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Debate sobre el post-teísmo. Un Dios emérito: una breve respuesta

Paolo Zambaldi es sacerdote italiano con trabajo pastoral en tres parroquias de Bolzano

En ATRIO, si abrimos un debate, damos la voz a todas las partes. Si de Adista publicamos en diciembre pasado un artículo, Dios emérito, es justo que publiquemos la réplica que hace ahora en el número 2-Nuovi Segni de la misma revista un cura católico, más inclinado al no-teísmo que a la teología de Francisco y otros muchos que intentan recuperar a Dios como padre amoroso. Solo deseo que los comentarios sean en mutua escucha y no en polémica polarizada. AD.

Por Paolo Zambaldi 13/01/2022

Tomado de: Adista Segni Nuovi n° 2 de 22/01/2022

El debate sobre el posteísmo continúa en las páginas de Adista. Hemos recibido y publicamos la siguiente contribución de Don Paolo Zambaldi, en respuesta al texto de “Chiesa di tutti Chiesa dei poveri” del pasado 1 de diciembre, ya publicado en nuestra web (2 de diciembre), que reproducimos en la página siguiente.

He leído casi por casualidad el texto del boletín informativo n. 240 del 1 de diciembre de 2021 de “Chiesa di tutti Chiesa dei poveri” (divulgado en línea por Adista con el título “Un Dio emerito”, véase el recuadro de la página opuesta, ed.) y debo reconocer que me ha sorprendido bastante tanto el tono utilizado como el contenido expresado. El artículo parte de una conferencia en Camaldoli y de una defensa “sin peros” del papado de Francisco y poco a poco se convierte en un torpe y contradictorio intento de reflexión sobre el teísmo y el posteísmo que en realidad es una invectiva contra este último.

A estas alturas, “Chiesa di tutti Chiesa dei poveri” (Iglesia de todos, Iglesia de los pobres) es un formato bastante conocido en cuanto a sus métodos y contenidos, un grupo (en realidad, no está claro a quién representa aparte de los autores individuales) que sigue reintroduciendo la manida y, si se me permite decirlo, “tóxica” dialéctica del “Papa bueno contra la Iglesia mala”. De hecho, el texto comienza con la enésima apoteosis del actual pontificado en la que Francisco, el héroe impoluto e intrépido, se ve obstaculizado por las fuerzas del mal que conspiran contra él, fuerzas que imagino representadas por obispos, cardenales, sacerdotes, seminaristas, monjas, frailes demasiado conservadores o demasiado progresistas y por teólogos que siguen pensando, laicos demasiado autónomos, mujeres demasiado emancipadas, y molestas petulantes. Queda claro, pues, al leerlo, que quien se atreve a pensar diferente, o a plantear objeciones, o simplemente a mostrar dudas, es alguien que “no entiende”, está “equivocado”, es “divisor” y hasta merecedor del anatema “porque si la Iglesia (nota del editor: ¿qué Iglesia?) no se da cuenta de la última oportunidad de supervivencia que le ofrece el Papa Francisco…”. Una visión muy cómoda y funcional de la realidad eclesial para los de arriba que quieren mantener el statu quo a toda costa pero sin arriesgarse a parecer demasiado “tradicionalistas”.

Finalmente, el texto se lanza con fervor inquisitorial, sobre todo contra la investigación post-teísta definida por los censores eclesiásticos-apaperistas como “moda”, “nueva gnosis”, “ateísmo”, a pesar de los eruditos, las universidades, los teólogos de fama mundial, los seminarios, los proyectos de investigación de otras confesiones, el mundo de la ciencia y la filosofía. Y no se trata de un proyecto de investigación nacido ayer, sino que viene de lejos, y que nos insta a confrontarnos con el presente y el futuro, con las ciencias, con el pensamiento secular.

