Siglos de guerras, de enfrentamientos, de luchas entre pueblos y de conflictos de clase nos están dejando una amarga lección. Este método primario y reduccionista no nos ha hecho más humanos, ni nos aproxima más unos a otros, ni mucho menos nos ha traído la tan ansiada paz. Vivimos en permanente estado de sitio y llenos de miedo. Hemos alcanzado un estadio histórico que en las palabras de la Carta de la Tierra «nos convoca a un nuevo comienzo». Esto requiere una pedagogía, fundada en una nueva conciencia y en una visión incluyente de los problemas económicos, sociales, culturales y espirituales que nos desafían.
Esta nueva conciencia, fruto de la mundialización, de las ciencias de la Tierra y de la vida y también de la ecología nos está mostrando un camino a seguir: entender que todas las cosas son interdependientes y que ni siquiera las oposiciones están fuera de un Todo dinámico y abierto. Por esto, no cabe separar sino integrar, incluir en vez de excluir, reconocer, sí, las diferencias pero buscar también las convergencias y en lugar del gana-pierde, buscar el gana-gana.
Tal perspectiva holística está influenciando los procesos educativos. Tenemos un maestro inolvidable, Paulo Freire, que nos enseñó la dialéctica de la inclusión y a poner «y» donde antes poníamos «o». Debemos aprender a decir «sí» a todo lo que nos hace crecer en lo pequeño y en lo grande.
Fray Clodovis Boff acumuló mucha experiencia trabajando con los pobres en Acre y en Río de Janeiro. En la línea de Paulo Freire, nos entregó un librito que se ha convertido en un clásico: Como trabajar con el pueblo. Y ahora ante los desafíos de la nueva situación del mundo, ha elaborado un pequeño decálogo de lo que podría ser una pedagogía renovada. Vale la pena transcribirlo y considerarlo pues puede ayudarnos, y mucho.
«1. Sí al proceso de concientización, al despertar de la conciencia crítica y al uso de la razón analítica (cabeza). Pero sí también a la razón sensible (corazón) donde se enraízan los valores y de donde se alimentan el imaginario y todas las utopías.
2. Sí al ‘sujeto colectivo’ o social, al ‘nosotros’ creador de historia (‘nadie libera a nadie, nos liberamos juntos’). Pero sí también a la subjetividad de cada uno, al ‘yo biográfico’, al ‘sujeto individual’ con sus referencias y sueños.
3. Sí a la ‘praxis política’, transformadora de las estructuras y generadora de nuevas relaciones sociales, de un nuevo ‘sistema’. Y sí también a la ‘práctica cultural’ (simbólica, artística y religiosa), ‘transfiguradora’ del mundo y creadora de nuevos sentidos o, simplemente, de un nuevo ‘mundo vital’.
4. Sí a la acción ‘macro’ o societaria (en particular a la ‘acción revolucionaria’), la que actúa sobre las estructuras. Pero sí también a la acción ‘micro’, local y comunitaria (‘revolución molecular’) como base y punto de partida del proceso estructural.
5. Sí a la articulación de las fuerzas sociales en forma de ‘estructuras unificadoras’ y centralizadas. Pero sí también a la articulación en ‘red’, en la cual por una acción descentralizada, cada nudo se vuelve centro de creación, de iniciativas y de intervenciones.
6. Sí a la ‘crítica’ de los mecanismos de opresión, a la denuncia de las injusticias y al ‘trabajo de lo negativo’. Pero sí también a las propuestas ‘alternativas’, a las acciones positivas que instauran lo ‘nuevo’ y anuncian un futuro diferente.
7. Sí al ‘proyecto histórico’, al ‘programa político’ concreto que apunta hacia una ‘nueva sociedad’. Pero sí también a las ‘utopías’, a los sueños de la ‘fantasía creadora’, a la búsqueda de una vida diferente, en fin, de ‘un mundo nuevo’.
8. Sí a la ‘lucha’, al trabajo, al esfuerzo para progresar, sí a la seriedad del compromiso. Y sí también a la ‘gratuidad’ tal como se manifiesta en el juego, en el tiempo libre, o simplemente, en la alegría de vivir.
9. Sí al ideal de ser ‘ciudadano’, de ser ‘militante’ y ‘luchador’, sí a quien se entrega lleno de entusiasmo y coraje a la causa de la humanización del mundo. Pero también sí a la figura del ‘animador’, del ‘compañero’, del ‘amigo’, sin rodeos: sí a quien es rico en humanidad, en libertad y en amor.
