Massimo Faggioli resalta la manera como el papa Francisco pone en el centro de la renovación de la Iglesia el olvidado Vaticano II. Muchos de nosotros vivimos el breve pontificado de Juan XXIII y creímos que del Concilio iba a salir una nueva Iglesia. Los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI se encargaron de bien de enlatarlo en una falsa reforma del Código de Derecho Canónico (1983) que siguió siendo tan clerical y jerárquico como el anterior y de un Catecismo de la Iglesia (1992), que recogía alguna expresión de la letra del Concilio, pero mataba su espíritu. Habíamos perdido la esperanza de verdadera iglesia, grupo de seguidores del Nazareno. Francisco nos abre una rendija y un proyecto para el itinerario sinodal 20102023. Yo estoy con él. ¿Y vosotros? AD.
La lucha del Papa por restablecer el lugar central del Vaticano II en la vida de la Iglesia y de quienes luchan por detenerlo.
Por Massimo Faggioli | Estados Unidos | La Croix International | 5-10-2021.
El Papa Francisco sabe causar revuelo con sus declaraciones.
Pero incluso cuando el actual obispo de Roma dice cosas que no deberían ser de interés periodístico, son objetivamente relevantes en el contexto de la asediada Iglesia católica de hoy.
Un ejemplo: el Papa dijo recientemente que el Concilio Vaticano II (1962-65) moldeó su visión teológica y pastoral. Lo hizo en el prefacio de un nuevo libro llamado Fraternità segni dei tempi , que fue coescrito por el cardenal Michael Czerny, uno de sus compañeros jesuitas y alto funcionario del Vaticano, y Christian Barone, un sacerdote y teólogo italiano. La traducción al inglés se llama, Todos hermanos, Signo de los tiempos: La enseñanza social del Papa Francisco . Será publicado en 2022 por Orbis Books.
Mayor insistencia en la centralidad del Vaticano II
“Es necesario hacer más explícitos los conceptos clave del Concilio Vaticano II, los fundamentos de sus argumentos, su horizonte teológico y pastoral, los argumentos y el método que utilizó”, escribe Francisco en el prefacio.
Este no fue un comentario improvisado, sino una declaración escrita en un libro publicado por la imprenta del Vaticano e informado el 28 de septiembre por su medio de comunicación oficial, Vatican News .
¿Por qué la declaración del Papa sobre el Vaticano II es tan de interés periodístico?
La oposición organizada a Francisco no reaccionó como de costumbre alegando que el Papa jesuita había dicho algo poco ortodoxo o se había rendido al espíritu liberal y secularista de la época. Eso no es porque sería muy notorio para los líderes católicos, especialmente cardenales y obispos, distanciarse del 21º concilio ecuménico de la Iglesia. Todo lo contrario.
Francisco contra la multitud anti-Vaticano II
No necesitaban reaccionar. Basta con hacer una búsqueda online en círculos conservadores y tradicionalistas, así como sus publicaciones y sitios web de autoayuda teológica, para hacerse una idea de la magnitud del problema.
Estos grupos simplemente identifican al Vaticano II con vender la identidad católica y debilitar el sentido de la tradición. Otras veces, utilizan el Vaticano II como sinónimo de relativismo, neopaganismo y herejía.
No son solo las redes sociales o EWTN. (No estoy enlazando a esos sitios web porque no merecen publicidad gratuita). El Papa Francisco ha hecho, y está haciendo, mucho para cambiar esta situación. Es imposible ignorar el impacto que han tenido las palabras y los hechos de este pontificado para restaurar el lugar y la reputación que el Concilio Vaticano II merece en el discurso de la Iglesia, pero también en el discurso sobre la Iglesia en los principales medios de comunicación.
Una batalla cuesta arriba para la próxima generación
Más recientemente, su “motu proprio” Traditionis custodes – que revirtió la decisión de Benedicto XVI en 2007 de universalizar el uso de la “forma extraordinaria” (antes del Vaticano II) de la Misa en el rito romano – es uno de los actos más importantes en la Iglesia posconciliar para reforzar el valor vinculante de la enseñanza del Concilio Vaticano II.
Pero es una batalla cuesta arriba que al menos otra generación de católicos tendrá que pelear. Basta mirar los planes de estudio de los seminarios y los programas de formación en muchas instituciones católicas para ver que el lenguaje del Papa Francisco y las referencias al Vaticano II son la excepción, no la norma.
El problema aquí no es realmente la ausencia del término “Vaticano II”. Es la ausencia de esa profundidad teológica a favor de una mezcla de apologética brillante, devocionalismo empalagoso y confesionalismo motivacional. En otros casos, incluso en las escuelas católicas de teología supuestamente liberales, el Vaticano II ya no forma parte del plan de estudios. Se ha dejado de lado en favor de tendencias más de moda.
La marginación deliberada del Concilio
Al menos en los Estados Unidos, ahora es raro encontrar un estudiante graduado en teología católica que tenga un conocimiento básico del Concilio Vaticano II, su historia y teología.
Paradójicamente, es menos raro encontrar algún conocimiento del Concilio entre los estudiantes universitarios católicos. Por lo que he visto, todavía están aprendiendo algo sobre el Vaticano II en las escuelas secundarias católicas, pero luego se pierde entre aquellos que continúan estudiando teología.
Casi nunca escuchan nada sobre el Concilio más reciente de la Iglesia en sus parroquias. Parafraseando a TS Eliot, así es como termina una tradición teológica, no con un estruendo sino con un gemido.
Es un hecho que los textos magisteriales del Concilio y los desarrollos teológicos han sido en gran parte marginados en muchas partes de la Iglesia actual. Algunos lo lamentan, pero otros se regocijan, porque hay un movimiento organizado detrás de esta marginación del Vaticano II. No es solo un olvido natural o inducido por el tiempo.
Los predecesores de Francisco y el Vaticano II
Juan Pablo II tuvo una relación compleja con el Concilio Vaticano II.
Su pontificado hizo hincapié en hacer que la teología fuera más dependiente que antes del magisterio papal, de una manera que socavó la legitimidad de la interpretación teológica del Vaticano II. Pero Juan Pablo II nunca estuvo de acuerdo con el socavamiento directo de la legitimidad del Concilio.
Luego estuvo el discurso de Benedicto XVI en 2005 sobre la “hermenéutica de continuidad y reforma” versus “discontinuidad y ruptura”. La intención del Papa ahora retirado era apuntar a todas las formas de rechazo de los textos del Vaticano II y no solo a los lefebvristas (FSSPX). Pero el discurso acabó reforzando las tendencias anticonciliares de los neotradicionalistas.
Estos apologistas de la restauración de la Iglesia anterior al Vaticano II llevaron las reflexiones de Benedicto a lugares muy aterradores que no creo que Joseph Ratzinger, uno de los peritos teológicos más importantes del Vaticano II, pudiera imaginar.
La narrativa confusa de los neotradicionalistas
Decidieron que el Concilio no solo permitió la crisis sociológica de la Iglesia, sino que en realidad provocó el colapso del catolicismo, como si la crisis sociológica no hubiera comenzado décadas antes.
Por lo tanto, según ellos, el Vaticano II debe derogarse de alguna forma. Pero eso es imposible según las normas que rigen el funcionamiento de la tradición teológica católica. La narrativa de los neotradicionalistas a veces intenta mantener las apariencias de seriedad académica, pero a menudo se mezcla con teorías de conspiración. También es ignorante de la historia, aunque bastante eficaz para volver el énfasis en lo social y lo político en contra de los progresistas.