Todas estas condenas, además de revelar el carácter de las personas que escriben, es algo profundamente deshonesto, simplista y revela una falta de capacidad de confrontación que suele tener su origen en una falta de preparación principalmente teológica pero, me temo, también cultural. De hecho, cuando se tiene la animadversión de un fanático y no de un buscador de la Verdad, se cae en la contradicción sin siquiera darse cuenta. Me gustaría hacer una pregunta a este tipo de colectivo, sólo una:

¿Cómo conciliar un modo “radicalmente nuevo” en el anuncio del Evangelio desnudo, rompiendo las fronteras de la Iglesia, abandonando su pretensión de ser el camino exclusivo de la verdad y de la salvación y entendiendo como pueblo de Dios la unidad total de los seres humanos, en el poliedro de sus diversas culturas y religiones, todos “prójimos”, por la misma carne (Isaías), “hermanos todos”, nadie “elegido”, nadie “predestinado”, nadie excluido y todos llamados a pasar de la pedagogía de los mandamientos y la ley a la libertad de los hijos de Dios”, con una teología “oficial” que niega cualquier desarrollo posible, que se siente exenta de cualquier forma seria de diálogo o confrontación, que dirige ideológicamente la lectura de la Biblia, que da legitimidad divina a normas y sistemas excluyentes, que fomenta el patriarcado más grosero y violento, que perjudica a los últimos (¡los últimos no son sólo los que tienen poco!)? ¿Cómo es posible cuadrar estas contradicciones?

Y lo digo bajito para no asustar a los ancianos reunidos en las pintorescas iglesias parroquiales: la tan temida “era posreligiosa” es ya una realidad que todos estamos viviendo, consciente o inconscientemente, y como escribe Ferdinando Sudati en su introducción a un texto del jesuita Roger Lenaers, hoy “no estamos tanto ante una era de cambios como ante un cambio de era”.

Por ello, se ha hecho necesario que el cristiano, que acaricia el mensaje de salvación predicado por Jesús, salga del templo para mirar al mundo a la cara como si no existiera “ese” Dios (el theos antropomórfico y personal), ese Dios definido por Bonhoeffer como “un Dios de parada” para entender el lenguaje, la vida, las necesidades de un hombre que se ha vuelto “planetario”.

Y sí, la Iglesia, tal como la hemos conocido, está destinada a cambiar de rostro, a dejar de existir, si insiste en utilizar como fundamento a un Dios que la historia y la evolución del pensamiento han hecho increíble, un Dios tan humano que ya no es Dios. Como bien dijo Gorbachov, “para reformar hay que existir”. La reforma, ninguna reforma de este modelo de Iglesia, ya no es suficiente, porque se ha vuelto insignificante para el hombre moderno. Tendrá que recuperar su lugar y sólo tendrá una oportunidad si vuelve a partir de una redefinición de Dios, de una relectura consecuente del texto bíblico, de una búsqueda humilde de la verdad que durante mucho tiempo se ha oscurecido en nombre del poder y de la ortodoxia, que tanto daño ha hecho a los creyentes y en particular a los pobres.

La historia debería ser nuestra maestra, aunque esto rara vez ocurra. De hecho, no hay que olvidar nunca el peligro del culto al líder, de ensalzar las formas de “no dudar”, de repartir patentes, de establecer dogmáticamente quién tiene razón y quién no…

Porque hay una gran diferencia entre dialogar y vender eslóganes, entre buscar la Verdad y difundir propaganda… a veces se cruza la línea casi sin darse cuenta y es fácil caer en el populismo, ilustrado tal vez, ¡pero sigue siendo populismo!

En Rusia hubo un texto que, nacido clandestino, libre y crítico, acabó convirtiéndose en la voz del régimen: se llamaba ¡Pravda! (que en ruso, por cierto, significa “Verdad”).

Y hoy, lamento decirlo, pero en la Iglesia y en la sociedad hay pocos librepensadores y muchos pequeños pravenses.

Don Paolo Zambaldi, uno que “no entiende”.

Paolo Zambaldi es capellán de las parroquias Visitazione, Regina Pacis, Tre Santi y Sacra Famiglia de Bolzano.

13 comentarios

  • Yo leo el texto de D. Paolo y me queda muy evidente su cabreo profundo porque… ¡Alguien no está de acuerdo con él!

    Pues ya puede ir comprando mercromina porque de eso va todo esto, de personas que, cada uno, tiene un criterio distinto.

    Yo por ejemplo no comparto su convicción de que la Iglesia no tiene futuro y se encamina a una Iglesia de un Dios como aquel en el que él cree.

