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Joseph Moingt: ‘L’esprit du christianisme’, 1

 Cuando un teólogo como Joseph Moingt decide a sus cien años volver al ordenador para escribir no ya un libro académico que se añada a sus anteriores investigaciones, sino uno que recoja lo que le ronda por su cabeza en esta época de secularización cultural y de nueva pujanza espiritual a la vez, valdrá la pena conocer qué dice. No está aún traducido. Pero Gonzalo Haya asume la tarea para ATRIO de exponernos lo que dice, traduciendo algunos de sus párrafos más interesantes. Hoy empieza a desplegar esta tarea en una serie de entregas semanales. AD. 

            Joseph Moingt es un teólogo jesuita francés, experto en cristología, que ha fallecido este año a los 104 años de edad; su extensa obra ha sido clasificada por el Vaticano como “escritos sensibles”.

       Su libro El hombre que venía de Dios (estudio histórico y teológico del proceso que llevó al dogma de Nicea), fue un punto de partida para mi revisión crítica de la teología. Su último libro, publicado en 2018, con la preocupación de expresar la vivencia del cristianismo desde la óptica y las preocupaciones del mundo actual, parece confirmarme (como punto de llegada, a mis 89 años), que El espíritu del cristianismo coincide con lo mejor de la conciencia humana laica.

       Trataré de sintetizar aquí su exposición, aunque no me resulta fácil, porque se mueve en una línea fronteriza muy controvertida entre la fe y la razón, y porque no se trata de un tratado teológico sino de una conversación (un monólogo) en el que el autor desahoga su visión y sus preocupaciones, y las ideas brotan dispersas y trufadas de oportunas digresiones.

     

      PRÓLOGO: Por qué vuelve sobre temas ya tratados extensamente en libros anteriores.

      El autor se plantea el papel de la religión en cuanto realidad histórica y social; pero la religión se fundamenta en el concepto de Dios, que promete la salvación (¿la salud?), y ha llevado a la religión a conflictos en una sociedad civil adulta y autónoma. En consecuencia, se propone revisar estos tres temas: ¿qué religión? ¿qué Dios? ¿qué salvación? para mostrar los principales problemas que presentan y las contradicciones que será necesario conciliar.

       Es muy significativo que, antes de comenzar, analice sus motivos para escribir este libro, porque no es algo frecuente, y menos con tanta sinceridad. En principio podría ser para “retranscribir el misterio de la fe” de modo más acorde con los conocimientos científicos y filosóficos actuales y en un estilo comprensible y aceptable que anime a los laicos a dialogar con la jerarquía de la Iglesia: “escribo esforzándome en abrirme al pensamiento y al lenguaje del otro, en pensar y hablar como él para hacerme comprender por él”.

       Sin embargo, reconoce honestamente que en el fondo se trata de algo más, de despejar algunas dudas sobre la libertad y objetividad que ha tenido en sus escritos anteriores al tratar de conciliar su fe con la razón (creo que todavía se transparenta más de lo que dice).

       Aún más; el motivo más importante (su principal preocupación y deseo) es comunicarse con los otros como un reconocimiento mutuo: “hacerle saber que él no es para mí un extraño ni debe considerarme como tal, porque si yo le dirijo la palabra es porque tanto mi conciencia humana como mi vocación cristiana me lo presentan como un deber incondicional”.

       Y con cierta prisa por mostrarnos su apertura al diálogo, nos anticipa cómo entiende los tres temas: religión, Dios, y la salvación.

       El cristianismo, como religión, es una formación social portadora del único mensaje de salvación para todos los hombres, revelado por Dios, a la vez cerrado y abierto. Esta es la manera en que se presenta ahora, pero inicialmente no era la religión de un pueblo, sino un grupo de discípulos de Jesús con el encargo de transmitir el mensaje de su vida y su enseñanza. No hay que confundir la fe con la religión.

       La revelación cristiana sobre Dios es un proceso complejo desarrollado en la historia del pueblo judío que culmina en la misión cumplida por Jesús, crucificado por su pueblo y resucitado, que abre las puertas del cielo a la humanidad rescatada que no la rechace. Sin embargo este mensaje es rechazado por el hombre moderno como intervenciones de Dios en la historia y como violación de nuestra dignidad, libertad y responsabilidad. ¿Cómo resolver esta contradicción?

       La revelación cristiana sobre la salvación ofrecida por la venida de Dios provoca una contradicción entre el cielo y la tierra, el presente histórico y el más allá. Jesús prometió la inmediata llegada del Reino de Dios, que se ha dilatado durante más de veinte siglos con injusticias y luchas fratricidas, de modo que el ateísmo y la increencia han suplantado la esperanza. El autor anticipa que en la tercera parte analizará el cocepto de salvación en el evangelio para “desalinenarlo” y compartirlo con las esperanzas y responsabilidades terrenas de toda la humanidad.

