El papa Francisco, a los 10 años

Ha dejado su huella, pero la esperanza inicial se ha desvanecido

Por Chico Harlan y Stefano Pitrelli,The Washinton Post, 12 de marzo de 2023

ROMA — Al principio del pontificado del Papa Francisco, la sensación de expectativa era enorme.

Hablaba con senclles y autoridad. Evitaba los típicos adornos del lujo papal. Fue visto como un extraño y un reformador nato. Provocó cierta inquietud entre los conservadores, pero no lo suficiente como para anular la adulación mundial. “ El Papa del Pueblo ”, lo llamó la revista Time, nombrándolo persona del año en 2013.

El lunes se cumplirán 10 años desde que Francisco fue elegido Papa. En ese tiempo, ha conservado muchas de sus señas de identidad personales y ha alterado la Iglesia Católica de manera importante y potencialmente duradera, incluso al hacer  de temas como las migraciones y el medio ambiente temas fundamentales.

Pero la sensación de espectatva ha disminuido, reemplazada por un mayor descontento. La oposición conservadora se ha intensificado.

La elección de Francisco como el primer Papa latinoamericano fortaleció la internacionalización de la iglesia, y sus movimientos como Papa han acelerado esa tendencia. Europa, con sus iglesias vacías, ya no es el epicentro del catolicismo, y Francisco ha dirigido la iglesia con eso en mente. Ha viajado a las nuevas zonas de crecimiento del catolicismo, incluso a África y Asia, y ha nombrado cardenales de partes del mundo que antes estaban menos representadas. Ha aumentado las probabilidades de que los futuros papas sean como él: no occidentales.

Francisco también se ha posicionado como una voz a veces solitaria que suplica que el mundo reconozca la humanidad de los inmigrantes. Si bien los políticos de todo Occidente rechazaron su mensaje , construyeron muros y otras barreras para los solicitantes de asilo, Francisco les lavó los pies a los inmigrantes, los visitó en la mayoría de los viajes al extranjero, habló constantemente sobre sus derechos e incluso sacó a una docena de ellos de un calabozo, Campamento de inmigrantes en Grecia. Ha hecho todo lo posible para mantener un foco de atención en la desesperación que a menudo spasa por alto a millones de personas en todo el mundo.

También se ha posicionado como un papa del cambio climático , en formas que probablemente resultarán proféticas. Rara vez antes de Francisco el medio ambiente había sido un punto de énfasis de la iglesia; ahora lo es. En 2015, dedicó una encíclica , un importante documento papal, enteramente al medio ambiente, advirtiendo sobre los peligros de explotar la naturaleza y enmarcando la protección del planeta en términos morales y sociales. Lucetta Scaraffia, historiadora y exeditora de una revista del Vaticano que ha criticado a Francisco en algunos temas, calificó ese documento como una “obra genial” y un punto culminante del pontificado de Francisco. “Dejó en claro que los pobres pagarían el precio más alto por robar la naturaleza”, dijo Scaraffia.

Francisco parecía más cómodo cuando respondía por los vulnerables, y se encontró con un momento global, con la pandemia de coronavirus, cuando gran parte de la humanidad se sintió desconcertada. Incluso al principio de la pandemia, se centró en las consecuencias secundarias : el aislamiento de los ancianos, la “catástrofe” del cierre de escuelas y el aprendizaje a distancia. Y durante un tiempo, transformó el estilo de comunicación del Vaticano , apareciendo solo a través de una transmisión en vivo, incluso de manera más memorable durante el confinamiento de Italia, cuando pronunció una bendición en una Plaza de San Pedro vacía , llovizna y con una luz azulada.

Francisco también ha hecho más que sus predecesores para fomentar un clima de inclusión y aceptación. Su comentario “¿Quién soy yo para juzgar?”  resonó en todo el mundo. Más recientemente, ha criticado las leyes a nivel nacional que criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo , incluso en países donde la Iglesia Católica tiene una gran influencia.

Muchos miembros de la comunidad LGBTQ “agradecen que ya no se los trate como rechazados, como lo habían hecho los papas anteriores”, dijo Aurelio Mancuso, presidente de Equality Italia, un grupo de derechos civiles. Pero Mancuso señaló que la enseñanza oficial de la iglesia aún no ha cambiado .

¿Dónde se ha quedado corto Francisco?