    La Iglesia Católica tradicional seguirá existiendo, más o menos popular, pero seguirá.

    Las opciones de vanguardia son buenas pero son siempre minoritarias y como además no me son sencillas de dar a conocer, suelen reducirse a eruditos y/o enteraetes.

    Sí la Iglesia Romana continua su deriva “pseudo mágica” simplemente se convertirá en irrelevante pero será sustituida por otras opciones más asequibles para el ciudadano.

    Sí D. Paolo quiere que sus planteamientos sean “populares’ debe primero tranquilizarse y luego hacerlo asequible.

    Sí no es así. La Sra. Casilda seguirá con su Rosario y nosotros haciéndonos pajas mentales sin ninguna repercusión.

     

     

  • carmen

    Pues a mí no me funciona Responder.

    Jaume.

    Es que para mi manera de ver hay dos cuestiones relacionadas pero diferentes. Estoy convencida de que hay un jaleo enorme entre los seguidores del Papa Francisco I y los detractores. No entiendo muy bien el porqué. Es que no veo gran diferencia . Porque, según José María Castillo , el problema no es el Papa, es el Papado. Frase que me aclaró mil cosas hace unos años. Y tenía su mérito el decir eso en la época de Ratzinger. Y en la de Juan Pablo II. Y todo el mundo sabe los problemas que tuvo este señor, lo mal que lo pasó. Al menos está en internet. Conferencias suyas y entrevistas, al margen de los libros que sí siguió publicado. Pero salió de la facultad de teología de Granada. Fíjate, creo que tuvo suerte. Otros se quedan y no sé si les va tan bien como al señor Castillo. No lo sé. Por eso digo que no entiendo bien esa fractura. A no ser que la explicación sea la de guerra entre grupos de Poder en el seno de La Iglesia. Y no cabe duda la relación que tiene el Papa actual con uno de ellos.

    Otro tema, diferente pero relacionado con la iglesia es el tema del teismo , no teismo o posteismo. Ese sí que es una reflexión a nivel personal. Y todo lo que has dicho. Por supuesto. Pero si soy no teísta sin saber que lo era desde hace muuuuuchos años. Porque sencillamente no puedo creer en un Dios personal y que me quiere un montonazo y me espera con los brazos abiertos. Ojalá pudiera, pero sería un autoengaño. A lo más que llego es a sentir una especie de fuerza interior cuando ya no tengo fuerzas. Pero para tomar decisiones y hacer lo que decido  hacer.

    Ese modelo es incompatible con la iglesia católica. Totalmente incompatible al menos a corto plazo. Imposible. Porque se entiende como un ataque al mismísimo Dios. Bueno, se entiende. Lo entienden así oficialmente y no van a dejar que prospere ese modelo de Dios. Porque la iglesia tal y como está estructurada, sobre los cimientos en que está construida colapsarían. Ese es el problema con el no teismo.

    Por supuesto que cada cual tiene que encontrar su camino. Ya te dije el otro día que aquel psicoanalista en cuatro sesiones, bueno, al final de las cuatro sesiones me dijo que ser algo extraña no es bueno ni malo. Sencillamente soy así. Le estaré eternamente agradecida. Me he sentido diferente y una de las causas ha sido, sin duda, que no me creía nada del Dios que me contaban. Si hubiera sido una persona normal hubiese mandado a hacer puñetas a la iglesia, a Dios y listo de papeles. Que es lo que hace todo el mundo. Porque para muchas muchas muchas personas no hay quien se crea prácticamente nada. De eso es lo que se han dado cuenta  muchas personas relacionadas con la teología, me refiero a profesionales. Qué sucede aquí? Por qué se va la gente? Pero esto no es de ahora, ya lleva décadas, y en este año he leído por primera vez algo escrito sobre el no teismo. Porque soy una oveja, una cristiana de a pie. Nosotros no importamos, salvo cuando dejamos de ir un montonazo a las iglesias. Entonces claro que importamos. Porque, qué es una iglesia sin fieles?

