No la hemos encontrado aún en su blog “Teología sin censura”, pero esta carta abierta merece ser leída y comentada por todos. ¡Ojalá que llegara incluso a algunos obispos que siguen pontificando que la Iglesia es la única que puede enseñar a la sociedad lo que es la dignidad de la persona humana!
“En esta Iglesia hay demasiado miedo a decir en público lo que cada uno piensa”
“Lo más duro es no saber qué está pasando y porqué está ocurriendo”
“Sólo la fe en Jesús el Señor y el amor a la Iglesia nos van a sacar adelante. Pero esa fe y ese amor son un pan cuya levadura es la libertad del Evangelio”
– Querido José Antonio: Quiero expresarte, ante todo, mi solidaridad en la dolorosa situación que estás viviendo. Sé muy bien, por propia experiencia y por lo que cuentan otros teólogos bien conocidos, que, en circunstancias como la que tú estás pasando, uno se puede ver enfrentado a hechos y decisiones que son más duras y difíciles de lo que quizá se pueden imaginar quienes las provocan.
Recuerdo aquí la patética confesión pública que hizo el insigne moralista B. Häring, cuando poco antes de morir escribió aquel pequeño libro en el que contaba cómo había sufrido dos procesos en su vida, el que le hizo la Gestapo en la segunda guerra mundial, y el que lo hizo el Santo Oficio en Roma. Y al anciano profesor aseguraba que le había resultado más soportable el proceso de la Gestapo que el del Santo Oficio.
Como también tengo delante de mí el “Diario de un teólogo“, que dejó escrito el más grande estudioso de la eclesiología, el profesor Y. Congar. En una carta a su anciana madre le decía: “Me han destruido prácticamente. En la medida de su capacidad, me han destruido….No han tocado mi cuerpo; en principio, no han tocado mi alma. Pero la persona de un hombre no se limita a su piel y a su alma. Sobre todo, cuando ese hombre es un apóstol doctrinal, él es su actividad, es sus amigos, sus relaciones, es su irradiación normal. Todo esto se me ha retirado; se ha pisoteado todo ello, y se me ha herido profundamente. Se me ha reducido a nada y, consiguientemente, se me ha destruido. En ciertos momentos… soy presa de un inmenso desconsuelo” (p. 473-474).Al final de sus días, Congar fue nombrado cardenal por Juan Pablo II.
Lo más duro, en estas situaciones, es no saber exactamente lo que etá pasando y por qué está ocurriendo. Son muchos y excelentes los teólogos que han leído y releído tu libro sobre Jesús. Y no han encontrado en él nada que sea contrario o que ataque el dogma cristológico. Además, tú has corregido el libro siguiendo las indicaciones que te había dado la Conferencia Episcopal.
Tu libro ha encontrado más acogida que ningún otro libro de teología escrito en lengua castellana en los últimos tiempos. Y con todo eso, no contentos quienes te atacan desde la sede central del episcopado español, han mandado retirar el libro de las librerías, se dice además que también han mandado destruir los ejemplares que quedaban por ahí. ¿Qué quieren realmente? ¿Qué pretenden? Que lo digan claro, por favor. Que sean sinceros.
Es demasiado fuerte verse perseguido en cincunstancias así. En abril de 1988, a mí se me comunicó oralmente (jamás se me ha dado un papel escrito o firmado por alguien), que la Santa Sede me retiraba el permiso para seguir enseñando en la Facultad de Teología de Granada, donde yo era catedrático de Teología dogmática. Nunca he sabido, ni he podido saber, por qué se tomó aquella decisión.
Sólo sé que el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal J. Ratzinger, junto con el cardenal Suquía y con el obispo don Fernando Sebastián, visitaron al entonces superior general de los jesuitas F. J. Kolvenbach. Aquella entrevista es la explicación de la dura medida que se tomó contra mí.
