Con el título Noticias falsas se ha publicado en ATRIO (24 de noviembre 2022) un interesante comentario de Eloy Isorna. La posverdad, las fake news, están de moda y controlan nuestras vidas. Puede ser de interés para los seguidores de ATRIO esta crónica apresurada. Los días 25 y 26 de noviembre de 2022 ha tenido lugar dentro del ámbito de la Universidad de Granada el Simposio “Posverdad a debate”, impulsado por la Cátedra Iberoamericana de Filosofía G.W. Leibniz. El Observatorio de la Verdad de la Facultad de Filosofía de Granada (a través del profesor Juan A. Nicolás) es quien organizó este Simposio. Esta reunión interdisciplinar de alto nivel intelectual puede considerarse – según su organizador – “casi el final de un largo proyecto en el que hemos estado implicadas cincuenta personas durante casi dos años, divididos en diez grupos de trabajo. Yo coordinaba el de «Educación y Posverdad», un grupo en el que estaba gente de gran nivel: Ángel Pérez, Silvia Bevilacqua, Tasio Ovejero y Teresa Cabruja”. Sin embargo, el proyecto continúa después de esta fase intentando tender puentes interdisciplinares. LS.
Posverdad o mentira emotiva es un neologismo que implica la distorsión deliberada de una realidad en la que priman las emociones y las creencias personales frente a los hechos objetivos, con el fin de crear y modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales, tal como lo define la Real Academia Española de la Lengua (RAE). Coincide con una percepción de desinformación interesada que, en estos últimos años, parece construir las mimbres de nuestras sociedad occidentales.
En cultura política, se denomina política de la posverdad (o política posfactual) a aquella en la que el debate está enmarcado ya no en apelaciones, sino en las emociones, desconectándose de los detalles de la política pública y por la reiterada afirmación de puntos de discrepancias en los cuales las réplicas fácticas o hechos, son ignoradas. La posverdad se diferencia de la tradicional disputa y falsificación de la realidad o veracidad, dándole una importancia «secundaria». En resumen, sería la idea según la cual «el que algo aparente ser verdad es más importante que la propia verdad».
Para algunos autores la posverdad es sencillamente mentira (falsedad) o estafa encubiertas con el término políticamente correcto de «posverdad», expresión que ocultaría la tradicional propaganda política o el uso de las relaciones públicas como instrumento de manipulación. En realidad, la posverdad podría ser interpretada como una elongación de una larga tradición de engaños políticos, manipulaciones mediáticas y propaganda. “No existen hechos, sino interpretaciones de los hechos”, escribió Nietsche. Y este texto hoy tiene mucha fuerza en muchos ámbitos.
Los que creemos que existen “hechos” y que existen “verdades”, mantenemos también lo que se ha dado en llamar “polimorfismo epistemológico”. Es decir, la aproximación cognoscitiva a la realidad objetiva, a la verdad, la realizamos desde presupuestos metodológicos y axiológicos diferentes. No existe un solo método científicos, existen muchos modelos epistemológicos. Lo cual no supone que caigamos en un escepticismo radical. Defendemos que las perspectivas cognoscitivas no son únicas. Pero este intento de llegar a unos saberes comunicables y contrastables suponen unas actitudes éticas que, desgraciadamente, en muchas ocasiones quedan subordinadas a intereses políticos, económicos o de poder que las convierten en posverdades, cuando no en fake news.
El Simposio “Posverdad a debate” (Universidad de Granada)
El Simposio “Posverdad a debate” (25-26 de noviembre de 2022) ha sido una puesta en común de un largo trabajo previo estructurado en 9 grupos de trabajo con marcado signo interdisciplinar dentro del ámbito de la filosofía: Tecnología, Psicología, Comunicación, Economía, Derecho, Politología, Educación, Historia y propiamente la Filosofía. Puede considerarse el final de una primera fase de trabajo, de tipo multidisciplinar. El paso siguiente debería tener un sesgo interdisciplinar, tener puentes para integrar los saberes dispersos en una unidad epistemológicamente superior.