    Pero, de momento es inútil.  A veces me sorprenden los ataques personales. Personales. No lo puedo entender. Y es que hay mucho en juego. Así que seguramente me voy con mis karmas y dejo a la gente tranquila con su iglesia y con su Papa Francisco. Como también recomiendan un par de personas que he leído en un par de comentarios que le han hecho a un señor que ha hablado con más razón que un santo en un artículo.

    No lo sé explicar mejor. Hay una guerra dentro de la iglesia por quién gana el próximo papado, pero es que he cambiado de pantalla, cambié hace tiempo y me he dado cuenta este año. Estoy en otra onda. Y no me van ni las llamadas de atención por lo que digo, ni que me digan que no he entendido nada,  o que en un artículo se hable de lo impresentable que soy, o que haciéndome un favor se me otorgue que de vez en cuando no digo tonterías pese a mí precipitación.

    Ya está bien. Llevo pensado en este tema desde los veinte años. Y he leído bastante, claro, después de descubrir que existía otra iglesia dentro de la iglesia. Tengo 68 años. No tengo ya porqué aguantar determinadas cosas, no tengo alma de mártir, en absoluto. Soy de las que mueren matando y por esto no voy ni a morir ni a matar.

    Esta lucha es de teølogos. Me refiero a los que quieran que la iglesia cambie. Ellos construyeron el cuerpo teológico, ahora, si es que quieren, insisto, si es que lo quieren intentar, les toca a ellos cambiarlo y a lo mejor a alguna ella.

    Y las personas como yo, por supuesto que seguiremos nuestro camino y los bandos ya no existirán porque todo esto de Dios no sé qué tiene que ver con las religiones. Son respuestas personales. Si no te da miedo pensar, claro. Y si  entiendes que el pensar no es un acto de Soberbia, que es como se suele enjuiciar a aquellos que piensan por su cuenta. Y a aquellas ya ni te digo. A la hoguera por brujería.

    Un abrazo fuerte.

    Me ha gustado mucho conocerte.

    • Jaume PATUEL PUIG

      Carmen, bien tranquila haciendo tu camino o proceso interior. Es cierto que en el Vaticano y fuera de èl: Hay la lucha por el poder aunque sea en nombre de Dios o por los derechos de Dios. Esto no es el evangelio. Incluso existe en ciertas parroquias. Allà se lo compongan…. Esto es historia.

      Lo  importante es el mensaje del desarrollo o proceso interior que es la toma de consciencia de cual es tu autèntica identidad. En el interior de la Iglesia o en la viña del Señor hay de todo. Y en último término, en terminos teistas, es mi propia conciencia quien debe dar cuentas a Dios;  no a los ministros de Dios. Eso es un dogma fundamental en la Iglesia catòlica. “San” Juan Pablo II quiso quitarlo, pero no pudo. El  no-teismo irà entrando: UN CRISTIANISMO SIN DIOS(=imagen). Tal vez me repita: HACIA UNA ESPIRITUALIDAD LAICA te va aclarar muchas ideas y plena libertad interior.
      Y DUC IN ALTUM….Y encantado de conocerte, tambièn de mi parte.

  • Isidoro García

    Creo que Kant, en ¿Qué es la Ilustración?, escribió:

     “La pereza y la cobardía son las causas de que una gran parte de los hombres permanezcan, gustosamente, en minoría de edad a lo largo de la vida…; y por eso es tan fácil para otros erigirse en sus tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! 

           Si tengo un libro que piensa por mí, un director espiritual que reemplaza mi conciencia moral, un médico que me prescribe la dieta, etc., entonces no necesito esforzarme. Si puedo pagar, no tengo necesidad de pensar, otros asumirán por mí tan fastidiosa tarea”. (Y siempre se paga, con dinero o de otras formas, añado yo).

     

    Yo no se, si Cervantes, cuando empezó a desarrollar la trama del Quijote, fue consciente de la inmensidad del tema a tratar con su mito.

    Inconscientemente tuvo un “satori”, un “insight”, una intuición sapiencial, salido directamente de su arquetipo de sabiduría, en la forma de una “imagen”, (que es la sintaxis del subconsciente), que luego su razón consciente fue interpretando y desarrollando.

