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Celibato, mujer, ministerio eclesial

Pues sí: de repente se ha convertido en noticia en todos los medios: lo reclaman en Alemania, lo piden en Cataluña, lo exigen en San Sebastián y en no sé cuánto sínodos: acabar con el celibato ministerial y ordenar mujeres. Hasta el diario La Vanguardia, que nunca toca temas eclesiásticos en su breve editorial de primera página, le dedica unas reflexiones del director que buscan ser serenas y razonables.

Quizá pues valga la pena reflexionar un poco, distinguiendo el qué y el cuándo.

1.- Los contenidos

Quiero comenzar proclamando que siento un gran respeto hacia el celibato por el Reino. Pero reconociendo que no se identifica sin más con el celibato por el ministerio eclesial. En este otro campo creo que el verdadero problema reside en el derecho de las comunidades a la eucaristía.  Un derecho que no puede quedar supeditado al deseo de la autoridad eclesiástica por imponer determinadas normas al ministerio. Todo otro tipo de argumentación de que el celibato rompe la fraternidad o ataca la libertad, me pregunto si no debería pasar antes por la consulta del señor Freud.

Por lo que toca al ministerio de la mujer escribí otra vez que, desde mis limitados conocimientos bíblicos, no veo objeción. La Iglesia debe preguntarse qué es lo que Jesús haría hoy y no solo qué es lo que hizo entonces. Y a la entrada del Vaticano, en vez del texto ese de “tú eres Pedro…” quedaría mucho mejor otro texto, también de san Mateo: “ay de vosotros que quebrantáis la voluntad de Dios, por acogeros a venerables tradiciones de vuestros mayores”. Esas palabras las necesitamos hoy mucho más.

Pero añado que no se trata de mujeres sacerdotisas, como dicen algunas. Sacerdotes en la Iglesia no lo son ni ellos ni ellas, sino solo Jesucristo y el “pueblo sacerdotal”: ese es el lenguaje del Nuevo Testamento. Ese falso título sacerdotal está en la raíz de la plaga clerical tan denostada por Francisco.

Se trata pues del acceso de la mujer no al sacerdocio sino al ministerio eclesial (llámese presbiterado, cura de almas u otro nombre mejor). Incluso es probable que la supresión del término “sacerdote” (sustituido por el de “pastor” que tampoco sé si hoy es el más apto) fue algo que pudo facilitar el acceso de la mujer al ministerio en las iglesias de la Reforma. En el escaso contacto tenido con dos o tres pastoras protestantes alemanas, he creído percibir hasta qué punto la mujer (cuando está de buenas) es capaz de crear comunión[1]. Y, en fin de cuentas, de eso se trata tanto en la presidencia de la eucaristía como en la presidencia de la comunidad: de crear comunión.

Me parece además que la actitud de algunas feministas norteamericanas de no ir a comulgar mientras diga la misa un varón, daña la misma causa que quieren defender porque pone el interés propio (por legítimo que sea) por delante de algo tan serio como la eucaristía.  Se parece a la actitud que he visto por aquí de algunas pocas gentes que, si no les dan la comunión en la boca, se marchan sin comulgar…

Dicho lo cual, debo añadir también que no entiendo de ningún modo cómo Juan Pablo II y Benedicto XVI podían estar tan seguros de que el acceso de la mujer al ministerio es “contrario a la voluntad de Dios”. La voluntad de Dios es algo intrínsecamente comunitario (o a buscar comunitariamente). Y ambos papas debieron recordar cómo Pío IX proclamaba que era “contrario a la voluntad de Dios” que él renunciase a los estados pontificios[2]; que era contrario a la voluntad de Dios que el papa se reconciliase con el mundo moderno[3] (con lo que Juan XXIII y el Vaticano II quebrantaron gravemente la voluntad de Dios); cómo Gregorio XVI proclamó en 1832 que era contrario a la voluntad de Dios que Polonia resistiese a la invasión rusa (una resistencia en la que participaban clero y obispos)… Y cómo en la Iglesia primitiva hubo quien proclamó que era contrario a la voluntad de Dios y que rompía la comunión eclesial la supresión de la circuncisión. Hoy todas aquellas demandas nos parecen elementales y no nos crean problema. Pero entonces sus detractores las vivían como algo tan serio e inaudito como viven hoy el ministerio femenino sus detractores.

¡Por favor pues! La voluntad de Dios y la comunión eclesial son algo demasiado serio como para que las identifiquemos sin más con mi posición personal. Son algo que hay que buscar entre todos.

Y acabo con dos frases de K. Rahner escritas hace ¡50 años!: “si la Iglesia no puede encontrar un número suficiente de dirigentes de la comunidad sin renunciar al celibato, entonces es evidente que ha de renunciar a esa obligación de celibato”. Y sobre la ordenación de la mujer: “fundamentalmente no veo ningún motivo para contestar negativamente a esa pregunta[4].

 

2.- El momento

Si lo anterior afecta al contenido de esas demandas, permítase también una palabra sobre su oportunidad. ¿Es este el momento de reivindicarlas y reclamarlas con urgencia, cuando llevan tiempo esperando? ¿No puede eso crearle una dificultad sobreañadida a las reformas de Francisco y convertirse en un factor que refuerce la inaudita oposición y el solapado trabajo contra él, de toda la derecha eclesial y norteamericana?

Me sugiere esta pregunta la dolorosa experiencia vivida de joven con el Chile de Allende. El “pinochetazo” fue obra de EEUU; pero se vio facilitado por la impaciencia y la inmadurez de aquel MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), empeñados en pedir la luna cuando era de día y el sol cuando era de noche; y que le creó a Allende más problemas de los que ya tenía. Hay también un fundamentalismo de izquierdas que se niega a aprender estas lecciones.

“Acabar con el hambre también es cosa de la sinodalidad” decía alguien estos días por las ventanas de religión Digital. En La Cañada Real llevan un año sin luz. Contribuir a que eso se arregle es también tarea de la Iglesia (aunque más indirecta) y es más urgente que el que una mujer presida la eucaristía. Jesús parece que distinguía muy bien entre cosas que no pueden esperar, ni aunque sea sábado (como la salud de aquella mujer en Lc 13) y otras que podían esperar aunque a los Apóstoles les impacientasen más.

¿Significa eso que hay que aparcar aquellas otras demandas? ¡Ni mucho menos! Significa solo que no hay que exigirlas para hoy, pero que se puede seguir trabajando en su estudio, su explicación y su difusión, para que se conviertan en auténtico “sensus fidelium”: de todos los fieles y no solo de la porción más consciente de ellos. ¿Cuántos de esos obispos que creen saber tan bien dónde está la comunión eclesial, conocen las frases de K. Rahner antes citadas? Quiero decir que estamos en la hora de la pedagogía más que en la hora de la confrontación. Leer en la prensa que se le va a decir al papa que la mujer necesita más poder en la Iglesia (prescindiendo de la palabra poder que no me gusta nada), habría estado muy bien en tiempos de Wojtila o de Ratzinger. Pero precisamente hoy, cuando este papa va dando pasos en esa dirección, parece más propio de esas izquierdas burguesas que solo hablan cuando no corren ningún peligro.

Y es importante conocer los tiempos. Por razones éticas y por razones tácticas. Como en el tenis: a veces para conseguir el punto es necesario alargar más el juego: porque si das     precipitadamente el golpe ganador, lo más probable es que pierdas el punto.

Por eso quiero terminar con una anécdota del gran liturgista J. A. Jungman, padre en buena parte de la Constitución del Vaticano II sobre la liturgia. Nos daba una charla en Innsbruck hacia 1964. Constataba que la Constitución no iba a aplicarse al ritmo que él esperaba. Y añadió cuatro palabritas que se me quedaron grabadas: “das Tempo der Kirche…”: el ritmo de la Iglesia no es el nuestro. Y esto hay que saber aceptarlo para ser universales.

[1] Cuando está de malas, mejor dejarlo ahora…

[2] En 1860, en la encíclica Nullis certe verbis, donde aprovecha para tratar de “sacrílegos” a todos los opuestos al poder temporal de Roma.

[3] Última proposición del Syllabus, de 1864.

[4] pp. 156-57 y 161 de Cambio estructural en la Iglesia. Se trata de unas charlas tenidas ante el Sínodo de la iglesia alemana.

 

39 comentarios

  • carmen

    Ay, querido Santiago. No he dicho que el Sentimiento de Amor sea una abstracción. Ni ese sentimiento ni ninguno. Pero si me muevo por sentimiento, entendido por lo que se siente. Pero si eso ha sido básicamente el problema gordo en mi vida. No. Digo que el Concepto, repito, el concepto de Amor es una abstracción.

    Claro que conozco casos de perder la vida por amor. La vida física e incluso la química. Mire, no sé ahora porque todo es más seguro, pero hasta hace pocas décadas, cuando una mujer se quedaba embarazada sabía que podía perder la vida al nacer su hijo. Recuerdo que cuando me enteré de mi primer embarazo, año 80, cuando pasaron unos días pensé, a ver cómo salgo de esta. Imagínese lo que tuvo que ser en los siglos anteriores. Y solamente te preocupa que el bebé salga sano. Ya lo creo que todas las mujeres entendemos lo que es dar la vida por amor, aunque no la hayas tenido que dar

    Lo único que digo es que esa muerte, si es por mí no me compensa. No entiendo la barbarie. No la quiero entender. No acepto que sea por mí. Por otras personas, no sé. Pero me voy derechita al infierno si con eso pudiese cambiar la forma de muerte de Jesús. Entiendo que no lo entienda . Pero no crea que por ello no respete al personaje que ha llegado hasta mí, a través de mi cultura, de Jesús de Nazaret. No lo crea. No es cierto. Posiblemente mucha gente lo adore como Dios, pero mi sentimiento es de admiración. Si es cierto lo que nos cuentan , milagros aparte, resurrección y tal, creo que es un hombre de esos grandes que ha dado la historia. Pero no.  Por favor. Por mí, no.No lo puedo resistir.

