Hace poco, acogiéndose a la hospitalidad de ATRIO, ha tenido lugar un Debate abierto sobre Fe y No-teísmo. Por problemas de horario no pude participar en la última consulta sobre ¿Qué sostiene hoy nuestra esperanza o motivaciones? pero he escuchado el mensaje inaugural de Santi Villamayor y quiero hacer a vuelapluma algunas reflexiones al respecto.
El panel de la convocatoria comenzaba diciendo: “Hasta hace bien poco toda nuestra vida transcurría en torno a la idea de Dios como Ente Supremo, Creador, Redentor, Padre amantísimo y providente en la historia. Esa figura se ha desmoronado pero no hemos perdido el sentido de la incondicionalidad, de la sublimidad…” . Sorprende esa rotundidad: esa imagen se ha desmoronado. Acaso para algunos o para muchos pero no para nillones que aun la veneran.
Mi impresión es la siguiente. Por razones personales o por no haber llegado a la mejor teología, algunos se han desprendido de la teología de la que vivieron y al hacerlo se han desecho también de su imagen de Dios.
Hace poco más de 140 años Nietzsche anunció igualmente que Dios había muerto pero su inteligencia poderosa no dejó de ver las consecuencias, En resumen, el universo había perdido para siempre su dirección.
En la misma línea el ateísmo de Sartre concluyó que el “hombre es una pasión inútil”.
Y Camus apeló al mito de Sísifo para representar la condición humana, condenada a reemprender eternamente tareas que se hunden una y otra vez.
Pero estos nuevos no-teístas no se conforman con que Dios ya no exista y pretenden buscar sucedáneos, a mi modo de ver contradictorios.
Santi Villamayor plantea la “necesidad de reinvención de la divinidad”. Está claro que es ése un vano intento. Ya san Agustín dijo: “Si crees haberlo conocido, no es Dios”. Puesto que Dios es el misterio absoluto sólo podrá decirse algo de El si El mismo lo quiere revelar,. Fuera de eso, es un vano intento.
¿Qué es lo que hacen los no-teístas? revisten del manto de lo sagrado diversas realidades: la persona humana, la Naturaleza, la realidad social. Pero ¿en virtud de qué la persona humana es sagrada? ¿o la naturaleza, un conjunto de materias orgánicas e inorgánicas?. Ya Hariri en su Sapiens ha defendido que, desaparecido el Dios creador, los seres humanos son productos diferentes por evolución y carecen por tanto de derechos salvo el de vivir y buscar el placer.
¿Y qué decir de la esperanza? Se rechaza la esperanza en otra vida (aunque para miles y miles de personas es la única) y se la sustituye por “escuchar el misterio del presente y construir felicidades”, “una armonía y fraternidad entre las personas y el planeta” como si no hubiera terremotos, ncendios, inundaciones y no existieran personas como Putin, Xi Jimping, , Kim Jonk-Un, Ortega, Maduro, Obiang, Erdogan, Trump)
Por otro lado es bien contradictorio apelar constantemente a la ciencia, eminentemente secularizadora y hablar de “todos los seres sagrados”.
En toda esa serie de contradicciones no podía faltar la alusión a un mundo no dual, cuando la experiencia primaria y más importante para casi todos los seres humanos es la relación de su yo co ntros tus que aportan compañía, acuerdo, amor.
Finalnente se anina a “abandonar la imagen del Dios Ente Supremo, conservando sin embargo la sublimidad que caracteriza a toda la realidad”- Pero, fuera del Espíritu de Dios ¿quién dice que toda la realidad es sublime? ¿es que este Santi no ve todos los días las noticias?
En definitiva estos no-teístas parecen unas buenas personas que, a la búsqueda de una trascendencia que no existe sin Dios quieren tapar con el manto de lo sagrado un mundo que es profano y todo queda al final es unas palabras bonitas y unos sentimientos estéticos o fraternales.
Los que no hemos renunciado a Dios seguimos ofreciendo un esquema bien sensato y comprensible: Desde el comienzo de la creación Dios, que es amor, quiere compartir su vida con el ser humano. Lo hace por medio de su Hijo que compartiendo la vida y la muerte humanas, expande por toda la creación su Espíritu. Por eso todos los hombres y mujeres son hijos de Dios, dejados libres, autónomos pero no dejados de su mano. Su tarea es amarse y ayudar a hacer mejor el mundo que se les ha confiado y un día esa riqueza, a veces tan oculta, tan transida de dolor y sufrimiento, se verá en todo su esplendor.
