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Teología de la prosperidad o ¿qué hay detrás del nuevo bunker clerical?

Crónicas del búnker

Desde el mundo protestante y concretamente desde la Iglesia Neo Pentecostal, se ha extendido una visión del mensaje evangélico muy peculiar denominada por ellos mismos como “Teología de la Prosperidad”.

No es vano, en mi opinión, el nombre.

En primer lugar, se denomina “Teología” para darle importancia a una visión de la religión que apenas tiene fundamento teológico.

En segundo lugar, se emplea una estructura sintáctica que entronca con otros movimientos muy populares en especial en América Latina. Me refiero, lógicamente a la “Teología de la Liberación” que es la antítesis de lo que la “Teología de la Prosperidad” propone y que, esta sí, está propuesta por teólogos de prestigio y se entronca con la “Opción por los Pobres” propuesta por el Documento de Puebla del año 1979, pero que llevaba ya cerca de 15 años antes puesto de manifiesto en la realidad católica de Latinoamérica.

Es decir, busca prestigio para poder equipararse a su “rival”.

Y en tercer lugar emplea la palabra “Prosperidad” por dos razones. Una porque es una palabra agradable al oído. A todo el mundo le gusta la prosperidad y así la puede oponer a “liberación”, que también lo es, pero que implica lucha y conflicto; y una segunda y más sutil, porque será la palabra que empleen para buscar en la Sagrada Escritura al más puro estilo Protestante Evangélico Luterano (Sola Scriptura) cuando traten de justificarse y encardinarse en el mensaje de Cristo.

Usando la definición de Antonio Spadaro en Civilita Cattolica La “Teología de la Prosperidad” propone que «Teología de la prosperidad»: “Es el nombre más conocido y descriptivo de una corriente teológica neopentecostal evangélica. El núcleo de esta «teología» es la convicción de que Dios quiere que sus fieles tengan una vida próspera, es decir, que sean económicamente ricos, físicamente sanos e individualmente felices”

Así, con esta definición, podría parecer inofensiva o inocua pero su realidad es bastante más perversa, puesto que plantea la relación del ser humano con Dios en forma de un “contrato” en que, a cambio de la correspondiente adhesión y adoración, Dios corresponde a sus fieles con la prosperidad económica y la salud, al estilo de los contratos que los antiguos romanos decían tener con sus viejos dioses.

De esta manera se justifica el neoliberalismo económico y el capitalismo más salvaje, ni más ni menos que como voluntad de Dios que premia a aquellos que son justos con su favor más práctico y nos solo eso, sino que convierte a “los pobres” y los desfavorecidos en fracasados ante Dios puesto que merecen su condición por impíos y pecadores. SI Satán existiera, esto último sería completamente satánico.

Convierten el éxito, la riqueza económica y la salud en el signo para reconocer la preferencia de Dios por algunos de sus hijos.

Con orígenes en movimientos como el “Ejército de Salvación”, muy conocidos en los Estados unidos de finales del XIX y principios del XX, fue E.W. Kenyon quien en el primer cuarto del siglo XX empieza a hablar de la ”Teología de la Prosperidad”.

Kenyon se relacionó bien con los primeros coletazos del movimiento Pentecostal, llegando a predicar en alguna de sus Iglesias, pero pronto se hizo independiente de ellos, aunque aprendió de ese movimiento el uso muy eficaz de los medios de comunicación de masas que en ese momento empezaban a despuntar, en especial la radio y mucho más tarde la televisión.

Su gran momento llegó cuando mezcló sus enseñanzas con la corriente del “Pensamiento Positivo” que defiende que el ser humano puede alterar la realidad simplemente con desear que ésta sea alterada.

A Kenyon lo complementó Kennet Hagin quien, después de unas pocas “visiones” (¿Por qué todos estos “gurús” de las “nuevas religiones” tienen visiones? ¿Qué fuman?) y haber sido “llevado tres veces al infierno” (sic) decidió “entregar su vida a Cristo” (sic) declarando que lo importante es creer de todo corazón, es decir, “confesar con la boca lo que se cree y recibiremos lo que hayamos confesado” (sic)

Si esto lo mezclamos con el American way of life, nos encontraremos con el sentimiento de que los USA son el nuevo pueblo elegido por Dios y que son ellos los encargados para regir el destino de los pueblos hacia un futuro próspero lleno de salud y riquezas, propio de los años 50 y 60 norteamericanos. Y los que no sean tan exitosos como los USA, pues es que no es voluntad de Dios.

Es en este entorno donde veremos el enorme crecimiento de los tele-predicadores americanos, sus inmensas riquezas y la enorme ostentación (Aviones privados incluidos) que hacen de ellas como signo de haber sido “Ungidos por la mano de Dios”

Esta corriente ha sido exportada de forma sistemática y muy eficiente a América Latina con especial relevancia en Brasil (Donde han sido fundamentales en la ascensión de Bolsonaro) y Honduras (Con Noriega como exponente).

En España están por todas partes. Tienen canales de televisión, centros reconocidos (Y muy grandes) como el del Centro de Ayuda Cristiano o la Asociación Remar (Aquella que iba recogiendo muebles viejos en los 90) y pastores que salen en su televisión a todas horas.

Es significativo que no solo Dios es quien proporciona la prosperidad al sus líderes sino que son los diezmos y aportaciones de los fieles, sistemática y reiteradamente reclamadas quien les hace riquísimos haciéndoles sentirse “La mano de Dios” (Y ellos “El bolsillo de Dios. Esto es de mi cosecha).

¿Qué tiene que ver esto con la Iglesia Católica? Parecería que nada, en principio, pero si leemos con ojos inteligentes el reciente artículo de “El Español” traído a ATRIO por la redacción de la página, veremos grandes coincidencias.

Y es que son colectivos originarios de USA y realmente riquísimos quienes están tratando de que también la Iglesia Católica transite estos caminos.

Steve Bannon, asesor de Trump y de Bolsonaro, y cristiano pentecostal de la prosperidad, es uno de los líderes del movimiento que trata de trasladar a la Iglesia Católica los postulados de la Teología de la Prosperidad.

Es él y los organismos que orbitan su influencia (El National Catholic Register, la EWTN, Los Caballeros de Colón, etc…) y otras que orbitan ese grupo pero en otros países (Wanderer en Argentina, Infovaticana y Hazte Oir en España) así como ciertos “intelectuales vaticanistas” resentidos con Francisco (Di Mattei, Magister, Tossatti, etc…) quienes están financiando a los cardenales rebeldes que están tratando de suceder a Francisco y eliminar sus reformas. Y todos estos fielmente asistidos por determinados cardenales y obispos o curas mediáticos.

A ellos hay que unir a grupos como el mexicano “El Yunque” que con orígenes en la guerra cristera busca los mismos objetivos aunque por razones distintas.

Será objeto de otra reflexión, ver con qué argumentos justifican su “Teología” y como se parecen a lo que nos presentan los rigoristas católicos o como identificar los mensajes que nos vierten desde esta corriente; pero este es el futuro que nos deparan y por el que están peleando: Una justificación religiosa del capitalismo más salvaje, eliminando la opción por los pobres y tratando de convertir el mundo cristiano en una sucursal de las empresas de Donald Trump.

Son muy peligrosos y son quienes están dotando de fundamento “teológico” al mundo del neoliberalismo más extremo.

Son el enemigo de siempre de la “Buena Noticia revelada a los más pobres” y llevan solideo y sotana de cardenal y obispo católico.

Habrá que esperar nuevas “Crónicas del Bunker”

Fuentes:

  • “Teología de la prosperidad”; Francisco Javier Rivera, CLA-ALED, Sao Paulo, 2019
  • “Teología de la prosperidad: una evaluación, mayormente sociológica”; Lausana Movement, Lausana, 2022
  • “La Teología de la Prosperidad”; Mónica Fernández Salazar, 2017
  • “Teología de la Prosperidad. El peligro de un Evangelio Diferente”, Antonio Spadaro SJ y Marcelo Figueroa, La Civilita Cattolica (4034), Roma, 2018

         

26 comentarios

  • Jose Antonio

    Eso del dinero y la educación de las elites, van de la mano, dinero a raudales, esta muy extendido por todas partes. Los Jesuitas cuentan con muchísimos centros y universidades donde se educa a la elite más poderosa del planeta y donde los hijos de los pobres no entran. Y eso se podría aplicar a otros grupos católicos, por no hablar de la obsesión por el dinero que tienen, pareciera que hay algún virus de la obsesión por el dinero …bueno mejor lo dejo aquí.

    • Antonio Llaguno

      Tu obsesión por los jesuitas es evidente. Hasta pareceria que estudiaste con ellos y no te fue bien.

      Los jesuitas hace mucho tiempo que stán dedicandose a las clases más desfavorecidas. ¿Que tienen colegios en zonas más elitistas? Sí, por supuesto ¿Por qué no?

      Pero que están presentes en lugares donde la Iglesia está a la vanguardia de la defensa de los desfavorecidos es evidente. Solo hay que tener ojos para verlo.