    Y eso es todo. Tiene toda la razón. La vida vuela. Vivámosla lo mejor posible. Con paz. Y cada uno de nosotros, de nosotras, sabrá qué le proporciona paz. Es que soy en el fondo una romántica, pienso como Rousseau, creo que se escribe así, pienso que el ser humano es bueno por naturaleza. Y luego se complican las cosas. Nos defendemos. No sé quién dijo algo así como que el hombre nace libre y luego las cadenas lo atan por todas partes. Vale, pues toda mi vida ha ido de intentar romper cadenas. Y una cadena que me costó aaaaaños romper fue el pensar: vale, pero por mí no. Muy agradecida, pero no acepto ese sacrificio. No sé si me explico. Y es que, ya le digo, no tengo solución.

    Estoy segura de que le espera una vida eterna a su modo y manera. Y la vivirá plenamente feliz.

    Un abrazo.

     

    • Santiago

      Gracias..Creo que todos estamos llamados a la vida eterna..El amor reside en el espíritu humano y es incorruptible,  y además es trascendente, …luego ha de sobrevivir la tumba fría. Como dice Pablo es lo único que permanecerá para siempre, y en el viviremos todos los que quisimos ceder ante las exigencias del don de la caridad.

      Un saludo cordial

  • oscar varela

    Humberto Maturana y la Matríztica | La Belleza de Pensar

  • carmen

    Pero Santiago, si no rechazo nada. Únicamente que no acepto semejante disparate de esa muerte , por Amor, dios santo. Por Amor…

    No, no. El amor es otra cosa. Ya le digo, no sé lo que es, pero sé lo que no puede ser. También es posible que mi idea del Amor no sea como la suya. Es que, es lo que sucede con los conceptos abstractos. Recuerdo que en una de las primeras clases de historia de la educación, en la facultad de ciencias de la educación, antes llamada pedagogía, pues va el profesor, un señor fantástico, se atrancaba un poco al empezar a hablar, pero luego se le olvidaba que tenía esa dificultad y, no vea. Una maravilla de señor. Licenciado en derecho. Había sido delegado o no sé qué de educación, pero dejó la política y se dedicó a la universidad. Por aquel entonces era el decano. Pues va y hablando de la cultura escrita dice: una persona que sabe escribir tiene un concepto diferente de las cosas. Por ejemplo, un perro. Los que son capaces de leer y escribir tienen un concepto de perro como una idea, mientras que los que no, solamente son capaces de ver perros. No le cuento la que se lió. Qué risa y qué risa. Pero en el fondo tiene razón. Hay conceptos tan abstractos que cada uno entiende una cosa diferente. El Amor, El Bien. El Mal. La Amistad. Dios. La Belleza… Y quién se pone de acuerdo? Pues quienes aceptan las definiciones de la RAE. En España, claro. Pero, quienes ha elaborado esas definiciones? Son válidas para todos? Ese , para mí, es el problema del lenguaje al que me refiero.

    Pues eso es lo que me sucede. Entiendo perfectamente lo que dice, le prometo que le envidio por pensar así. Lo siento por mí. Mi cabeza no me lo permite. Veo de locos lo del sacrificio de la cruz. Que es justo la base del catolicismo.

    La felicidad, por ejemplo. Qué es la felicidad? Pues lo único que sé es que va a saltitos. Es una variable discreta. Usted dice que esa felicidad absoluta se alcanza gracias a la redención. Pues tendrá usted razón, pero a ese precio no la quiero. Porque no me fío un pelo de alguien o algo que ideó ese plan.

    Y eso es lo que sucede , bajo mi criterio que tampoco es una cosa a tener muy en cuenta,eso es lo que sucede con el abandono del cristianismo. La gente valora a Jesús, pero vamos, sin duda. Mientras que su padre nos produce escalofríos.últimamente hay una tendencia muy fuerte que ha abandonado el transmitir esa sensación de culpa y la ha sustituido por Dios es Amor. Sé lo que digo. Tengo prácticamente 70 años. He oído muchas cosas y eso de Dios Amor no tiene más de treinta o cuarenta años.antes era el triángulo del ojo. Pero claro. Ahora sabemos todos leer, En España digo, en Europa supongo que también. Y entonces todos tenemos nuestros conceptos abstractos. Y no tienen por qué coincidir . Y cuando nos dicen que Dios es Amor, nos pasmamos. Por favor. No me quieras así. Así no. El Amor es otra historia.

    Va entendiendo por dónde voy?

    Por eso me gusta ese paradigma nuevo, bueno, nuevo es un decir, nuevo para el cristianismo, que dice que de Dios no sabemos, pero de personas , sí. Somos una especie. Ayudèmosnos. Que en realidad si despojamos a Jesús de Nazaret de su divinidad, es justo lo que dijo. Me encanta. Actualizado a los tiempos que corren, claro.

    El precio que pagamos por eso es que se pierde la certeza de la vida eterna. Y no es fácil. Bueno, tengo suerte. A mí la eternidad me da terror . Qué sucede entonces después de la muerte? Pues lo más acertado que he leído ha sido en un libro de Virginia wolf: volveremos al lugar de donde procedemos. Que, por supuesto ni idea de cuál es o de cómo es. Las respuestas, después de la muerte. Desde luego es lo que le digo a mi nieta que ya tiene seis Añicos y medio y ya empieza a plantearse cosas.

    Y todo esto viene de la capacidad de reflexión, de los libros leídos, de las conversaciones sobre conceptos abstractos que hemos desarrollado. Porque mi profesor tenía razón, aunque el ejemplo le salió fatal. Y eso es lo que la iglesia católica no ha entendido. Hemos aprendido a pensar. Quizás no hayamos leído a todos los teólogos que en el mundo han sido, pero somos capaces de pensar. Bien? Mal? Volvemos a conceptos abstractos. Por eso creo que Salvador Santos tiene razón cuando dice que, vale, vale, pero lo importante es lo que haces en tu círculo pequeño.

    Pues eso.

    Espero que no me llamen la atención. Sabe? Voy a abrir un blog, sin admitir comentarios, dedicado a mis antiguos alumnos, por si acaso les apetece leer algo. Recordaré cosas, muchísimas son tronchantes. Y diré todo lo que pienso que no pude decir.  Ahora puedo. Ya no trabajo para la Iglesia. Menuda contradicción viví en ese aspecto. A lo mejor les sirve de algo. No sé. Ya le contaré.

    Buen día.

    • Santiago

      Claro.. no rechaza nada..sino que “no acepta”…Uno también es libre físicamente de “no aceptar”…Sin embargo, “muchos” -y “no pocos” – entenderán lo que es la libertad verdadera y que no sólo es posible -sino digno de alabanza- aquél que “por amor” puede “dar la vida por los demás”,es decir,  por otras personas por las que sentimos amor y compasión ¿No existen esos seres humanos capaces de vencer el miedo a la muerte y sacar  al que está ya envuelto en las llamas de una casa incendiada? ¿Y los que arriesgan su vida por rescatar a los que se van a ahogar?  Porque no existe prueba de amor más grande que el dar la vida por los demás ya que el don humano  más preciado es el de la existencia.

      En esto, no podremos negar -al menos en abstracto- que el voluntario sacrificio de aceptar la Cruz fue la mayor prueba de amor que Jesús pudo ofrecernos, a nosotros, seres imperfectos y llenos de miseria, sometidos a la esclavitud del mal que nos persigue por doquier.

      Por eso, el sentimiento de amor NO es pura abstracción ya que en “concreto” tenemos de hecho la capacidad de amar y TODOS sabemos en “la práctica” lo que es amor que se contrapone al odio, porque el amor construye pero el odio destruye. Ahí NO existe abstracción alguna..Podremos “no aceptar” la divinidad de Jesús y negarla rotundamente a pesar de Su extraordinaria vida y obra,…. pero tendremos que reconocer su intensa humanidad capaz de “amar hasta el extremo” Que hasta esol neguemos, por supuesto, podemos..porque podemos también negar que existe la luz del sol, si nos empeñamos en este relativismo que se intenta colar hoy por el mundo, absurdamente.

      No soslayemos nada…no esperemos la muerte como la solución a nuestros interrogantes..allí todo va a ser definitivo..aquí todavía podemos merecer..no neguemos nuestra propia realidad que es ésta que estamos viviendo y no otra..aprovechemos el don recibido que se nos dio temporalmente..pues la vida terrestre es efímera y nos está pasando vertiginosamente -UN año no es nada ya para mi- porque ya no puedo ni contar los días de lo aprisa que pasan . Impensable en mi juventud...

        “Apertrechémonos con las armas de la Luz, y dejemos atrás las tinieblas”…El tiempo es corto…pero Jesús es el único que puede iluminarnos el tortuoso camino de la vida y ayudarnos a sortear las espinas…porque El Señor socorre a los que van a caer y desea su eterna salvación…según leemos en la Escritura.