Ni sé los temas que allí se trataron, ni tuve, por tanto, posibilidad de defenderme. Después de aquello se me ha calumniado y se han dicho de mí cosas muy duras, por hombres que hoy ocupan cargos muy altos en la administración de la Iglesia.
Y ahora, además, habrá que quien me acuse de que me defiendo. Si, a mis 81 años, no puedo ni debo defenderme, ¿qué es entonces lo que se puede hacer en la Iglesia? Me defiendo porque son demasiados los que callan.
Porque en esta Iglesia hay demasiado miedo a decir en público lo que cada uno piensa, por más que lo que uno piensa esté dentro de la ortodoxia de la fe católica. El citado Y. Congar, un eminente teólogo y un excelente religioso dominco, decía en su “Diario”: “tengo miedo de que lo absoluto y la simplicidad de la obediencia me pueda llevar a una complicidad con el abominable régimen de denuncias seccretas que es la condición esencial del Santo Oficio, centro y clave de bóveda de todo lo demás” (p. 305).
Amigo José Antonio, sólo la fe en Jesús el Señor y el amor a la Iglesia nos van a sacar adelante. Pero esa fe y ese amor son un pan cuya levadura es la libertad del Evangelio.
Me bastaba con la respuesta del “master” no era necesario todo el Equipo.
Curiosa forma de ¿ayudar? a los lectores.
Recuerdo que esto mismo se dijo hace ya algún tiempo tras otra de mis sugerencias en el mismo sentido. Es por ello que lo reitero, porque se dijo entonces lo que se dice ahora.
La noticia en cuestión fue enviada en dos ocasiones. En la primera se ayudaba a la comprensiñon del lector. Al no ver publicada ésta, fue cambiado su formato a uno más simple. Ni la una ni la otra. Hoy veo que se publica la segunda en un nuevo formato nunca visto. Vamos innovando. (Por si no se les ha ocurrido, basta con dejar el texto como está, sin modificarlo, e hipervincularlo a la web del enlace adjunto)
Evidentemente los del “juicio de la redacción” ya lo he constatado. Lógicamente les asiste el derecho de ser los propietarios del lugar y su libertad de expresión, opinión y ….
Muchisimas gracias por la diligencia.
El Webmaster aprovecha la ocasión para decirle a D. Manuel V que el publicar las noticias del Tablón no como llegan (reproduciendo sólo la dirección de una página sino el contenido de la misma) tiene como exclusiva finalidad el ayudar al lector. Pero, coonociendo la susceptibilidad del Sr. Manuel V. se atendrá en adelante a la materialidad de lo que tal señor propone a los demás, siempre que a juicio de la redacción merezca la pena ser dado a conocer de esa manera.
Alguna cosas que por honestidad interior debo decir, porque la siento-pienso y creo…He leido, gracias a Maria una amiga Española…que me envio el libro desde España…al derecho y al re ves el libro de Pagola, es más he usado algunos de su fragmentos en catequesis, para la comprensión de Jesús…Creo que a quienes lo han leido ha producido ese efecto, de acercar a Jesús…no me parece que tenga nada inconveniente, uno puede coincidir o discrepar, pero nadie puede negar, que nos presenta un Jesús cercano y comprensible…
Que ni creo que el teólogo lo plantea, ni nadie plantea, que ataque aspectos dogmaticos…o el mismo pretenda dogmatizar su busqueda, que es como la de todo teólogo una invitación a eso a buscar…en lo libro que tiene mucho de catequesis…
Que despuès de el ex Obispo de San Sebastian del Nada Obsta…me parece este proceso, si se confirma plenamente, totalmente desubicado…
Pero dire más huele a un intento de domesticación de la Iglesia Vasca, más que a un proceso a un teólogo…esos movimientos politicos, la Santa Sede debería aprender…sólo producen más escandalo y descreimiento…haciendo a la Iglesia más daño que bien…
Lo otro que todos deberíamos aprender que en teólogia, no se debe, ni se puede acallar…si estamos en desacuerdo, hay que argumentar las ideas contrarias…A mi lo de permitir que se den clase en Universidades Católica me suena a ridiculo, es preverible reunion un simposio… o un foro universitario para debatir ideas…la prohibición siempre alimenta lo que intenta ahogar…y el Jesús que nos presenta Pagola, es el que se visualiza en gran parte de Latinoamerica…y eso parece dificil que se cambie…
Finalmente y lo digo como católico, se deberían terminar esos juicios…tan terribles…y tratar de permitir que los teólogos nos planteen preguntas audaces y que nos desafien, no a acallarnos, sino a responderlas y a profundizar la Fe…parece que una comisión que organice esto, sería mucho más positivas…Y lo digo con el Corazòn, me siento muy cercano a José Antonio Pagola…porque el bien que hizo su libro…y como ayudo a crecer a muchos en la Fe, dificilmente lo igualen…los inquisidores, con sus juicios…Gabriel
Los cambios que tantas personas ansiamos, dentro de la iglesia “poder”; parece que no van ha llegar… ¿nunca?
