda el tema del aborto, nos encontramos con varios nudos gordianos como punto de partida.
Uno, se refiere a desde qué momento de la fecundación se es persona.
Segundo, y según la respuesta a la premisa anterior, se hablaría de asesinato o no.
Y tercero, las leyes protegen a los seres humanos, por lo que, dependiendo de las dos premisas anteriores, se legisla como si de un crimen se tratase, o bien, como si de un derecho legal de la mujer se tratase.
A esto hemos de añadir la incursión religiosa desde cuya perspectiva, se habla de pecado, de culpa, de rendir cuenta, no a Dios, sino a las mismas autoridades religiosas o civiles-intrusos-religiosos, torturando conciencias desde fuera del sujeto de esa conciencia.
Y en este maremágnum de confusiones, la mujer es siempre la gran perdedora. Ya sea porque se la priva de su autonomía personal-corporal, ya sea porque se legisla al margen o en contra de ella, ya sea porque, en ausencia de una legislación justa que proteja al feto y proteja a la mujer, corren peligro ambos, el feto que puede abortarse clandesdinamente cuando está claro que ya puede vivir fuera de la madre y es persona sin lugar a dudas, y la madre, que se expone a riegos higiénico-sanitarios en ocasiones mortales.
Sobre el tema del hombre padre, he leído hoy en El Acento de el País sobre “El hombre de los mil hijos” y termina el comentario diciendo que lo más difícil no es engendrar al hijo o a la hija, sino parirlos, criarlos, educarlos, etc. cosa que esos hombres sementales, cualquiera sea, no se plantean. Si se quiere engendrar, debe ser consensuado por ambas partes, y si el embarazo es no deseado, debe ser la mujer la que tiene que decidir, puesto que ninguno de los dos lo desearon.
Hola!
Interesante la acotación de Sarri:
“Muy bien distinguido lo que es pecado y lo que es delito y nuy bien precisado quién y cómo debe intervenir en cada caso”
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Se refiere a este párrafo de Olga ¿no?:
“Así como en el Evangelio quedó claro que Jesús no se unió al asesinato ritual de la adúltera a pedradas, porque estaba consciente no solo de que la ofensa no lo ameritaba, sino que detrás había un hombrecito que seguramente era el que estaba en primera fila tirando piedras. El Maestro, el cual se suele citar justamente para apedrear a las mujeres, le pasó a ellas el discernimiento sobre su acto, como cosa de conciencia privada, no de conciencia pública. “Vete, le dijo, y no peques más.” Y la noción de pecado que es personal, y tiene que ver con la conciencia, no es la misma de delito, que es de la comunidad y tiene que ver con las leyes.”
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Bueno, Ok!
El filósofo-pensador es un poco-bastante “lenteja”;
Su más acertada imagen es la de compararlo con un “rumiante”.
¡Kranch, kranch, kranch! ¡Glup, glup, glup! tragando y vuelta a empezar: ¡Kranch …!
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Veamos:
¿Pecado?
Este vocablo está tan asociado a “religión”
que casi no le queda resquicio para pensarlo como “conciencia privada”;
y queda acaparado en lo “religioso”; e.d., aparte de la “profana” vida humana.
Al menos yo no encuentro nada de esto en el relato del Cap. 8 de Juan.
Yo sigo el “modo” de Salvador Santos (no sé qué dirá él en este caso)
pero todo “pecado” lo es del Sistema.
¿Por qué no pensar que Jesús le está diciendo que no-vuelva-a-ese-Sistema-prostituyente?
Me avala el hecho de que en la primitiva Comunidad no existía el “perdón de los pecados”
más que una única vez. ¿No se llama, por eso “Confesión”,
e.d.: abandono del Antiguo Régimen de vida e ingresar en el Nuevo?
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Yo tendría, entonces, mucho cuidado con esa “distinción”;
No sea que separemos la vida personal de la vida social.
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No es que Olga esté equivocada; sino que nos-otros podemos estarlo.
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No quiero abundar acá, pero además:
Hay que darse cuenta que cualquier “pecado” o “estado de conciencia”
está y pertenece a la cuenca ética de la vida humana.
La distinción –muy importante- entre:
Costumbre (usos) y Ley es solo de graduación: “soft” y “hard”.
