Es innegable que estamos viviendo una conjunción de crisis de todo orden. Son tantas que no necesitamos citarlas. En una palabra, estamos viviendo una situación de gran caos.
Hace ya muchos años, científicos provenientes de las ciencias de la vida y del universo comenzaron a trabajar con la categoría de caos. Este se presenta como destructivo de un orden dado y, escondido dentro del destructivo, como generativo de un nuevo orden que forcejea por nacer.
Sigamos esta trayectoria: inicialmente se pensaba que el universo era estático y regulado por leyes determinísticas. Hasta el propio Einstein comulgaba inicialmente con esta visión. Pero todo empezó a cambiar cuando un cosmólogo aficionado, Edwin Hubble, comprobó en 1924 que el universo no era estático sino que se encontraba en expansión y en ruta de fuga hacia una dirección indescifrable por nosotros. Más tarde, científicos percibieron una onda permanente y de bajísima intensidad que venía de todas partes. Sería el último eco del big bang ocurrido hace unos 13.700 millones de años. Aquí estaría el origen del universo.
En este contexto de la evolución que se muestra no lineal, pero que da saltos hacia arriba y hacia delante, el concepto de caos adquirió centralidad. El big bang habría producido un caos inconmensurable. La evolución habría surgido para poner orden en ese caos original, creando órdenes nuevos: la miríada de cuerpos celestes, las galaxias, las estrellas y los planetas.
El fenómeno del caos resultó de la observación de fenómenos aleatorios como la formación de las nubes y particularmente lo que se vino a llamar el efecto mariposa. Es decir: pequeñas modificaciones iniciales, como el batir de alas de una mariposa en Brasil, pueden provocar al final un efecto totalmente diferente, como una tempestad sobre Nueva York.
Esto es así porque todos los elementos están interligados, todo está relacionado con todo y puede complejizarse de forma sorprendente. Se ha constatado la creciente complejidad de todos los factores que están en la raíz de la emergencia de la vida y en órdenes de vida cada vez más altos (cf. J.Gleick, Caos: criação de uma nova ciência,1989).
El sentido es este: dentro del caos se esconden virtualidades de otro tipo de orden. Y viceversa, detrás del orden se esconden dimensiones de caos. Ilya Prigrone (1917-1993), premio Nóbel de Química en 1977, estudió particularmente las condiciones que permiten la emergencia de la vida a partir del caos.
Según este gran científico, siempre que exista un sistema abierto, siempre que haya una situación de caos, por tanto, fuera de equilibrio y se constate la conectividad entre las partes, se genera un nuevo orden (cf. Order out of Chaos,1984). En este caso, el nuevo orden emergente sería la vida o una forma nueva de organizar la sociedad.
Todavía según Ilya Prigogine, en el seno de la vida existen estructuras disipativas, en un doble sentido: ellas demandan mucha energía y así disipan esta energía en forma de residuos; por otro lado estas estructuras disipan la entropía y hacen de los residuos base para otras formas de vida. Nada se pierde. Todo se recompone y genera la posibilidad de nuevas formas de vida y eventualmente de nuevas sociedades. Y eso indefinidamente, como proceso de la evolución.
Tratemos de aplicar esta comprensión al destructivo caos actual. Nadie puede decir qué orden, escondido dentro de ese caos, puede surgir. Solo sabemos que, dadas ciertas condiciones sociohistóricas, puede irrumpir un orden diferente. ¿Quién podrá descifrarlo y superar así el caos destructivo?
Lo que podemos dar por cierto es que el actual orden caótico imperante en el mundo no ofrece ninguna ayuda para superar el caos. Al contrario, al llevarlo adelante, puede conducirnos a un camino sin retorno. El resultado final sería el abismo. Bien observaba Albert Einstein: “la idea que creó la crisis (diríamos el caos), no será la misma que nos sacará del ella; tenemos que cambiar”.
Cuando la humanidad se enfrenta a situaciones caóticas fundamentales que pueden amenazar su existencia –y creo que estamos dentro de ellas– no le queda más posibilidad que cambiar. Estimo que el camino mejor es consultar a nuestra propia naturaleza humana. Aunque contradictoria (sapiente y demente) ella se caracteriza por ser un proyecto infinito, cargado de potencialidades. Dentro de estas potencialidades se pueden identificar elementos de un orden diferente y mejor.
Este se fundará, necesariamente, en una nueva relación con la naturaleza, afectuosa y respetuosa, sintiéndonos parte de ella; en el amor que forma parte de nuestro ADN; en la solidaridad que permitió el salto de la animalidad a la humanidad; en la fraternidad universal, basada en el mismo código genético presente en todos los seres vivos; en el cultivo del mundo del espíritu que pertenece también a la esencia del ser humano. Este nos vuelve cooperativos y compasivos y nos revela que somos un nudo de relaciones en todas las direcciones incluso hacia Aquel Ser que hace ser a todos los seres. Así saldríamos del caos destructivo rumbo al caos generativo.
Estos, entre otros muchos no mencionados, serían algunos de los elementos que podrían fundar un nuevo orden y forma de habitar amigablemente el planeta Tierra, considerado como Casa Común, incluida la naturaleza. Y así estaríamos salvados, por haber superado el caos destructivo rumbo a un caos generativo con otro horizonte de vida y de futuro civilizatorio.
*Leonardo Boff es ecoteólogo y filósofo y ha escrito Cuidar de la Casa Común: pistas para posponer el fin del mundo, Vozes 2024.
Traducción de María José Gavito Milano
Felicidades María Luisa.Que digo que no sabía eso de Luis Gonzaga. Las cabezas…uf, las cabeeeezas. Y sigo , con el señor este matemático. Me encantan las matemáticas. Al menos una parte de ellas. Pero eso nada tiene que ver con el campo de la espiritualidad, si es que está bien expresado.Da igual lo que seas, pintor, escritor, ingeniera, abogada, químico, físico, maestra, filósofa, sacerdote, matemática, Papa, monja, ama de casa…nada tiene que ver, todo lo relacionado con la espiritualidad no tiene que ver con tu profesión. Eso va en un hilo común que todos los seres humanos tenemos, precisamente por ser seres humanos y por ello tenemos capacidad de reflexión. Es lo más grande que nos ha dado la vida.Quiero decir que me impresiona en absoluto lo que piense una persona por la profesión que tenga. Es que acaso solamente los que consideramos ‘ inteligentes’ se pueden hacer determinados planteamientos o pueden tener más razón en este tipo de cosas? Nos da seguridad? Por qué? No lo entiendo.Este señor se plantea una serie de cosas y cuenta que ha tenido una serie de vivencias. Pero no tiene que ver con su profesión.
El tema de la ciencia es otro tema. Y lo único que se le puede pedir a una religión es que no trate de romper la cabeza de sus , fieles? Y ya está.No sé. No entiendo bien. Comprendo perfectamente que guste lo que piensa, lo que dice. Por supuesto que lo entiendo. A mí me gusta la forma de pensar de Einstein, pero no porque sea un físico teórico de primer orden. No. Porque me identifico con esa forma de pensar. Y luego están los teólogos. Ese sí es su campo. Los demás, opinamos, contamos nuestras historias… no se si logro explicarlo bien.
Pero la matemática.es un constructo humano.. Dios también lo es?
Los números imaginarios, que no sé por qué se les llama así, nunca lo entendí. A lo mejor es por lo que usted dice, pero hay que ver la cantidad de problemas que resuelve y muy básicos.
Dios entonces también se construyó para solucionar problemas?Existirá el concepto de Dios en otras culturas que no sean terrestres, suponiendo que las haya? O sencillamente es algo semejante al número i.? Una construcción de nuestra inteligencia?
Me encanta lo que ha dicho. Me ha hecho pensar.
