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El Informe Gabilondo

Coincide en el tema con la entrada anterior, pero como un grito en nombre de la víctimas contra la iiresponsabilidad de los líderes de la Iglesia al seguir excusándose con supuestos defectos del informe. AD

Ni han reparado los daños causados por sus fechorías, ni han recibido la repulsa pública por los mismos.

No comento el informe del Defensor del Pueblo sobre los abusos sexuales a menores en el interior de las estructuras organizadas de la Iglesia católica española. Pretendo señalar la maldad política y, por ende, ética que alumbra.

Durante decenas de años clérigos y laicos responsables de tareas de enseñanza, culto, asistencia y ocio desarrolladas por las congregaciones religiosas, parroquias o movimientos de apostolado han cometido delitos penados por los códigos del Estado y de la propia Iglesia, sin que públicamente se hayan denunciado a los autores, que no han sido perseguidos ni han recibido castigos penales, civiles y en la mayoría de los casos tampoco eclesiásticos. Ni han reparado los daños causados por sus fechorías, ni han recibido la repulsa pública por los mismos. En el caso de los funcionarios del culto han seguido ministrando el mismo, con un simple cambio de destino, a lo sumo.

No me interesa, ni soy quien profesionalmente para hacerlo con hondura, reflexionar sobre las causas de tales conductas y lo que en ellas se esconde de maldad, desviaciones sexuales, enfermedades mentales, derivas educativas, influencias familiares transgresoras. Pero si digo que los gobernantes ordenados en el seno de la Iglesia o los que de ellos tenían encomendado el gobierno del personal a sus órdenes, han conocido, callado, tolerado, disimulado esas conductas, con absoluto desprecio de las víctimas y de sus sufrimientos y perdidas de vida feliz. Ese es el fondo de este desgraciado modo de ocultar desmanes y de utilizar manipuladoramente a personas, niños o adultos, al servicio de su poder, pues no otra es la razón de semejante horror. Mantener una limpieza falsa, una confianza herida de muerte, una trasparecia espiritual y divina inexistente y blasfema, para seguir viviendo de los fieles y de su confianza y bienes.

 

La posición de los funcionarios del gobierno eclesiástico, papas, cardenales de curia y obispos al frente de territorios en los años que describe el informe español, el francés de hace un par de años y los que han llevado a la bancarrota a 16 diócesis norteamericanas muestra frente a las víctimas y a los fieles a quienes se dice que, como bautizados, participan en el hacer colectivo de su Iglesia un estado de agresividad que se ejerce contra los que sufren, o han sufrido los ataques de abusadores, violadores de menores y mayores con prevalimiento de su estatus. Agresividad que es el poder. Poder que es político, de estatus, pero también económico y de manejo y control de capitales.

Hay que exigir civilmente responsabilidades a las autoridades institucionales De la Iglesia católica española. Las tuvieron, las tienen, las tendrán. La moral del séptimo mandamiento exige la reparación del mal cometido, tolerado o encubierto. No puede aceptarse que las autoridades internas en la Iglesia han actuado por el bien común colectivo. Eso es un insulto a la razón y una befa al Evangelio de Jesús de Nazaret. Las ruedas de molino al cuello de quienes escandalicen a uno de los más pequeños son compartidas por quienes los han enviado de un lugar a otro permitiéndoles aumentar el número de sus víctimas.

Y de quienes han ordenado callar, bajo secreto pontificio, a los tales.

Masivamente hemos alejado a Dios de nuestras sociedades. Pero anda por aquí. “El cielo proclama la gloria de Dios …..el dia al dia le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los limites del universo su lenguaje”. Es el salmo 18. De Dios nadie se ríe impunemente. Ni los cardenales, obispos y papas. Lo poetizó el Dante.

66 comentarios

  • Antonio Llaguno

    A contnuación 

    • Antonio Llaguno

      Me quedé a medias con mi comentario ayer y al final, no pude enviarlo.

      Creo que en este aspecto debemos tener en cuenta dos aspectos muy diferentes.

      El primero es el fondo de la cuestión, que es el importante y en ese sentido, tengo que decir que el informe Gabilondo aporta muy poco.

      Aporta muy poco por dos razones, una que es que da igual que l@s abusad@s sexualmente por clérigos sean 40 o 400.000.

      El hecho es que es un escándalo que precisamente quienes se erigen como paladines de la bondad y la bonhomía, como representantes de Dios en la Tierra (Ni más ni menos) o como vehículo de la comunicación del resto de l@s humildes mortales con la divinidad se dediquen en sus horas más “privadas” a meter la mano bajo las faldas de pequeñ@s o no ten pequeñ@s seres humanos dejados a su cargo por esa divinidad que auto afirman representar.

      Y no solo las prácticas de abuso sexual son escandalosas, el abuso de poder, que se da con muchísima mas frecuencia es asimismo escandaloso.

      Y es más escandaloso aún que los colegas clérigos (Aquí no puedo poner la @, ¿Por que será? Quizás porque no hay “clérigas”. Esa suerte que tienen) de los clérigos abusadores, en vez de revestirse de inquisidores exigentes y justicieros (Como hacen cuando a un/una miserable mortal de a pelo, se le ocurre tener un desliz con algún dogma, o… simplemente tener un ratito de auto complacencia genital) recurren al “Y tu mas” o al “Estamos muy preocupados”.

      Decía un profesor mío que la preocupación no sirve para nada. Si uno no puede arreglarlo “¿Pa que preocuparse?” y si lo puede arreglar “¡¡¡Ocúpese hombre y déjese de milongas de mal pagador!!!”

      La Iglesia está dando un ejemplo pésimo y a este paso, ésto le va a pasar factura.

      Y me importa muy poco si los maestros de escuela, los habilitados de clases pasivas o los militares sin graduación, cometen tantos o más abusos que la iglesia.

      La segunda reflexión va por nosotros, y en especial por tí José María.

      Si cada vez que una persona nueva, una nuevo atriero, tiene el valor de hacer un comentario y encima es una persona de valía académica (De esos que a ti te gustan. Profesor. Licenciado. Hombre o mujer de orden y probidad) sales tú y le sueltas uno de tus alegatos donde además de tratar de dejarle a la altura del betún ya te encargas de demostrarle lo muchísimo que sabes y lo poco que vale su criterio, lo normal es que haga lo que ha hecho Micael y nos deje compuestos y sin sus comentarios.

      Y no es que no me importa lo que tengas que decir, que me importa, es que ya me lo se y me gustaría conocer otras formas de pensar u de ver la vida que no sean las de siempre.

      La sabia nueva es bien recibida, es deseable y siempre aporta algo.

      Por eso te ruego José María que te contengas.

      No será yo quien abogue por la censura, esa que tanto ejercen tus amigos (Hombres de probada fe y ortodoxa condición. Cristianos de alcurnia y sacristía) de otras webs, sino por el sentido común.

      Nos hemos quedado sin Micael, José María.

      Ahora vas y lo cascas. (Sí, es cierto, estoy enfadado)

  • Antonio Llaguno

    …. 

  • Elisa

    El estudio demoscópico, el primero desde 1994 y realizado con 8.013 entrevistas, indica que el 11,7% de los españoles han sufrido agresiones sexuales en su infancia, el 1,13% en el ámbito religioso (en cualquier institución relacionada con la iglesia, aunque el agresor fuera seglar) y un 0,6% por parte directamente de un sacerdote o religioso. En torno a 440.000 personas han sufrido abusos sexuales en el ámbito religioso y unas 240.000 personas han sido agredidas directamente por un sacerdote o religioso, lo que convierte a España en el país con una proyección oficial más alta. Sobre unos testimonios de 487 víctimas, el 84% son hombres.

    • Elisa

      Solo una pequeña parte de los agresores, la mayoría hombres, han sido juzgados, muchos casos han prescrito. 

      El informe recomienda la creación de un fondo estatal para el pago de compensaciones y que un órgano administrativo especial, creado para la ocasión, sea el que instaure un procedimiento de reconocimiento y reparación, dado que muchas víctimas no se han atrevido a denunciar en los tribunales y como ya he indicado anteriormente la ha prescrito. Pide a la Iglesia que ponga los medios necesarios para ayudar, ofreciendo tratamiento a las víctimas o a sus familiares, cuando lo requieran. Y que las diócesis abran a los investigadores la información contenida en sus archivos. En mi opinión una leve asunción de responsabilidades.

  • carmen

    A ver. Con todo mi respeto a todo el mundo. Creo que ni se debe provocar, ni entrar a provocaciones. Ya somos mayores.

    Una cosa es un rifirrafe y otra seguir más allá porque no sabemos hasta dónde podemos llegar. Todos sabemos hacerlo , otra cosa es que deseemos hacerlo y otra, hacerlo.

    No está el país para bromas.Eso creo. Eso pienso. Eso opino.En cuanto a la paciencia, sí. Tenemos. Desde luego la tengo, a veces.  Y es que ser maestra, ya digo ,  imprime carácter.
    Buen día.

  • José María Valderas

    Muchas gracias por mi carta astral en ropaje pseudopsiquiátrico. La leeré con el mismo interés con que leía a Kretchsmer y su tipología, con cuyo hijo conpartí mesa y manteles. La cita es fruto de la personalidad narcisista. Es obvio el campo semántico de hombre al que me refería. Allá usted con sus enredos mentales. Es una pena que biólogos hablen todavía de antropología. Machistas que son. La noción de familia que usted da es de una vaguedad ilimitada. Evidentemente no se puede aplicar al taxón sistemático, ni a la unidad básica de la sociedad que pretenda perpetuarse. No voy a entrar en esas lucubraciones etéreas del ministerio de Igualdad. En su definición entran hasta los tríos –familias poliamorosas– la misma zoofilia. Mire, antes que usted, ya lo filmó Woody Allen. Tampoco voy a entrar en su visión de la historia. Sólo le diré que ni la historia antigua que me enseñaron Alsina y Tarradell, la medieval que aprendí de Riu, la moderna de Orvieto o la contemporánea de Riera caben esas cosas raras que usted afirma. Por no hablarle de historia de la filosofía en diferentes etapas, que uno aprendió en clase de Lledó, Valls, Jacobo Muñoz, o historia de la ciencia que cultivé y sobre la que algo aparece por ahí. Cito los autores por no poner de manifiesto la cantidad innúmero de … puntos débiles… de un batiburrillo anárquico. Por cierto sobre antropología social, mal que bien algo aprendí de mi maestro Claudio Esteva Fabregat. Si lee los textos de esos autores quizá podrá hacerse una idea sistemática de la realidad. Es una galantería que me libera de exponer lo que realmente me provoca el texto y pudiera ofenderla. Por cierto, sobre el vascuence he dejado aquí escrito alguna vez que tengo como un tesoro el texto que elaboré con Koldo Mitxelena sobre origen y evolución del mismo, él como experto y yo como editor amanuense.    

    • Mónica

      Está usted mucho peor de lo que pensaba. Creo que no es consciente de las incoherencias que manifiesta en su mensaje, de lo absurdo e irreal que supone justificar sus errores con argumentos egocéntricos irracionales. Pero es obvio dado su trastorno. Ese aire irrazonable de superioridad, esa necesidad de buscar atención, que las personas le admiren, le cuesta comprender o no le importan los sentimientos de los demás,  reacciona a la más mínima crítica. Manifiesta todos los síntomas propios del trastorno de la personalidad narcisista que, en mi opinión, padece.

      Es imposible dialogar con quien no quiere dialogar. Ese ego inflado, ese sentido de superioridad, la insistencia en conocer y saberlo todo, las referencias a personalidades para justificar sus incoherencias y su carencia de respuestas racionales y argumentadas, monopolizar las conversaciones, despreciar a las personas que percibe como inferiores y las constantes referencias  a quienes considera que son  especiales, exitosas y talentosas.

