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El Paráclito y el universo complejo evolutivo (2/4)

Para que todos podamos ver cómo se va presentando este largo texto en cuatro entradas, este es el índice:

Martes, 7:  1 El libro de Atrio
2 El Dios mutilado
3 El valor de la imagen
4 Crisis religiosa
5 Evolución antrópica

5.1 Matriarcado
5.2 Involución
5.3 Intentos regeneración
5.4 El caso del cristianismo
5.5 Globalidad planetaria

Viernes, 10:  6 Diálogo trascendente
7 Comprender lo complejo
8 Razón de las razas
9 Aportación  del cristianismo

9.1 El padre creador
9.2 El hijo
9.3 El Paráclito

10 Crisis actual

Martes, 14:   11 Dinámica vibratoria universal
12 Vías para un futuro áureo
13 El espíritu de las lenguas criollas
14 Lenguaje algorítmico
15 Brecha digital y manipulación digital

Viernes, 17:  16 Las redes cuánticas
17 Universo Taquión
18 Revolución adolescente
19 Comunicación Mundial Verdadera
20 Encuentros en la raíz profunda de los sentimientos

Pues a seguir leyendo, pensando, dialogando y avanzando, atrieros. Y otra cosa. Aún sabiendo que en estos 20 puntos se abordan algunos temas que han sido tratados por el autor en anteriores escritos, ni él ni el moderador han tenido tiempo para compulsar lo escrito ahora con todo lo anterior. Por eso pedimos excusas si algunas  frases repiten exactamente y sin comillas lo escrito hace años. AD.

6 Diálogo trascendente

        Habría que distinguir las diferencias esenciales entre estos intentos para no pretender acuerdos imposibles. Habría que señalar en primer lugar la religión védica practicada en la India antes de la aparición del hinduismo, hace unos 6.000 años.

        Habría que tratar de forma especial la religiosidad de la India, pues en ella se originaron las cuatro grandes religiones dharmánicas, y en la actualidad hay más de 10 religiones activas y poderosas.

        El hinduismo se divide en la tendencia politeísta con una infinidad de dioses y la monoteísta de los que creen que Brahma es el único dios.

        Habría que señalar en primer lugar los propiamente religiosos en cuanto se basan en unos textos considerados sagrados porque están directamente inspirados por los dioses, como son las distintas versiones del hinduismo que se inspiran en los textos védicos producidos hace más de seis mil años, así como los que tienen como punto de partido el Pentateuco de Moisés, como son el judaísmo, el cristianismo y el Islam.

        Diferentes son los que podríamos calificar de moralistas, pues lo que pretenden es establecer normas de conducta como es la obra de Confucio y también el budismo de Gautama. Próximo a ellos se podría situar a Sócrates, pues su “sólo sé que no sé nada” no es una invitación a la ignorancia, sino a la escucha, pues el sentido de la vida está en el interior de cada individuo y hay que ayudarles a hacerla inteligible para toda la comunidad.

        Cercanos a éstos pero diferentes son los que buscan la dinámica de la vida a través de las leyes que va mostrando la naturaleza como son Pitágoras, Lamarck y Leibniz y que con frecuencia son calificados como ateos, contra lo que protestó Leibniz, pues él no creía en que Dios tuviera que guiar cada actuación humana, sino que ordenaba el mundo mediante la tendencia a la creciente y armónica vinculación, pero que el individuo era libre de seguir o no.

        Muy diferente es la actitud de los que niegan la existencia de Dios con la misma seguridad de los que afirman su existencia, negando así la existencia de la libertad.

        También es necesario citar al reputado físico teórico norteamericano Michio Kaku, famoso por formular la revolucionaria teoría de las cuerdas (modelo fundamental de la física que asume que las partículas materiales aparentemente puntuales son, en realidad, “estados vibracionales”), pues aseguró haber encontrado pruebas de la existencia de una fuerza inteligente y desconocida por el hombre que gobierna la naturaleza y que identificó con el concepto que muchos tienen de Dios como ente creador y rector del universo. Esa fuerza se refiere al universo Taquión, que comprende a la energía que se desplaza a velocidades superiores a la que lo hace la luz, pero que es necesario relacionar con ésta y con la que lo hace a menor velocidad, formando el conjunto Taquión, Luxón y Tardión, por lo que es posible que caiga en el mismo defecto de muchos científicos de situar su especialidad como respuesta a un mundo de mucha mayor complejidad.