Cada una de esas afirmaciones sencillas requiere largas explicaciones. Una buena teología, no la que los no-teiastas han abandonado
Claro que querríamos ya tener una visión perfecta de la última Realidad del ser humano…porque toda esta “crisis” eclesiástica y secular tiene un solo origen que es de naturaleza existencial. Es porque vinimos a existir en este Misterio del Cosmos y su devenir, el objeto de nuestras preguntas y de nuestra búsqueda incesante..
Porque el “silencio” aparente de Dios tiene su explicación ya que de otra manera dejaría de ser el Misterio inefable…Es que por ser un Ser infinito no podemos seguir -ni mucho menos – entender totalmente- Su camino divino..que no es nuestro pensante caminar humano..limitado por nuestra oscuridad interior natural.Si queremos construir un “dios” a nuestra manera humana antropomorfica, si queremos que Dios valide cualquiera de nuestras ideas y deseos humanos, si queremos que acepte nuestra moral secular, si queremos igualarnos al Dios infinito…entonces somos nosotros los que fracasaremos y podremos hundirnos cada vez más, creyendo quizás sinceramente que nuestro relativismo es aceptable y que no existe la Verdad absoluta sino que todo da lo mismo.
Pero al abandonar al Dios verdadero, que Jesús avala y proclama, al ser Su Hijo unigénito, abandonamos toda coherente teología, y creyendo que la fe es mágica y que debe ser perfecta visión divina, también la dejamos a un lado para evitar la humillación de aceptar otra Verdad además de la de mi ego supremo..
Y al faltar la fe, faltó el alma de la humanidad..La razón no pudo sostenerse por si misma.Y se ha perdido, pues, el sentido de la vida y naturalmente también el de la muerte. Y al querer suprimir el Misterio..en vez de aclararnos…todo se volvió misterio y no encontramos ya sino insolubles problemas y dilemas, cada vez más complicados.
Y al fugarnos de la Realidad trascendente caemos en una mera ilusión imaginaria que se reduce a un mero materialismo intrascendente.Pero sólo el Dios que revela y se revela, inmanente y trascendente a Su Creación puede dar la respuesta coherente y adecuada al Misterio de la existencia.Un saludo cordialSantiago Hernández
Gracias Ana y Carlos Poco tengo que añadir después de las acertadas palabras de Ana. Me he encontrado siempre muy a gusto con la imagen de Padre y de Jesús como Hijo de Dios (cada vez menos realistamente y más como expresión simbólica- y a veces manipuladora) pero mi entorno, que vive los valores evangélicos, no comprende esa mitología cristiana convertida en teología dogmática. Y por otra parte supone una contradicción insalvable con la ciencia a no ser que se diferencien los planos del lenguaje, uno empírico racional y el otro simbólico. Me sigo preguntando todos los días sobre tu frase “Si se quita todo eso, Jesús acaba siendo un predicador Galileo que encima fracasó.” Y me voy aproximando al valor de su sabiduría, o del relato de su sabiduría. Y sigo orando sobre eso. Además una sabiduría muy reconocida universalmente. Por eso me parece un debate importante. Pero no hace falta que lo sigamos aquí. En nuestro “grupo Lenaers” y los contactos con toda la gente que sigue nuestras consultas y correos lo vamos haciendo poquito a poquito. No prescindimos de Dios, sí de la forma tradicional, como dice Ana, en que siempre lo hemos concretado y hoy resulta poco creíble. Gracias y abrazos
Querido Santiago, admiro tu – vuestro – esfuerzo por hacer creíble, o más creíble a Dios, buscando una imagen más inteligible a las personas inmersas en la cultura que respiramos. No obstante me atrevo a resumirte mi larga experiencia de creyente con muchos años vividos. Lo increíble es Dios. Con la imagen que se quiera. Atragantarse con los dolores y los sufrimientos que nos cerca, con las muertes que nos anuncian las finitudes. Con el absoluto silencio del Altísimo. Con eso hay que lidiar y digerirlo. Le pongamos el nombre y la pátina que queramos. Un viejo cura del que fui coadjutor me decía: Niño,si quieres durar en la fe quítate el bonete, ponte de rodillas, cállate y no le des vueltas a lo increíble. Solo ssé bueno. Un abrazo fraternal y esperanzado
Carlos nos transcribe lo dicho por Agustín de Hipona y aceptado hasta el día de hoy: ““Si crees haberlo conocido, no es Dios”. Puesto que Dios es el misterio absoluto sólo podrá decirse algo de El si El mismo lo quiere revelar,. Fuera de eso, es un vano intento.” Este texto es justamente lo que se intenta hacer en este momento con el nuevo (o no tan nuevo, según S. Agustín) paradigma sobre Dios.
