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¿Qué pasa en Palencia?

Desde hace tiempo nos llegan noticias muy conflictivas respecto a decisiones pastorales del obispo de Palencia, un valenciano que lleva sólo año y medio allí. Primero fueron noticias sobre el fulminante despido de algunos trabajadores de Caritas Diocesana que estaban haciendo un gran trabajo desde los tiempos del obispo Castellanos. Siguen enviando unos jugosos emails con los eslóganes de “Nosotros somos Iglesia también” y “Desde la república independiente de mi Caritas”.


Parece que es un grupo numeroso y justifican no dar nombres porque muchos aún dependen laboralmente de la Iglesia –¡tremenda situación ésta de laicos al servicio de jerarquías que se consideran con poderes absolutos sobre vidas y haciendas de sus súbditos!–. Ellos enviaron hace unos días el programa de unas JORNADAS SOBRE “TEOLOGÍA Y SOCIEDAD” que organiza la Universidad Popular de Palencia en el salón de actos de una Biblioteca Pública. La primera, ayer, día 12, sobre “De la teología al compromiso social” por dos venerables sacerdotes a quienes envío un abrazo de viejos amigos. La segunda será el viernes 16, a cargo de Juan José Tamayo. En nada se cita en el programa a la diócesis, pero el obispo se ha dado por aludido y ha publicado una nota en la que ha recordado un duro escrito de la Comisión Episcopal para la doctrina de la fe del año 2003 contra Jauan José Tamayo.

¡Qué pena que tanto ejercicio de autoridad no lo ejercitase cuando estaba como representante de la Archidiócesis de Valencia en el Patronato de la Fundación del EMF que organizó en 2006 la visita del Papa! Nunca este Patronato publicó las cuentas y hoy diversos organismos que manejaron fondos del mismo están siendo juzgados dentro de la trama Gürtel. Espero que salgas bien librado, Esteban, pero usa métodos más pastorales y no sigas escandalizando a propios y extraños, ¡por Dios!  Te lo dice, con mucho respeto, mejor que yo, el Presidente del Consejo Evangélico de Madrid, Máximo García.

* * *

España: el teólogo Juan José Tamayo, “apartado” de la Iglesia católica

Periodistas en español, Lunes 12 de Marzo de 2012 23:46

maximo

Máximo García Ruiz

Después de un cuarto de siglo de amistad con Juan José Tamayo, nacida de una serie de complicidades académicas e ideológicas, me siento legitimado para intervenir en la polémica suscitada por el comunicado del obispado de Palencia que le descalifica como teólogo católico y, mediante una terminología eufemística, “le aparta de la comunión eclesial”. Curiosamente efectúa dicha descalificación el titular de la diócesis de la ciudad natal de Tamayo, un obispo foráneo, que es muy probable que ni conozca al encausado ni se haya tomado la molestia de convocarle, como integrante de su ámbito parroquial, a un diálogo pastoral.

No me corresponde a mí, dada mi vinculación a una confesión religiosa diferente, determinar los requisitos y exigencias necesarios para mantener la “comunión eclesial” dentro del seno de la Iglesia católico-romana, aunque no me resulte ajena su teología y, precisamente por ello, me parezca no solamente anacrónica sino carente de fundamento canónico, pero no deja de extrañarme que una persona del perfil  de Juan José Tamayo sea objeto de una descalificación aparentemente tan extemporánea y rocambolesca, contraria no solamente a los derechos humanos que son vulnerados abiertamente, sino a los más fundamentales principios cristianos de prudencia y caridad.

No tengo a la vista el último libro de Tamayo: Otra teología es posible. Pluralismo religioso, interculturalidad y feminismo en el momento de redactar este comentario solicitado con cárter de urgencia en torno a la noticia recibida, pero no creo que se aparte sustancialmente del contenido de otros libros que si tengo ante mí, en los que desarrolla una teología profética, comprometida socialmente, condimentada con una espiritualidad evangélica, una ética subsidiaria del Sermón del Monte y un compromiso político identificado con los más necesitados, siguiendo con ello las pautas marcadas por Jesús de Nazaret. No creo que este último libro, que tanto rechazo produce en el episcopado, esté muy distante de otros anteriores, por ejemplo, Fundamentalismos y diálogo entre religiones, En la frontera o Islam, cultura, religión y política, por menciona tan solo tres títulos recientes, en los que intenta dar respuesta, siempre con una diáfana hermenéutica bíblica, a algunos de los desafíos de nuestro tiempo: la multiculturalidad, el pluralismo religioso, el feminismo, la nueva conciencia ecológica y la lucha contra la pobreza y la injusticia social.

Tamayo enriqueció su discurso universalista desde que se adentró en el estudio del Islam mediante una mirada desprovista de prejuicios, de recelos, de desconfianza y de resentimiento. Anteriormente había hecho esto mismo con respecto al Protestantismo, en este caso partiendo de una exegesis bíblica liberada de los patrones sectarios de la teología tridentina y de un análisis de la realidad derivada del contacto personal. Su teología ha superado los filtros rigoristas del Derecho Canónico para ir directamente a las fuentes neotestamentarias y extraer de ellas el néctar del mensaje evangélico. Al superar esos estrechos márgenes que marca la jerarquía católica y colocarse en línea con grandes teólogos católicos contemporáneos como Hans Küng, Karl Rahner, Gustavo Gutiérrez, Jon Sobrino o los protestantes Richard Niebuhr o Jürgen Moltmann, tal vez no vaya desencaminado el prelado palentino al excluirle de los estrechos márgenes eclesiales en los que previsiblemente él mismo se encuentra encarcelado, ya que la  teología liberadora de Tamayo no puede quedar reducida a un ámbito tan exiguo.

Juan José Tamayo no se queda en la cáscara de la religión; rompe el envoltorio para adentrase en el núcleo del cristianismo. Al igual que los profetas del Antiguo Testamento, otea el horizonte y no transige con el statu quo. No se conforma con una teología sistemática, una teología de sacristía; su empeño está puesto en desarrollar una teología social, liberadora, y lo hace en un lenguaje inteligible para el común de los mortales, aunque tal vez ininteligible para la jerarquía eclesial. El obispo le aparta de la comunión eclesial. ¡Lástima! Una evidencia más del clamoroso fracaso del Concilio Vaticano II que intentó alumbrar una Iglesia reformada dentro del catolicismo romano, y que posteriormente ha ido colocando diques de contención para que no se esfumen las esencias de Trento.

Tamayo elabora un nuevo paradigma: el de la teología intercultural e interreligiosa de la liberación en perspectiva de género. La pregunta que se formula Tamayo en torno a la posibilidad de otra teología fuera de la línea oficial de Roma, sí es posible, sin duda, pero la gran incógnita es si es posible dentro de dicha Iglesia. No seré yo quien de respuesta a esta incógnita, porque uno siempre abriga la esperanza de que no se cierren las puertas del diálogo y la apertura a nuevas formas de ser iglesia, recuperando la doctrina del malogrado concilio que tanto gustaba recordar el teólogo pastoralista Casiano Floristán, nuestro maestro, de Tamayo y mío, de  percibirla no tanto como una institución cerrada a cal y canto, de espaldas al pueblo, sino como pueblo de Dios y comunidad de creyentes. Una teología que haga posible configurar este mundo refractario a la equidad y a la justicia, en un lugar en el que tengan cabida todos, sin distinción de raza, cultura, religión o sexo.