 

7 Comprender lo complejo

        El diccionario de sinónimos Corripio para la palabra “complejo” contiene 30 sinónimos que se pueden agrupar en tres variantes equivalentes a manía, compuesto y complicado. No menciona la unidad matemática compleja, formada por la unidad imaginaria y la real unidas por el signo más (1 + i) y menos aún la posibilidad de que represente al Universo Complejo Evolutivo, formado por los individuos de los diferentes ámbitos, sus respectivos entorno y sus mutua interacciones.

        Ya hemos visto las dificultades del cristianismo para reconocer su condición trinitaria, así como las del budismo, que veneran a Buda, pero parecen olvidar a la Sangha y la Dhamma, pero quizá lo más significativo del individualismo dominante son los bramanhes que representan a su triada: Brahma (dios creador), Vishnú (dios preservador) y shiva (dios destructor o renovador) en un solo individuo con tres cabezas, tal como se representa en la adjunta imagen.

        Pero aunque se trata de una de las más antiguas de las religiones vigentes, se aprecia claramente que está impregnada del individualismo machista desarrollado en las grandes y enfrentadas culturas urbanas, pues lo representa varón, cuando el individuo que llega a reunir en sí la dinámica triuna, es la hembra durante el tiempo de gestación, pues se constituye en entorno absoluto de un nuevo y singular individuo y entre madre e hijo se produce una interacción que se va haciendo más amplia y profunda a medida que avanza la dinámica evolutiva.

        Parece indudable que la condición compleja de la existencia universal es inherente a ella y que la aparición de la sexualidad en las algas y en los hongos, supone un salto evolutivo que hace más manifiesta esa condición, aunque sea de forma mínima, puesto que algas y hongos alternan la reproducción asexual con la sexual, y será ésta la que protagonice la condición evolutiva, que en el ámbito biológico parece culminar con los mamíferos, aunque también desarrolle el ámbito social que en algunos insectos generará estructuras de gran complejidad y eficacia.

        El ser humano generará un nuevo ámbito evolutivo, el cultural, por medio de la palabra, que lleva consigo un cambio fisiológico en los individuos que le permite establecer con el entorno una relación revolucionaria que ahora se precisa revalorizar para hacer frente a las nuevas exigencias del individuo planetario.

 

8 Razón de las razas

        El racismo es un producto de la ignorancia del individuo supremacista, puesto que las diferentes razas son otra de las pruebas más admirables de la condición compleja del ser, derivada del desarrollo del habla. El habla no solo liga a cada individuo con el resto de los que conforman su comunidad y que constituyen su entorno fundamental, sino que lo liga al conjunto de plantas, animales y singularidades físicas y geográficas que caracterizan  al lugar en que se desenvuelve su vida habitual y que, en la medida en que las designan con un nombre al que pueden acompañar otras palabras que informan sobre sus características y utilidades, pasan a formar parte del patrimonio comunitario y les facilitan las interacciones más convenientes.

        El sentimiento de solidaridad que todavía caracteriza a las comunidades que se mantienen con las características más primitivas, hizo que cuando la población crecía por encima de las posibilidades de alimentación que ofrecían los recursos de su entorno, en lugar de pelearse por disponer de las migajas resultantes, parte del grupo se desplazó en busca de lugares con nuevos recursos.

        Así fue como la humanidad pobló toda la Tierra. Un episodio que se prolongó durante varios miles de años, pero que debió contar con verdaderas epopeyas, pues todavía hoy resulta difícil imaginar como accedieron a determinados lugares con los medios que disponían entonces, por lo que si los desplazamiento                s son nota relevante, también lo es el que cada comunidad verbal permaneciera en el mismo lugar mientras se mantuvieran las mínimas condiciones de supervivencia, permanencia que posibilitó el que desarrollaran un lenguaje común singular acorde con las características del lugar, características que también incidían en los individuos, transformando determinados aspectos de su constitución.

