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Panóptica: alpargatas, helicóptero, avioneta, avión, nave… submarino… y m2.

         La palabra “panóptica” está formada por tres términos griegos: “pan” que quiere decir “todo”; “opsis” que significa “vista” y “tikos” que nos indica “relativo a…” Es decir, una visión de totalidad. Desde un punto se ve todo: interior como exterior. En otras palabras: El panopticismo es un rasgo característico que conforma la organización humana contemporánea, construida por tres elementos definitorios: vigilancia, control y corrección. La perversión del mundo informatizado se mueve entre el optimismo frente a la posibilidad de verlo todo, y el control de la información y de la vigilancia permanente. Esto me lleva a poder considerar que el ser humano panóptico es aquél que tiene la capacidad de poder verse por dentro y por fuera desde un solo punto: la interioridad o la exterioridad, la intimidad o la extimidad.

         Tengamos en cuenta que la totalidad es más que la suma de las partes Así, ninguna pieza es la totalidad aunque necesaria. Y hablar solo de una pieza como si fuese la totalidad es un puro reduccionismo. Además, explicación muy actual y más en aras de la ciencia (en minúscula). Es decir, cuando la ciencia o su método se convierte en ideología: Una pieza explica el todo.

         Nuestro simpático y sencillo “ego” (psicoanalítico), que es la sola antorcha que tenemos para situarnos en nuestro m2 para vivir y convivir, necesita esta mirada panóptica. Por eso, el cuodlibeto es comprender que siempre debe mirar el horizonte con los pies en el suelo junto con el principio de realidad. Saber dónde pone estos pies y qué horizonte mira con el corazón.

         De ahí la metáfora del título: Mirar sólo desde las alpargatas o zapatos o descalzo que es una mirada real pero muy limitada a causa del horizonte que puede contemplar. O desde una avioneta que puede sobrevolar por territorios sin poder aterrizar en cualquier sitio y tiene un horizonte largo, pero no concreto. O bajar y subir como puede hacerse con el helicóptero, es decir, pisar y mirar un horizonte concreto y al subir y volar uno más ancho. Pero tanto en uno como en el otro caso, no tienen la visión panóptica como puede tenerla un avión o más un satélite o nave espacial…. o también una visión profunda como dan los submarinos, como el que acaba de zambullir a Aurelio a 230 metros.

         El ser humano, desde su ego consciente, debe poder trabajar y elaborar con esfuerzos mentales para contemplar su microcosmos como su macrocosmos. Necesita una visión panóptica para ser consciente en qué coordenadas se encuentra, fruto de la creación evolutiva humana, pero también de contemplarse sin coordenadas. Y esto es vivir desde su sensitividad la totalidad del cosmos en plena evolución.

         Ciertamente, toda esta panóptica, que a nivel de edificio se contempla en las grandes cárceles que es la torre de vigía, no la tolera ningún sistema de dominación sea el que sea: político, religioso, financiero o lo que se nos impone. La inteligencia artificial como la robótica son el punto de partida de donde está emergiendo el transhumanismo, pero generador, y no creador, el cual se escapa de las manos de los técnicos y puede convertirse en un monstruo. Esto no quita que las herramientas puedan ser empleadas con otra finalidad u horizonte. Y un buen uso da esperanza y confianza del Ser Humano en los Seres Humanos.

         Es necesario trabajar, hablar, comunicar, dialogar y realizar una nueva panóptica. Hemos superado momentos críticos como el industrial, el político. Ahora vivimos otro y necesitamos siempre pisar el suelo con seguridad. Precisamos un nuevo horizonte, buscado, y no impuesto versus un pensamiento único que contiene ya una nueva forma de esclavitud. ¿Desde dónde miramos? No olvidemos que la paz universal (mesopotámica, egipcia, griega, romana, medieval, cristiandad) siempre ha sido y es fruto de represión y opresión humanas como lo son la paz actual “pan-americana, rusa, china, japonesa, europea o financiera”.

         Necesitamos un nuevo relato no de salvación ni liberación ni de felicidad sino de un proceso de madurez integral. Es decir, dónde se tenga en cuenta tanto el piano como el pianista que no se pueden separar si queremos música. Y todo sistema de dominación quiere convertir en robot en nombre de las nuevas ciencias a toda persona que toque un instrumento musical, que es erradicar la subjetividad.

