Llevamos cien días con noticias e imágenes de bombardeos a ciudades de Ucrania con víctimas civiles. Algunos viejos aún tenemos grabados en nuestras entrañas las sirenas y los refugios en las zonas como Valencia, bombardeada desde el aire y el mar en 1936. Pero me ha impresionado el vídeo que me ha pasado mi amiga Margaret, con el testimonio de una lúcida mujer de 98 años quien era una niña cuando el 25 de mayo de 1938 una escuadrilla italiana arrasó el mercado de Alicante con más de 300 civiles muertos. Invito a oír su testimonio y unirse a la pena con que su incrédulo padre que, a pesar de lo que ella había visto, fue con su carro al mercado, le confirmó después la masacre. ¡Tanta memoria histórica que se nos ocultó! AD.
Cómo Alicante sigue conmemorando la masacre del reconstruido Mercado modernista de Alicante.
Me ha encantado el vídeo, y que verdad tan grande.
No conocer la historia nos pone en riesgo de repetir todas sus atrocidades; y en este país, estamos en camino de volverlo hacer. Solo levantan la voz los fuertes en el poder económico, tienen la sartén por el mango…y el mango…también.
Escuché hace pocos días a un comentarista andaluz decir:
“Están muy bien los chascarrillos y las comparsas…pero…lo fundamental es:
¡¡¡Salir e ir a votar!!!
Para darle de verdad la fuerza al pueblo.
Documentos, como éste, son necesarios, muy necesarios, porque aún hay gente que niega masacres de la guerra “in-civil” española por parte de los “nacionales”. Muchos solo atribuyen tales masacres a los defensores de la República… Y ponen como ejemplo de barbarie solo Paracuellos. Por parte de los “nacionales” no ha habido Paracuellos… Así se olvidan-tapan las masacres de Andalucía, de Extremadura de Madrid etc. etc. Los “nacionales” procedieron -y aún muchos proceden- como también muchos de hoy, defensores de ETA, por ejemplo: Negar y rehacer la historia a su gusto y gloria… Y esta deformación la comparte gente de buena fe, parece. Lo que me recuerda a un relativamente amigo abogado, inteligente y buena persona (y muy religioso), que hablando del tema decía: Los atropellos y masacres del ejército y de los seguidores de Franco… ¿dónde están…? (Solo recordaba las barbaries de los republicanos…) Los sentimientos-afectos y las ignorancias intencionadas trasmitidas -no digo ya los fanatismos radicales (de una u otra banda) crean cegueras…, que con los años pueden incubar nuevas barbaries o alargar rivalidades en el tiempo… Recordar la historia, con la mayor objetividad posible, puede servirnos de terapia… y de perdones mutuos…, que propicien encuentros. Encuentros, que tanta falta nos siguen haciendo hoy. (Ver el incívico -a veces degradante- trato en el parlamento y en el senado de muchos de los políticos actuales…)