Algunas de estas teorías incluso son citadas por los obispos en apoyo, por ejemplo, de sus políticas a favor del regreso de la celebración de la Misa anterior al Vaticano II en latín.
Vaticano II: la batalla por el significado
El pontificado del Papa Francisco está asediado, a nivel teológico, en gran parte y principalmente debido a su recuperación del Concilio.
Pero esta batalla por el significado del Vaticano II (el título de un libro que publiqué hace casi diez años) continuará mucho después del final de este pontificado, y no es para los pusilánimes.
Los círculos militantes han logrado invertir el sentido del Concilio para una audiencia eclesial y eclesiástica que no sigue, no confía ni se preocupa por la comunicación institucional de la Iglesia. El Vaticano II, que alguna vez fue sinónimo de catolicidad, ahora se ha convertido para muchos católicos en sinónimo de herejía. Lo he visto en estos últimos 15 años, especialmente en los Estados Unidos.
Los intelectuales y apologistas neotradicionalistas han podido convencer no solo a los católicos militantes en los bancos, sino también a los obispos y cardenales. Los donantes conservadores adinerados, aquellos que ahora a menudo llevan la batuta en muchas instituciones católicas de educación superior y cultura, son una parte esencial de esta imagen.
La crisis intelectual del catolicismo
Está claro que los representantes de un cierto “sentimentalismo del Vaticano II” han perdido el control de la narrativa. Pero este no es el mayor problema. Ha pasado el tiempo de una defensa estándar del Vaticano II, que a veces se convierte en desgana, en nombre del Concilio, a comprometerse con los muchos cambios que han tenido lugar en la Iglesia desde 1965.
Es por ello que ahora, más de cinco décadas después de que el concilio concluyera su trabajo, el Papa Francisco insiste en que “es necesario hacer más explícitos los conceptos clave del Concilio Vaticano II, los fundamentos de sus argumentos, su horizonte teológico y pastoral, los argumentos y el método que utilizó “.
Es necesario actualizar el discurso eclesial y la forma de enseñar el Vaticano II. Pero los cambios que se han producido en el catolicismo en los últimos años apuntan, no a una mejora, sino a una degradación. Esto es parte de la crisis intelectual del catolicismo.
Los de la derecha del espectro ideológico culpan al Vaticano II de los cambios sociales y culturales que han marginado a la religión, cuando el Concilio fue en realidad el mejor intento posible de la tradición magisterial hasta ahora para comprometer la modernidad secular.
Mientras tanto, los de la izquierda se enfurecen contra cualquier cosa que suene a institucional. Esta rabia ha llevado, no a la liberación, sino a la diáspora. Y solo le hace el juego a quienes trabajan por una Iglesia más excluyente y sectaria.
Los ataques contra el Vaticano son problemáticos por razones obvias
A medida que nos acercamos al sexagésimo aniversario del inicio del Concilio Vaticano II el próximo año, existe una necesidad urgente de abordar algunas deficiencias de los documentos conciliares sobre varios temas, en primer lugar el papel de la mujer en la Iglesia. Pero eso ciertamente no se puede hacer con un regreso al período anterior al Vaticano II.
Si el movimiento neotradicionalista y anti-Vaticano II ganó impulso en la última generación, también se debe a la renuencia de los líderes católicos del Vaticano II, tanto entre la jerarquía como entre los intelectuales, a tomar el desafío en serio.
Los ataques contra el Concilio son problemáticos por razones que deberían ser obvias. ¿Qué mensaje envía la Iglesia con su desestimación de la declaración conciliar Nostra Aetate en un momento en que el antisemitismo vuelve a asomar su fea cabeza? ¿Y qué se dice de una Iglesia que se ha olvidado de Dignitatis Humanae en una época en la que aumentan los desafíos a la libertad religiosa? Además, ¿cómo puede la Iglesia descuidar la Dei Verbum en un momento en el que la idea misma del conocimiento como forma de habitar una tradición está en crisis?
Estos son solo algunos ejemplos.
Está en juego la viabilidad de la tradición intelectual católica, incluso antes de la magistral.
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Santiago, con tu permiso, escribo más arriba para no entorpecer la cuestión que os une a Carmen y a ti en comentarios anteriores.. Así en tu comentario de hoy día 26 a las 2.56 am dices cosas muy interesantes, por ejemplo, que durante 21 siglos se ha podido discutir de “todo” en la Iglesia y que las controversias también llegan a lo que es de “doctrina común”. Me gusta tu estilo porque cuando se quiere eludir un tema importante basta con escribir los textos de manera no concreta. Las elucubraciones de las que se hablan en otro hilo van por ahí. Lo certero tiene que ver con la certeza, y por la costumbre “hemos perdido la obsesión por la claridad de los conceptos” que dice el mismo ponente. Igual que una obra supuestamente de arte, pero imaginaria, se escribió en un comentario.
La historiografía te da la razón, lo mismo una lectura sosegada del Nuevo Testamento. La doctrina común la señalaban los apóstoles de Jesús, a veces después de algunas tensiones. El Espíritu orientaba disponiendo en los diferentes ministerios, primero apóstoles, y otros profetas, evangelistas, pastores y maestros. (Ef. 4,11) Y así se sucedieron los concilios hasta llegar al Vaticano II (1963-1965) Cada uno de ellos a lo largo de los siglos han sido para que resplandezca la luz del Resucitado, y todo orientado a la edificación del cuerpo de Cristo.
El Sínodo de la Sinolidad ( 2023) hará que tengamos una mejor comprensión del primado de Pedro, que no se reduce como única base escriturística a solo Mateo 16,18 como , ahora desde el propio campo católico, algunos nos pretenden mostrar sin éxito, para concluir que dicho pasaje es espurio.
Gracias Román. Es muy interesante lo que escribes. Trataré de extenderme cuando tenga más tiempo.
Abrazos
Santiago Hernández
La verdad, estoy sorprendida. Ya son dos personas las que hablan de infiltración de ideas marxista en el seno de la iglesia, Santiago y Román. Creo que empiezo a entender que esto de la guerra En el seno de la iglesia va más allá de lo que pensaba, bueno, pensaba, intuía. Pero claro, me faltan muchos conocimientos. Tendría que leer mucho sobre qué supuso el concilio Vaticano, el segundo. No a nivel teológico, sino lo que suponía los nuevos planteamientos teológicos en la sociedad de los años sesenta. Grandes años.
Parece que voy entendiendo un poco, me he vuelto a equivocar de palabra, parece que estoy intuyendo un poco el porqué del l destino que sufrieron el movimiento de los curas obreros y la teología de la liberación en América Latina.
Pura política. No teølogia. No sé de qué me asombro, mi ingenuidad está en plena forma. Todo tiene un porqué , siempre, siempre, siempre.
Ayer leí a Román y ve en este nuevo paradigma del no teísmo un ataque no al cristianismo, que supongo que también, sino al modelo de sociedad que defiende La Institución de la Iglesia. Porque es su bando
Y hoy Santiago dice lo mismo pero se retrotrae al concilio Vaticano.
Superinteresante.
Los motivos de la lucha en el seno de la iglesia va mucho más allá de lo que podía pensar. No son únicamente teológicos. Eso de la nueva teølogia no le gusta un pelo a la iglesia, no es tonta y sabe las repercusiones que puede tener en su organización. Pero es que además hay un sector de la sociedad que también se siente un poco o bastante amenazado , porque sabe que la iglesia católica es un aliado muy poderoso, pero porque tiene Poder, si ese poder baja en la sociedad, perderá un aliado importante.