He leído estos últimos comentarios en los que se debate el pensamiento de A. Grothendieck y aunque es un autor por mí desconocido, entre la referencia que me proporcionan estos escritos y su afinidad con Légaut a quien sí leí durante mucho tiempo, pues sí creo puedo aventurarme a decir algo. La confusión en estos temas suele provenir de una identificación entre “realidad y existencia” y creo que ahí radica el meollo de la cuestión que Isidoro aprovecha para hacer su crítica.-
-Realidad y existencia no son conceptos unívocos. Existencia es un vocablo que aparece dentro del paradigma de la creación, antes del cual para los griegos la preocupación residía no por las cosas existentes que ya habían, sino por el por qué de su propio surgimiento, es decir, su propio estar en evolución. Me he detenido a exponer esta idea habiéndome ya ayer interesado mucho el artículo “El Medio divino” pero lo que acabo de decir guarda mucha relación con ese libro de T. de Chardin que leí hace bastantes años. Hablando en términos filosóficos, la experiencia que vivió A. Grothendieck la cual está al alcance de todo ser humano, no es otra que la de sentirnos “estar” en “medio” de las cosas, pero no en cuanto tales, sino en tanto reales. No en cuanto “son” existen, (teología ontológica) sino en tanto dan de sí (conocimiento metafísicamente responsable). Desde este punto de vista, la crítica racionalista que lleva a cabo Isidoro se cae por los suelos (ya se me disculpara)
En las matemáticas, existe tal escenario. Por ejemplo, existen los llamados números imaginarios. También existen los números reales. Un tipo de número que no existe es un recíproco de 0. Aquí, podemos ver la distinción entre la existencia y la realidad. Los números reales son números cuyas definiciones tienen una interpretación física que podemos observar en el universo. Los números imaginarios, por lo contrario, se puede debatir que ese no es el caso, pero tenemos una noción de que existen porque obedecen a las reglas de la lógica y sí tienen una relación a los números reales que los hacen útil, y por tanto, hacen sentido como una entidad matemática.
Descartes rechaza todo aquello de lo que puede legítimamente dudar la “duda cartesiana”, pero de lo que no puede dudar es de que, al pensar que todo es falso, hay alguien que lo está pensando cogito ergo sum.
Estaba completamente segura, David, de que al respecto dirías algo, lo acabo de leer, reflexionaré sobre ello, pues no quiero precipitarme y ver ahí pensamientos coincidentes…Muchas gracias!
En efecto, David, te he seguido y tu planteamiento explica muy bien lo expuesto en mi comentario, solo que yo en ocasiones para darme a entender saco a colación el teorema de la incompletitud de Gödel. No obstante tu exposición distintiva sobre los números es muy clarificadora.-
– Lo de Descartes también es un buen referente para este tema, sin embargo, su duda la hace derivar no sobre la realidad sino sobre la verdad y en este sentido, al final, lo dudable de su pensamiento recobra de nuevo carácter teológico -ontológico. Un saludo cordial y lleno de agradecimiento!
Buenos días, María Luisa!
Ayer fue tu santo y no te felicitamos a coro, como merecías. Puede que este santito jesuita, que no miraba a su madre porque era demasido guapa y le entreban tentaciones, no tenga demasiadas simpatías hoy. Supongo que a ti tampoco te sirve de “patrono”. Ya nos dirás cuándo es tu cumple, aunque de mayor ya no da tanto gusto…
Me alegro de que entre David en las cuestiones de conocimiento que tienen que tienen que ver con AG y Légaut. Si yo quisiera hoy contestarte me enrollarría demasiado. Pero te digo que son mis dos acompañantes en esta soledad de la ancianidad. Al principio fue un picotear en su vida y sus obras (en la de Alexandre, que cada vez me hace ver más la profundidad del Légaut que creía conocer del todo). Ahora repaso una y otra vez los textos de ambos, que son testimonios del itinerario que reflejan bien sus exiistencias, en su mundo real, pero abiertas a la comprensión de lo universal y trascendente del ser humano.
¿Se me concederá aún tiempo de acabar con una edición introducida y comentada en español? ¡Ojalá otros más jóvenes y dotados acometan esta tarea!
¡Muchas gracias, Antonio, por acordarte! Me ha hecho mucha ilusión y desde luego aquellos eran otros tiempos los que a san Luis le hacían escribir a su madre aquellas cosas. Que por cierto mi hija sí que me envió esa carta…no pudo venir por el tráfico estos días en carretera y los estamos pasando un poco tristemente por la muerte reciente de mi yerno. En fin pasé gran parte del día leyéndoos a todos y con ganas de intervenir, sepas que te comprendo muy bien en esta afinidad tuya por estos dos grandes pensadores, ya has visto que es así en las pocas líneas que he escrito esta mañana.
Un abrazo!
Yo María Luisa, también quiero felicitarte por tu Santo.
¡Oh, David, muchas gracias, también, un fuerte abrazo!
Querida María Luisa, con un día de retraso, te envío mi felicitación y mi cariño. . Un fuerte abrazo
También a vosotras querida Ana y Carmen os agradezco el haberos acordado de mí en este día y aprovecho aquí mismo para decirle a Antonio que ahora de mayor me he vuelto un poco coqueta, reservándome eso de la edad, je, je, …
¡Muy agradecida y abrazos a las dos!!
Un comentario a los publicados aquí por Isidoro:
[Perdonad que este comentario, con el texto citado, más largo de lo que suelo recomendar. No tengo tiempo para hacerlo más breve. AD]
Tengo la sensación de no haber contestado suficientemente a muchos de los recientes comentarios de Isidoro. Espero que él haya comprendido que no haya sido por desatención. Los he leído todos con atención y me han interpelando muchos a fondo, no solo en mis creencias o posicionamientos ideológicos, sino en mis convicciones y fe más íntimas. Pero me he contenido al deseo de llamarle y discutirlo por teléfono, como he hecho otras veces. Lo expresado en público debe ser contestado en público.
Hoy has hablado de Alexander Grothendieck y has concluido que él y todos los que creemos que Dios se comunica como persona en lo más recóndito de nuestra psique, somos víctimas de una hibris, pues nos atrevemos a pensar que, a pesar de nuestra infinita pequeñez somos capaces de relacionarnos personalmente con la inteligencia que puso en marcha el proceso de evolución del Cosmos. Pues si, nos sentimos cocreadores con Él, tan importantes y responsables como para haber recibido de Él una misión personal y única. Pero esto para nada es hibris, sino fe en un Dios creador de todo y de cada uno que nos hace libres y creadores de nuestra vida y de la historia que nos acompaña, pues podemos incluso ponernos orejeras, incluso las de último grito de moda, para rechazar esa auténtica presencia del creador actuando en nosotros.
Pensaba haberte seleccionado algún texto breve de cómo Alexander en noviembre de 1986 dio el paso de reconocer que era Dios en persona quien se comunicaba con él en lo más profundo de su alma. Y analiza todo lo absurdo que le parecía el paso desde el deísmo (Inteligencia creadora en el inicio, sin nada que ser con su existencia personal) en que llevaba 42 años tranquilamente instalado, a una fe personal o mejor a un conocimiento, un saber, de algo real, sin capacidad de interpretarlo como engaño o ilusión. Mira tú mismo el capítulo II de La Llave: Dios es el soñador. Pero te añado directamente aquí dos páginas seleccionadas de lo que he leído hoy mismo en ese mismo libro, que acaba con una referencia a lo que Marcel Légaut le ayudó para seguir esa búsqueda propias, totalmente independiente de cualquier influjo re religión establecida.
De Alexander Grothendieck en La llave de los Sueños
40. El Sentido – o el Ojo
(14 y 15 de julio 1987) … Durante los pasados cuatro siglos, la ciencia se ha desarrollado en reacción contra el asfixiante dominio de las Iglesias sobre el pensamiento humano, haciendo profesión de ignorar o de negar la dimensión espiritual de los seres y de las cosas – la única dimensión que les da un sentido. Se ha constituido en una Nueva Iglesia, tan llena de suficiencia y aún más ciega y a menudo más criminal que las Iglesias que tan radicalmente ha suplantado. Durante estas últimas generaciones, ese espíritu ha terminado por llevar a la vida humana hacia un sin sentido más y más delirante, débil y demencial a la vez. La humanidad entera está a punto de hundirse en él a ojos ciegas, devastadora y devastada, dejando tras de sí bajo las chillonas luces de neón, en lugar del paraíso terrestre que le fue confiado, un planeta–basurero destripado, apestado y muerto.