        Así, si las características del lugar contaban con una fuerte presencia de los rayos solares, la piel de los individuos se oscurecía y engordaba para protegerse de los mismos, mientras que, si por el contrario, la presencia solar era mínima, la piel se hacía fina y casi transparente para aprovechar al máximo los pobres rayos solares que les llegaban. También la alimentación disponible y las posibilidades de contar con un hogar confortable afectan a la configuración física de los individuos, mostrando claramente que el ser está constituido por el individuo, su entorno y su mutua interacción, pues también el entorno por el mayor o menor ingenio y laboriosidad de sus habitantes, así como de la fauna y flora que lo poblaba.       

        El individualismo genera egoísmo, exclusión, dominación. Ningún individuo es obra de sí mismo y lo más significativo es que además de que todos son generados por otro u otros, la evolución universal avanza en el sentido de que los individuos necesiten cada vez más cuidadores durante determinadas fases de su existencia. Así, considerando sólo la pequeña parte de la evolución universal en la que los individuos son generados sexualmente, hay que distinguir la formación de la semilla y el desarrollo de ésta.

En las plantas, millones de granos de polen quedan a merced de factores externos como el viento y las abejas, hasta que uno de ellos penetra en el cáliz femenino para unir sus genéticas y formar una semilla singular, que es confiada al suelo del entorno con la esperanza de que lo encuentre con las condiciones se porosidad y humedad para poder germinar y desarrollarse plenamente. La evolución va personalizando ese proceso hasta llegar a los mamíferos, y en especial al mamífero humano, en el que la formación de la semilla y el desarrollo de ésta tienen lugar respectivamente en la Trompa de Falopio y en el Útero para continuarse en los ámbitos cultural y social, tal como se describe en el capítulo 20.

 

9 La aportación del cristianismo

        El grave e inminente riesgo de hecatombe planetario, debido a la amplia y profunda negatividad del Antropoceno exige un rápido y global cambio cultural al que tendrían que contribuir todas las creencias y sentimientos de la humanidad, revisando y actualizando sus viejos esquemas e inercias.

        Criado y educado en un medio cristiano no puedo aportar sobre las otras creencias, pues es muy grande mi ignorancia sobre ellas, por lo que me tengo que limitar a reflexionar sobre la necesidad de sustituir la imagen de la trinidad que se ofrece en el punto 3, por una versión más acorde con los conocimientos y necesidades actuales, por lo que manteniendo la esencia triuna, sus tres componentes tendrían que experimentar los siguientes cambios.

  • 9.1 El padre creador

        La imagen del anciano con la esfera de la Tierra en una mano se corresponde con una visión cósmica incluso anterior al heliocentrismo de Copérnico. Ahora ese Dios tendría que ser capaz de comprender un cosmos que puede contener innumerables agujeros negros como el Sagitario A*. El universo Taquión que apunta Kaku podría ayudarnos a situarnos en una aproximación, pero no creo que lo fundamental sea la velocidad. Más bien habría que pensar en la energía potencial del omnipresente vacío que ejerce como fondo de todo lo que se va descubriendo y conformando los universos Luxón y Tardión, que quedarían reducidos a meros comparsas si se cumple la afirmación de Kaku de haber encontrado pruebas de la existencia de una fuerza inteligente que gobierna la naturaleza. El subrayado es mío porque eso daría la razón a quienes califican de alienados a quienes creen en un dios creador omnipotente, omnisapiente y omnipresente.

        Quizá habría que complementar el sentido de padre creador con el de la madre naturaleza, incluyendo en esa maternidad al Sol, como han hecho varias culturas, puesto que no sólo hay que situarlo en el origen del Sistema Solar, y con él a la Madre Tierra, sino que también mantiene la vida en ella con la energía con que continuamente la cubre y que las plantas tan sabiamente aprovechan con su asimilación clorofílica.