      Jos Sobrino, Ignacio Ellacuría, teólogos de la liberación son op feron jesuitas; James Martin, defensor de la integración del mundo LGTBI en la Iglesia, es jesuita; Carlo María Martini, eterno papable y defensor del ala más progresieta de la Iglesia fue jesuita; Rutilio Grande, mártir de los pobres en El Salvador, fue jesuita; Edwuard Dawning, director espiritual de alcoholicos anónimos es jesuita; Javier Gafo, uno de los más presitigiosos expertos en Bioética de España, fue jesuíta; Pierre Teilhard de Chardin fue jesuita;  y podría seguir así hasta jubilarme; pero los más importantes no son éstos que son o fueron famosos sino los miles de jesuitas anónimos que dedican su vida a los más desfavorecidos, allá donde son necesarios y además, lo hacen con un nuvel intelectual de calidad, con la misma exigencia intelectual de la que presumen en sus colegios más elitistas. Colegios (Los elitistas) que van cerrando, por cierto, para dedicarse a obras más “evangélicas” porque como todas las congregaciones religiosas está perdiendo efectivos.

      Tu obsesión por los jesuitas y el dinero, empieza a ser enfermiza. Harías bien en informarte mejor. Ninguno de los mencionados en mi artículo, como promotores de la Teolgía de la Prosperidad (Que es de lo que me hubiera gustado que fuera tu comentario) es jesuita. De hecho, el autor del artículo que tomo de referencia para combatirla (Antonio Spadaro) es jesuita.

  • Antonio Llaguno

    Estimado José María, (Te escribo aquí arriba porque mi navegador no me pernite anidar esta respuesta a tu comentario)
    No tengo yo costumbre de responder en fin de semana, porque éstos pertenecen a mi mujer y mis perretes, pero tratándose de ti y vista la importancia que le das a mis pobres opiniones, como para tomarte la obligación de responderme, he pedido permiso a mi señora para hacer lo propio.
    Parece (Dada esa obligación que te has impuesto de combatir los desvaríos de Francisco. Me siento halagado de compartir outsider con tan alto señor) que consideras que relacionar a Francisco con la Compañía de Jesús podría desprestigiar sus postulados.
    No es así, a mi juicio. En primer lugar porque dicen en mi pueblo (Y yo soy muy de mi pueblo) que quien a sus deudos parece, honra merece y en segundo lugar porque con su tradicional lucha contra las tiranías (intelectuales, políticas, religiosas y de todo tipo) los hijos de Ignacio de Loyola, en especial desde los tiempos de Arrupe, pero también antes, se han ganado mi respeto y admiración.
    Después y en mi opinión, cometes un error indigno de alguien a quien reconozco erudición y solvencia dialéctica  muy superior a la media, como es el empleo de la falacia “ad hominem“ y tu la empleas 4 veces. Lo malo es que este tipo de falacia (combatir a la persona y no al argumento) es tan usada por nuestros amados responsables políticos que se la identifica con facilidad.
    La empleas con Ladaria, Martin y otros dos Jesuitas (Amen de la referencia al padre Sosa, tan manida entre  los círculos neotradis) no identificados cuya aportación parece convertir al Papa en un peligroso hereje (Bienvenido sea al club. Como si en el siglo XXI ser hereje representara algún peligro para nadie).
    Te diré que los dos primeros me despiertan sensaciones muy distintas. El pensamiento de Ladaria me resulta muy espeso y conservador, pero viendo los precedentes teutones en la CDF es una brisa de aire fresco y Martin, al que han ustedes vilipendiado hasta la extenuación me parece una de las personas mas brillantes del nuevo mester de clerecía contemporáneo.
    De los otros dos no tengo opinión pues no se quienes son pero, en primer lugar, tutear al Papa no me parece demasiado grave. Ya me gustaría poder hacerlo yo pero no creo que pueda llegar a tal intimidad. Repito, ya me gustaría.
    Y en segundo lugar, te aseguro que nadie ha bendecido la homosexualidad. Sólo se bendicen a las personas (Y ocasionalmente los animales. Incluso algún supersticioso bendice los objetos como el agua o ciertos ornamentos) y la homosexualidad es una condición no una persona. Y en el caso de que el jesuita en cuestión hubiera bendecido a uno o varios homosexuales, ¿Quién eres tú para juzgarlo? ¿Desde cuando has alcanzado la clarividencia divina como para permitirte la osadía de decidir a quién bendice o no bendice Dios?
    En cuanto a la “inusitada desfachatez“ (sic) del Padre Sosa, lo cierto es que a menos que tengas en tu biblioteca alguna crónica de un viajero en el tiempo, con más credibilidad que JJ Benítez, que estuviera en aquellos tiempos, grabadora en mano, es una verdad confirmada. No había grabadoras en aquellos tiempos. Puedo jurarlo. La trascendencia que cada uno de a esa declaración es algo ya discrecional. Estoy convencido de que no vamos a coincidir en ello.
    Respecto a esa frase de Francisco (“Se habla demasiado del aborto“), te diré lo que pienso.
    El aborto es un crimen execrable, cometido contra un (O una) inocente que no tiene capacidad de defenderse y al que hay que combatir. No estás tú más en contra del aborto que yo (Ni más que el Papa). Pero igual de execrable es el hambre y mata mas niños, o la guerra y mata mas niños, o la falta de sanidad, higiene y desarrollo y mata mas niños, o las tiranías del color que sean y han matado y siguen matando mas niños.
    Teniendo en cuenta la inmensa cantidad de católicos que, aparentemente, piensan que sólo el abortó (Y los pecados de bragueta a los que califican pedantemente de “nefandos“) es lo suficientemente execrable como para oponerse a él, supongo que no tendrás inconveniente en que yo prefiera denunciar otros males execrables que matan más niños. Pero el aborto es muy malvado, si existiera Satán, sería satánico.
    Al final llegas al meollo de este artículo (Disculpa si me dejo algo. Es ya muy de noche y fue una semana exigente). Resulta que no te importa nada de donde saque el dinero Burke para su campaña, que no es contra el Papa sino contra la Iglesia Católica Romana, pretendidamnte ducesora de los apóstoles y que asegura haber sido fundada por Cristo.
    Pues volvemos a discrepar. A mi sí me importa.
    Me importa porque veo mucho CSI y en esa serie tan bien documentada, afirman que siguiendo el rastro del dinero es muy fácil conocer que intereses hay detrás de determinadas acciones y aquí hay tanto dinero invertido, que el beneficio debe ser muy grande. Es la manera de saber a quién sirve, hoy, este amigo de las capas magnas y las pectorales de oro y brillantes (Si Cristo levantara la cabeza…); a quién servía cuando quiso hacerse con el control de la riquísima Orden de Malta, y a quién servirá el día que (Dios no lo permita. Es un decir) llegue a vestir la sotana blanca, si es que llega.
    Porque ese y no otro es el objetivo.
    Y yo, aunque sea un peligroso hereje (Otra cosa en la que me parezco a Francisco. A este paso, como se haga del Atleti nos van a confundir por la calle), me he impuesto, con la misma vehemencia que tú denuncias los “desmanes de Francisco“, denunciar las “aberraciones de Burka y sus achichincles (O sus amos)“.
    Pero ni Burka ni tú debéis preocuparos por mi. Yo pinto menos que Chafachorras en las Cortes.
    Del hincha de San Lorenzo de Almagro, igual os tenéis que proecupar algo más.
    Él sí que pinta en esto y con suerte, la costumbre cambia, que a veces lo hace, y esta vez ganamos los buenos.

    • José María Valderas

      El disparate de Sosa es que o ignora o hace un desprecio olímpico a la inerrancia bíblica.

      Bendecir la homosexualidad es bendecir la unión de los homosexuales, no bendecir a los homosexuales, que, como toda persona posee plena dignidad.

      Pecador como el que más, no condeno nunca ni los pecados de la carne ni el resto de los mandamientos.  Todas mis intervenciones están dirigidas a la doctrina. Por deformación profesional. Lógicamente la doctrina es, como dicen los moralistas del acto humano, del sujeto. Y a veces determinados puntos de vista no son tanto individuales cuanto de lobbys. Hay en sociología de la ciencia un capítulo que se llama el cambio de paradigma, es decir, la sustitución de una tesis con múltiples repercusiones en la ciencia por otra tesis. Se distingue de la reducción de la ciencia (de la biología a la química y de ésta a la física). En teoría no tendría que involucrar para nada al sujeto, pero es cierto y verdad que a veces la sustitución de un paradigma se ve frenada por lobbys. Eso es lo que hacen los jesuitas, pero al revés, quieren provocar un cambio de paradigma, de tesis doctrinales, por otras. No es un ataque ad hominem, no es una falacia ad hominem. Ni siquiera es una falacia naturalista, cuestión ésta que, con Moore, su acuñador, me está robando bastantes horas estos días,

      Buen fin de semana. Me voy al partido de baloncesto de mi nieto, que me tiene prohibido que le jalee.

       

       

       

      • Antonio Llaguno

        Te aseguro yo que no lo ignora.

        Luego, según tú hace un desprecio a la inerrancia bíblica… que yo comparto.

        No tanto en el “desprecio” como en el no hacer aprecio.

