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Él, presente en nosotros mismos

El objetivo de esta serie de mis artículos del viernes es ofrecer un espacio de comunicación en el que cada uno, con palabras lo más breves y personales que pueda, exprese lo que rumia hoy en día en su interior. Creo que en las dos entregas anteriores, con los comentarios registrados y nuevas entradas suscitadas, como la de Isidoro, se va cumpliendo este objetivo. Y recojo como síntesis lo que me dice Oscar y resalta Carmen: “Tu hacer es mejor que tu decir”.

A veces me pregunto yo mismo cómo quien ha estado toda su vida en contra de  una confesionalidad expresa de la fe en las tareas cotidianas, aparezca que ha cambiado radicalmente de postura y exija a todos partir de una confesión explícita de la fe en Dios. No ha sido así, aunque de palabra, parece que en el debate con mis antiguos amigos Vigil, Arregi y compañía y en mi declaración de sintonía con Légaut y Grothendieck, haya cambiado de bando. Tal vez las palabras me traicionen.

Creo que la fe personal en Él debe mantenerse viva en mi interior y en el de muchas personas, en la intimidad de nuestro corazón o de nuestra alma, tanto en la persona más sencilla como en la más cultivada. Pero nunca he tenido una imagen o un nombre preferido para expresar el objeto incomprensible e innombrable de esa fe. O para hacerla banderín de enganche para grupos o movimientos. En mis diarios de juventud veo ahora que no Lo sentía presente en la hostia consagrada o en imágenes interiorizadas de Jesús. No era de los espirituales sino de los sociales, como a veces se nos dividía.

Pero esa presencia en mí del del Principio de Todo y de mi concreto ser, no podía dejar de ser un o un Él, no una imaginación o un constructo mental. El objetivo del trabajo espiritual, renovado en mí hace cincuenta años con la lectura de Légaut,  no era lograr un estado de consciencia sino una adoración “en espíritu y verdad” para una entregaamorosa a los demás. Y ahí queda todo. No sigo para no enredarme en palabras mías. Prefiero dejar el resto a leer cómo lo expresaba Alexander Grothendieck, uno de mis compañeros de cordada.

Reproduzco un apartado del capítulo 2º de su libro La llave de los sueños o diálogo con el buen Dios, en (ps. 54-56) donde relata cuándo, contracorriente de toda tendencia del mundo intelectual que le rodeaba, él volvió a afirmar plenamente la presencia real de Dios en sí mismo:

 

17     Dios es el Soñador

(28 de mayo 1987) Es hora de ir al corazón del mensaje de este libro que estoy escribiendo, de decir la idea maestra – esa “idea grande y fuerte” […]. Es cierto que he procurado no introducirla antes de tiempo, que he intentado en suma ignorarla mientras “no tuviera necesidad de esa hipótesis. Pero no he podido evitar rozarla aquí y allá y hablar de ella de pasada, de tan omnipresente que está en mí….

Por otra parte, en modo alguno la veo como una “idea“, que hubiera germinado y madurado en mí antes de eclosionar, hija del espíritu que la concibe y da a luz. No es una idea sino un hecho. Y un hecho, cuando se piensa en él, totalmente alocado e increíble – ¡y sin embargo cierto! No podría ser tan loco como para inventármelo. Y si a veces digo que he “descubierto” ese hecho (¡e incluso que ése es el gran descubrimiento de mi vida!), eso es decir demasiado y presumir.  Cierto es que hubiera podido, e incluso “hubiera debido”, descubrirlo desde hace cuatro o cinco años, […]. Estaba muy cerca, eso es seguro – ¡verdaderamente casi me quemaba! Pero como suele ocurrir, tenía mis orejeras bien puestas, y no me “olía” nada.  La temperatura, en suma, no me incumbía, no quería saber que estaba “ardiendo”. Así, tal vez desesperado, hizo falta que el buen Dios se tomara la molestia (entre muchas otras que ya había tenido conmigo) de revelármelo. Oh, al principio con mucha discreción, hay que decirlo…

He aquí esa “locura”, de la que he tenido una revelación: el Soñador no es otro más que Dios.

[Hecha la afirmación principal (“Ein grosser und starker Gedanke”) que ha preparado con suspense en el capítulo 1º, AG continúa con unos párrafos, empleando la amistosa segunda persona, en que explaya cómo le llegó ese conocimiento de una presencia real de Dios en lo profundo del alma, que parece una locura (él se lo mira con rigor crítico poniendo en duda lo que no puede menos de constatar como un hecho). Personalmente creo que son las páginas más lúcidas y claras de las casi mil que comprenden todo el libro. AD.]