Posiblemente.
Jesús, ya denunció en su tiempo lo que sucedía con las autoridades religiosas…
Eso lo llevó a la cruz.
Siento estos procesos de linchamiento, a todo lo que intenta “moverse” de lo atado y bien atado, aunque esté ya fosilizado.
Para los dos, mi acompañamiento y gratitud por cuanto nos ofrecen.
Ccon sus trabajos nos van dando ánimos y alimenta nuestro vivir.
Un abrazo entrañable.
mª pilar
“El Sr. Castillo tuvo tiempo suficiente desde el 88 al 2007 para preguntarle, si no lo sabía, a sus superiores.”
¡Qué ingenuidad, pensar que esa gente le va a contestar y, si le contesta, le va a decir la verdad!
Los que viven a gusto en las dictaduras, se creen que los dictadores son buenas personas. Pero para ser dictador hay que ser mala persona.
¿Acaso nadie ha preguntado, a los que han ordenado retirar de las librerías el libro de Pagola sobre Jesús, a ver por qué lo han mandado retirar? No lo van a decir, es ingenuo preguntarles.
Habría que empezar por preguntar quién lo ha mandado retirar, pues hasta eso esconden.
En una dictadura las órdenes suelen venir de lo más alto, y por caminos inidentificables. ¿A qué superiores preguntar? Los inmediatos superiores se escudan en los de más arriba, y así hasta lo más alto, los cuales no te dan audiencia, ni te contestan.
Me suena que Oscar Arnulfo Romero, para hablar con el Papa Wojtyla, una vez tuvo que ponerse entre el público que vitorea a veces al Papa en la plaza llamada de San Pedro en el Vaticano. Y eso que era Obispo del Papa.
Castillo no era más que un jesuita de a pie.
Esos dictadores son inhumanos, no tienen corazón para lo que no es su negocio. Y Castillo, como Romero, no son su negocio, sino que lo denuncian sin pelos en la lengua.
Esos dictadores suelen estar llenos de secretos, como el Vaticano, secretos pontificios, secretos vaticanos, secretos de todo tipo. La verdad nos hace libres, pero esos dictadores son todo lo contrario a la verdad y a la libertad.
Agradezco a Castillo y a Pagola su entereza, sus explicaciones, sus libros y el testimonio de su vida.
La primera incongruencia que tiene José Antonio es en su propia casa,en una de las entrevistas que le hicieron al obispo Munilla le preguntaron si habia leido el Jesús de Pagola,y la contestación fué que no.
Como siendo su obispo no ha sido capaz de leerlo(no me lo creo).¿Conque solvencia va a dirigir la diocesis si no lee a una autoridad en cristologia como Pagola?.Estos y esa morralla del Vaticano son los que están destruyendo la Iglesia(que no el cristianismo).Animo José Antonio,ladran pues cabalgas,y por cierto con un buen jaco( JESUS ).