143 comentarios

  • pepe blanco

    Muchas gracias, Honorio y Maite. Un fuerte abrazo.

  • javier pelaez

    El problema de Tamayo y de otros teólogos del “conglomerado sociolisto” es que no pueden ser profetas.El tinglado sociolisto-PRISA-SER-la Carlos III,universidad de los socialistas,como ellos se jactan ante algunos doctorandos llamándola “nuestra universidad”-le conviene amagar con la ICAR,pero no tiene intención de dar,bien porque se lo impide el “régimen de viva la Pepa” nacido con la Conastitución de 1978,bien porque no tiene intención y luego llergan al poder y hacen lo contrario-subir la ayuda a la ICAR-.En este sentido Tamayo es útil a este conglomerado,pero está sujeto a los límites que le impone el “tinglado sociolisto”.Creo que la pertenencia este tinglado o el beneficio a los medios que este tinglado pone a su disposición le impedirá siempre ser profeta.Le perseguirá la iglesia-lo que no tine ningún mérito-,pero no es establishment al que pertenece el “tinglado sociolisto”.

  • Javier Renobales Scheifler

    Ana querida,
     
    Los despreciables asesinos de ETA son miembros de ETA: de su ETA.
    Los ciudadanos de Bilbao son ciudadanos de Bilbao; Bilbao es mi ciudad, de la que formo parte, mi Bilbao, mi País Vasco, mi España, mi país español, mi Iglesia de Jesús –no mi Icr, pues no soy miembro de la ICR como sí lo eres tú … No hay nada ofensivo ni peyorativo en decir ‘tu ICR’.
     
     ¿Cómo despreciarías a los ciudadanos de Bilbao al despreciar a los miembros de ETA?
     
    No alcanzo a ver cómo, con qué frase confundirías los ciudadanos de Bilbao con ETA, al hablar con algún ciudadano de Bilbao. Le dirías ¿vosotros los de la ETA? No, claro que no: pues pertenecer a la ETA no tiene nada que ver con ser ciudadano de Bilbao.
     
    Si fuera que el ciudadano de Bilbao es miembro de la ETA, le dirías ‘tu ETA’ no ‘tu Bilbao’, si quieres significar que es miembro de la ETA. Es totalmente claro, no cabe confusión, ni sentido peyorativo (me temo que se lo pones tú erradamente)
     
    Tú formas parte de la ICR, eres miembro de la ICR: eso es lo que significa cuando digo ‘tu ICR’.
     
     Yo no la desprecio, a la ICR, (no hay el tono de desprecio que dices: comprendo que por escrito los diferentes tonos son de difícil percepción, pero te digo que no hay tono de desprecio).
     
    Ni te confundo, es obvio, con la jerarquía católica (he repetido muchas veces que no podéis decidir nada en la ICR): pero eso no quita para que sea la jerarquía de la ICR Iglesia de la que tú formas parte. Esa es la verdad, y no es cuestión de gustos, Ana.
     
    Yo no amo, y   querría verla desaparecer, por dañina, la dictadura que anida en la estructura de la ICR; y considero dañinas todas las dictaduras, también la que anida en la ICR. La dictadura es lo que es despreciable.
     
    La distinción es clara.
     
    ¿Cómo tomarte lo de Riurik, dices? Es fácil: lo que te digo es que el diálogo nunca me pareció imposible con Riurik, aunque yo no dialogué con él. Como tampoco conmigo el diálogo es imposible.
     
    Si dialogaras con un miembro de otra religión o Iglesia, y le dijeras que tú eres miembro de la ICR, sería del todo normal que la tratara, a la ICR, de ‘tu Iglesia’, la Iglesia de la que tú eres miembro, al referirse a ella; ello no tiene nada de malo, ni de desagradable, por mucha subjetividad que le pongas.
     
    Al decirle a alguien que el diálogo es imposible con él, dado que tú te consideras lo suficientemente razonable como para que se pueda dialogar contigo –partimos de esa premisa- tu interlocutor puede (prácticamente se ve compelido a ello) pensar lógicamente que con él no se puede dialogar, lo cual es peyorativo, ofensivo, pues indica/atribuye al interlocutor intransigencia, intolerancia: se le está diciendo que es con él con quien es imposible dialogar.
     
    Mal andaría el pretendido diálogo de religiones si en seguida le sacamos al interlocutor de otra religión o Iglesia el cartel de que el diálogo es imposible con ese interlocutor.
    Saludos cordiales.

  • Maite Lesmes

    Puesto que ANA R. tuvo la iniciativa en este post, me sumo a la felicitación de los queridos Pepes más asiduos en ATRIO, P. Sala y P. Blanco,  así como a Joxe Arregi, y también felicito a quienes llevan incorporado el José en su nombre, Juan José Tamayo,  José M. Castillo, José Ignacio Calleja, Joxema de Argentina, José L. Servera…. Celebramos además el bicentenario de la gran Constitución “la Pepa”, sobre la que vi un excelente documental ayer en  La 2: “Viva la pepa”: http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-documental/

  • ana rodrigo

    Javier, te he expresado, además de lo que no me gusta, las razones por las que no me gusta, por tanto ya el gusto o disgusto dejaría de ser meramente subjetivo. Y he escrito lo siguiente: “Por dos razones muy concretas: una, porque siempre utilizas el posesivo tu o vuestra, cuando hablas mal de la Iglesia,  en un contexto negativo, y por el tono de desprecio con que lo haces aplicado a toda la Iglesia”. Y añado la siguiente pregunta a modo de ejemplo, ¿A ti te gustaría que, cuando yo desprecio a los asesinos de ETA que ha habido en Bilbao, aplicase el mismo desprecio a la ciudad entera y dijese tu ciudad como cómplice siempre en este contexto?
     
    Creo que ya lo dejo aquí, porque creo que lor argumentos son suficiente.
     
    La referencia a Riurik o a otras personas que abandonan atrio, no sé cómo tomármelo después de los antecedentes en otra ocasión meculpabilizases a mí. Pienso que las personas adultas toman decisiones de adultas, y son libres de salir y de entrar según ellas decidan. Cuando a mí no me ha gustado algo, he tomado mis decisiones, he dado mis razones y punto.

  • Javier Renobales Scheifler

    ¿Cuándo he dicho yo que no hay católicos excelentes, Ana? Nunca.
     
    Y siempre distingo entre ICR e Iglesia de Jesús. Hablar de ‘la Iglesia’ a secas me parece ambiguo, engañoso, dado que no hay una única Iglesia sino muchas. Si dijera ‘tu Iglesia’ ¿te dejaría de no gustar? El idioma no es cuestión de gustos: hay que tener claro lo que significa cada palabra, cada cosa.
     
    No dices por qué sería incorrecto e injusto que, siendo tú miembro de la ICR, diga ‘tu ICR’ (tú, pudiendo sin problema alguno no hacerlo, mantienes voluntariamente tu adscripción a la ICR, lo que hace que sea tu ICR, de la que voluntariamente formas parte).
     
    También distingo entre católicos disidentes y los que no lo son, los acordes 100% con los obispos del papa.
     
    Lógicamente en un diálogo constructivo se escuchan, se pueden escuchar, cosas que no gustan; la verdad pica a veces, aunque si es un amigo el que te la dice, en sana idea es de agradecer.
     
     Pero que nos digan cosas que no nos gusta oir es obvio que no hace imposible el diálogo, Ana, ni muchísimo menos.
     