        La Biblia yerra, y yerra mucho, porque lejos de ser eso que los católicos profesionales llamáis “palabra de Dios”, en mi modesta y muchas veces errada opinión es solamente la transcripción que determinados seres humanos han hecho de su experiencia de Dios.

        Nada más… ni nada menos.

  • Juan A. Vinagre

    Participo en estos coloquios con mi opinión, muy resumida, centrada en los puntos siguientes:

    -Teología de la prosperidad: (compaginación de un tema viejo-testamentario con el neo-liberalismo de hoy, ambos “bautizados” como cristianos). El sistema neo-liberal es bueno, dicen. Si hay pobres es por la pereza de éstos, que no se esfuerzan en salir de su pereza-pasividad. La riqueza es signo de la bendición de Dios… Así piensan y se expresan muchos conservadores -políticos, empresarios y eclesiásticos-…   Si esto lo leyera Juan Crisóstomo, tan duro en el tema y en su tiempo (S. IV), ¿qué diría hoy ante esta mezcolanza fraudulenta?  La teología de la liberación evangélica (evangélica, sí, y que tanto se ha destacado en la segunda parte del s. XX y XXI); la teología de la liberación evangélica ha sido rechazada en bloque, porque cuestiona el poder y la teología del poder…

    -La teología de la prosperidad (y afines) son un intento de hacer compatibles Dios y dinero. Con lo que margina algo esencial en el Evangelio, en el que se encuentra el Mensaje del Reino del Dios de Jesús de Nazaret.  En el fondo aquí se vuelve al concepto de Pablo (solo la fe basta, fe sin obras), concepto que suavemente corrige Santiago en su epístola.  O se interpretan las obras como palabras y reuniones que comprometen poco, y no impiden tener un avión propio para desplazamientos “apostólicos”.  El pobre lo es porque quiere, porque no se esfuerza…, repiten. (Tal vez algunos menos extremistas matizarían esto que digo, y sería deseable, si matizasen a fondo, no como un mero maquillaje.)   Pues bien, ¡semejante interpretación espanta…, pero ahí está!

    -¿Cómo compaginar esas ideas con las Bienaventuranzas, con el Padre Nuestro, con el canto de María, con la primera parte del “Venid, benditos” (la 2ª parte, que destaca Miguel Ángel en la capilla sistina, y que destacan los amigos del V. T., no me parece que rezume ningún espíritu evangélico, sino la mente viejo-testamentaria del evangelista. (Sabemos que los apóstoles no entendían bien a Jesús; sabemos por Hechos que en la Comunidad de Jerusalén muchos interpretaban a Jesús como el último profeta del V. T. y no aceptaban a Jesús una innovación que dejaba superado el V. T.  Más: sabemos por Hechos que Pedro tampoco entendía siempre bien el mensaje evangélico, que permitía comer carne sacrificada y entrar en casa de gentiles… Por lo que se vio obligado a dar explicaciones…  Por eso, repito una vez más: ¡Ojo a ciertas ideas de la Tradición sacralizada, inmutable!  El papa Francisco, que intenta dar un primer paso de revisión…, es hoy criticado como lo fue Pedro en su tiempo. El papa Francisco no hace otra cosa que iniciar la reforma de la Iglesia, como intentó Francisco de Asís en el s. XIII, porque la Iglesia, poseída por el Poder, amenazaba ruina…

    -Los sacramentos: Se han ido elaborando y sacralizando a través de los siglos, porque no estaban claros. Fundamento evangélico solo tienen tres. Así pensaban Agustín, Isidoro de Sevilla etc. Se concretaron en el s. XIII: IV concilio de Letrán, y luego Trento los reforzó. Es decir, después de 1200-1500 años de Jesús. No es riguroso atribuirlos a Jesús…  Más: el sacerdocio… -ver Hebreos y carta I de Pedro- ¿tiene fundamento evangélico?  El matrimonio, tan mal entendido -solo valía para procrear- (Hablaré de este tema algún día. Häring sufrió mucho por dar más altura y profundidad al matrimonio).

    **Por último, ¿es mejor teólogo quien estudió y se apoya en el estudio de temas teóricos abstractos -muchos de los cuales no somos capaces de entender, la Encarnación, la Trinidad, por ej.- para hacer teología,  o quien se centra en el Evangelio, donde se encuentra la mejor teología concreta y la más práctica (obras más que ideas)? Jesús de Nazaret hizo la mejor teología. Y no era-es abstracta, sino muy concreta.

    • José María Valderas

      Aunque me cuesta, mi carácter es muy radical con determinadas exposiciones, voy a responderle en un punto solo, y escuetamente, el relativo a los sacramentos. Como no quiero dejarme llevar por lo que me apetece, le remito, a propósito de la epístola a los Hebreos y el sacerdocio cristiano, de Cristo Sumo Sacerdote y fundador del ministerio sacerdotal, a la tesis de Gaspar Mora Bartrina, que fue decano de la facultad de teología de san Paciano. No sé quién le ha enseñado a usted el tratado sobre los sacramentos, o dónde lo ha aprendido, pero, por definición, los sacramentos son actos de salvación y la salvación sólo la puede otorgar Cristo. Como me parece que no acaba de entender en qué consiste la tradición, y no le voy a enviar a que lea libros sobre la cuestión, que los hay y muy buenos, le diré que la evolución de la comprensión y la propia administración de los sacramentos es una muestra de la dinamicidad de la vida de la Iglesia, es decir, de la Tradición, fuente de conocimiento de Dios junto con la Revelación. Y esto que le expongo es de introducción a la teología católica.

      El señor Alcaína exponía el otro día, me imagino que con conocimiento de causa, la enseñanza de la teología en facultades y seminarios. Da la impresión que muchos asocian esas enseñanzas esquemáticas, y según él, entecas, a la reflexión sobre la Palabra de Dios encarnada a lo largo de los siglos.

      • Juan A. Vinagre

        Amigo José Mª: Respeto que sigas firme en tus posiciones -para lo cual, como tú sabes, no hace falta descalificar-, y también que no admitas ningún matiz…   Si me permites una precisión a tus palabras -“Los sacramentos son actos de salvación…”-, añadiría: Sí, pero si tienen fundamento evangélico.  Si no, es que son creación de la Iglesia. Creación que puede comprenderse y con el tiempo reinterpretarse…    Con esto quiero decir que me parece que sobre-valoras cierta tradición y te olvidas del factor humano…, que pesa y ha pesado mucho, demasiado, en la Iglesia…   En suma, a veces me parece que “sacralizas” demasiado. Te veo crítico (en ocasiones en exceso) para unas cosas y pasas de largo ante otras…  El sesgo es inherente a los humanos… (entre los que me cuento.)  Estoy seguro que has leído a teólogos como L. Boff, J. Sobrino, Torres Queiruga, Estrada, J, Mª Castillo, Tamayo etc., etc. No los descalifiques muy rápido. Tú sabes muy bien lo que ha ocurrido con algunas “herejías”…, con el tiempo rehabilitadas…                  Pero los que tratamos de seguir -aunque sea de lejos- a Jesús de Nazaret, sabemos que lo importante no son las ideas, sino la unidad en el amor y pasar por la vida haciendo el bien.   Esto es -debe ser- lo que nos define. Por eso, desde las diferencias y discrepancias, José Mª, un abrazo.

  • José María Valderas

    Si no creyera, Antonio, que mi obligación es oponerme a Francisco, no intervendría no comentaría sus puntos de vista e interpretaciones de determinados hechos.

    Ocurre que no solamente usted. La Compañía de Jesús ha considerado casus belli la oposición a los disparates de Francisco y ha reunidos sus fuerzas como un militar reúne sus efectivos para el ataque, como Putin repliega sus ejércitos para asestar un golpe mortal a la invadida Ucrania. No formo parte de ninguna cenáculo, corriente de opinión, movimiento político, ni siquiera familiar. Mis hijos son muy crecidos y mis nietos también van por libre.

    Ahora uno va entendiendo por qué puso Francisco al jesuita Ladaria al frente de la Congregación de la Doctrina de la Fe, a otro jesuita partidario de la sacralización (bendecir es sacralizar) de la homosexualidad al frente del Sínodo y a tantos hijos de san Ignacio en puestos clave, algunos con tan escaso pulso teológico como su asesor James Martin. Uno entiende por qué acude al Gesù, por qué habla con desparpajo y falsedad a los jesuitas juniors de Bogotá sobre los autores de los dubbia, por qué en todas sus vistas siempre recala en sedes jesuitas por una razón o por otra. Los jesuitas han tomado a Francisco como cosa suya. Para un Papa que tienen, no lo van a dejar solo. Si es preciso, sale el General y declara con inusitada desfachatez que en tiempos de Jesús no había grabadoras para que podamos saber qué pensaba del matrimonio. Hasta ahí, sin arredrarse.