      Un saludo cordial

      Santiago Hernández

  • GIORDANO BRUNO

    La verdad es, que con estos calores es muy dificil escribir, y más soportable leer. Por eso, sobre todo las cosas que tanto CARMEN como  ANA. habéis soltado, tan gustosamente dedicadas a vuestros antagonistas, yo me lo he pasado pipa. Creo que las dos habéis rayado a una altura inconmensurable. Mujer, mujer. mujer. No es MIEDO¡¡¡¡¡¡¡ES PÂNICO!!!!!. lo que os tienen. Un muy cordial abrazo.

  • Carmen,

    Hace muchos años, en Taizé, un congoleño enorme me dijo: “Desengáñate Antonio, el amor no existe. Sólo existen la pruebas de amor”. Quizás así lo entiendas.

    Y te diré una cosa que defiende cierta teóloga feminista (Uta Ranke-Heineman), declarada hereje, en su librito (delicioso) “No y Amen”: “Si la doctrina trata de convencerte de algo que insulte a tu inteligencia (regalo de un Dios Amor), no lo creas. Es mentira”

    Dios es Amor y nosotros somos sus pruebas de amor. Dios es creador porque necesita crear por amor y si la Iglesia y su doctrina no están a la altura, es problema de ell@s.

    Que no se te gaste la voz Carmen. Algunas cosas hay que decirlas y tú ves más allá.

  • Carmen.

    Por supuesto que nos tienen miedo. Por supuesto. Qué si no?

    El conformismo no está únicamente relacionado cuando se escribe la palabra mujer. El conformismo va mucho más allá y eso es lo que nos ha llevado a la mujer a callar. Pero no hay que saltar únicamente cuando se nombra a la mujer. En absoluto. Se nos acusará de ir de parte. Es una mala estrategia, bajo mi punto de vista. Hay que demostrar que somos capaces de enfrentarnos al mismo Dios si hace falta. Demostrar que somos capaces de cualquier cosa. Y, entonces, empezarán a respetarnos. Ya lo están haciendo. Somos imparables. Lo sabemos y los varones lo saben también. Y muchos, muchos están encantados. Porque saben de nuestra valía. Por favor, todo el mundo ha tenido una madre en su casa. Bueno, casi todos.

    Pero cuidado. Hay que demostrar las cosas. Y no únicamente cuando sale la palabra mujer o feminismo. Porque el movimiento se demuestra andando.

     

  • carmen

    Entonces entiendo perfectamente que usted y muchos digan que Dios es Amor. Para mí el Amor es otra cosa. Estoy en las mismas, no sé qué es exactamente, pero si va de la mano del sufrimiento, de la humillación y de todo lo que le dije ayer, pues entonces no le veo la gracia.

    Sabe qué pienso? Que todo es un problema de lenguaje. Un problema semántico. Y ya cuando queda plasmado en lenguaje escrito, con lo que conlleva de sacralidad  un texto escrito,  eso coge una fuerza que es muy muy difícil de anular .Y además hay que añadir a todo esto a los gurús que todos hemos deificado en nuestra cabeza. Y no lo digo por Jesús de Nazaret. No escribió una sola letra, salvo algunos garabatos en la arena. Creo recordar que fue cuando la mujer adúltera. Salvajes. Eso es lo que son , unos salvajes. Pero era la ley escrita. Entiende por dónde voy? En los últimos ejercicios de esos de Ignacio de Loyola a los que asistí, madre mía, eso es para escribir un libro. Pues va el jesuita y dice: y Jesús, un hombre bueno que todo lo perdona, o algo así, perdonó a la prossssstituta. Mire, me entró una ira… adúllltera dije en voz todo lo alta que pude sin llegar al grito. Y ya…  le sentó como un tiro , porque claro, ya hubo quien dijo , y el adúltero? No vea cómo entiendo a mí Jesús imaginario. Menuda irá tuvo que sentir. Entiendo perfectamente que ni levantase la vista y dijese, el que esté libre de pecado… Y cómo se ha interpretado eso? Yo lo interpreto como. Y el adúltero?

    Quiero decir con esto que si cuatro o cinco personas, o tres, o dos, con ideas preconcebidas absolutamente opuestas, se sentasen a hablar en un sitio acogedor, sin límite de tiempo y olvidándose de sus pre- juicios , porque los prejuicios son impuestos, estoy segura de que llegarían a la misma conclusión. De Dios nada sabemos. Y cambiarían la palabra Dios porque es ‘ fuente de malentendidos’ y se llegaría al acuerdo de que lo importante es ayudarnos a vivir mejor entre nosotros. Y, posiblemente, IT se haría presente. Y daría fuerza para combatir eso que nos destroza a los seres humanos. Nos tendríamos los unos a los otros.

    Pero no. Seguimos aferrados a las palabras, a los dogmas. Bueno, algunos. Otros, otras , porque ya nosotras pensamos, ya le hemos perdido el respeto a la letra escrita. Se puede escribir cualquier cosa. Y, por supuesto, los gurús de hace quince, diez, cinco, un siglo, o sea, no sé cómo decirle.

    Eso es lo que trata de hacer esa corriente del modelo no teísta, que por cierto, es de todo menos idea nueva, pero le diré lo que va a pasar dentro de la iglesia oficial: que su nombre sea anatema. Que se borren todos sus nombres . Y así desaparecerá de la historia. Tal cual hacían los faraones.

    Pero desaparecerá de la historia de la iglesia católica. Hay otras historias.

    En fin. Tengo la absoluta certeza de que si usted , ortodoxo donde los haya, y el desastre universal de mi persona, representantes de dos tendencias antagónicas, tengo la certeza de que llegaríamos a las mismas conclusiónes. Una de ellas sería, no sabemos lo que es Dios. Ergo todos los montajes que se han construido a su alrededor no son válidos. Lo fueron, pero ya no.

    Y ese es el problema de la iglesia católica en España. En su país, ni idea. Pero lo será. Porque nuestra concepción del mundo ha cambiado. Y se sigue hablando igual que en los años sesenta. Dios mío. Pero si estamos en otra historia ya… pero hay tantiiiiiiiiisimos intereses, que no es posible un cambio.

    Gracias por escuchar.

     

    • Santiago

      Una cosa es Dios Amor como la esencia de Dios que va ligada a Su nombre y otra cosa, por supuesto, es el amor “per se”…No se trata de semántica sino lo que es objetivo..ahí está el Cosmos evolutivo y lleno de procesos inteligentes que ha sido incapaz de “pensarse a sí mismo” sino que necesitó de una fuerza infinita para venir a la existencia y además encierra seres inteligentes que han sido programados extrínsecamente e inteligentemente  -no accidentalmente- en un mundo que es una improbabilidad suma, lleno de misterios como la vida misma, y que está sostenido en el “vacío” en un equilibrio inestable inexplicable.

      Solamente un motor poderoso como es la fuerza del que ama pudo empezar la cadena que condujo a la Creación cósmica y la vida que se encuentra en ella. En el Ser infinita mente perfecto no había para más..No necesitaba Dios crear nada de la nada porque NADA necesitaba. Ha sido algo profundamente poderoso el que impulsó a la divinidad a crear y a crearnos “semejantes a El”..Cabe pues un desborde del Amor divino ya que TODO fue hecho por Amor perfecto..

      Es ese Amor perfecto el que buscamos los humanos..Amor perfecto en la felicidad perfecta..Pero es que nuestros deseos “infinitos” de felicidad en el amor perfectísimo no corresponden a nuestra realidad existencial del momento presente. Nuestro amor es imperfecto y siempre hay algo que nos impide llegar aquí abajo a la perfecta felicidad que tanto ansiamos...Por tanto, esto solo se realizará en el y por el Amor perfecto que solamente existe en Dios..Sólo en la vida eterna, que es la promesa de Cristo, sólo los que amaron de verdad a Dios realizando y buscando el Bien podrán encontrar esa promesa de amor a la que TODOS estamos llamados..Todos podemos porque todos, sin exclusión,  recibimos la gracia suficiente para poder llegar a esa vida verdadera..todos podemos realizar el bien, y dejar atrás el mal..Es una decisión, una opción fundamental..Todo se encuentra en la voluntad que la gracia sostiene y ayuda siempre que nosotros NO la rechacemos.

      Un saludo cordial

      Santiago Hernández

    • ana rodrigo

      Es un artículo, indirectamente, como respuesta al que publicó atrio y a nuestros comentarios sobre la igualdad de hombres y mujeres

      Paciencia, paciencia…, hasta el infinito, que es lo que hemos practicado las mujeres a lo largo de toda la historia, y, en la Iglesia, llevamos dos mil años cargadas de paciencia.

      Tradicionalmente la paciencia se ha vivido como conformismo, como inacción; yo no pido que el Papa llene todas las parroquias de mujeres celebrando misa, pero mi paciencia es activa (que conste que yo no quiero ser sacerdotisa y menos clériga) porque creo que hay que expresar que ya va siendo hora de que se nos trate como iguales a los hombres, como seres humanos y, de paso, cumpliríamos la Declaración universal de los DDHH en su artículo 2: ” Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en es Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, etc”. Dejemos tranquilos en su tumba a Aristóteles y a Platón y a todo el machismo de la historia. Hagamos historia hoy.

      Ayer en el zoom que tuvimos sobre iviva, Cristina Inogés-Sanz. de la comisión metodológica del Sínodo, a mi pregunta sobre cuál era el problema que la Iglesia tenía con las mujeres en pleno siglo XXI, me contestó que nos tenía miedo (cosa que quise yo decir y no me atreví) porque no nos conocen, no hablan con nosotras porque nos tienen miedo y nos tienen miedo porque no nos conocen, y así sigue el circulo vicioso. Menos mal que una mujer que piensa así esté en una comisión del Sínodo.