    Hace poco hemos perdido en Atrio (cadáveres de Atrio, creo que dice Pepe Blanco) a Riurik, que parecía una persona preparada y muy razonadora, muy razonable. Nunca le hubiera dicho que el diálogo es imposible con él.
     
    Desde luego, no lo era.
     
    En otro orden de cosas, se me ocurre que sería bueno entender por qué razón un teólogo católico, de la liberación, como Tamayo es expulsado de la comunidad eclesial católica por los obispos del papa, y en cambio otro teólogo católico de la liberación como Castillo, ambos destacados miembros de la Asociación de teólogos Juan XXIII, no es expulsado.
     
    Tú conoces de cerca a ambos, si no he entendido mal, Ana. ¿Podrías señalar dónde podría estar la diferencia? ¿En que Castillo es sacerdote, quizá?
     
    Castillo también tiene mucha audiencia, aunque quizá menos que Tamayo, por los artículos de éste en El País y por la cátedra de Tamayo en un universidad civil (cátedra que le quitaron los jerarcas a Castillo hace años ya.
     
     Ambos son no dogmáticos y ambos sostienen la necesidad imperiosa de hacer la democratización de la ICR.
     
    Probablemente el hecho de ser sacerdotes, hace que, como a Hans Küng, puedan los jerrcas prohibirle enseñar teología católica, tanto a Castillo como a Hans Küng, lo cual no pueden hacer con Tamayo, que es laico

    Y entonces lo expulsan de la comunidad eclesial, para demostrar así la jerarquía quién es el que manda en la ICR (de la que formas parte, querida Ana, mientras no haya dos o más ICR, que se conformes como independientes una y otra, siendo miembros unos de una y otros de otra, y otros quizá también de ambas …)

  • h.cadarso

      Vayan por delante mis felicitaciones a Pepe Sala y Pepe Blanco con motivo de la fiesta del padre putativo de Jesús. Que tengáis un buen día y que disfrutéis a tope vosotros y vuestros allegados.
      Ana, si has leído el hilo de Salvador Santos sabrás que, en su opinión, Marcos llama a Jesús “el hijo de María” como dando a entender que se le consideraba “bastardo”. Pero no te acomplejes, Pepe Blanco, que también llevas el nombre de José, el de Egipto, que fue uno de los mejores ministros de hacienda que ha conocido la historia universal, que guardó para los tiempos de vacas flacas lo que sobraba con las vacas gordas…
      Y si queda por ahí algún Pepe más oculto tras un seudónimo, pues felicidades también.

  • ana rodrigo

    Querido Javier, mi amistad contigo no tiene nada que ver con la dificultad que tengo en entenderme contigo. Por tanto vamos a separar las cosas.

    Nuestro último intercambio  demuestra que vemos las cosas de manera tan diferente que casi considero una pérdida de tiempo intentar seguir interactuando contigo. Si yo te digo que no me gusta que digas tu jefe o tu ICR, no quiero decir otra cosa, que no-me-gusta, y me que molesta mucho por incorrecto y por injusto. Tampoco intento alargar este diálogo de forma indefinida.
    ¿Por qué hablo con tanta rotundidad de esta cuestión? Por dos razones muy concretas: una, porque siempre utilizas el posesivo tu o vuestra, cuando hablas mal de la Iglesia,  en un contexto negativo, y por el tono de desprecio con que lo haces aplicado a toda la Iglesia. Además esto lo repites como si de un mantra se tratase, eres incansable el que año tras año te leamos siempre lo mismo sin moverte un ápice de un día para otro, de un año para otro. Pienso que la mayoría de quienes entramos en atrio somos católicos, y no sé si el resto piensa lo mismo que yo, de cualquier forma hablo en nombre mío exclusivamente.
    Segunda razón y más importante: porque en un colectivo de miles de millones que a lo largo de la historia ha habido y, por supuesto, en el momento presente, hay tantísimos católicos y tantísimas católicas excelentes, superexcelentes, que me parece injusto meter a todos en la batidora del desprecio y la descalificación haciendo un cóctel cuyo resultado resulta ser amargo, desagradable, degradante, corrompido o podrido. Yo, cuando hablo de la Jerarquía, hablo de la jerarquía, y, -si es con nombres propios mejor-, y cuando hablo de la Iglesia, hablo de la Iglesia, de ese movimiento que inició Jesús y que se sigue en los mejor que tiene la Iglesia. Además, el peor favor que podemos hacerle a la Iglesia continuadora del mensaje de Jesús, es tomar como sinónimo de Iglesia una pequeña parte de ella, como es la jerarquía eclesiástica exceptuando ejemplos excepcionales como pueda ser el obispo Casaldáliga en el momento actual o Msr. Romero no hace tanto tiempo, y tantos otros que siendo católicos y perteneciendo a la jerarquía, nos dan ejemplo de a qué y a quiénes han dedicado y hasta entregado su vida.
     
    Un saludo cordial dentro de la discrepancia, querido Javier y nunca desde la enemistad.
     

  • No voy a responder. Ni siquiera tras el insulto, la obstinación en el mismo y el ataque ad hominem. Por enfocar el tema en términos más generales, menos personales. Fue Benedicto XVI quien avisó del peligro que corrían los católicos en España, asimilándolo a determinados momentos de la República. Es obvio que el Pontífice no consultaba los hígados de las ocas sobre futuribles y alucinaciones, sino que partía de datos muy contundentes y contrastados. Ni que decir tiene que toda la trompetería de un sector que ustedes conocen de primera mano se le echó encima. Fue muy buena doctrina la de mi padre que aconsejaba a sus hijos nunca doblarse, más valía que te partieran.

  • Javier Renobales Scheifler

    Ana Rodrigo,
     
    Cuando hace ya varias semanas me dijiste que ya no querías interactuar más conmigo, te pedí por amistad que no me tacharas.
     
    Si perteneces (eres miembro) de la ICR, está bien dicho ‘vuestra ICR’.

    No entiendo pues por qué no te gusta que lo diga: me parece contradictorio. Claro que esa ICR es muchísimo más propiedad de los obispos del papa que de los católicos, y eso es más acentuado aún si se trata de los católicos disidentes, como los hay en el foro (tú misma creo que eres católica disidente ¿no?)
     
     Yo no creo que no te afecte ser miembro de la ICR: es algo muy profundo. Desde luego, dejar de serlo afecta mucho, te lo digo por experiencia.
     
    Por ejemplo, al reconocer legitimidad a los obispos del papa que han apartado a Tamayo de la ICR (la comunidad no puede significar para esos obispos otra cosa ¿no?) reconoces validez a la expulsión de Tamayo (el cual se sigue considerando teólogo católico, es decir, universal).
     
    No sé dónde ves desprecio a la ICR en lo que yo digo cuando me refiero a ella. ¿Me lo señalarías, por favor? Salvo que decir que la estructura de la ICR es una dictadura, y que la doctrina de esos obispos a los que reconoces legitimidad es a veces fundamentalista, otras integrista (el propio Tamayo lo señala, y yo aprendo lo que puedo).
     
    En cuanto a que gracias a la ICR nos han llegado los evangelios, yo no lo veo así: ¿acaso no nos han llegado otros escritos anteriores y posteriores a los evangelios, canónicos y no canónicos? ¿Por qué fueron destruidos otros escritos? Creo que sin la ICR nos habrían llegado los evangelios, quizá mejor que como nos han llegado existiendo la ICR.
     