  • 9.2 El hijo

        Jesús parece asumir esa complementación al cambiar el sentido de inventar con que el Génesis de Moisés inicia el proceso existencial, por el de engendrar, que exige una continuidad sustancial entre creador y creación, entre energía potencial y energía cinética. Los judíos lo condenan a muerte por blasfemo, por haberse proclamado hijo de dios y por lo tanto compartir su naturaleza. Es el único profeta, de todos los que participan en el intento regenerador, que lo hace, situándose así en la dinámica matriarcal, antes de que los varones descubrieran su participación en la génesis de un nuevo individuo y deformaran el profundo sentido de la sexualidad.

        El problema es que la dinámica involutiva desarrolla la concepción monárquica que diferencia la semilla de los reyes de la de los plebeyos e igualmente diferencia la semilla divina que genera a Jesús de la que genera a los mortales. Pero Jesús se sabe humano y en consecuencia de existencia terrena local y temporal, no sólo porque nace en un determinado momento y lugar, sino también porque sabe que tiene que morir y presiente que va a ser pronto. Hay que leer con detenimiento la conversación que mantiene con San Juan durante la última cena y su anuncio de que otro vendrá a mantener vivo su legado e incluso mejorarlo.

        Vinagre se pregunta cómo se puede reconocer ahora a Dios. La respuesta puede ser que viéndolo en los niños en sus primeros años de vida. En los niños la presencia de Dios se puede asegurar por su inocencia natural, porque todavía está reciente la maravillosa dinámica de su génesis, pero a medida que crecen aumenta la complejidad de su interacción con el entorno y en las guerras se hace más difícil señalar responsabilidades personales en los que mueren y en los que matan. Mi padre murió en 1938, cuando él tenía 35 años y yo 15 meses. No sabemos si la metralla que hirió mortalmente su cabeza procedía de un avión italiano, alemán o español y si quien la lanzó gozaba matando o cumplía órdenes de sus superiores militares y si habría que remontarse a Franco, o a la Iglesia que lo bendijo para señalar un culpable, pero en las guerras siempre mueren niños inocentes y por eso todo aquel que las promueve es contrario a la dinámica divina, al profundo y efectivo sentido de la existencia.

        No conozco con detalle la trayectoria vital de mi padre para saber en qué medida se ajustaba a la dinámica divina, pero he sabido que cuando se estaba muriendo repetía con insistencia ¡Visantica el chic!, ¡Visantica el chic!, mostrando que moría con la preocupación de que no me iba a poder dar la protección y los cuidados que yo necesitaba y eso podía ser suficiente para justificarlo plenamente, porque el Paráclito o Espíritu Santo, estuvo presente en aquel singular y difícil encuentro entre mi padre y yo, entre el entorno que debía de gozar de la plenitud que le era inherente para ejercer de cuidador y el individuo inmaduro que precisaba de cuidados. Visantica era mi madre, que me crió guiada por su instinto natural, combinando disciplina y libertad.

  • 9.3 El Paráclito

        Jesús es consciente de las limitaciones conceptuales de la época y por eso anuncia que tras él vendrá quien clarifique mejor el sentido existencial y por eso le llama Abogado. Es posible que se refiera a otro como él, engendrado por la dinámica divina, como todos los individuos que le han precedido, los contemporáneos y los que le seguirán, pero es posible que se refiera al tercer componente de la divinidad triuna, que en la imagen del capítulo 3, está representado por una paloma que ejerce de enlace entre el padre y el hijo, y en la noche de Pentecostés se manifiesta como lenguas de fuego que transmiten a los discípulos la capacidad de comunicarse con quienes conforman su entorno en sus respectivos idiomas.

        Es posible que esta sea la función esencial del Paráclito: facilitar la comunicación entre el entorno y el individuo, entre la energía potencial y la cinética, entre el omnipresente vacío y los individuos que la dinámica evolutiva va generando.