      Creo que la paciencia de los participantes en Atrio con respecto a usted es meritoria, en otro contexto seguramente sus actitud produciría risa o pena, o cosas peores. Míreselo, hay psicoterapias que ayudan por mucha edad que se tenga.

      Aquí lo dejo.

      • Ana rodrigo

        Ay, Mónica, no pierdas el tiempo con este señor, el mismo retrato que le has hecho  te lo dice todo. Nosotr@s ya casi estamos acostumbrad@s

        • Antonio Llaguno

          Hazle caso a Ana, Mónica.

          Tu sistema cardíaco lo va a agradecer.

      • José María Valderas

         Abusando del espacio del señor Revuelta, al que pido disculpas y a propósito de la carta astral, sin constelaciones, que usted me ha ofrecido.
        No lo deje, no lo deje por favor. Es oro puro lo que ha escrito. Lo digo sin ironía alguna. Ni Unamuno, ni Baroja, ni el sobrino de Baroja, ni Barandarian, nadie podía haber reflejado mejor la parte obscura de la mente de un sector de la población vasca que a algunos se nos escapa. Una mente peculiar. Las invectivas a mi no afectan. El propio dueño de la web prevenía a una colaboradora de mis palabras embaucadoras, anticristianas incluso. No me afectan. Uno tiene exosqueleto de quelonio, espaldar para ser más directos, y le resbalan esos dicterios. Pero sus palabras son impagables. Detrás de toda morralla, sea psiquiátrica, filosófica, teológica o paracientífica hay siempre algún rescoldo que vale la pena indagar. A mi edad es frecuente que cuando se lee algo se piense, ¿dónde lo he leído antes? No podía ser, evidentemente, en sumarios de The Dana Foundation´s Cerebrum ni el Dana Guide to Brain Health o similares. Lo siento, señora, es el narcisismo y el afán de mostrar cuánto sabe uno. Ah sí, ya en los Forschungen zur Geschichte von psychiatrischen Institutionen, Debatten und Praktiken im deustchen Sprachraum, en concreto en los informes del psiquiátrico de Hartheim, en la Aktion 14.  Pero, ¿por qué? Por haber puesto ante el espejo, no las neuronas de Giacomo Rizzolatti, sino la figura imponente de Ramón y Cajal y su demostración de la impostura científica del nacionalismo vasco y catalán. No fue premeditado por mi parte.
        De hecho, he reflexionado sobre la primera lectura, de la Carta a los Romanos, de la misa de hoy. “Tened la misma consideración y trato unos con otros, sin pretensiones de grandeza, sino poniéndoos al nivel de la gente humilde. No os tengáis por sabios.” He reflexionado, pero quizás muy poco.

  • Isidoro García

    Yo creo que el tema este de la pederastia en la Iglesia Católica, no se está enfocando bien, por parte de algunos actores.

    • Isidoro García

      Porque lo execrable de la pederastia eclesial, no es lo eclesial, sino lo de la pederastia, y el abuso de poder, sea este en el ámbito de una Iglesia, de un colegio, de la familia, o de donde sea.

      Pero que haya pederastas en la Iglesia, es normal estadísticamente hablando, pues no deja de estar compuesta de seres humanos, con todas las debilidades que todos arrastramos, unos, unas, y otros, otras. Todos tenemos un monstruo durmiendo debajo de nuestra cama, que a veces se despierta.

      Y una vez señalado esto, que es de cajón, lo remarcable específicamente en la pederastia eclesial, es la defensa sectaria y numantina de casi todas las Organizaciones, ante estos casos, mediante el ocultamiento, y “la vista gorda”.

      A ningún director de Colegio, y más si es parte de la propiedad, le gusta que estalle públicamente un caso de estos, pues es muy mala publicidad para el negocio.

      En el caso de la Iglesia Católica, a mí, estos casos, me sirven de enseñanza, de las bajezas a lo que están dispuestos a recurrir sectariamente unos dirigentes, con tal de mantener la Organización funcionando.

      Por ejemplo, cuando se discute la historicidad real de los evangelios, y la fidelidad de la doctrina tradicional, (la famosa “Tradición”), respecto a las palabras reales de Jesús, todos los escritos y disertaciones de obispos y teólogos son a favor de la tradición, claro, discutiendo y reprobando estudios históricos muy serios.

      Y no se puede dejar de pensar: Si estos señores fueron capaces de ocultar lo de la pederastia, y trasladar de coto de caza a esos pobre enfermos, aunque siguieran haciendo lo mismo, ¿qué cosa no harán con unas simples “mentirijillas” en los debates históricos evangélicos?.

      Las organizaciones sectarias, tipo iglesias, partidos políticos, clubs de fútbol, etc., endiosan a sus líderes, y fanatizan a sus integrantes, y marcándoles a fuego en la mente, las ideas de que toda crítica a su organización, por principio es injustificada y causada por el odio demoníaco a la mismo del crítico.

      Y deben defenderla con razón o sin razón, aunque lógicamente, nunca es “sin razón”, pues para eso está la “disonancia cognitiva autodefensiva”.

      Eso en Psicología está estudiado por Eagleman, en su libro “Incógnito», y se denominan “Egregores”. El que quiera saber más puede leer: https://pacotraver.wordpress.com/2023/10/25/la-mente-zombies-y-fractales/, de Francisco Traver.

       

      Por todo ello, el que unas organizaciones sectarias, como los partidos políticos, utilicen torticeramente cualquier argumento real, de otra Organización sectaria “enemiga”, como seria el caso de la Iglesia, no me extraña nada. Porque entre sectarios, vale todo.

      • Isidoro García

        Aunque posiblemente no le interese a nadie, me he quedado con un regusto amargo de que quizás el final de mi comentario, fue demasiado rápido, y poco claro. Ahora, explico, lo que quería señalar.

        Concretamente, puede haber parecido de que acusaba de sectarismo fanático culpable a los integrantes de grupos como iglesias, partidos o equipos e fútbol. Y es en parte así, lo que pasa es que creo que no son culpables.

        Ese sectarismo de todas las organizaciones humanas, no es “vicioso”, ni “pecador”, pues responde a un proceso natural de evolución emergente, en nuestras mentes, que es por supuesto inconsciente, involuntario y por decirlo así telúrico, (circula poderosamente por las profundidades de la mente).

        Lo que dice el neurocientífico Eagleman, y muchos otros, (aunque yo no he leído su libro, -una tarea pendiente más que tengo, y que no creo que llegue a cumplirla), es que además del “yo”, que dirige la razón, en nuestra mente coexisten multitud de subprogramas neurológicos, específicos, para la realización de tareas concretas, que luchan entre sí, para tomar el mando de la mente. (Y luego el subprograma “yo”, asiente y razona y justifica a posteriori).

        Estos programas neurológicos, o patrones de conducta, que se pueden llamar también arquetipos, están cargados fuertemente de energía psicológica, de difícil resistencia.

        Y estos arquetipos o patrones de conducta específico, surgen por evolución emergente, al servicio de la supervivencia del individuo, en sus circunstancias ambientales concretas.

        Durante los 2-3 millones de homo, unidas a las decenas de millones anteriores de años de primates, e incluso más aún de otros mamíferos predecesores, en que la “tribu”, ha supuesto la estrategia fundamental de supervivencia de dichas especies, han ido emergiendo una serie de subestrategias, para potenciar y optimizar el sistema de supervivencia de la “tribu”.

        Estas subestrategias, son autónomas, y algunos los denominan como “zombis”. La idea del zombi me parece muy tridimensional y acertada, en comparación con la idea de módulo que parece referirse a algo mecánico, y en cierto modo artificial e inanimado, y también recuerda al término de bucle extraño propuesto por Hofsdadter. El zombi es un “muerto vivo”, (en realidad como un virus), algo que posee vida pero no conciencia de sí mismo, de ahí el acierto de la metáfora, (Francisco Traver).

        Por ello, en la actualidad, (en la que las circunstancias ya no son las mismas del Paleolítico y la lucha de la selva), la mente humana contiene en su mas profundo nivel, una serie de corrientes telúricas, que están inhibidas, pero que se despiertan cuando sucede una circunstancia disparadora.

        Hoy día, esa circunstancia disparadora, es la adscripción a un grupo humano concreto, no genérico. Y eso constituye la fuerte necesidad e instinto de “pertenencia”, de la que ya hablaba Simone Weil.

        Por ello, sin darnos cuenta, y ser conscientes de ello, cuando pasamos la puerta de entrada a un grupo social, automáticamente, se ponen en funcionamiento dichos subprogramas, originados en el Paleolítico, o quizás en la selva africana.

        De tal manera, que de repente nos sentimos como “poseídos” por el espíritu del grupo, y sufrimos una metamorfosis mental, pues el arquetipo tribal se potencia, en detrimento de nuestro arquetipo reflexivo individual, que aunque permanece, se ve muy afectado por el “tribal”.

        Supone una metanoia, una “conversión”, una metamorfosis, una “caída del caballo”. Cambia nuestra “alma” = mente.

        Por eso es un fenómeno psicológico muy emparentado con las conversiones repentinas, que se suelen producir, por la incorporación a nuestra cosmovisión de un elemento cognitivo nuevo, que trastoca el equilibrio previo de nuestro sistema de ideas, y da lugar a la parición repentina de un punto de equilibrio nuevo, a veces muy alejado del anterior.

  • carmen

    Lo leí está mañana.

    A este señor le provoca lo mismo que a mí. Solamente que, como soy murciana, digo que me da angustia.

    Y a casi todo el mundo mundial. 

  • Antonio Duato

    Ya van casi 50 comentarios en este hilo. Y algunos artículos enviados que ya no he querido publicar en la columna central. Pero, como tmbién hay famosos intelectuales que quiere ligar esta indignación provocada que se ha creado contra abusadores y encubridores con la mano oculta que quiere “romper España” La náusea (respuesta a Fernando Savater sobre la pederastia). Por Alejandro Palomas, escritor de 55 años, ganador del Premio Nadl en 2018, que expuso en primera persona su caso de abuso sufrido y consecuencias en Esto no se dice.

    El enlace a lo dicho por Savater está en el texto. Vale la pena leer antes lo que dice el aludido filósofo.

    • José María Valderas

      Le agradezco señor Duato que vuelva a poner el toro en suerte, donde quise situarlo yo, sin éxito: la intención de Gabilondo, vale decir, de El País, del Partido Socialista y otros enemigos declarados de la Iglesia. Analizando los dramatis personae, vemos que Fernando Savater es inopinadamente la bestia negra ahora. Savater, para quienes no lo conocen es un archiantieclesiástico. Sus razones personales tiene. Para quien no lo sepa, y sospecho que muchos de los lectores de ATRIO,  Savater fue expulsado de la Universidad Complutense y fue sustituido por uno de sus delatores, un mercedario, que se prestó voluntariamente a sustituirlo. Si quieren saber más sobre ese sujeto religioso lean la bibliografía sobre los zubirianos y allí encontrarán su nombre. (Para que no se me entienda al revés, Zubiri nada tiene que ver con ese fraile, sino que el religioso escribió comentarios a la obra del vasco). Llegada la democracia y creada la facultad de filosofía de la Universidad del País Vasco, se le ofreció a Savater, que es donostiarra, la cátedra de ética. Allí tuvo un rifirrafe intelectual con Setién. Intelectual primero y luego de ética social en la que el prelado brilló por su carencia de la misma. Al ser objetivo de ETA, se le ofreció otra oportunidad en Madrid. Siempre ha escrito en El País, aunque fue financiador de un periódico revolucionario que pasó sin pena ni gloria. En resumen, su amor a la Iglesia es nulo. Pero es un hombre valiente.