 

Para muchos lectores, seguramente, y quizás también para ti, lo que acabo de decir es latín o chino – unas palabras sin más, que te dejan frío. Como lo sería, digamos, un escueto enunciado matemático para uno que no esté iniciado. Sin embargo, aquí no se trata de matemáticas ni de especulaciones metafísicas, sino de realidades de lo más tangibles, accesibles por igual (e incluso más) al primer muchacho que llegue que al más docto teólogo. Y si hay algo que me interesa, al escribir este libro, no son teorías ni especulaciones, sino la realidad más inmediata, la más irrecusable – como es, especialmente, la que noche tras noche vivimos en nuestros sueños.

Una de mis primeras tareas, sobre todo frente al lector para el que “Dios” ya no es más que una palabra (si no un “anacronismo”, o una “superstición”), es intentar hacer sentir el sentido “tangible” de esta lacónica expresión: “el Soñador que hay en ti es Dios”. Sólo cuando se perciba el sentido puede plantearse la cuestión del alcance de esa afirmación (esté o no fundada).

En mi caso, ese hecho fue captado y aceptado como tal, cierto día de mediados de noviembre del año pasado [es decir, 1986. AD], hace algo más de seis meses. Además llegó sin ninguna sorpresa, casi como algo que caía por su peso, pero que hasta entonces no me había tomado la molestia de decírmelo expresamente. Nada de “locura” pues, en ese momento. Lo constaté como “de pasada”, durante una meditación sobre uno de mis primeros sueños “místicos”. Casi pasó desapercibido entonces. ¡Estaba mucho más afectado por la emoción tan penetrante que impregnaba ese sueño! En comparación, ese hecho curioso a fe mía, que entonces apareció por primera vez en mi campo de atención, durante un pequeño cuarto de hora, parecía muy pálido, muy “intelectual”.

Durante las semanas y meses siguientes, fue cuando el alcance de ese “hecho curioso” comenzó a hacerse patente poco a poco. Por el momento baste decir que, actualmente, es como el centro y el corazón de todo un conjunto de revelaciones que me llegaron, por la vía de los sueños, durante los cuatro meses siguientes – revelaciones sobre mí mismo, sobre Dios, y revelaciones proféticas. En el espacio de esos pocos meses de intenso aprendizaje, a la escucha de Dios que me hablaba por los sueños, mi visión del mundo se transformó profundamente, y la de mí mismo y de mi lugar y mi papel en el mundo, según los designios de Dios. La principal transformación, aquella de la que surgen todas las demás, es que desde ahora el Cosmos, y el mundo de los hombres, y mi propia vida y mi propia aventura, han adquirido al fin un centro que les hacía falta (cruelmente a veces), y un sentido que había sido presentido oscuramente.

Ese centro vivo, y ese sentido omnipresente, a la vez simple e inagotable, evidente e insondable, cercano como una madre o como la amada, e infinitamente más vasto que el vasto Universo – es Dios. Y “Dios” es para mí el nombre que damos al alma del Universo, al soplo creador que sondea y conoce y anima todo y que crea y recrea el mundo en todo momento. Él es lo que es infinitamente, indeciblemente cercano a cada uno de nosotros en particular, y a la vez Él es lo menos “personal”, lo más “universal”. Pues igual que está en ti en la menor célula de tu cuerpo y en los últimos repliegues de tu alma, así está Él en todo ser y en toda cosa del Universo, hoy como mañana como ayer, desde la noche de los tiempos y los orígenes de las cosas.

Por eso, para hablarte de Él con verdad, no podría dejar de hablarte también de mí, de una experiencia viva que tal vez entre en comunicación con tu propia experiencia y la haga resonar. Pues Dios es el puente que liga entre sí a todos los seres, o más bien Él es el agua viva de un inmutable Mar común que liga todas las orillas. Y somos las orillas de un mismo Mar, que cada uno Lo conoce con un nombre distinto y bajo un rostro distinto – e incluso somos sus gotas, que cada una Lo conoce íntimamente, sin que ninguna ni todas juntas Lo agoten. Lo que es común es el Mar, que liga una gota a la otra y contiene a ambas. Si pueden hablarse una a la otra es por Él que las abraza y las contiene, y es percibido a través de ellas, parcelas vivas de una misma Totalidad, de un mismo Todo – de un mismo Mar.