Sin embargo sé que el Universo es algo más que un mecanismo imbricado, que en el planeta tierra desgraciadamente se hubiera embalado; incluso algo más que el ciego impulso de Eros en celo que busca satisfacción sin preocuparse de si crea o si aplasta y destruye. Más allá del azar, de los mecanismos, de los impulsos, el Universo es Espíritu. En él se manifiesta en todas partes y en todo tiempo, secretamente e incansablemente, una libertad creadora y clarividente, un misterioso propósito, una discreta y paciente intención. Él es Sentido – un sentido tan indeciblemente rico, tan libre en su movimiento sin fin y tan intemporal en su inmutable esencia, tan delicado y secreto – como una voz que murmura en la sombra, como un soplo imperceptible que pasa, como una tímida chispa que surge en la espesa noche –…
41. La visión
…
En mi caminar, ahora llego al punto en que esa profundización de un “Sentido”, para que prosiga y dé todos sus frutos, necesita expresarse por un trabajo de investigación consciente, con ayuda del poderoso medio de la escritura. Siento en mí la llamada a dejar crecer y desplegarse una visión del “Todo”, por limitada y parcial que sea, a la medida de mis medios (tal y como son ahora, y como surgirán y se desplegarán mediante el trabajo mismo…), y bajo la luz particular que me proporciona mi propia existencia. Una visión del Mundo y de su historia, y del Sentido que para mí se desprende, a partir de lo que conozco y de lo que no dejaré de aprender al caminar. Incluso este libro que estoy escribiendo en respuesta a la experiencia aún fresca de la acción de Dios en mí, libro que voy descubriendo al escribirlo, desde ahora me parece como el principio y el saque de centro de ese trabajo de amplia envergadura, seguramente digno de consagrarle toda una vida.
…
Para captar ese Designio, esa misteriosa Presencia, los famosos “datos científicos” (de los que algunos están tan orgullosos) me parecen de bien magra ayuda. No es la ciencia humana, tal y como se practica en nuestros días, la que podría aclararnos verdaderamente los Designios de Dios, que se expresan en un plano muy distinto y la trascienden infinitamente. Más bien es a la inversa: la apertura del espíritu a la dimensión espiritual que impregna todas las cosas, incluyendo las que la ciencia se ha (a menudo tan mal) dedicado a sondear (cuando no las fracturaba), y la humildad ante la maravilla de la Creación, tanto en lo conocible como en lo Incognoscible, y también una firme voluntad de colaborar en los Designios de Dios aunque permanezcan misteriosos– he ahí las cualidades espirituales, hoy rechazadas y despreciadas, que nos harán encontrar la vía hacia la ciencia de mañana. Ésta, más por el espíritu que animará el trabajo del científico y su relación con sus colegas, con sus alumnos y con la comunidad científica, que por los temas, que también se renovarán profundamente por ese mismo cambio de espíritu,, se parecerá muy poco a la ciencia delirante y verdaderamente sub-humana de hoy en día…
Para alimentar mi propia búsqueda de una visión de conjunto del Mundo que me dé cuenta de un Sentido, que me permita seguir en él los arcanos de un Designio coherente, desde ahora mi olfato me señala como esenciales las siguientes tres grandes fuentes:
1) Mi experiencia de mi propia psique, y la de la acción de Dios en mí. En ella ocupan un lugar crucial mis sueños, y entre éstos, los sueños metafísicos y los sueños proféticos que me han llegado desde enero hasta marzo de este año, verdadera mina de revelaciones personales con la que Dios me ha favorecido.
2) El testimonio de otros seres para los que el conocimiento de sí, o la profundización espiritual (vivida a menudo como la progresión de una relación viva con Dios actuando en su ser), ha sido el centro de su vida. Los únicos que conozco son los místicos del pasado y del presente. En la mayoría, pero no en todos, su relación con Dios se sitúa en el marco conceptual y afectivo de una religión particular y está más o menos fuertemente impregnada y (me parece) a menudo en cierta medida falseada, por ese marco y por el ambiente particular de su medio (a menudo un medio religioso) y de su tiempo.
3) La historia de las religiones y de las creencias desde los orígenes hasta nuestros días, y lo que nos es conocido de los grandes Innovadores espirituales de la humanidad. Entre estos, me parece que Jesús tiene un lugar totalmente aparte, y esto más por su vida y por su muerte, que por lo que nos ha llegado de su mensaje.
A decir verdad, bien me daba cuenta de que el sentido profundo de esa vida y sobre todo de esa muerte, y el alma de su mensaje, se me escapaban. Por otra parte nunca me sentí incitado a confrontarme seriamente con ellos, antes del “viraje religioso” que mi vida ha dado últimamente. Los libros de Marcel Légaut, y muy particularmente su libro sobre la Comprensión del cristianismo, acaban de aportarme providencialmente una clave irremplazable para la comprensión que me faltaba. Tanto por el testimonio de una vida auténticamente religiosa, vivida en la fidelidad a sí mismo y a su misión, como por su pensamiento vigoroso y profundo, que se inspira en la extraordinaria obra espiritual del mismo Jesús más allá de aquello en que dos mil años de tradición doctrinal lo han petrificado, su obra me aparece como una llamada de una calidad de presencia y de un alcance únicos en nuestro tiempo. Si hay una voz que tenga calidad para reanimar la vida de un cristianismo moribundo y hacerle reencontrar la fuente escondida de su creatividad espiritual, seguramente es la que nos interpela a través de esa obra intensa y sin complacencias, rigurosa en su itinerario y visionaria en su inspiración. Si hay una nueva levadura para subir una masa endurecida y de una pesadez inmensa, ahí está. Una levadura de calidad a la medida de la amplitud, no sólo de la crisis del cristianismo, sino de la crisis sin precedentes que afronta sin verla la humanidad entera.
Por mi parte, en el trabajo que actualmente veo ante mí y entre todas las aportaciones externas que entreveo para la eclosión de una visión que aún se busca, esa obra y ese testimonio me aparecen como la fuente de inspiración más rica y más fecunda, la que me parece corresponder más íntimamente a mis propios interrogantes y a las necesidades espirituales de nuestro tiempo.
Amigo Antonio D., no te quedes en las ramas de lo de la supuesta “hibris” del teísmo y el contacto directo. Lo verdaderamente mollar del asunto, está en el fenómeno, comúnmente admitido, de que esa “comunicación” de “lo que sea”, con la mente humana, da como resultado, una disparidad global en las ideas transmitidas, en todas las personas.
Da la sensación, de que a cada uno le dice lo que quiere escuchar. Y eso parece poco serio, a no ser que se produzca ese fenómeno, por una causa “razonable”.
Ese fenómeno, está explicado en el evangelio de Juan (16,13), hay una frase enigmática que supuestamente dice Jesús: “Cuando venga el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa, pero no hablará por su cuenta, sino que hablará de lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir”.
¿Cuál puede ser la explicación a fenómeno tan “raro”?. Yo creo haberlo descubierto, y ya lo he explicado bastantes veces.
El lenguaje del inconsciente no es lingüístico, sino imaginal, por imágenes primordiales, que son los arquetipos.
Pero nosotros pensamos y nos expresamos lingüísticamente, mediante nuestra mente racional, y utilizando el almacén de conocimientos y categorías que componen nuestra cosmovisión cultural.
Por eso, automáticamente, la mente racional, traduce las imágenes surgidas del inconsciente, a lenguaje racional, con las categorías culturales de cada uno,… y los errores culturales cognitivos, y con la falta de categorías adecuadas que podamos arrastrar cada uno.
Los sueños, son un ejemplo claro del tema. Los sueños, emergen del inconsciente en forma de imágenes. Pero luego, la verdadera “revelación”, como dicen los judíos, no está en el sueño en sí, sino en la interpretación que surge de la mente racional.
Ese es el mayor inconveniente que le veo yo al teísmo, y a la idea de la voz en directo del mismo Dios. Que al final, no es tal, sino que dicha voz, se mezcla en nuestra mente racional, con todos los sesgos mentales y las creencias y prejuicios que arrastramos culturalmente.