Es decir y, en contra de lo dicho por San Agustín, la Iglesia no ha hecho otra cosa que que definir el concepto Dios: Omnipotente, todopoderoso, omnisciente, excluyente, (es decir dador de gracia a los elegidos), trinitario (tres en uno), vengativo con los malos, amoroso con los buenos, dueño de nuestro destino en esta vida y en la otra, único Dios verdadero, y, por tanto, el cristianismo, única religión verdadera (haciendo nuevamente excluyente al Dios de todos los seres humanos y del cosmos) y un sin fin de etcéteras de los que han salido todos los dogmas, como base y requisito único de fe.
Así que, toda la teología posterior se ha hecho desde “los iluminados”, todos hombres y clérigos, como los únicos conocedores del Dios-misterio. Lo han atropormizado a nuestra imagen y semejanza. Por lo que, según San Agustín, no tiene nada que ver con el Misterio absoluto. Así que no estamos en nada que sea nuevo.Los nuevos intentos de buscar nuevas metáforas para acercarnos al Misterio, no es nada revolucionario ni novedoso. Y, si las nuevas metáforas se acercan más a la mentalidad actual, no sé dónde está el delito. Nunca ha habido palabra de Dios, sino palabra humana sobre Dios y, por tanto, evolutiva como lo es el propio ser humano.
La persona de Jesús es compatible con que se piense a Dios en otras claves más razonables, dentro del mito, para la gente de hoy. El problema de la Iglesia es que ha centrado su atención en divinizar a Jesús, mientras que Jesús lo que hizo fue “divinizar”, sacralizar el ser humano. Y este revuelto de ideas, es lo que ha hecho una Iglesia muy divina y poco humana, de ahí el alejamiento de tantas personas bautizadas de esta Iglesia. A la gente no se la puede tratar de tonta.
Por tanto, como creo que dije ayer, Jesús y su praxis es totalmente compatible con cuestionar las definiciones de Dios. Sin olvidar una buena exégesis, sin sectarismos ni literalidad ni manipulación del evangelio, muy importante, pero este es otro tema, no lo que estamos debatiendo en este hilo.
Nota. Perdón pero algo ha fallado en el sistema, pues no ha salido ninguno de los puntos t aparte que he hecho al escribir.
Efectivamente. Al actualizar una nueva versión de WordPress (necesario para que no pierda velocidad) se ha dosconfigurado la plantilla con que se volcban los textos desde Word. Alguno lo he corregido. Pero vamos a buscar por qué no se sigue ahora el sistema de copias y pegar que uncionaba antes.