El mandato de Francisco ha coincidido con más revelaciones dolorosas sobre la escala de la crisis de abuso clerical . Y aunque reconoció la naturaleza sistémica del problema y tomó algunas medidas sin precedentes, como celebrar una importante cumbre relacionada con el abuso en el Vaticano, tampoco logró que la respuesta de la iglesia al problema fuera más transparente. Sus reglas especiales para responsabilizar a los obispos se aplican de manera inconsistente, con poca explicación. La iglesia no comparte información sobre los clérigos, incluidos los de alto rango, que son castigados. Francisco se ha mostrado reacio a actuar con fuerza ante las acusaciones contra personas cercanas a él, incluido el obispo argentino Gustavo Zanchetta .

En cuanto a los abusos, Francisco “básicamente ha fallado”, dijo Emiliano Fittipaldi, un periodista de investigación italiano. “El efecto práctico de las acciones que tomó es cercano a cero, independientemente de los tonos triunfalistas”.

Francisco también ha luchado por construir un mensaje consistente sobre el evento trascendental de la invasión rusa de Ucrania. Especialmente en los primeros meses de la guerra, confundió a muchos católicos con su vacilación para criticar al presidente ruso Vladimir Putin y con sus intentos de mantener la neutralidad, enfatizando que las guerras tienen víctimas en ambos lados. En un momento pareció hacerse eco de un tema de conversación del Kremlin, describiendo los “ ladridos de la OTAN a la puerta de Rusia. ”

Francisco con el pasar del tiempo se ha hecho más explícito en su crítica de Rusia, comparando su campaña con un “genocidio”, pero en ese momento ya había recibido varias reprimendas de los ucranianos en el gobierno o en la iglesia.

“Cuando estalló la guerra, simplemente improvisó”, dijo Alberto Melloni, un historiador de la iglesia. “Y finalmente logró hacer infelices a los ucranianos”.

Francisco también se ha movido lentamente en la promoción del papel de la mujer en la iglesia. El Vaticano ya no es el mundo de hombres que era hace 10 años: el porcentaje de mujeres empleadas por la Santa Sede ha aumentado ligeramente durante este pontificado. Pero todavía es extremadamente raro que las mujeres ocupen puestos de responsabilidad. (Ha declarado inequívocamente que las mujeres no pueden ser sacerdotes).

En 2020, también se retractó de hacer una nueva e importante excepción a las reglas del celibato clerical del catolicismo, negándose a permitir que los hombres casados ​​sirvieran como sacerdotes en la Amazonía como una forma de compensar una grave escasez. Eso dejó a los aliados liberales de Francisco, incluidos los obispos en América Latina que recomendaron el cambio, preguntándose si las preguntas sobre el celibato podrían quedar en suspenso hasta al menos el próximo papado.

¿Qué seguirá tras este Papa?

Aunque los problemas de rodilla dificultan su movilidad, Francisco, de 86 años, todavía tiene grandes viajes por delante, incluido el próximo mes a Hungría y en el verano a Portugal. También planteó la idea de aventurarse en Mongolia e India. Ha dicho que, en teoría, estaría dispuesto a renunciar si su salud empeorara significativamente, pero también ha dicho, en repetidas entrevistas recientes, que no ha llegado a ese punto.

Tendrá la oportunidad de continuar nombrando nuevos cardenales que compartan su visión de la iglesia. El número de cardenales elegibles para el cónclave designados por los predecesores conservadores Benedicto XVI y Juan Pablo II seguirá reduciéndose.

Francisco aún podría publicar nuevos documentos de enseñanza de la iglesia. (El tema de la anticoncepción es un rumor.) Mientras tanto, está en marcha un importante y controvertido proceso de la iglesia, enfocado en agrandar la “tienda” de la iglesia. Ese proceso, conocido como sínodo, hasta ahora ha involucrado consultas con las iglesias locales y culminará en dos asambleas en el Vaticano, una este año y otra el próximo. Las asambleas se perfilan como petardos, porque la cuestión de cómo crece y existe la iglesia en el mundo también está conectada con temas candentes, como sus posturas sobre la familia, la homosexualidad y el papel de la mujer. Francisco está convocando a diferentes partes de la iglesia que tienen opiniones muy diferentes.

“Es un momento de crisis interna cuyas consecuencias se verán en los próximos años”, dijo Mancuso, de Igualdad Italia. “Pero debe ser elogiado por no censurar este debate”.