     

    Todo esto viene a cuento de que hay reglas que nos cuesta mucho aprender. El otro día me enteré de que para los maestros de la hamburguesa, los americanos, el canon del tamaño de una buena hamburguesa es que se coma en siete bocados, ni más grande, ni más pequeña.

    Pues en psicología también hay una regla de oro, no escrita, que dice: “cherchez la autoestima”. Ni el dinero, ni el sexo, ni la ambición, ni los malignos conspirando en la obscuridad: todo se puede explicar por la autoestima.

    Sobre cualquier otra cosa, necesitamos creernos, sabios, listos, buenos, felices… y hasta guapos. Y presumimos de ello impúdicamente.

    Y esto se agudiza mas aún en estos tiempos, en que rige el individualismo, la autoreflexión y el autopensamiento, que en sí, son algo bueno, pero que tienen sus excesos, como todo.

    (En los tiempos tribales, no había ese problema, bastaba con ser obedientes al jefe de la tribu, que a su vez lo era, o por herencia de su padre, o por ser objetivamente el más fuerte y/o mas bruto de todos).

    Pero estamos en tiempos en que se nos exige ser los mejores, y si no, eres un fracasado. Y no todo es cuestión de ambición o vanidad aparentes. Se puede intentar uno, (siempre inconscientemente), ser el mas humilde del mundo, o el mas abnegado del mundo, o el mas perfecto del mundo. (Es la gran trampa de la “perfección” y de  la “excelencia”).

    La capacidad de autoengaño personal es infinita. Nos creamos un mapa de la realidad con la escala y el detalle, suficientes para que nuestra mente lo comprenda, y luego ya nos cuesta Dios y ayuda, cambiarlo y mejorarlo.

    Nuestro escaso cerebro tendría que hacer un gran esfuerzo para procesar una escena que no sería “tal y como se esperaba”. “El autoengaño y la negación freudiana parecen ser las alternativas más “al alcance” y que requieren menos energía de todas. Como dice el sabio refranero: “No hay peor sordo que el que no quiere oír”.

    La clave de estos intentos fallidos de mejorar la resolución de nuestro mapa mental, no es otra que el ahorro de energía. Y abandonamos la mejor expresión de la realidad, la ciencia, y nos convertimos en mitómanos confesos.

    Decía Karl Jaspers, en 1949: “Se ha dicho que la ciencia destruye la fe. En contra de esto, es para nosotros cierto que ya no hay ni veracidad, ni razón, ni dignidad humana, sin autentica ciencia, cuando esta es posible. 

       Perdida la ciencia, crecen los escrúpulos, la media luz, los sentimientos oscuramente edificantes y las resoluciones fanáticas de una obstinada ceguera”.

    Ceguera voluntaria, (disonancia cognitiva), y en los casos más graves, al mitómano le acaba sucediendo lo que a Don Quijote. Se cree sus mentiras, inventa un mundo alternativo donde él es un héroe abnegado y solidario, todos le quieren, y aborrece el mundo real, del que se aleja más y más cada día, hasta que se hace casi imposible regresar. (¿Os suena a algo?

     

    Todas estas reflexiones, me venían a la mente, reflexionando sobre la polémica sobre el presente y futuro de la Iglesia, que (seamos humildes y no ombliguistas), no es más que un detalle perdido, de la situación general de la Humanidad, ante este mareante y estresante cambio de todo, que viene sufriendo.

    Es la clave: “No estamos tanto ante una era de cambios, como ante un cambio de Era”.

     

    El futuro, yo lo veo proceloso, pero creo que todo acabará bien, como le decía la visión de Jesús aparecida, a Santa Juliana de Norwich.

    Nuestro problema es la escasez de nuestro equipamiento mental. Nuestro cerebro no da para mucho, y eso nos impide tener una imagen clara de la realidad, con la acumulación de muchos errores cognitivos reduccionistas, (infantiloides), para que nos entre en nuestra pequeña mente.

    Y eso nos hace desvariar y desvariar, y portarnos absurdamente.

    Con el gran aumento en nuestra capacidad mental, que nos proporcionarán los suplementos cerebrales que nos compremos en el futuro próximo, la expansión de la conciencia, será una cosa tecnológica. (Será como hoy el Google y la Wikipedia, pero a lo grande).

