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LA SEMILLA DE LA IGUALDAD 14

RECORDAD: DOCE… SIETE…

 TEXTO

14 Se olvidaron de coger panes y no tenían con ellos más que un pan en la barca. 15 Y les advertía diciendo:
– Mirad: cuidado con la levadura de los fariseos y con la levadura de Herodes.
16 Pero estaban echándose cuentas unos con otros:
– No tenemos panes.
17 Al darse cuenta les dijo:
– ¿Cómo andáis echando cuentas que no tenéis panes? ¿No acabáis de reflexionar ni de entender? ¿Tenéis la mente obcecada? 18 ¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís? ¿No os acordáis? 19 Cuando partí los cinco panes para los cinco mil, ¿cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?
Le contestaron:
– Doce.
20 – Y cuando partí los siete para los cuatro mil, ¿cuántas espuertas llenas de sobras recogisteis?
Le contestaron:
– Siete.
21 Y les dijo:
– Y ¿todavía no entendéis?

El enfrentamiento dialéctico de nuestro protagonista con los representantes de la institución enrareció el ambiente. Jesús los dejó plantados con la palabra en la boca y puso distancia de por medio. La barca, con él y los Doce, navega hacia el otro lado.

  • LOS DISCÍPULOS NO SE ENTERAN

14 Se olvidaron de coger panes y no tenían con ellos más que un pan en la barca.

Marcos inicia la escena aportando información: “Y se olvidaron de coger panes”. Parece dar a entender que la salida imprevista generó una situación indeseada. Aunque lo que en realidad pretende es colocar el dato como telón de fondo a los acontecimientos que van a tener lugar.

Con ese decorado, Marcos advierte sobre un detalle que no deja pasar por alto y al que el lector debe prestar atención: “y no tenían consigo más que un pan en la barca”. La palabra pan atrae la mirada. Ese único pan destaca sobre la escasez.  Representa el alimento ideológico con que va pertrechada la sociedad alternativa, la que debe significarse por su praxis de la igualdad. La igualdad como ingrediente esencial de ese pan en manos del colectivo de la barca garantiza a todos la sobreabundancia y la condición de seres libres. La sociedad alternativa en tránsito (la barca) navega avituallada con el proyecto que sacia.

15 Y les advertía diciendo: Mirad: cuidado con la levadura de los fariseos y con la levadura de Herodes.

Con esa tesitura optimista, nuestro narrador da entrada al diálogo entre Jesús y el grupo de discípulos. Nuestro protagonista interviene en primer lugar. Les lanza una seria advertencia: “Mirad: Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la levadura de Herodes”. La palabra levadura guarda estrecha relación con el motivo que se ha repetido a lo largo de la secuencia: pan. Jesús emplea ese término para referirse a los principios básicos que originan una determinada manera de pensar y entender la vida. Así lo entendió Mateo, que escribe: “Entonces comprendieron que no los prevenía contra la levadura del pan, sino contra la doctrina de los fariseos y saduceos” (Mt 16, 12). Jesús hace uso del mismo lenguaje simbólico al que se acogerá Marcos al hablar del único pan disponible en la barca. Pan y levadura aluden, pues, a estructuras ideológicas y sociales. El aviso anticipa el peligro que para la praxis de la igualdad representan las ideologías de naturaleza adversa a ese modelo.

Los fariseos se oponen a la igualdad con la religión: “exigiéndole, para tentarlo, una señal del cielo” (v.11). Los herodianos, aliados del imperio dominante, con el poder.  Dos líneas de pensamiento que beben en la misma fuente. Fariseos y herodianos coinciden en la aceptación del poder como estrategia. Están en las antípodas del proyecto de Jesús. No tendrán escrúpulos de aliarse contra él (Mc 3,6).

16 Pero estaban echándose cuentas unos con otros: No tenemos panes.

Tras el esforzado intento de Jesús por hacer recapacitar al grupo, Marcos interviene como narrador para dar entrada a la reacción del colectivo: “pero estaban echándose cuentas unos con otros”.  Su actitud no fue la que nuestro protagonista esperaba de ellos. Sus cálculos se hallan lejos de la advertencia de Jesús.

Nuestro narrador resume en tres palabras el hecho al que da vueltas el colectivo de los discípulos: “No tenemos panes”. Más que un razonamiento, la corta frase revela una preocupación que desoye las orientaciones de Jesús y olvida el pan que llevan en la barca. Su inquietud confirma que no llegaron a asimilar las instrucciones dadas por el Galileo para la tarea de mostrarse como alternativa: “Les prohibió coger nada para el camino, sólo un bastón: ni pan, ni alforja…” (Mc 6, 7).

La expresión “no tenemos” manifiesta donde se halla el verdadero interés del grupo. Resulta fácil captar porqué no han prestado atención a la advertencia de Jesús sobre las ideologías basadas en el poder. Los discípulos no andan lejos de ellas. Tener y poder guardan estrechas relaciones de vecindad. Tampoco parece extraño que hayan ignorado el único pan que llevan en la barca. Tener y repartir se sitúan en polos opuestos. 

  • SORDOS Y CIEGOS A LA PRACTICA DE LA IGUALDAD

17 Al darse cuenta les dijo: ¿Cómo andáis echando cuentas que no tenéis panes? ¿No acabáis de reflexionar ni de entender? ¿Tenéis la mente obcecada?

La actitud generalizada del colectivo no pasó desapercibida para Jesús. Su respuesta está cargada de censura. Comienza con una interpelación sobre la posición adoptada por el grupo desde la salida de puerto judío: “¿Cómo andáis echando cuentas de que no tenéis panes?”. El interrogante saca a flote el sentimiento, mezcla de extrañeza y desengaño, de nuestro protagonista ante la decepcionante postura del grupo. 