Con lo que hay que “relativizar” muy mucho dicha voz de Dios. Pero resulta un poco duro, si estamos convencidos de haber oído la voz del mismo Dios en persona, dejar un poco su mensaje entre paréntesis.
Hola, David!
Ya te he dado la bienvenida a Atrio, he agradecido tus comentarios y, sobre todo, las referencias a Alexander Grothendieck, a quien yo descubrí hace cinco años y que desde entonces, a través de sus escritos, es la persona que más me ayuda a conocerme a mí mismo y al mundo, no con pensamientos de otros estructurados en teorías sino a través de las experiencias propias, surgidas desde mi interior más profundo o con el testimonio de vivencias de otros.
Ya ves que soy más enrevesado y confuso que tú al querer comunicarme. Por eso espero mucho de que nos acompañes y nos ofrezcas materiales y síntesis de Alexander e insights propios.
He seguido todo el enlace que propones de lectura de AG. Lo he podido seguir en Francés y lo recomiendo a todos. https://www.youtube.com/watch?v=05X_TQoPRSQ
Después he visto que hay subtítulos automáticos y posible traducción al español, lo cual puede ayudar a alguien.
El libro “Cosechas y siembras” lo leí en la versión española privada de Navarro-Cardona. Después he comprado la obra entera publicada por Gallimard, que es la que ahora consulto. Aunque mi interés va más a La Clef de Songs, de la que podrás ver varios textos selecionados en ATRIO. Para hoy o mañana estoy preparando uno…
Antonio, sí, coincido contigo, mi identificación con LA CLEF DES SONGES es casi absoluta desde sus primeras palabras, es un libro de referencia para mi.
“El primer sueño de mi vida cuyo mensaje sondeé y comprendí, enseguida transformó profundamente el curso de mi vida. Aquel momento fue vivido, verdaderamente, como una renovación profunda, como un nuevo nacimiento. Con la perspectiva que da el tiempo, ahora diría que fue el momento del reencuentro con mi “alma”, de la que vivía separado desde los días ahogados en el olvido de mi primera infancia. Hasta ese momento había vivido en la ignorancia de que tenía un “alma”, que en mí había otro yo mismo, silencioso y casi invisible, y sin embargo vivo y vigoroso – alguien bien distinto del que constantemente ocupaba en mí el primer plano de la escena, el único al cual veía y con el que seguía identificándome, me gustase o no: “el Patrón”, el “yo”. Aquél que conocía no ya demasiado, sino hasta la saciedad. Pero aquel día fue un día de reencuentros con el Otro, dado por muerto y enterrado “durante toda una vida” – con el niño que hay en mí ….“.
Estaré encantado de acompañaros y, en lo que pueda, hablar, comentar e introducir materiales de debate de nuestro querido Alexander Grothendieck, que el bien que nos hacen sus escritos llegue a todos.
Quisiera comentar algo sobre las interpretaciones de A. Grothendieck, y muchos de sus lectores, sobre la “voz” del “espíritu interior”.
Debido al teísmo cultural, tan arraigado en nuestra cultura religiosa, tendemos a personalizar en “Dios-personal”, las “voces interiores extrañas” que a veces oímos o soñamos.
Pero si lo pensamos un poco, es un gran exceso de hibris, y soberbia personal, pensar que nada menos que el gran Dios del Universo, se va a poner a “conversar”, con cada minúsculo ser, con una inteligencia más minúscula aún.
Hoy día, que ya disponemos de “asistentes de voz inteligentes”, para cambiar de canal de tv, o para dirigirnos a una dirección dada, deberíamos pensar, (según la navaja de Ockham), que posiblemente el Gran Algoritmo que rige el Universo, se comunique con nosotros, mediante un dispositivo oportuno ad hoc, que en nuestro caso debe ser neuronal.
Pero esto del teísmo, y de la “gracia” divina directa, no es una mera cuestión de ideas abstractas, que cada uno piensa lo que quiera, sin más. Porque cuando en una ecuación metemos a Dios en persona, automáticamente, lo absolutizamos todo, y su interpretación y recepción, cambia radicalmente.
Si yo me convenzo de que me está halando Dios en persona, automáticamente me pongo en posición de. “Palabra de Dios, te alabamos Señor”. No hay otra, que escuchar, y obedecer.
Ahora bien, si contemplamos el fenómeno, como un fenómeno psicológico de nuestra mente, (aunque propiciado indirectamente por el Universo, a través de sus leyes evolutivas emergentes), entonces, relativizamos nuestra interpretación, y empezamos a preocuparnos por aprender las normas de funcionamiento de dicho fenómeno psicológico, que son mucho mas complejas, del simple escuchar y obedecer.
El “espíritu” personal, es un maravilloso instrumento de sabiduría personal, con que nos ha dotado el Universo, (y para los creyentes, Dios, tras él), pero necesitamos saber muy bien, cómo funciona y su verdadera naturaleza interior.
Para un creyente, teológicamente, el uso del espíritu, entra dentro de la teología de la “gracia” de Dios, que es mucho más compleja que el simple escuchar y obedecer.
Una teología que debe estar iluminada por la Ciencia en todo momento. Y aquí entra el “inconsciente colectivo”, ese depósito de sabiduría, en nuestra naturaleza, que nos hace humanos, que aunque con errores iniciales, fue “señalado” por primera vez, por Jung.
El “espíritu personal”, es un fondo impersonal o transpersonal del individuo, que es un fractal similar del fondo de sabiduría del Universo.
El “espíritu”, o “Sí-Mismo” psicológico, no puede ocupar nunca el puesto ni el lugar de DIOS, sino puede ser un receptáculo para la gracia divina”. “Dios actúa siempre según la Naturaleza”. Y hay que aprender bien las leyes de la naturaleza para saber comprenderlo y utilizarlo bien.
La espiritualidad es comprendida por la psicología como un recurso humano que se relaciona directamente con la construcción de sentido vital, como un elemento que ayuda a tener mayor conciencia de sí. La psicología se basa en la ciencia y la investigación empírica, mientras que la espiritualidad abarca creencias trascendentales y experiencias intrínsecas. Y sí comprender mejor el encuentro con Dios buscando la ayuda del conocimiento científico y de la psicología es positivo para que esa relación sea lo menos confusa posible, para ello es crucial el discernimiento; porque no todo lo que parece relación con Dios lo es, si tenemos robustez de conciencia, de pensamiento, de afectividad, de voluntad, tendremos suficiente libertad para encarar una relación saludable con Dios que posibilite la trascendencia. La psicología termina cuando se encuentra con la fe, la espiritualidad surge cuando el ser humano se relaciona con lo trascendente. Para entender el pensamiento y las experiencias de Grothendieck hay que llegar a ese estado de transcendencia.
Las fronteras entre la Ciencia y la fe, se van ampliando, según la Ciencia avanza en sus conocimientos. Y eso mismo pasa entre la Psicología (Ciencia), y la Fe, (creencias religiosas).
La Psicología avanza, ya acepta el instinto universal de “trascendencia”, que según Goldberg, es uno de los cinco rasgos básicos que tenemos mas o menos desarrollados en nuestra personalidad.
La “Apertura a la experiencia”, implica seis facetas o dimensiones, incluyendo la imaginación activa (fantasía), la sensibilidad estética, la atención a los propios sentimientos, la preferencia por la variedad, y la curiosidad intelectual.
Lo que se resume en una apertura del espíritu a cosas grandes, que es lo que en la Edad Media, se denominaba como la espiritualidad como dice Manuel Fraijó. Una espiritualidad laica, de poeta o artista. Ser espiritual laico o “trascendente”, significa hacer referencia a un ejercicio de reflexión que fomenta la búsqueda de la verdad, el conocimiento de uno mismo, los actos justos y el desarrollo del propio potencial.
De esa manera, la espiritualidad, ya ha caído en el ámbito de la Ciencia psicológica. Y así, se distingue entre espiritualidad laica “trascendente”, y la espiritualidad religiosa, que trata de la relación con la supuesta “Trascendencia” teísta, que es un paso adicional, que se puede dar o no dar.