 

Vamos a dejarlo aquí por hoy. ¿No has conectado tú alguna vez con esta realidad, aunque sea unos segundos y en oblicuo? Por lo menos, quisiera que sepas que quien da este testimonio en un libro de mil páginas (y tal vez en otros escritos aún inéditos y depositados en la Biblioteca Nacional de Francia), es un científico cuyas teorías matemáticas (como la de los topos) están interesando a los mayores constructores de inteligencia digital hoy, como Hauwei. Seguiremos explorando con él, con Légaut y con quien quiera unirse a la cordada.

 
 

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16 comentarios

  • Fernando

    Me agrada leer sobre Grothendieck, tengo una coexistencia de sentimientos opuestos. Pero  Grothendieck es un verdadero maestro del lenguaje, que ciertamente no tiene ideas y pensamientos convencionales, y que ve el mundo de una manera inusual e incluso singular. Entonces podemos imaginar que en las innumerables páginas de sus manuscritos a menudo puede haber textos terminados: poemas, episodios biográficos de su vida y la vidas de personas cercanas a él, comentarios de libros que leyó, tal vez textos líricos que van más allá de la poesía, del pensamiento filosófico, del apocalipsis, visiones, sueños. Parece necesario empezar antes de que sea demasiado tarde  preservar para las generaciones futuras aquellos partes del trabajo de la vida de Grothendieck  importantes que van más allá de sus matemáticas. El soñador nos hace pensar, nos hace reflexionar.Es dificil imaginar cómo pueden surgir ese pensamiento desde el aislamiento intelectual y humano.   

  • carmen

    Pues no sé. Aquí en un momento se habló de que en realidad la materia como tal, no existe, porque es , como le explicaba a mis críos, energía en cubitos, como el Avecrem.

    Por eso digo, exista o no. También contesté: yo existo. Me refería a esa conclusión celebre de : pienso, luego existo. A lo mejor no leyó aquello.Usted mantiene que hay un Él. O un Tú creador. Por eso le gusta lo que dice el señor matemático. Y, sin embargo, no estoy muy segura de que este señor al que me refiero, exprese su creencia en un Tú o en un Él. A lo mejor no he entendido bien. Pero interpreto que piensa existe un Ello, que todo lo impregna, creo que en un momento dice : en cada una de nuestras células, o algo así.

    Pero vamos, opiniones.Por supuesto que no se ha demostrado el origen del universo, que en realidad es la última pregunta. Si se ha formado en un proceso de autoformación o ha habido un Tú, Él, o Ello que indujo su formación. Y sobre todo no sé, en el tercer caso, qué intencionalidad tenía.

    En realidad, esa es La Pregunta para mí cabeza. Usted cree que tengo capacidad para encontrar una respuesta? Yo tampoco.Por eso he decidido dejar de hacérmela. Y como me gusta mi Jesús imaginario, que no el oficial, pues me considero cristiana, rarita, pero cristiana.Bueno, ya no tan rarita. Gracias a Dios. O como dicen nuestros vecinos de Él  Libro :porque Alá es grande y Misericordioso. Me encanta la frase. Ya sé que luego sigue diciendo y nos ayudará a matar a nuestros enemigos, pero yo, como dice Lucas en su Evangelio que hizo Jesús. Leo hasta donde quiero.

    Buen día. Disfrute cada momento de esta vida. La  próxima la tiene asegurada.

  • M. Luisa

    Será la importancia que le doy al uso de los neologismos   para la actualización conceptual de las cosas, la razón por la que tanto me cuesta  comprender  algunas de las que le leo  AG-  

    -Hace algún tiempo, Antonio, cuando aquí nos empezaste a hablar de la experiencia vivida por este gran matemático, A. Grothendieck, me interesó mucho y lo primero que pensé es que a ella habría llegado precisamente mediante el estudio directo y objetivo de las matemáticas. Habría caído en la cuenta de que el objeto matemático es real y sería, justo por ello, que, operacionalmente, éste da verdad. Es decir, la verdad no la daría en razón de lo postulado en la operación,  sino por el plus de realidad del propio enunciado- 

    -Entiendo que él, AG, no está en esta línea, pero, en cambio, lo parece  cuando le leo lo siguiente “Y si hay algo que me interesa, al escribir este libro, no son teorías ni especulaciones, sino la realidad más inmediata, la más irrecusable“  Claro que cada cual explica su experiencia de modo distinto, pero así como M.Legaut  le confiere,  mediante su itinerario, ese sentido tangible, físico,  del que habla AG, no veo que él en su expresivo estilo lacónico lo muestre.  En cuanto expresivo puede gustar la frase “el soñador que hay en ti es Dios”  pero como afirmación   tiene poco de realista-   

