El pasado 15 de diciembre, Estados Unidos puso fin a la sangrienta, inmoral y errónea guerra iraquí que comenzó hace nueve años y que se llevó la vida de más de 150.000 civiles y casi 4.500 militares estadounidenses, según los medios occidentales.
Los estadounidenses se retiran dejando un país destruido, una sociedad destrozada y un pueblo completamente dividido. La gente carece de servicios públicos, hay más hambre, más enfermedades y se cometen asesinatos casi a diario. Se van tal cual entraron: mintiendo, tergiversando, manipulando datos. Si entonces justificaron la invasión alegando a las supuestas armas de destrucción masiva, ante la incapacidad de demostrarlo el Gobierno de Bush expuso de inmediato su estrategia y comenzó a vender la guerra como necesaria para “llevar la democracia a Oriente Medio”. Así ahora afirman, como dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, que los iraquíes están mejor que nunca. Que “el sueño de un Irak independiente y soberano es ya una realidad”, y que “hemos derramado mucha sangre aquí […] para lograr […] hacer un país soberano e independiente y capaz de garantizar su propia seguridad”. El día 5 de enero, una cadena de atentados en distintos barrios de Bagdad, causaba 63 muertos y casi doscientos heridos.
Nos preguntamos cuándo decidirá Barack Obama cerrar Guantánamo, o lo que es lo mismo, cuándo decidirá cumplir con su palabra. Echamos la vista atrás y comprobamos que hace exactamente diez años, el 11 de enero de 2002, que llegaron los primeros presos al centro de detención de Guantánamo, una de las cárceles más tristemente famosas del planeta. Era la avanzadilla de las cerca de 800 personas que han pasado por la base estadounidense a lo largo de la última década y en la que se han enfrentado a maltratos, torturas y muerte. Apenas transcurrido seis días de aquel nefasto 11-S, el entonces presidente de los EEUU George W. Bush dispone “su guerra contra el terror”, autorizando a la CIA a establecer centros de detención en todo el mundo. Dos meses después, la Agencia Central de Inteligencia ya tenía autorización para detener indefinidamente y sin derecho a juicio a cualquier sospechoso de terrorismo. Esto fue el principio de la ‘doctrina Bush’. Principio que por cierto AÚN HOY PERDURA bajo la administración Obama. Guantánamo es el símbolo de la más infame violación de derechos humanos cometida al calor de la “guerra contra el terror”.
Lo que queda tras esta década de políticas antiterroristas estadounidenses es un “legado tóxico para los derechos humanos” –afirma Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España – “El sistema de excepción ha permanecido igual, a grandes rasgos, con la nueva administración”, ya que se mantienen “los tribunales militares y aún quedan 161 personas dentro”. A los presos en Guantánamo hay que sumar el número de desaparecidos y detenidos en cárceles secretas de la CIA, cuyo número aún se desconoce, y las 2.100 personas que aún siguen recluidas en la prisión de Bagram, en Afganistán, sin cargos ni juicio. “Tanto en las bases de Afganistán como de Irak se ha detenido a cientos de personas, se las ha torturado y maltratado durante años bajo custodia estadounidense”.
Que duda cabe que el “legado” de Bush aún tardará años en subsanarse. El mundo no es más seguro después de sus 8 años de mandato. Aunque él se empañara en hacérnoslo creer: «Con Sadam fuera del poder, el mundo es un lugar mejor y más seguro» (con esta frase resumió su particular visión de la situación mundial, en una entrevista concedida a Larry King en la CNN el 15/08/2004). Qué absurdo. Sólo hay que repasar lo sucedido en Pakistán, Afganistán, Irak, Irán, Palestina, Al-quaida en el Magreb, (Mali, Mauritania), los atentados en Londres, Madrid, el incumplimiento de los objetivos del milenio con el consecuente aumento de la desigualdad y la extrema pobreza, el rechazo a la firma del protocolo de Kioto en 2005, la desregulación de los mercados financieros internacionales que trajo la crisis que todavía nos azota, Guantánamo, Abhu Graid y la extensión de la tortura por todo el planeta en bases militares americanas. ¿Es realmente este mundo mejor y más seguro?
Cuando el pasado día 12 vi por TV las imágenes de los cuatro marines norteamericanos orinando sobre los cadáveres de varios talibanes en Afganistán y escuché cómo el Pentágono intensificaba sus intentos para evitar este tipo de imágenes que van contra los valores de las Fuerzas Armadas (después de que en 2004 se filtraran fotos de maltrato, abusos y tortura a presos en la prisión estadounidense en Irak de Abu Ghraib, y sobre todo, de las barbaridades que Wikileaks reveló sobre los cientos de informes que las autoridades estadounidenses dejaron sin investigar), me pregunté: ¿Dónde están esos valores de Las Fuerzas Armadas? ¿Dónde está la ética militar?
A día de hoy, el conocido mundialmente “presidente de las guerras” George W. Bush, llena sus arcas con la multimillonaria venta de su libro “Decisión Points” autobiografía en la que justifica y reconoce que autorizó la tortura.