Santi, te agradezco sobre todo el tono amable de tu contestación a la que no voy a contestar porque creo que hay siempre una inflación de palabras. Lo que menos entiendo es el abandono del Dios Cristiano, conservando a Jesucristo. ¿Cómo puede ignorarse su relación con el Padre? ¿Y su anuncio del reino de Dios? Si se quita todo eso, Jesús acaba siendo un predicador Galileo que encima fracasó. Ojalá encuentres un camino que te sirva, pero, a mi modo de ver, prescindir de Dios lo lleva a un dios Inventado y por tanto falso o a un romanticismo que va convirtiendo en sagradas realidades que no lo son
Respetando al autor, se critica el texto. El de Carlos suena a inmensa seguridad, certeza, exento de error y los otros todo lo contrario. Santi Villamayor le ha dado una respuesta tranquila, razonada y serena.No digo que Carlos no haya razonado. Lo hace lógicamente, pero su PUNTO DE PARTIDA NO ES CORRECTO: Cambiar la IMAGO DEI no es negar EL ASOMBRO DEL MISTERIO EN QUE ESTAMOS INMERSOS, intentando dando otra METÀFORA. Tan lícita como la primera, pero a mi entender personal no es ya adecuada para el cambio que “padecemos” (=pasión) y con HORIZONTE ESPERANZAL.Recomiendo una vez más: HACIA UNA ESPIRITUALIDAD LAICA. Sin religiones, sin creencias, sin dioses de MARIÀ CORBÍ. Herder, 2007.Y Jesús es VERDAD, CAMINO Y VIDA.o el libro, que estoy leyendo de BRUNO MORI: LA VUELTA AL CAMINO DE JESUS DESPUÉS DEL COLAPSO DE LA RELIGIÓN(2002). O el de José Mª CASTILLO: DECLIVE DE LA RELIGIÓN Y FUTURO DEL EVANGELIO.(2022).Intentemos ir a la fuente, que no es el siglo IV, sino el siglo I:Gracias Santiago por tu respuesta y gracias a ti Carlos por exponer lo tuyo pero no seas EXCLUYENTE.
La cuestión no es el Misterio, ni siquiera la imago Dei, tal como servidor lo ve. La cuestión es si el Misterio o la nueva imago que se busca, contiene la base suficiente para seguir a Jesús como Encarnacion humana del Misterio (en carne mortal) y que ser masacrado en la cruz muestra el rostro real de ese Misterio. A mi lo demás me Da igual francamente. Si esa muerte y la Resurrección son compatibles intelectual y vitalmente con el nuevo paradigma, no tengo objeciones. Solo una más: si el ser humano está llamado a la destrucción permanente y a disolverse en la nada, como he leído hace unas horas en un artículo de uno de los defensores más elegantes y poéticos de esa línea de reflexión en ese caso creo que hay que releer el discurso de Robespierre ante la Convención el 6 de mayo de 1795, con todos los matices: “Qué ventajas ves en convencer al ser humano de que una ciega fuerza decide su destino, que opta de una forma totalmente casual ora por lo recto, ora por el mal y de que su espíritu – el del ser humano- no es sino un tenue aliento que se extingue a las puertas de la tumba…….solo un necio o un criminal…..puede creer que la Naturaleza no puede darnos nada más hermoso que la Nada’
Pienso que la lectura de ROGER LENAERS sj: ¿ES JESÚS UNA PERSONA COMO NOSOTROS? puede clarificar. Como el de Bruno: Cristianismo sin religión. Lo vuelvo a poner ya que puse el subtítulo nada más.
y por otra parte, Jesús lo crucificaron los poderes religiosos.políticos, no el Pueblo que lo seguía. Y luego las Comunidades hicieron “su teología plural”….
Me inclino más por la vivencia de cómo vivió Jesús la profundidad o el Espíritu, que es su mensaje, que por los dogmas que fueron construyendo y se IMPUSO UNO.
Buena ocasión tendremos en analizar el Concilio de Nicea de hace 1700 años….antecedentes y momento (=político más que religioso).
Alberto, gracias.
Hola.Perdón por entrar.Creo, pienso, opino que el señor Revuelta lo ha dicho muy bien. O su cita. Si crees, existo. Si no crees, no existo.
El quid de la cuestión estaría en saber en qué crees. Me alegro un montonazo por las personas que creen en la resurrección y en la vida eterna tal y como nos la han transmitido a todas las personas que entramos en Atrio. No saben la suerte que tienen. Me encantaría tener la certeza de que voy a volver a ver a determinadas personas que han sido muy importantes en mi vida. Pero no la tengo. Es más, no creo que eso sea así. Y como no lo creo, no es cierto para mí.
El problema con el que se encuentra el catolicismo a día de hoy, creo, pienso ,opino es que personas como yo hay a montoooones. A mantas, decimos en Murcia. Algún motivo habrá. Por lo visto hay quienes desde un punto de vista teológico están abordando el problema. Porque el problema es teológico, no es la primera vez que lo digo, espero que sea la última. Tendrán por ello mi agradecimiento eterno. No precisamente por mi personica. He recorrido un larguísimo camino hasta llegar al momento de pensamiento en el que estoy. Igual que todos ustedes. Exactamente igual. Pero es que creo que nosotros, a ver cómo lo digo sin que nadie se moleste. Nosotros no somos el futuro. Y ya somos lo suficientemente mayores como para encajar dudas de todo tipo y tratar de resolverlas. También sabemos que hay preguntas personales a las que jamás vamos a encontrar respuesta.