         Y entonces, más que nunca, el consejo que nos dan todos los libros de la sabiduría: Busca ser libre para ser tú mismo. Necesitamos el silencio, la reflexión, el pensar, el autoauscultarse, el dialogar… brevemente: IR CONTRA CORRIENTE con el propio pensamiento, no primario sino secundario que nos lleva a la dignidad de todo ser humano. Es necesario elaborar el concepto de dignidad, fundamento de los derechos humanos universales, no ideológicos.

         Y recordando a Einstein (1879-1955): “Es más fácil desmenuzar un átomo que una creencia”. Dura empresa, pero muy humana: UN NUEVO SISTEMA DE CREENCIA DINÁMICO o EPISTEMOLOGÍA AXIOLOGICA, soportado con la tecno-ciencia y una pluralidad de visiones panópticas. Un buen trabajo del Ego en y desde su m2.

  

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

11 comentarios

  • M. Luisa

    Gràcies, Jaume, la verdad es que no me había dado cuenta de esta confusión. A mí tampoco me importaría que a base de metáforas pudiésemos llegar a conciliar o al menos sintonizar nuestros pensamientos con respecto a la realidad de las cosas. Sin embargo, ya se ha visto que esto es sumamente complicado porque,  evitando o pasando por encima de lo físico y real, puede darse en lo metafórico  un  juego de preeminencias conceptuales, con lo cual esto de deseable no tiene nada.  En mi opinión, ha sido muy positivo últimamente aquí introducir en los diálogos teológicos-filosóficos una   búsqueda de responsabilidad científica para irlos avalando. El esfuerzo es grande pero factible y radical.

    Ah, Jaume, molta xerinola  en la festa familiar , però ara ja m ´he pogut concentrar  je,je, GRACIES!

     

    Leyendo también el último comentario que me diriges, Mariano, la ontología no ha sido un medio para analizar la realidad, sino para sustituirla.  La ontología ha sido el conocimiento de los posibles. Es decir se le ha asignado a la inteligencia aquello que le es posible inteligir, captar, lo mismo que , por ejemplo, a la sensibilidad aquello que le es posible sentir.

     

    Pero preguntémonos en qué ámbito fuera de lo real (prioridad a la realidad)  puede darse el hecho  de que la inteligencia   le sea propicio  captar su objeto propio?  Porque si la inteligencia tiene efectivamente  la capacidad de captar , de aprehender sin caer en ningún constructivismo  (Kant)  entonces ese ámbito en donde se encuentra la inteligencia es en la realidad misma. Y de ahí que en la actualidad  ya no se hable de “ser real” sino de realidad siendo.

     

    Un saludo cordial a ambos!

     

  • mariano alvarez

    En este punto que planteas M. Luisa coincido con lo que dice Jaume sobre las metáforas y las analogías. La ontología como medio para analizar la realidad choca con el obstáculo de querer objetivar lo que a mi parecer es imposible objetivar y en este caso la propia realidad y la del “ser” que se encuentra en la realidad, es como querer separar lo inseparable, por eso  recordarás que ya en otro comentario que tuvimos al respecto te respondí metafóricamente copiando a Gustavo Adolfo Bécquer con la expresión de que “si me preguntas qué es realidad, te diré que realidad eres tú”. Precisamente porque la metáfora nos separa de la propia realidad para verla mejor…..

    Saludos cordiales.

  • M. Luisa

    Es evidente que si se le da prioridad al ser (ontología) se instala ineludiblemente la dualidad entre nosotros. Eso que se entiende como que nuestra mente  independiente  de la realidad. Y la era está pariendo un corazón nuevo. No hay independencia entre la realidad y nuestra mente Luego, para evitar la dualidad  es menester que  se imponga el realismo en su unidad. Un  realismo nuevo en el que  muchos autores  actualmente  están volcados.  Un realismo tal en cuya unidad  la mente no sea  independiente de la realidad que habita en la cosa inteligida  …en cada una de ellas en sus distintas configuraciones y dimensiones…  no puedo alargarme más porque me espera la familia… pero la cosa se pone muy interesante….