Según Tillich: El término “espiritual”, (con e minúscula), debe distinguirse claramente de “Espiritual”, (con E mayúscula). Este último hace referencia a las actividades del Espíritu divino en el hombre; el primero, a la naturaleza dinámico-creadora de la vida personal y comunitaria del hombre.
Y existe una rama cada vez más amplia de la Psicología, que estudia este tema, que es la Psicología Transpersonal, (donde aquí “trans” significa “más allá de” lo personal), que nació en los sesenta-setenta, tras el psicólogo humanista Abraham Maslow.
Y los conocimientos que aporta la P. T. son válidos tanto para escépticos, como para creyentes. Los escépticos pensarán que el Universo, nos ha dotado evolutivamente de unas funciones mentales superiores, y el creyente, creerá que detrás de esta emergencia evolutiva, está Dios, que a su vez está detrás del Universo.
Hablaba esta mañana de una nueva teología de la gracia, en los tiempos modernos, y esa nueva teología, ya existe y es justamente la Psicología Transpersonal, que estudia los mecanismos con que funcionan los fenómenos intuitivos, (espirituales en suma), que afloran en nuestra mente.
Decía Marcel Legaut: “En estos tiempos en que se han cuestionado todos los valores que en el pasado permitieron dar sentido a la vida, el hombre no tiene tarea más urgente que la búsqueda de un terreno firme donde asentar sus pasos.
(…) No cabe duda de que, el hombre, para poder usar esta base de discernimiento y decisión, ha de encontrarla, en definitiva, en sí mismo. Le es necesario si no quiere ser sólo movido y pasivo.
Todo lo que puede vivir humanamente, compete a su inteligencia a fin de ser comprendido, y a su sentido crítico a fin de ser aceptado en la honestidad del espíritu.
De no ser así, sólo es capaz de una espontaneidad y sinceridad que, aunque no se presenten como etapas sucesivas, no son más que imitaciones fraudulentas de la autenticidad: sus raíces en él son demasiado poco profundas”.
La psicologia transpersonal instiga la unidad sujeto-objeto, no la dualidad mente-cuerpo, pues indica que la dualidad hecha a perder la unidad. En ningún momento se refiere a la transcendencia, a salirse de lo extrictamente humano, busca el equilibrio entre el individuo y sus necesidades sociales ordinarias sin el uso de coordenadas espirituales. Su objeto es híper personal pues estudia las conexiones vitales entre el individuo y la sociedad, y la elaboración psíquica de esa relación. Maslow enfatiza el cómo, el qué y el para qué como medio para acceder a la vivencia de la persona, este método lleva al conocimiento personal, al conocimiento de su vida.
La terapia traspersonal sí es de ayuda para que el paciente aprenda a dirigir la mirada interior, incrementando el autoconocimiento y la consciencia de sus propios patrones mentales y emocionales, estableciendo un o nivel de equilibrio emocional, el terapeuta transpersonal guía en el proceso de apertura de esas dimensiones interiores.
“No eres una criatura humana en una aventura espiritual, sino una criatura espiritual en una aventura humana“. Chardin.
Amigo “David”. Vengo observando el tono de tus comentarios, y todos tienen en común, que son enciclopédicos, sin errores y también, y perdona que te lo diga, muy teóricos, monocordes, académicos y por otra parte bastante “clásicos”.
Perdona la indiscreción: ¿Usas un Chat Gpt?. Porque si no lo usas, lo parece a mil kilómetros.
No me importaría nada el experimento, si fuese así. Pero te agradecería sinceridad. ¿Por qué no nos cuentas algo personal de tu vida?. Perdona mi curiosidad, y gracias.
No, no uso ese método, gracias por la información pues lo desconocía. Cada persona tiene una forma de expresarse y comunicarse, no lo considero opinable. Lo importante es el contenido no la forma. Hablar sobre mi es algo intranscendental y nada interesante para las cuestiones que estamos tratando.
Para satisfacer su curiosidad, y por no ser descortés, le diré que soy un buscador de la belleza de nuestro mundo, de encontrar donde se escode, de intentar entenderlo mejor. Como Grothendieck mi vida puede resumirse en ese vaivén pendular entre lo particular y lo universal, lo concreto y lo abstracto, lo obstruido y lo transitable, lo singular y lo suave, lo diabólico y lo angélico. Un buscador que quiere entender, que busca la paz, que prima el mundo interior. Lo demás es intrascendente, es circunstancial.
ATRIO: LUGAR DE ENCUENTRO
Estimo que eso le ha ocurrido
recientemente
a Antonio Duato con David.
y eso es bueno, muy bueno.
[Perdona, David. Por mal funcionamiento de los automatismos del sistema e invasión de spam, fue suprimido este comentario sin quererlo. No te desanimes, que son muy buenos los dos publicados esta mañana. Te necesitamos aquí. AD]
Un texto más de Boff, que dentro de su giro ecológico, después de cierto agotamiento de la Teología de la Liberación, mezcla teología y ecología con dos bases fundamentales: la pobreza y el ecocidio, es decir la destrucción de las condiciones de reproducción de la vida y el aumento de la pobreza. Influenciado en parte por el Cristo Cómico de Chardin, convierte su“ecoteología” de la liberación en una denuncia ante la crisis ambiental y la civilizatoria. Más allá del entramado que conjuga distintos niveles de análisis, se queda más en un conjunto teórico y político, con pequeños detalles filosóficos, biográficos e históricos. Pero ¿existe esa apocalíptica crisis civilizatoria que se cierne sobre nuestro tiempo?. Las creencias apocalípticas siempre han formado parte de la tradición cristiana, en esta ocasión con matices, pero en el fondo, aunque se quiera dar una orientación hacia un cambio, hacia nuevos ordenes de vida y de una nueva organización del hombre con su entorno, con un mundo alternativo, no deja de ser una teoría tan vieja como el propio mundo.
El Antropoceno del que se habla desde las ciencias sociales y en sectores del activismo ecologista es el período geológico en el cual el principal factor de cambio y transformación en la Tierra sería el humano. Está claro que se deben cambiar sistemas sociales y ecológicos para soportar las perturbaciones y agresiones que están sufriendo. Pero más allá de diversos imaginarios sociales sobre colapsos y apocalipsis, la realidad es que existen efectos concretos en los marcos de convivencia social, en los ciclos de lluvia y períodos secos, en las migraciones, en la producción y distribución de alimentos, en la pérdida de los últimos refugios ecológicos, en la conflictividad social y geopolítica por los recursos indispensables para la vida.
Estamos viviendo en contra de nuestra biología, la cronopatía es un problema cada vez más grave porque nos condiciona y nos empuja a vivir frenéticamente, a relacionarnos frugal y rápidamente y a consumir de forma compulsiva. Es el cortoplacismo gratificante como único objetivo.
Como hace Boff, reivindicar a Chardin, y de alguna manera a Vernadski, a su cosmovisión en la cual el universo es una continua evolución desde las distintas etapas que se han sucedido desde la vida inorgánica (geosfera) hacia la aparición de la vida (biosfera) y más adelante a la aparición del pensamiento lógico-racional (noosfera). Para él estaríamos en la última fase evolutiva que eleva al ser humano hacia lo espiritual, hacía la Cristosfera. Una fase evolutiva donde profundizar en nuestras raíces humanas, en ser más humanos, ahí entraríamos en el pensamiento más eco cientifico de Grothendieck.
Llevas un día publicando excelentes y abreviados comentarios, con los que estoy siempre de acuerdo.
Ya te he expresado mi alegría por esta sorpresa, que empezó con borrado inicial que veo no te ha desanimado.
Pero la referencia que en este haces a Grothendieck me ha llegado al alma. Y te quiero preguntar de dóonde te ha venido el cnocimiento de esta extraordinaria persona que para mí está a punto de descubrirse. Sus matemáticas están alimentando la ciencia más puntera de la Inteligencia Artificial por los instrumentos de superabstracción que proporciona teoría de los topos (eso no logro entenderlo). Pero también es puntero en el conocimiento del hombre y de la presencia en su alma de Dios.