Superinteresante.
Es mi análisis. El mío. Se puede compartir o no.
Un abrazo a Santiago y a Román.
Y a todos.
Me gustaría darte la razón, pero lo del marxismo es pura coincidencia (llámala política o filosófica según el contexto y la situación que se analice) El ateísmo científico no es original de los iniciadores de esta doctrina, sino que le dieron forma para sus propósitos. Las corrientes de pensamiento son hijas de La Ilustración. También la teología corrió caminos paralelos en un proceso de purificación de la idea de Dios en el ámbito teológico – filosófico. Era un hecho natural que el optimismo por el ser humano, sus facultades, su autonomía y libre albedrío pudiera desembocar en cuestionarse su relación con la divinidad y hasta la propia trascendencia. Y este proceso no viene de ahora, sino que es herencia de quienes pensaron así en el pasado. De ahí me viene esa frase que a veces repito: nos faltan pensadores. En el pensamiento estamos viviendo una especie de remake como en las películas. Por eso no puede haber síntesis.
Seguro?
No sé.
Sencillamente me pregunto una cosa, quién defiende entonces ese modelo de sociedad tan horrible , el capitalismo? La izquierda, la derecha…?
No sé.
Seguiré pensando. Me entretiene y como no soy nadie ni pretendo convencer a nadie, pues eso
Es que hacen falta ideas nuevas para afrontar problemas nuevos. Eso también lo repetía como un mantra hace tiempo aquí.
Pero claro, las ideas nuevas tienen que partir de la base de un análisis de las anteriores. Tratar de ver aciertos y errores y entonces construir algo novedoso. Que no exactamente nuevo, porque en realidad no hay nada nuevo bajo el sol.
Eso creo, pienso, opino.
Y qué manía con el ateísmo. Pero si se trata de una teología nueva, cómo va a ser atea? Bueno, atea de no creer en un Theos, pues sí, pero estoy segura de que Dios es algo más de lo que nos han dicho que es. Es que es un modelo total de varón.
En fin.
Me voy a dar un paseo. No veas el día que hace.
Gracias por el interés. Sólo existe “una” teología y no es nueva sino tan vieja que es eterna. Por eso sólo hay una Iglesia verdadera y una sola FE. Lo demás son aproximaciones.
Saludos cordiales
Santiago Hernandez
Amigo Román, parafraseando la frase célebre, el humano no está hecho para la religión, es la religión la que está hecha para el humano. Está para su servicio, para su perfeccionamiento, para facilitarle la vida auténtica.
Y por eso, hay que contemplar el lado útil, utilitario de la religión para el humano.
Tú hablas de sentido bíblico de la salvación, como “liberación”. Hasta hace poco, se creía en la “salvación”, como garantizarse una buena vida después de la muerte, y evitar el castigo eterno.
Lo de la “liberación” es confuso. ¿De qué?. Yo particularmente creo que de la ignorancia y el error.
En esto de la Biblia, cada uno puede especular con lo que quiera. Siempre hay una frase que puede apoyar nuestras ideas personales.
A mí me gusta mucho, Génesis 17: 1,2:
“Y cuando Abram tenía noventa y nueve años, Yahweh se le apareció y le dijo: “Yo soy El Shaddai, (Dios Todopoderoso). Camina delante de mí y sé perfecto y haré mi pacto entre tú y yo y te multiplicaré grandemente”.
Dios no le pide a Abram, que le siga, solo que camine delante de Él, (se supone que a distancia que le pueda oír), y que se perfeccione. Es una “profecía” de que Dios querría nuestra autonomía y libertad.
Y en ese sentido, si la “salvación” a la que hay que atender es sobe todo del error y la ignorancia, hay que cambiar la estructura y naturaleza de la Iglesia, que es esa especie de Cooperativa humana, encargada en facilitar dicha salvación.
Fray Marcos, en Fe Adulta, dice: “(…) Jesús no vino a dar nuevas normas morales sino a enseñarnos el camino de la verdadera Vida. Pero inmediatamente viene la institución y nos dice: lo que Dios quiere es esto y aquello; que no es más que lo que les interesa a los dirigentes de turno.
Lo que tengo que “hacer”, lo tengo que descubrir yo, no me tiene que llegar de fuera como programación, no tengo que ser un robot al que le han introducido un programa.
Lo que Dios quiere es que lleguemos a nuestra plenitud, y el “mapa de ruta” está en nuestro interior, no fuera”.
Hay que ser valientes. Cariñosos pero enérgicos. La verdadera lealtad está en cambiar el rumbo cuando se ve necesario. Como hizo Jesús.
Todo es cambiable, siempre que sepamos cual es el objetivo: ayudar a la Humanidad a alcanzar la liberación del error y de la ignorancia.
“¡No seas cristiano, sé Cristo!”.
Salvación o liberación. La explicación que puedo dar a mis palabras es mucho más sencilla. El vocablo liberación está muy extendido y fácilmente incluso en ámbitos políticos y sociales con tendencia a invadir supuestos “encarnacionistas” de nuestras teología y hasta en comentarios a los mismos Evangelios, pues suena más antrópico es decir, con su connotación de inmanencia y todo; que cualquiera forma de injusticia reside dentro del negociado humano; lo que solíamos llamar justicia distributiva para distinguirla de la justicia que viene de Dios. Así el ser humano se basta a sí mismo.
No me resulta extraño que prefieras el término liberación y lo analices desde tu línea de pensamiento.
Salvación en un sentido riguroso dentro de la Historia de la Salvación venía a significar emancipación, rescate. Éxodo 14,13 : “Moisés respondió al pueblo: “no temáis; estad firmes y veréis la salvación que Yahvé os otorgará en este día, pues los egipcios que ahora veis, no los volveréis a ver nunca jamás”.
El ángel que se le apareció en sueños a José le dice a éste : …” (María) dará a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús, porque el salvará a su pueblo de sus pecados”…
El pecado es una situación de injusticia radical y por eso nos referimos a Dios que nos rescata en términos de Salvación.
El propósito del Vaticano II y por tanto de Juan XXIII inicialmente -yo estaba vivo ya- fue lograr la “unidad de los cristianos” que estaban separados de la comunión de la Iglesia Católica. Fue como una inspiración de Juan XXIII que había sido profesor de Historia de la Iglesia.
Luego el Papa se abrió a las “sugerencias” de la apertura del Concilio en una visión general de la Iglesia. En ningún momento se intentó entonces “crear otra Iglesia” ni reformarla “esencialmente”. El “aggiornamiento” de Juan XXIII era poner al día a la Iglesia para hacerla más asequible e inteligible para todos incluyendo a los que no creían en ella. Era “desempolvar” el polvo acumulado a través de los siglos y que “empañaba” su claridad.
Por eso, leyendo los decretos del Vaticano II se ve con claridad que NO hubo un rompimiento formal con la Tradición Apostolica, ni con la esencia de la Iglesia. Sino que los Padres quisieron seguir la norma y conservar la misión de la Iglesia que consiste en salvar la mundo del pecado o mal moral para que pueda vivir a plenitud la vida eterna que ya comienza en este mundo y que se realizará totalmente en la eternidad.
Los Padres nunca quisieron la supresión litúrgica y didáctica del latín en la vida de la Iglesia (ver Constitución sobre la Liturgia 36 1-4.) donde la lengua vernácula no se generalizaba y donde las traducciones debían tener aprobación eclesiástica. Tampoco se habló de trasladar el Smo. Sacramento del centro del altar a un lugar secundario etc etc etc. La comisión encargada de aplicar el Concilio asumió una obra que nunca fue conciliar y que fue de muchas maneras arbitraría y controversial.