    Probablemente sin la ICR nos habría llegado más clara la figura de Jesús histórico, dado cómo manipula la ICR la figura de Jesús, hasta llegar incluso el jefe (vuestro jefe, Ana) del Estado Vaticano a creerse, o al menos a proclamarse representante de Dios en la Tierra.
     
    La ICR ha asesinado a demasiados, ha destruido a los que le ha parecido bien calificar de herejes … Ha sido la vencedora por la fuerza, lo cual no dice nada a favor de ella, sino en contra.
     
     Yo creo que la ICR nos ha transmitido el Jesús manipulado tal y como le ha interesado manipularlo. Descafeinado, lo llama Antonio Piñero, refiriéndose incluso a los primeros escritos que nos han llegado (probablemente de los años cincuenta del siglo I, algunas epístolas de Pablo –quien al parecer ni llegó a conocer personalmente a Jesús-, Pablo que influyó poderosamente en los evangelios considerados canónicos.
     
    Hubo muchos intereses o tendencias en la transmisión de la figura de Jesús, hubo mucho marketing interesado en la construcción de las comunidades cristianas primitivas. Los evangelios no son palabra de Dios, por mucho que vuestra ICR esté tan interesada en proclamar que lo son.
     
    En cuanto al éxito del que hablas en que se den de baja de la ICR, es cuestión de cada persona, como es lógico.

    Vuestra exigencias a los obispos del papa sí que fracasan totalmente, un día sí y otro también. Saben bien ellos, visto lo visto, que no haceros ni puñetero caso a los disidentes católicos no va a producir la pérdida de casi ningún miembro de la ICR: así que ni se molestan en teneros en cuenta para nada.
     
    Os ignoran, salvo a quienes tienen buena audiencia, como Tamayo.
     
    Hay varios cristianos en Atrio que no están dentro de la ICR. A los jefes de la ICR les interesa que los disidentes se queden dentro de la ICR, pues eso muestra la flexibilidad y tolerancia de la misma, que contiene igual a los más ultraderechosos o ultraconservadores, que a los que defienden el pluralismo dentro de la ICR.
     
    En lo que por el momento voy acertando de plano es en que no os hacen -ni os van a hacer- ni caso, y en que esa ICR no cambia, al menos hacia lo que pretendéis los disidentes católicos, sino hacia Trento, hacia la involución medieval.
     
    La expulsión de Tamayo, tema del post, es una prueba más de ello: sumisión a los obispos del papa, legítimos sucesores de los apóstoles para los católicos, autoridad legítima de la ICR

  • SOL

    ¡Bufff! 
    Una mente bien enrevesada. Me ahorraré los adjetivos  que de manera espontánea han aflorado en mí después de leer las últimas aportaciones del  “cristiano perseguido”.

  • Dicho sea con todo respeto a los afectos de esa patología.

  • ana rodrigo

    Nada de putativo, Pepe, José fue padre de un hijo excepcional. Además estos días dan ocasión para dejarse querer, y eso siempre en estupendo. Así que aprovéchate.

  • Ana, albarda sobre aparejo. A mentiroso,  maníaco, dicho sea con todos los afectos de esa patología. 

  • ana rodrigo

    Se ve que a Ludovico le va eso de ir de víctima; a cualquier cosa llama insulto, sospecho que tiene algo de manía persecutoria, pone la otra mejilla…. Ya dije el otro día que debe existir el síndrome del verdugo que se considera víctima.
     
    Nadie va a negar que mucha gente habrá tenido sus más y sus menos con alguna autoridad, incluso es lógico que alguien haya cometido alguna injusticia, o no nos haya dado la razón, pero de eso a ser perseguido por un colectivo tan amplio como los socialistas, hay un trecho. Ya digo, cuando se tiene manía persecutoria, uno piensa que todos van a por él.
     
    Por las pocas veces que has entrado en atrio, Ludovico, siempre ha sido de forma conflictiva, y no por eso alguien debe considerarse perseguido. Eso se llama discrepancias. Por lo demás, habría que analizar cada circunstancia, pero pienso que la persecución no es lo habitual. Y, por lo poco que has dejado entrever en atrio, sospecho que lo que tú llamas persecución puede haber sido otra cosa. No siempre se lleva la razón y hay que saber perder.

  • pepe blanco

    Muchas gracias, Ana, por tu recuerdo, por tu abrazo y por tu amistad, que son recíprocos, como ya sabes.
     
    (Eso de que mi santo patrón sea San Padre Putativo, es una cosa bastante horrorosa, pero qué le vamos a hacer, no escogí mi nombre…  🙂 )

  • ana rodrigo

    Pepe Blanco, incluyo ya, aprovechando que mañana es tu santo, enviarte un fuerte abrazo de sincera amistad y mejores deseos. Ana

  • Sol no tengo el gusto de conocerla, ni usted que yo sepa a mí. ¿Por qué dice que miento? He sido pèrseguido por ser cristiano. Evidentemente no me han sacado las uñas con tenazas, ni me han emparedado. De lo demás no pienso dar ningún detalle. Si no se lo cree, es usted muy libre, pero me `parece, que si usted no retira o prueba que digo mentira, es usted una… califíquese usted misma. Se lo pasé por alto la primera vez, es decir, he puesto la otra mejilla.

  • ana rodrigo

    Pepe, estoy de acuerdo contigo en la primera parte. No así en la segunda parte.
     
     
    Me explico. En primer lugar, lo que conservamos de los dichos y hechos de Jesús comenzó a escribirse a partir de los años 50 (no sé ahora si fue 50 años después), y estos escritos se basaron en dichos y hechos comunes en la tradición oral, la fuente Q o los llamados evangelio de Tomás o de Pedro, etc.
     
    Es cierto que algunos escritos se hicieron ya con intencionalidad, llamémosle, catequética. Y un líder tan sobresaliente como fue Jesús debió tener una lógica el que hubiese transmisores que “acercasen el ascua a su sardina”, es decir, defendiesen la proyección personal que cada uno tuviese del Mesías.
     
    Pero, así y todo, pienso que la esencia de Jesús y su vida y dichos, se mantiene. Pienso que no ha habido libros ni personajes más estudiados que Jesús y el nuevo Testamento, a favor y en contra. Cuando alguien lee a John Dominique Crossan le quedan pocas dudas de su autenticidad.
     
    Otra cosa muy distinta ha sido la interpretación posterior que se ha hecho de esos escritos, eso que llamamos teología. Pero de esto ya hemos hablado mucho.

  • SOL

    ¡Ana! ¡¡¡genial!!!

  • SOL

    Javier:

    Ese encuentro en Madrid fue estupendo y aún lo recuerdo con muchísimo cariño.

    Escribes:

    “Sí moriré en la Iglesia de Jesús, pero nunca en la ICR”

    Pues dentro de esa ICAR encontramos a Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo I por simplificar ¿te parece poco? y hasta no hace mucho  mi admirado Carlo María Martini que fue papable pero se retiró cuando vio que el pescado estaba más que vendido.

    Un nuevo Cónclave se está gestando, buena muestra de ello han dado las filtraciones vaticanas y parece que ¡a la fuerza! el próximo Papa debe de ser italiano y no es por chinchorrear ;)pero si en las profecías de San Malaquías se “saltaron” al Papa del Olivo que hubiera correspondido sin forzar las cosas a Martini, al último se le  denomina “el romano” ¡por hacer una lectura “literalista” que tanto disfrutan algunos! aunque los textos tengan miles de años y toneladas de polvo.