    En estas mismas páginas se ha citado un artículo de otro jesuita que tutea al Papa y le da las gracias por el inmenso bien que dice ha hecho a la Iglesia, particularizando por su reforma de la Curia. Lo dice a sabiendas, cabe suponer, del desaguisado cometido por Francisco en el Dicasterio de la Vida y la Familia, con un sujeto al frente de la misma que pone paño al púlpito a quienes defienden el aborto como método de regulación de la natalidad. Es una forma de aplaudir la frase de Francisco “se habla demasiado del aborto”. El ecólogo, porque tal es su profesión y tengo su manual publicado en los ochenta por Freeman, se despachó a sus anchas en santa Marta con el escándalo de todo el que le oyó. Llegaron cartas a Roma, que debieron de servir para alimentar la estufa porque del Vaticano sólo salió esta impresentable respuesta: “La doctrina de la Iglesia es la que dicta el Papa, y no se hace responsable de lo que aquí (en santa Marta) se diga”. Pero el escándalo de ese dicasterio al que Francisco parece cuidar no termina ahí. Otra ponente y asesora del dicasterio, y por tanto, del Papa, es partidaria de la manipulación de embriones, léase destrucción como en un mortero, con fines de investigación. Será por eso de abrirse a las periferias, peri muchos científicos están hasta las narices. Y lo han firmado.

    El artículo al que me refiero del jesuita valenciano hace una distinción, introducida por von Balthasar y asumida por Francisco. La distinción entre el ministerio mariano y el ministerio petrino. Pero al hablar del ministerio mariano silencia lo principal, la Virgen es Madre de la Iglesia por su maternidad divina. De ahí nacen todas las prerrogativas de la Virgen. Pero ese enunciado es una aberración para los protestantes y, por tanto, para los guardianes de Francisco, no de la fe.

    No sé de dónde saca la pasta Burke. Los americanos son muy espléndidos con su fe. Piense en las Universidades regentadas por los jesuitas, tal la Georgetown, que recibió unas subvenciones riquísimas de la familia Kennedy, de Rose y Joseph, los patriarcas. Su instituto de bioética se ha convertido desgraciadamente en impulsor de ideas nada concordes con la moral cristiana, como ocurrió con el Borja de Barcelona, partidarios de Francisco.

    Es un recurso habitual hipertrofiar al supuesto enemigo para celar la auténtica realidad de zapa del amigo.

    No. Para algunos, criticar a Francisco es un acto de obligado cumplimiento. De exigencia moral.

     

  • Antonio Llaguno

    Volviendo al tema del artículo, hoy sale en Vida Nueva una nota en la que se afirma que el cardenal Burke (Mas conocido como Burka y uno de los opositores al Papa Francisco más despiadados) ha “regalado” y enviado un ejemplar de su libro “Como negar la comunión” a TODOS los sacerdortes diocesanos nortemericanos como parte de una campaña que está realizando pra promover el castigo de la negación de la comunón a aquellos políticos que como Biden, no se oponen al aborto y/o al matrimonio homosexual.

    https://www.vidanuevadigital.com/2023/02/24/un-cura-de-san-diego-tras-recibir-el-libro-de-burke-para-negar-la-comunion-han-declarado-la-guerra-a-francisco/

    En esa nota hay un testimonio de un sacerdote de origen mexicano que afirma haberlo recibido, sin haberlo comprado ni pedido, y que se siente presionado y violentado.

    La pregunta no es “¿Por qué lo hacen?” Es evidente el porqué y justifica absolutamente mi línea argumental. Quieren acabar con Francisco porque incomoda sus aspiraciones.

    La pregunta es ¿Quién financia el envío de más de 40.000 libros por todo el país? ¿Quién es esa asociación que los está distribuyendo ( https://www.catholicaction.org/ )? Porque a pesar del nombre no parece ser la Accion Católica de toda la vida.

    Sabíamos por el abuso que hace de capas magnas, cruces pectorales y otros ornamentos lujosísismos de la preferncia de Burka por la ostentación y riqueza; pero, como diría el cuplé “¿De dónde saca pa tanto como descaca?”

    Modestamente seguiré investigando el tema.

    Habrá más “Cronicas del bunker”

     

  • Santiago

    Muy de acuerdo en que los sacramentos de la Iglesia se remontan directamente a Cristo ya que El mismo los instituyó fundamentalmente para ser instrumentos de Su gracia por medio de la Iglesia. Es en este sentido que Lutero se equivocó al querer negar esta propiedad fundamental de la iglesia como sacramento primordial y canal de la Misericordia del Señor. Y es una lástima que muchos fieles católicos no sepan apreciar el tesoro que recibimos con la primera gracia del bautismo que es el inicio que nos permite acceder a los demás sacramentos y los mantengan en el olvido. Nuestros hermanos separados conversos al catolicismo no pueden entender este fenómeno.

    Por eso Cristo le anunció primero a Nicodemo: En verdad, en verdad te digo: quien no renaciere del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de los cielos (Juan 3:5) y Jesús después  instituyó el sacramento del bautismo directamente prescribiendo la fórmula misma junto con la materia:  “bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28:19)

    Lo mismo en la Eucaristía, la materia consiste en  el pan y el vino,  y la fórmula pronunciada por Jesús ES: Esto es Mi Cuerpo y esta es Mi Sangre.

    Y la Iglesia recibió de Cristo el conceder especialmente el Espíritu Santo en el sacramento de la Confirmación como se ve en Hechos 8:16-17;19:5 y 6; Juan 16:7…Y el sacramento de la Penitencia en Juan 20:22-23…y su práctica en 2 Cor 5:18..Matrimonio: Mt 19:6-8 Efes 5:32 Y la Unción de Los Enfermos aparece en Mc 6:12-13 y en Santiago 5:14-15 y el Orden Sacerdotal en Hechos 6:6; 13:2-3; 1:24-26)

    No ha cambiado pues la sustancia sacramental “que son las cosas que Cristo estableció debían ser observadas en el signo sacramental” (D 2301)

    Puede cambiar la forma de celebración del sacramento  y asi ha pasado con algunos de ellos como con la celebración del sacramento de la Penitencia y las diferentes formas como se celebra el Matrimonio . Sin embargo la sustancia, que significa la gracia otorgada por medio del signo sacramental,  permanece intacta.

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

     

    • Antonio Llaguno

      Santiago,

      soy muy consceinte de que lo que dices es lo que ha dicho la Iglesia, al menos, desde que yo tengo uso de razón.

      Lo que pasa es que a mi, muy particularmente a mi, me parcee tremendamente forzadas algunas de las conclusiones que sacáis d estos textos.

      Concretando en el del matrimonio, no veo en el texto ninguna referencia a un sacramento. Habla del contrato matrimonial, tal y como lo establecían los judíos y dedica la parte más grande del texto a proteger a la mujer de la costumbre del repudio y en ese contaxto es en el que hay que leer cuando dice que lo que Dios ha unido no lo separe el hombre.

      También Cristo afirmó que había que pagar impuestos y no por eso hemos decidido que pagar a hacienda sea un sacramento (Por muy justo que uno pueda pensar que lo es).

      De la carta de Pablo a los Efesios mejor ni hablar. Ayer mismo vi en la tele a un comnocido telepredicador protestante español afirmando con “el poder de Dios” que las mujeres deben estar sometidas a sus maridos porque así lo ha dicho Dios en boca de San Pablo.

      Hablamos otro idioma.

      Podemos entrar a discutir y a valorar el resto de los sacramentos y en cada uno, en un más y en oro menos, encuentro retorcidos argumentos para justificar el tema de la gracia sacramental y así mantener lo establecido.

      Ni tu ni yo sabemos la verdad. Esa sólo la conoce Dios (Si es que existe).

      Pero creo firmemente, en primer lugar, que se puede mantener una relación profunda con Dios sin necesitar esos, a mi juicio,  artificios y en segundo lugar que Dios no puede por si mismo hacer nada que no hagamos nosotros en su nombre.

      Ya se que eso me hace no poder llamarme católico. Pero no me importa. Estoy seguro de que Dios, si existe, no me va a pedir el carnet de ningún club privado cuando me acoja en su seno.

      Ni a mi ni a nadie.

      • Santiago

        Antonio, aprecio mucho tu comentario…No se deja de ser católico por argumentar….tu argumentas por una razón, quieres creer de verdadpero muchas cosas te impiden ceder a lo que es mas común para nosotros, la fe que recibimos gratis en el bautismo…nosotros los católicos -incluyéndote a tí- no podemos condescender con lo que el mundo nos presenta solamente porque es innovador y de moda..Los católicos fuimos formados para nadar contra la corriente…Tu lo estás haciendo de otra manera y leyendo a autores que se encuentran ya en plena guerra para querer destruir la enseñanza contenida en la Iglesia que tu y yo aprendimos “en esquema” y no muy bien explicada…Debemos volver a las fuentes…Jesús estuvo con los Apóstoles después de la Resurrección  por  un espacio de tiempo suficiente para instruirles en la esencia de la fe del cristiano…que El mismo quiso infundirnos cuando habitó entre nosotros…Esto es historia, y no se puede negar…Pero claro si empezamos por negar la historia de la Iglesia  que cuenta por millares las referencias primitivas como ninguna otra institución…y que todo el siglo I está lleno de testigos de la verdad de los hechos y vida de Cristo…si desmantelamos los Apóstoles, si negamos la autoridad de los evangelistas que se confiesan ellos mismo testigos autorizados de lo que vieron y oyeron, si existe toda una comunidad que da FE de la enseñanza de Cristo, y también se niega hasta la existencia histórica de Cristo…¿con que nos vamos a quedar?  Y es que los verdaderos enemigos de la Iglesia empiezan por el desprestigio total de los autores y de sus relatos,  y de sus fuentes históricas principales….Lo que escriben no resiste la crítica histórica y teológica honesta….Todo está basado en especulaciones y probabilidades que no coinciden con aquélla realidad que nos legó la verdadera fe….