    • Maria Luisa, pido disculpas por haberme confundido en tus aportaciones con Ana , pero el contexto devenía claro.
      es cierto hay la construcción de un mapa ontológico de unidad en diversos niveles conscienciales….pero que en la práctica pide “humanizarnos”….
      Buena fiesta familiar…

  • Jaume PATUEL

    He estado unos días a fuera, celebrando los 70 añitos de mi segunda esposa(la primer murió hace 20 años) y mi  ilusión de ir preparando los míos.
    Desde la primera lectura y agradeciendo a Mariano la aportación de la partitura, me saltó el asunto de “dualismo” que Ana Rodrigo comentó. Quería responder, pero en estar a fuera, ya lo ha hecho Mariano: El dualismo para mí es historia. Por tanto, cuestión zanjada. Construimos otro mapa más razonable y humano. Gracias a ambos. Y a ti Rodrigo por el vídeo.
    El “ego” debe ir tomando consciencia de su “Totalidad”. A mi entender el ser humano nace genéticamente completo pero inacabado. Y aquí el gran trabajo de pasar de “homonización” a “humanización”. Y la gran riqueza del habla que nos permite narrar que la ola es el mar.
    Por cierto, Ana, a mí me ayudan más las metáforas o analogías.
    Y gracias. Leyendo estos días un libro LACREACIÓN DEL EGO (AnilSeth, 2023), me encontré con la explicación de “el total es más que la suma, con su”fi”. Buena sincronicidad.

  • mariano alvarez

    Respondo a Ana rodrigo:

    Querida Ana disculpa mi tardanza en responderte, acabo de ver tu comentario y comparto contigo el que a mi tampoco me convencen los dualismos, lo que no comparto es tu taxativa afirmación que expresas con esta frase: “soy de las que piensan que la religión católica nos tiene muy adoctrinad@s con la teoría de que todo lo que los seres humanos pensamos o hacemos nos viene de fuera, de Dios, de Espíritu o de la gracia. Lo que nos convierte en meros receptores pasivos de todo lo bueno y sujetos activos de todo lo malo que pensamos o hacemos”.

    Tampoco comparto el que me pidas perdón por no tener mi capacidad intelectual, de sobra sabes que no es así. No hace falta que me extienda en explicaciones.

    Por último te preguntas: ¿Por qué estos seres vivos tienen una naturaleza autónoma y los seres humanos  tenemos que recibir en cada instante la gracia de Dios en todo lo que hacemos?. En mi modesta opinión porque hemos sido creados libres y responsables, lo que me lleva a preguntarme por ese Dios que me crea y nos crea.

    Ves como tanto tú como yo somos igual de inteligentes, pues no paramos de hacernos preguntas. Nuestra capacidad intelectual viene determinada por dicha facultad.

    Un abrazo.

     

  • Rodrigo Olvera

    Conforme leía este hilo, recordaba este video que me ha gustado desde la primera vez que lo ví. Se los comparto, por si aporta algo.

     

    https://www.youtube.com/watch?v=-cK6WlqeYnY

     

    Abrazos y esperanzas

    Rodrigo

  • M. Luisa

    A propósito de este artículo de J. Patuel, quisiera apuntar algo en torno  a  esta frase   “la totalidad es más que la suma de las partes”   que con respecto a la realidad se repite en este foro  una y  otra vez.

     

    No es que, por ejemplo,  el teorema de la incompletitud de Gödel no nos introduzca ya de algún modo a entenderlo así. Yo misma he remitido a él en cantidad de ocasiones, pero si queremos extrapolar esta comprensión que nos viene de la ciencia  a la realidad humana, tal como Jaume nos habla de integridad y de mismidad, entonces no nos basta con atender solo al citado teorema. Nos será preciso considerar la persona no como sujeto sustancial, un conjunto de elementos, por un lado, la sensibilidad, por el otro la inteligencia,  sino como  sustantividad constituyente, es decir, la sensibilidad es de la inteligencia y la inteligencia es de la sensibilidad. Las dos potencias forman una única facultad. Solo en esta segunda consideración se da ese plus reflejado en el aforismo citado.  Perdonad, pero yo entiendo la cuestión mejor así que a base de metáforas.

     

    Gràcies,  Jaume

     

  • Jaume PATUEL PUIG

    Bien agradecido a tu aportación, sobre todo en lo de la partitura en la metáfora del piano/pianista. Compartir enriquece, Mariano. gracias

  • mariano alvarez

    Querido Jaume, he tenido que juntar tu actual artículo con el que se publicó también en Atrio el pasado 12 de abril, también tuyo bajo el título: “La cualidad humana profunda”, para encontrar más sentido y coherencia a lo que ahora expones.