En un denso artículo de opinión (IDEAL de Granada, 15 de noviembre 2022, pág. 23) con el título “Alternativas ante el desafío de la posverdad”, el organizador del Simposio, profesor Juan A. Nicolás, se pregunta: ¿cómo hacer frente al criticado fenómeno de la posverdad? (…) Desde el punto de vista filosófico la pérdida de vigencia eficaz de la verdad exige una (nueva y transformada) concepción de la verdad capaz de hacer frente a la “descapitalización” que ha sufrido este valor.
Para Nicolás, “existe una especie de depósito latente de experiencia de la verdad en virtud del cual hay situaciones en las que de ningún modo estamos dispuestos a renunciar a la exigencia de la verdad”.
Se pueden considerar al menos tres ámbitos que forman parte de ese depósito latente de experiencia básica de la verdad: lo que denomina las situaciones límite (como la muerte), contextos en los que no caben ocultamientos, distorsiones o engaños; el ámbito del trabajo científico, pues este – como diría Popper – intenta la búsqueda desinteresada de la verdad mediante un método de trabajo riguroso; y el tercer ámbito del depósito latente de experiencia básica de la verdad, el que denomina ámbito de la confesión. Y este debe ser explicado: esta se entiende como la declaración y reconocimiento de una verdad en un contexto libre y voluntario. La confesión, como género literario, como acción religiosa o como declaración jurídica constituye también un ámbito de experiencia de la verdad.
Certeza o aproximación: ¿a qué nos referimos cuando hablamos de ‘la verdad’?
En nuestra sociedad, parece que la cultura dominante mantiene que solo la ciencia da verdades. El viejo lema del Anís del Mono, “Es el mejor, lo dice la ciencia y no se equivoca”, para formar parte del imaginario colectivo de la verdad.
Hay muchos científicos que consideran obvio que la ciencia nos proporciona verdades sobre el mundo y se molestan solo con la sugerencia de que podría no ser así. En un sugerente artículo en “El Confidencial”, Certeza o aproximación: ¿a qué nos referimos cuando hablamos de ‘la verdad’? (13/09/2022), el profesor Antonio Diéguez (catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Málaga) afirma que los términos ‘verdad’ y ‘verdadero’ son problemáticos, porque pueden referirse a muchas cosas distintas y porque son interpretados también de diversas maneras. Se habla de la verdad de los hechos, de la verdad de una persona (en el sentido de su autenticidad o de su honestidad), de la verdad de una historia, de una novela, de una obra de arte, de unas opiniones, e incluso los filósofos hablan a veces de la verdad de las cosas o de la “verdad del ser”.
Resúmenes de los informes de los grupos de trabajo
Cada uno de los nueve grupos de trabajo (que han elaborado sus informes de modo multidisciplinar, y desgraciadamente con escasa interdisciplinariedad) fueron informando durante el viernes 25 y el sábado 26. La grabación puede encontrarse en la red.
Presentamos los resúmenes de los relatos de cada grupo de trabajo en el orden que tuvieron lugar:
- Grupo de Tecnología
Destaca el hecho de que en el proyecto existe un sesgo: los únicos representantes en este grupo pertenecen al mundo de las tecnologías informáticas y digitales, lenguajes de computación y expertos en inteligencia artificial. No han trabajado en el grupo otros colectivos relacionados con otras tecnologías, las ingenierías clásicas y arquitectura.
La información dada por este grupo insiste en estos aspectos: a) Las máquinas (los grandes ordenadores) no tienen capacidad por sí mismas de engañar, de general fakenews o posverdades. Los únicos posibles engaños provienen de la voluntad de aquellos que las han diseñado. Las respuestas de los ordenadores dependen de los algoritmos que las gobiernan. No tienen voluntad de engañar a no ser que sus diseñadores las hayan programado para generar y filtrar determinadas conclusiones.
Y, en segundo lugar, podrían aparecer posverdades cuando se interpretan de forma interesada los resultados del procesamiento de los grandes datos en un ordenador. Además, el hecho de que los algoritmos y los sistemas electrónicos analicen las fuentes, las reorganicen y las entiendan ha provocado que estos sistemas inanimados extraigan sus propias conclusiones y aprendan de ellas, cambiando los procedimientos y la manera de presentar la información.