    No creo en el Infierno o sí, pero está aquí y lo vemos todos los días, el Limbo ya sabemos que va o viene según convenga, pero sí creo que después de este viaje nos espera algo mejor que por tradición se denomina Cielo, pero me niego a catalogar o repartir credenciales de quiénes entrarían él  o quiénes no ¡faltaría más! y algunos prelados harían bien en morderse la lengua, pero eso no implica que, como no me gusta lo que veo (o lo que interesa que se vea) me vaya. Hay tanta gente extraordinaria dentro de la Iglesia como fuera de ella, exactamente igual que en cualquier otra parte, por eso me enfadó muchísimo la aseveración de Ludovico el otro día cuando aseguraba que “el Partido Socialista le había perseguido por ser cristiano” , primero porque eso es tan falso que hasta él lo sabe y se  llama mentir (pecado) y en segundo lugar porque ¿todo un Partido le ha perseguido?

    P.D   ¿ferviente católica? ¡no seas malo! soy ferviente defensora de la justicia.

  • pepe blanco

    Hola Ana,
     
    Un par de cosas que se me ocurren al leer tu comentario:
     
    La primera es que mi insistencia en que los teólogos son teósofos no es gratuita. El concepto “teólogo”, que se suele aplicar desde el cristianismo a quienes elucubran conceptualmente sobre Dios manteniéndose en su ámbito ideológico, parece transportar consigo el concepto de Revelación. Si no hay Revelación, no hay Teología.
     
    La segunda es que, yo en tu lugar, no estaría tan seguro de haber recibido de la iglesia la biografía y el pensamiento de Jesús fielmente transmitido. Es más, después de todas las cosas que os he leído escribir, a articulistas y a comentaristas, no tengo ninguna duda de que el pensamiento de Platón y el de Aristóteles nos ha llegado mucho más fidedignamente que el de Jesús, a pesar de haber vivido cuatro o cinco siglos antes que él, y a pesar de que (probablemente gracias a que) no ha habido ninguna iglesia encargada de transmitirlo.

  • ana rodrigo

    Quizá el término teósofo sea más acertado, querido Pepe, pero, ya sabes, la costumbre es la costumbre, y hacer teología es hablar de Dios, del que nada sabemos, y fíjate lo que ha dado de sí a lo largo de la historia.
     
    Querido Javier,  (como me has pedido que interaccione contigo, allá voy). Hablas de la ICAR como si de un lugar delimitado por paredes, techo, con puertas y porteros incluidos donde te piden el carné, y todos los que están dentro están cortados por el mismo patrón. Pienso que mientras no te liberes de este concepto estarás siempre con un mismo argumento: quienes estamos ahí deberíamos abandonar el local porque fuera se vive mejor.
     
    Alguien muy importante (no sé si fue Rahner) dijo que Jesús inició un movimiento, y vino la Iglesia. Pues esto es lo que hay.
    Mi pertenencia a la Iglesia, a efectos prácticos, no me afecta en nada, tengo en común con la institución el que tenemos como referente vital el Evangelio y Jesús el Galileo. A la Institución tengo que agradecerle el que, gracias a ella, nos han llegado los evangelios, y gracias a ellos, tengo acceso a conocer a Jesús.
     
    Pero dentro de ese conglomerado llamado Iglesia, ha habido y hay muchísimas personas, millones de personas que han vivido una vida muy acorde con valores derivados del evangelio y que les ha llevado a un compromiso heroico y generoso que han pasado haciendo el bien mientras vivieron.
     
    Como dice Sol, a quienes no viven acorde con lo que Jesús propuso y, además, hablan en nombre de él tergiversando la esencia del evangelio, tenemos que exigirles, como representantes que dicen ser de todo el colectivo de católicos que sean más coherentes y que no usen el nombre de Jesús en vano.
     
    Pero de eso a hablar de la ICAR con tanto desprecio, hay un abismo, querido Javier, porque mucha gente se puede sentir dolida, puesto que todo el mundo respetamos tu opción de haber abandonado la ICAR, y pienso quienes no lo hemos hecho también merecemos respeto. A mí, que soy tan crítica con la jerarquía, no me gusta leer esa expresión de “vuestra ICR”, porque creo que no es acertada, ya que la Iglesia no es monolítica y dentro de ella estamos mucha gente diferente, mejores, peores y mediocres, igual que fuera de ella, y no por eso descalificamos de forma generalizada a ese colectivo.

    Por mucho que has intentado convencernos, ya ves que has teido poco éxito, entre otras razones porque ya somos mayorctos y sabemos dónde estamos y porqué estamos ahí. Yo hace tiempo que no necesito “salvadores”, y me gusta poco el cuestionamiento de mis opciones personales, tomadas con pleno conocimiento de causa.

  • Javier Renobales Scheifler

    Sol,

    por nada del mundo moriré yo en la ICR. Mi mujer es atea y moriré fuera de la iglesia que condena a los ateos al infierno, a no tener salvación.

    Sí moriré en la Iglesia de Jesús, pero nunca en la ICR. Nunca he apostatado de mi fe en Jesús. Sólo me he dado de baja de la ICR. Y desde entonces soy mucho más feliz.

    Personas muy queridas mías son ateas, y otras católicas. Varias buenas amistades que tengo en el foro no son católicas ni por asomo.

    Así que yo moriré convencido, y convenciendo a quien lo entienda, proclamando que ‘fuera de la ICR sí hay salvación’, tan buena o mejor que la de que tú encuentres en tu ICR. Así comprenderán que para Jesús mis ateos tienen la mejor salvación del mundo, si son buenas personas, si aman de verdad.

    Por cierto, amiga Sol (suelo ver muy a gusto tu foto -estás muy guapa- en la primera reunión de Atrio en Madrid, junto a tu marido -por cierto, estaba Paco Asensi-) : mientras eres ferviente católica ¿podrías hacer algo para que de la doctrina de tu ICR desaparezca esa falsa doctrina que campanea que “fuera de la ICR no hay salvación”?

    Saludos cordiales

  • oscar varela

    Gracias Javier R.

    Todo OK!

  • Javier Renobales Scheifler

    Ay Oscar,

    Perdóname por no haber mostrado en el foro mi interés por el estado de tu cadera; estuve ausente del foro … no tengo disculpa, no intervine en su momento. Espero que tu importante dolencia vaya mejor.

     Ahora que he mostrado que mis caderas me permiten el lujo que he dicho, percibo la diferencia y la suerte que tengo, no gracias a Dios, sino a la suerte que tengo de que mis caderas estén, para lo que son, bien.

    Me preguntas, como sueles hacer, y se me clavan tus preguntas, y me atraviesan, aunque se me quedan dentro.

    Poco me querrían a mí, si fuera por lo que soy yo en la calle, codo con codo. Mis codos … se apoyan en la mesa de la oficina donde trabajo.

    De tal modo que caminas tú muchos kilómetros más que yo, tú con tu cadera herida, y yo con mis fuertes cuádriceps que me permiten los 20 km., balanceando mis codos, en la marcha montañera de esta mañana, y aumentando.