En ese breve pensamiento se localiza el problema de los discípulos. No se trataba de una manifestación responsable por la falta de víveres, sino de considerar el viaje, sus movimientos y su futuro dependientes sólo de tener asegurada la propia subsistencia. El término pan sigue teniendo el doble significado de alimento ideológico y alimento físico. Recalar en territorio extranjero sin lo uno ni lo otro representaba para ellos encontrarse desamparados. Para el grupo de seguidores, la seguridad la da el tener.

La recriminación al colectivo descubre en ellos su incapacidad para ser críticos con las ideologías que persiguen el poder. Se hallan inmersos en ellas. Lo demuestran con su afán por poseer. Están cerrados a otro horizonte. Nuestro protagonista denuncia que desestiman el valor físico e ideológico del único pan que llevan en la barca: el del proyecto que sacia transformando la penuria en sobreabundancia. El cuestionamiento al grupo exhibe, en último término, una absoluta seguridad de Jesús en su propuesta. De ninguna manera puede deducirse que él se despreocupaba del alimento. Se tomó muy a pecho las penurias de la multitud.

Un segundo interrogante avanza en su censura al grupo: “¿No acabáis de reflexionar ni de entender? Reflexionar supone tener la posibilidad de liberarse de yugo cultural. Entender sugiere la meta a la que conduce el pensamiento libre. Con este segundo interrogante Jesús les recrimina su nulo esfuerzo en pensar sin condicionamientos. Al grupo de seguidores le resulta imposible considerar la igualdad como valor definitivo. Los que pretenden el poder vuelven la cara a la reflexión.

Un tercer interrogante parece deducirse del anterior: “¿Tenéis la mente (corazón, en el texto original) obcecada?”. La pregunta echa en cara a los discípulos que den la espalda al proyecto del que participan: “un pan”. La ambición dificulta el paso a la lógica. El término corazón, al que se asocia la obcecación, designa en el Nuevo Testamento el espacio central del ser humano en donde se cuecen las ideas, se desenvuelven las emociones y se adoptan las decisiones. Al traducir por mente se recoge la responsabilidad que Jesús les atribuye: “Su estupor era enorme, pues no habían entendido cuando lo de los panes; es más, su mente había quedado obcecada” (Mc 6, 52). 

La obcecación de la que habla nuestro protagonista es aquella que niega la evidencia y se posiciona en contra del desarrollo humano. El colectivo de discípulos comparte cerrazón con los fariseos. Les nace del dogmatismo que no admite la praxis de la igualdad como única señal del tiempo definitivo. En el fondo, el grupo de seguidores sólo estaba dispuesto a ceder en su obstinación con una “señal del cielo” como la que le había exigido la facción farisea. Para unos y otros, el proyecto de Jesús únicamente resultaría creíble adaptándose a la tradición extraída de los textos sagrados, es decir, admitiendo el poder como opción fundamental.

18 ¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís? ¿No os acordáis?

Pero nuestro protagonista no cayó en la trampa del dogmatismo religioso. Por eso, desarticuló la vieja idea de la preeminencia judía prometida en el Antiguo Testamento y reivindicó el concepto de justicia e igualdad anunciado por los profetas. De este modo denunció el empecinamiento de los discípulos con el mismo lenguaje con que los profetas habían acusado al pueblo de rebeldía a la justicia propuesta por Dios como horizonte universal. Los términos y el concepto global expresados en su siguiente interrogante están tomados del pensamiento común de algunos de los profetas (Is 6, 9; Jer 5, 20; Ez 12, 2). El formato interrogativo “¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís?” endurece la recriminación al colectivo, puesto que además de demoler la base de la tradición religiosa en la que apoyaban sus tesis nacionalistas, los deja sin capacidad de rebatir un argumento de tan reconocida autoridad. El proyecto de aquel hombre de Galilea estaba a la vista y coincidía con la justicia global anunciada en el Antiguo Testamento. Cerrar los ojos a la realidad que presentaba su mensaje suponía hacerle ascos a la misma tradición.

Pero, eso sí, el interrogante admite la capacidad del grupo para reflexionar, constatar y optar por sí mismos. La pregunta termina acusándoles directamente de voluntariedad en no reconocer lo obvio: “no veis” y “no oís”. Por eso apelará a los hechos y a su memoria: “¿No os acordáis?”

  • DOCE… SIETE…

19 Cuando partí los cinco panes para los cinco mil, ¿cuántos canastos llenos de trozos recogisteis? Le contestaron: Doce.

Jesús llevará su argumentación hasta los acontecimientos que avalaban su propuesta: “Cuando partí los cinco panes para los cinco mil, ¿cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?”.

La realidad no tiene escapatoria. Recuerda que suya fue la iniciativa (“partí”). Pero, sobre todo, determina el hecho sobre el que ha de fijarse la atención. Los cinco panes concretan el objeto de la acción de “partir”. Jesús pone ante los ojos del colectivo de seguidores el acontecimiento clave sobre el que hay que hacer la lectura. No se nombran los peces. En el relato de referencia sirvieron para alcanzar el número siete. Aquí no resulta necesaria esa perspectiva. El número cinco se relaciona directamente con el número de los saciados: “cinco mil”. El primero habla de totalidad disponible; el segundo, del total de abandonados. Nuestro protagonista no dudó en dividir todo cuanto el grupo poseía. Con esa maniobra se propuso acabar con el abandono de la multitud. No resultó, ni mucho menos, una actuación ingenua o dislocada. Sus efectos lo confirman. Ésa es la acción que trae de nuevo a la memoria, una praxis a no olvidar.