     

    Y todo esto, ¿cómo repercutirá en el devenir de la Iglesia?. Todo se resolverá de la forma mas natural, y los errores cognitivos actuales se caerán, como se caen las costras de las heridas cuando se secan.

    Un simple ejemplo. San Agustín racionalmente exclamaba: “Yo no creería en el Evangelio si no me impeliera a ello la autoridad de la Iglesia”. Autoridad eclesial que se autojustifica en las letras del mismo Evangelio.

    Es un clarísimo ejemplo de argumento circular posiblemente interesado.

    Cuando tengamos instalado el suplemento mental, (que estaremos pagando a plazos), inmediatamente, se nos encenderá una luz roja que llevaremos instalada en la frente, y nuestro asistente de voz nos dirá: ¡Danger, danger, timo a la vista: no seas primo!, y empezaremos a ver las cosas, como son.

    Ya no valdrá el viejo truco de echar toneladas y toneladas de tinta del calamar, para obscurecerlo todo, y aumentar la confusión neutralizando la luz de la linterna de la razón, y entonces hacer constantes proclamas emocionales, para evitar ante todo que hagamos uso de la razón. ¡Se avecinan malos tiempos para el toco mocho y la estampita!.

    Cuando conozcamos mucho mejor la realidad, las Iglesias serán lo que deben ser: Organizaciones humanas, para la ayuda del humano, a alcanzar la madurez mental y la profundidad de su naturaleza.

  • ana rodrigo

    Estoy de acuerdo con lo que dice Julián Díaz sobre la actitud de descalificación del contrario por parte del autor del artículo, aunque se contradice al defender el diálogo. Descalificando a tu interlocutor, no se dialoga.

    Me pasa como a Gonzalo, que en e artículo se tocan todos los temas: concepto de Dios, cambio o casi desaparición de la Iglesia tal como está, interpretación adecuada de los textos bíblicos, etc.

    Paolo Zalbandi hace muchas preguntas, plantea muchas dudas y hace pocas propuestas. Y ésta es la cuestión clave, qué alternativas se dan a todo aquello que hay que destruir, porque él parece que no admite reformas, sino nuevo y radical paradigma.

    Lo que es cierto es que la sociedad actual ya está en otra onda, muy, muy alejada de una Iglesia anclada en siglos ha.

     

  • carmen

    Es que si no lo digo me muero.

    A ratitos se puede, no sé la palabra, sentir? a Dios?  Por supuesto. Claro que sí y diría que mucho más de lo que nos creemos, porque todos llevamos un trocito dentro. La pregunta sigue siendo la misma, qué Dios? Uno personal, hecho a medida de nuestros deseos, de nuestras necesidades en un momento determinado ? O a algo que no sabemos qué Es pero que lo sentimos en determinados momentos?

    La pregunta sigue abierta. Esa es la pregunta. Y lo que trae consigo la respuesta, claro. Es más. Lo importante no es la respuesta a la pregunta sino lo que trae consigo dicha respuesta.

    Posiblemente haya perdido la cabeza hace muchos años, pero la frase algo me protege es una especie de mantra  para mí. Suele despertar sonrisas, pero les aseguro que de repente tomo decisiones con una seguridad que no tenía. Y eso sin duda está dentro de mí, por supuesto, pero a la vez no soy yo misma, es como si de un plumazo se borrarsen las dudas. Y soy una duda andante. Pienso mucho las cosas aunque no se lo crean.

    A lo mejor es eso que llaman esquizofrenia  pero siempre cuando se dan esas situaciones de : ya. Ahora. Esto. Pues acierto. Y han sido decisiones duras, no del tipo qué pendientes me pongo o qué zapatos elijo. No.

    Y desde luego no creo en un Dios personal. Quiero decir que nadie aquí niega la creencia de la posible existencia de algo que venimos llamando Dios. No, aquí , en este foro no. En otros supongo que los habrá a mantas. Lo que se plantea es otra historia. En qué tipo de Dios estamos pensando cuando decimos Dios?  Porque claro, si rechazamos el tipo de Dios no teísta, muchos nos quedamos fuera de la ecuación. Bueno, de la Ecuación Teísta. Y nos vamos. E incluso muchas personas creen que si no creen en un Dios Teísta no creen en Dios. Pero eso no es cierto.