    -Ya confesé que de AG he leído solo lo expuesto aquí, pero si me sitúo  en el periodo histórico en el cual vivieron Legaut y  Grothendieck,  puedo deducir algunas cosas. La problemática  entre el idealismo alemán y el positivismo lógico y la caída en picado de ambos, era reciente.  Legaút  con su itinerario pisaba tierra firme (vía física), en cambio,   Grothendieck, seguía andando de cabeza. Puedo equivocarme, naturalmente, pero recogiendo los infructuosos resultados que en 1918 el lenguaje, al modo del de la lógica y la matemática ofrecían, no eran grandes las esperanzas  que pudiera tener AG para emprender esta vía-   

    -Puedo estar en un error, ya lo he dicho, las razones que tuviera este genial matemático para elegir la vía de los sueños fuese otra muy distinta, sin embargo, mi crítica (amigable),  en aras de  ese interés tantas veces mostrado en que se queden los nuevos que por ahí van sacando  la nariz,  puede servir-    

    -En definitiva, para mí la formulación no sería “Él, presente en nosotros mismos” sino “Él, actual en nosotros mismos” Creo que por ahí se inscribe el laborioso trabajo de quienes apostan por el Posteísmo.  
    Gracias, Antonio 

  • mariano alvarez valenzuela

    Querido Antonio; dices: “Pero esa presencia en mí del del Principio de Todo y de mi concreto ser, no podía dejar de ser un  o un Él, no una imaginación o un constructo mental. El objetivo del trabajo espiritual, renovado en mí hace cincuenta años con la lectura de Légaut,  no era lograr un estado de consciencia sino una adoración “en espíritu y verdad” para una entrega amorosa a los demás. Y ahí queda todo. No sigo para no enredarme en palabras mías”. 

    Las asumo como mías con o sin Légaut y con o sin Grothendieck, pues son muchos los caminos que conducen a Roma. No es solo  un estado de conciencia sino una adoración en cuerpo y alma que coimplica a todo mi ser.  Y tampoco sigo con palabras mías para no enredarme y así cumplir con tu requerimiento de expresar en breves palabras lo que en mi yo interior y exterior se rumia.

  • carmen

    Con todos mis respetos a todo el mundo mundial.Mal empiezo, lo sé… Cuidado con las voces, cuidado con las voces y cuidado con las voces. Cuidado con los sueños, cuidado con los sueños y cuidado con los sueños. Buenos días a todos. Paz, serenidad, tranquilidad. Y valoren cada momento lo más que puedan. La vida, ésta, la que tenemos, es un puro milagro.Y llegará un momento en que acabe o que deseemos que acabe.Y, después, pues quién desee reunirse con Dios eternamente, ojalá se cumpla su deseo. Y el mío también. Descansar eternamente en paz. Siempre, siempre formaré parte del universo, el conocido,  el desconocido, el pluriverso… exista o no la materia. Porque en mí, esa materia que quizás no exista, ha tomado conciencia de su existencia. Ha sido capaz de pensar.Suficiente para mí.Y si existe eso que llamamos Dios o no, eso no es problema mío. O no lo hago mío, porque no lo puedo resolver. Ni me interesa resolverlo.

    • Santiago

      Quizás es mejor: “la materia que fue creada y  ha sido informada previamente”…..entonces si pudo tener “conciencia” y pudo pensar, desear y decidir… La materia-energía EXISTE y es evidente en el Cosmos… Por tanto, para venir a su existencia -con todo lo demás- requirió Alguien que lo hiciera porque hasta ahora la hipótesis de la auto-creación no ha sido probada por la Ciencia experimental.

      Un saludo cordial

      Santiago Hernández

  • Santiago

    Antonio D , muchas gracias por tu sinceridad al exponer tu pensamiento y tu fe en este artículo…

    Yo también suscribo la “adoración en Espíritu y en Verdad” en el diálogo interior con el misericordioso Dios que ha hecho una “habitación interior” dentro de nosotros. Y no podemos olvidar  a Teresa de Ávila que “adoraba interiormente” y decía que el que a “Dios tiene, nada le falta” ya que “solo Dios basta”

    Un saludo afectuoso
    Santiago Hernández

  • carmen

    Es que, a ver. No sé quiénes de los que entran aquí, han estudiado algo de topología. Tuve el placer de tener un contacto con ella en la facultad de matemáticas de granada. Influyó bastante en mi decisión de dejarme la carrera. Quién sepa de lo que hablo, me entenderá.