Tras definir el instante en el que tuvo lugar el hecho fundamental de la división del alimento, nuestro protagonista empuja al grupo hasta el resultado logrado por esa acción: “¿…cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?”. Reclama exactitud e incide en la propia experiencia del grupo. Les demanda sobre la realidad en la que estuvieron involucrados. Jesús les corta, así, todas las salidas. La realidad manda. La lectura de los datos aporta la clave: la abundancia se produjo como efecto de la división.

Los discípulos no tienen más que una escueta respuesta a una pregunta tan cerrada: “Doce”. Un número fue toda su contestación. Era también todo lo que esperaba Jesús. Doce representaba que la práctica de la igualdad como ingrediente esencial de su proyecto bastaba y sobraba para sacar al pueblo de su abandono e instalarlo en la abundancia. La estrategia que persigue la consecución del poder (levadura de la ideología de fariseos y herodianos) no había traído más que desgracias. Ellos tienen en sus manos la solución: el pan que llevan en la barca.

20 – Y cuando partí los siete para los cuatro mil, ¿cuántas espuertas llenas de sobras recogisteis?
Le contestaron:
– Siete.

Pero esa respuesta no agotaba la argumentación de Jesús. Avanzó un paso más y añadió una nueva pregunta igualmente asociada a la experiencia del grupo.  “Y cuando partí los siete para los cuatro mil”. En el texto original no aparece el verbo. Marcos tampoco incluye la palabra panes. Cobran relieve los números. Despunta el siete descarnado. El siete manifiesta ahora la perfecta idoneidad del proyecto como solución al problema de desvalimiento crónico que también acucia al universo humano: “para los cuatro mil”.

La pregunta conserva la misma orientación que la anterior: ¿Cuántas espuertas rebosantes de trozos recogisteis?”. Busca igualmente un número. El verbo, escrito al final, sigue siendo el mismo que en la pregunta precedente: “recogisteis”. Nuestro protagonista no se sale del cauce previsto. Quiere datos y, para lograrlo, acude a los hechos reales que el grupo tuvo ocasión de constatar.

El grupo se ciñó de nuevo al número que respondía a la verdad de los acontecimientos: “Siete”. Obligados por la pregunta de Jesús, declarar siete suponía reconocer que la praxis de la igualdad había demostrado su perfecta eficacia para resolver el hambre desesperada de la humanidad. Representaba la solución ideal para un problema global.

Con su singular talento, nuestro protagonista presenta esa praxis, inaceptable para fariseos, herodianos e incluso seguidores, como piedra de toque de cualquier proyecto que presuma de definitivo. Respecto al Antiguo Testamento, la eleva a auténtica clave de lectura. El fanatismo religioso y nacionalista salido de los textos sagrados solo prueba ser un fraude a la inteligencia y a la esperanza de los pobres.

El colectivo de seguidores había respondido a sus preguntas de la única manera posible: Doce y siete. Nada más podían agregar. Así pues, quedaron a la espera de la reacción de aquel hombre de Galilea.

21 Y les dijo:
– Y ¿todavía no entendéis?

Él cerró la conversación con un nuevo interrogante que, en esta ocasión, no buscaba respuesta sino reflexión: “¿Aún no entendéis?”. Jesús invita a razonar. Al grupo corresponde sacar las conclusiones.

El sistema de preguntas utilizado por Jesús para conducir al colectivo a la reflexión es reflejo de su paciente pedagogía. De ella se sirve Marcos para hacer reflexionar también a sus lectores, a los que da confianza saber que a la cerrazón del grupo corresponde por parte de Jesús una lealtad inquebrantable dispuesta siempre a echar una mano. Él acude a la praxis, no al discurso teórico, para destapar los ojos a los ciegos discípulos. La praxis da la verdadera medida de un proyecto cuyo punto de mira no se separa un milímetro de los abandonados.

17 comentarios

  • M. Luisa

    Sólo una reflexión.
     
    Las mujeres aportan al proyecto  de realización el elemento del que carecía el grupo que, en cuanto hombres,  al  dominarles  el carácter meramente  pensante y racional de la época  carecía por completo del elemento sentiente  que integra el pensar. No quisiera que se me mal interpretara, lo sentiente no tiene nada que ver con el sentimentalismo o la sensibilidad fácil,  porque si así  fuera   el proyecto se hubiera visto, aunque,   por el  lado contrario  frustrado también.
     
    Para la alternativa, el hecho de la  exclusión de las mujeres, visto en su lado positivo constituyó el momento   crucial para el proyecto de Jesús no por el carácter negativo y falso a la vez de que se les achacase  de sentimentales sino porque  el sentir humano  cobra  su plena función al sentir la realidad. Es lo que se entiende al decir toca al corazón  de la cosa. Por tanto esta característica compete tanto al  hombre como a la mujer,  lo que ocurre es que se eliminó de un plumazo para así  no tener como finalidad  optimizar el pensar, es decir no darle plenificación sino para  tratarlo de llevar al terreno de lo mejor según la propia  intención.
     
    Pienso que lo que Marcos quería transmitir a sus lectores no podía  ceñirse adecuadamente  a ningún genero literario sino como nos hace ver Salvador Santos más bien a un subgénero  como anterior al genero biográfico en el que más que una biografía le interesaba mostrar  la  preponderancia  de los actos en cuanto actividad humana, es decir,   que en la misma praxis se revelara el mensaje. Así revelándose en el  análisis de los hechos, el   mensaje,  posteriormente daría ávida cuenta  o pondría de manifiesto de rebote  la propia biografía de Jesús.
     
    Gracias, Salvador, un abrazo

  • oscar varela

    Hola!
     
    Una de las señales de “novedad” que reviste el Género literario de los Evangelios (item. 1º) me aparece en que:
    La Curricula en la “formación” de “Predicadores” (Cursos de Teología y Filosofía) no tienen en cuenta ninguna “Materia” que verse sobre la “Vida de Jesús”.