El tema del futuro del cristianismo está en los jóvenes. Es cierto que hay movimientos dentro de la iglesia, doy fe, en el que los jóvenes se encuentran comodísimos dentro de lo de siempre. Pero hay otros muchos, también doy fe, de que salen corriendo porque su cabeza sencillamente no puede aceptar determinadas ideas inamovibles. Mi pregunta es, se merecen otra concepción de , pues de todo esto de nuestra religión o sencillamente se les ningunea porque las cosas son como son y no pueden cambiar? No lo sé. Creo, pienso, opino que actualmente, la teología oficial de la iglesia es la que es, no la que a cada uno nos gustaría que fuese. Y para cambiarla, hacen falta teølogos. Ahora, son modelos excluyentes? No lo creo. Puedes imaginarte a Dios como quieras, no vas a acertar…tb puedes imaginarte lo que sucede después de la muerte, hasta ahora nadie sabe. No sé entonces dónde está el problema en que coexistan estas dos concepciones de , pues ni encuentro la palabra, ustedes la encontrarán.Ahora, el problema de abrirse a concepciones nuevas va a traer una enorme repercusión en la iglesia oficial. No entro en disquisiciones de qué es o no es la iglesia. Todos ustedes me están entendiendo . Ahí radica el auténtico problema. Al menos para mí.
Porque no creo que a nadie , a estas alturas, le preocupe en qué Dios cree nuestra amiga o cómo se imagina qué nos sucede después de la muerte. No lo creo. Es una pena que en este jaleo la persona de Jesús se eleve al Olimpo de los dioses para los jóvenes y piensen que son cosas de beatos y beatas, porque ellos no creen en Dios. Y vuelvo a la pregunta primera: chico, en qué Dios no crees?Muchas gracias, Señor Villamayor, por su comentario, por pertenecer a ese grupo que intenta que nuestros jóvenes europeos tengan otra visión acerca de todo esto de espiritualidad, religión o como usted le quiera llamar.
Y nosotros, ya resolveremos nuestras dudas, si podemos. O no. Porque lo que no cabe duda es que la vida se abrirá camino, con el cristianismo o sin el cristianismo. Un abrazo a todo aquel que se deje abrazar
Estimada Ana: qué claras tus palabras, con las que coincido. En esta etapa de mi vida me apoyo y entrego al Gran Misterio. Y siempre pido ( y trato) vivir como Jesús. Difícil tarea pero lo intento.Y como bien decís, hay que dejar que el Espíritu fluya. Gracias desde Argentina
Gracias a ti, Susana y gracias por tu comentario.
Como acabo de decir, la crisis que hay con el paradigma milenario que nos ha ido guiando en nuestras vidas, no da más de sí. Y esta búsqueda no es cosa de “cuatro”, está mucho más generalizado de lo que imaginamos.
Lo que ocurre es que la reacción ante el desconcierto del misterio puede llevar, o bien, el abandono de todo lo que tiene que ver con la religión o la Iglesia, o a repensar si realmente vale la pena utilizar nuestras capacidades humanas de pensar y experimentar para poder vivir la vida con la máxima plenitud. Y no esperemos a que las respuestas a nuestras preguntas nos vengan dadas por ideas de otros y de otros tiempos dogmatizadas como la única e incuestionable verdad. Analizando los dogmas (creo que casi todos), yo me siento como una idiota, anulada en mi capacidad de dirimir por mi misma lo que no encaja el más elemental razonamiento. No pongo ejemplos porque todo el mundo los conocemos. En este mundo no hay nada eternamente estático, el dinamismo vital va implícito en todo el cosmos y, por supuesto, en los seres humanos, porque lo que llamamos Dios, es energía viva, siempre dinámica.
Hace unos días inserté este enlace https://www.youtube.com/watch?v=F5QI676BHOU que hoy con respecto a este comentario de mi apreciado Alberto vuelvo a referirme dado que el núcleo y desarrollo de aquella conferencia iba a entorno a la frase biblica “Yo soy el que soy”. La conferencia es larga, pero no se hace larga, es muy clarificadora y ofrece herramientas para seguir trabajando en esta dirección en la que much@s coincidimos.