      Mucho ánimo y nada de conformismo.

  • Román Díaz Ayala

    Leo de Santiago Hernández:

    “Mi teología  no es eclesiástica,  sino bíblica, mayormente “neo-testamentaria”.

    Agradezco ese esfuerzo tuyo y tu constancia al igual que me consta las dificultades crecientes de comprensión por quienes  hemos o estamos siendo influidos por  planteamientos teológicos  de la Reforma

    • Santiago

      Gracias a ti por mantenerte por aquí y leerme. La fe, la esperanza  y la caridad van de la mano, aunque como dice Pablo la mayor es la caridad. Esta nos guía “mas cierto que la luz del mediodía”!, que nada le falta al que ama en Jesucristo porque al final encontraremos la Verdad que solamente se encuentra en El.

      El cristianismo no es más que la adhesión a la Persona que es el compendio de todo bien y “que nos bendijo con toda bendición espiritual en los cielos en Cristo según nos escogió en El antes de la fundación del mundo para ser santos e inmaculados en Su presencia”

      Un saludo cordial

      Santiago Hermández

  • carmen

    Con su permiso, señor Faus , por invadir su espacio con mis tonterías.

    No sé qué es el amor. No lo sé tampoco. Es curioso, cuanto más pienso en un tema, más incertidumbres me atacan. Es muy curioso.

    Bueno, pues hay una especie de poema o algo así que viene a decir: si fueses mía, te metería en una jaula y te quedarías conmigo. Pero eres libre. Vuela.

    Pues esto refleja un poco mi idea , mi intuición, acerca de lo que pueda ser el Amor. Entenderá por qué la idea de Dios Amor no va conmigo. Porque lo que no se vale es decir: tú, vuela, vuela, verás que risa cuando te entre el sentimiento de culpabilidad, desagradecida, yo, todo un Dios que morí por ti. Entiende?

    Sorry por molestar. Ya sé que la ausencia de reflexión profunda no va con este blog. Me tendré que hacer con algún correo que otro. Ya tengo varios.

    Sorry otra vez.

  • carmen

    Hola Santiago.

    Sé que a usted no le molesta , creo, que me dirija a usted. A otros si, espero no restar demasiadas intervenciones debido a mí participación, pero es que dice cosas que me fascinan, porque es la pura esencia del catolicismo, que no del cristianismo. No me podía imaginar que hubiese tantísimos grupos cristianos diferentes. Es que encuentro el tema fascinante. Sigo leyendo aunque no diga nada. Y ayer ya me moría, mis neuronas volvieron al modo ramillete. Leí: yo no soy católico, pero tengo un Papa. Madre mía. A lo mejor quiso decir tengo un papá. Porque de otra forma…

    Pues estuve hablando con un señor que escribió un artículo fantástico sobre Dios Amor. La pregunté qué es el Amor. Muy cariñoso, no le importa tampoco hablar conmigo. Me dijo cosas interesantes. Es que, claro, somos del mismo gremio y eso nos hace enfocar las cosas en general, las ideas y tal, desde una óptica parecida. Hay personas interesantes en Atrio, ya lo creo que las hay. Y no por el hecho de que piensen como mi persona, nada que ver, sino porque, pues porque sí, porque me resultan interesantes. Con otras me aburro un montonazo. Pero ni se me ocurre decir bajo mano si esta persona entra a comentar, olvídame. Maneras de ser.

    Bueno, pues a lo que voy. De verdad, de verdad, hacia falta eso que usted llama prueba de Amor? Qué es el Amor para usted? Se demuestra el amor con el sufrimiento? El sufrimiento y el amor van de la mano? La adoración personal va unida al amor? Hay que adorar al ser que se ama? El Amor es servidumbre ?

    Es que creo que cuando dicen ustedes que Dios es Amor, estamos un poco en las mismas. Porque está claro que como expresé en una ocasión, el día que se entienda a Dios, eso día dejará de serlo. Pero no registré la tontería. Claro, no soy Jung, no creo que el quid de la cuestión esté en la madurez. Yo creo que él tampoco. Solamente hay que leer su autobiografía , dictada a un amigo, para darte cuenta del jaleo enorme que tenía en su cabeza. Como todo aquel que intenta entender. Además, uf, menuda infancia. A él sí que lo marcó su iglesia.

    Así que le pregunto, qué es el Amor? El Amor produce desasosiego? Dolor? Desgarro emocional? No sé. Pregunto. Ante el Amor hay que hincarse de rodillas? Pues para mí, el Amor es algo , que tampoco sé lo que es, pero a la fuerza tiene que ser liberador. Si alguien diese la misma vida por mí de esa manera, en la cruz, no sé cómo decirle, me horrorizaria. Por eso no acepto de ninguna de las maneras que Dios nos quiso tanto que se inmoló en sacrificio cuasi ritual en el monte calavera. Por favor, por mí no. Así que me iré al infierno de cabeza. No sabe la de amigos que tengo allí. Y al calor, le aseguro que estoy acostumbrada.

    Buen día. Me apetecía decírselo. A ver ahora sí se borra mágicamente el comentario. Pero yo , yo ya lo he escrito.

    Buena suerte.

    • Santiago

      Por supuesto que no me molesta..¿Por qué ha de molestarme? Claro que el amor implica sufrimiento…éste de aquì abajo..imperfecto porque nunca podemos amar totalmente sin lograr el bien completo de lo que amamos..siempre hay algo que se nos escapa..sufrimos por lo que sufren los que queremos…por una humanidad doliente…por los que han perdido toda esperanza etc etc

      Jesús no se inmoló voluntariamente solamente por una persona..sino por TODOS, por “la muchedumbre”..No es algo que se pudo rechazar..no importa que creamos  o no..Porque El si cree en nosotros y nos da la gracia actual y la final para que tengamos esperanza.

      Desde la agonía, narra el P Ubillos, vió Jesús moribundo “todas las torpezas, todos los juramentos, todos los asesinatos, los parricidios, los fratricidios, los matricidios, las injusticias, y las opresiones, todos los hurtos y las rapiñas, toda la sangre derramada, todas las lágrimas vertidas, todas las inocencias violadas, todos los pecados consumados, los vio allí el Señor con presentísima clarividencia y los presenció con inmediata intuición..allí vio y lloro tus pecados y los seres pecados de TODOS los seres humanos, desde el primero hasta el postrer pecado al final de los tiempos”

      Y narra Lucas que “El arrancándose de los discípulos en el Huerto…Y en agonía ..se hizo Su sudor como grumos de de sangre que caían hasta el suelo” 

      Por eso, el amor es sufrimiento por los que amamos…Pero no se baja al infierno cuando amamos.

      Un saludo cordial

      Santiago Hernández

  • carmen

    Anda. Tampoco hay que exagerar. No ha querido molestar, es que estamos todos muy sensibles con el calor y … No creo que haya que tomárselo así. No sé.

    Sé que mi participación no es deseada. Siento haber intervenido. Ha sido sin querer. Pero no lo voy a dejar solo. Tampoco ha dicho nada del otro mundo. Si hubiesen conocido a mí abuela Amalia …a las malas no podía nadie con ella. Te miraba y uffff. Hasta mi padre, su hijo , intentaba no entrar a discutir…era fantástico el duelo entre mi madre y su suegra, y sin hablar. Adoro a las dos. Siguen vivas dentro de mi cabeza. No morirán mientras yo viva..

    Un abrazo, señor Faus.

     

  • oscar varela

  • Román Díaz Ayala

    Un artículo  confeccionado con el fin de su inserción en un medio público no es más  que éso: con carácter periodístico. No puede ir al fondo de la cuestión, sino señalar.

    Y así se dice que es necesario más  que testimonio de partes, alcanzar el sensus fidelium y que ello conduce  a “dar pasitos  en las direcciones adecuadas”. Los ejemplos traídos en apoyo argumental no ayudan.  El problema  de la temática  judaizante con la obligación  de la circuncisión se resolvió  de una tacada. Fue suficiente  ceñirse al modelo pentecostal.Dejar hablar al Espíritu y saber discernir los acontecimientos.

    El derecho, planteado así  como un derecho, a la Eucaristía carece de fundamento. La Eucaristía  es la esencia y base de la vida comunitaria inmersa en el Misterio Pascual .

    Para encontrar algún  apoyo el autor recurre a la doctrina de la Reforma  Protestante   Solo Jesús  está  revestido  de su condicion sacerdotal y no ha existido otro sacerdocio ministerial que el levítico. Las iglesias sólo  pueden tener “pastores, pastoras”,  personas aptas para presidir l Eucaristía  apoyadas en el sacerdocio común  de los fieles. Abolidos los sacrificios de la anterior economia por el sacrificio  solo  y unico de Jesús,  ya no existen más  ofrendas oor el pecado  con Jesús  como  único mediador.

    Como parece aceptar sin más  la versión  protestante y sin conceder ni uno solo de los planteamientos católicos ( escriturales, abundantes y muy conocidos por cualquier católico medianamente instruido) eso le resulta suficiente para  defender  el “acceso de la mujer no al sacerdocio,  sino al ministerio eclesial”

    Nota: hay que entender  que con ministerio eclesial el autor quiere decir “el derecho ” a presidir las eucaristías.

     

  • oscar varela

    Hola!

    En estos Asuntos de “Celibato, mujer, ministerio eclesial“,

    e.d. “sexuales“, también “Pancho” anduvo (y anda) DES-NORTADO.