Cualquier quebrantamiento de ellos recibe sanciones;
Muchas veces la de una Costumbre es castigada más dolorosamente que la de una Ley
(¡Qué carajo me importa: Pago la Multa y a la mierda!)
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Bueno ¡Voy todavía! ¿les parece? – Oscar.
Muy bien distinguido lo que es pecado y lo que es delito y nuy bien precisado quién y cómo debe intervenir en cada caso.
Olga: un tema álgido en este mundo nuestro, donde la mujer sigue obligada a “obedecer” sin oportunidad de debatir, conversar, estudiar…
Seguramente sería bastante problemático para ellos… que siguen sintiéndose dueños y señores de los cuerpos femeninos, pero no del resultado de sus actos… no solo en este tema, en muchos otros.
Copio este párrafo:
…¿No suena desproporcionado? ¿No suena cruel? ¿No suena carente de compasión? Y comparado con los millones de humanos adultos asesinados en la guerra, o por hambrunas, (añado: niños más de 5.000 diarios) ¿no suena a moralina destemplada?…
Todo esto es una contradicción; igual el tema de la droga que Oscar te pide nos lo presentes desde tu mirada siempre interesante.
¡Gracias Olga! me encanta leerte.
mª pilar-pili
Hola Olga!
Te leo:
“¿Porque si un grupo humano, que son los hombre machos, deciden hacer guerras, e inventan un grupete de algo llamado “militares” y tienen bombas nucleares que pueden matar y matan constantemente nadie los detiene ni se mete en sus negocios?
Y nadie les puede poner límite a su presupuesto ni a sus ideas genocidas, para defender la propiedad privada”
Entiendo que la tensión del párrafo va dirigida hacia la noción de “propiedad privada”
¡Pavadita de problema ¡no?!
Y que el “cuerpo” es –junto al “alma”- la propiedad privada por excelencia;
a tal punto que en cuanto te la des-privatizan: ¡Sonaste!, te mataron. No existís!
··············
Tal vez, vos, Olga, seas idónea y capaz de encarar lo que llamaríamos:
DES-PRIVATIZACIÓN del ALMA.
···············
Venía yo charlando con el “remisero” (especie de “taxis” en la argentina del rebusque)
y me contaba que de chico había vivido en mi pueblito (2.500 habitantes).
Ahora estaba preocupado por sus hijos (una de 15 y otro de 11 años de edad)
-¿Sabe qué pasa, don? ¡Hay mucha DROGA!
(Me acordé del tango que decía: “no se conocía cocó ni morfina”)
http://www.todotango.com/Spanish/las_obras/Tema.aspx?id=BVb2mNp/niQ=
Pues bien, mi pedido sería que con tu mirada fresca
pienses si nos la podés compartir sobre este Asunto de la DROGA,
que ni importantes ONGs –ni tampoco a la Iglesia-
se la siente metida en lo que el mismo Jesús se metió
¿acaso no es la “expulsión de demonios-sistema” el signo de que el Reino ha llegado?-,
¿Será que tiene razón la “vox populi” del remisero, cuando me dijo:
-“Hay mucha guita (dinero) metido en esto … están todos comprados”
¿Te animás, Olga? ¡Gracias!
¡Vamos todavía! – Oscar.
P.S.: Mi mirada sobre el Asunto es radical –buscadora de “raíces”.
Tal postura es orteguiana. Básteme aquí señalar la idea de Ortega acerca de:
“El Mito del Hombre allende la Técnica”, en que trata el Origen permanente de
qué sea Vida humana: la aparición biológica del ser humano como “monstruo propicio”;
o “l’ être imaginaire” de Edgard Morin.
Hola!
Está tan bien armadito,
que no sé quién se atreverá
a tirar alguna piedra ¿no?
¡Vamos todavía! – Oscar.
Totalmente de acuerdo Olga. Las autoridades políticas y religiosas tendrían que aparcas sus obsesiones en el tema del aborto y preocuparse mucho mas de dar cobijo a los niños de la calle, a las mujeres maltratadas, etc. Estas si que son personas hechas y derechas condenadas a vivir muriendo. Muy oportuno el parrafito dedicado a los sacerdotes célibes.