      Valiente, pero no tonto. Ni mucho menos. Como tampoco es tonto Miró y Ardévol, quien ha publicado la intención aviesa de El País y el gobierno en esa campaña vil contra la Iglesia. Se pregunta también, lo que inquiría yo, ¿quién está detrás?

      Solamente los que quieren ser engañados ven fantasmas en los otros. Pero los otros no minusvaloramos el drama, terrible drama, de los niños abusados. Ni eximimos de responsabilidad a cuantos miraron hacia otro lado. Pero no queremos entrar en el juego de la persecucióm gratuita a la Iglesia. Leña al mono que es de goma.

      Don Antonio, sí creemos que son los mismos que quieren destruir España, porque los valores obstaculizan su vía hacia el totalitarismo nazi. Lea los textos que han firmado Junqueras y Sánchez. A ver si encuentra una levísima defensa de quienes sufren la bota secesionista en educación, en sanidad, por citar dos ejemplos de consumo diario. Hay que silenciar a la Iglesia. ¿Cómo? Concentrando en ella la ira popular de los abusos. Entre los citados por El País hay un cura a quien conocí que, por lo denunciado, le pasaba la mano por el culo de los alumnos, de los que se dejaban, me imagino. Comportamiento nefando, por supuesto. Pero no puedo dejar de pensar en los abusos de los menores abusados por el marido de la consejera de la Generalidad Valencia de Puig. Si hay grados de pecado y de desvergüenza, es obvio que es gravisimo hacerlo con menores confinados en centros públicos. No es el tú más. Cierto es que la Iglesia tiene mayor culpa ante Dios y ante la sociedad por presentarse como ejemplo de conducta e indicadora del camino a seguir. Nadie lo duda. Pero también merece ser tratada con justicia. Y aquí, en esa cuestión, no la ha habido.

      Allá cada cual si quiere ser compañero de viaje de la perversión y el interés torticero de quienes, una vez más, quieren destruir el hombre, la familia, España y, por supuesto, la Iglesia. Va todo en el mismo pack.

      • Monica

        Allá cada cual si quiere ser compañero de viaje de la perversión y el interés torticero de quienes, una vez más, quieren destruir el hombre, la familia, España y, por supuesto, la Iglesia. Va todo en el mismo pack“.

        Este párrafo final define a su autor.

        El hombre: Hemos, en parte seguimos viviendo, en un patriarcado  en donde  el hombre, lo masculino, tiene la supremacía por el simple hecho de serlo, y relega, de ese modo, a la mujer, a lo femenino, a un segundo plano. Hasta hay personas, grupos que a  la violencia de genero, oculta durante tantos años, les molesta que se la denomine así. Pedir idénticos derechos por el mero hecho de ser personas como los hombres, no es destruir al hombre.

        La Familia: Existen otras formas de entender la familia a las que se les ha impedido su existencia jurídica. Consideramos a la familia como un grupo social primario en el que sus miembros se relacionan  partiendo del desempeño de ciertas funciones, se hace posible la formación de la persona mediante interacciones significativas hacia el interior del grupo, que permiten el desarrollo de las habilidades psicosociales, para que aquélla pueda integrarse a su sistema sociocultural y realice su existencia. ¿Pedir su reconocimiento va a destruir la familia tradicional?.

        España: Existen naciones distintas en el Estado, que han sufrido durante siglos discriminación.  Una nación es un grupo de personas que comparten vínculos históricos y culturales, las personas con una conciencia nacional se sienten parte de un mismo pueblo, se sienten vinculadas por características comunes. Y se quiera o no, hay  personas de estas regiones que sienten que no comparten la misma historia y cultura que otras del territorio español. El idioma, la cultura y las tradiciones son distintas. Por eso, se identifican como parte de un territorio concreto y no de todo el territorio español. Esto significa que se quiere destruir España.

        La Iglesia: en el caso de la pederastia, es que denunciar los casos de pederastia, probados, es destruir la iglesia.

        Todo estos lamentos se basan en la perdida de poder, de privilegios, de aquellos que “dicen” hablar en defensa del hombre, de la familia, de España y de Iglesia, no se dan cuanta que son ellos los que la están destruyendo.

        • José María Valderas

          Hombre, de homo-hominis. Dícese del varón y de la hembra cuando se emplea de forma genérica. Comprende ambos. La Universidad de Barcelona acaba de proscribir, por innecesario, el lenguaje inclusivo. Toda la derivación sacada forzadamente de la palabra en acepción restringida del término es flatus vocis.

          Familia tiene múltiples acepciones. Con propiedad significa un taxón, un linaje o la unidad formada por un hombre y una mujer, o un macho y una hembra, para propagar la especie. Con ese fin la evolución ha creado el dimorfismo sexual. Por analogía se ha ido atribuyendo esa institución a otros modos de relación, que no son familia sensu stricto, pues no se ordenan a procrear, alimentar y educar la progenie. Con el concepto de familia están estrechamente asociados derechos y obligaciones para con los padres y los hijos, que deben ser protegidos por la administración.

          España es la primera nación estado de la era moderna en Europa. A lo largo de la historia ha recibido varios nombres, siendo su catalizador la denominación Hispania, que los romanos dividieron entre Hispania Ulterior e Hispania Citerior. Ha sido tierra forjada en múltiples invasiones y cruces. Cerca de cada, por ejemplo, se halla el puerto donde recalaron los feocios en el siglo VII antes de Cristo, es decir, en el período homérico, presocrático. Pero también los pueblos del oriente mediterráneo entraron por Gades. Hubo reunión de distintos pueblos con los visigodos. Y cuando empezó a fragmentarse al liberarse paulatinamente del alfanje musulmán y renacía Europa, siguió siendo “Marca Hispánica”.

          No le voy a repetir la historia. Ni siquiera mencionarle lo bien que vivían los secretarios de los Austrias, que eran una privanza de los vascos. Privanza y protección que, con los Borbones, dieron esplendor a lo que hoy llaman Euzkadi con las Caballeritos de Azpeitia o la fundación del Colegio de Vergara. Mucha privanza y muchos privilegios. Venía de lejos. De hecho, las Glosas Emilianenses registraron, por igual, las primeras palabras vascas y castellanas. Eran, así se consideraban, una misma nación.

          De hecho, el término nación ha sido muy fluido a lo largo de la historia. En las Universidades medievales (París, Oxford, Cambridge, Bolonia) se aplicaba al origen de los colegiales. Gens hispana o ab hispana natione, se decía de los estudiantes de Navarra que acudían a la de París, por ejemplo. La Guerra del Francés fue el ejemplo histórico reciente donde quedó de manifiesto el sentido de pertenencia a una misma nación a una misma historia. Vale la pena leer a Benito Pérez Galdós y sus Episodios Nacionales. El nacionalismo separatista es un asunto reciente, de finales del XIX y principios del XX. Aquí en Cataluña, tuvimos un alcalde de Barcelona convencido de que el cerebro del catalán difería del cerebro de cualquier otro ciudadano del resto de España. Si tenía el cerebro distinto, también su mentalidad y sus emociones eran distintas, lo que todavía llaman “taranná”. A don Santiago Ramón y Cajal aquellas simplezas le hicieron poca gracia y desmontó todo el artificio intelectual del alcalde médico separatista. Algo sabía Ramón y Cajal del cerebro. Cajal quería mucho a Cataluña donde había sido catedrático de Anatomía. Y en el testamento le dejó a su universidad, la única que había, la de Barcelona, parte de sus bienes. Cuando llegó el Estatut, viendo la sinrazón y la enajenación mental de una clase ensoberbecida en su ignorancia supina, eliminó del testamento ese legado. Lo veía ruin, aparte de falsedad histórica. “A patria chica (España entonces lo era en el concierto mundial), alma grande”.

          • Monica

            No quería contestar, primero porque mi tiempo es escaso, y segundo porque es inútil debatir con una persona con un trastorno de personalidad narcisista  como el suyo. En este tipo de pacientes existe la dificultad de dialogar sobre lo correcto y lo incorrecto, tienen sentimientos excesivos de egocentrismo, exagerar sus logros y talentos, conviene no morder el anzuelo pues sus respuestas se van por la tangente, y no se puede esperar disculpas.

            Usted sabe perfectamente que ni usted ni yo nos referíamos a la forma genérica de la palabra “hombre”, así que sobra por inapropiado su comentario, por no decir por su intención de tergiversar y engañar.

            Creo que no ha leído, o nuevamente pretender tergiversar lo que opino sobre la familia, usted a la manera tradicional o nuclear. A estas alturas de la historia de la humanidad, no es posible seguir pensando que la familia es “hombre, mujeres, hijos e hijas”, porque la sociedad no lo vive de esa manera. La familia es aquella donde hay lazos afectivos y relaciones de solidaridad y colaboración entre las personas, en un mismo espacio. Es algo estable, un marco de referencia, algo donde regresar y de donde partir. El amor es lo que construye una familia. Ya sea familia nuclear, incompleta, extendida o sui generis, lo importante es que nos sintamos amparados con aquellos con quienes convivamos y respetemos las diferencias de cada hogar.

            El concepto de nación, de estado-nación, tal y como lo entendemos hoy, es contemporáneo y nace con las revoluciones burguesas y liberales en Europa. España en absoluto es el primer nación estado de la era moderna. Las naciones europeas comenzaron a consolidarse a partir de la Revolución Francesa, en 1789, cuando los países abandonaron las monarquías absolutas para dar lugar a democracias liberales, no es el caso de España, mejor dicho de “las Españas” que era su nombre en los siglos anteriores. Se podría aceptar que existe, de forma relativa,  un proceso de acumulación de cultura, historia y elementos que asientan la nación que se termina de consolidar en el siglo XIX con la Constitución de Cádiz.

            El debate sobre qué es España se caracteriza por un gran confusionismo terminológico interesado, como si nación y estado fueran lo mismo. Lo cierto es que para una mayoría de los españoles España es estado y nación, la única, pero para muchos otros, entre ellos los vascos, es sólo lo primero. La polémica es la constatación de la complejidad en la que encuentra España: estado-nación, nación de naciones, patria común de todos, estado plurinacional… invención, artificio, realidad histórica, sociedad forjada por la historia… incluso para algunos (todavía demasiados) España sería desde los Reyes Católicos una “unidad de destino en lo universal”.

            A pesar de los bruscos cambios soportados, a pesar de las difíciles circunstancias a las que hemos tenido que enfrentarnos, los vascos hemos mostrado reiteradamente nuestra voluntad de permanencia, hemos sabido preservar en medio de las dificultades nuestras señas de identidad, nuestros referentes histórico-culturales, el euskera milenario además de sentimientos de pertenencia a una comunidad por encima de delimitaciones político-administrativas. Eso es ser una Nación.

  • Antonio Llaguno

    …..

  • carmen

    Señor Valderas.Cuando he dicho que se podía elegir, me   refería a la  forma de afrontar la vida. Soy la última de seis hermanos. Entre la mayor y la menor hay  18 años de diferencia. Mis tres cuñadas y mi hermana, cuando se casaron dejaron de trabajar. Pasaron a ser señoras de. Mi hermana mayor no. Ella no se casó y trabajó y muy bien hasta su jubilación.

    A mí, ni se me pasó por la cabeza.Antes, las mujeres prácticamente  no podían elegir, salvo excepciones. Estaban educadas para ser la dueña de la casa. No digo que no estudiasen en la universidad. No estoy diciendo eso, aunque muchas se quedaban en el bachillerato, y con suerte.  Muchas se iban con su carrera a su casa. Sin embargo,  al principio de  los 70, ya había aires de cambio. Y esos los viví.