    Lo cual es comprensible, pero -por lo que se ve- cada vez más no-soportado.

    ¿Qué mierda sabe el tipo más que de “oídas”?

  • Isabel

    Qué es la voluntad de Dios lo decidimos entre todos. Se admiten mujeres, siempre y cuando estén de buenas… pero si ellas no tienen poder de decisión! No importa, no pidan, que ya Francisco va dando pasitos, a ver si se quedan sin nada. ¡Ah! ¿Pero es posible menos que la nada de ahora?
     
    Las cuestiones feministas sabido es que deben estar supeditadas a causas más urgentes. Porque ¿acaso no es más urgente solucionar los problemas de la Cañada que el que las mujeres puedan acceder al sacerdocio? Tengan cuidado, que pueden ocasionar que se pierda el partido.
     
    En este artículo “Celibato, mujer, etc. las advertencias regañinas las hace a las mujeres. El celibato queda muy en segundo plano, nunca citado directamente como el posible causante de la falta del punto ganador. ¿Será que es más urgente que los curas se casen que solucionar la falta de luz de la Cañada?
     
    Me ha puesto usted de muy mal estar y no me importa. Realmente sus planteamientos no interesan, son una perpetuación de lo mismo de siempre con aparentes palabras.

    Y ese mismo de siempre queda evidente en su respuesta a Ana.
    Siempre han hablado por nosotras y muchas mujeres estamos más que hartas de que señores digan cómo debemos ser para que nos admitan de aquella manera, mínimamente. De que nos adjudiquen mayor capacidad para el mal, encubriéndolo en este caso con también para el bien. No, no tenemos una esencia diferente, somos sencillamente seres humanos como cualquier otro y sin ser la bondad absoluta ni usted el mal absoluto, es su postura, entre otras, la que nos hace decir ¡ya está bien! Deje de dar avisos a las mujeres, nosotras solitas podemos manejar el bien y el mal. Ni somos menores ni discapacitadas mentales.

  • josé ignacio gonzález faus

    para Ana Rodrigo:

    te contesto con  mucho gusto. De la afirmación de que las mujeres puedan estar de malas, no se sige en ninguna lógica que no puedan estarlo los hombres. Solo significa que también las mujeres tienen pecado original. Por otro lado dicen los psicólogos que como bodad y maldad son modos de cuajar una misma sicología, es posible que quien tiene más capacidad para el bien la tenga tambén para el mal; no lo sé

    Mujeres “de malas” en mi texto podrían ser Golda Meir, Margaret Thacher o aquella guardiana de Auschwitz cuyo nombre ya no recuerdo… Curiosamente, esa nota que te ha molestado la añadí por consejo de ua mujer amiga que me dijo: “esa alabanza a las pastoras parece una adulación para ganarte a las mujeres y eso no es bueno”. Ya ves. Pregunto: ¿por qué tu reacción ha de ser  “antes que me ponga a las malas” en lugar de: esto puede ser un aviso para que me ponga a las buenas y saque lo mejor de mí”.

    Termino destacando algo que me preocupa: en estos momentos histórios estamos enfocando todas las disensiones y conflictos desde la tesis tácita de que:  “nosotros somos el bien absoluto y ellos el mal absoluto”. Esto hace imposible la convivencia. Porque no existe el bien absoluto (por mucha razón que tengas) ni el mal absoluto (por poca razón que tengas).

    un abrazo, Aana

    • carmen

      Perdón, señor Faus.

      Pensaba que era una bromica lo de las mujeres a las malas. Me sorprendió que se pudieran explicaciones y ahora resulta que lo puso con toda intervención.

      Es que no cojo ni una.

      Perdón por el WhatsApp. No doy para más.

      Un saludo cordial.

    • oscar varela

      Hola!
       
      Hay que “comprender”, pero “tener cuidado
      con esa gente que:
      “quieren cambiar las cosas, pero piensan siempre lo mismo”
       
      Por ejemplo:
      – “pecado original”
      – “espíritu santo”
      y toda una larga ideología “salvífica”.
       
      En este caso, a don Faus le saltó lo del “pecado original” y dice:
       
      “Solo significa que también las mujeres tienen pecado original”
       
      ¿Qué le vamos a hacer con estos “novísimos y afamados” teólogos, no?

    • ana rodrigo

      Gracias, José Ignacio, por tomarte la molestia de contestar a mis dudas sobre tu frase de que las mujeres cuando “estamos de buenas somos capaces de crear comunión,” según tu percepción de la conversación con las pastoras. Realmente me parecía tan imposible que fueras capaz de decir semejante barbaridad que por eso te pedí que me lo aclarases. Lamentablemente, desde mi punto de vista, es peor la aclaración que el original.

      Primero poner el origen de tu afirmación  en tu percepción a partir de la conversación de otras mujeres, en  segundo lugar le atribuyes la frase a otra mujer amiga tuya, y, para rematar, pones ejemplos de malas mujeres, a dos políticas, y yo añadiría, te quedaste corto, porque mujeres malas las ha habido y las hay por millones… Pero si nos ponemos a decir hombres malos al estilo de Putin, en la historia de la humanidad, necesitaríamos la enciclopedia británica para enumerarlos porque toda la historia de la humanidad ha estado en manos de los hombres.

      Lo siento Ignacio, cuando dije que no quería decir nada por si también pudiera ocurrir que escribiese “a las malas”, nunca fue una amenaza ¡¡¡!!, no es mi costumbre, pero es cierto que si tu texto original me hizo sentir muy mal como mujer y en solidaridad con todas las mujeres que también nacieron con el pecado original, tu corrección, me ha hecho sentir peor.

      Sólo te faltó decir que, junto con Eva, somos las causantes del pecado original, como se ha dicho siempre en la teología católica.

      Como dice Isabel, somos seres humanos igual que los hombres, aunque de los hombres nunca se escriba que son capaces de crear comunión si están de buenas, (por lo visto se supone que nunca están de malas.)

      Lo siento José Ignacio, jamás imaginé que fueras capaz de decir lo que has dicho, y, sobre todo, de que te justifiques implicando a otras mujeres aún a sabiendas que el mal no es cosa sólo de mujeres, desgraciadamente estamos implicados todos los seres humanos, pero como estamos hablando de dirigentes religiosos, cuantitativamente, los hombres, los clérigos tenéis infinitamente más oportunidades de “estar a las malas”  puesto que en la Iglesia católica no hay ni una sola mujer que haya podido decidir nada que oficialmente forme parte del mundo de la teología ni siquiera de las creencias. Y para “cuatro” mujeres que en el protestantismo ejercen como sacerdotisas, hay que añadir que sólo pueden crear comunión “cuando están de buenas” Te tengo mucho respeto, José Ignacio, pero creo que aquí te has equivocado cuando lo escribiste y cuando lo has justificado. Ya que nunca nos han dejado hacer nada, por lo menos, no nos llevéis a tal denigración por tu percepción, ¿o quizá por tu convicción de que somos inútiles y, además malas, como Margaret Thacher y Golda Meir?

      Por favor, no te pega decir lo que has dicho, te considero suficientemente sensato y justo como para que seas incapaz de decir esto de las mujeres.

      Perdón si te he molestado, porque sí reconozco que “estoy de malas”, es decir estoy molesta, y tienes razón de que ni existe el bien absoluto ni el mal absoluto.

      Gracias, de todas formas por haberme dado la oportunidad de dialogar contigo, aunque yo haya estado “de malas” en sentido positivo por defender a las mujeres, que haberlas haylas de todos los colores, pero no por ser mujeres, sino por condición humana.

  • Román Díaz Ayala

    El celibato  es una opción de vida libremente  elegida, para hombres  y mujeres por igual    Hemos sido llamados  a una misma gracia dentro de nuestra común fe.

    Jesús  lo planteó  como una cuestión  de decisión  estrictamente individual, “por causa del Reino de los cielos”.

    En la,enseñanza del Maestro no se desprende que la sexualidad tenga connotaciones negativas,  sino todo lo contrario. Es el buen orden establecido por el Padre desde los principios.

    La Iglesia  Latina lo hizo obligatorio como  una medida disciplinar para poner coto a la relajación  de costumbres . El sentido negativo, o pecaminoso ha sido una,contaminación  cultural, acentuada por una mentalidad  que se alimentaba del dualismo griego  entre materia y espíritu.

    Hoy, ante los escándalos  sexuales del clero, se contempla  el celibato opcional como una medida más  bien disciplinar, de arreglo, ante el fracaso en la preparación  de los seminarios y elección  de candidatos al sacerdocio,  que sigue siendo sólo  masculino hasta ahora

    La ola de secularizacion del clero de los,años 60 del siglo pasado creó  el fenómeno  masivo de los curas casados y no fueron encontradas las soluciones pastorales,al problema     Ese antecedente agrava  la crisis actual y condiciona mucho el debate sobre  el sacerdocio  femenino.

  • Santiago

    No hay duda que el celibato por amor a Cristo y a Su Iglesia es y ha sido un bien para los “que han sido llamados” puesto que algunos NO han sido llamados,  ya que sólo Cristo puede llamar al sacrificio -incluyendo al martirio- y dar la gracia para su consumación. El da y a dado la gracia a muchos para aceptar este estado célibe en su vocación.

    Pero no ha estado nunca demás el celibato siguiendo el ejemplo de Cristo y siguiendo su recomendación “porque hay eunucos que se hicieron así mismos por el Reino de los cielos”…Porque solamente en el rito latino se impuso el celibato, que entonces era “el signo de los tiempos” ya que la Iglesia estaba consciente de lo que pedía a los que habían sido “llamados” por Ella al ministerio ordenado y “los llamados” a este estado se ofrecen y se ofrecieron con plena conciencia y voluntariamente después de una “prolongada reflexión existencial” que era la vocación y su destino en esta vida.

