Ayer domingo, a las nueve de la mañana, la cadena SER reunió a tres tres pensadores para plantear si hoy para vivir necesitamos una utopía y cómo vivirla hoy para tener esperanza y superar el derrotismo. Entre los prticipantes estaba nuestro Juan José Tamayo. Invitamos a todos a oírla y continuarla en este Lugar de Encuentro. AD.
Hoy resulta casi un insulto que te llamen utópico, pero en esta sección nos planteamos qué utilidad tiene pensar en la Utopía e . ¿Cómo podemos seguir ampliando las utopías reales? ¿Cómo llevamos ese horizonte a algo realizable? Hablamos desde la filosofía, la teología, la ecología y el pesimismo esperanzado con Juan José Tamayo, Carmen Madorrán Ayerra y Carlos Javier González- Serrano.
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Probablemente, para no caer en una representación imaginaria al pensar en la Utopía, habría que considerar que en ese utópico pensar que nos lanza siempre hacia delante, prueba de ello nos lo da la historia, envolvería un momento previo de posible realización. Si situamos la Utopía en el pensar, la utopía no es el horizonte. El horizonte es la realidad como paradigma, el cual en cuanto realidad que envuelve cada uno de ellos en la Historia, suministraría lo real en cada momento histórico. Esto hace de la Utopía no un mero pensar idealista, sino algo realizable, como lo prueba la propia Historia.
Si miramos a una parte del pasado en la historia de la Humanidad, podemos comprobar que las conquistas, en lo que al bien común se refiere, son el fruto de las utopías de nuestros y de nuestras antepasadas.
Cuando pienso en la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano en 1789 de la Revolución francesa, o de la Declaración de los Derechos de la mujer y de la ciudadana en 1791 de Olympe de Gouges, o la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, auténticas joyas de la humanidad, podemos recuperar la fe en el sentido ético de la humanidad. Aunque como dice Galdeano, no son la conquista del horizonte, son conquistas mientras caminamos hacia el horizonte.
En nuestra época se ha emprendido nuevos retos por los que hay que luchar, como son los derechos del colectivo LGTBQ, el ecologismo, el feminismo, sin olvidar el sempiterno deseo de justicia social en todos los aspectos. Todos los avances de la humanidad, siempre han sido a base de utopías, de retos, de lucha y de esperanza por conseguirlos.
Aprovecho para hablar de la actualidad en nuestro país y manifestar que una parte de la sociedad española ha manifestado en las urnas, que no quieren volver a ese otro pasado oscuro, poniendo en nuestro camino la lucha contra homofobia, xenofobia, violencia machista, desigualdad social. Y, mientras en tantos países europeos ha triunfado, y ya gobiernan dirigentes que niegan estos derechos, en España, a juzgar por los resultados de las urnas, se ha dado una lección internacional. Es un motivo de alegría y de esperanza de que nuestra sociedad quiera seguir en el buen camino, siempre adelante, aunque la realidad que nos rodea, en ocasiones nos desanime.