        Carezco de mas tiempo, amigo Antonio LL. pero seguiremos hablando.

        Un abrazo

        Santiago Hernández

        • Santiago

          Claro también Antonio Ll. que la gracia para la salvación es otorgada en grado suficiente a cada persona si ella no la rechaza. Pero los sacramentos son una vía más segura y directa, y un regalo a los que intentan amar a Dios “con todo el corazón” siguiendo la moción interna y la revelación externa de Jesucristo que nos invita a cada instante a una mayor santidad y amor a El, para que empecemos aquí nuestra entrada en la vida eterna, como afirmaba el Apóstol S Juan.

          La sacramentalidad va más allá de lo ordinario y nos coloca en la trascendencia del misterio y nos sitúa en un “camino mejor” para estar cerca de Cristo…Y así Jesús elevó el misterio que es lo mismo que sacramento a un grado que es asequible a nuestra humanidad.

          La Iglesia no pudo forzar los textos para “inventar” sacramentos. Los discípulos no hubieran podido tener esta capacidad sino que fue el mismo Jesús el que los originó e instó. Y así  pues elevó El mismo el contrato natural del matrimonio a sacramento no solamente por medio de un texto sino que esta ha sido  la práctica inmemorial de la Iglesia y las fórmulas litúrgicas que expresan cabalmente  la gracia propia de un sacramento aparte, que es significante que Jesús habla en Mateo de que “en el principio no fue así” sino que en la mente de Dios ya existía el querer dar la gracia para implicar la unión en el amor de los contrayentes, de la misma manera que “Jesús ama a Su Iglesia”….  y además la sacramentalidad es expresada en “lo que Dios unió, no lo separe el hombre” que aparece también en el Evangelio. Es el misterio sacramental del amor infinito de Dios volcado en la unión indisoluble del matrimonio real.

          Y así pasó con los otros sacramentos. Jesús incoa estos canales de gracia ordenando bautizar en nombre de la Trinidad, y  promete el Espíritu Santo para confirmar en la FE, perdonar pecados, consagrar el pan y el vino, ungir enfermos, ordenar sacerdotes, bendecir el vínculo conyugal y reafirmar la Verdad de Su Iglesia. ¿Que más sacralidad necesitamos?

          Los sacramentos constituyen el mejor don de Dios para alcanzar Su Amor y poder acceder a Su vida divina. Es el mejor regalo para toda la humanidad por medio de la Iglesia Católica.

          Un saludo cordial

          Santiago Hernández 

  • José María Valderas

    Don Antonio Llaguno es usted muy quien para entender los sacramentos como quiera y opinar sobre la salvación como le parezca.

    Procuraré ser breve. Para los católicos, la doctrina de los sacramentos como actos salvíficos e instituidos por el Salvador directamente se halla escrita en los Evangelios, interpretados por la Iglesia primitiva, razonados por los Padres y culminada su interpretación en el Concilio de Trento. Trento fue el Concilio de los sacramentos. No porque los instituyera sino porque expuso de manera diamantina la interpretación de la Iglesia. Es obvio que el Señor no se caló la mitra, ni se cantaron las letanías de los santos ni pidió aceite para consagrar y ungir a los discípulos, ni éstos se presentaron con casulla doblada, ni con las manos envueltas en una cinta bordada por monjas de clausura. Y, zás, estableció el sacerdocio. No ha sido, Antonio, usted el primero en cuestionarlo. De hecho una de las batallas de la Reforma fue los sacramentos y a esa batalla repuso Trento. La Reforma opinaba como usted. ¿Cómo pues? Los biblistas suelen destacar la imposición de las manos. Y de esa praxis está llena la Historia de la Iglesia primitiva, empezando por los Hechos. Lo mismo ocurre con el resto de los sacramentos.

    Son actos salvíficos porque expresan el amor de Dios manifestado en la Muerte y Resurrección, que incruentamente se repite en la celebración de cada eucaristía, de cada acción de gracias. Cuando Cristo celebró la Ültima Cena no expuso que aquello era una transustanciación, que había que distinguir entre sustancia y accidentes, etcétera, lo que elaboraría la teología tomista sobre todo, de santo Tomás de Aquino. Nada más hermoso, ni teológicamente más profundo que el Pange lingua. Eso es lo que la Iglesia defiende.

    Y no le canso más.

    Un abrazo

  • Isidoro García

    Toda la vida cultural y religiosa universal, gira en torno a discernir y cristalizar la auténtica y verdadera naturaleza humana, no en términos generales, que eso es fácil, sino en términos de detalles concretos útiles para nuestro devenir biográfico.

    En resumen, todos vamos locos a vueltas con encontrar el manual de comportamiento adecuado, en detalle: la auténtica ética.

    Porque la ética, no es un asunto de bien y mal, sino de “lo adecuado”, lo “suyo”, “lo discreto”, “lo prudente”, “lo que caracteriza a la naturaleza humana”.

    Al resto de seres vivos, se le da impuesto claramente mediante el instinto animal, pero al humano, como ya entramos en el nuevo reino de “la Inteligencia”, se nos exige que lo descubramos nosotros mismos, aunque con unas pautas y patrones, (inconsciente colectivo), que nos marcan la dirección, y nos ayudan a encontrar el camino.

     

    Y estamos todos tan ansiosos por encontrar una guía existencial, que muchos buscamos una referencia en algún sitio. Y ese es el origen de las religiones y de las ideologías.

    El humano se encuentra en un periodo de transición, de metamorfosis hacia el “humano nuevo”, (posible versión de “Reino de Dios”, jesusita), cambio tan revolucionario como el de la larva-gusano de mariposa, que tiene que encerrarse en un capullo, para reconvertir sus células individuales, en unos nuevos órganos de mariposa que vuela, en vez de arrastrarse por el suelo como hacía antes.

    Y en esta revolución existencial de humano, (“de arrastrarse a volar”), que está culminando en estos tiempos finales, buscamos locamente unos planos del nuevo humano, un hilo de Ariadna, para escapar del laberinto-capullo, que supone para nosotros un reordenamiento de estructuras mentales y de premisas epistemológicas, que determinan nuestras creencias, y nuestros comportamientos adecuados.

    Pero como decía Mark Engel, (que citaba hace días): “Para que una persona cambie sus percepciones básicas, las que determinan sus creencias, sus premisas epistemológicas, tiene que tomar primero conciencia, de que la realidad no es necesariamente lo que él cree que es”. (Y que por eso sufre y mucho).

     

    El humano quiere ser un perfecto humano, pero no sabemos como hacerlo.

    Y por eso buscamos guías por doquier. Nos gustaría que los nuevos planos estuvieran claritos, y sin ninguna duda, pero en realidad nos encontramos unos planos de Ikea, que tenemos que descifrar.

     

    Todo esto viene a cuento, de que muchos, buscan la guía-manual soñada, en los textos de su religión. Y los católicos, en los evangelios y las supuestas palabras de Jesús.

    Pero desgraciadamente no están nada claras, y así para unos Jesús era un comunista avant-la lettre, y para otros era el autor de un manual de management empresarial.

    ¿Y que pensar de esta situación?. Pues yo pienso, que hay que tener plena confianza en nuestro Padre-Universo, y su gran Espíritu-inteligencia del Orden Cósmico, que mucho tiempo antes de que se evidencien nuestras carencias y necesidades perentorias, ya las pre-vió, y mediante la evolución emergente, nos ha dotado de todo lo que necesitamos para salir de este atolladero, y de todos los que vendrán después.

    Y nos ha dotado en nuestro interior de una fuente de sabiduría, que solo tenemos que abrir, y se pondrán a nuestra disposición todas las maravillas de la sabiduría del Universo, (reflejo de las de “Dios”).

    Esto no es nada nuevo, ya el mismo San Bernardo, enseñaba que “no será nunca sabio quien no bebiere la primera agua de su fuente y de su pozo. Comience vuestra consideración (reflexión e investigación), por vos, y acabe siempre en vos. A cualquier parte que divaguéis, volved, para vuestro provecho, al punto de partida, que habéis de ser vos”.

    Y esta fuente y este pozo interior del que habla San Bernardo son ese “maestro interior”, que reside en nuestro Inconsciente Colectivo, y es un concepto simbólico de lo que se suele denominar como “espíritu” personal.

    El Universo es una estructura-Sistema quizás mucho mas compleja de lo que se ve en los telescopios. Y si su hardware es apabullante, su software, la inteligencia y orden que está detrás de todo eso, es algo inconcebible, para nuestras torpes mentes.

    Quizás además del depósito de sabiduría que nos ha legado nuestro Padre-Universo impreso en nuestros genes y en nuestra mente inconsciente, (el “espíritu”), este pueda recibir misteriosamente agua de “los que saben”, y que nosotros cortitos que somos, llamamos “la voz de Dios”. (= La comunión de los “santos”).