    Si Cristo concedió la gracia de la fidelidad a la fe en El a Sus Apóstoles, que EL mismo llamó a Si ¿No iba a dársela en abundancia a los que renuncian a todo, incluyendo a constituir una familia de la tierra,  por amor a El y a Su Iglesia. Dudar que hemos tenido sacerdocio célibe fiel a Cristo es ignorar la evidencia de los miles de testimonios que  existen a través de los siglos en los múltiples documentos históricos que son del dominio público..y que son orales y escritos..y las personas que hemos sido testigos presenciales del gozo de vivir esta clase de vocación que un tiempo fue “la norma”

    Por otro lado, y lo notable, es que a pesar de la dificultad que supone el celibato es que -como es sabido- NO es un mandato divino, sino una toma de conciencia de la Iglesia de Roma. Porque ha existido siempre sacerdocio casado en los múltiples ritos orientales de la Iglesia Católica. Con mayores o menores problemas con respecto al sacerdocio célibe.

    Y por supuesto NO se va a mejorar la Iglesia con sacerdocio latino casado porque NO se trata del celibato sino  de un asunto de fe, esperanza y caridad, virtudes esenciales para cualquier cristiano pero especialmente para “los llamados” a estar más cerca del ministerio de Jesús participando de su “eterno sacerdocio” y sacramental.

    Por lo demás, si Jesús rompió todas las reglas y costumbres de los judíos al hablar y tener trato público con las mujeres, incluso con los enemigos samaritanos, y otras costumbres farisaicas, también hubiera llamado al ministerio a las mujeres, sus fieles discípulas, máxime cuando existían entonces sacerdotisas en los pueblos de entonces. No tendría nada de particular estas ordenaciones y llamamientos cuando Jesús NO cedía a las críticas y no dejaba de proclamarse Dios y Mesías, y no cesaba de hacer hechos portentosos “extranaturales” en presencia de TODO el pueblo y que los sanedritas atribuían a Belzebú o Satanás, llamado príncipe de los demonios.

    Pero si consideramos  Jesús como un profeta más del AT entonces la cosa es diferente porque tendríamos que analizar de que religión estamos hablando.

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

     

    • ana rodrigo

      Apreciado Santiago, con todo mi respeto, voy a expresar lo que pienso sobre el sacerdocio en general y sobre el sacerdocio de las mujeres en particular.

      La interpretación literalista de la última cena es que Jesús se reunió con “los doce”, los doce como símbolo de las doce tribus de Israel, pero la realidad es que se reunió con sus amigos y con sus amigas, por tanto, cuando dijo “haced esto en memoria mía” se lo decía a todos y a todas las presentes. De hecho, las primeras comunidades se reunían en casas en las que hacían memoria de Jesús y estaban presididas por mujeres.

      Por otro lado, Jesús nunca fue ni quiso ser sacerdote, y fueron los sacerdotes, el Sanedrín, los que pidieron su muerte que Pilatos concedió sin explicarse el porqué pedían su muerte.

      Pero en una sociedad patriarcal como la de aquel tiempo, los hombres no tardaron en atribuirse el sacerdocio exclusivamente para ellos que lo fueron desvirtuando desde celebrar la memoria de Jesús hasta llegar progresivamente al rito actual, al estilo de los sacerdotes de otras religiones, con el poder especial de ser los representantes de Dios en la tierra, los únicos interpretes de la Escrituras y los únicos que saben cuál es la voluntad de Dios, en cuyas manos quedó toda la teología, la definición de quién y cómo es Dios, de ahí a la consecución de tener el PODER, no hay ni un paso. Y lo que hoy es la Iglesia es obra de los clérigos, sabedores de todo lo referente a dios y, para que todo quede atado y bien atado, se inventaron los dogmas.

      Un abrazo fraterno.

      Nota. No entro en otros temas con los que también discrepo.

      • Santiago

        Muchas gracias Ana por tu interés y por tu amable comentario.. Sin embargo, aquí va otra opinión..

        Nosotros recibimos el pensamiento de Cristo a través de la palabra oral y escrita de sus Apóstoles -solo 12- porque consta históricamente en la Iglesia que estos testigo fueron mártires y dieron su sangre por “predicar La Palabra de Jesús. Impensable e imposible que en la Iglesia primitiva se “realizara” NADA que fuera contra la FE y el mandato de Cristo. Estos mártires no pudieron inventar nada, mucho menos la institución eucarística: para un judío comer y beber “sangre” era un gran sacrilegio, como el que un “hombre” perdonará pecados etc

        Sin embargo, no existe ninguna prueba que en la Última Cena estuviera alguna otra persona además de los Doce. Así habla Marcos: “Y llegando el atardecer viene (Jesús) con los Doce. Y estando ELLOS a la mesa y comiendo: en verdad os digo que uno de vosotros, el que come conmigo me traicionará” (Mc 14:17-18) (las mayúsculas y paréntesis son míos)

        Y Mateo repite lo mismo: “Venido el atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y estando con ELLOS comiendo…(Mateo 26:20-21)

        Y Lucas nos dice: “Y cuando fue la hora (de la Cena) se puso a la mesa (Jesús) y los Apóstoles con El”(Los Apóstoles eran los Doce) (Lucas 22:14)

        Y en S Juan, Apóstol de los Doce y presente en la Última Cena sólo aparecen los nombres de Pedro, el mismo Juan como “el discípulo amado”, Tomás, Felipe etc, nunca nadie que no fuera parte del núcleo de los Doce. (Juan cap 13) Por tanto es seguro que las palabras sacerdotales de Jesús, como institución de la Eucaristía SOLAMENTE fueron dirigidas a los Doce y a nadie más. Y también sólo a los Doce les dijo Jesús: Haced esto en Mi memoria…

        Tambien Cristo hizo participar de Su sacerdocio eterno a los Once que quedaron después de la Resurrección: el poder de perdonar pecados: “a quienes perdonaremos los pecados, le serán perdonados”, el poder de bautizar, confirmar, expulsar demonios, predicar la palabra, bendecir el sacramento del matrimonio…como “consta” en el Evangelio..solamente otorgado a los Doce…Ya la Iglesia primitiva con el Obispo a la cabeza ejercía con plenitud el poder sacramental en el primer siglo como consta en la Didajé, en los Hechos de los Apóstoles, en lo escrito por Clemente Romano etc.. Nadie más que el Obispo, presbíteros y diáconos ejercían este poder delegado de Cristo.

        Cristo ES sacerdote eterno por filiación divina. A Jesús le corresponde NO el sacerdocio levítico que fue ineficaz sino que le pertenece a El que ES  el que ofrece un sacrificio. Porque sacerdote es el que ofrece el sacrificio en favor del pueblo. En el caso de Cristo, El es el oferente y la ofrenda al mismo tiempo porque Se ofreció voluntariamente como ofrenda en la Cruz y quiso El dejarnos su legado PERPETUO, la renovación diaria de Su sacrificio en la Cruz 

        Sus palabras sacerdotales son claras:

        Esto es mi Cuerpo que SE ENTREGA por vosotros.. Esta es mi sangre DERRAMADA en REMISIÓN DE LOS PECADOS

        Está claro el carácter de sacrificio de la Misa y del poder sacerdotal del que ofrece y Se ofrece.

        Saludos cordiales

        Santiago Hernández

         

         

         

        • ana rodrigo

          Hola, nuevamente, apreciado Santiago. Tu versión es la oficial de la Iglesia. Yo no tengo intención de convencerte, pero sí tengo necesidad de decirlo “en voz alta” para que vayamos pensando las cosas desde estos tiempos que vivimos y que nuestra razón no puede admitir costumbres de hace dos mil años.

          Jesús y quienes escribieron el NT eran hombres de su tiempo, y, aunque Jesús cambió la valoración de las mujeres en una sociedad machista y patriarcal, de todo el evangelio se deduce que lo acompañaban mujeres, de hecho con Él estaban en la cruz y con ellas estuvo Jesús en la resurrección.

          Yo tengo ochenta años, y desde que yo era pequeña hasta ahora la sociedad ha dado un giro de 180 grados, teórica y legalmente, sobre la igualdad del hombre y la mujer que nadie cuestiona (otra cosa es el machismo reinante en nuestra sociedad?, solamente la Iglesia católica y otras religiones no cristianas se han quedado fuera de esta certeza innegable. Independientemente de muchos teólogos y de gran parte del pueblo cristiano que sí han caído en la cuenta de que la marginación de la mujer, solamente por ser mujer, es una aberración que atenta a los derechos humanos cuando  en la Declaración Universal afirma la igualdad de las personas sean del sexo que sean. Y esta es una de las razones por las que la Iglesia aún no ha firmado dicha declaración.

          Respecto a los sacrificio que se hacían en la antigüedad a los dioses, resulta muy cruel en nuestro tiempo asumir que los dioses necesiten sacrificios no sé para qué, dicen que para calmar su ira por nuestros pecados. Ufff, que absurdo y qué aberrante concebir a dioses con estas miserias. A Jesús lo mataron por lo que hacía y decía en su vida. Si los evangelistas lo escribieron como sacrificio a Dios, en aquellos tiempos se podía entender, hoy no se entiende que Dios, bondad infinita, necesite el sacrificio de su hijo. Es que nos hemos creado unos dioses…!