    Quizás usted, siendo varón, no se diese cuenta, pero las chicas jóvenes, chicas, sí nos dimos cuenta. Hemos luchado mucho porque teníamos que cumplir con las obligaciones de casa, los embarazos, los hijos, los padres mayores y el trabajo. Somos una valientes. Estamos absolutamente orgullosas. Nos ha costado mucho trabajo que se diera normalidad a que  las mujeres  trabajásemos fuera de casa. Por eso nos descomponemos ante determinadas cosas.

    Las chicas jóvenes, las que ahora tienen, no sé,  pongamos de cuarenta hacia abajo, no tienen ni idea de la herencia que le hemos dejado la generación de sus madres. Porque unas trabajaban fuera de casa, pero es que las que no lo hacían, luchaban a muerte para que sus hijas, as, estudiasen exactamente igual que sus hijos varones. Eso lo sé. Y en plena huerta de Murcia.

    Cuando  vi la orla de ingeniería de caminos de mi hijo , creo que es el 2009, me quedé muerta. Al menos el cuarenta por ciento eran chicas. Alucinante. Maravillosamente alucinante.Creo que la sociedad ha ganado mucho con nosotras. A eso me refería. No a que usted fuese de derechas o de izquierda, o lo que desee ser. No iba por ahí. Pero reconozco que cabe esa interpretación.Y lo del complot , sobra totalmente.

    Ya le he dicho que lo siento.Pues eso quería decirle. Fin.

  • carmen

    Es que las cosas son como son, Ana. Como son. Como eran. Como serán. Arregi lo sabe muy bien.Y esto es lo que hay.Gracias por el enlace.

  • carmen

    Ve?Esta vez se ha enfadado con razón. Sabía que no me estaba explicando bien. Pero tenía prisa y…Lo siento.Amigos?

  • carmen

    Es que, Mónica, no lo puede evitar. No quiere insultar, no quiere molestar, después se siente mal. Él es así.Todos somos producto de nuestra educación, de nuestro ambiente. Luego está la capacidad de elegir. Y no todos elegimos lo mismo.

    Igual el señor Valderas se cree en la obligación de decir las cosas que dice, porque está convencido de que hay una especie de contubernio judeomasónico contra la iglesia católica y las buenas costumbres. Es su idea. Aunque ahora no sé si sería más adecuado decir arabemasónico. Y sé que se va a enfadar por esto.

    Defiende sus ideas. Pero se pasa un montón en la forma, a veces , según con quién hable. No lo hace conscientemente. Es producto de su manera de ser. Sabe muchas cosas y le salen hasta por las orejas. Envidio ese conocimiento.Hasta no hace muchos años, a un varón con autoridad, nadie le tosía. Lo he visto con mis ojos. Jamás lo he entendido. Porque aunque tengo 70 años, ya estaba en el comienzo de otra generación diferente. Las cosas empezaban a cambiar. Te podías posicionar en un lugar y otro. Pero, ya te digo, eso ha sido así hasta hace pocas décadas. Y cómo le explicas que no es camino ahora? No lo entiende. Porque hasta hace poco si era caminoEs que conozco a personas mayores así. Muchas han muerto ya. Pero han existido. Este señor pertenece al final de una generación. La anterior a la mía, aunque coexistieron durante bastante tiempo. Otra cosa es estar o no de acuerdo con Lo Que Dice. Pero en cuanto a la forma, a ver, no tiene solución. No la tiene. Lo intentará, hasta que le toquen una fibra. Saltará.

    Los tiempos cambian. Pero todo es paulatino, lento. Es España venimos de los cuarenta años que venimos.No sé.Es cuestión de decirle, vamos a ver, señor Valderas…y ya está. Y la grandeza de Atrio es precisamente que, últimamente, te dejan hablar. Y sé cómo piensa el moderador. Pero…lo permite. Me parece genial.Esto pienso.Gracias. Gracias. Gracias. 

    • José María Valderas

      “Y no todos elegimos lo mismo.Igual el señor Valderas se cree en la obligación de decir las cosas que dice, porque está convencido de que hay una especie de contubernio judeomasónico contra la iglesia católica y las buenas costumbres. Es su idea. Aunque ahora no sé si sería más adecuado decir arabemasónico.” No fotis, que diría un catalán; no me jorobes que diría una señorita; no me joda… que diría yo mismo. O, como le espetó un alumno a mi mujer, “fastidia a la marrana”. No es lenguaje inclusivo, que la Universidad de Barcelona acaba de proscribir, ni por supuesto del buenismo. Fui de la Asociación Judeo-Cristiana, con las monjas de Nuestra Señora de Montesión, unas religiosas preparadísimas. La superioridad me dijo en una ocasión que le pregunté por qué no iba a visitar a su hermano sacerdote. Me repuso: “Tenemos toda la vida eterna”. Esas son mis confabulaciones, las únicas que me interesan.

  • Carmen.

    Pues también lo dejo.Me voy a pasear. Hace un día maravilloso.Sabes qué pienso? Que muchas veces el silencio es un arma de autodefensa. No quiero juzgar a nadie que calle. Sus motivos tendrá. Pero seguro que se me permite decir qué opino de un tipo de silencio.  También tendré los míos.Y ahí está el señor Elzo, al que adoro, escribiendo sobre El silencio.

    Lo mío es una opinión más.Buen día.Descanse. El domingo es el día en que Dios descansó? O era el sábado? Uuuuuufffffff, ya no sé…

  • Monica

    Mi solidaridad con Ana y Carmen. No es tolerable que se cuestione los conocimientos o la inteligencia de una persona, e implícitamente por ser mujer. A mi me pasó con este Señor que cuestionó mi profesionalidad y mis conocimientos. Si no denunciamos estos hechos seguiremos soportando y dando alas a quienes son y se comportar  como machistas. No lo consintamos.Besos a las dos.

  • carmen

    Ana.Ya sé que hay un tipo de persona aquí dentro que piensa que contar cosas personales es improcedente. Estupendo.Mira. Mi hijo pequeño tiene pensado casarse, creo, en un año o por ahí con su Fernando. Creo. Tiene toda la pinta, pero no pregunto. Los hijos ya sabes cómo son.Voy a hacer una fiesta con mis amigas por todo lo alto. No sé qué tipo de boda querrá hacer. A lo mejor no caben. Me da lo mismo. Voy a celebrarlo con ellas a tope. Pero a tope. Porque creo que es una buena manera de colaborar. No sé si me entiendes. Abriendo puertas y ventanas y quien no quiera asomarse al exterior pues que se quede en su jaula de oro.No soy tanto de ideas como de acciones. Hay que demostrar cosas.Nadie me asusta ya. Y me da exactamente igual como piensen. Lo importante es como pienso. Y cómo piensa un montonaaaazo de personas. No me siento sola. De verdad que no.Ahora, a demostrar que un círculo se puede cuadrar. Geométricamente no, es cierto. Pero ahí están las integrales. Pues a aplicar integrales en la vida también.Gracias.

  • José Thompson

    Hola.Tengo que intervenir para aclarar algo.

    • José Thompson

      Primero ¡¡feliz domingo!!.
      Entro hoy con brevedad,  como sabéis estoy liado hasta finales de año. Pero tengo la obligación de aclarar algo, y es en referencia a la participación de Micael. Yo soy responsable de su participación, yo le invité a que entrase en la web y si quería interviniese. Lo he hecho con más personas, sobre todo con las que mejor me llevo, y en las que veo interés por las cuestiones que aquí se tratan,  de verdad son muchas, y espero verlas  dialogando por Atrio pronto.
      Micael es una persona querida por mí, fue profesor en un curso en Inglaterra y mi avalista o mentor, no se si se dice así, en el Master que hice en Madrid. No creo que falte a su confianza ni anonimato si digo que es una persona conocida en ámbitos académicos, como profesor tanto de Filosofía como de Psiquiatría, es ensayista y tiene muchos libros publicados y varios premios literarios en España como en otros paises.
      Siento que no le apetezca seguir participando en Atrio, a mi me hubiera gustado que sí, porque sabe mucho y hubiera sido positiva su particpación. Espero no haberle molestado tanto a él como tampoco a vosotros/as.
      Abrazos. José

  • carmen

    No.No fue una confusión. No. Pero te digo lo que digo infinidad de veces. Detesto el silencio y por mil causas diferentes. Cuando empezó todo el tema de la pederastia, hubo opiniones diferentes. Pues claro. Me sentí mal porque pensé que os creáis que os atacaba personalmente. Hay que no conocerme.

    Pero eso sucedió hace mucho tiempo.Y sí, claro que a veces me he sentido sola. Porque tengo otra idea de lo que es el silencio. Pero, como habrás observado no me he ido a foro coches.

    Bueno, perdón. Sola aquí. Sola en mi pensamiento, pues no. Porque he intentado llevar la voz de lo que detecto a mí alrededor. No. Sola no.Pero…ya te digo. Aquí sigo. En determinados temas si no intervengo me siento fatal. Porque tengo la oportunidad de hacerlo. Me he hecho un hueco. Creo que sí esto lo leen personas, es bueno que hable. Porque lo que no se dice, no existe.Y he hecho amigos estupendos.Gracias.

    • José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete

      Carmen, te he dicho confusión mía entre dos conceptos, lo mantuve un tiempo, debes aceptar que el otro te dice la verdad que ve en cada momento. Si no… Y el “silencio” piensa que a menudo es repensar lo que uno dice, rumiar si está acertando; no es desprecio del otro muchas veces, que no. El debate te puede además entusiasmar, y a otras personas les puede hacer sufrir. Es una necesidad para ellas y, a la vez, un sufrimiento. Cuando alguien calla puede ser por “desprecio”, pero puede ser también por “sufrimiento”, o por “no ver posturas de diálogo y argumentos”. Lo dejo, tengo prisa. Cada persona es un mundo. Un abrazo.

  • carmen

    Hola Ana.Me da tan igual…Cuando se casó mi hijo mayor en diciembre, el pequeño se fue a trabajar a Madrid, y pasó la navidad. Me fuí de casa una noche. No llames a la policía, no vuelvo.

    Y se acabó. Di por terminado mi matrimonio. Sencillamente necesitaba ser yo. No resistía más. Yo soy yo. Punto.No veas, estuvieron años buscando un novio, una razón, qué puede hacer una mujer de 57;años sola? Tiene que tener a otro hombre esperándola. Hace de esto creo que doce o trece años.Todavía me río, ahora, claro, ahora, cuando me acuerdo. Otro? Vamos, anda… Y no fue fácil. No lo fue. Porque el hombre cuando se siente abandonado por una mujer, pues, a ver…pero todo está bien. Mis hijos tienen dos familias. No veo el problema.

    Porque la sociedad es machista. Cómo no va a serlo? Es imposible que no lo sea. Avanzamos, sí. Pero de a poquito.Gracias. Muchas gracias.

    • ana rodrigo

      Carmen, no me refería a tu vida personal ni muchísimo menos, lo del machismo hacía referencia a cómo Valderas nos trata a tí y a mí. Yo no lo olvido, porque no soy yo la menospreciada, sino porque lo que machismo hace contra una lo hace contra todas.

  • carmen

    Señor Valderas. A mí ya se me ha olvidado. Pero sabe qué? Debería de plantearse por qué se me ha ocurrido escribir lo que le he escrito. Y ese sí que es un consejo de maestra. He tenido la profesión más bonita del mundo mundial.Hasta la próxima. 

  • carmen

    Don Miquel.Era un farol. No tengo ni idea de quién pueda ser usted. Lo siento. No lo pude remediar. Este, como usted muy bien dice, es un foro peculiar porque unas personas son muy , y vuelvo a tener un problema con las palabras. Y otras somos de mezclar ideas con situaciones personales vividas. Acabamos sabiendo cómo pensamos, cómo sentimos, en qué momento vital estamos. Ese es el atractivo para muchos escribidores de Atrio. Es una especie de café tertulia, de esos que ya cuesta tanto encontrar.