    Peeeeero, Antonio no va por ahí. Va por otro lado.En cuanto a cuidado con el avance de la tecnología, no es un problema nuevo. Ya empezó en el siglo pasado y si no, ahí está la película tiempos modernos, de Chaplin.

    A mí me encanta que Einstein viese la relación entre masa y energía. Le tengo que culpar por haber contribuido a la creación del armamento nuclear?En cuanto a los sueños, ni uno de ese tipo. Gracias a dios no sueño con dios, menudo susto. Ni me habla ni nada. A veces miro con estupor a mí alrededor y me pregunto… Pero no paso de ahí

    Creo que mi postura está clarísima.Peeeeero. El tema se está complicando demasiado para mí. No voy a entrar en una confrontación. No merece la pena. Si acaso el papel de la iglesia…y tampoco. Que llamen a Yamamoto para que organice la flota en la guerra . Que, por cierto, perdió.

    Soy una persona de diálogo.
    buenas noches.    

  • carmen

    Pues no puedo usar el responder, ni el mío ni el de nadie. Si entiendo algo, que me maten.

    Confundo todos los nombres, porque es que no me interesa quién dice qué, sino lo que leo. Leaners es uno de los señores que he leído. No sé exactamente qué pueda decir en ese libro. Pero que hay un movimiento de replantearse muchas cosas dentro del cristianismo, que no del catolicismo, desde hace décadas, eso es así. Adoro a spong y a otros que ni recuerdo el nombre.Y, posiblemente haya cristalizado en esa corriente de pensamiento que se llama transteismo. Porque no es una idea que de repente se le haya ocurrido a cinco amigos. De eso nada. Tiene un caldo de fondo, lo que en cocina se llama fumé, que, a fuego lento, despacito, se ha ido cocinando en muchas cabezas pensantes en estos asuntos de Dios y sus cosas.

    Eso lo saben ustedes infinitamente mejor que yo. Y , este libro de los sueños, tiene un saborazo a transteismo importante. Solamente que él como que no se da cuenta. Dice tener una vivencia personal o una ensoñación con el mismo dios.De acuerdo, pero, con qué tipo de Dios? Esa es mi pregunta. Por lo que he entendido no es el Dios tradicional del cristianismo, sino un Dios que todo lo impregna. Tampoco es panteímo. Es un Dios diferente. Al menos eso he entendido.En fin. Me apetecía decirlo.Como verán, soy muy pesadita y repito siempre lo mismo. Pero es que pienso que quizás estemos en un momento importante dentro de la iglesia. Porque si se modifica el pensamiento acerca de Dios, posiblemente traería la transformación de la iglesia oficial. Es que no veo otro camino que repensar todo. Y todo empieza por la base..y desde ahí, reconstruir, con mil matices diferentes, con amplitud de miras, pero centrando todo en las personas. Y en esta vida. Porque si se quiere seguir lo que dicen los evangelios, habrá que dirigir la mirada a las personas. Y esa mirada ayudará a construir un mundo mejor, aquí. Y si hay otra vida, tendremos toda la eternidad para seguir hablando. Pero después de esta. Después.Antonio, me vas a matar. Sorry.

    • oscar varela

      Hola!
       
      A Alexander Grothendieck se lo ve acá en ATRIO constantemente alabado por “ser un científico cuyas teorías matemáticas (como la de los topos) están interesando a los mayores constructores de inteligencia digital hoy, como Hauwei.”
      (matemático también lo era Légaut)
       
      Antonio Duato yo escucho estas cositas y no capto “qué pito toca acá”, en asuntos de “vida humana” tamaña insistencia, como si fuera un aval que certificara no solo la verdad de sus “sueños”, sino más aún su tranfugamiento a los valores éticos del comportamiento humano.
       
      Sus “avances” matemáticos serán -no lo discuto-, “avances” en su ámbito, el matemático. Pero tales “avances” -similares a otros “tecnológicos” no son “avances” que necesaria y automáticamente favorecen la vida humana.
       
      En la Localidad de San Jerónimo -Argentina-, hace ya un año que alguien se puso a recopilar fotos de las jovencitas del pueblo y desnudarlas “técnico-virtualmente” haciéndolas aparecer en “videos” armados en escenas pornográficas para luego difundirlas. Hace ya un año que -con los traumas de ellas, amigas, familiares y demás habitantes, recurrieron a la justicia … pero… no les pueden dar curso a sus demandas porque no hay “figura jurídica” dónde encauzar tales demandas.
       