Aprovecho mi breve presencia para rogarle al “maestro de la web (webmaster)” que respete el modo en que introduzco las entradas en el Tablón de Atrio de la izquierda o que no las publique.
Gracias
La paciencia en las persecuciones injustas produce muchos frutos. Eso es lo que enseñó y defendió Congar en su vida. Debió aprenderlo del mismo Jesús, ¿de quién si no?
“Por sus frutos los conoceremos”
Paz y bien
Las citas de Congar se refieren al periodo anterior al Concilio Vaticano II, del que fue unos de los principales referentes. Fue nombrado cardenal por Juan Pablo II (y aceptó) y, curiosamente en más de una ocasión manifestó y defendió que su “destierro” vivido en Jerusalem fue fundamental en su vida y su teología y en la de otras muchas personas que encontró allí. No se puede citar su “Diario de un teólogo” sin aclarar que abarca el periodo 1946-1956, fundamental para comprenderlo. Sin esos datos se entiende muy mal la historia y se manipula.
El Sr. Castillo tuvo tiempo suficiente desde el 88 al 2007 para preguntarle, si no lo sabía, a sus superiores. Es extraño que él no sepa lo que sabe hasta la “tan valiosa” Wikipedia que dice:
En 1988 fue castigado junto a Juan Antonio Estrada con la retirada del “placet” de la jerarquía como catedrático de Teología de la Universidad de Granada, según Joseph Ratzinger, actual papa, por sus opiniones sobre la naturaleza de la Iglesia y sobre el misterio de la Santísima Trinidad.
Muy bueno, J.A. Pagola, lo que te dice José Mª Castillo y lo que añade ana.
Una antigua militante de la Hoac en Suiza, Miren, natural de Zumaya y residente allí desde su regreso de la emigración, (Ahora ya en la plenitud del gozo con el Padre), me regalo tu libro en mi 8o cumpleaños. Lo leí con fruición, gozo y satisfacción al ver como expones al Jesús que he interntado seguir y servir entregado a los hermanos pequeños, como el los llama, y buscando con ellos la Justicia del Reino.
Aún tuve la oportunidad de agrdecerle, en vida, tan apreciado regalo y el bien que en él había encontrado, descubriendo rasgos y gestos del Jesús al que intenté y sigo intentando seguir, aunque sea a mas distancia de la que deseo.
Ahora te reitero a ti las gracias por el bien que por tus escritos han recibidos tantas gentes hambrientas de verdad y libertad.
No te voy a razonar ningún motivo para que en el te apoyes en estos momentos, pero si ofrecerte, desde mi experiencia con las reacciones del poder jerárquico, con atrevimiento, pues tu de ello sabes más, la cita en que Jesús nos advierte que no le dejemos en mal lugar: -” No es el siervo más que su amo, ni el discípulo más que su maestro, si a mí me han perseguido, también (quienes los actualizan representandolos por sus comportamientos en tiempos y lugares) os perseguiran a vosotros.”
Enhorabuena, José Antonio, porque, si estando las cosas como están en la sociedad y en la Iglesia, tu sal no escociera hasta provocar oposición y rechazo, tendrías que dudar de tu caminar por el Camino que dijo ser Jesús, siendo también Verdad y Vida para toda la Humanidad.
Un fraternal, agradecido y encoraginado abrazo.
Ah, ¿por qué no investiagron las fechorías que cometió Maciel durante cincuenta años? ¿Porque rezaba mucho’? ¿Porque sabía de negocios y sacaba mucho dinero y los repartía entre los inquisidores? ¡Qué asco!