10. Sí a una concepción ‘analítica’ y científica de la sociedad y de sus estructuras económicas y políticas. Pero sí también a la visión ‘sistémica’ y ‘holística’ de la realidad, vista como totalidad viva, integrada dialécticamente en sus varias dimensiones: personal, de género, social, ecológica, planetaria, cósmica y trascendente».
[Traducción de MJG]
Estoy muy contento con las elecciones en Brasil, el PT en sus acciones de gobierno, se había en muchos temas acerdado a la derecha empresarial…Estos numero son bueno, porque DILMA para ganar, debera pactar con EL PARTIDO VERDE, que seguramente reclamará un tratamiento menos agresivo, en el tener y acumular y salvaguardar los seres de la creación…como el Amazonas, con su casi 21 por ciento la heroica Marina Silva es el field de la balanza…En hora buena…Gabriel
Hola!
* Se nos “convoca a un nuevo comienzo”.
* Esto requiere una pedagogía fundada en:
+ una nueva conciencia;
+ una visión incluyente.
············
1º) Se trata de una “visión”.
2º) de una visión “incluyente”. También se la llama “integral” y también “holística”.
Habría que agregarle el ingrediente “kinético”,
que justifique la continuidad; y no sólo la contigüidad de las “vistas”.
Hasta acá tenemos 2 momentos de la realidad, que se dice hay que re-novar:
1- Estático: “Visión” fotográfica.
2- Cinemático: “Peli” cinematográfica
Pero nos está faltando la Energía que em-puje
3- Dinámico: “Afán de Comprensión” de lo que hay.
La Pedagogía es una Metodología
No es una fuente de Energía;
Que, además y necesariamente llega “después” –por no decir “tarde”
al brote del Entusiasmo energético.
Nuestro Problema radical no está –sólo, ni principalmente- en la Pedagogía (siempre anacrónica).
Está en nuestra apertura y avidez de los Valores Estimables y movilizantes básicos.
Está en el Hambre y Sed de igualdad y justicia.
El POBRE que siente esa Hambre y Sed es un Pobre coyuntural: es un Dínamo del cambio.
El POBRE que sólo siente que le falta la Justicia es un Pobre estructural: es un Freno al cambio. No libera, sino que sólo consume energía de los sedientos y hambrientos, que pugnan por liberarlo.
Así ¡voy yendo todavía! – Oscar.
¿Acaso por eso destacaron sus compañeros de inicio lo que tan claramente Jesús les expuso: NO ES EL DISCÍPULO MÁS QUE SU MAESTRO?
Mucho ha avanzado la sapiencia técnica y ningún reparo hay que ponerle a la ciencia, si admitiendo su lugar, valora y respeta aquella pedagogía que vivió, practico y recomendó Jesús, el MAESTRO, viviendo como HUMANO; compartiendo HERMANDAD HUMANA; y ofreciendo la PEDAGOGIA DEL AMOR, sin exclusión alguna.
Porque deberíamos plantearnos qué valor y carácter de ciencia tiene, aquella que se enseña, desarrolla y defiende sin ser HUMANA, ni pretender que la HUMANIDAD sea más HUMANA.
Hola amig*s y gracias Gabriel… ¡Mil Felicitaciones! Aunque pasó todo l*s sant*s tienen octavas. Desde este charco y lugar de encuentro de Atrio nuevamente gracias porque este decálogo, vale más que los cien mil mandamientos que ninguna religión puedan dar como ejemplo de la moral y el raciocinio, o imponer en la mayoría de las veces.
Hoy salí de casa, e hice un viaje de 75km para ir y otros tanto para volver a mi hogar, para nada me apetecía hacer estos 150km, y más como está el tema de la economía.
Pero, os cuento porque hice ese viaje.
Es un lugar donde pasé parte de mi vida, y en la primera etapa estuve siete meses, como interina de Ayudante de Cocina. Después volví, casi al año, como Cocinera interina por espacio de diez meses, y aunque en ese momento de mi vida esta era un caos, sentimental y de ruptura total, hasta conmigo misma, os digo que allí pasé casi los mejores meses de estos diez últimos años.
