ATRIO se alegra de poder presentar esta magnífica entrevista de Andrés Torres Queiruga a Yolanda Castaño, desde la biblioteca de la Real Academia Galega, de la que es miembro, en la que va repasando toda su vida y sus obras. ¡Que conserves tu lucidez y tu bondadosa serenidad muchos años, hasta que puedas acabar tu magno proyectu último sobre el repensamiento (teología) del misterio de Jesús de Nazaret en el que piensas recapitular todo tu trabajo teológico, con plena libertad pero con rigor y respeto a todo lo pensado por tus antecesores! AD.
Podemos aquí todos dejar nuestros comentarios tras charlar con él est media hora.
Acabo de escuchar la entrevista a A. Torres Queiruga, que por ser galego seguí perfectamente en su lengua (el galego de Andrés se entiende bien). Solo añadir unas palabras de agradecimiento, pues los datos aportados me han servido para conocerte mejor, y si cabe también para identificarme más con tus posiciones teológicas, que tratan de repensar la revelación y la evolución histórica de los dogmas y de la doctrina de la Iglesia.
De Amor Ruibal conocía su originalidad y su afán de renovación teológica, pero no sabía -y no me sorprende- la estrecha relación de T. Q. con A. R., tanto que sus tesis se centran en las obras del Amor Ruibal, innovador.
Reitero: Gracias por esta entrevista que me ha dado la oportunidad de conocer mejor el proceso teológico de A. Torres Queiruga. Necesitamos repensar no solo el concepto de revelación, sino también algunas otras enseñanzas y espiritualidades transmitidas durante siglos. Hoy somos capaces de conocer algo mejor a Jesús de Nazaret y su gran Mensaje del Reino. Mensaje todavía, en parte, pendiente de anunciar. Graciñas, Andrés.
Me gusta este señor. Lo respeto profundamente. Demasiado…Saben qué me gustaría? Hablar con personas de su talla teológica, pero de uno en uno. A puerta cerrada o a terraza abierta tomando un café de esos largos…largos, hasta que oscurece.Y que fuesen capaces de decir lo que piensan, de verdad, a una persona que no existe, como la que escribe .No existo, pero pienso . Y callo. Soy incapaz de dar un nombre. Incapaz. He hablado con varias personas que entienden de estas cosas, de esa manera.Y sigo pensando que se perdió una oportunidad de oro. Mi generación estaba esperando eso. Y no llegó. Solamente llegó a pequeños círculos y no pertenecía a ninguno de ellos.Ahora hay otra generación, estoy pensando en los de treinta, cuarenta años. Ellos ya no esperan lo mismo que esperábamos nosotros. Ellos y ellas están dentro o fuera.Y hay un montón de gente dentro, crece como la espuma.Enhorabuena.