    ······················
    (Ahora sigo)

    2º) – “Marcos escribe
    * para grupos de personas animadas a vivir la experiencia de la  propuesta de Jesús.
    * Un lector que comprendía las claves leía y explicaba en voz alta.
    * La lectura no servía al grupo para saber más, sino para decantarse o no por esa opción vital
    * que sólo se experimenta en grupo, constituyendo una sociedad alternativa al sistema.
    * Se trata de un asunto civil y social.”-
     
    Sin “apuradas”, acá hay asuntos demasiado “gordos” (“enflaquecidos” por el uso en el tiempo?)
     
    El Texto de Marcos supone:
    a) “grupos”  animados, e.d., in-quietos; in-satis-fechos.
    b) “lectores avisados”, para los “oyentes” de esos grupos.
    c) ser un “desafío” a tomar partido.
    d) que la percepción del “aviso” sólo es posible en “grupo”.
    e) que el ámbito de aplicación no es “religioso” sino “profano”.
     
    Este “conjunto” de pautas ¿debe orientar la praxis de hoy, un tanto abultada de crítica “religiosa”?
     
    3º) – “La constitución de los Doce representó el modo de identificar el proyecto y al grupo de adheridos como sociedad alternativa.”-
     
    Esto así, ya no lo entiendo:
     
    ¿cómo identificar un Proyecto y sus Seguidores con la imagen de mequetrefes que Marcos asigna a los “Aprendices”?
     
    Lo entiendo, sí, como traté de señalarlo en una estética dialéctica como Quijote-Panza.
     
    4º) – “Si ellos se lanzaron
     ¿Por qué no, nosotros?”-
     
    El “lanzamiento de los Aprendices” no pertenecería al Texto de Marcos, pero decisivamente sí a su Con-Texto;
    Porque el Texto está escrito “en vista de” (transido de) la “Proclama”, que es la que da significación y sentido al Texto.
     
    Este tipo de “PRO-CLAMA” (para tomar partido) es uno de los integrantes principales de este Género literario, función de la Vida humana.
     
    En cuanto al  “¿Por qué no, nosotros? es la genuina y única “TRADICIÓN” infartada en la PROCLAMA, que -acá mismo nos hace el “Lector avisado” Salvador Santos (como lo hizo ya en su Libro “Un paso, un mundo”.

    Es de NOTAR que la Narrativa de finales del siglo pasado (XX) “descubre” el ingrediente de “final abierto“; donde el Lector cobra valor protagónico.
    ··················
    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola Salvador!
     
    A tus aclaraciones:
     
    1º) GÉNEROS LITERARIOS:
     
    – “A mi modesto entender deben considerarse como subgénero de la biografía”-
     
    A mi más modesto entender los Evangelios los considero como un ultragénero de las Biografías.
     
    Los Géneros literarios son los modos expresivos de ciertos Temas esenciales del ser humano, irreductibles entre sí.
    Así están los tres “clásicos”: Tragedia – Epopeya y Lírica.
    Se trata de que un “fondo” esencial encontrando su “forma” de expresión adecuada.
     
    Flaubert tiene una metáfora de ello: “la forma sale del fondo como el calor del fuego”.
    Más exacto aún sería decir que la forma es el órgano, y el fondo la función que lo va creando.
    Los Géneros literarios son las funciones poéticas, direcciones en que gravita la generación estética.
     
    Los Géneros entendidos como temas irreductibles entre sí, igualmente necesarios y últimos, son amplias vistas que se toman sobre las vertientes de lo humano. Cada época trae consigo una interpretación radical del ser humano. Mejor dicho, no la trae consigo, sino que cada época es eso. Por eso cada época prefiere un determinado Género. (–“Era gente de lo más normal, como nosotros, más o menos”- decías más abajo)
     
    Estimo que los Evangelios (no sé si todos, pero es posible si el de Marcos, que estamos considerando fuera una especie de “matriz”) constituyen un Género literario, que habrá que incluir en el logro de esta aventura del ser humano, que es la de “hacer su vida”. Esto es factible ya que en el transcurso de la “variedad” de “tipos” de vida humana habidos hasta hoy, los Géneros literarios se han visto ampliados con los de Oratoria, Ensayo, Biografía y Crónica.
     
    Todavía no se le ha encontrado un “nombre” que lo identifique; pero los de “Memorias” o “Novela” y menos aun el de “Historia” no logran dar cuenta de este tipo de expresión “orgánica” del que es “función” (la Vida humana).
     
    Por ahora yo me voy arreglando –ad usum privatum– con el nombre de “BIO-GRAFÍA”; en el sentido de ser ésta el “superlativo de la razón vital” (al decir de Ortega y Gasset, que también puede llamarse “razón histórica”).
    ············
    Bueno, como a vos Salvador- se me ha ido un poco largo. Quede la secuencia 2º) y 3º) según tenía pensado, quede para otro Comentarios.
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola Salvador!
     
    – “¿no te parece, Oscar?”-
     
    – ¡Claro que me parece!-
    ···············
    – “Únicamente quedaron allí arriesgando el pellejo unas cuantas mujeres, las mismas con que concluye el relato de Marcos en 16,8”-
     
    Ante este hecho no cabría mejor y necesario calificativo que “tremendo”.
     
    ¿Cómo no ha hecho “temblar” a toda la “teología”?
     
    Porque se trata del “punta-pié” fundacional de las “Re-uniones” posteriores (Iglesia).
    ·············
    Además; (y ahora toca al Título de estas Notas exegéticas):
     
    ¿Cómo es eso de la “Igualdad”?
     