Hoy, nos hemos encontrado casi tres grupos distintos de trabajador*s, que durante 7 años hemos ido pasando por la Guardería “Espíritu Santo” de Jerez de los Caballeros, la Ciudad Templaría, donde resistieron estos último en toda Extremadura.
Hemos ido de distinta ciudades y distancia un total de 35 personas, y allí nos hemos encontrados para compartir aquello que en unos meses, y años de nuestra historia como personas nos hizo ser parte unas de otras, crecer, llorar, desahogarnos y hasta cabrearnos en otras.
Pero cada persona hemos ido a despedir al Director, una persona con apenas cuarenta años, que ha dejado huella en cada unas de otras, y a la vez cada hemos ido creciendo y dando.
Allí en tiempo del desayuno y comida, era un tiempo para hablar de todo, de política, de fe, de los egoísmos y hasta de aquello que nos superaba como personas humanas y con debilidad.
Éramos, un grupo de 19 personas que sin coincidir en el tiempo, y las circunstancias nos dimos mutuamente mucho, y éramos tan dispares en pensamientos como en la misma edad, pero se dio aquella simbiosis de personas que hablaban sin dobleces, sin ocultar un as en la manga, decíamos aquello que pensábamos con libertad y exponíamos el dolor, para que nos lo lamiesen.
Tengo que decir, que allí muchos estereotipos mecánicos y sin vivencias cayeron al pozo del olvido, porque en definitiva lo que de verdad importa, no son los “juicios” sino a quien enjuiciamos y porque y desde donde partimos para hacerlo.
Hemos despedido a nuestro Director, y cada persona le ha escrito algo en una maxitarjeta… Yo empecé diciéndole que ¡Que decir…! Qué palabras emplear para decir lo que el corazón siente, en un día de encuentro con tantas personas que quieres de verás.
Pero como tuve que poner algunas, y lo hice con aquella primera que contesté al rellenar el formulario de incorporación al puesto de trabajo en el centro, al preguntarme por mi estado civil… Y que fue con ¡Estoy D…!
Claro está que Antonio, mi director interpretó con Divorciada, cosa que rectifiqué al segundo con un ¡No! Esa “D” quiere decir disponible… Y os podéis imaginar el cachondeo que se armó, y la risa que le entró por como se pudo interpretar esa “D”
Pero en realidad esa “D” significó aquello que en el fondo y sin saber muchas veces decimos… Y es que hay que está disponible para todo, y sobre todo para cuanto no haga crecer como persona y como grupalidad, y con cada una de las circunstancia de ese grupo, hay que estar “D”
No sé quizás no sea este lugar el más apropiado para contar esto, pero necesitaba deciros que no somos isla, sino más bien archipiélagos encadenados unos a otr*s.
Que lo mismo que surgió efecto aquella RED para hacernos Felices, y Creernos mejores en aquel lugar, que seguimos queriéndonos y recorremos km para decir te quiero, estamos aquí, es posible todo y es posible conseguir cuanto nos propongamos desde el estudio y el respeto de projim*
JUE PUCHA, DIGO TRANSPARENCIA aprobecho para abrazar a todos los queridos hermanos de ATRIO…los foreros poetas…con especial inclusiòn de Carmen y Pepe.- Gabriel
Estimado hermano…Esas viejas y queridas sabidurias INDO-AFRO AMERICANAS Y LAS ASIATICAS, NOS AYUDA A DESARROLLAR ASPECTOS DEL SER HUMANO…que se nos ocurre recurrentes e impresidibles…No podemos desarrollar un aspecto y dejar de lado el otro, somos TRASNPARENCIA…Gabriel
Hola!
El primer y permanente pedagogo
ha solido ser “la punta de la mesa”
y el consiguiente “chichón” del niño.
¿Para qué, entonces:
* un decálogo tan difícil de memorizar?
* una cansadora repetición de que “hay que ser buenos”?
Pareciera mejor dedicar el tiempo a:
* construir sendas que soslayen las “puntas de mesas”;
* alertarnos de dónde las hay entrampadoras.
Para esto último:
Semilla de igualdad en los MEDIOS DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUALES.
* Leonardo lo reclamó para Brasil
* El “Golpe de Estado” en Honduras
* El “frustrado” en Ecuador.
* El todavía amordazado en Argentina.
ETC.
Pero ¡estamos yendo todavía! – Oscar.