Por tanto hay que revisar de nuevo esos cambios para ponernos en el verdadero espíritu del Vaticano II y acercarnos más a lo que dice el Evangelio y la tradición verdadera de los Apostoles.
un saludo cordial
Santiago Hermández
Santiago:
sinceramente ignoro de dónde has sacado esas ideas sobre Juan XXIII y el Concilio, tan ajenas a un personaje y a unos hechos tan ampliamente documentados. Angelo Rocalli hizo entrar las cámaras hasta la intimidad de sus aposentos privados. Rompió con tantos moldes, le dio un giro tan espectacular a la figura del papado, mostró con tan extraordinaria sorpresa para la Curia sus dotes diplomáticas, y sobre todo que se despojó de la figura monárquica de los papas anteriores para revestirse con la imagen de la de pastor y obispo de todos los fieles de Roma. Cierto que dejó hacer a la Curia en los preparativos del Concilio y que los resultados Sínodo de Roma convocado por él para disgusto de la Curia envalentonó a ésta en las comisiones preparatorias, pero en la Ceremonia Inaugural del Concilio, aquejado ya de cáncer, pero algo oculto para no dañar la buena marcha de éste, entonces, se expresó claramente que el tema del Concilio será la modernización sintiéndose en la obligación moral de contradecir a los profetas de la fatalidad, aquellos que afirmaban que el mundo es un lugar maligno, y que si la Iglesia existe es para convertirlo.
La gran sorpresa visual, cuando allí se presentaron 2.500 participantes de todos los lugares del mundo, incluso de detrás del Telón de Hierro, todos ellos mitrados, pero hablando diferentes idiomas, con muy diferentes colores de piel, y en su mayoría ignorantes de hablar en latín. No me vengas con que el Concilio ponía las lenguas vernáculas en un lugar supletorio al Latín en la Liturgia. Aquella voz, la del cardenal Frings puso patas arribas las maniobras de la Curia, y finalmente se llegó al consenso de la formación de las comisiones mediante los buenos oficios del Cardenal Arzobispo de Milán, Montini, luego Papa, y su propuesta de once páginas finalmente aprobadas.
¿Qué más podría decirte que no conozcas tú?
Juan XXIII fue un hombre avanzado para la época pero fiel a la Iglesia. Lo podemos ver en el libro de su diario personal. Su alma queda allí retratada. Fue fiel a “sus devociones” hasta el final de su vida.Realmente devoto jamás hubiera accedido a excesos ni de la liturgia ni de la moral.
Escribe en Discurso de Apertura del Vaticano II:
“El gran problema planteado al mundo queda en pie tras casi dos mil años. Cristo radiante siempre en el centro de la Historia y de la vida. Los hombres o están con El y con Su Iglesia y en tal caso gozan de la luz, de la bondad, del orden y de la paz; o bien están sin El o contra El y deliberadamente contra Su Iglesia con la consiguiente confusión y aspereza de las relaciones humanas y con persistentes peligros de guerras fratricidas”…..”Los Concilios Ecuménicos…conducen a una irradiación de universal de la verdad, a la recta dirección de la vida individual, familiar y social, al robustecimiento de las energías espirituales, en elevación constante hacia los BIENES VERDADEROS y ETERNOS”
NO fue Juan XXIII el que puso la base del caos que estamos viviendo en la crisis del mundo y de la Iglesia. Fueron elementos “bien preparados” para desmantelar la Iglesia que se colaron por “una grieta” por donde el “humo” entró en la Iglesia para confundir a los fieles “de buena voluntad” Yo viví de cerca toda esa infiltración absurd-a que no era la verdadera “reforma” de la Iglesia sino una deformación del magisterio de Jesús que no predicó el odio de la lucha de clases, ni los postulados marxistas, ni tampoco la fraternidad universal masónica. Esa nefasta intención llegó a la acción dentro de las filas del clero y eso es lo que “estamos viendo”. No es fantasía, es una realidad triste. Cristo fue un liberal y revolucionario del Amor del Padre, no de la corrupción de la fe y de la moral. No podemos hacer del pecado, un bien como si el mundo fuera puro placer venéreo, sensual en un hedonismo sin límites. Es Dios el que dicta la norma y no nosotros.
Leamos el Diario del Alma de Juan XXIII que avaló su secretario Loris Capovilla y aprenderemos vida espiritual verdadera.
Gracias amigo Román por intervenir. Un abrazo
Santiago Hernández
Santiago.
Te entiendo perfectamente y sé a donde quieres llegar.
Pero para no dar una sensación de discusión o de rebato me conformo del todo si me explicas que las mismas cosas que afirmas de Juan XXIII (avanzado para la época, fiel a la Iglesia…) las sientes igualmente en Francisco.
Difícil lo pones mi estimado amigo y compatriota Román. Muy difícil juzgar a 2 personas tan diferentes, ideológicamente y filosóficamente distintas, viviendo en 2 momentos históricos disímiles donde la claridad y oscuridad se contraponen, una con un plan perceptible, la otra con un programa velado. Una con un asentimiento universal, la otra controversial. Ignorando las intenciones, no podemos juzgar el presente, sin conocer el final.
Por eso siento junto a Ignacio de Loyola “con” la Iglesia, no solamente lo que concierne al carisma del Colegio de los Apóstoles, sino siento “con” todo el Pueblo de Dios que discierne con la gracia del Espíritu Santo donde se encuentra la Verdad.
Pasarán los Papas y aún la Iglesia “militante”, pero NO la Palabra Eterna de Cristo que está “escrita” ya en el papel, y en la sangre de los mártires y de la confesión de los “santos” y que con Cristo han triunfado en la Resurrección. Es a esa Resurrección hacia donde nos dirigimos a pesar de los errores humanos. Hemos de aprovecharnos de esa Voluntad salvifica divina que dirige “todos” los acontecimientos de esta vida al BIEN de los que “aman a Dios”
Un abrazo en paz
Santiago Hernández
Difícil, soy consciente, pero necesario, pues tu comentario al que yo aludía reflejaba mucha inquietud y se hacía imprescindible una mejor comprensión de la situación que denunciabas.
Estamos viviendo unos momentos muy difíciles para la comunidad cristiana y para el catolicismo en particular. Pienso en la sociedad de Estados Unidos, dividida, aparentemente irreconciliable, que afecta no sólo a sus raíces afincadas en el protestantismo, sino también a la minoría católica. Pienso en Europa con sus pasos firmes en el post-secularismo. La visión que tiene el resto del mundo con respecto a la civilización europea accidental que domina el Atlántico por sus dos extremos, será prácticamente la misma que tenemos los occidentales con respecto a la civilización el Islam: “su religión como un hecho cultural”. Todo menos llegar a entender la universalidad salvífica del Evangelio de Jesús.
Y el responsable máximo del Catolicismo bregando con las diferencias tendencias que se dan en su seno. La de quienes buscan homologarse culturalmente con la cultura imperante, incluso a costa de renunciar a sus vínculos con la trascendencia, el hecho de la Revelación, su historicidad, la de la Salvación, y su razón de ser. O la de quienes desean abiertamente que se perpetúe la seguridad tradicional, la de una Iglesia, arca de Salvación sobre un océano que es un mundo maligno, pero que no perciben que tal cosa está fuera del espíritu del Evangelio, de la naturaleza de la fe.