    Hay personas de todo tipo. Hay quien piensa que Atrio debería de ser otra cosa. Pero es lo que es. Encantadoramente lo que es. Otra cosa es que crea que no es su sitio.

    Sorry. Ni idea de quién pueda ser usted, no me interesa lo más mínimo. Si me interesa lo que dice. Algunas cosas comparto y otras no . Al margen de lo que pueda usted ser académicamente. Pero si no me creo lo que dice el mismo Papa , voy a dejarme llevar por alguna tipo de persona sea cual sea su currículo? A ver si ahora va Antonio y se enfada conmigo. Quiero dejar claro que no mantengo ninguna comunicación con él desde hace tiempo. Discutíamos demasiado. Bastante tiene con aguantarme aquí dentro como para además soportarme a nivel personal. Ha sido un farol. Que le vaya muy bien. Y ya verás como echa de menos Atrio. Es algo diferente. Interesante. Y, a su manera, acogedor.

  • José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete

    Gabilondo, acerca de su “Informe sobre abusos en la Iglesia católica”:

    “Entre todos los escándalos que pueden dañar la imagen de la Iglesia, ninguno sería mayor que silenciar y no responder a este asunto. Sería el escándalo de los escándalos”, constata Gabilondo.Y lamenta que “a veces, la universalización es una forma de impedir que ocurra algo concreto. Es muy frecuente decir: “No estoy en contra, pero habría que hacer también esto. También, también…”. El resultado final es que ya parece más inviable que se haga lo concreto”.

    “La Iglesia debería decir que se compromete con toda rotundidad a colaborar en la reparación. Luego, ¿que todo el abuso sexual a menores es un asunto importante en España y que hay que abordarlo? Por supuesto. Pero si se ha hecho este informe en concreto en la Iglesia, se le pide una responsabilidad y una ejemplaridad. No solo respecto al abuso mismo, sino por la respuesta que han dado al abuso. Muchas personas están mal, no solo por lo que les sucedió, sino por la respuesta que han encontrado. No creo que debamos hacer una vinculación explícita con todos los abusos a menores. Eso dificultará, si no paralizará, la próxima ejecución de esa reparación”, culmina.

    Equilibrado, acertado y claro en su advertencia, hechos y exigencias. Pienso. 

    Querida Carmen, creo que te estás haciendo una idea falsa de las posiciones de muchos de nosotros en el drama de que trata el Informe de Gabilondo. Y esto desde hace tiempo. (Todo comenzó con una confusión, en mi caso, entre sistémico y sistemático. Cuando caí en cuenta del detalle, punto, vi la luz: íbamos en el mismo camino). De verdad, estamos con y donde el Informe deja el testigo y desde ahí exigimos avanzar. Ya. He puesto este entrecomillado en cien sitios de información eclesial. ¡Qué menos! A veces creo que te empeñas en suponer que estás sola y no es así; no es así en este caso ni en otros. Supones demasiado sobre los silencios de otros a veces. Simplemente puede que otros -cada uno habla o calla por sí mismo- no vean necesario repetir los mismo en los mismo lugares donde “blanco y en botella, leche”; cada uno puede considerar que otros lugares de debate son menos interesantes, pero más urgentes. No estás sola, ni mucho menos, en esta sensibilidad y en las exigencias que se derivan para nosotros, la iglesia. Un saludo cordial.  

  • carmen

    Porque señor Valderas. Usted sabe quién o qué es Miguel, igual que lo sé yo. Recuerda que no paré hasta que no descubrí quien era Ludovico? Porque los nombres los confundiré, pero nada más que los nombres. El problema de saber los nombres, los currículums y demás, es dejarte influir por ellos. Y, le aseguro que ese problema no lo tengo. 

    • José María Valderas

      Doña Carmen, por favor, no siga por ese camino. Ni sé ni me importa quién es Miguel, ni qué es. Jamás hice acepción de personas. Jamás. Si en mi opinió enn tal o cual opinión es de ignorancia supina, lo digo a las claras, sea el Papa de Roma, Omella de Barcelona, el ministro de educación o el de cultura. Y no digamos si es Sánchez o Montilla o Yolanda Díaz. No sé si es osadía, atrevimiento o imprudencia, pero es lo que tiene no haber dependido jamás de nadie. Porque abomino del nazismo separatista incrustado en capas de la Iglesia en Cataluña a propósito del trato con niños e inmigrantes nunca se me ha ocurrido pedir trabajo en empresas catalanas. Siempre he trabajado en empresas internacionales. Y eso te da mucha libertad. Te abre mucho horizonte.

      No siga por ese camino, por favor. No voy a entrar en esa vía, pero quiero dejarlo claro desde el comienzo. Ni soy misógino, ni menosprecio a la mujer, ni chorradas semejantes. Cuando dirigí mi empresa puse en redacción –el cogollo– el doble de mujeres que de varones. Y puse a una mujer de mi sucesora. Mucho antes del feminismo de baratillo que está hundiendo la sociedad española de un tiempo a esta parte.

      Déjeme seguir siendo libre. Jamás, repito, me interesó quién estaba detrás de un texto. Si usted se siente ofendida será por un exceso mío, y lo lamento. Pero no vea acepción de personas. De hecho el sujeto que usted cita no estará muy de acuerdo con su queja. No cambio, sin embargo, ni una letra.

      Por cierto, descubrir quién estaba detrás, fue una debilidad mía. Mantuve el seudónimo porque no quería que se asociaran mis opiniones con las del editor de publicaciones de ciencias, siendo opiniones mías, personalísimas, sin nada que ver con el mester ejercido. Y fue una debilidad, cansado de que me acosara con alusiones al miedo y demás zarandajas. Recononozco mi debilidad. Jamás debí develarlo y enviar al cuerno a los impertinentes.

      Pero, por favor, no siga por ese camino. Me duele que le duela ese pensamiento.

       

      • Micael

        Buenos días.

        Supongo que el “sujeto” al que se refiere el Señor Valderas por indicación de Carmen, al que llaman Miguel soy yo. En mi DNI figura Micael, pero acepto Miguel como referencia. Desde un principio he sido  reticente en  intervenir en foros de debate. Primero porque suelen ser de escaso interés, por los temas que se tratan y cómo se tratan, y segundo porque casi siempre los participantes se desvían del tema a tratar hacia cuestiones mas personales, incluso a enfrentamientos verbales que no me interesan.

        Cuando intervine por primera vez, después de varios comentarios, me escribió muy amablemente Antonio Duato, felicitándome por alguno de los comentarios y para poder hablar telefónicamente conmigo, yo le comenté algo de mi vida y lo que me parecía Atrio y porque no podía participar en su proyecto. He repetido varias veces que estoy de paso, de hecho este es mi último comentario. No por nada especial, simplemente porque no veo en qué puedo contribuir y en qué me puedo enriquecer con estos debates, que pueden y deben de suscitar el interés entre los lectores, en mi opinión, si son tratados de forma distinta, con más objetividad, con más participación, sin circunloquios y cavilaciones personales.  Y pido perdón, si alguien se siente molesto,  por el atrevimiento de decir lo que pienso.

        Como he dicho anteriormente, Micael no es un seudónimo es mi nombre, bien es cierto que no el más conocido, pero es uno de los que me pusieron mis padres. Buscar quien está detrás de cada persona no deja de ser mera curiosidad, y más si, como en mi caso, he hecho referencia a aspectos de mi vida personal que no se conocen en mi vida pública. Y sí, soy una persona muy conocida, tanto en el mundo de la Literatura y el Ensayo, también, pero menos, en el campo profesional como docente universitario y psicoanalista. Los buscadores de internet me tienen fichado, nada más poner mi nombre, con una biografía dedicada, más las innumerables referencias de páginas, videos, fotos … Intervenir anónimamente me da más libertad para explayarme en mis opiniones, hacerlo con mi nombre público me cohibe mucho más, porque son muchas las personas dispuestas a escrutar de forma tergiversada opiniones, experiencias etc …, y a relacionar esas opiniones o esas referencias biográficas con ideologías, con posicionamientos, y con la vida profesional o literaria, y aunque  me caracterizo por ser claro y firme en mis artículos, libros, conferencias y entrevistas, también es verdad que lo hago de forma comedida.

        La verdad es que lo importante es lo que expresa la persona no si es famosa o no. Pido disculpas a quien pueda haber molestado con mis comentarios, se me ocurre en el hilo sobre el Obispo Iniesta, o en este mismo hilo a José Maria Valderas. Este “sujeto” deja este espacio, agradeciéndole a Antonio Duato por haberme dejado participar, y deseándole a él, y a sus colaboradores directos, muchos éxitos y que encuentre pronto una forma viable para que este proyecto siga adelante.

        Muchas gracias.

  • carmen

    Señor Valderas.Por qué no le contesta a Miquel en los mismos términos que me ha respondido a mí?Es usted muy dueña de…La ignorancia es mala consejera…Porque soy mujer? Porque solamente soy maestra?  Usted también es de esos? Y he terminado la conversación. Quizás no tendría que haberla empezado.

    • ana rodrigo

      Carmen, ya sabes que para el machismo, las mujeres tenemos el plus de que somos tontas entre otras muchas cosas

  • carmen

    A que no me han hecho caso?A que no han leído el artículo En el Colegio, de David Trueba? Ya saben que con este tema vuelo.

    He quitado el programa Informe Semanal, está tratando el tema de Él informe Gabilondo.He visto un poquito, pero no lo puedo soportar. Es superior a mí. Me supera totalmente. Absolutamente.He oído una declaración en el programa. Es como si me hubiese leído el pensamiento.

    Y quién no entienda bien lo que dice Gabilondo, que no yo, porque nadie soy, que busque su alma. La ha perdido. Y ya saben cómo pienso. Si la iglesia cambiase, sería estupendo para la sociedad. Porque tiene una influencia brutal. No soy una anticristiana. En absoluto. Ni creo que el país lo sea. Pero si ha hecho una campaña profrancisco enorme desde el momento uno… De verdad. Guarden las banderas. Por favor. Ayuden a los adultos que de niños sufrieron abusos. La sociedad se lo debe. Nosotros, los de ahora, se lo debemos. Ahora.  

  • carmen

    Bueno, pues al final se ha enfadado, sorry.Y no soy Bruuuuuto. No me tome por lo que no soooooy. De traidora, cero.

    De ignorante y por lo tanto mala consejera, seguramente. Únicamente he ejercido de maestra y ya sabe usted…Por cierto, cómo me voy a reír del tiro oblicuo? Le aseguro que, aunque mi trabajo me ha costado, he resuelto problemas. Y hasta he calculado el ángulo para tirar tizas y que cayeran encima de la mesa del niño que quería que cayese. Porque el tiro directo puede hacer daño. En fin. Sorry.

    Pero no me compare con Bruto. Me sienta muy mal.Ay, Dios, me voy con mis opiniones a otra parte. Pero no era un consejo, no, qué va, era una opinión. Y además, sigo pensando lo mismo. Como no soy muy lista…soy cabezona.

    Otra vez sorry. 

  • carmen

     Al leer ayer su comentario, señor Valderas, me llamó mucho la atención cuando dijo que le costaba discrepar con el señor Revuelta porque trabaja como abogado pro bono. Se lo pregunté y su respuesta me dejó aún más confusa. Me parece que usted, como muchas personas que conozco, muchísimas y supongo que infinidad de personas que no ,  piensan que la discrepancia en una opinión hay que elevarla a la categoría de rechazo a la totalidad de la persona con la que discrepas. Digo yo que será eso. Así me encajan tipos de silencio que me resultan incomprensibles.