De esta manera el usuario que busca información encuentra ideas ya extraídas, y no se le permite razonar y analizar la información para obtener sus propias conclusiones. A esto se le añade el hecho de que cada vez es más común ver noticias repetidas, falsos expertos dando opiniones que confunden a la población y medios de comunicación manchados por bulos, plagios y opiniones enmascaradas como información veraz, lo que dificulta aún más que el ciudadano de a pie se informe.
Otro aspecto de interés es este: un sistema informático bien procesado puede detectar contradicciones en los resultados en interpretaciones. Pueden detectar posverdades incluidas por los programadores. Desde este punto de vista, la Inteligencia Artificial, bien utilizada, puede ser una herramienta útil para desmontar falsas verdades que se intentan introducir en la opinión pública.
- Grupo de Psicología
El equipo que ha investigado los aspectos psicológicos de la posverdad, se ha centrado en describir una mirada psicosocial a la posverdad. Y más en concreto, proponer cuáles podrían ser las claves psicológicas y sociales para entender por qué aceptamos y difundimos información falsa.
Los procesos de memoria del pasado y de reelaboración cognitiva de la información que procesamos en nuestra mente están muy condicionados (cuando no determinados) por determinados sentimientos, emociones, afectos y desafectos.
Desde el punto de vista de la investigación psicológica, nuestras visiones del mundo están construidas por la información que nos llega a lo largo de nuestra biografía. Pero esta información no es neutra. Cada vez se tiene más certeza de que los elementos extraintelectuales inciden de forma determinante en la construcción social (en nuestro grupo) de imaginarios que creemos que fundamentan nuestras visiones del mundo.
En una sociedad que fomenta la inseguridad, el miedo y la incertidumbre, la aceptación de tendencias conspiranoicas (desconfianza hacia lo desconocido que aparece como amenaza a la seguridad personal o familiar o grupal) es una tendencia psicológica más fuerte. Y esta colabora a la construcción de posverdades que generan ansiedad y se aceptan. Y más aún: descargan nuestra inseguridad difundiéndolas para buscar aliados protectores.
- Grupo de Economía
El grupo de Economía abordó la problemática de la posverdad desde una perspectiva propia: ¿hasta qué punto determinadas representaciones mentales sobre la economía no se constituyen en posverdades que favorecen los intereses de los grupos bancarios?
Los temas tratados traslucen estas perspectivas: «Posverdad y cultura económica dominante: ¿es el economista neoclásico un sofista desaprensivo?”; «Fake news y economía experimental»; «Fenómenos financieros en la era de la desinformación»; «Prácticas posverdaderas en el préstamo hipotecario, ¿intencionadas?»
- Grupo de Derecho
Desde el punto de vista de las ciencias jurídicas, las diversas aportaciones se elaboraron desde dos contextos diferentes: primero, el contexto de las consecuencias jurídicas y penales de las fake news, las posverdades y sus implicaciones éticas y penales. La libertad de expresión tiene sus límites y traspasar esos límites puede tener consecuencias penales. Y es tarea de los juristas elaborar protocolos que, salvando la libertad de expresión, salvaguarde el derecho de los ciudadanos a saber la verdad. Y por otra parte, algunos de los investigadores de este grupo pusieron el acento las posibles posverdades que pueden fundamentar determinadas disposiciones legales. La filosofía del derecho incluye lo que podría llamarse la ética que fundamenta el desarrollo de las diversas legislaciones que el derecho internacional y las legislaciones de los países y de las instituciones puedan elaborar.
- Grupo de Politología
Las ciencias políticas están también atravesadas por la posverdad. También en este caso hay diversos noveles de implicación. Para algunos de los miembros del grupo, había que poner el acento en los discursos de los políticos. Los ciudadanos acusan a los políticos de mentirosos, de tergiversar la realidad para defender sus propias posturas políticas. De alguna manera, todo el debate filosófico sobre la posverdad se alimenta del discurso de Donald Trump en Estados Unidos. Por otra parte, otros ponentes insisten en las implicaciones éticas y jurídicas de las fake news en el mundo político. Estos títulos son significativos: “Democracia, opinión pública y deliberación en tiempos de posverdad”; “Pluralismo político y posverdad: una revisión del controvertido papel del conocimiento experto en la política democrática”;
“Desinformación electoral: Causas, objetivos y posibles respuestas”;
“La tecnopolítica de la posverdad: cómo las plataformas digitales han
generado un nuevo régimen de visibilidad y verdad.”.
