En esta noche de Belenes y figuritas, de ternuras que nos trasladan a nuestra infancia y a gruta de Gerccio, no tenemos más remdio que acercarnos al Belén de hoy, una tierra poblada por cristianos y musulmanes, todos ellos igualmente oprimidos por un injusto estado de Israel invasor del terrotorio que desde hace decenios la ONU reconoce como Palestina y practicante de una política de apartheid. Nuestra María Landi sigue recordándonos con constancia lo concreto de la causa palestina y hoy nos envía este mensaje. AD.
Queridas amigas y amigos, hermanas y hermanos:
Quisiera saludarles en esta Navidad con una invitación a ir más allá de la Belén mítica de villancicos, pesebres y luces de colores, y volver nuestra mirada hacia la tierra donde nació Jesús, donde surgió nuestra fe; hacia la Belén real, la Palestina ocupada que sigue sufriendo bajo la ocupación colonial y el apartheid israelíes.
Para ello les comparto esta entrada en mi blog, donde tras una brevísima reseña de lo vivido este año en Palestina, encontrarán:
– 3 acciones concretas con las cuales podemos responder al llamado de nuestros hermanos y hermanas palestinas (solamente firmando y difundiendo);
– un resumen del Alerta de Navidad que como todos los años nos hace llegar el movimiento ecuménico Kairós Palestina.
Gracias desde ya por leer este mensaje, por responder al llamado, difundirlo y compartirlo en sus espacios y redes, y sobre todo, por tener presente en sus reflexiones, oraciones y encuentros de Navidad la voz y la realidad de las comunidades cristianas palestinas, las más antiguas del mundo, herederas directas del movimiento de Jesús de Nazaret, y amenazadas de desaparición en la tierra que vio nacer el cristianismo.
Que sea Navidad en nuestros corazones, en nuestras vidas, en nuestras comunidades y en nuestras luchas. Un abrazo fraterno.
M.
Pues como soy rarita, procuro dar los menos problemas posibles a mí alrededor , sobre todo en Navidad. Me gusta mucho la familia aunque ya sea imposible reunirla a toda porque las familias crecen. Me gusta pensar que es un momento para recordar lo bueno que hemos vivido a lo largo de nuestra vida dentro de ella. Hay mil cosas bonitas. Y si hace frío, tapar al niño Jesús para que esté calentico.
No doy para más.
Sorry.
Callar ante la injusticia institucional sin hacer constar nuestra protesta, aunque resulte impotente, es un modo de aceptarla por temor a perder nuestros privilegios económicos y políticos.