    Por ejemplo. No se debe de hablar de política, ni de religión en grupos familiares y de amigos. Se corre un riesgo altísimo de liarla gorda. Antes sucedía esto con el fútbol. Como teníamos interiorizado que solamente existía el franquismo y el catolicismo…pues a hablar de fútbol. Pero los tiempos cambian. No  únicamente ahora. No es una excepción. Siempre han ido cambiando de a poquito. Y cuando pasan unas décadas, la realidad es otra. Entonces si consideramos que la discrepancia es un atentado contra la persona, pues no podemos hablar, salvo de cocina, de nietos, de viajes de… Uuuuuufffffff. Menudo aburrimiento. Estoy de cocina hasta el gorro. Y me gusta, pero por favor…

    Porque si se te ocurre hablar, por ejemplo de la pederastia en la iglesia católica, se hace un silencio helado a tu alrededor que ríete tú de Frozen. Y sí te equivocas y nombras la palabra amnistía, entonces todo salta por los aires. Y entonces toca reírte de un estallido nuclear.

    Y no logro entenderlo. A mí me encanta discutir. Me encanta. Lo veo un ejercicio muy estimulante. Y divertido. Pero claro, si entras al ataque personal, inexplicablemente, porque qué tendrá que ver la persona completa con una idea que defiende, se acabó la diversión. Se acabó el enriquecimiento personal , el pensar lo que dice el otro,  el  buscar un razonamiento que rebata lo que estás escuchando.  Y Nos convertimos en cainitas. Algo horrible.

    Cuidado, nos convertimos todos los que intervienen en la discusión en cainitas. Si una persona llega al insulto personal, es muy frecuente que se responda con otro de la misma naturaleza. Y entonces nos convertimos en aquello que rechazamos. Todos. No únicamente el que ha empezado. No somos niños. Todos.

    Así que, diría que se puede discrepar hasta más allá del infinito y no pasa nada, porque se discute acerca de una idea.  No acerca de la persona . Quienes somos para juzgar a una persona? Ahí están los jueces … que juzguen ellos.Pues eso pienso. Hágame un poco de caso, señor Valderas. A lo mejor me la cargo por todo lo alto por escribir esto. La verdad, me da un poco, bastante igual. Estoy acostumbrada a los ataques personales aunque nunca los haya entendido. Seguramente es porque me gusta la discrepancia, porque la entiendo de otra manera diferente a la de muchas otras personas. La encuentro enriquecedora.

    Les parecerá una tontería pero quizás la crispación que se nota en la sociedad en este momento, tenga algo que ver con esto.No sé.Buen día.

    • José María Valderas

      Tu quoque Brute, fili mi? No quiero sacar el pie del tema de la pederastia según el señor Revuelta. Por mucho que se me distorsionen con mala fe –no soy tan generoso como conceder la gracia de la buena intención– mis palabras, mi discrepancia con el autor del post era en la maldad del informe Gabilondo ab origine. Si usted hubiera hecho la mili, doña Carmen, se hubiera reído de la explicación del tiro parabólico que explicaban los artilleros. Un servidor se lo vio describir y dibujar a un coronel de caballería en diálogo con el general de la División, mutilado de guerra, pero ajeno a esas trayectorias con las que le decían acertar el chupinazo. El general condecorado pensaba que no había otra que el tiro directo, lineal.

      Tirar por elevación era ver cuál es la razón última del Informe Gabilondo. Quiénes fueron sus inspiradores y artífices. Quiénes se prestaron a esa farsa con visos de seriedad académica y estadística.

      Lo demás, filfa, doña Carmen, mala fe e intenciones aviesas. Es usted muy dueña, a su edad, de creerse lo que quiera e interpretar lo que le venga en gana. dar incluso consejos. Incluso repetir lugares socorridos, como ese del que se puede discrepar en algo sin ser contario en todo. Ese es un mantra que aquí se repite mucho para denostar. La ignorancia es mala consejera. Claro que se puede discrepar en algo y admitir mucho. Como decía santo Tomás, el hombre por más que se empecine dice más veces la verdad que miente al cabo del día. La ignorancia es mala consejera. Es atrevida y acaba siendo malintencionada. Como en los que se tragan como pan bendito los ataques a Cristo y su Iglesia, aunque sea con el celofán de defensa de la mujer, de los niños, de los pobres, del mismo Cristo y de su Iglesia.

      • Micael

        Por mucho que le moleste al Sr. Valderas existe un informe sobre la pederastia clerical que tiene una “dimensión estructural o sistémica”, con decenas de miles de víctimas, y que, tras dimensionar el problema, devuelve la pelota a los poderes públicos el Parlamento y el Ejecutivo,  y a la Iglesia católica. ESTE INFORME DA RESPUESTA A UNA SITUACIÓN DE SUFRIMIENTO Y SOLEDAD CUBIERTA POR UN INJUSTO SILENCIO. El Defensor del Pueblo, señala,  en la introducción del Informe, que “se trata de un Informe necesario para dar respuesta a una situación de sufrimiento y de soledad que durante años se ha mantenido, de una u otra manera, cubierta por un injusto silencio”. Y como bien dice “Las víctimas son el sentido primero, el sentido último y el sentido central de este Informe”. 

        La Iglesia católica, al menos a nivel oficial, ha estado caracterizada durante mucho tiempo por la negación o la minimización del problema. Algunas víctimas han tenido que hacer frente no solo a la negación y a la ocultación, sino incluso a presiones y a reacciones de representantes de la misma en las que se les culpabilizaba de los abusos sufridos.

        Antes de opinar sería recomendable, más bien necesario y justo, leer el informa.

        https://www.defensordelpueblo.es/wp-content/uploads/2023/10/INFORME_abusos_Iglesia_catolica.pdfEs

        No es muy infrecuente que alguien acuda a un servicio de salud mental solicitando tratamiento para su abuso sexual, pero sí llegan innumerables personas buscando alivio para el sufrimiento que acarrean sus consecuencias.Los procesos de disociación y negación, frecuentemente implicados en el trauma, hacen difícil para muchos pacientes compartir con un profesional e incluso con ellos mismos la realidad del abuso. No es de extrañar que estas experiencias y sus consecuencias queden silenciadas durante una psicoterapia. Estas personas necesitan reparación, y PAZ,  una paz interior que no la tienen porque la sociedad no se la quiso dar. 

        Los profesionales que hemos tratado con pacientes visitas de abusos sexuales en la niñez, intentamos que el duelo por lo vivido tienda a abrir y estimular la emotividad. Más allá de la parálisis, angustia o desolación que puede incrementarse en los primeros momentos, la terapia tiende a generar mayores cotas de autoconsciencia afectiva y apertura relacional. Dicho metafóricamente, la persona empieza a empatizar profundamente con el niño que fue. Desde una mayor comprensión y compasión hacia su propio sufrimiento, comienza a abrirse del mismo modo al sufrimiento de los otros. Usted Sr. Valderas de estos temas no sabe, evidentemente. 

        Por lo tanto, ayudamos a las víctimas a recobrar su paz, Sr. Valderas respeto sus opiniones, aunque no sean objetivas, son  opiniones subjetivas desde la parcialidad de su ideología.

        • José María Valderas

          Como la inmensa mayoría de niños de mi época, nacidos mediados los cuarenta del siglo pasado, cursé el bachillerato en colegio de curas. Buena parte de ellos, los de los pueblos alejados de la capital, en internados. A mí nadie me violó. Nadie, ni en un grado ni en otro. Sí vi que expulsaron a algún colegial mayor por “trato impropio” con otro menor. Incluso a algún religioso auxiliar (no “padre”, para entendernos) que de la noche a la mañana desapareció de la Institución y los críos, que se enteraban de todo, hablaban de “trato impropio”. Tampoco a mi mujer, que fue a colegio de monjas, la violó nadie. Sí en cambio se sabía de abusos de padastros, en el pueblo. O monaguillos mayores que exigían felaciones a los novatos. Eso se sabía entre la chiquillería. Y mil ejemplos más.

          Durante un verano estuvo en el Movimiento Junior con chicos de pueblos de Madrid y de Valencia. Las historias que me contaban los propios niños eran monstruosas. Luego, lo negaban por la vergüenza que sentían de que yo me enterase, un extraño en su vida. Pero con buena voluntad volvían a coger confianza. Era el momento de enviarlos al páter (un cura joven que fungía vicario en Onteniente, si no recuerdo mal), pues sus sentimientos de vergüenza se mezclaban con sentimientos de culpa, que les atormentaba, al tiempo que evitaba por mi parte se sintieran traicionados en su confianza.

          Andando el tiempo, fundé en 2002 la revista Mente y cerebro. Desde muy pronto abordamos el problema de los abusos de todo tipo y su repercusión en la evolución psíquica del niño. Colaboraban psquiatras infantiles y psicólogos educativos. Se trataban con la seriedad característica de las publicaciones de Prensa Científica, S. A. sin concesiones a la palabrería. Primaba la óptica neuropsiquiátrica. Se convirtió en publicación de referencia para muchos profesionales.  Recogíamos artículos de otras ediciones hermanas (Gehirn und Geist, Mente e cervello, Mind, etcétera).

          Bien, eso por lo que respecta a lo que uno sabe o no sabe del tema.

          Por lo que concierne al Informe de marras, nadie niega el problema, terrible problema. Con secuelas gravísimas. Lo que se cuestiona es la razón, aviesa, perversa y malintencionada, de la vía elegida, el sectarismo, el odio a la Iglesia y su voluntad de silenciamiento. Que es cosa muy distinta.

           

  • carmen

    Es que, no sé.Creo que mezcla un poco todo.Sí, fue corazonista, me enteré hace unos días. Pensaba que había sido sacerdote. Dice usted que no denunció. Hará, al menos cuarenta y tantos años. El mundo era otro. Por eso mismo hemos llegado hasta donde estamos.

    Pero dejó la orden. Por algo sería. Ni idea. Ya sabe que muchos de los que aquí escriben dejaron de ser sacerdotes, también tendrían sus causas. Las desconozco. Desde luego algunas diferencias tendrían con la iglesia. Fíjese, nunca he crudo esa historia de , se enamoró y …tuvo que dejar de ser sacerdote. Siempre he pensado que, algún caso habrá, seguro, pero que el orden es el contrario. Dejó de creer en su iglesia y entonces contempló otras posibilidades para organizar su vida. Y muchos se casaron. Pues si. En aquel entonces para vivir en pareja no había otra. Bueno, se casaban en el juzgado, claro. Sé que usted sabe un montón de cosas de esas que llaman científicas. Su trabajo consistía en ello, en leer y leer artículos y seleccionar para su revista. Estoy segura de que dejó de leer muchos en las primeras líneas. Segura. Porque no todas las personas que escriben en el nombre del dios Ciencia, dicen cosas con sentido. No me extraña que no le gustasen los artículos de  Soledad Gallego, ni muchos otros. Sorpresa, cero.

    Pero, querido amigo, no hablamos de eso. Hablamos de la pederastia en la iglesia católica. Usted piensa que El País tiene una especie de persecución ideológica a la iglesia católica. No lo comparto, en absoluto. Supongo que sabrá a qué grupo editorial pertenece y no se ha caracterizado precisamente la dirección de arriba, arriba, por ser anticatólica. Quizás si tenga otra idea de cómo debería de ser la iglesia católica. Debería de ser. Y por supuesto que hay una línea editorial. Anticatólica? desde luego no lo creo.

    Lo que no sé si hemos entendido del todo es que  el señor Gabilondo actúa como defensor del Pueblo. Del pueblo. Ya sé que es una designación política. Pero El Pueblo, es El Pueblo. Todavía sigo creyendo en algunas cosas. Aquí cada uno cree en lo que puede. Y creo que este informe, pese a los errores que pueda contener, y le prometo que lo de la extrapolación me parece una broma, creo que ha supuesto un refuerzo emocional para  las personas que han sufrido abusos en el seno de la iglesia, solamente por eso, ha merecido la pena.Y allí, en el Vaticano, están reunidos todos los obispos españoles. Que resuelvan.Un abrazo.Intentaré enterarme de lo del falso doctorado de Pedro Sánchez. Se lo he leído decir alguna vez.