El Evangelio nos ha dado libertad y seguridad, pero la seguridad que es todo aquello que permite el despliegue y el ejercicio de nuestras libertades. Tal cosa es la consabida “libertad de conciencia”, y no el subjetivismo de quienes relativizan hasta su propia existencia.
Sí, es cierto que el momento histórico y las circunstancias parecen otras, pero permanece el “Tú eres Pedro”, igual que hace diez años, y veinte años, y cincuenta años atrás… No hay “programa velado”, lo cual es decir “ocultas intenciones”. Pensar o decir tales cosas, reflejan una desconfianza que no se corresponden a una auténtica fe católica.
De acuerdo, amigo Román, es en la libertad que nos da el Evangelio lo que nos permite -sin coacción- escoger el bien total puesto que la Verdad ya ha sido revelada en Jesucristo resucitado sin perplejidades algunas ya que los discípulos experimentaron la certeza total de la Resurrección y esta verdad histórico-teológica es la que nos ha sido transmitida como la piedra fundamental de nuestra FE.
La otra “piedra” es Kefás, como dices “Tu eres Pedro”, que se refiere a la función petrina de “apacentar a las ovejas” y de “reafirmarlas” en la FE recibida. Es en este sentido evangélico como yo creo “en Pedro” nunca a título personal sino como signo visible de la Iglesia, de Su fe que nos une en comunión continua con todos los que creen en el Cristo del Evangelio.
Por eso, “Pedro” tiene que permanecer ajeno a las “corrientes” de izquierda, centro y derecha, que alejan del núcleo central del mensaje “unitivo” de Cristo: “que todos sean uno, como Tú, Padre, eres en Mi y Yo en ti, que también ellos en nosotros sean uno, para que el mundo crea que Tu me enviaste”. (Juan 17:21)
El carisma de Cristo y por ende el carisma de Pedro debe estar por encima de toda norma política, social, gubernamental o partidista.
La proclamación petrina del kérygma de Cristo es para todos y lo trasciende todo, ya que Cristo murió libre y voluntariamente por todos.
Su Iglesia no puede estar sometida “a las exigencias del mundo” en su misión fundamental de salvación eterna. Cristo vino a salvar al mundo por Su Iglesia sacramental que es el medio ordinario de Su gracia. Esa debe ser la proclamación constante de “Pedro”.
Un saludo cordial
Santiago Hernandez
Ahora sí que no entiendo, Santiago.
Jesús aceptó libre y voluntariamente su muerte?
Por qué entonces en la oración del huerto oró y le dijo a su padre: aparta de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya?
Que Jesús estaba convencido de que Dios lo había enviado y que estaba cumpliendo su voluntad, eso no creo que lo dude nadie. Absolutamente convencido. Y que Él y Dios eran uno, pues supongo que también , porque estaba convencido de que hacía la voluntad de Dios, y decía que era como un padre, para todos. No solamente para él: Padre Nuestro. Nuestro. No padre mío, no. Padre nuestro.
Quiero decir que estas citas quizá se puedan interpretar de otra manera. Digo yo, no sé.
Eso que dice que en la iglesia no puede haber ningún tipo de discrepancia , pues no sé yo. Se puede pensar de manera diferente en todas estas cosas de teología profunda y tener un pensamiento común, sería seguir sus indicaciones para construir un mundo más justo. Apoyando a los que hay que apoyar, es decir, los más débiles. Porque todos tenemos los mismos derechos. Bueno, y todas.
Eso fue lo que le costó la vida. Los de arriba no estaban dispuestos a que semejante idea prosperase.
Y ya, lo de que la iglesia no se debe de meter en política… Pues… Lo de las águilas con dos cabezas eso es una realidad histórica. Solamente hay que mirar las banderas. La subida a los altares de sacerdotes que murieron en la guerra civil española, también. Y García Lorca todavía enterrado en una cuneta. No he oído una sola petición por parte de la iglesia, jamás, relacionada con su búsqueda. A lo mejor es que no saben quién fue. Tampoco me extrañaría.
En fin.
No debo de decir estas cosas, lo sé. Pero también sé que con usted se puede hablar. Tiene mucha paciencia conmigo.
Un abrazo.
Mil disculpas por retrasarme en volver al hilo y seguir con tan interesante comentario.
Claro que durante 21 siglos se ha podido discutir de “todo” en la Iglesia. Solo hay que hojear la historia para comprobar que en Ella siempre ha habido controversia aún en lo que es “doctrina común”.
Sin salirnos de la verdad nos podemos acercar cada vez más a ella considerando que la certeza absoluta humana no se encuentra en esta vida y que la razón siempre ha de ser iluminada por la FE para que nuestro intelecto pueda aceptar verdades que trascienden nuestra razón oscurecida por nuestra naturaleza humana.
Pero debemos considerar que Jesús tiene 2 naturalezas unidas hipostáticamente en una sola Persona, la segunda trinitaria. Cristo es el “modo” de existencia de la Persona del Hijo de Dios. La existencia “creada” de la naturaleza humana de Cristo es la misma existencia del Verbo que se ha “vaciado” El mismo y obtiene su hipóstasis o sea su Ser en el Verbo. La existencia humana de Cristo no está absorbida por su existencia divina. Su identidad está intacta pero la clave está en el modo de existir de la 2da Persona divina que es humano pues es el mismo Cristo total.
Pero Jesús siendo humano tuvo que experimentar la angustia de morir puesto iba a morir como cualquier “crucificado” humano. Quiso el Hijo asemejarse a nosotros en todo excepto en el pecado. De ahí el querer que ese cáliz pasase de El aún aceptando la Voluntad infalible del Padre, y experimentar el abandono de todos al final. De ahí que el Hijo de Dios pudiera redimirnos cargando en El todo el mal que nosotros por ignorancia o malicia realizamos en un acto de Amor Supremo.
Un saludo cordial
Santiago Hernandez
Muy bien.
Aprendo con usted un montón sobre teølogia de la iglesia. Porque digo yo que eso es teølogia.
Y qué piensa de todo esto? Le parece bien que Jesús de Nazaret tuviese que morir en la cruz? A mí no me gusta nada. Pero nada. Eso fue lo que empezó a alejarme de esa idea de Dios como padre. Un Padre no hace eso. Al menos no tal y como yo concibo la idea de padre.
Entiende por qué pienso, creo, opino que hay que dejar a las personas que cada cual tenga la idea de Dios que pueda tener?
Me gusta a mí menos la trayectoria humana de Jesús porque no coincida con su idea de Dios?
No lo entiendo.
Mire, todo esto del teísmo y no teísmo es un poco una tontería, quiero decir que , qué más da?
Pero claro, si resulta que Dios no es exactamente lo que dicen que es, pues , qué hacemos con la iglesia?
No es problema de teísmo ni no teísmo. El problema está en las consecuencias de un modelo u otro.
No me creo que nadie en el mundo mundial cuestione las creencias de nadie. No a estas alturas.
No podría ser que la iglesia se abriera a otras concepciones de Dios? No creo que mi postura moleste a nadie dentro de la iglesia, me refiero a personas sin cargo importante. A usted le molesto? Bueno, la verdad es que ya no estoy dentro, atravesé la frontera hace tiempo. Hay muchas cosas que no me van. Entre ellas , pues eso, el modelo de Dios. No sé cómo es Dios, pero desde luego no el que me presentan las escrituras.
Sorry.
Buen día, o tarde, o noche, lo que sea por allí.