          Un abrazo fraterno, sabes que te aprecio aunque no pensemos igual.

          • Santiago

            Gracias de nuevo..Mi opinión puede concordar con lo esencial de la Iglesia “oficial” pero mi teología no es “eclesiástica” sino “bíblica” mayormente “neo-testamentaria..

            Por eso, creo qué hay muchas cosas adaptables a la mentalidad contemporáneas que pueden y deben actualizarse para hacer más comprensible la Verdad.

            Sin embargo, Jesús como Salvador es el único capaz de darnos una esperanza para esta vida breve..que se nos escapa por momentos..Un mundo actual caótico, lleno de penas, de crímenes de odio que rechaza toda insinuación de PAZ.

            Pero La Palabra de Cristo fue  dicha “para todos los tiempos” porque la naturaleza humana no ha cambiado en cuanto a los principios existenciales basados en en el Amor del Padre que nos fue infundido junto con el don de nuestra existencia..

            Por eso existen verdades evangélicas cuya sustancia esencial permanecen fijas puesto que están ordenadas a la “vida eterna” a la que TODOS estamos llamados. Por eso existe el Evangelio, la Buena Nueva en síntesis, que revela La Esperanza.

            .No podemos cambiar la esencia de los mandatos del Amor que están encaminados a evitar el desastre de la maldad y dirigidos   al Sumo Bien de la felicidad en el Amor.

            De eso se trata, de cómo hacer la Palabra eterna del Señor más entendible porque la Cruz todos tenemos que cargar, a pesar de nuestro rechazo y aversión a Ella,  ya que todos somos humanos con una imperfecta naturaleza que arrastramos a diario. Pero “sólo Jesús posee la Palabra de vida eterna”

            Por otro lado, Dios no necesitó de la Sangre de Cristo para salvarnos. Bastaba la Encarnacion. Sin embargo Dios permitió en la libertad humana que El mismo nos otorgó que su Hijo Jesús se ofreciera voluntariamente y cargara libremente nuestros pecados porque esta era la prueba más grande de Amor que Dios pudiera realizar por nosotros, los seres humanos creados por Amor que también fueron redimidos por Amor. En la Cruz reinó la primacía del Amor y por eso San Juan nos dice en Su Evangelio:

            “…sabiendo Jesús que era llegada Su hora de pasar de este mundo al Padre, como hubiese amado a los suyos que estaban en el mundo, LOS AMÓ HASTA EL EXTREMO” (Juan 13:1) (Las mayúsculas son mías)  

            Y es que NO existe mayor prueba de amor que el que ofrece y da la vida por los que ama..Tratándose de un acto voluntario aceptado libremente por el Hijo de Dios esta ofrenda cobra un valor redentor. Lo que es voluntario y desinteresado es siempre mucho más meritorio que lo obligado, coaccionado e incoado por nuestro egoísmo. En el caso de Cristo el mérito asciende hasta lo infinito. Por eso El es el Redentor. Precisamente porque NO hubo coacción, determinismo, obligación ni compulsión..La Redención fue libremente aceptada por Cristo. Solamente un compromiso o una palabra humana hubieran bastado para evitar la Cruz. Sin embargo, convenía -nos convenía- un Redentor porque sin Sus méritos infinitos nuestra salvación iba a ser muy difícil. Y el mundo ha dado muestras de ello porque es muy difícil acceder a la verdadera PAZ del corazón y por ende del globo terrestre. Es terrorífico darnos cuenta cuanta guerra criminal existe actualmente en el mundo: en las naciones, en las ciudades, en los pueblos, en las familias y en nosotros mismos¡Cuanta lucha! ¡Cuanta zozobra, cuanta miseria y egoísmo inútil!

            Por eso, la acción de gracias ES tener noticia y creer en Cristo, Redentor en el Amor. Que es el Rey de la Esperanza para TODOS los seres humanos de “buena voluntad!

            Un saludo cordial

            Santiago Hernández

    • oscar varela

      Hola!
       
      Perogrullada:
      “Las ideas de los Autores que cito,
      Son de ellos
      No mías;
      Aunque en ‘otro tiempo’
      Hayan sido, también, mías;
      Por eso: no me son ‘ajenas’”
       
      Así ocurre con Lenaers y el compañero Joao Tavares
      (con Joao, la comunicación sigue siendo “diaria”)
       
      Hay dos (2) razones del des-encanto de aquellos encantos
      UNA: mi experiencia biográfica
      OTRA: que se confirma
      – en una comprensión de lo humano (profaino)
      – inversa a la por ellos sustentada (sagrado-profano)
      [tendencia peligrosamente esquizofrénica]

  • Román Díaz Ayala

    El tema del celibato  impuesto, preceptivo para,recibir el ministerio del orden sacerdotal en la Iglesia Latina de Occidente, rito latino, se ha convertido en un cruce de caminos donde convergen  ideologías,  sensibilidades, escuelas de espiritualidad, lo doctrinal,  lo escritural,  la pastoral y el Derecho  Canónico.

    Ahora  prima lo cultural y reivindicativo, la reivindicación  de derechos individuales con el trasfondo  o pretexto del acomodo  de la sociedad eclesial  y su institución a la nueva  sociedad  civil . Se dice entonces que la Iglesia  podrá, hacer frente al reto de la  secularización, entre otras cosas.

    Pero, claro, si desde algunas instancias secularizantes se discute hasta la,naturaleza  de Cristo, ¿ cómo  no iban a poner a discusión  la verdadera  naturaleza  de la Iglesia,  su verdadero origen,  y del Cristianismo?

    Resulta  que el Cristianismo es místico  por su naturaleza, y fuera de su mistica, cualquier  cambio o intento de reforma es una obra ajena  a sus esencias

    Pero si no nos ponemos de acuerdo en este punto, su sobrenaturalidad, no vale la pena marear  la perdiz.

  • oscar varela

    Hola!
     
    ·         14. Los cinco así llamados rituales de tránsito: Bautismo, confirmación, unción, ordenación sacerdotal, matrimonio
     
    (Items 4 y 5 tomados del Cap. 14. del Curso-Taller ATRIO en 2008: http://2006.atrio.org/?page_id=1616
    ………………………..
     
    4. LA ORDENACIÓN SACERDOTAL
    ¿De qué se trata en la ordenación sacerdotal, y en la diaconal y en la episcopal? Primero que todo hay que llamar la atención sobre el hecho de que el sacramento no es el sacerdocio, o el diaconado o el episcopado, sino el rito de consagración. En segundo lugar, que el nombre oficial de este sacramento era, en latín tardío, ordo. En esta lengua, la palabra ordo significaba un grupo social bien determinado, casi como las castas en la India. Ordinatio, palabra que sobrevive en castellano y en otras lenguas como ordenación, era una palabra que originariamente indicaba solamente la acogida en ese grupo, y no tenía nada del recargo sacral de nuestro concepto de consagración.
     
    La ordinatio tenía tan sólo el efecto de que una persona era ascendido desde el grupo de los laicos a otro estatuto eclesiástica y sociológicamente más elevado, al que él no podría tener acceso por sus propias fuerzas. Sólo a partir del siglo V la ordenación se convirtió en una consagración en el sentido tradicional y contenía la imagen de que un hombre (las mujeres estaban formalmente excluidas por Dios), gracias a una intervención del Dios-en-las-alturas, recibía el poder milagroso de transformar de manera invisible el pan y el vino en el cuerpo y la sangre del Señor Jesucristo glorificado Un espíritu que piensa en términos teonómicos no puede comprender ya una heteronomía tan profunda. Esto no significa que haya que borrar simplemente este sacramento de la consagración, como lo hizo la Reforma, aunque por otras razones. Sencillamente no se puede pensar que un hombre (no una mujer) pueda ser transformado en una suerte de mago gracias a una intervención venida desde otro mundo. En cambio sí que un hombre, pero también una mujer, pueda ser colocado ritual y significativamente como presidente de la asamblea, y esto por obra de la comunidad que es el cuerpo concreto de Cristo y la vid viviente. Pues una comunidad cristiana viviente produce, como cualquier otro organismo, los órganos que necesita para funcionar bien. Pero el rol de este presidente es muy particular. Al revés de lo que sucede en las organizaciones humanas, el presidente de esta comunidad no debe entenderse y comportarse como un maestro; él es servidor de todos y su derecho a tomar decisiones lo debe totalmente a su participación en el rol de dirección que el espíritu de Jesús tiene en la comunidad, lo que lo determina y restringe a la vez. Es bueno que la Iglesia desarrolle un rito para la instalación de tal presidente de la comunidad, un rito capaz de visibilizar esta participación. Y aquí nuevamente es apropiada la imposición de manos, sea por toda la comunidad o por su representante.
     