    Ese es el concepto de la “imaginación activa” de Henry Corbin, o sea de algo así como un “teléfono” con el que se realiza la emisión-recepción de la “transmisión trascendente”, y que nos servirá de gran ayuda en el montaje de la compleja estantería de Ikea, “nuevo humano” en el que estamos empeñados.

     

    (Perdón, porque quizás me he desviado algo del artículo, pero va en esa línea).

  • José María Valderas

    Ayer mismo, llegó a mi correo un artículo, “The Future of Roman Catholic Bioethics”. Comienza el ensayo con una referencia al After God: Morality

  • José María Valderas

    Señor Llaguno, uno no es muy adicto a la tipología teológica, que si de la prosperidad, si de la liberación, si de la negritud, si de… Como no lo fue en su tiempo de estudiante de la tipología de la rama de la filosofía que estaba de moda: semiótica. Tras el éxito de Umberto Eco, comenzó a aplicarse la semiótica a todo, desde el traje hasta el humor. Todo era semiótica.

    Uno, lo más que admite, es teología católica, teología protestante, teología anglicana y ortodoxa, dentro de los que se dicen seguidores de Cristo.

    Porque entiende que, al igual que ocurrió con la semiótica, hay mucho truco, mucha trampa, mucha venalidad encubierta. De entrada, el énfasis no se pone tanto en lo sustancia, en la Theo-logos, cuanto en lo accidental, en la prosperidad, en la liberación o en la negritud.  Y entonces, en rigor intelectual y en honradez moral, habría que discutir sobre la prosperidad, sobre la liberación o sobre la negritud. No quiero decir que todos los que se ocupan de esas “teologías” sean falsos teólogos o militantes políticos envueltos en el celofán de la teología; en absoluto. Por no pisar ningún callo de los que aparecen a menudo en esta web, citaré un teólogo de la negritud que me pareció, amén de competente, muy entero: Juan Bosch, que murió joven.

    La mezcolanza de una teología vacua con un propósito político produce que el sesgo político o económico sea confundido con la razón teológica. De muchos de los autores contrarios a Francisco que usted cita nominatim no conozco ninguna vinculación con entidades nefandas que usted trae a colación, relacionándolo.

    Ayer mismo, llegó a mi correo un artículo, “The Future of Roman Catholic Bioethics”. Comienza el ensayo con una referencia al Recoge las tres etapas recorridos por la bioética hasta nuestros días. En After God: Morality
    and Bioethics in a Secular Age
    , de H. Tristram Engelhardt Jr., quien identifica tres
    estadios en la historia de la bioética católica. En la tercera etapa, en la que
    nos encontramos, prosigue la secularización de la segunda, apartándose de las
    cuestiones neurálgicas que caracterizan a las guerras culturales. El principal
    representante de esta tercera etapa es el Papa Francisco. Con sus actos,
    publicaciones, discursos, silencios y omisiones, el papa Francisco ha subrayado
    el enfoque pastoral que debilita, sin negarla claramente la doctrina teológica mantenida
    por la Iglesia Católica, incluida la doctrina moral. Se ha alejado de las enseñanzas imperantes en la Iglesia sobre la concepción, el aborto y la ética sexual, para centrarse
    en temas consonantes con la cultura secular, especialmente el medio ambiente,
    la economía y la igualdad. No cabe, pues, esperar que la Iglesia con Francisco
    prosiga con el programa genuino de la doctrina vigente hasta ahora. Engelhardt atribuye la segunda etapa, la de la secularización de la bioética, a un centro controlado por los jesuitas el Kennedy de Georgetown para la Iglesia universal y al Instituto Borja para el caso español. 

    Entiendo muy bien que Spadaro, como Martin, como tutti quanti, quieran defender a Francisco haciéndolo víctima de poderes obscenos y obscuros. Otros, sin negar los enemigos que pueda tener en ese terreno, no queremos caer en la trampa y cerrar los ojos a los continuos deslices doctrinales. Por cierto, el libro de Engelhardt es de 2017. Imágínate lo que diría hoy.

     

     

    • Antonio Llaguno

      Sr. Valderas
      Hay muchas “Teologías de…” y no es malo que las haya, porque el empleo de esa terminología solo pretende enfatizar que el que se encuadra dentro de esa “corriente” se centra en una parte del mensaje de Jesucristo que en otra (Y eso si nos ceñimos solo a la esfera cristiana).


      Así, de sopetón y sin ánimo de ser exhaustivo (Que diría Cesar Vidal), me vienen a la cabeza la de la liberación, la del cuerpo (o la carne que de las dos manera se la llama), la de la Palabra, la de la inculturación y hay más.
      El problema viene cuando ese “eufemismo” se emplea para disfrazar la maldad de un argumento “revistiéndolo de bien y de credibilidad” que le son proporcionados por el empleo de la palabra “Teología”.
      Por ejemplo, la “Teología de la Liberación“ sí hacía un buen uso de la palabra “Teología porque había grandes teólogos detrás y porque teológicamente justificaba la opción por los pobres y la necesidad de promoverla, al menos en América Latina.
      Los teólogos de la prosperidad hacen mal uso de esa palabra porque ni hay verdaderos teólogos (Los que la promueven, apenas son apologetas, con J. Con mucha J, de “Jeta”) y porque solo pretenden la prosperidad… de ellos mismos.
      Otra cosa pasa con la pretensión de que solo existe teología católica, protestante anglicana y ortodoxa. Para empezar porque estas 4 grandes familias religiosas están divididas en multitud de pequeños “Taifas” que cada uno tiene su propia teología. Los católicos en romanos, maronitas, coptos, armenios, griegos, siríacos y todos son católicos; los protestantes en presbiterianos, metodistas, baptistas, anabaptistas, pentecostales, adventistas, y un montón más de Iglesias terminadas en “ista”; los ortodoxos en las particulares Iglesias Nacionales dos de las cuales (La ucraniana y la rusa con el imbécil de Kiril a la cabeza) se están matando entre ellas (literalmente) y de los anglicanos mejor ni hablar, muchos se están haciendo católicos por un “quítame allá estas mujeres” o “esas misas”. Y todo esto sin abundar en los centenares de pequeñas Iglesias o pseudo religiones que se parecen más a una secta y que se “inspiran” en el mensaje cristiano (Mormones, Testigos de Jehova, Moonitas y los que usted quiera).

      Y en segundo lugar porque es verdaderamente pretenciosa la posición de afirmar que uno está en posesión de la Verdad y el resto del mundo se equivoca (Como en el chiste del conductor que va en sentido contrario).
      No le pido que entienda de todas (Yo tampoco lo hago), ni siquiera que las conozca,  pero pretender que no existen es para contestar “eppur si muove”
      Y tradicionalmente, ha habido diversas corrientes en la Iglesia que se han denominado “Teologías” (de la Liberación, de la persona, del cuerpo, de la inculturación, y así hasta ciento) y repito, no es malo… siempre que no pretenda, con ese nombre, encubrir una maldad. Entre otras cosas porque para eso están los teólogos, para hacer “Teologías”.
      En cuanto a sus comentarios sobre el Papa Francisco, pues ¿Qué quiere que le diga? Que dispara usted a una pieza demasiado compleja de cazar para sus armas.
      Francisco, conscientemente, no está haciendo otra cosa que no hicieran sus predecesores. Todos sus predecesores. ¿El qué? Pues analizar la situación de la Iglesia y proponer el camino que necesita (La Iglesia, no él).
      En este caso prefiere primar la praxis pastoral y la misericordia al rigor doctrinal. Se me ocurren miles de razones para hacerlo pero le diré una concreta. Es lo que Cristo pidió que hiciéramos: “Amaos los unos a los otros” y esas cosas revolucionarias.
      Cuando a Cristo se le pregunta por la Ley dice “No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud” y ¿Cuál es esa plenitud? Pues Él mismo, es decir “los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia; y dichoso el que no encuentre en mí motivo de tropiezo”.
      Spadaro no denuncia una conspiración contra Francisco. Al menos no en ese artículo. Denuncia una conspiración contra la Humanidad. La de unos pocos riquísimos que tratan de justificar su riqueza y su preponderancia esclavizadora con la pretensión de que es “voluntad divina”.
       
      Por último le diré que es lógico que no le conste que esos clérigos que menciono estén siendo sostenidos (Incluso económicamente) por esos otros organismos.
      Alejandro Dumas popularizó la frase “Cherchez la femme!!” para referirse a las causas de las estupideces cometidas pòr un varón, pues yo en este caso corrijo al autor de “Los 3 Mosqueteros” y prefiero decir “Cherchez l’Argent!!”.

      Si tiene curiosidad hágalo, verá como no se lleva ninguna sorpresa.