- Grupo de Educación
En grupo de educación dirigió su reflexión en dos direcciones convergentes: por una parte, algunos de los ponentes se fijaron en la responsabilidad de los educadores en formar la actitud ética de los alumnos para la adquisición de competencias educativas que detecten, enjuicien y rechacen las posverdades e intenten un aprendizaje basado en la verdad. En esto se centran las ponencias “El pensamiento como ejercicio del libre pensamiento”, “El aprendizaje cooperativo crítico como instrumento para combatir las
falsas noticias (fake news) en la época de la postverdad”; “Docencia científica, género e interseccionalidad: actitud crítica ante discursos con “efectos de verdad”.
Y, por otra parte, otros ponentes centraron su interés en los aspectos pedagógicos: el educador como paradigma de la construcción social de una visión del mundo coherente con los derechos humanos y el respeto a la dignidad de los seres humanos. Por ejemplo, estas ponencias se centran en esta dimensión: “La voluntad de verdad en una educación digitalizada”; “Pedagogía educativa y recreación didáctica en una era de postverdad”.
- Grupo de Historia
Uno de los campos del saber humano en el que es más evidente la introducción de posverdades es el campo de la Historia. Todos coinciden de que no es fácil interpretar el pasado desde el presente. Nuestro universo mental es diferente y no es fácil “ponerse en el lugar de las culturas e intereses del pasado”.
Los miembros de este grupo de trabajo de este Simposio abordaros las implicaciones de la posverdad en la historia desde diversas perspectivas. En problema de fondo es este: cómo salvar el necesario pluralismo en la interpretación de la historia, tanto de España como del mundo, como la Historia del Arte o la Historia de la ciencia (por ejemplo) y evitar la introducción de posverdades, de fake news, o interpretaciones abiertamente tendenciosas o preñadas de ideologías políticas en el discurso sobre la historia. Los miembros del grupo investigaron sobre cómo intereses no muy limpios han tergiversado muchas veces la interpretación de acontecimientos históricos. Los títulos de las ponencias revelan esta inquietud: “Posverdad y relato histórico”; “Posverdad, occidente e islam; “Posverdad y memoria histórica” “Posverdad y nacionalismo”, “Posverdad y populismo”.
- Grupo de Filosofía
¿Es posible una humanidad sin verdades? ¿es posible en muchos casos separar los hechos de las interpretaciones de los hechos? Es más: ¿cómo entender lo que escribió Nietsche: “no existen hechos, solo interpretaciones”? ¿No se está dando una normalización de la mentira? ¿Es posible diferenciar verdad y veracidad? ¿Existe una hermenéutica de la verdad? ¿Puede existir una ética de la posverdad para salvaguardar algunos derechos?
El campo de la reflexión filosófica es uno de los campos más propicios a la introducción de posverdades, argumentos circulares o tendenciosos que enrarecen la libre discusión de las diversas concepciones del mundo. El tema de la “verdad” tiene aquí una gran importancia.
En este sentido discurrieron las diversas ponencias: “La importancia de la verdad para la ética de la comunicación en la era actual”; “Hermenéutica crítica de la verdad práctica en tiempos de inteligencia artificial y posverdad“; “La racionalidad pragmalingüística de la posverdad: un mundo sin indecibles”; “Problemas hermenéuticos en el fenómeno de posverdad”; “Miénteme que te creo, análisis del origen de la posverdad”.
- Grupo de Comunicación
Si convenimos que la posverdad se identifica con la desinformación deliberada, el grupo de Comunicación ha trabajado sobre el valor de la información en las sociedades democráticas y la posible e inevitable desinformación que llega a los ciudadanos debido a intereses egoístas.
Entre la posverdad y la comunicación, las relaciones ¿son de amor o de odio? No cabe duda de que en nuestras sociedades occidentales la información es una mercancía que hay que vender a través de los medios de comunicación y de las redes sociales. Es más: la información es poder, y quien la posee y la dosifica controla las sociedades.