    Tu vas … y yo me arrastro todavía, Oscar, pero ambos –quiero creer que yo también-, avanzamos todavía, cada uno a nuestro ritmo (o lo que sea lo que yo me muevo, nanoritmo lo puedes llamar, para entendernos, o peristáltico de gusano, el mío)
    Vamos pues todavía, aunque mi ‘vamos’ es con minúscula, como la iglesia de los jerarcas que dice Arregi.

    ¿Sabes, Oscar? Yo muevo muy poco: y lo poco que muevo, aún y poco se me complica, y quizá lo muevo mal, pero me revuelvo, y sigo moviéndolo y … veré al final lo que resulta … y la vida seguirá (eso es lo mejor de la vida, que continúa y … mientras hay vida hay esperanza …). No quiero que me recuerden, sólo que sean felices, lo más que puedan, y a ello trato de contribuir.

  • Javier concédame al menos que no todos los que queremos mantenernos dentro de la Iglesia Católica  son  falsarios. Al menos los que yo conozco son de una entrega absoluta. Una pobreza manifiesta. Un celo apostólico extraordinario. Son lo que en la Iglesia llamamos santos. He tenido la oportunidad de toparme con sacerdotes que, sin ruido ni alharacas, han hecho una gran promoción social. Gente muy preparada (arquitecto con cierta fama) que lo hn dejado todo en la vida civil para hacerse párrocos de una parroquia como la que yo frecuento. Pero corto aquí porque no quiero provocar más reacciones del tenor que usted expresa.

    No sólo filósofos y teólogos son aprendices permanentes. Hay en el mundo científico, norteamericano en particular, personales sin “credentials”, sin títulos, de extraordinarias dotes. Por no hablar de los matemáticos hindúes, que no todos han ido a Oxford.

  • pepe blanco

    Tal como yo lo veo, la pregunta no es ¿puede uno autocalificarse de teólogo católico?, sino que la pregunta interesante es ¿puede uno autocalificarse de teólogo?
     
    Mi respuesta es: “no, claro”. No existen los teólogos; solamente hay teósofos. Y, como se suele decir, en el grupito de los teósofos de carrera, y aún en los de profesión, ni son todos los que están, ni están todos los que son.
     
    PS.: conocía la canción de Nacha Guevara que versiona ese poema de Benedetti, pero no sabía que la letra era de él. Me alegra saberlo.

  • Javier Renobales Scheifler

    Trato de no cabrearme, y no me cabreo ante la falacia, pues no eres el único forero en Atrio, Ludocomotellamen, que la practica desde vuestra ICR de los obispos del papa: estoy acostumbrado a esas falacias.
     
    Dices que la ICR ¿trata de que el mensaje de Jesús llegue a cuantas más personas? ¡Grave falsedad, mentira podrida!
     
    La ICR pone cuantas fronteras se le ocurren (bautismo y demás sacramentos obligatorios, dogmas obligatorios y la Biblia en verso) como imprescindibles para salvarse según su interesada interpretacciópn de lo que es el mensaje de salvación de Jesús (fuera de la ICR no hay salvación, aseguran los obispos del papa) , mensaje de Jesús que no es más que de amor, y de ninguna manera es de obediencia a los obispos del papa.
     
    El  centurión romano estaba admitido por Jesús, y eso que obedecía al Césaremperador y a sus delegados.
     
    La ICR de los obispos del papa sólo admite en su iCR, (con minúsculas como bien dice Arregi –aunque la ‘i’ a mí me parece más de inmobiliaria que de iglesia-), a los que se someten a los obispos del papa, como tú te sometes, forero como te llames.

  • SOL

    Pues disiento del planteamiento oigan. Hace tiempo que vengo leyendo comentarios de “disidentes” que incluso solicitan los requisitos necesarios para “darse de baja”.

    ¡No señores! no creo que sea el camino correcto, sino denunciar públicamente los desmanes o incoherencias jerárquicas y señalar a aquellos que por la autoridad que les confiere un alzacuellos desde culaquier tribuna o púlpito lanzan soflamas ultraderechistas que no tienen cabida no solo dentro de la Iglesia sino de una sociedad sana.

    Es la gente la que debe apartarlos de su camino o ignorarlos  y ellos los que deben marcharse como  mercaderes del templo, no los católicos que creemos en La Iglesia que se esfumó hace dos Cónclaves.

    Algunas veces las posturas se radicalizan por agotamiento o rabia contenida ante tanta injusticia, que acaban provocando  una expulsión o un escándalo para regocijo de tanto farsante  y no es justo, porque si dejamos toda la Iglesia a los fundamentalistas habrá millones de católicos  y sacerdotes muy comprometidos  perdidos, mientras otros permanecen inalterables deturpando las enseñanzas de Jesucristo.

    Y es aquí cuando enlazo con el ¡silencio! de Arregi y tantos otros que a lo largo de décadas han ido dejando su semilla en Universidades, Seminarios, Cursos,Conferencias… que de alguna forma tiene que manifestar su fruto. Incluso dentro de la ICAR presumo que el desacuerdo  o la confrontación están bien patentes, que Teólogos como Tamayo o aquellos fruto del Concilio Vaticano II no sólo son admirados sino envidiados por su fortaleza y que a “su manera” o como pueden desempeñan una labor pastoral muy importante  y diferenciada de la “oficial”… y ellos, también necesitan sentirse respaldados y valorados, no un “portazo” que soluciona bien poco por no decir nada. Nací católica y moriré católica . Reniego de la apostasía y de los que la fomentan.

  • oscar varela

    Hola Javier R.

    Felicitaciones -y a tu esposa-  por la ex-cursión montañesa.

    Felicitaciones por tu alegría y humor.

    Una pregunta:

    ¿Para qué hay que entrar y caber en la Iglesia?

    ¿No hay un llamdo del tiempo nuestro
    al que nos invitan poetas como Mario Benedetti?

    TE QUIERO

    Si te quiero es por que sos mi amor, mi cómplice y todo
    y en la calle codo a codo somos mucho más que dos,
    somos mucho más que dos.
    Tus manos son mi caricia mis acordes cotidianos.
    Te quiera por que tus manos trabajan por la justicia.
    Si te quiero es por que sos mi amor, mi cómplice y todo
    y en la calle codo a codo somos mucho más que dos,
    somos mucho más que dos.

    Tus ojos son mi conjuro contra la mala jornada.
    Te quiero por tu mirada que mira y siembra justicia,
    tu boca que es tuya y mía, tu boca no se equivoca.
    Te quiero por que tu boca sabe gritar rebeldía.
    Si te quiero es por que sos mi amor, mi cómplice y todo
    y en la calle codo a codo somos mucho más que dos,
    somos mucho más que dos.

    Y por tu rostro sincero y tu paso vagabundo,
    y tu llanto por el mundo porque sos pueblo te quiero.
    Y por que el amor no es aureola ni cándida moraleja.
    Y por que somos pareja que sabe que no está sola.
    Te quiero en mi paraíso es decir que en mi país
    la gente viva feliz aunque no tenga permiso.
    Si te quiero es por que sos mi amor, mi cómplice y todo
    y en la calle codo a codo somos mucho más que dos,
    somos mucho más que dos.
    ¿Vamos todavía? – Oscar.

  • Javier Renobales Scheifler

    Ludovico querido,
     
    Si no quieres responder –como falsamente dices-, no habías tenido más que no responder; no pasa nada por no responder, nadie te obliga; si has respondido es porque quieres.
     
    Sólo te he aludido jocosamente, simulado que te ofendía que yo diga ‘joder’. No te he aludido en nada por el resto de mi comentario.
     