      ¡Ojito, entonces, con pavonearse en los “avances” si no van coordinados y puestos previamente ante el “tribunal de la vida”! ¡Ojito y Cautela, e.d.: CONTROL preventivo antes de ser embaucados!
       
      Gracias!

  • carmen

    Estoy segura de que esté señor es muy muy inteligente. Fijo.Pero hay otros de letras puras que no le andan a la zaga. Conozco a algunos que, uf. Son enoooormes.

    • oscar varela

      USO – Gracias

      ¿No es el mismo -o similar- al intento de Roge Lenaers

      con sus pasajes desde la Heteronomía – Autonomía – Teonomía?

      Gracias!

      • Isidoro García

        Uso el responder, Gracias.

         

        (Quiero remarcar que una cosa es la hipótesis del Dios-Creador y motor del Universo, que no interviene en nuestras vidas directamente, y otra muy distinta el “Dios” teísta, personal y que se dirige a uno personalmente.

        Hay mucho confusionismo con este tema, pues muchos de los libros de científicos cuando expresan su convicción de que existen muchos indicios de la existencia de Dios, se refieren al Dios Creador – ausente, mientras que los teístas, torticeramente se apropian indebidamente de ese equívoco, y lo entienden como favorables al teísmo).

         

        1.       Vamos a resituarnos, porque muchas veces los muchos árboles, no nos dejan ver el bosque. Todos tenemos “convicciones” íntimas, de ideas, que pueden o no ser verdad.

        Yo, por ejemplo, tengo la convicción íntima de que existen los extraterrestres, y que están y han estado aquí hace mucho tiempo, y que nos observan, controlan, y pueden intervenir en nuestra historia.

        Estoy muy interesado en el tema y recopilo los indicios que confirman mi convicción, pero por ahora no hay pruebas concluyentes de ello. ¿Y qué?. Pues nada.

        Esa convicción puede catalogarse como una “manía” o anécdota personal, pero que no interviene en mi vida. Me sirve para cuadrar ciertos datos de mi cosmovisión, pero nada más.

        Ahora bien, si yo empiezo a pensar, que los extraterrestres me hablan y me dicen lo que tengo que hacer, entonces la cosa, varía mucho, y puede desestabilizar mi vida.

        A mí, el tema del Dios teísta, que te habla “personalmente”, y te dice lo que tienes que hacer, es una hipótesis, que no necesito para nada, como Laplace.

        He llegado a la convicción, de que para organizar bien mi vida, no necesito a ese Dios-Pepito Grillo para nada. He llegado a la convicción de que como todos, en mi naturaleza humana, tengo los recursos precisos, para conseguirlo. (Otro tema es que los utilice adecuadamente).

        Lo del Dios personal, históricamente, ha sido, y sigue siendo, una buena palanca, para organizar tu vida, para niños, y para personas que no han dispuesto de la formación para conseguirlo.

        La persistencia de esa idea en personas maduras y formadas, es solo un atavismo cultural, los nostálgicos restos de una época cultural pasada, en la que estamos en pleno y acelerado proceso de abandono, por otra mas evolucionada.

        Es como el chico de doce o trece años, que está pegando el estirón, y va con los pantalones enseñando las canillas. Lo que pasa es que se le coge cariño a la ropa, y nos cuesta trabajo, “traicionarla” con un pantalón mas grande, que más pronto que tarde su madre le comprará. Y luego irá tan chulo, con su flamante pantalón nuevo. Y tan poco pasa nada por ir con un pantalón pequeño.

         

        2.    El ser humano, se ve lanzado hacia la vida, con un objetivo existencial fundamental, sobrevivir. Y para ello tiene que afrontar los peligros y problemas que le llegan, lo mas acertadamente posible.

        Para ello, cuenta con un buen surtido de instintos biológicos y comportamentales, (al igual que el resto de los animales), de fábrica, en su herencia genética.

        Pero además de con esos instintos naturales, cuenta con una inteligencia, que le ayuda a aprender de las experiencias y a transmitir ese aprendizaje a sus descendientes y compañeros de tribu o sociedad.

        Así, esa cultura animal general, en el caso del ser humano, por la mayor complejidad de su mente, se va ampliando sin límites. Y así podemos decir, que hoy día, muchos humanos se tiran los 2o-25 primeros años de su vida, acumulando la cultura de su sociedad.