Aprovecho para agradecer a Santiago Villamayor su intervención.
M. Luisa, gracias por el enlace. Un grupo de personas muy cualificadas en Filosofía, filología y teología, argumentan sobre el tema que traemos entre manos, y he sacado la conclusión de que no somos cuatro aficcionad@s despistados que andamos perdid@s al cuestionarnos si lo dicho sobre Dios hasta ahora debe seguir siendo lo de siempre, o si, dado que la mente humana va evolucionando y madurando, podemos y debemos buscar nuevas respuestas al concepto Dios que hemos heredado.
Nota. Lo más interesante y asequible para mis escasos conocimientos en las materias señaladas, empieza a partir de la hora y media. Hay buena lógica muy bien argumentada.
Me alegro Ana que te haya gustado, tienes razón, a veces en estas conferencias lo verdaderamente sustancioso se hace esperar. En fin ya me iba a la cama, pues me encuentro un poco pachucha este domingo, pero yo que no las tenía todas al poner el enlace, tu amabilidad no podía hacerla esperar. ¡Ah, dices bien, ya no somos cuatro aficionad@s! lo que pasa es que estamos todavía un poco desperdigados.
Gracias de nuevo
Se lee en el Talmud: “si tú crees en mi Yo soy; si no crees no soy”. Es la clave de la búsqueda. Y la clave del arco.
Querido Carlos
“Este Santi que acaso no ve todos los días las noticias”· te conoce a ti un poco más que tú a él pues ya en los años 80 leía los Cuadernos de Oración que dirigías. Y desde ese apreciado recuerdo te agradezco tu crítica pues las “consultas” que hacemos son realmente eso, ofrecer nuestro cambio de modelo de fe para que sea corregido por el “sensus fidei”. Y mejor, por el sentir común de todas las personas, no solo de las religiosas, que fueron a las que se dirigió el mensaje original cristiano, más allá del mundo greco- judío. No dijo Jesus al final de su vida que a su muerte nos dividiéramos en ateos y creyentes, ortodoxos o herejes, sino todo lo contrario.
Y mi mirada va en esa dirección, entre otras, de que nunca más la creencia en Dios separe a la humanidad o pueda convertirse en una fake-news (bulo) para mucha gente, por su excesivo realismo o literalismo en la interpretación de unos textos ”sagrados” que no dejan por ello de ser “profanos”. Así como las palabras humanas de dignidad no dejan de ser palabras de Dios, buena teología.
Quiero responderte un poco ordenadamente (hasta donde llegue) a varios temas clave más que a las reprensiones concretas que nos diriges desde “una mejor teología”. Buscamos una nuevo rostro de lo que siempre se ha llamado Dios, y en particular del mensaje cristiano centrado en el Misterio de la Salvación, todo eso que “se ha desmoronado” (cualquiera que sea la extensión de la desafección religiosa en general, hay que estudiarla) o se construyó frente a los increyentes, el mundo de la ciencia y el de los pobres.
Y empiezo por el final, ese párrafo donde expones un “esquema bien sensato y comprensible” que no es otro que la gran explicación o cosmovisión cristiana y que yo le digo la Gran Metáfora. El misterio de la Salvación o Redención no es una explicación de cómo ha sido o es el mundo y el ser humano sino una llamada, evocación, “símbolo de los apóstoles”, una motivación poética no exenta de cierta verdad pero sobre todo colmada de “gracia”, de esperanza. Y sobre todo no directamente formulada así por Jesus de Nazaret, pues todos sabemos la incertidumbre que posa sobre algunas secuencias evangélicas. Esa “buena teología” es tan construida como nuestros intentos por ofrecer un mensaje mejor actualizado.