    Acá hay una clarísima “Diferencia”: las MUJERES.
     
    No me alargo. ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola!
    Brevísimo sobre el “TENER“.
     
    Ya dije que Marcos no es fácil; y dije porqué: Porque la Vida no es fácil; y Marcos tiene que hacer su vida “narrando” una otra vida: la de Jesús galileo.
     
    La vida humana es el “lugar” en que aparece emergente el ser humano en el mundo, suyo; – “¿dónde está Joselito?”- preguntamos. – “está acá, haciendo … ?”-
     
    Lo primero con que se encuentra este ser humano al vivir, es que tiene que hacer algo para seguir estando, viviendo.
     
    La frase recae ahora sobre ese algo que tiene que hacer.
     
    No conviene ir a las apuradas a “no tener”, sin antes reconocer que la vida humana requiere como conditio sine qua non el “TENER ALGO”; de lo contrario se banalizaría la propia vida personal consistente en “TENER QUE”.
     
    Acá vendría la secuencia del PODER (pero no es ahora el Tema). Sólo preguntar:
    ¿Se puede SERVIR” sin TENER PODER?
    (mi respuesta es ¡NO!)
    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • Salvador Santos

    Querido Oscar, te respondo aparte para no alargar más mi anterior entrada.
     
    No comparto la idea extendida entre los especialistas de que los evangelios constituyen un género literario. Aunque resulta evidente la singularidad de estos textos, no es tan absoluta como para otorgarles esa clasificación. A mi modesto entender deben considerarse como subgénero de la biografía. Pienso así incluso del texto de Marcos, en el que prevalece la pedagogía y el mensaje de su protagonista sobre el dato biográfico, poco útil, salvo excepciones, para su objetivo.
     
    No se conserva el texto autógrafo de Marcos. Los copistas reproducían el original con gran esfuerzo. Las copias se diferenciaban unas de otras y del texto autógrafo por los errores involuntarios o voluntarios de cada copista. La tarea de reconstrucción del original se rige por exigentes procedimientos de crítica textual.
     
    Marcos escribe para grupos de personas animadas a vivir la experiencia de la  propuesta de Jesús. Un lector que comprendía las claves leía y explicaba en voz alta. La lectura no servía al grupo para saber más, sino para decantarse o no por esa opción vital que solo se experimenta en grupo, constituyendo una sociedad alternativa al sistema. Se trata de un asunto civil y social. Como hemos podido comprobar, en la secuencia de los panes no se ha hablado en otra dirección. Y cuando han aparecido en escena los representantes religiosos intentando llevar el asunto a su terreno, han quedado fuera de juego.
     
    La sociedad contemporánea de Marcos no se diferencia de la nuestra en cuestiones esenciales. Estructurada en forma piramidal, los que tenían el dinero, el poder y las armas gozaban de todos los privilegios. Una gran masa de sometidos y abandonados sobrevivían, con alguna excepción, a duras penas. Un grueso de neutrales sacaba provecho de la situación, arrimados a la sombra de los dominadores, en connivencia con ellos o dejando pasar las cosas.
     
    La constitución de los Doce representó el modo de identificar el proyecto y al grupo de adheridos como sociedad alternativa. De ningún modo puede considerárseles un grupo de privilegiados. Llegado el momento crucial (el de la cruz), la mayoría de seguidores salieron por piernas. Únicamente quedaron allí arriesgando el pellejo unas cuantas mujeres, las mismas con que concluye el relato de Marcos en 16,8. Los discípulos no comenzaron a entender al Galileo hasta algún tiempo después de su ejecución. Era gente de lo más normal, como nosotros, más o menos. Descubrirnos sus miserias fue otra lección de Marcos. Si ellos se lanzaron, ¿Por qué no, nosotros? Sabía lo que se traía entre manos este Marcos, ¿no te parece, Oscar?
     
    Disculpa Mª Pilar. He aprovechado vuestra coincidencia en el verbo para aportar algo más sobre Marcos. Se me olvidó decirte que percibo cómo pones el alma en tus escritos.
     
    Un abrazo

  • mªpilar garcía

    S. Santos:
    Me refería al cap. presente.
    Si me da a elegir, prefiero el “estilo”  de Marcos, al de Mateo; sencillamente, porque Mt. es muy “judaizante”.
     
    Marcos en cambio, me suena más a comunidad en la diáspora; camino más cercano a las necesidades de esa comunidad…
     
    Muchas personas hoy también, llevamos de alguna manera; para no dejarnos avasallar, por mandatos, leyes, normas, dogmas, que vemos alejadas del Espíritu de Jesús…
     
    Es solo una apreciación… Quizá esté equivocada.
     
    Un abrazo agradecido por la labor tan completa y esplendida que nos entrega.
    mª pilar

  • Salvador Santos

    Queridas Ana y Mª Pilar: Me ha llamado la atención vuestra coincidencia en el uso del verbo añadir en frases de análogo sentido: ¿Qué añadir?
     
    Tratándose de Marcos, hay mucho que añadir. Lo hicieron desde el plano textual Mateo y Lucas no siempre con acierto. Como sabéis, Marcos presenta un final inacabado. Termina en 16,8 diciendo: “Salieron huyendo del sepulcro (las mujeres), del temblor y el espanto que les entró, y no dijeron nada a nadie, del miedo que tenían”. El resto (Mc 16,9ss.) son añadidos posteriores que intentan eliminar la brusca y pesimista terminación de Marcos. Personalmente pienso que ese final abierto es una invitación al lector a continuar (añadir) el relato. Los asesinados hace 21 años en la universidad de El Salvador lo hicieron. Vaya nuestro reconocimiento como humilde homenaje, ¿verdad, Roli?
     