    Eres tú el que quiere comentarlo conmigo públicamente en el foro, pero bajo tu Nick, ocultando siempre tu verdadero nombre y apellidos, hoy ya conocidos por quienes hayan leído el comentario más abajo, del fontanero de carrera Excmo. Sr. del Tubo y la Llave de Perro D. Pepe Sala, doctor Honoris causa por la Universidad College del Tubo y el Andamio, alias el jabalín lebaniegu.
     
    No tenéis, católico de la ICR con tres carreras, el monopolio de lo que es católico. Ni aunque lo hubierais patentado, que no consta; patentado lo de católico, lo cual no creo que se os logre (aunque el poder es el poder, y llega también donde yo ni me imagino).
     
    Tamayo, mal que te pene, es un teólogo católico, y de la Iglesia de Jesús.
     
    Es tu ICR la Mater et Magistra maestra en crear la confusión, para sacar ganancia de pescadores a río revuelto.
     
    Responderé a tu parrafazo cuando uses tu nombre, ahora que ya es conocido y no te limita a ponerlo tu obsesión con la inoperante y ya paralizada ETA.
     
    Solemos separar lo que decimos en puntos y aparte, para facilitar (si es la intención) fraternalmente la lectura y comprensión a quien intenta comprendernos.
     
    No todos tenemos tres carreras, Ludo

  • luis henríquez l.

    A propósito de esta controversia en torno a la intervención del teólogo Juan José Tamayo Acosta y sobre todo aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolidad, perdón, aprovechando que algunos foristas de Atrio han comentando una noticia al respecto, añado:

         No son solamente los ornamentos litúrgicos valiosos, es toda la “apariencia” del Papa: zapatos valorados en varios cientos de euros el par, hechos exclusivamente para él; la exquisitez de sus vestidos, litúrgicos o de uso cotidiano…

         A los católicos progresistas podrá reprochárseles, no sin poca razón, entiendo, que pretendan en efecto más que “cristianizar” la sociedad, “mundanizar” la Iglesia universal a base de tratar de adaptarla al espíritu del mundo (aceptación del feminismo de género, el aborto, el divorcio, el relativismo teológico y cultural, el llamado matrimonio homosexual, la contracepción, etcétera); sin embargo, al menos conozco a un buen puñado de ciudadanos de mi entorno, católicos y no católicos, que sin duda no terminarían de entender cuál puede ser el sentido evangélico de esos exquisitos zapatos y vestidos y poder y “lujo” del Papa. No ya por meterse gratuitamente con el sucesor de Pedro, me parece entender, sino porque sin duda no logran ver qué relación de sintonía o continuidad es que la que hay entre el modus vivendi de Jesús de Nazaret, el Cristo, el Señor, y la estética en el vestir, comer, calzar y hasta oler, del vicario de Cristo.

    ¿Que son aspectos o cuestiones meramente accidentales, incidentales, superficiales -perdón por tanta cacofonía-? Me cuesta creer que sean meramente gratuitas o baladíes, pues en todo caso un cristiano no debe perder de vista esto nuclear:  lo verdaderamente dignificante desde la perspectiva del Evangelio es la identificación con la causa de Jesús de Nazaret, cuyos predilectos son los pobres, los excluidos, los que llevan zapatos rotos y baratos, los que huelen mal y aun apestan, los que pasan hambre y son obligados a ejercer la prostitución, los excluidos de todo tipo…

    De verdad que no lo entiendo, de ser cierto lo que afirman esas críticas, por mucho respeto y estima que me merezca el papa Benedicto XVI. 

  • Javier Renobales Scheifler

    Antonio Duato,
     
    Volvía yo de una –un tanto dura para mi capacidad física actual-  marcha montañera (20 Kms) organizada altruistamente (¿por qué esos compañeros me han regalado hoy tanto, sin pedir nada a cambio? por montañeros de la zona (más de treinta montañeros cubrían orientándonos cruces y pasos dónde podía alguien desviarse, y han puesto dos avituallamientos muy completos, tres autobuses … etc., todo gratuito, para fomentar los paseos montañeros tan buenos para la/mi salud …) y la marcha acababa en la aldea Meñaca, en cuya microplaza hay una Herrikotaberna.
     
    En ella, al reponer fuerzas mi mujer y yo tomando unas cañas con acompañamiento de sólidos e imprescindible descanso, he leído en la barra el artículo de Arregi, del link que he puesto en mi comentario anterior.
     
    Y me ha dado un vuelco el corazón:
     
    Tamayo (en su entrevista en la SER) y Arregi en este artículo ‘atacan’ el concepto de Iglesia que maneja en la práctica la ICR:  y lo amplían de forma que yo también quepo en la Iglesia.
     
    Hace ya unos años me di de baja de la ICR: y nunca pensé que me situaba fuera de la Iglesia de Jesús, sino sólo del tinglado de los jerarcas, llamado católico, el de la ICR.
     
     Ni pienso que mis hijos no quepan en dicha Iglesia de Jesús, por el hecho de no haberlos (ni yo ni ellos ya todos adultos) ‘bautizado’.
     
    De ahí mi alegría exhorbitada al ver el artículo de Arregi en el Deia: muchos no quieren saber nada de Jesús porque creen que con ello se someterían a la ICR, a los jodidos jerarcas católicos, que son la pura ultraderecha.
     
    El propio Pepe Sala y tantísimos similares cabrían en la Iglesia de Jesús que dicen Arregi y Tamayo. Pepe Sala ya ha sufrido mucho por culpa de esa ICR, como para poder aún acercarse a la Iglesia de Jesús que dicen Tamayo, Arregi, Alegría, y otros.
     
    Pero millones de Pepes caben en la Iglesia de Jesús.

  • Ludovico

    Javier, la prudencia y el sentido me dictan que no debo responder a cualquier alusión, sea o no intemperante. Pero plantea usted una cuestión central que viene al caso del post: el lenguaje. ¿Puede uno autocalificarse de teólogo católico?   Bien sabe que cuando la Iglesia Católica se proclama universal no lo es por el número, sino por la voluntad de que el mensaje de Cristo llegue a todos, lo conozcan y se salven. (El concepto de salvación lo tienen muy interiorizado los Protestantes.) Cada uno, por supuesto,  puede proclamarse Vicario de Cristo, nuevo Cristo incluso si le apetece. Establecer un elenco de conceptos que crea propios y distintivos suyos. Y sostener que el verdadero cristiano es él y lo demás paparruchas, falsificaciones, etcétera. ¿Por qué no?  Pero, por honradez, esas aclaraciones semánticas deben ponerse en primer lugar, a modo de premisas. Ya sabemos entonces si el autor entiende por iglesia una pandilla de amigos, la tripulación de una trainera, un grupo secreto o una sección del orfeón donostiarra. Si él no lo hace, otros pueden sentirse molestos por la usurpación de una terminología que induce a equívocos y error. Esa cosa tan elemental resulta tan importante, que en ciencias, donde he trabajado toda mi vida como es público, existen comités de ética para denunciar a quien usurpa el nombre de científico y no procede según el método. No proceder según el método es robar imágenes o datos de otros, inventarse estadísticas, describir procesos y fenómenos que no ocurren, etcétera. El castigo, además de expulsarlo de la universidad o del centro de investigación, consiste en una suerte de sambenito público que es la retirada del artículo de todas las bases de datos científicos y la retractación de la propia revista. Hoy habla El PAIS de un caso español. Abundan en todas partes. Con figuras de talla Nobel (Baltimore) que les han metido un gol o con ambiciosos sin escrúpulos. Curiosamente los post-doc suelen ser bastante honrados.  A veces las cuestiones son en el fondo eso, un asunto de honradez.  No porque yo me diga científico, lo sea, si no practico el método; no porque yo me diga teólogo católico lo sea. Salvo que queramos crear confusión.  Bastaría con una exposición inicial de significado de los términos. Como en ciencias: “por célula eucariota entenderé aquí la que consta de núcleo diferenciado y citoplasma”, distanciándome de otras acepciones.