        Esa es la cultura que va acumulando la especie, y se va transmitiendo por aprendizaje sucesivo, y que en cada momento histórico constituyen el zeigeist de la época, que nos configura en nuestro interior, un marco de referencias general, una perspectiva estándar, de ver la vida.

        Y la razón, se encarga de procesar, moler, masticar y exprimir esa cultura social recibida, para aplicarla como guía, ante los problemas que se nos van presentando en nuestra existencia.

        Teóricamente, entre los instintos genéticos naturales, la cultura aprendida, y nuestra razón, deberíamos vivir una vida satisfactoria, segura y agradable.

        Pero nuestra experiencia existencial, es que eso no es así: los problemas se acumulan como las ratas en un vertedero, y es evidente que algo falla en nuestro sistema de guía de vida.

        Y entonces empezamos a investigar que rayos pasa. Y empezamos a sentir dentro de nosotros, intuiciones de que ciertas cosas aprendidas son contradictorias con el esquema general aprendido, o simplemente son erróneas.

        Nos entra la convicción de que vivir una vida prudentemente feliz, no debería ser tan difícil como resulta, y ante esta situación de malestar con la cultura recibida, se pueden tomar dos posiciones, en terminología de Umberto Eco: Ser apocalíptico o integrado.

        Y yo lo ampliaría a tres, pues desdoblaría el género de los apocalípticos, en reformistas y alternativos.

        Los apocalípticos reformistas, serían los que intentan reformar toda nuestra cultura, dentro del actual sistema de referencias, e incluye el progresismo político y social, incluso el más revolucionario.

        Mientras que el apocalipticismo alternativo, sería el que considera que hay que cambiar radicalmente de perspectiva, y remirar a Dios, el mundo y el ser humano, con otra mirada distinta.

        Por decirlo en clave cristiana, posiblemente el “Reino de Dios” anunciado por Jesús, suponga esa nueva situación, mientras que el progresismo político-religioso, se queda un paso atrás, queriendo perfeccionar y reformar el sistema cultural vigente.

        En este proceso revolucionario cultural, nos encontramos como el barón de Munchausen, en medio del barro de la cultura actual, y para salir de ahí, necesitaremos tirarnos del pelo nosotros mismos. Y muchos lo intentan, inútilmente como se ve todos los días en los periódicos. Claramente la perspectiva actual es ineficiente para los problemas actuales.

        Pero el gran Universo, que es mucho mas listo que nosotros, ya lo tenía previsto, y nos ha dotado de una ramita a la que agarrarnos para salir del barro. Y esa “ramita”, es el sistema intuitivo que nos incita a mirar todo alrededor nuestro, con otra perspectiva distinta.

        Porque nos pasa como al ciego con el elefante, que si le tocamos una pata, decimos que es un tronco, si le tocamos la trompa, decimos que es una manguera, y si le tocamos las orejas, decimos que es un tapete de mesa, y luego nos quejamos de que el elefante nos ataque.

        Esa ramita, la podemos llamar como queramos, A. G., la llamó “Dios”, y Jung la llamó, el Inconsciente Colectivo. El nombre es lo de menos, lo importante es saber que está ahí, dentro de nosotros, y que la agarremos y salgamos del barro, a una vida mejor.

        • ana rodrigo

          Tu comentario, Isidoro, tan bien argumentado, lo firmo casi todo, excepto el último párrafo cuando dices: lo importante es saber que está ahí, dentro de nosotros, y que la  (refiriéndote al concepto Dios al inconsciente colectivo) agarremos y salgamos del barro, a una vida mejor.” Recuerdo en este momento a aquel Papa, creo que Juan Pablo II, cuando fue a Mauthausen que dijo algo así como ¿dónde estaba Dios” (espero no haberme equivocado); o cuando decimos, pidamos a Dios porque se termine la guerra, porque mi familiar recobre la salud, etc. O como propuso Francisco un día de ayuno y oración por el fin de la guerra. Y Dios ¿calla? ¿o no es lo que esperábamos de él?
           
          Según mi opinión, la mía, para el único ser pensante que conocemos (como dice Isidoro, quizá hayan extraterrestres), el ser humano, Dios es una hipótesis, mi cerebro, yo misma, puedo optar por aquello que depende de mi, en mi vida, la única de la que dispongo, (hay cosas como el lugar de nacimiento, la salud, y muchos etcéteras, que me vienen dadas no sé si por alguien o por ley natural), Si a Dios nadie lo ha visto, lo que nos han dicho son “cuentos” (sin querer ofender a nadie) algunos con final feliz y otros en el infierno, que se les han ocurrido a los hombres-varones.
           