Con esto ya ves que pongo en cuestión la misma “revelación”, es decir su carácter de verdad primera, de relato universal explicativo del mundo y dador de sentido para todos. El cristianismo es una religión particular más, por tanto camino y no destino universal. Una de mis mejores teologías fue la teología de la liberación criticada precisamente por ese esquema sencillo que nombras. Y también crea destino como las otras teologías y es revisable (pero no condenable, claro; como ninguna otra esperanza)
La otra vida, la no dualidad, la trascendencia que no existe sin Dios…Mi posición no es de rechazo, sino de “superación” de todos esos términos o de la realidad que puedan significar. Difícilmente se puede decir algo con cordura de todo ese mundo que escapa a nuestra comprensión. Me parece más sensato y favorable a la fe un agnosticismo in-amorado, metido en el amor, enamorado. El anhelo de Dios nos lleva a hacer realidad mental e incluso empírica un mundo sobrenatural que a mi parecer encuentra su mejor estatus en el de un “ojalá” o postulado kantiano.
Me voy alargando. Sintetizando te diría que hay muchos modelos de fe y de seguimiento de Jesus, modelos o paradigmas que se dice ahora y que como tales son incomparables porque no hay un tercero desde el que valorarlos. Pero sí te digo que me siento muy reconfortado en esta nueva perspectiva, muy llamado desde los vulnerables, reconciliado con la visión científica del mundo y enterrado junto a “Dios”, inseminado de su incomprensión.
Desde esos pilares vivo la sabiduría de Jesús. Es tan esmerada, tan motivadora, que solo desde una libérrima actitud de escucha, no constreñida por tanta teología y literalismo larvado, puede ser oída sin sentirse constreñido, confundido o en riña con el mundo, algo a lo que lamentablemente ha contribuido la llamada “mejor teología” y su magisterio eclesiástico (del mismo modo que sus hilos místico y compasivo nos han hecho más humanos).
Un abrazo y gracias también a Rosa, Luisa, Isidoro que compartís estas búsquedas y a los que no las compartís también.
A Carlos sólo le ha faltado, antes de firmar su artículo, poner “palabra de Dios”, o, “he dicho” “punto”.
La verdad no es más verdad por el número de millones que tengan un paradigma que les explique el misterio. El misterio no está al alcance de la mente humana, y, no obstante, el ser humano se hace preguntas, y todo ser humano tiene derecho a hacerse las suyas. Si la verdad o la definición de Dios fuese definitiva, ya no sería Dios.
Tenemos constancia de que, desde la prehistoria los seres humanos han buscado respuestas, y cada época, cada cultura se ha dado la suyas y han sido válidas durante un tiempo determinado hasta que la evolución de la mente humana ha ido haciéndose distintos planteamientos, ¿acaso la sociedad actual, no tiene el derecho de hacer lo mismo en nuestra época?
Si la verdad fuese única, ya hace mucho tiempo que los seres humanos habría dejado de seguir con tales dudas. Las religiones, cada una de ellas, están sustentan por millones de personas y muchas de ella tienen cientos de siglos, además de ríos de tinta de teologías, pero nada está resuelto con punto final, por muchos dogmas y persecuciones y muertes por heterodoxia que se hayan producido.
De ahí que cuando intentamos analizar el curso de las creencias, debemos mantener un respeto profundo hacia quienes las piensan, desde su honestidad personal.
El gran error de cada religión ha sido creerse la única verdadera, lo que indica que ninguna de ellas lo es.
En el cristianismo, tenemos derecho a analizar si todo lo que se ha dogmatizado como único requisito de fe, tiene que seguir siendo así. El mismo Jesús de Nazaret, puso patas arriba lo que para Israel era la única religión verdadera y, su Dios, era el único Dios verdadero, y eso le costó la vida.
Han pasado dos mil años y la religión (que él no creo), pero que se formó en su nombre, divinizó tanto a Jesús que ha sentado doctrina cerrada, dogmatizada, según la sociedad de cada época.
Cada persona puede abrirse a un mantenerse en sus creencias tradicionales, o puede abrirse nuevas maneras de fundamentar su vida y la existencia del universo.
En Mateo, 25,34ss dice que se nos juzgará por nuestras obras, no por nuestra teología, por nuestros ritos, por nuestras creencias, religiosas. La Iglesia se ha cargado de teologías, pero eso no es lo contaba, según Mateo, a la hora de la verdad. Este capítulo ha pasado a segundo plano, ¡qué curioso!
Ni los millones de creyentes, ni las teologías son la base única de la fe. A partir de aquí, dejemos que el ESPÍRITU fluya.
Amiga Ana (Rosa), no se puede decir más claro.