    Desde mi deformación racionalista, ingenieril y matemática, lo que ahora expones lo entiendo de la siguiente forma: Dices que la totalidad es más que la suma de las parte  y que ninguna pieza es la totalidad. Es decir, que dos y dos no son cuatro pero, que además, el dos tampoco es dos. Esto formalmente es una ruptura de la lógica aritmética y algorítmica que evidencia la carencia de esta ciencia para expresar y dar cuenta de las realidades humanas al algoritmizarlas, con lo que coincido contigo y que la propia ciencia matemática reconoce formalmente a través del teorema de la incompletitud de K. Gödel el cual afirma taxativamente que, el fundamento que valida la verdad de todo sistema racional formal, jamás puede estar contenido dentro de él. Es decir la realidad en su estado esencial, en su “mismidad” no es racional al no poder formar parte de dicho sistema formal racional.

    Hasta aquí creo que coincido con todo lo que expones en relación a la “panóptica”, pero más adelante propones que para salvar el escollo que esta incapacidad de una “panóptica” que nos lleve a la correcta percepción de la realidad y nos oriente en una praxis de maduración, dices:   “Necesitamos un nuevo relato no de salvación ni liberación ni de felicidad sino de un proceso de madurez integral. Es decir, dónde se tenga en cuenta tanto el piano como el pianista que no se pueden separar si queremos música.”

    Si me quedase aquí, te diría que para mí te quedas corto y es por eso que he tenido que recurrir al también articulo tuyo mencionado al principio y entonces he adjuntado a esto último otra frase tuya: “La verdad nos hará libres. Pero no una verdad cognitiva o formulada, sino la verdad de nuestro interior, que solo con el silencio sincero y profundo podemos contemplar que nos es dada, gratuita”.

    Remarco las cuatro últimas palabras “nos es dada gratuita”, es decir, no está dentro de nuestra autonomía.

    A tu símil del piano y del pianista para interpretar la música le falta una pieza, la del autor de la pieza que interpreta el pianista es decir de Quien escribió la partitura de la música. Como ves la realidad, la verdad de toda realidad no es una es más que una, es Trina, la miremos por donde la miremos.

    Con este final de ambos artículos coincido plenamente contigo, con lo que no hago más que confirmar la expresión de que el todo es más que la suma de las partes.

    Gracias por tus dos artículos.

     

    • ana rodrigo

      Hola, Mariano, me pregunto por qué, en el símil del piano y el pianista, la partitura no puede haber sido creada por el o la pianista que la ejecuta. Digo esto porque soy de las que piensan que la religión católica nos tiene muy adoctrinad@s con la teoría de que todo lo que los seres humanos pensamos o hacemos nos viene de fuera, de Dios, de Espíritu o de la gracia. Lo que nos convierte en meros receptores pasivos de todo lo bueno y sujetos activos de todo lo malo que pensamos o hacemos. Desde mi punto de vista, esta teoría minimiza hasta la anulación las capacidades que la mente humana es capaz de llevar a cabo. Para quienes piensan que somos obras de Dios, sería de un Dios incapacitante, y para quienes no tienen en cuenta la creencia religiosa, tienen más confianza en sí mism@s y sacan adelante todo lo que la humanidad ha ido consiguiendo con religión o sin religión, con Dios o sin Dios. Yo creo bastante en la naturaleza y en la inteligencia humana en sí y por sí misma.

      Perdona que no tenga la capacidad intelectual que tú tienes para expresarme, pero cada vez estoy más convencida de que Dios no anula las capacidades humanas, al mismo tiempo que creo que la naturaleza humana, como la de cualquier ser vivo, tiene autonomía propia.

      Me maravilla ver cómo los árboles caducifolios pierden las hojas en inviernos y las recuperan en primavera, así como el cuidado de animales madres y padres a sus crías, o las migraciones de algunas aves, o la comunicación de los pájaros con su trinos, o el mundo emocional  y la inteligencia de las mascotas, y así hasta el infinito en el infinito universo.

      ¿Por qué estos seres vivos tienen una naturaleza autónoma y los seres humanos  tenemos que recibir en cada instante la gracia de Dios en todo lo que hacemos?

      En fin, no me convence el dualismo