    En fin.

    Lo dicho. Un tema apasionante. Pero claro, las consecuencias de aceptar que otras personas puedan creer en otro tipo de Dios tiene una repercusión enorme en La teología de la iglesia. No digo que la teología de la iglesia tenga que rechazar a un dios teísta. No estoy diciendo eso, estoy diciendo que la teología oficial de la iglesia tiene que abrirse a la posibilidad de que otras personas crean en otro tipo de Dios. Al personaje o persona o proyecto o como le quieran llamar de Jesús no le afectaría, es más, creo que su humanidad se dispararía. Pero a la iglesia institucional le afectaría un montonazo. Y ese es el tema. Y claro…

    Por eso hay tres bandos y no dos. Tres. Los del Papa Francisco, los contrarios al Papa porque no quieren absolutamente ningún cambio y los que dicen. Pero vamos a ver…la gente se va…por qué?

    Pues creía que solo había dos. Y no. Es t los no teístas están calladicos, salvo los que dan la cara, pocos. Pero como empiecen a moverse los católicos de a pie no Teísta, va a ser superinteresante.

    Buen día a todos.

     

     

     

     

     

     

    • Jaume PATUEL PUIG

      Carmen, el Amor de lo que denominamos “Dios” (palabra humana para expresar lo INEFABLE)  es de la gran libertad interior que lleva a que cada SER VIVIENTE HUMANO vaya buscando su propia respuesta. El SENTIR-PENSAR esa Realidad Originaria o Última, que es la propia esencia, que es vida, pero ni noción ni concepto, la vive cada uno con paz y tranquilidad, y se manifiesta en la auto y heterorelación: Mt. 7,20, és decir, por los frutos los reconeréis. Y los bandos son historia. Estamos también viviendo el paso de la dualidad o la no-dualidad. Tal vez el libro de Enrique MARTINEZ LOZANO te pueda interesar:RECUPERAR A JESÚS. UNA MIRADA TRANSPERSONAL (2011). Tiene otros libros interesantes. Son fruto de su proceso interior personal. Gracias por tus comentarios.

  • Jaume PATUEL PUIG

    Y para INRI, no iría mal leer un poco de NEGRURA INSTITUCIONAL VATICANA. el libro de Vicenç LOZANO: INTRIGAS Y PODER EN EL VATICAN0 (2021).
    Pero ROMA VEDUTA, FEDE PERDUTA no siempre es así:

    ROMA VEDUTA, FEDE CONFIRMATA ya que la “institución” es un medio totalmente humano, històrico y contigente….A la gente joven europea, por las estadísticas de encuestas, además de perder confianza en la institución, no creo les vaya a entusiasmar TODA LA PARAFERNALIA DE LA INDUMENTARIA, CEREMONIAS…cuyas fotos son totalmente de LA EDAD MEDIA BAJA (s. XII-XV). Y aún se hacen, pero hay papas (empezando po el bueno de Juan XXIII) fueron quitando algunos ritos. Y el papa Bergoglio lo hizo en su presentación, pero aun no solo no ha sido comprendido ni perdonado. Buen domingo (primer día de la semana).

  • Jaume PATUEL PUIG

    Tengo ante mi treds libros (en francès):
    1. LE CHRISTIANISME A-T-IL FAIT SON TEMPS? (2000). Jean-Marie PLOUX

    2.L’EGLISE VA-T-ELLE DISPARAÏTRE?(20123) Jean- claude BARREAU

    3. LA FIN DE LA CHRETIÈNTÉ (2021). Chantal DELSOL

    Solo indico que es un tema abierto. Y a mi me interesa: EUROPA.ESPAÑA.CATALUNYA.MI PARROQUIA y partir del metro cuadrado donde vivo, pero relacionalmente.