Ah, un dato, la primera embestida contra Pagola fue a raíz de la publicación del libro del Papa sobre Jesús de Nazaret, la segunda embestida coincide, ¡qué casualidad!, con la inminente publicación de la segunda parte del libro del Papa. ¡Cuánta mezquindad!, ¿A qué temen? ¿A que la gente lea más el libro de Pagola que el del Papa, o a que le estropeen el negocio con la superventas del libro del Papa? ¿Tampoco querrán que nadie le haga sombra al Papa, ¡faltaría más! La papolatría por encima de los derechos humanos más elementales. Tienen al Papa atiborrado de incienso, no me extraña que ya esté fuera de este mundo en el que vivimos y en el que se exige, por ley, el respeto a las personas por encima de la sentencia.
En manos de la Inquisición, lo único que cuenta es la sentencia, ni siquiera se lleva a cabo un proceso, un juicio, una defensa. Nada, a por él, leña al mono y allá él y sus sufrimientos. No tienen entrañas, ni de misericordia ni humanas. Y lo digo esto por experiencia ajena, he vivido de cerca la condena de tres teólogos amigos míos (Castillo, Juan Mateos y JJ Tamayo), y los he visto sufrir. Es inhumano, verse humillado públicamente, ver despreciado tu trabajo y tu persona, ver la insensibilidad de los juzgadores (que no jueces, un juez sería más justo), quitarte t trabajo, -en algunos casos- tu pan, tu manera de ganarte la vida, despojarte de tu buena fama y hasta de tu prestigio profesional, ponerte ante tu público como un delincuente. ¿Es que acaso piensan que las víctimas no son humanas? Son sádicos. Bueno creo que ya no me queda nada más que decirles, estoy indignada.
Pagola estuve seis años investigando con todo rigor y con mayúsculas, consultó, según le escuché más de seiscientos libros, y, después de tanto trabajo y tanta honradez, (no olvidemos que es aproximación histórica), vienes estos malnacidos y se lo echan todo por tierra. Seguro que ellos no han leído ni una tercera parte de lo que leyó y consultó Pagola, encima incultos e incompetentes. Ya lo han condenado aunque se diga que le han abierto un proceso.
Bueno creo que ya no me queda nada más que decirles, estoy indignada.
La Inquisición eclesiástica, primero la episcopal española, y después la vaticana, por este orden, no suelta nunca la presa. El Papa, éste y el anterior, suele tener tanta fe en los obispos españoles, que cuando una causa llega al vaticano, ya no tiene marcha atrás.
A Pagola, lo mismo que a Castillo, lo mismo que a tantos teólogos (ya dije en otra ocasión que a las teólogas ni se molestan en leerlas, puro desprecio, no vale la pena lo que dicen), lo han acosado, lo están desacreditando cuanto más mejor, lo hundirán moral y sicológicamente, le harán imposible el desarrollo de su profesión, hacer teología, lo machacarán por todos los costados, sin compasión…, y sin posibilitarle el más mínimo derecho a defenderse. Ellos son legisladores, jueces y ejecutores, punto, ya no hay nada más qué decir ni qué hacer.
Es nauseabundo este modo de proceder. No es el primero, y creo que va a ser el último, porque en la iglesia oficial ya no quedan teólogos, sino repetidores-automáticos de lo dicho hasta ahora, nadie puede añadir ni un ápice a la teología ya consolidada como la única verdad verdadera. Les da igual el empobrecimiento de la teología oficial, les da igual la Iglesia de Jesús, les da igual el mundo en el que vivimos, les da igual que la sociedad abdique de la Iglesia por incompetente, tienen un corazón de piedra, una mente obnubilada por su testarudez, por su dogmatismo, por su abuso de poder, por su cerrazón al Espíritu.
Tiene que ser muy dura las situaciones relatadas, sobre todo por los detalles concretos y los rostros concretos que aparecen y se silencian por “yo-no-se-que”. Siento una unión empática con ellos y elevo mi oración a Quien yo sé que vela por ellos antes que se lo pida.
Lo que me parece mucho más preocupante es el juego de intereses -de poder sobre todo- y la red de silencio que se entreteje (la omertá se queda chiquita) como tela de araña en torno a la víctima.