        Esto explicaría el misterio de la comunicación cuántica, tanto en el inicio de la evolución como en el desarrollado por las redes chinas, en los enlaces atómicos y en los moleculares, en las diferentes simbiosis biológicas, en el desarrollo de la sexualidad y en el de los individuos generados, en la comunicación social de los insectos y en las diferentes fases del habla humana, en la historia de la escritura y en las comunicaciones electrónicas.

        Este simple enunciado ya nos muestra la finalidad del proceso evolutivo: vincular los elementos dispersos hasta formar individuos que contengan en sí todo el proceso transcurrido, lo que nos conduce al momento evolutivo actual: transformar el planeta Tierra en una individualidad en la que todos sus componentes actúen en función del armónico desarrollo del conjunto.

        En esta tarea el Paráclito tiene una función esencial: mostrar los vínculos que los individuos deben establecer entre sí. Pero los individuos son libres y pueden optar por el interés propio aunque perjudique al interés comunitario y el Paráclito muestre los inconvenientes de esta elección.

 

10 Crisis actual

        Cuando estoy escribiendo esto, mayo de 1922, la noticia en el hemisferio norte es que ha desaparecido la primavera, pues se ha pasado del invierno al verano de forma inmediata y acompañado de tormentas que han batido records de lluvia. Pero el cambio climático va acompañado de la grave contaminación del suelo, del aire, del agua, del agotamiento de recursos, de la extinción de especies, de la capa de radiaciones cancerígenas que cubre la Tierra.

        Lejos y olvidada queda la petición que Mansholt hizo en 1972, de que se cambiara el Índice de Crecimiento por el de Bienestar Social y tras dos años de confinamiento por la pandemia del Covid19, durante los cuales la naturaleza pareció recuperarse, hay manifiesta satisfacción por recuperar o incluso superar los consumos de 2019.

        Hace falta un cambio cultural radical que ponga en primer lugar la salud del planeta y la brutal desigualdad existente entre los individuos humanos. Quizá ese cambio cultural tenga que empezar por cambiar el nombre del tercer componente de la trinidad cristiana, pues ninguno de los hasta ahora utilizados responde a lo que ahora se percibe como necesario. Podría ser Espiral áurea.

Un comentario

  • Juan A. Vinagre

    Después de leer esta larga y documentada exposición-reflexión de P. P., no solo uno llega a la conclusión de que nuestro conocimiento sobre los orígenes del Universo son provisionales -y por ello nuestras explicaciones, también sobre nosotros, serán siempre revisables-, sino que cuando entramos en este tema nos encontramos con el MISTERIO (no solo con nuestra ignorancia). Lo que debería reforzar nuestra tendencia natural a una búsqueda persistente, y sobre todo humilde, inteligentemente humilde, a fin de evitar sesgos  y suficiencias…          La apertura mental lúcida, sencilla de corazón, sin sesgos, sin “egos”, ayuda a ver mejor…   Ayuda a discriminar mejor, y a establecer una escala de valores, más auténticamente humana.                   Entonces comprenderemos que, en esa escala de valores, lo prioritario no es, no debe ser el crecimiento económico -generalmente sesgado, oligo e inmoral-, sino el bienestar humano (tanto el exterior -moderado en sus afanes-, como el bienestar interior, bienestar prioritario. Dentro se encuentra la sede del auténtico bienestar, que es paz-bienestar interior.)      Este estado de bienestar debe incluir el planeta tierra, nuestra nave de viaje y nuestra nodriza. Con/en esta nave de viaje vamos en busca del puerto que nos desvele el MISTERIO.  ¿En ese misterio no se puede encontrar la mejor explicación?                  Si el universo se comporta como un giga-ordenador complejo, complejísimo, ¿es razonable pensar que se haya hecho o surgido solo, sin un diseño inteligente?  Es necesario buscar con la mente abierta y humilde, inteligentemente humilde, no suficiente, tontitamente suficiente…  (Esta es la reflexión que me ha sugerido tu artículo, Pascual)