Deplorable.
19 de enero de 2012
Pero Cristina, ¿cómo puedes decir que estoy englobando a todos, a toda la sociedad americana? ¿Pero en qué cabeza cabe? Hija, por favor… Si estoy comentando la guerra de Irak, Guantánamo, las torturas, las miles de vidas perdidas y la terrible violación que se ha cometido de los derechos humanos, lógicamente a quien culpo de esa manera de hacer política es a los políticos ¡No a la sociedad! Y si digo “Los estadounidenses se retiran dejando un país destruido” es de suponer que los que se retiran son las fuerzas armadas que fueron enviadas por Bush. O sea, Cristina, que más claro y con más rotundidad no puedo decir a quien me estoy refiriendo, vamos que con más definición no puedo usar el idioma español, como tú dices. Así que no te sientas aludida porque es tan absurdo como que a mi me hubiesen culpado de la política que llevó a cabo el general Franco.
Un abrazo
Maite García
Tienes toda la razón Cristina W…y te pido disculpas, cuando hablo de EE.UU., en realidad hablo de los que realmente tienen poder y no del sufrido pueblo…que esta en muchos ámbitos de su patria..llevando a cabo .luchas heroicas por la libertad, la justicia y la democracia…Con por supuesto la respuesta represiva del poder…con los indignados, o organizaciones como SOA WATCH…De nuevo disculpas…Gabriel
Buenos días
Entiendo y, en parte, comparto algunos argumentos que se exponen en el artículo que nos ilustra y en los comentarios posteriores. Sí que pediría que se use con más definición el idioma español, que es tan rico en contenido, cuando se pluraliza al hablar de EEUU, sí criticamos digamos a quién, por qué, y no nos engloben a todos. Ya se sigue estando de moda, una moda ya muy antigua, y queda bien echarle la culpa de todo a los norteamericanos.
Ahora no puedo, pero seguiré comentando el artículo.
Cristina W.
Por supuesto, por supuesto, nos olvidábamos que las bombas de napal la inventan lo Islámicos terroristas y que EE.UU. pobres santos, lo que hacen es dar ayuda humanitaria…Gabriel
Que la guerra de Irak ha sido inmoral y errónea es tan innegable como que la inmensa mayoría de los 150.000 muertos no los ha causado Estados Unidos, sino el terrorismo islámico y la guerra civil interna entre distintas facciones políticas y/o religiosas islámicas.
Yo no pretendo quitar hierro a la responsabilidad USA en ello, ni justificar su intervención y todas las barbaridades que han cometido, pero no olvidemos que si esa guerra civil larvada no afloraba antes, era porque entonces era el tirano Sadam Husein el que causaba los muertos y aterrorizaba a Irak y al resto del mundo con la amenaza (las hubiera o no) de las armas de destrucción masiva. Es la intervención USA la que al liberar a Irak de la tiranía de Sadam Husein, da la oportunidad de desatarse a la locura religiosa que Sadam mantenía atada y amordazada, y con la que simplemente se sustituye una tiranía por otras dos diferentes, con las que seguirán matándose aunque se marchen los yankis.
Que esa, la amenaza disuasoria (acordémonos de la eficaz guerra fría USA-URRSS, como amenaza disuasoria) haciendo creer que se tienen armas de destrucción masiva (que les pregunten a los miles de Kurdos y de Iraníes asesinados con ellas, si las había o no; que solo hacía “media hora” que las habían usado en la guerra Irán-Irak), también es una forma “de tenerlas y de usarlas” para hacer terrorismo disuasorio. Con la ventaja añadida de que como luego no se puede demostrar su existencia, desacreditamos a quienes nos acusan de tenerlas (¡porque primero las habíamos usado contra Kurdos e Iraníes y luego seguimos amenazando al mundo con ellas!) y de paso echamos carnaza para alimentar a los oportunistas del propagandismo en una u otra dirección, como hace este artículo de Maite García Romero: ¡propagandismo de mercadillo! Que no sé a qué viene ahora este bodrio de artículo, como no sea a alimentar el insaciable afán de Atrio por la propaganda izquierdosa, sin darse cuenta de que los artículos son de tan mala calidad, contienen tanta y tan deliberada imprecisión demagógica, que solo logran desprestigiar a la izquierda a la que pretenden servir.
Vamos, que a estas alturas nos sigan tomando por idiotas, como pretende el antiamericanismo-USA cutre del artículo, es de vergüenza. La ideología de izquierdas tiene y merece mejores argumentos y mejores medios para prestigiarse.
¡Así nos va!
Recordemos que algunas de la barbaridades que revelo Wikileaks, se realizaron en la epoca de OBAMA, yo diria que el legado Bush, se parece mucho al de dejara OBAMA, si es que no es relegido y seguramente sea peor cada vez…porque no son los hombres, la maquinaria imperial, como decìamos en los comienzo de OBAMA, funciona en automatico y nadie puede desbiarse y por cierto que Obama no lo ha hecho, en materia de defensa nacional y de politica exterior.- Gabriel