  • Javier Renobales Scheifler

    Tamayo dice: soy teólogo católico. Y tiene toda la razón, pues lo explica: católico significa, como todo el mundo en este pequeño foro sabe, universal, y la teología de Tamayo es universal.
     
    La ICR se pretende universal (¿hay algo que no quiera monopolizar la ICR?)  pero la Iglesia cristiana es mucho más universal que la católica, pues abarca 2.000 millones de cristianos nominales, mientras que la     ICR sólo abarca 1.200 millones de tales.
     
    José Arregi, el exfranciscano abandonado por su jodida exorden franciscana de Arantazu, maltratado por el obispo del papaRatzi Munilla, dice en su artículo publicado hoy en la hoja parroquial del PNV llamada Deia:
     
    http://www.deia.com/2012/03/18/opinion/columnistas/reflexiones/la-iglesia-y-los-dineros
     
    “CUANDO digo “iglesia”, no me refiero a la “Iglesia” propiamente dicha: la gran comunidad de Jesús, discípulas y discípulos, hermanas y hermanos de Jesús que miran y aman el mundo con los ojos de Jesús, que disfrutan de la Vida y sienten compasión con las entrañas de Jesús. Santa Iglesia de Jesús sin límites de catecismos ni pretensiones de verdad ni monopolios de virtud. No. Cuando aquí digo “iglesia”, me refiero a la institución, la jerarquía, el aparato eclesiástico: “iglesia” con minúscula.”

    Ambos teólogos Tamayo y Arregi abren rotundamente las estúpidas fronteras que los jerarcas de negocio católico del papado con sus delegados han calzado a la ICR, e incluyen en ellas –generosos y justos Tamayo y Arregi- en la Iglesia de Jesús, abarcando en ella incluso (que ya es exagerar) a tipos como yo: a todas las personas de buena voluntad.

    Sin límites de catecismos ni pretensiones de verdad ni monopolios de virtud … Así los jerarcas que se pretenden ‘sucesores de los apóstoles’ ya no controlan toda la Iglesia, sino sólo la tan reducida cúpula de la ICR y sus movimientos sumisos kikos de Argüello, Legionarios de Maciel, Opus de Escrivá y similares. Y todo su podrido y riquísimo patrimonio, eso sí, eso es esencial: los dineros, el derecho de propiedad del patrimonio, la riqueza, el poder, lo que les nubla la vista.

    Joder (quiero decir, jopelas/jolines, por si me oye Ludovico), Arregi, no es extraño que Munilla no te pudiera tragar y te condenara (qué más quisiera el ultraderechoso Munilla siervo de Rouco/Ratzi)  a la gehena donde todo es llanto y crujir de dientes: es que tú y Tamayo les destrozáis el negocio, , con esa teologías.

    Te falta de espíritu de lucro empresarial, Arregi: así no sólo nunca serás poderoso, como Munilla/Rouco/ Ratzi: te va a acabar echando de la universidad católica, porque los que mandan, mandan, y los jesuítas son como los franciscanos: órdenes ‘religiosas’ al servicio del poderoso/dictador papa y sus delegados llamados obispos. 

    Y quizá también a Tamayo, que los que mandan son el PP/ICR

  • olga Larrazabal

    Me recuerda al perfume a naftalina, que eran unas bolitas blancas, que había antiguamente en la casa de las abuelas, y que servían para que las polillas no se comieran los terciopelos ni los pañetes del piano.

  • luis henríquez l.

    Benedicto XVI, para mí indudablemente es esto: un sabio teólgo, un hombre prudente, en entusiasta discípulo de Jesucristo… Y más atributos que lo adornan como persona ya anciana, como intelectual, como católico, como sucesor de Pedro…

    Pero acaso sea porque también es pecador el papa Benedicto XVI o porque la Iglesia católica es asimismo santa y pecadora y, en consecuencia, está la Iglesia universal llena de adherencias espurias, antievangélicas…  Sea por la causa que sea, me temo que muchedumbres de ciudadanos de toda suerte y condición experimentan una impresión similar a la mía ante la imagen de poder y de magnificencia que desprende el Papa: éste con sus ropas exclusivas, con sus zapatos de cientos de euros, con las comodidas y el poder del Vaticano, ha de remitirnos a la razón de ser de su condición de sucesor de Pedro, que no es otra que la memoria de Cristo Jesús, quien cuando pasó por este mundo no tenía ni dónde reclinar la cabeza, vestido con túnica sencilla, con sandalias como las del común de los ciudadanos…

    En fin, dichosos, seguramente, los que son capaces de experimentar al Dios que nos manifiesta Jesucristo más allá de los ropajes, zapatos y perfumes exquisitos del Papa.

  • Sol

    ¿Con qué autoridad moral que no sea su poder absoluto puede ejercer este poder?

    Pues supongo que con el poder que le otorga ser el Jefe del Estado Vaticano ahora con perfume exclusivo y personalizado, de lo otro…empezamos con un pesebre y mira cómo ha prosperado la empresa.
    Esa bipolaridad entre lo humano y lo divino es la línea roja que han vuelto a cruzar de un zancazo. Nos queda  toda una promesa y pozo de sorpresas  que ya se conoce como Vatiliks , uno o varios valientes filtrando desde dentro información “casera” . Supongo que habrá más entregas.

  • ana rodrigo

    Gracias, Sol, aún no te he manifestado mi alegría de tu nuevo retorno y aprovecho ahora para hacerlo.

    Hay ocasiones que una no sabe si reir o llorar. Habría que saber, además de la colonia personal del Papa, la calidad de los tejidos de sus vestimentas, creo que son exclusivas para él. De sus modistos y zapatero, algo se ha publicado. Supongo que en su vida cotidiana debe tener pocos dolores de cabeza para llegar a final de mes, qué va a comer o quién le hace las tareas de la casa.

    Y, ¿¡¡¡ este señor representa al Nazareno de sandalias, túnica, ciudadano itinerante, sin dónde recostar su cabeza!!? ¿¿Y este señor condena a los teólogos y a la teología de la liberación!!? ¿Con qué autoridad moral que no sea su poder absoluto puede ejercer este poder?
     
    Un abrazo, Sol.
     

  • Sol

    Ana, un enlace para “desengrasar” aunque presumo que daría para tantos comentarios…o más. Un abrazo.

  • ana rodrigo

    Acabo de ver un artículo de Eloy sobre la cuestión de la crisis, creo, aún no lo he leido puesto que he estado todo el día fuera de casa.
    Pero éste trata de lo que trata, y cuyo tema central no es precisamente el tal Ludovico, por supuesto, aunque sea tan provocador que no nos deje indiferente, y tampoco hayamos de callarnos ante tanta provocación. ¿O sí?