En un mundo en el que la información es objeto de consumo, el exceso de información (tal como se da en las redes sociales) y su inmediatez hace que los que la reciben no pueden procesarla al ritmo adecuado y se consume con ansiedad sin que pueda haber herramientas críticas.
Aquello que constituye al ser humano y que lo diferencia de otros seres vivos es la posibilidad de comunicación a un nivel profundo que cristaliza en la construcción de un lenguaje articulado. Esta comunicación, no solamente oral, contribuye a la socialización y a la relación de alteridad entre los seres humanos.
Tal vez uno de los problemas nuevos más complejos de digerir es el exceso de información y de comunicación que llega a cada ciudadano. No hay tiempo ni capacidad de digerir, discernir, sistematizar e integrar tanta cantidad de información. Es más: todos percibimos la incapacidad de pasar por la criba de la racionalidad tanto “pasto” intelectual que nos llega por las redes sociales. Y no tenemos tiempo para saber qué es verdad, desinformación espontánea y desinformación deliberada a interesada.
La antropología filosófica muestra que la comunicación a muchos niveles es lo que nos constituye como humanos. En nuestras sociedades se habla de Medios de Comunicación, concepto que hay va siendo sustituido por la construcción social de redes de interacción que contribuyen a lo que empieza a llamar cerebro colectivo. La simbiosis entre humanos y sistemas de procesamiento de información están contribuyendo a la emergencia de la sociedad del conocimiento. En esta sociedad, el conocimiento es patrimonio de toda la humanidad. Y esto supone que la construcción de los saberes se realiza dentro de unos parámetros éticas que contribuyen al bien común de la humanidad dentro de la biosfera. Y todo esto excluye en control de la información por parte de minorías que se benefician de este monopolio en beneficio de sus intereses (generalmente económicos y de poder) personales o de grupo.
Conclusiones
Las nueve ponencias del denso simposio han resultado de gran interés. Reconozcamos que nada es perfecto. Y todo tiene sus posibilidades de mejora. Pero debe quedar claro que no se trataba del final de un proyecto que ha durado ya dos años, sino que aún debe continuar. Por eso, algunos planteamientos han quedado solo en boceto y que el trabajo común en red continúa.
De todas formas, se pueden esbozar algunas críticas de aspectos que en el futuro se pueden modificar. La primera de ellas es la falta de interdisciplinariedad. No ha existido un intento de unificación de saberes y al final se tiene la sensación de haber asistido a muchas ponencias con una orientación multidisciplinar. Cada grupo tenía sus propios estatutos epistemológicos dando la impresión de “cultura del fragmento”. Los mismos organizadores eran conscientes de esta dificultad metodológica.
Otra crítica podría ir orientada hacia la falta de una fundamentación científica a los grupos, problemas y propuestas. Sabemos que una de las grandes dificultades de la construcción social del conocimiento es la dispersión epistemológica. Desde nuestro punto de vista faltó de una fundamentación metodológica científica y epistemológica. Los grupos de trabajo aceptan una escuela de investigación inductivista y realista y no se cuestionan otras perspectivas. Se dan opiniones, pero no es un trabajo científico.
La tercera de las reflexiones críticas que pueden hacerse es esta: entre los nueve grupos de trabajo no existía uno específico de la posverdad en las ciencias de la naturaleza y en las ciencias experimentales. Desde los años 90 existe dentro de la comunidad científica una corriente crítica contra la ciencia, la anticiencia, una actitud crítica contra la ciencia y el método científico. En este punto, la figura de Gerald Holton es paradigmática.
Los anticientíficos, por lo general, objetan al reduccionismo en el que se basa la ciencia y consideran que esta ni es objetiva ni es universal. La anticiencia critica la percepción de poder y la influencia de la ciencia, y se opone a lo que perciben como una arrogante o cerrada actitud mental entre los científicos. La anticiencia se ha utilizado para referirse tanto a la Nueva Era y los movimientos posmodernos asociados con la izquierda política, y los socialmente conservadores movimientos fundamentalistas relacionados con la derecha política.