    En un clima teónomo es mejor no seguir hablando de sacerdote y consagración: estas palabras tienen un sonido demasiado heterónomo. Además evocan involuntariamente la imagen de una Iglesia de dos estratos o estados, lo que era extraño al pensamiento de la primitiva Iglesia y no ha llegado a imponerse sino últimamente, después de varios siglos y bajo el influjo de ideas no específicamente cristianas. No es novedad que Jesús -quien según criterios judíos era un laico- no era amigo del sacerdocio judío ni de su culto sacrificial. Como tampoco es novedad que en ninguna parte del Nuevo Testamento se llama sacerdote (hiereus) al presidente de la comunidad. Si el autor de la epístola a los Hebreos llama Sumo Sacerdote a Jesús, ello es en primer lugar puro lenguaje simbólico (como lo prueba, por ejemplo, Heb 8, 4), y es cuestionable que este lenguaje pueda seguir siendo útil hoy día, pues presupone una familiaridad que pocos tienen con el sacerdocio judío y con su culto basado en los sacrificios. Y en segundo lugar, utiliza esta comparación con el Sumo Sacerdote judío para excluir expresamente un verdadero sacerdocio en la Iglesia. Pues la necesidad de un sacerdocio desaparece con el fin del antiguo culto sacrificial (Heb 11,12-12,18). A esto se agrega que el uso del hiereus griego y del sacerdos latino apareció en la Iglesia recién cuando la eucaristía comenzó a ser comprendida expresamente como un sacrificio cultual, puesto que sacerdote y sacrificio forman un binomio inseparable. En el próximo capítulo vamos a pedir cuentas a esta manera de interpretar la eucaristía.
     
    En su siguiente desarrollo, el sacerdocio entró ya en la estela de la magia, como resulta del contexto etimológico en que, por ejemplo en alemán, la fórmula Hokuspokus («abracadabra» en castellano) que la lengua alemana pone en boca de todos los magos se deriva etimológicamente de la fórmula latina de la consagración, Hoc est corpus(meum), esto es mi cuerpo, que los sacerdotes de antes musitaban a menudo con una angustiosa exactitud, con el fin de efectuar con ella el sorprendente milagro de la transubstanciación. Por ello, cuando uno se ha despedido de la interpretación de la eucaristía como sacrificio, como lo hace el pensamiento teónomo (y no puede hacerlo de otra manera, ver capítulo siguiente), el concepto de sacerdote pierde su razón de ser. Y con este concepto habrá también terminado su servicio en la Iglesia el poco feliz nombre de laico. Quien piensa todas estas cosas lógicamente, no puede considerar la dirección de la eucaristía como dependiente de una consagración desde arriba, sino como un encargo que se recibe de la comunidad. Pues esta comunidad es el Jesucristo viviente. Es muy explicable que la actual jerarquía de la Iglesia rechace y condene tajantemente esta consecuencia y su puesta en práctica. Quien tiene al axioma heterónomo como punto de partida, no puede aprobar consecuencias correctas del axioma teonómico, principalmente si de ello se sigue que algunas convicciones y prácticas fuertemente arraigadas pierden sentido.
     
    5. SACERDOCIO DE LOS FIELES Y ORDENACIÓN DE MUJERES
    Desde hace algún tiempo tratan los laicos de llegar a una cierta autonomía en la Iglesia, para lo cual hablan del así llamado sacerdocio de los creyentes. Dos son las razones por las que éste es un concepto incorrecto. Primero, desde la exégesis. Los textos a los que se remiten entienden bajo esta expresión sólo que Dios separa a su pueblo de todos los demás pueblos, lo protege de una manera particular y le pone exigencias éticas muy altas. Los textos son principalmente la primera carta de Pedro, que se remonta para ello a Éxodo 19,6.
     
    Lo que aquí se entiende por sacerdocio está tomado en un sentido puramente simbólico, y no tiene que ver para nada con tareas de culto. Por ello no tiene ningún sentido traerlas a colación para abrir el sacerdocio culto también a las mujeres, un sacerdocio que según la voluntad del Dios-en-los-cielos sigue estando reservado a los elegidos del sexo masculino. La segunda razón es que, con este lenguaje puramente figurado (que tal es el de la 1 Pe), caemos de lleno en la resaca de la heteronomía. Pues el concepto de sacerdote contiene la imagen de una mediación entre el cielo y la tierra. Ahora bien, una figura como ésta no tiene ya ningún lugar desde el momento en que se ha abandonado la división de la única realidad en dos pisos. Esto hace también que todo lo que se diga sobre un sacerdocio común de los fieles deja de tener contenido. Por supuesto que se lo puede utilizar siempre como lenguaje simbólico del Antiguo Testamento para significar que por Jesús se nos ha regalado una cercanía muy particular a Dios, a la cual están vinculadas exigencias éticas muy altas. Pero cabe poner en seria duda que este lenguaje simbólico que ya nada tiene que ver con nuestro mundo de experiencias sea realmente una ayuda para ello.
     
    Una interpretación teónoma de este sacramento que devuelve al mitológico sacerdote el papel de anunciar y guiar en el camino de la fe, como era en la Iglesia primitiva, hace que toda la discusión sobre la consagración sacerdotal de la mujer se vaya al canasto de la basura. Es cierto que esta consagración u ordenación está muy arriba en la lista de los deseos de los círculos modernos, pese a todas las advertencias papales en su contra. Pero, mientras en varios otros puntos se toma distancia, y con todo derecho, de una Iglesia que se ha vuelto clerical, al expresar este deseo se está todavía enredado, sin advertirlo, en la gran telaraña de la Iglesia clerical. Esta contradicción resulta de una falta de visión. Se está claramente consciente de la necesidad urgente de que la mujer se libere de su minoría de edad en la Iglesia, pero no se cuestiona la praxis heterónoma de la consagración misma. No se ha entendido que esta minoría de edad se mantiene vigente debido a la aceptación inconsciente del axioma de un otro mundo, porque este supuesto es el que hace necesaria una consagración, con el fin de que alguien sea capaz de mediar entre los dos mundos, y es este supuesto también el que reconoce sólo a la jerarquía masculina el poder de reservar esta consagración exclusivamente para los hombres. Por ello, el sacerdocio como mediación entre cielo y tierra, y la consagración necesaria para ella son conceptos que sólo tienen sentido en una manera heterónoma de pensar.
     
    Esto vale tanto para la ordenación de una mujer como para la de un hombre. Las comunidades cristianas necesitan presidentes no tanto consagrados, cuanto inspirados y creyentes -sean éstos hombres o mujeres-, que se sientan llamados a mantener viva la fe en Dios y en Jesucristo. Y nadie duda que hombres y mujeres casados puede ser excelentes anunciadores o anunciadoras, y presidentes o presidentas. Desde un punto de vista teónomo es más que lamentable la tozudez con la que Roma mantiene el celibato obligatorio para los sacerdotes.
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  • ana rodrigo

    Dice el autor: “he creído percibir hasta qué punto la mujer (cuando está de buenas) es capaz de crear comunión[1].”
    Y aclara en la nota:
    [1] “Cuando está de malas, mejor dejarlo ahora…”
    Qué fuerte!!!!! ¿Es que los hombres clérigos y, los que no lo son, siempre están de buenas? José Ignacio, me gustaría que nos lo explicases antes de que yo le dé la interpretación popular y hasta común, de la histeria de las mujeres y me ponga “a las malas…”

    Sobre el privilegio exclusivo que siempre han tenido y tienen los clérigos de saber sólo ellos cuál es la voluntad de de Dios, aunque, como dices, parece que ni siempre ha sido ni ahora es aceptable, con que un obispo diga que no es voluntad de Dios que las mujeres ejerzan el ministerio eclesial, (no el clericalismo), ya no hay nada más qué decir, el voluntad de Dios y rompe la unidad de la Iglesia, como he leído estos últimos día en RD.

    Toda la teología está hecha por clérigos al igual que los dogmas, y para todo el mundo que sigue a la Iglesia, esa y sólo esa es la voluntad de Dios.

    Y, finalmente cuando dices que alguna feministas piden poder en la Iglesia, yo siempre he entendido que lo que piden es que se las tenga en cuenta cuando se toman decisiones en cuestiones de teología y/o de dogma.

  • José María Valderas Gallardo

    No voy a ser como aquel teólogo que, al preguntarle cuál había sido la opinión de Rahner en la Comisión Teología en el seno de un debate sobre la naturaleza de la Iglesia –la que pugnaba entre Cuerpo Místico y Pueblo de Dios–, repusol ¿que qué decía Rahner, pues, qué iba a decir “rahnerías”. Me pareció del mismo rango ramplón que la frase empleada por otro jesuita para insultar a Melchor Cano, el sistematizador de los “loci”: tace, Cane, es decir, calla perro!.

    A uno, que no ha estudiado en Innsbruck, la autoridad de Rahner fue decayendo pareja al distanciamiento de Ratzinger del jesuita.  Y cayó por los suelos al leer su logomaquia vacua en “El problema de la hominización. Sobre el origen biológico del hombre” (Cristiandad, 1973). Aunque a veces no dejaba de sorprender con frases deslumbrantes que, miradas con óptica positivista, no decían nada, como la del “Siglo XXI sería místico”. ¿Volvería Eckhart?  Sobre las dos frases que recoge su fervoroso alumno Faus –Y acabo con dos frases de K. Rahner escritas hace ¡50 años!: “si la Iglesia no puede encontrar un número suficiente de dirigentes de la comunidad sin renunciar al celibato, entonces es evidente que ha de renunciar a esa obligación de celibato”. Y sobre la ordenación de la mujer: “fundamentalmente no veo ningún motivo para contestar negativamente a esa pregunta[4]– 

    no parecen confiar ni que Dios enviará servidores a su viña, para la primera ni que haya formas de presidir la asamblea, al estilo de las Iglesias Orientales. Para la segunda frase de Rahner, sin querer ser cruel, me ha recordado la respuesta de Paul Dirac a un colega impertinente que no dejaba de enredar, en un turno de ruegos y preguntas. “Profesor Dirac no entiendo por qué dice eso y qué significa. A lo que Dirac repuso: Ya sé que usted no entiende. ¿Alguna otra pregunta? En todo caso, que Rahner no vea motivos n significa nada más que Rahner no veía motivos. ¿Y?