Una vez le dije a alguien que sabía mucho de profetas y del antiguo testamento y esas cosas que no logro entender ni me gustan. Pues le dije que tenía la impresión de que los evangelios se habían escrito para que se cumplieran todas las escrituras. Es decir.Hay demasiada coincidencia entre el personaje de Jesús y muchos salmos y muchas historias. Algo así como no es que en Jesús se cumplieran las escrituras, sino que en realidad estaban los evangelios escritos siguiendo una especie de guión para que se cumplieran. Y no crea que se echó las manos a la cabeza. Y de esto sabe un montón.
Sabe qué creo? Pues creo que quién no corre, vuela. Y la manera de crear adeptos para la nueva religión era adueñarse del judaísmo. ya tenemos el Mesías , en él se cumplen las escrituras.
Y resultó que no. Menuda se lío. Y Pablo de Tarso, un hombre inteligente donde los haya , trató de abrir el abanico. El señor estaba convencido de que Jesús había resucitado y , en fin, que cumplía los requisitos, siempre según las escrituras, para ser el Mesías. No convenció a los judíos ortodoxos, pero menudo triunfo. Y claro, los evangelios están escritos , por lo menos los de Lucas y Mateo, después de pasar el filtro de Pablo. Y los hechos de los apóstoles creo que también son de Lucas.
No sé.
No se ha planteado nunca qué hubiera sido el cristianismo sin Pablo de Tarso? Yo me lo he planteado muchas veces. Para empezar no se llamaría cristianismo. Cristo, el Cristo es una idea de Pablo, sí, si, si…no digo que no esté fundamentada para muchos, digo que se llamaría de otra forma. No sé, Jesuanismo o vaya usted a saber cómo.
Y hasta aquí.
Hoy estoy muy pesadica. Parece que va a llover y estoy perezosa.
Muchas gracias por su comentario. Claro que no me molesta. Vamos por partes…
Antes de Cristo, en la prehistoria y después en el periodo de la Ley natural y el de la Ley escrita de Israel desde Moisés hasta Cristo, hubo una Revelación gradual de Dios al ser humano que fue máxima en Cristo. En El se revela quien es Dios por eso dice Jesús quien me sigue ve al Padre y no “anda en tinieblas” y por eso nos dice Jesús “Sin Mi nada podéis hacer”….Antes de Cristo el ser humano permanecía en un misterio existencial profundo. Cristo vino para ser la LUZ.
Por eso la FE es “revelada” doblemente: desde el interior en que se nos impulsa a buscar la Verdad última y desde el exterior en el Nuevo Testamento centrado en el Evangelio…Por eso, nuestro intelecto humano no puede por sí mismo penetrar las verdades de la Revelación sin la iluminación de la FE que es un acto humano causado por la gracia sobrenatural. Podemos especular todo lo que queramos y tratar por otros medios de aproximarnos a lo que buscamos. Sin embargo, si no seguimos el impulso de la fe permaneceremos simplemente en las “tinieblas” y las “contradicciones” de la vida.
El misterio de Dios es infinito. Por eso sólo la fe, el creer en Cristo, como Hijo de Dios, es lo que nos inicia en la conversión a la verdad y el poder penetrar un poco más en el Misterio pues entonces es la gracia la que nos lleva de la mano si nosotros asentimos a la moción del Espíritu. Es un acto de “necesidad” interior, un impulso humano lleno de dudas y zozobras hasta que nos damos por vencidos. Me ocurrió a mi.
Por otro lado, el acto de nuestro “rescate” del mal -el mal que se define como “hacer lo que nuestra conciencia nos censura” -ese rescate fue obra voluntaria de Dios en Jesucristo. En el misterio profundo de la libertad de la Creación el Hijo se ofreció. No necesariamente Jesús tuvo que morir en la Cruz. No hubo determinismo ni coacción sino libertad puesto que Dios pudo salvarnos de las garras del mal “de otra manera”. Pero se dio el “hecho” y Jesús accedió a sus circunstancias históricas que fue Su entrega total voluntaria en la Cruz por amor a nosotros. Derrotar a la muerte en la Resurrección fue el triunfo de Dios para nosotros, y solo por amor a nosotros. Claro que no podremos abarcar este hecho en su totalidad pero es nuestra realidad en la fe.Es nuestra verdadera salvación. Sólo desde el amor podremos empezar a entender este misterio y con la gracia de por medio.
Un saludo cordial
Santiago Hernandez
Santiago.
No me apetece hablar hoy.
Ya volveremos a hacerlo. Espero.
Porque personas con visiones diametralmente opuestas, también pueden dialogar.
Claro que pueden dialogar puesto que viviendo en la misma cultura hay puntos comunes. La fuente de la humanidad es solamente UNA en el origen de nuestra especie.
Un saludo cordial
Santiago Hernàndez
La liberación en sentido bíblico se llama salvación.
Simeón en su ancianidad, pues el Espíritu Santo le había revelado que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor, tomó al niño recién nacido de los brazos de su madre María y alabó a Dios. “…puedes dejar que tu siervo se vaya en paz, porque han visto visto mis ojos tu salvación…”
Cristiana Inogés Sanz , española, mujer, teóloga, católica, laica, inauguró con una meditación en el Vaticano el Sínodo de los Obispos.
Lo interesante ante mis ojos es que se hizo teóloga en la Facultad de Teología Protestante de Madrid, SEUT, y que colaboró durante diez años (2004 a 2014)con la Facultad de Teología de Gottingen (Alemania) Sus manifestaciones de fe católica y su ausencia de animadversión a la institución ( el sistema como actualmente se le llama por estos foros), ese guiño que desde el Vaticano se hace a España, se me hacen que puede brillar en el progresismo patio un sentido de la sobrenaturalidad que nunca debió ser abandonado.
Me gustaría que recordemos el Decreto del Concilio sobre el Ecumenismo y que quienes creen en Cristo y han recibido el bautismo están constituidos en una cierta comunión, si bien imperfecta con la Iglesia. Que además algunos de los bienes que constituyen la Iglesia (como la Escritura, la gracia, la fe) pueden hallarse fuera de los confines de la Iglesia Católica, Y sobre todo que el espíritu de Cristo no rehúsa servirse también de las otras iglesias como instrumento de salvación aunque la plenitud de los medios de salud sólo puedan tenerlo la Iglesia Católica.
Y para muestra un botón, de como nuestra hermana se ha cultivado en la doctrina en el campo protestante sin perder su catolicidad. Además, es un dato histórico que el movimiento carismático católico nació en convivencia con grupos evangélicos.
Por eso hago mía la máxima del Concilio de que los católicos en la acción ecuménica deben estar llenos de comprensión y ante todo deben considerar todo aquello que en el mismo interior de la Iglesia debe ser renovado.
La búsqueda de un camino de liberación.
De cara al próximo Sínodo de los Obispos 2023 las iglesias de América Latina celebrarán en México durante los días del 21 al 28 de noviembre su Asamblea Eclesial Latinoamericana. Estamos en 2021.
Luego los obispos de todo el mundo se reunirán en Sínodo dentro de dos años (2023) quienes analizarán las cuestiones relacionadas con la universalidad de la Iglesia, su sinolidad en comunión y participación de todo el pueblo de Dios.
Junto a todo ello se pretende sortear el problema siempre presente del clericalismo para que la sinolidad sea efectiva teniendo el laicado plena participación. Para ello el Sínodo ha comenzado sus preparativos en tres fases, siendo la primera la que ha empezado hoy domingo 17 de octubre, la de escucha, es decir, que se oiga la voz de los de abajo con sus problemas e inquietudes y haciendo efectiva esa participación.