Ante este tipo de discursos, que no tienen la elegancia y la mesura, (que suscitan la simpatía y la comprensión), de un Santiago, Juan A., Mariano, Alberto y otros, me planteo, si verdaderamente lo mejor no es dejarnos tranquilos unos a otros, como buenos hermanos.
(Que conste que no es una crítica al amigo Carlos, y mi comprensión hacia él es máxima, porque yo soy igual de apasionado e impulsivo, y se que estas actitudes son fruto de la “inseguridad” ante una situación tan volátil como la actual, y además entre “ladrones” nos reconocemos y nos miramos con un “corporativismo” inevitable).
Siempre me recuerda una frase de una serie de tv, “Turn”, ambientada en la guerra de independencia americana:
El tiempo todo lo cura inexorablemente. Yo cuando veo por la calle, a muchos con una gran y hermosa mata de pelo en la cabeza, siempre me consuelo: dentro de cincuenta años, todos calvos.
Con todo mi respeto este escrito me parece todo un alarde de arrogancia por quien lo escribe. Todo lo que no puedo entender y desmonte mis apegos y creencias es algo perverso y dañino. Lo que se desmorona no es la fe, sino las imágenes en ella tenidas erróneamente como reales.
Se lee además y un poco frívolamente que algunos por razones personales (se supone al grupo referido) se han deshecho de la imagen que tenían de Dios. Pero yo me pregunto ¿por razones personales, como piensa Carlos o por experiencias personales? porque de una imagen, de una idea no se puede tener experiencia de fe alguna y es bueno que todo el mundo, toda persona la pueda tener y vivir.
Decía un biógrafo de Teilhard, el teólogo N. M. Wildiers, que: “sólo una pequeña élite vive con la conciencia lúcida de una evolución acelerada e irreversible, así como de la inminencia del paso de la humanidad a la era de la síntesis”.
Ya no son válidos los relatos “tribales”, sino que hay que encontrar y adoptar un relato universal. Todo lo que nos haga mantenernos en “capillitas”, aunque sean de millones de personas, ya no es válido para los tiempos futuros.
Esos son los “vientos de la historia”, o como se decía en el Concilio, “los signos de los tiempos”.
Pero no hay que angustiarse: no es necesario que a estas alturas cambiemos radicalmente de creencias, y de imaginario social.
Solo necesitamos “relativizarlas”, y sobre todo poner muy entre paréntesis por dudosas, todas aquellas ideas de que nosotros llevamos la Verdad, y los otros no, y sobre que nosotros seremos “recompensados”, y los otros serán “castigados”. Con ese caritativo cambio, basta.
Al final de su vida, el jesuita Tony de Mello, confesaba ese trascendental cambio en su pensamiento:
“Antes os decía: “¡Cambiad! ¡Cambiad!”. Pues bien, ahora os digo lo contrario: Cambiar no es ni posible, ni deseable. Dejadlo estar. Quedaos como estáis. Amaos a vosotros mismos tal como sois. Y el cambio, si es que a fin de cuentas es posible, ya tendrá lugar por sí mismo, cuando lo quiera y si lo quiere. Dejaos en paz”.
Porque realmente, lo importante, es lo que repercute directamente en nuestra vida. Y en ese sentido, el exceso de autoperfeccionismo, nos amarga la vida.
Tony, proseguía: “No toleramos en nosotros mismos, un defecto, un fallo, una debilidad moral o psicológica, y nos empeñamos en corregirla con verdadero auto-desprecio y velada violencia (hacia nosotros mismos)”.
“Muchas de nuestras emociones negativas y muchos problemas como la insatisfacción, la culpabilidad, el desasosiego, la sensación de inutilidad, etc, se deben a que nuestro componente ‘moralista’ nos incita constantemente a ‘mejorar’ y a lograr resultados.
Y esa violencia que nos hacemos interiormente alimenta la violencia que manifestamos hacia fuera. La religión que pretende “hacernos buenos”, acaba haciéndonos malos, (resentidos, vengativos, justicieros –mío).
Mientras que la religión, entendida como libertad, nos hace buenos, porque no nos crea ese conflicto interior”.
Bendito sea el Señor!. Menos mal que leo lo que pienso y siento. Sombrero en mano, Carlos