Evidentemente, estas tres apreciaciones críticas no desdibujan todos los grandes aspectos positivos del Simposio, que muy posiblemente, podrá ser revisado en la página web de la Cátedra Leibniz y en su canal de you tube.
La verdad es lo que coincide con la realidad, ya sea el hecho fenomenológico o la palabra oral o escrita del pensamiento o deseo.
Existen pues verdades objetivas ya que -por citar un ejemplo- numerosos testigos comprobaron que hubo un homicidio que consiste en la supresión de la vida humana. Esta es la realidad que existió y los que lo vieron dijeron que era verdad y por eso fueron veraces
Las matizaciones en cuanto al “hecho del crimen” son interpretaciones secundarias al hecho fundamental de la supresión de la vida.
Por lo tanto, existe la verdad objetiva dentro de nuestra humanidad subjetiva que puede especular, discurrir, interpretar etc. Pero cuando buscamos solamente la “apariencia de la verdad” con la intención específica de engañar entonces no es una mera interpretación del hecho sino una mentira engañosa para deformar la verdad. No se trata de “mas allá de la verdad” o posverdad sino un verdadero engaño o desinformación a pesar de que para algunos esta apariencia de lo real se sitúe en un plano más importante que la misma verdad.
Por eso, este “misnomer” informático cae dentro de la órbita de la justificación del fin,aunque los medios sean malos, porque siempre defraudar es un delito. Los principios ético-morales deben prevalecer sobre el relativismo para evitar el caos que actualmente presenciamos.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
gRACIAS, Santiago. Me acordaba de aquello de Espronceda: nada es verdad ni es mentira todo es según el color del cristal con que se mira..
(OCT2,19)
“La verdad, lo real, el universo, la vida — como queráis llamarlo — se quiebra en facetas innumerables, en vertientes sin cuento, cada una de las cuales da hacia un individuo. Si éste ha sabido ser fiel a su punto de vista, si ha resistido a la eterna seducción de cambiar su retina por otra imaginaria, lo que ve será un aspecto real del mundo.”
(OCT3,251)
“La vida es, esencialmente, un diálogo con el contorno; lo es en sus funciones fisiológicas más sencillas, como en sus funciones psíquicas más sublimes. Vivir es convivir, y el otro que con nosotros convive es el mundo en derredor. No entendemos, pues, un acto vital, cualquiera que él sea, si no lo ponemos en conexión con el contorno hacia el cual se dirige, en función del cual ha nacido. Si creyésemos que los buitres han nacido para vivir en jaulas, su gesto de hercúleos voladores nos parecería superlativo, frenético, absurdo. Y es que, naturalmente, para entender un diálogo hay que interpretar en reciprocidad los dos monólogos que lo componen. El ala del buitre responde al libre espacio de los cielos como la pinza de la hormiga a la cintura del grano cereal. A toda hora cometemos injusticias con nuestros prójimos juzgando mal sus actos, por olvidar que acaso se dirigen a elementos de sus contornos que no existen en el nuestro. Cada ser posee su paisaje propio, en relación con el cual se comporta. Ese paisaje coincide unas veces más, otras menos, con el nuestro.”
Me acordaba de aquello de Espronceda: nada es verdad ni es mentira todo es según el color del cristal con que se mira..
En un momento del presente trabajo se distingue entre “verdad, desinformación espontánea y desinformación deliberada a interesada”.
Per en general, los críticos de la posverdad, consideran todo error cognitivo como doloso, deliberado e interesado. Eso dice mucho de su grado de “conspiraoia, con manía persecutoria”, o quizás también de su sectarismo, que achaca toda idea distinta a las que sostenemos, nosotros como maligna y perversa.
Desgraciadamente para el pensamiento crítico honrado, los errores son mucho mas abundantes que las desinformaciones o mentiras interesadas.
La ilustración y la Modernidad, tienen una excesiva confianza en la razón humana para obtener la comprensión de la realidad: la tan añorada Verdad. La mente humana es muy deficiente.
El psiquiatra Pablo Malo señala que “Hay muchas razones por las que no deberíamos esperar que la evolución garantizara una mente humana racional.