Empecemos por la Asamblea. Monseñor Jorge Lozano, secretario general del CELAM y actual arzobispo de San Juan, Argentina, había sido comisionado para solicitar la posibilidad de convocar una sexta conferencia general, visitando Roma en noviembre 2020, a lo que se negó el papa Francisco, “porque aún queda mucho por recuperar de Aparecida (2007). Recomendó en cambio armar un encuentro de todo el pueblo de Dios para profundizar y ver qué se hizo y qué queda pendiente, y que esto no fuera sólo de obispos. Así el papa convocó la Asamblea el 24 de enero de este año con una fase previa de escucha que se había iniciado ya en noviembre con 1.000 delegados del continente americano y que incluía asambleístas de las comunidades latinas de Estados Unidos y de Canadá. Este nutrido grupo de asambleístas está compuesto por 200 obispos, 200 sacerdotes y diáconos, 200 religiosos y religiosas, y 400 laicos.
En Europa el Sínodo alemán iniciado a finales del 2019 que ha proporcionado los problemas y dificultades por todos conocidos.
Los Estados Unidos. Del 16 al 18 de junio la Conferencia de los obispos estadounidenses votó a favor de redactar un documento sobre la eucaristía, dada la caída de asistencia de fieles en las misas durante la pandemia. Por encuesta tuvieron conocimientos de que el 70 por ciento de las católicos estadounidenses dan un valor meramente simbólico a la eucaristía y sólo un treinta por ciento cree en la presencia real de Jesús. Debatieron incluir en el texto documental una sección sobre la importancia de ser dignos de recibir la comunión, incluyendo si se debe negar el acceso al sacramento a aquellos creyentes que ocupando cargos públicos apoyan leyes contra las doctrinas fundamentales, como el aborto o la eutanasia. Medida que apunta directamente al presidente católico Joe Biden y a los cargos públicos católicos del partido demócrata. Votaron a favor 168, en contra 65 y Abstenciones 6.
Mientras, en España, nos está faltando una figura del obispado, como lo fue el cardenal Tarancón y aquella pequeña promoción de prelados muy cercanos e identificados con el colectivo de católicos, que en lo político y haciendo oposición al régimen de la dictadura de Franco engrosaban la fila del progresismo católico. Hoy hay un colectivo que se considera sistemáticamente ignorado y desasistido. No es de extrañar que sean presas fáciles de las corrientes de pensamiento que excluye toda relación con lo divino y que busquen alimentarse en lo teológico de maestros y mentores absorbidos por las escuelas liberales en teología y la crítica histórica.
Comparto las ideas e inquietudes de M. Faggioli. El Vaticano II trajo aire nuevo y nuevas esperanzas… Esperanzas que se agostaron pronto porque la parte que ostenta el poder tradicional en la Iglesia le ganó el pulso a los innovadores, para los que el Evangelio es más importante que la tradición enrocada en la inmovilidad. (La inmovilidad sacralizada es otro tipo de sábado…) Los tradicionalistas y los neotradicionalistas nunca han sido suficientemente conscientes de lo que implica el proceso evolutivo de la historia, también de la historia de la revelación y del concepto de Dios. Han ligado-identificado tanto sus creencias a/con conceptos filosóficos abstractos y helénicos (Parménides etc.) que una verdad -el CONCEPTO de la verdad- entendida de forma evolutiva, que se va comprendiendo mejor, más claramente, con el desarrollo del tiempo y las culturas, les parece una herejía. Entre otras cosas porque un concepto progresivo, madurativo, de la verdad exige nuevos replanteamientos de formulaciones doctrinales e incluso dogmáticas. El concepto tradicionalista de la verdad -su verdad- es irrevisable y definitiva. Es “sagrada”….. Esta postura tradicional fixista no fue capaz de comprender el fondo del mensaje de las palabras de Jesús: “La Ley y los profetas hasta Juan. A partir de ahora se anuncia el Reino”. Es decir, una doctrina nueva…, que los conservadores de entonces, de los siglos posteriores y de hoy no siempre han sido capaces de comprender y de aceptar. Por eso no ven necesidad de conversión alguna. Este es el fondo, en parte, del problema de la Iglesia: Digo en parte, porque el otro problema es el poder -androcéntrico, además- que no entiende que debe ser SERVICIO. No ver y aceptar que va-vamos de camino, también en la comprensión y formulación de las ideas del Reino es la ceguera de los neoconservadores de hoy, que ¿no ven o no quieren ver? En cualquier caso, siempre serán responsables… Lo que los ha convertido, por tanto mirar atrás, en estatuas de sal, de la sal que no sirve y se pisa… Y como no entienden, llaman persecución a lo que son los pisotones de que habló Jesús. (Esta postura no es cosa nueva: Comenzó ya en la primera Comunidad de Jerusalén, y continúa…) Así, las mentes conservadoras, y hoy las neotradicionalistas, no serán capaces de comprender algunas esencias del Mensaje del Reino, y por ello, no dejarán avanzar, INNOVAR-RENACER, como propuso el Señor a Nicodemo. Mientras no renazcamos de nuevo, lo tendremos difícil para revisar, para actualizarnos, para sobrevivir… ¡Eh aquí la gran cizaña en el campo del Reino! Esta es nuestra agonía: Luchar por RENACER. Trabajar para que en la Iglesia se produzca el gran parto de unos creyentes nuevos, más en sintonía con la esencia del Evangelio.
Y yo me pregunto : ¿Dónde está la centralidad del Concilio Vaticano II en estos paisajes que se dibujan en nuestro suelo patrio español y que estamos contemplando desde Atrio ? (De alguna manera este foro se parece más a La Croix International – francesa, que el resto de medios españoles de tintes o abiertamente católicos)
Escribe Massimo Faggioli desde La Croix:
“Los de la derecha del espectro ideológico culpan al Vaticano II de los cambios sociales y culturales que han marginado a la religión. cuando el Concilio fue en realidad el mejor intento posible de la tradición magisterial hasta ahora para comprometer la modernidad secular.
Mientras tanto los de la izquierda se enfurecen contra cualquier cosa que suene a institucional. Esta rabia ha llevado, no a la liberación, sino a la diáspora. Y sólo le hace el juego a quienes trabajan por una Iglesia más excluyente y sectaria.”
Y yo me pregunto: El debate sobre el No teísmo, lo de la no dualidad, ¿ayudan a los sectores, grupos progresistas del catolicismo español y comunidades de base al proceso iniciado el domingo pasado para el Sínodo de los Obispos de 2023?.¿ No será un grave obstáculo que impida la sinolidad, para una comunión y participación y su misión con toda su enorme riqueza y potencial?
¿Cómo podremos ser una Iglesia en camino, si no encarnamos “el estilo de Dios que camina en la historia y comparte las vicisitudes de la humanidad”?
Entiendo que el debate sobre el No Teísmo no tiene nada que ver con el proceso sinodal y el Concilio Vaticano II.
Aquellos que se definen como No Teístas y muchos de los que nos definimos como Teístas, somos conscientes de no ser católicos ortodoxos.
Pero eso no quiere decir que no participemos del debate eclesial. La heterodoxia, la herejía ha iluminado la doctrina católica desde el origen de la propia Iglesia Cristiana.
No veo contradicción en ello.
Gracias por tu comentario. Esperaba algún tipo de reacción a los míos que analizan la situación desde diferentes ángulos.