En un principio leí sus teorías sobre las bases de la Geometría Algebraica, la teoría de Categorías: los funtores y las aplicaciones naturales, homología y cohomología, la unificación de las ramas más diversas de las matemáticas: el álgebra, la topología y la geometría, analizadas en su conjunto y no solo a través de las partes que los componen, para la física mucho más holístico que la teoría de la Relatividad.
Después su biografía, y la de sus padres, realmente apasionante, sus coincidencias con autores que también me interesan: Légaut, Whitman, su compromiso social y político con ecologistas y anarquistas, siempre desde el punto de vista de la no violencia, su compromiso ético con la ciencia exento de protagonismo y de prebendas, su retiro en donde fruto de la reflexión suscita y provoca un renacimiento de la vida interior, el zen, es tan atrayente su camino espiritual como sus logros científicos.
Sus numerosos sueños saca sus conclusiones sobre Dios, el sentido de la vida y la evolución de la humanidad, sueños proféticos que le anuncian una gran mutación de la especie humana, los más catastróficos quizá pudieran asemejarse a lo que anuncia, en menor medida, Boff.
Coincido con Grothendieck en que el encuentro espiritual con Dios se encuentra en la intimidad fuera de cualquier grupo o secta religiosa, algo que expresa muy bien Légaut en L’accomplissement humain.
Le sigo leyendo, y es uno de mis autores de referencia.
Un libro ainteresante de Grothendieck es Récoltes et semailles, su visión de la ecología, de la cruel agresión hacia la naturaleza, de lo despiadado que podemos ser que se manifiesta de igual manera en la forma de actuar de unos humanos contra otros, sobre todo en el ámbito científico. El pasaje del Campo de Cerezos es muy significativo, la belleza cercenada por no ser productiva. También la crítica a los valores que imperan en la realidad económica y en el mundo científico, que aparece siempre acompañada de una defensa de los ideales pacifistas. Creo que viene en relación al texto de Boff.
Hay un video con la lectura de esta obra, con la introducción de Michel Broué, un prestigioso matemático y profesor. Es muy interesante, aunque tiene la dificultad de estar en francés, lo siento para los que no lo hablen, pero no he encontrado nada en español.
https://www.youtube.com/watch?v=05X_TQoPRSQ
Escribí un artículo aquí que no aparece. Gracias.
Ante mi perplejidad sobre lo que nos dice Isidoro, me detendré sobre alguna que otra cuestión. Una va referida a la contradicción que él mismo se implica según la cual ¿no es él quien habla de moralina y no Leonardo? Este en su artículo recurre a la ciencia, y es de agradecer que, en esta ocasión, tenga bien callado el cura que lleva dentro. Todo lo contrario que hace Isidoro que sin abandonar el lenguaje religioso habla del “espíritu” , eso sí, mediante la cultura Zen. No necesitamos ningún patrón ni trasladarnos a ninguna otra cultura, nos basta con nuestra propia estructura interna. Si acaso, eso sí, tener en cuenta las diferencias lingüísticas de las otras culturas y ver así en dónde nos podemos encontrar…en fin no me entretengo en esto. Para una mejor explicación, inserto el párrafo que Isidoro reproduce: Leonardo dice que para enfrentarse a los graves problemas que afligen a la Humanidad, “estimo que el camino mejor es consultar a nuestra propia naturaleza humana.Aunque contradictoria (sapiente y demente) ella se caracteriza por ser un proyecto infinito, cargado de potencialidades. Dentro de estas potencialidades se pueden identificar elementos de un orden diferente y mejor”. En mi comentario anterior quise resaltar no esta dualidad entre “sapiente y demente” (sustancialista) de la que nos previene Leonardo, sino que en mi argumentación me acogí a ese lado otro (sustantivo) del que nos habla estar cargado de potencialidades las cuales se estructuran dentro de un sistema unitario.Es por esto que Boff recurre a la ciencia sacando a colación la irreversibilidad de los procesos físicos en Prigogine de carácter no lineal sino estructural. Mostrando ahí la unidad interna que estructura nuestra naturaleza, modelándola naturalmente al modo de ser esencialmente humano… he ahí la complejidad, solo apuntada, la cual rebasa toda linealidad…
Solo un apunte. Yo hablo de “espíritu”, no como concepto religioso, (que es la acepción mas normalizada), sino como algo de naturaleza psicológico y neurológico, que recibimos en nuestro ADN.
Sigo utilizando ese término, porque el de “Parte superior del inconsciente colectivo junguiano”, es muy largo. El mismo Jung, y sobre todo el junguiano Hillman, lo llaman “alma”, (quizás para evitar la confusión religiosa, de “espíritu”.
Y se corresponde con el atman hindú, o tathagatagarbha o naturaleza búdica inherente, en el budismo mahayana, y con el yo interior, o con el daimon socrático, el Self, o elmaestro interior”.
O sea que es un concepto mas viejo que la tos, pero que el materialismo rampante en que vivimos, la ignora plenamente… y así nos va: dando tumbos y en crisis perpetua de ideas válidas.
Pues quizá, Isidoro, si ese término es tan viejo como la tos no será el adecuado para usarlo como concepto que al día de hoy nos dé a entender lo que de evolutiva contiene su idea. Pero es que además de eso, en un contexto secularizado científicamente, ¿no le es más propio hablar de psique? Ya habrá ocasión en otros lugares de hablar de espíritu!-
-Es más, semíticamente hablando , no hay cuerpo y alma o cuerpo y espíritu, sino la expresión de esta unidad ”mi cuerpo, Yo”. Una unidad a la cual me referí el otro día como un quehacer propiamente humano, formulándola así “hacer nuestra la propia naturaleza” o sea, humanizándola, haciéndola nuestra, la humanizamos.
Porque hay dos modelos de Grandes Mujeres en la Historia. Las siguen el mismo modelo que los varones. Unas cuantas Grandes científicas, tres o cuatro o cinco grandes Pensadoraa, alguna jefe de gobierno, alguna que ha amasado una gran fortuna… O las santas, según la santa madre iglesia. Ahí la lista es muuuuucho más larga.Pero no es eso. No es eso. Eso no es.
Lindo inventito este de “USAR EL RESPONDER” ¿no?
No me debo olvidar de decir: ¡GRACIAS!
Repasando otro Archivo Word (“Pensamientos disparados”) en mi computadora …
1- Mientras no sepamos POR QUÉ hace algo un hombre
– No sabremos QUÉ hace-
2- La VERDAD de las personas tienen un tribunal que pregunta:
1.- ¿Dónde vives?
2.- ¿De qué vives?
(es lo que manda preguntar el Bautista a Jesús)
A mí el responder no me deja entrar. Encantada de que os deje a los demás.
Fíjate, Isidoro , lo que le has dicho a Óscar, entre paréntesis y al final.Tremendo. Ese ha sido un error tan, tan grande, cometido por los varones, artífices del mundo en que vivimos…
Se llama inteligencia emocional. Nunca, nunca ha interesado. Cuanto más hombre-hombre, menos hay que dejar traslucir los pensamientos de ese tipo. No únicamente no expresarlos, sino procurar no pensar en esa línea, eso es cosa de mujeres.Por eso, no te quepa duda, serán las que transformen el mundo. Podrán tardar décadas, incluso siglos, da igual. Lo transformarán. Porque la valía de una persona, de un grupo, de una sociedad, no está reflejada únicamente en grandes pensamientos. Por supuesto que son necesarios. Pero hay otra parte que se ha olvidado totalmente en este mundo vuestro, porque nuestro, de nosotras, no es. Empezamos a levantar cabeza. Verán.
Otras, Óscar.Eso que has dicho del padre suena a sacramento de comunión a tope.
No. La finalidad de una madre no es esa. Es dar vida y que cada cual la viva a su modo y manera. A lo mejor esa es la del padre. No lo sé. Con ser madre ya he tenido bastante.
Con todos mis respetos. ( Mal empezamos, me diría alguna persona)Boff será una autoridad en teología y sus derivados, pero no fue el que dió la voz de alarma en los problemas de nuestro planeta. Habrá leído muchas cosas, como otros hemos leído, pero, autoridad… Pues no. Le ayudó al Papa Francisco a escribí su encíclica, muy bonita por cierto. El resultado, en mi centro de enseñanza, fue que el grupo de Trabajo de primaria y secundaria, y que llamábamos grupo ecológico, interdisciplinar , pero con profesores de ciencias básicamente, pasó a forma parte del grupo de pastoral. Repito. De pastoral. Así que…no sé yo, esto.