    La sociedad alternativa cubre la ausencia del Galileo. La pregunta sería: ¿Cómo puede un grupo de amigos convertirse hoy en sociedad alternativa? ¿Qué vías tiene ese grupo para desarrollar la praxis de la igualdad?
     
    Querida M. Luisa, el tratamiento de don no me encaja. Me suena mal. Trae a mi recuerdo al pequeño del bigotín (me refiero a Franco, no al otro). En aquellos tiempos de indignidad se decía que alguien alcanzaba tal tratamiento  (el de Don) tras haber aprobado el cuarto de bachillerato y la reválida. No hay mejor tratamiento que el que nos considera iguales, ni mayor título que el que tú ostentas, el de hija.
     
    Tienes razón M. Luisa, Jesús no trató de resolver un problema coyuntural, sino el problema que afecta en todo tiempo a la dignidad y al abandono del ser humano.
     
    Querido Gabriel, vas por delante. Has avanzado hasta el último capítulo de esta serie, la declaración de Pedro. La leeremos en su contexto. Suele ocurrir que frases muy conocidas, como sucede con la declaración de Pedro: “Tú eres el Cristo”, se comentan sin tener en cuenta el marco en el que fueron pronunciadas. Hay que recordar que ésta  se dijo en el entorno de Cesarea de Filipo, una ciudad que alude directamente a la cúspide (César) del poder del imperio dominante. Conociendo a Marcos como le conocemos, por alguna razón no olvidó señalar ese encuadre.
     
    Un abrazo. También para ti, María Antonia; acabo de leerte.

  • Mª Antonia Martínez

    Me uno al comentario de Mª Pilar. También yo me sentí ensanchar el corazón leyendo la explicación de Salvador. Todo lo que dice Mª Pilar lo comparto.
    ¡Muchas gracias a Salvador Santos!

  • oscar varela

    Hola!
     
    Ayer decía que el Proyecto-Praxis de Jesús-Marcos no es fácil.
    Porque no lo es la Vida humana.
    ·················
    Hoy propongo una DEFENSA DE LOS DISCÍPULOS (tal vez para justificar mis dudas)
     
    ¿No será otra de la estética de Marcos este juego dialéctico entre Jesús y los 12?
     
    De lo contrario habría que pensar en un Jesús un tanto tonto si pretendiera ser el Líder de una “nueva” Sociedad:
    * ¿Por qué seleccionó a “esos” 12?
    * ¿Por qué no los fue cambiando en la medida que “no lo entendían”?
    Hasta hubo de tragarse el sapo de “uno que habría de entregarlo”.
    ···········
    PARANGONES
     
    UNO: Muchas veces me he preguntado el porqué de decires nunca desmentidos acerca de “DON QUIJOTE DE LA MANCHA”, tales como:
     
    – “Si fueran desapareciendo todos los Libros de la Tierra, el que permanecerá vigente sería el “Don Quijote”.
     
    Ahora bien ¿qué es el Quijote sino el juego dialéctico de DOS brazos que abrazan la dramática Realidad que es la Vida humana: Quijote y Panza?
     
    OTRO: ¿No tuvo F. Dostoievski la necesidad de recurrir a la trilogía de tres hermanos –los Karamasov– para configurar “entera-mente” la compleja Realidad de la Vida humana (de su Jesús)?
    ···········
    Busquemos dónde busquemos, siempre vamos a topar con la Realidad ENTERA (previa a las PARTES) es un “juego” dialéctico; una con-versación; en definitiva: una FICCIÓN – FARSA – TEATRO – ARTE – ESTÉTICA.
    ···········
    ¡Vamos todavía! – Oscar.
    ·············
    PS.: creo que la próxima veré eso del TENER y lo del PODER ¿puede ser? Gracias.
     
     

  • oscar varela

    Hola!
    Uno de los más graves problemas en que se encuentra hoy un “escritor” es el de encontrar la Editorial que se lo publique; e.d., imprima y -sobre todo- lo distribuya .
    Pregunto:
    1º) ¿cómo era la “publicación” en aquellos tiempos, y para Marcos mismo?
    2º) ¿qué “significaba” en esos tiempos y lugares “publicar o editar”? ¿tenían sentido esos menesteres? ¿cuál? ¿similitudes y diferencias con el nuestro?
    ··········
    Hay épocas y épocas.
    Todo gesto y actividad (praxis) del ser humano, por pequeña y circunscrita a  su “aldea” que fuere, tiene en cuenta el horizonte total de la vida humana de la sociedad o convivencia en que  está haciendo su vida.
    ·········
    Hubo una época -por la década del ’60- en que había una hervor de almas porosas a ensayar nuevos modos. Época transgresora.
    Había “público” para ello. Y fueron líderes (en Cine, p.e.)  Bergmann, Visconti, Fellini, Pasolini, Costa Gravas, etc. En Bs. As. había Salas dedicadas a ellos. Algunas con Cine-debates.
    Dos generaciones después, por los ’90, no quedó nada. Desde entonces, todos aquellos “Pre-decires” (Voces clamantes) han caído en el puro desierto ¿A quiénes les interesan sus “planteos”? Creo que ni a mí mismo. Hoy los veo y no puedo evitar cierta melancolía. Son cosas mías; pero que no me atraen ni entusiasman; no veo sus rostros; han quedado a la espalda.
    Pienso que fue una época de “postguerra” de gran intelectualidad. Pero muy, muy “fugaz”. Se ha ido en un santiamén.
    Por eso apareció el boom de los Kusturika.
    ···········
    ¿Cómo era la época en que Marcos “se puso” a escribir?
    Vuelvo a preguntar por su “público”. y el sentido de “publicar”.
    ·············
    Seguiré ¡yendo todavía! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Jesús se cabrea porque no lo entienden.
     