    Estamos en la entrada de un nuevo NIVEL DE CONSCIENCIA o la tan conocida frase: No una época de cambio, sino UN CAMBIO DE EPOCA o la entrada a UN PARADIGMA HUMANISTA y feneciendo EL PARADIGMA CULTURAL DE CRISTIANDAD, pero no el mensaje de Jesús: EL REINO DE DIOS ESTÁ DENTRO DE TI.
    El cuodlibeto está CÓMO CADA UNO LO GESTIONA? Silencio, discernimiento y coherencia con una EXPLICACION SENCILLA, CLARA Y RAZONAVBLE (NO RACIONAL). Pero a mi me gusta el tema porque ya en eñ 1970, tuve en mis manos, escrito por un teólogo holandes de 90 anitos: EL FINAL DEL CRISTIANISMO CONVENCIONAL (1969) con réplica de sus discipulos(1970) y la contraréplica del autor(1971). Una buena trilogia, que pienso re.leer. Por lo tanto NIHIL NOVUM SUB SOLE. Además, siempre ha existido la PLURALIDAD, pero en el “nacional-.catolicismo(que continua) sea en la función del DICASTERIO DE LA FE, no se ha permitido la pluralidad, antes en contra: 500 teólogos censurados en los pontificados de Woytila y Ratzinger. RESUMIENDO: Diálogo abierto, sincero, respetuoso ante visiones sobre EL MENSAJE DE JESÚS que no es monopolio de NADIE ni PERSONALMENTE NI INSTITUCIONALMENTE. El hecho que durante siglos, por desgrarcia, EL CRISTIANISMO SE HA CREIDO LA VERDADERA RELIGION….ya es historia. Perdonadme porque he sido largo cuando no pretendo serlo. Y a gozar del ESPIRITU que sopla donde quiere ÉL….Gracias con una gran sonrisa.

  • carmen

    Y es que no es cierto que a todos aquellos a los que no les convence el Papa actual son los que desean que la iglesia se mantenga en sus trece, los que no quieren que en la iglesia se produzca ningún cambio. Es que eso no es cierto. Porque es imposible que mi manera de pensar sea exclusivamente mía. Es imposible. Ahora bien, que sea un pasito como dicen algunos y algunas, pues a lo mejor tienen razón, yo qué sé… pero los tiempos no van a la velocidad de pasitos.

    Un tema absolutamente interesante. De verdad.

  • Julián Díaz Lucio

    Lo siento, me molesta grandemente la actutud autosuficiente de Paolo Zambaldi. Parece que todos los que pensamos de otra manera estuviéramos tontos. Hace falta que todos nos escuchemos en profundidad, que demos razones de los que pensamos y no despreciemos al que piensa diferente de nosotros. Creo que hay que admirar y arrodillarse ante los que a lo largo de la historia han tenido experienia profunda de Eso que llamamos Dios . y eso no solo en la religioncatólica, sino también de otras religiones. Ahora mismo sigo los pasos y admiro a personas como Fernando Urbina, Madeleine Delbrel y otros más, que han vivido su experiencia mística en el espesor de la vida, en medio de contradiciones y obstáculos de todo orden. No los creo tontos ni desfasados, sino testigos elocuentes de personas con fe.

  • carmen

    Hay tres bandos…!!

    Menuda sorpresa. Convencidísima de que solamente había dos. Y es que no sé de la misa la media. Creo que sé de qué va una cosa y de repente, zas. Y es que  las personas normales, lectoras de periodicos y libros y artículos  nos enteramos de lo que podemos, de lo que nos dicen.  Todo pasado por el crisol del que escribe. Y como tenemos, o al menos tengo, una dosis enoooorme de ingenuidad, creo que leyendo aquí y allá puedo sacar conclusiones. No es cierto. Bueno, puedo sacarlas pero como no sé los datos auténticos porque todo es de parte, nunca serán acertadas.

    Así que toca leer y callar.

    Superinteresante el tema.

     

  • Gonzalo Haya

    Me resulta difícil comentar este artículo porque creo que mezcla tres o cuatro temas: el debate sobre el No-teísmo, la supervivencia y la reforma de la Iglesia (¿qué Iglesia?), y  la línea conductora del Papa Francisco. Temas que, como todo, están relacionados entre sí, pero que necesitan ser tratados independientemente, porque sobre cada uno de ellos hay mucho que matizar .