  • carmen

    Pues, señor Valderas, como soy vulgo, pienso que aquí nadie da puntada sin hilo. Desde luego no la doy, aunque a veces me cuesta bastante enhebrar la aguja.

    Y, francamente, no he entendido en qué discrepa del artículo del señor Revuelta.
    Discrepa o no discrepa porque le cuesta trabajo discrepar con él? La verdad, no sé qué tiene que ver la actividad de ejercer la abogacía pro bono con el tema que plantea. Me parece un artículo magnífico. Estoy totalmente en esa onda. Por favor, en qué discrepa?

    No me ha gustado lo que he leído acerca de soledad Díaz, Pepa Bueno o Barceló. Dice que no tenían capacidad suficiente para articular esa estrategia. Las conoce personalmente y les ha hecho una evaluación? No me ha gustado. Sorry. Estoy segura de que no lo ha dicho porque son tres mujeres. Que la prensa está dirigida en un sentido u otro según los intereses del grupo al que pertenece, pues diría que sí. Por ello es conveniente leer varios periódicos diferentes. Ver y oír diferentes informativos.

    No creo que piense que el problema de la pederastia es un invento de El País.  Sencillamente se dedicó a abrir una lista de personas que se sentían víctimas de abuso por la iglesia y animaban a contarlo.Eso es reprobable? Por qué?Creo que el defensor del Pueblo ha hecho un informe de Parte? De qué Parte? De las víctimas quizás? Extrapolaciones a parte, por favor. Eso es puro humo.

    Y no se enfade, por fa.Y si me va a decir que vuelva a leer su comentario porque soy limitadica y no entiendo a la primera, pues no me diga nada. No es preciso.Buen día.  

    • José María Valderas

      Señora Carmen, le agradezco su atención. Todos los que laboran desinteresadamente por los demás, me merecen inmenso respeto. Es es el caso del señor Revuelta. Y de algún otro colaborador de aquí como he dejado escrito. De la condena de la pederastia no discrepo, ni en sueños. Mi razón de discrepancia, como indico es en el Informe Gabilondo. Por muchas razones. A mí Gabilondo no me merece ningún respeto, porque siendo ministro no le quitó el título de falso doctor a Sánchez, como sí ocurrió con las ministras alemanas pescadas en el mismo. Tampoco consta que, siendo el corazonista hasta los ventimuchos años, no denunciara a los religiosos de su congregación, una de las tantas señaladas en los abusos. No me parece coherente. Hay otras razones más profesionales, que no vienen al caso, pero sí me han ayudado a hacerme una idea, nada ejemplar, del personaje (sus artículos en Quo, una revista que no sé si sigue viva).

      No he tratado nunca personalmente con Soledad Gallego, ni con Pepa Bueno, no con Angeles Barceló, mi conocimiento de las tres viene de la lectura o audición de sus textos. A la señora Gallego empecé a conocerla hace decenios, cuatro o cinco, cuando El País empezó a introducir páginas de ciencia que ella redactaba y fue tal el grueso de sus disparates que no tardaron mucho en apartarla. Pasó luego a política, a la defensa del socialismo, en particular cuando sucedió en la dirección de El País a Caño. ¿Quién defenestró a Caño? De Pepa Bueno he leído sus artículos, en la mayoría de los casos los dejó a la mitad, cansado de su escaso pulso intelectual (en mi opinión), que en Barceló y sus soflamas mañaneros me producen vergúenza ajena (a mí). Pero no tengo ningún interés en compartir con ellas una taza de café. Ni ellas conmigo.

      Usted puede pensar, doña Carmen, lo que quiera de la encuesta de El País. No es la primera vez que el País inicia una campaña contra la Iglesia. Cuenta incluso con notables compañeros de viaje. Algunos egregios, como algún obispo o secretario del arzobispado de Madrid. Es una vieja táctica, que usted puede encontrar desde que existe la imprenta con los libros publicados sobre materias muy dispares, por ejemplo, los padres de la Botánica  alemana, como Brunfels y otros, no sólo en los teológicos. La misma estrategia, renovada y adaptada se siguió en la Revolución Francesa. De los dos movimientos doy fe de tener a mi disposición los textos de esos siglos. Son constantes que se repiten.

      No, es la pederastia lo que le interesa a El País, sino la destrucción de la Iglesia. No lo dirá explícitamente. La expresión literal se la ofrece en bandeja a la izquierda del PSOE, a Sumar. Lo habrá leído estos días.

      Los jesuitas tenían en su Casa de Escritores, algunos autores dedicados a la defensa de la fe y la develación de las armas empleadas, los países de origen, etcétera. Si tiene interés aparecieron varios artículos, que yo leí en mi adolescencia, en Razón y Fe.

      La historia tiene eso, que te da perspectiva, te hace descubrir las pautas que se repiten, los medios de que se valen y los fines que les guían.

      Nunca me ha gustado quedarme en la epidermis. Y menos que, en lo tocante a Cristo y a su Iglesia, me l den con queso. Eso se lo dejo a los progresistas. Que además suelen tener su premio aquí en la Tierra. Uno ha nacido pobre y no piensa cambiar de estado a sus años.

       

  • ana rodrigo

    Gracias, Alberto, se puede decir más alto pero no más claro. Lo único que se me ocurre añadir es que, si los abusos son desde un estatus de poder del tipo que sea, los abusos del clero son más graves, si cabe aún más gravedad, porque es el poder moral de la institución a la que representan que tiene como fin vivir los valores más sagrados del ser humano. Cuando un padre y/o una madre ponen a sus hij@s en manos de una autoridad moral, es porque ponen toda su confianza en esa persona y ponen en sus manos lo más sagrado de su vida su hijo o su hija. Lo mismo le ocurre a mujeres y hombres violados por clérigos, personas que, si es contra su consentimiento, está claro que es abuso de poder moral.

     He leído el último enlace que pone Oscar y me ha parecido un artículo serio a juzgar por los estudios que cita al respecto, sobre los instintos. Uno de ellos, es el instinto sexual  en los clérigos y, como son temas tabú, pues no se publican allí donde más falta hacen, para evitar la pederastia clerical, sería en los jerarcas eclesiásticos, los que tienen que leerlos y que bajen de las alturas de la virtud la castidad y el celibato. 

    Dicho artículo informa acerca de  los recursos a los que que tienen que recurrir quienes han optado por el celibato o la virginidad, explican lo mala que es la represión de un instinto tan potente. Me refiero a recursos personales lícitos, aunque el pecado les corroa por dentro. También habla de otra posible consecuencia como es la pederastia. Doy por hecho que estos delitos no son estrictamente clericales, y que se dan en todos los grupos sociales, pero es que el celibato en los clérigos o la virginidad en las mujeres, no debería producir esas nefastas desviaciones en personas que con abandonar el celibato, en el caso de los clérigos o la vida religiosa en el caso de las mujeres, se podrían evitar tantos millones de abusos. Eso sí, si son depravados, lo serán siendo clérigos y no siéndolo.

    Porque no son casos aislados en países aislados, no, se han dado por miles y millones en Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Italia, España, Australia, Argentina, Chile, Irlanda, etc. Es decir en todo el mundo. Y en estos países no creo que sea por culpa de Fernando de los Ríos ni el periódico El País. Tampoco vale el “y tú más”, cada cual que arregle su casa y la condena para todos los culpables. Un poco de seriedad 

    • José María Valderas

      Señora Rodrigo, el evangelio de hoy termina con la frase “Y no pudieron replicar a esto”. Era a propósito de la trampa, una más, que los fariseos pusieron a Cristo sobre el sábado. Pero el Señor se explicaba con encilla rotundidad, lo que a mí, entre otras muchas cosas más me falta.

      Con usted no tengo suerte. Nunca entiende nada. Todo lo tergiversa y además da lecciones. Que un servidor no admite. En la Biblioteca Nacional de Madrid hay una librería comercial donde el visitante puede comprar libros de oferta, a un euro compré yo cinco clásicos para mis nietos, luego de disfrutar de una espléndida exposición sobre Viajeros europeos (una suerte de Iter italicum de la Ilustración) tras el renacimiento de la afición al mundo clásico instado por el descubrimiento de Pompeya y Herculano. Entre los cinco libritos no estaba Fray Gerundio de Campazas, del Padre Isla, aunque también se ofertaba. Su lectura les hubiera prevenido de hablar por hablar, de dar lecciones de cuanto se ignora.

      No le voy a repetir lo escrito, ni aclararle nada. Si lo ha entendido a su manera con su óptica peculiar, allá usted. Pero no me hable de seriedad gratuitamente. No admito lecciones morales.

       

       

      • ana rodrigo

        Valderas, el hecho de que usted y yo pensemos de manera diferente, ni le hace a usted un ser superior a todos los demás, ni le da derecho a insultar a nadie. Ya me ha llamado tonta e ignorante en varias ocasiones, eso sí, con cultismos para lucirse usted más, si cabe, pero le digo que yo sí le entiendo, perfectamente, más de lo que usted puede imaginar. Dice el vulgo que la gente inteligente nunca pregunta “¿me entiendes?”, sino, “¿Me he explicado bien?”. Usted da por hecho que es el que mejor se explica desde su exhibicionismo habitual, y que los demás no lo entendemos porque somos ignorantes y tontos. ATRIO no se merece las faltas de respeto que a usted tanto le gustan.                                                                                               En un hilo, donde el centro de atención deberían ser las víctimas de la pederastia, usted ha conseguido convertirse a usted mismo en el centro de los comentarios como luz que alumbra en las tinieblas de la ignorancia. No más comentarios por mi parte.

  • carmen

    En España lo tenemos clarísimo. Si tropiezas con la iglesia, mal asunto.

    Efectivamente, don Quijote pensó que era la iglesia del pueblo porque era el mejor edificio. Ironía? En España No todo el mundo ha leído el Quijote ni mucho menos he memorizado cada una de sus palabras, pero, créeme, lo entendemos muy , muy bien. Llevamos el personaje dentro.Habría que mirar qué acepciones tenía por aquel entonces la palabra dado. Pero no me interesa. Aquí lo tenemos claro. Ya digo, si topas, das, te encuentras con la iglesia en tu camino…ella gana siempre. Creo recordar que la santa Inquisición  estuvo rondando a Cervantes , a pesar de que era un católico convencido. Como para escribir , con la iglesia hemos topado…

    Pero, aquí, en España, entendemos. Claro, siempre se puede recurrir al texto escrito como algo irrefutable. Pues sí. Pero diría que la novela tiene un sentido del humor y una ironía difícilmente superables.No sé.

  • Monica

    En la mayoría de los casos el abuso sexual provoca en las víctimas numerosas secuelas negativas a nivel físico, psicológico o comportamental. Podemos distinguir consecuencias a corto y a largo plazo. A largo plazo, los abusos determinan una presencia significativa de los trastornos disociativos de la personalidad como son el alcoholismo, las toxicomanías y las conductas delictivas, aparte de graves problemas en el ajuste sexual. No todos los niños manifiestan el mismo grado de afectación, para algunos, el abuso, puede significar un trauma y para otros las consecuencias pueden ser diferentes. En algunas ocasiones, puede suceder que el grado de sufrimiento no esté relacionado o en proporción con el suceso en el que el niño ha estado involucrado. Existen diferencias en cuanto a edad y género. Si las víctimas son niñas suelen manifestar depresión y ansiedad. En el caso de los niños puede ocurrir, que se manifiesten más agresivos o que se conviertan en abusadores de otros niños. El abuso sexual presenta diferentes formas y por tanto también el tratamiento ha de ser diferente: no es lo mismo si ha existido o no contacto físico íntimo, vaginal o anal; si ha consistido en exhibicionismo o inducción al menor a realizar actividades sexuales. La conclusión de que no todas las víctimas necesitan terapia, pero todas necesitan mucha ayuda. Si tengo tiempo comentaré algo más.