      • José María Valderas

        Cuando le reducía a cuatro las teologías, atendía al núcleo de la teología, que no es otro que la conceptualización del mensaje de Cristo. Esa aproximación puede hacerse desde la libre interpretación, teología protestante, o ateniéndose a la interpretación que le ha dado la Iglesia a través de los siglos, desde los Apóstoles hasta nuestros días pasando por los Padres y Concilios (católicos y ortodoxos). Por supuesto, a propósito de la teología protestante no es lo mismo la teología de Karl Barth que la de Joseph Smith, el héroe de los mormones, ni es lo mismo una interpretación luterana que una calvinista. Ni siquiera Barth es lo mismo que Dietrich Bonhoeffer. Evidentemente si usted estudia teología se acercará a Barth y a Cullman y dejará de lado las explicaciones de los testigos de Jehová. Y si le inquieta la evolución de la teología bíblica protestante y su repercusión en el catolicismo, todos le señalarán el camino que lleva a Bultmann. Aunque sólo entre los pastores españoles sigue vigente la traducción de Reina-Varela, éstos se van abriendo y empiezan a manejar la de Jerusalén, cosa que no conseguirá de los Testigos de Jehová. (En cierta ocasión se me ocurrió abrir la puerta a dos testigos de Jehová y les invité a leer los textos que ellos escogieran para defender sus ideas. No hubo manera de atender a razones. Parece ser que tenían más suerte las disputas de Tortosa y las escuelas de traductores de Valencia y Murcia, en las que debatían frailes católicos con rabinos y jefes religiosos musulmanes.)

        Pero vayamos a lo actual que usted denuncia y un servidor subraya en: las enseñanzas de Francisco. En la academia teológica a la que aludo se habla de teología débil a las expresiones de Francisco. Débil porque se aparta sin ruptura clara de la doctrina moral y sacramental recibida. Para no andarme por las ramas lo voy a particularizar en la Amoris Laetitia. Amoris Laetitia  vino precedida por dos sínodos de los obispos convocados para debatir sobre la familia. De particular importancia y controversia fue la cuestión de si debía mantenerse la disciplina católica tradicional sobre los divorciados y vueltos a casar, sin anularse su matrimonio anterior. Esa disciplina declara que a menos que se anule el matrimonio previo debe considerarse válido; es decir, los divorciados y vueltos a casar por lo civil, sin anulación de su matrimonio, deben ser considerados en estado de pecado mortal, es decir, de adulterio, y, por tanto, no pueden recibir la Eucaristía, porque la recepción de la Eucaristía en pecado mortal es, en sí mismo, pecado mortal. Esta postura fue solemnemente reafirmada por el papa Juan Pablo II en su exhortación apostólica Familiaris Consortio, que, igual que Amoris Laetitia, se publicó tras un sínodo apostólico sobre la familia. El documento de Francisco se enreda en el discernimiento que pone por encima de la doctrina recibida. Y ahí, como el que no quiere la cosa, abre una puerta a un sinfín de problemas bioéticos. 

        Desde la Civiltá Catolica, Spadaro, solo y en compañía, está creando una suerte de avanzadilla de protección a Francisco armando fantasías de victimismo y acoso al Pontífice, cuando lo que sólo se necesita que Francisco conteste a las preguntas de los cardenales, cuatro eximios teólogos. Porque son cientos de teólogos, no cuatro cardenales, los que escribieron pidiendo claridad. entre ellos un físico, sacerdote y teólogo, del Ian Ramsey de Oxford, de finísima inteligencia y nada sospechoso de animosidad contra nadie; su segundo es un argentino.

        Apelar a la misericordia no es ninguna novedad. Fue Juan Pablo II el papa de la misericordia con su devoción a una santa polaca que se distinguió por esa virtud. Resulta indecoroso contraponer misericordia a doctrina. Claro que ellos lo llaman rigorismo, un término estúpido porque no se dice rigorismo en qué.

        Nada hay nuevo bajo el sol, don Antonio. López Aranguren, cuya Etica estudié en mi juventud, había escrito un libro sobre el Protestantismo comparando con el Catolicismo, libro que compré de segunda meno en la cuesta de Moyano de Madrid. Habla allí de la distinta consideración del trabajo y del dinero entre católicos y protestantes. Atribuye a los principios de austeridad, laboriosidad y adhesión a la Reforma el enriquecimiento de los pueblos de confesión protestante sobre los países católicos. Quiero decir que el talante ante el dinero es muy distinto en el mundo protestante del que lo es, históricamente, en el catolicismo. El paroxismo del dinero de esos plutócratas no tiene de evangélico, sin duda.

        Las personas a las que defiendo y quiero liberar de su cárcel de corruptos son personas que conozco. El otro día citaba usted, entre ese grupo detestable en su opinión un grupo que, doy fe de ello, no sólo viven un cristianismo ejemplar en su vida privada, sino que se ocupan como nadie de parroquianos abandonados de la mano de Dios en barrios humildes. Y, sin embargo, gustan de la misa de angelis, se escandalizan con los disparates de Francisco y esperan que “escampe”.

         

        • Antonio Llaguno

          José María,

          cuando te pones erudito solo consigues que algunos nos saltemos parrafos de lo que escribes.

          Esto no es un competición a ver quien sabe más, quien ha leído más o quien tiene la bilbioteca más grande. Y si lo es, yo reconozco mi derrota por goleada.

          No abundaré en la profusión de diferentes sensibilidades para reconocernos como seguidores de Cristo. Solo le dire que, desde luego, yo no pongo en el msmo saco a Testigos de Jehova o Subditos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días (Mormones) o a los seguidores de la Asociación del Espiritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial (Moonitas) que otras religiones “protestantes serias” como luteranos, presbiterianos, baptistas o incluso metodistas (Aunque muchas de ellas tengan un origen parecido); pero si que puedo afirmar que algunas de estas confesiones protestantes “serias” tienen una deriva hacia la superstición, incluso superior que la Iglesia Católica.

          Lo que si discuto y vehementemente es la presunta preeminencia de la Iglesia Católica Romana. Tanto ortodoxos como luteranos como anglicanos, afirman ser los sucesores reales de los apóstoles y teniendo en cuenta que cuando los apóstoles murieron solo había una Iglesia Cristiana (Si es que había una, que yo lo pongo muy en duda), tienen el mismo derecho a pensarlo que la Católica y a afirmar que la verdera hereje es la Católica Romana, De ahi una de las importancias del discernimiento.

          Pero vamos al lío de Francisco.

          Francisco nunca ha declarados er un “Teólogo”. Ustedes, los partidarios de la tradición y el dogma, se han acostumbrado a un papa que era teólogo de relumbrón (Benedicto) y a otro que como no lo era (JPII) decidió dejar el Santo Oficio en manos de un teólogo de relumbrón (El que luego sería Benedicto) y gobernaron la Iglesia católica durante un periodo larguísimo de tiempo en que se reforzaron el rigor doctrinal y la ortodoxia dogmática y se combatió fuertemente la discrepancia y el pensamiento libre.

          Muchos hemos vivido esos años (Aunque yo veo el tiempo de Benedicto como papa algo menos represivo que el de Juan Pablo) como años de oscuridad y de esclavitud de pensamiento.

          Ahora llega un Papa que no es teólogo y que después de más de 35 años de rigorismo, decide poner énfasis en la pastoral y vosotros lo consideráis un desastre.

          Mira José María. El Papa ttiene mucho trabajo que no es ser el perro guardián de la ortodoxia. Su principal trabajo es pastoral y no teológico. No hay más que leer los Evangelios para darnos cuenta que la predicación de Cristo no fue teológica sino pastoral. No se basó en la Ley (El fue judío, no cristiano) sino en el amor al prójimo y paso su vida conocida derramando misericordia no dogmas.

          Y además, Francisco no ha dicho nada que pueda ser denominado como herético (Yo mismo estoy algo decepcionado con él por ello)

          Se puede hacer una “relacion de agravios” que Francisco ha hecho a la doctrina. Te reto a hacerlo. Estoy seguro de que ATRIO publicaría un artículo con esa relación de “herejías” propuestas por Francisco. Verás como no necesitas comprar una ruesma de papel para escribirlas. Y lo que íbamos a disfrutar luego todos discutiéndolas.

          Me ceñiré a “La Alegría del Amor” y la supuesta manga ancha para las parejas divorciadas.

          Lee con ojos objetvios lo que el papa escribe ahí. Se limita a decir que:

          – L@s divorciad@s son personas normales, herman@s cristian@s a los que acompañar en un camio de discernimiento e insta a la Iglesia a no juzgarles y a caminar con ellos para ayudarles a discernir.

          – No es igual el caso de las dos partes de una pareja que se divorcia. Que muchas veces hay una parte agraviada y otra agraviadora (Si es que existe ese palabro) y que moralmente no es igual ese acto para una y otra persona.

          – Vuelve a repetir eso de vivir como hermano y hermana (En caos de parejas de personas divorciadas) aunque no pone demasiado interes en la “moral de bragueta”.

          ¡¡¡No hay nada heterodoxo!!!

          Sí. El Papa sortea los rigores policiales que se ejercían en años anteriores y trata de no juzgar sino acoger al pecador (Que todos lo somos y si no ya sabes lo de la primera piedra. Si quieres, algún día analizamos ese texto que siempre cogéis el rábano por las hojas y en ésa lectura los tiempos son muy importantes).

          Igual que hizo cuando le preguntaron por un homosexual.

          ¡¡Igual que hizo Cristo cuando le tendiron la trampa de la moneda con la cara del Cesar!!.