Usando “RESPONDER” – Gracias!
En Argentina HOY festejan “EL DÍA DEL PADRE”
Pensé esto:
DÍA DEL PADRE
El Destino concreto de todo Padre
es Desaparecer
Hoy es “su día” y se hacen ‘asaditos’
Si prestamos atención
la porción de ‘vaquita’ que engullimos
cumple su Destino:
ser Absorbida y Asimilada
No hay más noble DESAPARICIÓN
que la ABSORCIÓN y ASIMILACIÓN
del Padre por los Hijos.
“El Destino concreto del Hombre
Es la Re-Absorción de su Circunstancia”
Pienso que Boff frente al caos en el que nos encontramos decir que el camino mejor es consultar a nuestra propia naturaleza humana, debe referirse no tanto a nuestra naturaleza, sino cuado esta la hacemos nuestra, adquiriendo con ello el modo propiamente humano de hacer las cosas naturalmente. Por lo que todo está incardinado a una mayor realidad. Si esto es así, no hay escisión entre mente y realidad, ni tampoco entre lo natural, lo social y lo histórico, como sí la ha habido en el pasado reciente Lo natural no es la cosa (el sujeto naturaleza), sino su modo de dar de sí, aquella forma a la cual tiende técnicamente.Y en este sentido, si todo está incardinado es porque tampoco hay escisión entre mente y realidad
Leonardo dice que para enfrentarse a los graves problemas que afligen a la Humanidad, “estimo que el camino mejor es consultar a nuestra propia naturaleza humana.
Aunque contradictoria (sapiente y demente) ella se caracteriza por ser un proyecto infinito, cargado de potencialidades. Dentro de estas potencialidades se pueden identificar elementos de un orden diferente y mejor”.
Y yo creo que no lo dice metafórica, ni poética, ni filosóficamente, sino muy concretamente. Dentro de nuestra naturaleza disponemos del “espíritu”, con una colección de patrones de sabiduría, que necesitamos para frontar dichos problemas.
D. T. Suzuki, ya lo señalaba, hablando del zen, como uno de los sistemas de acceso al contenido de sabiduría de nuestro “espíritu”:
“La idea básica del zen es entrar en contacto con los funcionamientos interiores del propio ser, y hacerlo de la manera más directa posible, sin recurrir a nada extremo ni sobreañadido”.
“El zen, (el acceso al “espíritu”), es en esencia, el arte de ver dentro de la naturaleza del propio ser y señala el camino de la servidumbre a la libertad…
(Ello) libera todas las energías acumuladas propias, y naturalmente en cada uno de nosotros, que en circunstancias ordinarias son constreñidas y deformadas de modo que no encuentran un canal adecuado para su actividad… El objeto del zen es, por tanto, salvarnos de la locura o la parálisis.
A esto me refiero cuando hablo de libertad, de dar libre acceso a todos los impulsos creadores y benevolentes que yacen en nuestro corazón.
Por lo general, estamos ciegos ante este hecho: que estamos en posesión de todas las facultades necesarias para ser felices, y que nos harán amarnos unos a otros”.
Hola!
1- EL PROBLEMA
“Nadie puede decir qué orden, escondido dentro del caos, puede surgir.
Solo sabemos que puede irrumpir un orden diferente
-dadas ciertas condiciones sociohistóricas-“
2- CONSEJO DE EINSTEIN
“la idea que creó el caos, no será la misma que nos sacará del ella;
tenemos que cambiar”.
3- EL CAMINO PROPICIADO POR BOFF
“Estimo que el camino mejor es consultar a nuestra propia naturaleza humana.”
……………………………….
4- BOFF SE CONTRACICE
Sigue con la misma idea
la de NATURALEZA humana
(idea que no comprende el Caos)
5- BOFF NO CAMBIA DE PARADIGMA
Percibe que hay “condiciones socio-históricas”
pero no logra poner el pie (pivotear) en la ‘otra’ idea
(Comprensión, Paradigma, etc.)
6- YO YA LA EXPRESÉ:
“El Destino concreto del Hombre
es la REABSOCIÓN de su Circunstancia”
y
Su comprensión se logra con la RAZÓN HISTÓRICA.
(Aprovecho el “contestar”. Gracias).
El grave problema del aprendizaje del saber, y de la divulgación, es la terminología de los expertos, que generalmente utiliza neologismos, y/o palabras comunes con un significado muy distinto del habitual. Y eso confunde al no iniciado.
Por eso es fundamental, ir creando una serie de diccionarios explicativos, de la jerga científica o filosófica.
En este sentido, Boff, utiliza la terminología de Prigogine, hablando de estructuras “disipativas”, pero necesitamos saber que significa esa palabra para Prigogine.
Según explica muy bien, Francisco Traver, hay que comprender bien los conceptos de “Disolución” versus “disipación”.
“Disolución es la dirección que los sistemas abiertos adoptan en relación con la segunda ley termodinámica de la conservación de energía, es decir la dirección entrópica, la tendencia a la estabilidad de los sistemas vivos”.En la vida, es “Estabilidad dentro de unos ciertos parámetros de oscilación, algo que conocemos con el nombre de homeostasis”. Y en resumen la estabilidad plena es la muerte.
Lo contrario de disolución es la disipación, un movimiento energético de máximo gasto de energía, antientrópico como el crecimiento, el aprendizaje, la reproducción o el cambio.
Disipación es sinónimo de plasticidad, de una clase de cambio que “disipa” o pierde energía e información, y que sitúa al individuo frente a un nuevo nivel de organización, impredecible en sí mismo. (…)
La disipación opera descartando información, (y generando otra distinta), y perdiendo energía, pero ello requiere un cierto nivel de masa crítica para poderse dar.
Desde el punto de vista psicológico, podemos definir esamasa crítica, como una creencia compartida, o una ocurrencia no compartida, en suma una idea-fuerza en el sentido orteguiano, que sitúa al individuo frente a un nuevo nivel de organización, impredecible en si mismo.
Y se da cuando la masa crítica de sus creencias, le impulsen a abandonar el comportamiento anterior, y se arriesgue en otra bifurcación alejada de la anterior.
Traver pone como ejemplo el dejar de fumar. Uno fuma, porque ha elaborado una masa crítica de creencias, que le impulsan a ello.
Y ¿cómo se deja de fumar?. Se necesita una gran crisis catártica de dichas creencias, por ejemplo, un infarto, o una grave crisis respiratoria. O sea, a partir de la intrusión de una idea fuerza relacionada con el hábito o una gran catarsis emocional.
O sea, se necesita una de estas tres causas:
-gran crisis-catarsis,
– nacimiento de una nueva idea fuerza
– o aumento de la masa crítica de personas que creen en lo mismo (imitación).
Estos son los mecanismos usuales de transformación de las condiciones iniciales en una estructura disipativa, que tiende a construir un nueva estabilidad, con una nueva correlación de fuerzas.
O sea que el problema de la Humanidad, es que “necesitamos dejar de fumar”, y lo mas pronto posible, pero queremos hacerlo, a lo activista, a fuerza de musculitos. (Es como subir la soga, que los inteligentes la suben con las piernas, y los “listos”, a fuerza de brazos).
Es muy conocida la teoría de la cuerda corta, que hipotéticamente uniría el cerebro con los genitales, por lo que es imposible poner en funcionamiento simultáneamente ambos órganos.
Pues siguiendo el mismo patrón, (las ideas concretas no son más que plasmaciones particulares de un patrón o arquetipo), algo similar se puede decir entre el pensamiento y la acción, entre la reflexión y el activismo patológico.
Cuando uno se obsesiona por la acción, es muy tendente a reflexiones de bombero torero.
Es lo que parece que sucedió en China en tiempos de Mao, cuando se decidió que para evitar que los pájaros se comieran el grano de las cosechas, iban a poner a los mil millones de chinos, al mismo tiempo a hacer ruido y saltar contínuamente, para espantar a los pájaros, hasta que se murieran todos, agotados de tanto volar.