    Me pregunto si el que está cabrero no es sino Marcos.
    Porque se va dando cuenta que no lo entiende a él, a Marcos.
    Y entonces se pone a “escribir” para que quede “bien clarito” ¿eh?.
     
    A esta altura de la Narración –con las consideraciones de Santos-,
    no cabe ninguna duda que Marcos es un muy buen “escritor”.
     
    ¿Por qué no nominarlo para el Premio Nobel?
    ¿Hay alguna cláusula de ese Premio que prohíba nominar a un ya fallecido?
    ···············
    Un excelente “escritor”: Un PROBLEMA tratado con ESTILO.
     
    1º) ESTILO: de estructura férrea; maniático del detalle; absoluta precisión de los vocablos; extrema economía en la sintaxis y en la expresión; y muchos otros etcéteras.
     
    NOTA: no tengo claro el “género literario” de esta Narración, que lo único que hace es contar la vida de un tipo –podríamos decir de un “tipazo”- pero que otro estilo, narrativo también, como las Crónicas apenas si lo nombran de pasada.
     
    2º) PROBLEMA: ¡que no lo deja dormir!. Unas cuantas mujeres hace años que vienen inflando el bombo de la calidad del tipo Jesús; han convencido a unas y unos cuantos más, y se reúnen para conversar de ESO: de lo lindo que es poder vivir solidariamente … pero les cuesta hacerse entender; a la gente no le entra en la cabeza la absoluta prioridad de ser solidarios: Lo que hay – dividirlo – darlo.
     
    Marcos asume el PROBLEMA y hace su TEOREMA.
     
    Marcos es un INTELECTUAL nato: piensa.
    Piensa qué decir. Piensa cómo decir. Quiere ser claro y eficiente.
     
    ¿Para quiénes “escribe” Marcos? ¿Cuál es el Lector interesado? ¿Lo entenderán?
    ¿Para el “Pueblo”? No, el Pueblo está entretenido mirando “otro Canal”.
    ·············
    Marcos no es fácil. Puede parecerlo. Y en estas “notas exegéticas” de Salvador, parecérnoslo más fácil aun. Pero no. Marcos quiere hablar de la vida humana de Jesús; de lo que le pasó y de lo que hizo. Y ¡ya lo sabemos!: La Vida no es fácil. La de cualquiera.
     
    El empecinado Marcos, sin embargo se ve emperrado en ejecutar el teorema que justifique la vida-pasión y muerte de Jesús. En eso se le va la vida. Ese es su PROBLEMA: ¿a quién le interesará prestar vista y oídos a la vida de ese otro, un tal Jesús?
     
    Marcos es un INTELECTUAL de raza: Pre-decirá en el desierto.
    ··············
    ¿Y el Premio Nobel?
     
    No. Marcos no será un Best Seller.
     
    Pero ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • M. Luisa

    Antes que nada, quisiera agradecerle, Don Salvador, sus últimos comentarios de la entrega anterior fueron para mí realmente  esclarecedores.
     
    Ahora entrando en materia…
     
    Jesús   los invita a  recordar,  a pensar  por  algo que aconteció  y que por tanto configuró una realidad en la experiencia que vivieron. Dicha realidad fue mucho más  que algo meramente producido por una simple actuación cuya finalidad  hubiera sido  resolver   momentáneamente un problema. Sino que,  al configurar la praxis de Jesús una realidad, por serlo y además  como proyecto, había que recordarla, es decir, conformarla según ella para no olvidarla.  Constituye la  memoria, pues,  uno de los momentos de la experiencia.
     
    En ello,  el corazón humano que no es sino el “sentir de la mente” cumple su función real. Entendido así el corazón,  rechazando todo ciego sentimiento,  viene a ser fundamental para la práctica de la igualdad como elemento  constituyente del Reinado anunciado.
     
    Sin interés  de desvelar la verdad, Jesús, deposita confianza en el grupo  y lo hace entrar en  reflexión. Remite  al corazón humano porque en él se encuentra lo que lleva a salir de sí mismo para  atisbar los  límites del mundo  que resuelva la angustia y la tragedia de la existencia humana. El corazón no crea desde dentro sino que encuentra.  Así entendido el corazón no es mero sentimiento sino  centro de verdadera búsqueda intelectiva de las cosas.
     
    Un cordial saludo

  • roli

    Hola a todos les saludo desde El Salvador.. soy una fiel lectora de este sitio.. Pensé que pondrían algún comentario sobre el aniversario número XXI de la masacre de los mártires jesuitas de la UCA.. De todas formas aquí dejo esto.. hasta otra.. 

  • mªpilar garcía

    Estimado S. Santos:

    ¿Qué se puede añadir a este completo, claro, hermoso cap. de Marcos?

    Su lectura ensancha el espíritu, espabila la mirada, nos impulsa a no decaer ante la visión triste… hoy como ayer, cuando Jesús el galileo caminaba entre aquellas personas tan duras de corazón.


    Ciegas y sordas, a la ¡Buena Noticia! que dejaba en nuestras torpes manos.

    Somos personas de corta mirada, corazón acomodado, mente embotada; atadas a miles de normas hechas por los humanos, para no convertirnos, a una vida plena para todos los seres humanos.

    Me llama la atención, que en este tema, no entrar las críticas, denuncias, insultos…
     
    ¡¡¡Gracias por ello!!!

    Quizá, porque la verdad de lo que Jesús nos dejó,  escuece, nos interpela, nos invita a un cambio radical de pensamiento palabra y obra; aun dentro de nuestras muchas limitaciones.

    Es claro, y  más fácil, “adorar” a cientos de estatuas, ritos, seres humanos; que decidirse a ¡compartir! Justamente, cuanto se nos ha entregado como regalo.