          Así que “de puertas adentro”, en mi interior, después de tantos rompecabezas a lo largo de mi vida, he simplificado, y le doy sentido a mi vida por sí misma. Lo que queda fuera de mi razón, no tengo argumentos para negarlo pero tampoco me preocupa, ya se ha dicho todo, no lo habido, porque, repito, a Dios nadie lo ha visto, y sí lo que puede haber desde la intuición y la necesidad de que exista un dios, cada cultura, el suyo, y diferentes entre sí. Después vienen las apariciones de la Virgen con un rosario en la mano o éxtasis místicos ¿? o las llagas en las manos como las de Cristo, y cosas por el estilo
           

          Paz para cada una y cada uno, es mi deseo.

           
          Después de la muerte, mi cerebro, el resto de mi cuerpo, será el polvo del que nos decían y, supongo, que dicen los miércoles de ceniza, volveremos al polvo, porque no por mucho pensar o porque me lo hayan dicho otros que voy a seguir viviendo en no sé dónde, eso nadie lo sabe, no me preocupa en absoluto. Y punto. Me preocupo por vivir una vida con sentido en función de valores que están en mi mano “tangibles”.

        • oscar varela

          ¡Hola Isidoro!

          Gracias por responder a cuál sea la 5ª. pata del gato en tu “Escucharse así mismo” 18/10/2024, 13:11 pm.: Es una “RAMITA” – Te leo:

          Pero el gran Universo, que es mucho más listo que nosotros, ya lo tenía previsto, y nos ha dotado de una ramita a la que agarrarnos para salir del barro.
          Y esa “ramita”, es el sistema intuitivo que nos incita a mirar todo alrededor nuestro, con otra perspectiva distinta.

          Esa ramita, la podemos llamar como queramos,
          – A. G., la llamó “Dios”, y
          – Jung la llamó, el Inconsciente Colectivo.
          El nombre es lo de menos, lo importante es saber que está ahí, dentro de nosotros, y que la agarremos y salgamos del barro, a una vida mejor.”
          …………………………

          Por acá, Javier Milei se “Escucha a sí mismo” y dice tener “Las Fuerzas del Cielo”,
          que hará mierda a todo el que se le oponga.
          Que sea esa su Ramita, ÉL ESTÁ SEGURO.

          Sin negar que haya algunos más iluminados que otros (Legaut – Grothendieck) promovidos irresponsablemente por A.D., donde la irresponsabilidad consiste en la sinrazón, que es “de Manual” el que DESCONOCEN EL SISTEMA DE “CONTROL” propio a todo proceso.
          También vos nos entregás SIN CONTROL a un “GRAN UNIVERSO del que haces brotar tu RAMITA SALVADORA que para colmo, llamas INSTINTO.

          Pido un poco más de SERIEDAD a ambos y no el dejarnos colgados de una RAMITA SIN CONTROL.

          [El TAROT es más confiable que esa RAMITA]

          Gracias!

  • ...........................carmen

    Pues diría que este señor es un transteista.También tienen un buen lío cuando intentan definir lo indefinible. Por eso se recurre a la expresión El Gran Misterio.Ya te dije que los trasnsteístas no niegan la existencia de Dios. Lo que se cuestionan es, y vuelvo a tropezar con las palabras, no son mi fuerte, es ,  es que no sé qué decirte, lo prometo, la idea?  que muuuuchas personas puedan tener de Dios y como no lo pueden aceptar, porque su cabeza no los deja, pues se consideran ateos

    A lo mejor la palabra ateo cuadra, pero , encajaría la palabra atransateo, suponiendo que existiese?
    Quién dijo que la palabra es fuente de malentendidos? No puede haber nada más cierto y es que el zorro es muy listo.Y otra historia es como lo sienta o lo sueñe, o lo piense quien quiera que sea. Pues estaría bonico que cada cual no pudiera pensar lo que quisiera o contar lo que sueña.No sé si me explico.El transteismo no, y me la voy a ganar por esto, no es un movimiento en contra de Dios, sino que se plantea el tema de las religiones. No es lo mismo.  No lo es. Es que no lo es.

    No se puede utilizar el nombre de Dios en vano. No porque lo dijera o no Moisés, sino porque no se pueden cometer acciones que van contra la humanidad, en su nombre.
    Y esa es ‘ la parte social ‘ de ahora. Mucho más amplia. Al menos esa sensación tengo.

    Entiéndeme más allá de mis palabras. Por favor. Un abrazo