  • José María Valderas

    A mí me cuesta mucho discrepar de usted, señor Revuelta. Se me pone por delante su tenar labor jurídica “pro bono”. ¿Hay algo más noble que ese auxilio permanente a los excluidos de la sociedad? Servidor no lo conoce.

    Pero en el caso de la pederastia, pecado que mereció la enérgica repulsa de Cristo– quien escandalizare…— en el caso aquí considerado, el Informe Gabilondo, hay otros factores que nada tienen que ver con ese comportamiento abyecto.  El cine, norteamericano y francés, ha tratado en la pantalla la cobardía de determinados obispos y cardenales, del entorno eclesial (de sacerdotes a amas de llaves o hermanas de los depredadores sexuales). En ambos casos, además, sin caer en la condena global, en una suerte de causa general contra la Iglesia. Cuando estalló el escándalo en Estados Unidos, la empresa donde trabaja, una multinacional de la edición científica, celebraba su reunión anual en París. El representante norteamericano era protestante y se explayó a gusto contra la Iglesia Romana, con los tópicos al uso. Dio la réplica el representante francés, con datos y razones en que demostraba que la pederastia en los círculos evangélicos (protestantes) era mucho más frecuente. Alguien sacó a relucir la pederastias en los centros dependientes del poder político (acogida, reformatorios, etcétera), centros de enseñanza, internados, etcétera. Algo avant la lettre de lo que ocurrió en Mallorca con el familiar de la presidenta, hoy del Parlamento Español, Francina Armengol. Lo cito por ser un caso que ha aparecido en los periódicos. No se trata del tú más. Si a alguien están dirigidas las palabras del Señor es los llamados a cuidar su viña.

    Pero en el Informe Gabilondo hay gato encerrado. Creo que es de justicia no chiparse el dedo. Ni llamarse a andana. El Informe Gabilondo fue una imposición de El País. El País es el think tank del sanchismo. Desde el gobierno Frankistein primero, nacido de una resolución judicial denunciada por el Supremo por falsa, se ha esforzado ese periódico por desarmar toda posible oposición a la labor anticristiana del gobierno. Obviamente, la oposición no se oponía, crispaba. Insultaba. Insultaba y crispaba. ¿La Iglesia? La Iglesia era la podía oponerse a leyes disolventes de la sociedad como las contrarias a la protección a la familia, el aborto a plazos o la muerte por decreto que es la eutanasia a la brava. O pedir explicaciones por la yugulación de derechos, como el de asociación o libertad religiosa. El País y la Ser lo tuvieron muy claro. Pero ni que decir tiene que no eran las periodistas que dirigían esos medios, de Soledad Gallego a Pepa Bueno o Barceló, tenían formación suficiente para articular la estrategia. No sé quién está detrás. Pero es obvio que detrás hay gente. Estos días convulsos para la Iglesia española me ha venido a la mente viejas lecturas. Por ejemplo, la de Juan Tusquets sobre las Logias masónicas de Barcelona. Las logias tenían ficheros de los suscriptores de El Correo Catälän; muchos de ellos fueron paseados en manos de “incontrolados”, que eran iletrados y, por tanto, no sabían qué era ese periódico tradicionalista. Pero las logias sí. Uno que es lector impenitente se entretenía el otro día leyendo la Gaceta de Madrid, del año 1932. Es decir, el boletín oficial de Estado. Me encuentro con la firma de Fernando de los Ríos. Fernando de los Ríos había alcanzado la máxima jerarquía masónica y fue el cerebro de las leyes anticatólicas de la II República. En una escueta comunicación, primeros de mayo, ordena a los dominicos de Valladolid eliminar todas las imágenes de la Capilla de san Pablo y entregar el templo al gobernador civil para otros usos civiles. De los Ríos era el protector de García Lorca. Tras asistir a la representación Lorca en Nueva York, en el Bellas Artes de Madrid, comentábamos la selección realizada por el protagonista y terminamos hablando de la ideología fernadiana de Federico.  Lo vinculamos, en ese batiburrillo de la conversación informal, con la exposición sobre judíos y conversos que está abierta en El Prado. Como dice el vulgo, no hay puntada sin hilo. La tergiversación del papel de la Inquisición, de la misma muerte de san Pedro Mártir de Verona, nos está diciendo que en España están, por tierra, mar y aire, una agresión constante a los valores que la Iglesia representa. Delenda est Ecclesia. Para colmo, o para cerra el círculo de clérigos pardillos o colaboradores de mala fe (cristiana) el propio Omella presidió en la embajada de Roma la presentación de un libro ensalzador de la figura de Fernando de los Ríos, al que los cristianos para el socialismo han elevado a los altares por su autoconfesión de erasmista. Se lo han creído. Ya hubo un ministro socialista, antiguo eclesiáatico, que hizo la tesis doctoral sobre el granadino. Sin merma de la denuncia de la canallada pederasta, es de rigor distinguir el trigo de la paja, los intereses espurios de la indignación sin límite-

    • Micael

      Sí, todo esto del informe y demás cuestiones deben de ser un complot judío-masónico, todo un contubernio del diario El país y demás  filo comunistas.

      • José María Valderas

        Qué pozo de ciencia, qué sutileza de razonamiento, qué agudeza mental. Uno se descubre ante ese pozo de de sabiduría, de ingenio quevedesco, de ironía y chanza. Cuánto saber rezuma esa suerte de greguería. Ni Moncloa News, ni Oscar Puente lo expresarían con tanta hondura y  brillantez. Ante semejante derroche de ingenio, que aplaudirán al unísono Público, El País. la Ser, la Sexta y el chiringuito ese de Pablo Iglesias. Uno se queda boquiabierto, o como diría Johnson, el compañero de La Maña en el Paralelo, me he quedado de alabastro.

        No, no voy a contestar necedades. Me reclama el tiempo la declaración de la FDA sobre investigación en anemia falciforme y su seguridad a propósito de la aplicación de la CRISPR-Cas9. Ya sé que usted ignora de qué hablo, aunque está incluso en los periódicos. Pero me hago cargo, no se puede estar atento a Nature mientras se remeda a Fray Gerundio. Y lo bien que queda uno en determinados medios. Que le den un cargo, por favor, como a Sánchez Cuenca. Lo cito porque ha sudo miembro de honor o ponente de postín en una reciente conferencia de la progresía católica, fustigador de antisachistas, católicos y, me atrevería a decir, sentimentales.

         

         

        • Micael

          Parece que usted es el más listo, o dice se y se cree, el más listo de Atrio, y seguramente del mundo mundial. Pero, si así fuera, no es elegante pasarse de listo y menospreciar a los demás participantes de Atrio. La relación entre estupidez y vanidad se ha descrito como el efecto Dunning-Kruger, según el cual las personas con escaso nivel intelectual y cultural tienden sistemáticamente a pensar que saben más de lo que saben y a considerarse más inteligentes de lo que son, no digo que sea su caso, no dudo de su nivel intelectual y de su cultura, pero sí esa predisposición  a sobrestimar sus propios conocimientos y la incapacidad de reconocer los conocimientos en los demás.

          Suele pasar que la mayoría tendemos a valorarnos a nosotros mismos por encima de la media, cosa que, lógicamente, es estadísticamente imposible.

          La arrogancia es la cualidad de ser arrogante que a su vez se define como ser altanero y soberbio, es decir mostrar la actitud  de aquellos que creen ser mejores, más inteligentes o más importantes que otros.

           

  • oscar varela

    Hola Tocayo!Siguiendo tu ‘estilo’:
    “¿Con la Iglesia hemos topado?” o “¿Con la Iglesia hemos dado?” (Quijote II, 9) Antes de remprender sus aventuras quiere don Quijote so­licitar licencia y bendición de Dulcinea, y para ello se encami­nan al Toboso, adonde llegan a medianoche.

    A oscuras por el pueblo, don Quijote quie­re buscar el alcázar de Dulcinea, con gran indignación de Sancho que sostiene que no hay tal en el Toboso. Pero don Quijote distingue en la oscuridad un bulto que hace una gran sombra, se empeña en que se trata del palacio de Dulcinea y se encamina hacia allí, pero:«habiendo andado como doscientos pasos, dio con el bulto que hacía la sombra, y vio una gran torre, y luego conoció que el tal edificio no era alcázar, sino la iglesia principal del pueblo, y dijo: —Con la iglesia hemos dado, Sancho».  Ya puede verse que esta frase está per­fectamente acomodada a lo que ocurre y que lo que ocurre no puede ser más lógico, pues en todo pueblo el edificio de más «bulto» y que hace más sombra es la iglesia, que por estar en el centro y en la plaza mayor se encuentra, aunque no se bus­que. Pero esta tan normal y adecuada frase de don Quijote, que está desprovista de cualquier doble intención, ha sido interpre­tada en el sentido de que es peligroso que en los asuntos de uno se interpongan la Iglesia o sus ministros, y así oímos decir con frecuencia, y aun vemos escrito:

    «Con la Iglesia hemos topado»(siendo así que Cervantes escribió «dado»). Es posible que en algunos pasajes del Quijote haya intenciones recóndi­tas, e incluso algo anticlericales, pero lo seguro es que aquí no la hay. De todos modos, la frase «Con la Iglesia hemos topado» tiene un sentido claro y una intención determinada en español, aunque se trate de una interpretación abusiva y arbi­traria del texto de donde procede.———————

    • oscar varela

      “¿Con la Iglesia hemos topado?” o “¿Con la Iglesia hemos dado?”
      (Quijote II, 9)
       
      Antes de remprender sus aventuras quiere don Quijote so­licitar licencia y bendición de Dulcinea, y para ello se encami­nan al Toboso, adonde llegan a medianoche.
      A oscuras por el pueblo, don Quijote quie­re buscar el alcázar de Dulcinea, con gran indignación de Sancho que sostiene que no hay tal en el Toboso.
       
      Pero don Quijote distingue en la oscuridad un bulto que hace una gran sombra, se empeña en que se trata del palacio de Dulcinea y se encamina hacia allí, pero:
      «habiendo andado como doscientos pasos, dio con el bulto que hacía la sombra, y vio una gran torre, y luego conoció que el tal edificio no era alcázar, sino la iglesia principal del pueblo, y dijo: —Con la iglesia hemos dado, Sancho».
       
       Ya puede verse que esta frase está per­fectamente acomodada a lo que ocurre y que lo que ocurre no puede ser más lógico, pues en todo pueblo el edificio de más «bulto» y que hace más sombra es la iglesia, que por estar en el centro y en la plaza mayor se encuentra, aunque no se bus­que.
       
      Pero esta tan normal y adecuada frase de don Quijote, que está desprovista de cualquier doble intención, ha sido interpre­tada en el sentido de que es peligroso que en los asuntos de uno se interpongan la Iglesia o sus ministros, y así oímos decir con frecuencia, y aun vemos escrito:
      «Con la Iglesia hemos topado»
      (siendo así que Cervantes escribió «dado»).
       
      Es posible que en algunos pasajes del Quijote haya intenciones recóndi­tas, e incluso algo anticlericales, pero lo seguro es que aquí no la hay.
       
      De todos modos, la frase «Con la Iglesia hemos topado» tiene un sentido claro y una intención determinada en español, aunque se trate de una interpretación abusiva y arbi­traria del texto de donde procede.
      ———————