    El Pan que da vida, que se parte y comparte, ante una justa distribución.

    En libertad, sin persecución, amenaza, castigo…

    ¡¡¡En Libertad!!!

    Y esa postura nos asusta, nos causa vértigo…  causada por:
     
    “El deseo de poseer a toda costa”

    Hermosa labor, S. Santos; con sencillez, que toda persona pueda comprender, “escuchar”, hacerlo vida, abrir sus ojos y oídos, para no sentir  el vértigo del abandono a una vida más acorde con la creación que nos rodea.

    Con mucho cariño agradecido. mª pilar

  • Gabriel Sánchez

    ἄρτους – panes v 14
    ἄρτον – pan      v 14
     
    Ἄρτους panes    v 16
     
     
     
    Existe un especie de enfrentamiento dialéctico alrededor de la palabra pan- ἄρτους
    …y su plural, de tal manera que lo que tienen es poco y lo que cree necesitar es mucho… esto parece romperse, para re cordar  el como poco (cinco- πέντε- πέντε panes- ἄρτους) se transformo en mucho (doce-δώδεκα- Δώδεκα cestas-canastos- κλασμάτων klasmάton)
    )… De tal manera que el pan y los cinco panes, significan lo mismo…
     
    Una lectura simple, parece entender que en la barca se necesitan muchos panes y que uno no es suficiente, por lo que la comunidad de los embarcados…debería tener más…por lo tanto poder mas y en consecuencia ser más…
     
    El pan y su levadura como bien nos dice Salvador, representa la forma de vinculación de los de la barca y por extensión a todos… Lo que en la barca se vive, parece ser un  acercarse a la intimidad que Jesús, que se remite a la dinámicas de vinculación de Dios ( un pan – ἕνα ἄρτον)…es bien interesante que en el Evangelio de Mateo 16.4-12, continua casi sin solución de continuidad…a este episodio, nos muestra  otro episodio en donde Jesús pregunta a sus discípulos sobre quien ES EL…que termina con un Pedro proclamando “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt.16,16) , y con la aprobación aparente de Jesús a esa contestación-… “Jesús le dijo: —Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo ha revelado nadie de carne y sangre, sino mi Padre del cielo!(Mt 16,17), mientras que en Marcos (el evangelio más antiguo)…este episodio, lo termina bien diferente de esa intimidad con Jesús en la barca y de la enseñanza de Jesús de las dinámicas del Reino a traves del pan de la circularidad (igualdad), de partirse y compartirse…de donarse y no acumular, ni poder, ni riqueza, no honor, sino amor, antes de pasar a la preguntan de quien dicen que soy yo…(Mc 8,27-38), pasa por la curación del ciego (Mc 8, 22-27)…el papel diferente de Pedro en Marcos, nos muestra que el “¿aún no comprenden?”, tiene una respuesta no…ellos concibe todavía al Mesías como un hombre con gran poder, que llevará a cabo el proyecto nacionalista del Reino…Al Jesús mostrar que no es así, Pedro se escandaliza…y el le llama Satanás…y en este episodio hay una frase que parece resumir toda la zaga…  Si uno se avergüenza de mí y de mis palabras ante esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre y acompañado de sus santos ángeles.” (Mc. 8,38)
     
      La pregunta los nuevos discípulos de hoy, hemos vivido esa experiencia de embarcarnos con Jesús, hemos entendido las dinámicas de circularidad, se servicio, de partirnos y compartirnos (dinámica típicamente Eucarística- no como liturgia-sino como vida- en cuya unión liturgia-vida – se verifica el verdadero culto), el negarnos a ceder a la tentaciones básicas- acumular para tener, honor, riqueza y poder???? Parece que todavía nos falta…despojarnos de tantas cosas accidentales y abrazar las esenciales…
     
    Un abrazo querido Salvador, excelente lo tuyo.- Gabriel

  • ana rodrigo

    Querido Salvador, entro en este post, lo mismo que lo podía haber hecho en cualquier otro tuyo, para decirte que, a pesar de la escasa participación que tenemos en tu trabajo, esto no indica que caiga en el vacío, por lo menos por mi parte. Y quiero agradecerte el trabajo que te tomas y cómo vas desmenuzando cada versículo, a lo que, por otra parte, yo poco tengo que añadir.
     
    Mi gran amigo Pepe Castillo siempre se queja de la escasa o nula formación bíblica que tenemos. Y tiene más razón que un santo. Desde pequeñitos se nos han inoculado cosas tan extrañas al evangelio como el catecismo de Astete o Ripalda del siglo XVI, o el último de  1992 (en el que se justifica hasta la pena de muerte),se nos leía el evangelio en latín, teología o exégesis sólo las estudiaban los clérigos (casi siempre sin estudios no religiosos complementarios), cuando se hizo obligatoria la homilía, nos encontramos con curas moralistas (y de una determinada moral y, como acabo de decir con poca cultura).
     
    En nuestra evolución y desarrollo personal, quienes nos hemos dado cuenta de que había mucho polvo que quitar en nuestras creencias, nos dejamos llevar por intuición y buena fe al leer los textos evangélicos, pero poco más. Así que muchos y muchas creyentes abandonan algo que no entienden, o despotrican  (despotricamos) contra quienes nos han adoctrinado desde sus, en muchas ocasiones, pocas “luces”, pero muy pocos/as nos tomamos la molestia de adquirir una formación mínima para poder saber traducir el mensaje de textos escritos en otra época, en otra sociedad, en otra cultura y dentro de otra religión y que, sin embargo, mantienen su vigencia de forma universal. Y que ni el Vaticano, ni el racionalismo, ni el laicismo, consiguen derribar.
     
    Gracias, Salvador Santos y un abrazo.