Aforismo del buen cirujano: “Hacen falta tres meses para saber hacer una operación, tres años, para saber cuándo hacerla, y treinta años, para saber cuándo no hay que hacerla”.
Como veis, aquí no hay nada de moral, ni moralina, ni sermoneo, es la ciencia la que habla, y Boff, lo sabe muy bien. Lo que le pasa a Leonardo, es que el cura que lleva dentro lo posee y vampiriza, y le hace subir al púlpito una y otra vez, y soltarnos el sermón al que nadie hace caso ya. Y a muchos les pasa lo mismo.
Isidoro, yo a Boff sí le hago caso, y mucho. Y no porque sea de mi cuerda sino porque tiene razón. Él, posibles inconsistencias conceptuales aparte, lleva años (si no lustros) avisando de que o cambiamos o nos vamos al carajo.
Por tanto, el problema claro que es que no se le hace caso.
Y diré que de los grandes problemas sistémicos de la humanidad (y por extensión del planeta), que son: -Hambre y pobreza
-Riesgo de un guerra mundial convencional
-Riesgo de una guerra nuclear
-Colapso ecológico (que es la causa de Boff)
-Extinción por mutación a partir de la hipertrofia de eso que llaman Inteligencia Artificial (término falso, pues si es artificial -que lo es- no es inteligencia -que no lo es-).
En efecto, a Boff no se le hace caso. Pero ese es precisamente el problema.
Sí hacemos caso a los niñatos influencers y “youtubers”, a los tertulianos de la tv y la radio, a los curas domingos, a los comentaristas deportivos…
Y en ámbitos más cercanos a los nuestros, nos preocupamos de cosas ciertamente preocupantes, como el sínodo, la politización de la justicia, el boicot al Bergoglio, la fachosfera civil y clerical, el machismo en la sociedad y en la Iglesia…asuntos todos susceptibles de preocupación…
Pero, por Dios bendito, muuuuucho más serio y preocupante es el más que posible colapso ecológico causado por la humanidad, eso por lo que tú comentas que a Boff no se le hace caso.
El problema de que a Boff no se le hace caso, es en primera instancia que a boff no se le hace caso. y en segunda instancia que, sencillamente, la humanidad pueda, y con ella buena parte de la vida en el planeta (que maldita la culpa que tiene de la ceguera de la humanidad), desaparezca.
Así que, amigo, mientras la mayoría ignora a Boff, sigue habiendo una minoría que asume la encrucijada que él plantea. Y yo procuro contarme entre dicha minoría.
Feliz domigo.
Nacho.
Hola Nacho ¿Te acordás?:
LA ERA ESTÁ ÁRIENDO UN CORAZÓN
(Silvio y Omara Portuondo)
Le he preguntado a mi sombra
A ver cómo ando, para reírme
Mientras el llanto, con voz de templo
Rompe en la sala regando el tiempo
Mi sombra dice que reírse
Es ver los llantos como mi llanto
Y me he callado, desesperado
Y escucho entonces
La tierra llora
La era está pariendo un corazón
No puede más, se muere de dolor
Y hay que acudir corriendo
Pues se cae el porvenir
En cualquier selva del mundo
En cualquier calle
Debo dejar la casa y el sillón
La madre vive hasta que muere el sol
Y hay que quemar el cielo
Si es preciso, por vivir
Por cualquier hombre del mundo
Por cualquier casa
Amigo Nacho, me he expresado mal, porque ya me había alargado mucho, y he cortado rápidamente.
Yo también hago mucho caso a Boff, sobre todo cuando toca temas de complejidad, que él domina bien, y asunto que no está en boga, en ambientes clericales, incluso en ambientes “pregresistas”, que siguen viviendo en el s. XIX y XX.
A lo que me referia en el párrafo final, es que en la mayoría de artículos, los ataca con un tufillo clericaloide-moralinizante, (tan al uso en la cultura moderna actual), y no de forma científica, cuando él demuestra que está bastante al día en esos temas.
Eso es lo que me gusta del maestro y compañero de blog, Leandro Sequeiros, que siendo jesuíta como es, habla de los temas científicamente, independientemente de sus creencias religiosas, y buscando la síntesis Ciencia-religión.
Pero Leonardo, quizás porque se dirige a ambientes mas clericales, en la mayoría de artículos, le sale el sermón moal. (Quizás porque a lo mejor vive de vender libros, y quien los compra, son la mayoría gente eclesial, o para-eclesial muy hipermoralizados. No lo se).
Pero este artículo reciente, lo he djuntado a mi archivo “Complejidad y Caos”, porque me ha parecido muy interesante y muy esperanzador.
Bien aprovechado el “Contestar”.
Gracias, Isidoro.
Hola!
Paseando por los Archivos Word de mi Computadora,
encuentro “pensamientos sueltos (de otros)”; p.e.:
De “CIUDADELA” (Antoine de Saint Exupèry): FRASES
En pág. (23)
– “La ausencia de una sola estrella basta para aniquilar una caravana tan firmemente como una emboscada”
– “Lo esencial del cirio no es la cera que deja trazas sino la luz”
En pág. (33)
– “Leyendo las huellas no aprenderás nada sobre el amor”
En pág. (38)
– “El que no presta atención y no sabe que habita un navío,
por anticipado está como desmantelado
y pronto verá brotar el mar cuya ola lavará sus juegos imbéciles”
En pág. (39)
– “No es en el objeto donde reside el sentido de las cosas
sino en la diligencia”
En pág. (43)
– “La calidad de la civilización de mi imperio
no se asienta sobre la calidad de los alimentos,
sino en la de las exigencias y en el fervor del trabajo”
En pág. (44)
– “No amo a los sedentarios del corazón;
los que nada cambian y nada llegan a ser”
En pág. (45)
– “El pesar está siempre formado por el tiempo que pasa
y no ha dado fruto”
En pág. (46)
– “Vana es la ilusión de los sedentarios
que creen poder habitar en paz sus moradas,
porque toda morada está amenazada”
En pág. (161)
– “Una civilización no reposa en el uso de sus invenciones
sino en el fervor de inventar”
– “No conozco sino un acto fértil que es la plegaria;
pero sé también que todo acto es plegaria,
si es don de sí para llegar a ser”
Amigo Oscar: ¿Tú crees que es de perezosos y sedentarios, el pensamiento y la reflexión sempiterna, sobre la realidad, y sobre los problemas de la Humanidad, y sus posibles soluciones?.
Al revés. Yo diría que ese asunto no se puede realizar bien, sin un nivel muy alto y hasta patológico, de hiperactividad obsesiva.
Es cumplir y realizar una vocación personal, que lógicamente, no todo el mundo tiene. Yo no reivindico, que todo el mundo tenemos que hacer lo mismo. Sería un grave error. Y creo que mucha gente, no está llamado, más que a realizar cosas.
Es la parábola de los talentos. Cada uno tiene los suyos. Y hay que estar cada uno a lo suyo, pues querer hacerlo todo, es no hacer nada.
Pero si no te ofendes te voy a decir una cosa personal. Yo creo que eres un caso de doble, (o triple), vocación, contradictorias entre sí, y no te has focalizado en lo que más necesita la Humanidad hoy día: la claridad de ideas y la guía intelectual.
Contigo, la Humanidad ha perdido a un extraordinario pensador, que podías haber sido mucho más útil a la Humanidad, si no te hubieras dedicado además, primero a la cura de almas, y al activismo político. (Y algo similar pienso de Antonio D.).
Tú deberías tener 10 libros importantes escritos, (a lo mejor los tienes y yo no lo sé). Decía Leibniz: «Lo que necesitamos son hombres universales. Porque alguien que es capaz de conectar todas las cosas, puede hacer más que diez personas». (Y yo digo que mil).
La Humanidad necesita anacoretas, que quemen su vida en “destilar resinas doradas, de los troncos putrefactos del saber”, (Montale).
(Perdona, mi arrebato, propiciado un poco por el ambiente crepuscular del blog, y de nuestras vidas personales, que nos empuja quizás a confidencias poco habituales).