          Si el papa es más listo que los periodistas que le tienden trampas retóricas y/o dialécticas, pues ¡¡Bien por el papa!!

          Que te sentirías más cómodo con el retorno a ese rigor doctrinal. Lo entiendo.

          Yo no. Pero yo no te juzgo.

          Otra cosa es que pretendas que to comparta ese temor. Ni de coña. Vivo mucho más feliz así y estoy convencido de que Dios me prefiere feliz a desgraciado.

          Y te vuelvo a repetir. Spadaro, desde su tranajo en su revista, hará lo que le parezca bien (Y en colores además) pero en el artículo de referencia no cita al Papa. La conpiración que denuncia es contra la Iglesia no contra Francisco.

          La conclusión de que es ese lobby quien está detrás de los cardenales y obispos rebeldes es mía no de Spadaro.

          Además vienes a decir que detrás de los “dubia “planteados a Francisco hay multitud de cardenales y obispos y eso no es verdad. Es cierto que es lo que tu cicógnido amigo lleva defendiendo desde tiemnpo inmemorial pero las matemáticas no engañan (Tú lo sabes. Él no, pero tú sí) y la consulta apenas fue firmada por 4 cardenales (Se envió a muchos más que no firmaron, ni siquiera Sarah la firmó) a los que puedes  sumar a Muller que se apunta a un bombardeo si es contra Francisco y como mucho entre 8 y 10 obispos (Ni siquiera fue respaldada por obispos contrarios públicamente a Francisco como Reig Pla o Munilla en españa); pero es que en el Mundo hay 5363 obispos y 223 cardenales  luego apenas llegan al 0.2 % de los purpurados y en cuanto al resto de teólogos y/o opinadores profesionale s o no sobre religión que se solidarizaron con los dubia (Y entre los que se encuentra su amigo, públicamente), pues no he conseguido encontrar la lista que se publicó en su día pero creo recordar que eran unos 500 lo cual, comparado con el número de similares o incluso de católicos, es estadísticamente irrelevante

          Hacéis mucho ruido con los “dubia” pero lo cierto es que son como el chiste sobre el calado de un barco portugués, un intento de “darse pisto” sin mucho fundamento.

          Se perfectamente el grupo que cito y que a ti te parece ejemplar. Se trata de “Hazte Oir” y si se limitaran a vivir su rigorista forma de entender la fe, de manera pribvada y/o personal yo no tendría nada que decir.

          Pero no es así. han dedicado su vida a tratar de influir en la sociedad civil para que ponga como obligatorias para todos los ciudadanos las consideranciones morales (Algunas de ellas realmente discutibles, como la del “matrimonio” gay) que ellos se aloican a si mismos. Y eso, la sociedad civil no lo va a permitir. Es objetivo y cierto que han sido reconvenidos públicamente por algunos obispos (Me viene a la memoria el de Gefafe por ejemplo que en una carta pastoral dejó claro que no representaban a la Iglesia y que en su diócesis, la Iglesia Católica no patrocinaría ni avalaría actos de ese grupo. De hecho se suspendió un acto de ellos en el Cerro de los Angeles y se trasladó a Paracuellos, de la diócesis de Alcalá y Reig Pla entonces por prohibición dle obispo. Y no es de los más progres) y es evidente que patrocinan (Exactamente igual que la cigüeña infovaticarca) opciones  políticas sectarias que si bien son legítimas pretenden representar los valores cristianos y no solo no los represntena sino que si existiera un demonio, estaría feliz de verles triunfar. Y sí, es cierto también que las niñas tienen vagina y los niños tiene pene pero para decir eso no hay que sacar un autobús a la calle. Basta con leer alguno de los libros de anatomía básica que estoy convencido tienes tú en tu extensa biblioteca.

          Un saludo

           

           

          • José María Valderas

            Mi querido Antonio, seré breve para que no te saltes los párrafos. La institución a la que me refería no es la que citas, a la que no conozco. Para que no tengas que darle más vueltas es Germinans Germinabit. Un grupo de extraordinaria formación académica y trabajo a pie de obra. No se edita en catalán, te han informado mal.

            No sé quién te ha enseñado teología, pero en algunos asuntos tu buena voluntad va mucho más allá de la realidad teológica, Decías que los sacramentos, esos en los que disparata con tan suelta frivolidad Francisco, son creaciones humanas. En numerosas ocasiones he dejado escrito con claridad que son actos de salvación. La salvación sólo viene de Cristo. Por tanto, los sacramentos son de institución divina.

            Un saludo muy cordial.

            PS he llevado esta mañana a mis nietos a visitar el Museo Marés de Barcelona. Sabes que las imágenes sagradas proceden en buena medida de Castilla, Asturias, Navarra, donde fueron compradas a precio de saldo a unos clérigos ignorantes que no sabían que tenían tallas de los siglos XII-XIII-XIV. Les he tenido que explicar que los llamados calvarios estaban, con Cristo Crucificado, la Virgen y san Juan Evangelista, que como tenía un libro ignoraban quién sería. De la incultura religiosa de nuestro país, de nuestras familias, quizá pudiéramos tener la culpa ,los padres y abuelos.

          • Antonio Llaguno

            José María,

            da igual quien me enseñara teología, prque yo no soy teólogo por lo que lo que yo escriba no es teología, es solo mi opinión.

            Pero a pesar de ello, sé perfectamente lo que digo cuando afirmo que son creaciones humanas.

            Son simbolos que recojen y reordenan la relación del cristiano con Dios, pero no fueron instituidos por Cristo.

            Son costumbres muy antiguas, es cierto, pero la terminología “sacramento” no es tan antigua yy los primeros escritos sobre ello son de Juan Crisostomo o Cirilo de Jerusalen pero no deja de ser una interpretacion de seres humanos muy sabios de como se debe un cristiano relacionar con Dios.

            De ahí a decidir que están establecidos por Cristo van muchos pueblos.

            De los 7 sacramentos oficiales, Cristo no participo en ningun matrimonio (A menos que ir a la boda de unos amigos en Caná se desfigure y transforme en una suerte de institución oficial. A otro perro con ese hueso), unción de enfermos, confirmación, ni unción sacerdotal, y las “instituciones” de eucaristía, bautismo y penitencia son bastante discutibles.

            Jesús se bautizo, sí, pero ese bautismo y el que se practica ahora se parecen como un higo a una castaña, les encargo a los apóstoles perdonar los pecados (O incluso retenerlos, aunque ese concepto de “retención de los pecados” se me hace bastante extraño y confuso) pero ese perdón y el actual sacramento de la penitencia no tienen nada que ver y el sacramento de la eucaristía, probablemente sea el que pueda entenderse más como tal, aunque no tenga nada que ver, ni de lejos, la misa tridentina (Ni la post conciliar) con la cena eucarística que realizaban los primeros cristianos.

            Soy muy consciente de lo que la Iglesia católica no pina sino que pontifica sobre ellos y obviamente no estoy de acuerdo.

            Además, no veo relación al concepto de sacra,mento con el concepto de salvación.

            La salvación es un regalo de Dios que no necesita de ningún acto para ser recibida. NO hay que pasar ninguna “prueba” ni ningún procedimiento “magico y misterioso” para salvarse. Basta con amar y ningún sacramento me va a proporcionar la salvación si yo soy un hijoputa que mata inocentes en Ucrania al igual que la falta de sacramentos no me va a condenar si paso mi vida entregándola por mi prójimo.

            En cuanto a Germinans, la cual yo he conocido exclusivamente en catalán y hablando sobre la Iglesia Catalana, si escirbe tambien en español es fallo mío decir lo contrario.

            En cualquier caso representan a esa parte de la Iglesia clerical que no me gusta y que respeto pero no comparto.

             

             

  • Santiago

    Para un cristiano, la prosperidad está en el seguimiento de Cristo porque El es la norma suprema. Nada debe apartarnos de seguir Su camino porque El vino a enseñarnos el único posible que es cumplir la Ley del Amor divino que nos conducirá a la vida eterna, último gol y meta de nuestra vida terrestre

    Por lo que tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la pobreza como en la riqueza, en la salud y en la enfermedad, en el honor como en el deshonor debemos siempre dar gracias a Dios pues como dice Iñigo de Loyola todo lo que experimentamos son puros medios que nos conducirán al fin que es entrar en la vida eterna que promete Cristo a los que creen en El y siguen Su palabra y depende del uso que le demos a los medios que son en sí indiferentes.

    Por tanto, estas pseudo teologías sólo contemplan un aspecto de la Realidad..No es malo prosperar pero NO rompiendo la norma del amor de Dios  quebrantando lo que es fundamental que consiste en apartarnos del bien y convertirnos en esclavos del mal moral  que nos aleja de la Voluntad salvífica universal de Cristo.

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

     

     

    • Antonio Llaguno

      Estoy totalmente de acuerdo Santiago.

      Si te das cuenta, ellos emplean el término “prosperidad” para tratar de lavar la cara de una doctrina profundamente egoista de la misma manera que una empresa que vierte toneladas de CO2 a la atmósfera lo haría potrocinando una conferencia sobre el cambio climático.

      Hay cientos de anuncios televisivos de este tipo.