Una de ellas es que la evolución trabaja con el principio “mejor que”, y no con el de maximizar nada o llevarlo a la perfección.
La evolución “diseña” para la ventaja reproductiva de un organismo con respecto al de al lado no para que una característica (ni siquiera la racionalidad), sea óptima.
Por eso la evolución nos ha hecho “tacaños cognitivos” (cognitive misers), unos perezosos mentales, que tomamos la ruta más corta y más cómoda que nos produzca un resultado suficiente.
La psicología tiene muy bien estudiados todos los sesgos de la mente. Nuestro cerebro intenta simplificar la información que recibimos. El problema es que en ocasiones esto puede llevarnos a interpretar la realidad de una forma equivocada, creando lo que se conoce como ‘distorsiones cognitivas’.
Las distorsiones cognitivas suelen llevarnos a confirmar nuestras propias creencias, (muchas de ellas arraigadas en la infancia, o atavismos de una cultura pasada obsoleta), aunque estas estén equivocadas, ya que de alguna manera nos dan una cierta seguridad, que precisamos.
Candela Molina, psicóloga y coordinadora de Cepsim, explica que las distorsiones cognitivas son errores o sesgos en los procesos mentales.
«Esto quiere decir que dan lugar a formas erróneas de interpretar la realidad, no dejando ver el resto de opciones posibles para analizar una situación, no permitiendo analizar los múltiples factores que puede haber, y limitando cómo nos relacionamos con el mundo y con los demás».
Además una de las tendencias –sesgos del ser humano, es que cuando no sabe resolver un problema, o una fuerte contradicción, tiende a borrarlo de su conciencia, (disonancia cognitiva = táctica del avestruz, meter la cabeza debajo de la arena).
Freud ya afirmaba que nuestra mente utiliza esos diversos trucos psicológicos, para “defender el ego”. La percepción y el discernimiento humanos son muy deficientes.
“La mente humana es enormemente activa y CONSTRUIMOS imágenes de la realidad que, aunque tienen una cierta base real, están muy influidas por representaciones previas que están muy incrustadas y no son fáciles de superar”. (Sequeiros)
“El viejo tomismo de “verdad como adecuatio intellectus cum re” es un proyecto ideal que es casi imposible. Todo está mediado por representaciones y esquemas previos. Por eso hay que ser cauto, prudente, y respetuoso con las opiniones de los demás”. (Sequeiros).
Luego evidentemente están las mentiras a conciencia y por interés. En el mundo comercial y la publicidad, es el pan nuestro de cada día. Sin embargo me atrevo a decir, que en el mundo de la política, a nivel intelectual es mucho mas escasa, pues estoy convencido de que cada uno tiene sus propias convicciones.
Otro tema es la política electoral. Pero aquel que se queja de las promesas electorales incumplidas, tiene bien merecido que le engañen.
(Nunca me he sentido mas imbécil, a posteriori, cuando me escuché preguntar al frutero, si esa sandía estaba buena: ¡qué me iba a decir!. Salió buena, pero si hubiese salido mala, me lo merecía por gilipollas).
En resumen: A mí los resultados de este Simposio, me parecen muy bien, con solo dos condiciones:
La primera, sustituir en todo el trabajo, las palabras Posverdad y Mentira, por la palabra Error cognitivo.
Y la segunda la sustitución de la palabra Verdad, por “acercamiento personal y subjetivo a la “Verdad”.
Seguro que seguirá…
Pero ¿Por qué llamar postverdad a lo que es simplemente mentira?
La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero.
Tramp nunca reconocerá que miente. Ni la gran mayoria de los políticos. Ni los historiadores, no los filósofos (ni los teólogos). Acomodan sus propuestas a su propia concepción del mundo, y las presentan como VERDADES…
Solemos considerar las fakes news simplemente como mentiras, pero este debate muestra la complejidad psicológica y filosófica del tema.
Hay noticias que se sabe que son falsas y se presentan para engañar. Por ejemplo las que salen a veces diciendo que un negro en España ha hecho tal fechoría. Y es una imagen sacada de Brasil. Quien las propaga no tiene en su código ético la palabra “mentira” sino que “todo vale” con tal de hacer creer a otro una realidad..
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