Las cosas son o no según según el espacio que ocupen y las formas que tengamos de abordarlas y relacionarlas. En estos momentos convulsos de cambios acelerados en las formas de pensamientos no deberíamos utilizar con demasiada ligereza las categorías de ortodoxia y heterodoxia, máxime cuando el Concilio dejó un campo tan abierto a los análisis teológicos y la receptividad a la aportación de nuevos pensamientos. Simplemente hice notar que el debate sobre el no teísmo, y sus promotores, lo tienen situado en una línea muerta y con difícil encaje con los problemas que realmente aquejan a un sector, pequeño, pero significativo del catolicismo español, dentro del cual yo también me incluyo.
Román.
Pequeño?
Discrepo.
Él no teísmo no tendrá cabida dentro de un cristianismo ortodoxo, eso lo tengo claro. Pero por qué no va a tenerlo dentro de un cristianismo heterodoxo?
Puestos a imaginar…se podría tener otro concepto de Jesús de Nazaret y otro concepto de Dios y quizás podríamos estar todos dentro?Quizás…
A mí no me importaría nada compartir contigo un cristianismo en un sentido más amplio. Ni con Santiago, ni con el Señor Revuelta… A tí te importaría compartir con muchas personas como la mía un cristianismo más amplio?
Creo, pienso, opino, me parece que por ahí va lo que plantean los no teístas’.
Pero si nos volvemos a poner en las posiciones que sostuvo Europa en el siglo 16 creo que fueron las guerras de religión, quizás también cogió parte del 17, pues entonces acabaremos como ellos. Separados.
Merece la pena?
Creo que no.
Te imaginas un profundo cambio en la iglesia institución, pero de verdad, no en la forma, no. En el fondo. Podría ser algo estupendo
Menuda infraestructura tiene. Menuda gente de a pie buena tiene. Menudas cabezas tiene…
…Y los sueños, sueños son.
Un abrazo.
.
La Iglesia, el conjunto de los miembros que llevamos una etiqueta que nos identifica como tales, como cristianos, gozamos de unos mismos bienes tales como las Escrituras, la gracia, la fe… algunos de una forma menos o más perfecta que los demás… podemos estar en sintonía y dentro de una misma convivencia social (la sociedades organizadas en Estados, naciones) con un colectivo más amplio de quienes por valores culturales, socio-religiosos, se identifican como cristianos, musulmanes, hinduistas, etc.
Alabo los esfuerzos de quienes a brazos partidos procuran homologar su fe con la cultura social en la que están inmersos, pero no a costa de desestimar hasta rechazar los bienes salvíficos. La única síntesis o conclusión válida de los promotores del no teísmo y su campaña será en la ausencia de una religión ( cualquiera de ellas, pues se remonta hasta hace unos seis mil años en el pasado) y dentro de una espiritualidad difusa que valore un sentido de hermandad humana. El marxismo-leninismo del Caribe de los años sesenta del año pasado llegó a la misma conclusión con la teoría “del hombre nuevo” de Ernesto Che Guevara, pero no antes de haber eliminado mediante una guerra de guerrillas a los enemigos de la nueva humanidad.
Visto así no es la Iglesia institución el obstáculo para el progreso humano, como tampoco lo es el capitalismo o el imperialismo para los marxistas, sino la alienación a la que están sometidas masas enteras. Y visto así, repito, el debate conduce a una guerra cultural en el seno de las comunidades y grupos nominalmente cristianos hasta una hermandad espiritual de todas las personas religiosas.,
De la guerra cultural, con los enfrentamientos religiosos y en el campo de la política del siglo XVI europeo podemos hablar y debatir muchísimo, pero no te olvides que la síntesis a la que se llegó y que era la única salida de todas las posibles fue la Paz de Augsburgo de 1555 con el principio “Cuius regio, eius religio” que dio fin a la pretendida Universitas christiana. En fin, que también visto con perspectiva de la historiografía, el debate del no teísmo en lugar de esclarecer somete a ese colectivo de cristianos progresistas a una mayor confusión.
Perdona el rollo, pero recorremos senderos muy pensados por mí.
No tengo tu preparación. Algo he leído, pero no se puede comparar.
No creo que sea exactamente eso lo que pretende el no teísmo.Desde luego no lo mismo que el Che. A lo mejor me equivoco. No puedo ver más allá de lo que soy capaz de ver. También he pensado mucho pero no en modelos de sociedad, que es de lo que creo que se planteaba en el Caribe en los años sesenta. He pensado en que ese Dios que me han comunicado no me vale. No siento en ningún momento que me ame. Lo he dicho mil veces. Para mí el amor es otra historia. Soy humana, no entiendo ese amor que dicen que nos tiene. No creo nada de lo que me dicen acerca de Dios, ni de la divinidad de Jesús,ni jamás me he tomado en serio lo de la Trinidad. Eso ya era una tomadura de pelo, digo para mí. No para nadie más que para mí.
Por eso doy gracias que desde dentro del cristianismo, que es mi religión, haya personas dedicadas a la teología que abran caminos nuevos. Me recriminan que lo repita insistentemente, pero me parece un paso de gigante para muchas personas.
No creo que él no teísmo lleve al anarquismo,ni creo que tenga que eliminar a nadie , ni tampoco creo que se quiera imponer a nada. Sencillamente es una postura teológica. Pero, hay mucho detrás, verdad? Hay mucho detrás de este planteamiento teísmo o no teísmo.
Te aseguro que por mi parte no hay más. No creo que haya más detrás de los teólogos. Ahora bien. Que se aproveche el tirón para otras finalidades tampoco sería nuevo, verdad? Piensa en Constantino. De verdad te crees lo de la cruz y con esto vencerás? No le hizo falta ningún sueño, y si lo tuvo fue un sueño de Poder. Con esto vencerás. Y venció. Claro que venció. Si eran la creencia nueva, maravillosa, que se estaba abriendo camino. Son entonces las creencias,en este caso fundadas en los evangelios las responsables de , pues en lo que devino todo aquello? Responsables de la intransigencia, de las guerras de religión, de las torturas, de la inquisición?
Para mí desde luego no. Los responsables son los que utilizan el Poder que dan las creencias para dominar a todos, a todas. Empezando por los de arriba, por los los líderes religiosos que se unen al poder.
Que a este nuevo paradigma habrá quien le saque partido ? Sin duda. Cuando no? Pero no hagas responsables a los teølogos que abren nuevos caminos. No hagas responsables a las personas que buscamos luz al final del camino.
No es esa la intención de esta nueva teølogia.
Ingenua? Tal vez.
Un abrazo.
Mamma mía, la Iglesia ya no se conforma con un desajuste social con un retraso de cientos de años, como el caso Galileo, sino con un desajuste consigo misma de menos de 60 años. Es decir el Vaticano II ha pasado a la historia como algo nocivo para la Iglesia y, ahora, hay que volver casi a hacer “exégesis” y, por supuesto, hermenéutica de aquellos textos tan progresistas en su tiempo y que, ahora ya necesitan de nuevas actualizaciones, como lo que dice el autor de este texto sobre la mujer en la iglesia.
Si está así en cuestiones ni siquiera lindantes con la teología del Credo, ¡como para entrar en temas teológicos de dogmática a fondo o con aproximaciones!
Y vaya manada de lobos que rodean al Papa, no lo dejan ni moverse.
Espero que algo saldrá de la sinodalidad, dependiendo de que pueda predominar la mayoría conservadora o la selección de aquello que haga avanzar la actualización de la Institución. Los “referendums” tienen ese peligro. De lo contrario como le escuché ayer a una teóloga miembro de una comisión del Sínodo, Cristina Inogés, habrá ir pensando quien se queda para apagar la luz.