       Finalmente resume su introducción con estas palabras:

       “La religión cristiana se muestra estructuralmente incapaz de acoger a las multitudes a las que debe abrirse. La revelación de Dios hecho hombre resulta ininteligible incluso en las regiones en que se había implantado durante mucho tiempo. Su anuncio de salvación exaspera a los hombres de la “posmodernidad” en vez de seducirlos. Estas son las contradicciones que el teólogo debe desenredar aunque sólo sea para que le escuchen.

       Las habilidades retóricas no lograrán nada a no ser que el comportamiento común respalde el discurso cristiano. San Pablo ya nos prevenía cuando apelaba a que Jesús solamente nos había dado un único mandamiento, nuevo en tanto que único, el del amor, el único que abre las puertas del cielo a los que les están cerradas las puertas de la Iglesia, el que da sentido a la palabra Dios, el que hace atractiva la salvación a pesar de sus exigencias; porque, como él mismo decía, la fe y la esperanza pasarán, pero el amor no pasará, porque es más grande que ellas dos, y las une en sí mismo”.

     

29 comentarios

  • Juan A. Vinagre Oviedo

    También me uno a quienes te dan las gracias, Gonzalo, por tu trabajo.

    Comparto la afirmación de que el cristianismo coincide con lo mejor de la conciencia humana laica (no clerical, que es una creación histórica con influjos viejotestamentarios.) Hoy tenemos que rehabilitar el concilio Vaticano II, no para volver a él -que ya sería un logro-, sino para dar, al menos, un paso más. Si no lo hacemos nosotros, otra gente vendrá que dé esos pasos, pasos que equivaldrán a revisar formulación de doctrinas y el concepto de revelación, de salvación, de servicio evangélico, de estructuras dualistas y ostentosas, de formulaciones litúrgicas… En suma, de fidelidad al espíritu del Reino del Dios de Jesús.                 Y revisando, seremos honestos para con Dios y los hombres-mujeres-niños-naturaleza, y también seremos honestos para con nosotros mismos.

  • Carmen

    Pues hace unos años me prestaron un libro de un señor que no recuerdo el nombre . Lo mío no son los nombres. El tal libro no lo pienso devolver porque me parece una joyica . Se llama Honesto para con Dios. Creo que es de los años sesenta o por ahí, pero las fechas tampoco se me dan muy bien.

    En ese libro, una persona joven, pero no un crío, creo que sacerdote de alguna rama del cristianismo, hace una reflexión sobre lo que para él , insisto, para él le resulta , no sé qué palabra poner, le parece que puede o no creer de todo esto de nuestra religión, o quizás de la suya.

    Leí una frase que me hizo detener la lectura. Como si ya no fuese necesario seguir leyendo. Como si ese fuera la auténtica finalidad del libro, de lo que quería transmitir. Estaba hablando de sus dudas y esas cosas y dice algo así como: estoy dispuesto a llegar hasta donde la verdad me lleve.

    Supongo que se refería hasta donde SU razón le lleve según vaya enterándose de cosas y reflexionando sobre ellas.

    El título del Libro ya es toda una declaración de intenciones.

    Pues creo que el señor Joseph Moingt  intenta lo mismo: ser honesto para con Dios. Y no ha tenido miedo a llegar hasta donde  su razón le lleve.

    Se puede o no coincidir con él. Pero me parece un acto de valentía enorme. Y una determinación personal en que tenía que compartirlo brutal. Además tiene pinta de que sus reflexiones están basadas en la observación de la realidad de la gente, de los laicos. Qué pasa aquí? Por qué la gente normal ya no cree?

    Y me encanta. Demuestra una preocupación por nosotros, no nos condena como una banda de impíos.

    Palabra de Dios? Pues no. Honesto para con Dios? Pues sí.

    Y me gusta.

  • Gonzoalo Haya

    Decir que el ateísmo ha suplantado la esperanza es una frase desacertada, impropia del deseo de dialogar con los ateos; pero me parece que es como uno de esos tics que se nos escapan, como los tics machistas que a veces nos reprochan. Se refiere a la virtud teologal de la esperanza en otra vida de plenitud divina, pero no tiene en cuenta que el amor es incluso más puro cuando no se espera una recompensa posterior, y que la fe y la esperanza son secundarias como prótesis del amor. El ateo que busca la fraternidad social tiene la fe y la esperanza implícitas en el amor sin necesidad de expresarla en conceptos.

    Me ha salido este rollo, pero creo que Moingt se esforzó en comprender a los no creyentes, y puso en duda los conceptos intocables e indubitables de la teología y del dogma, y esto, además de un gran valor personal, es un gran impulso para que la teología se libere de  viejos conceptos y abra las puertas a cambios radicales. Aunque lo importante no son los conceptos y las explicaciones sino la vivencia y la práctica del amor, llámese humano o divino.

    What do you want to do ?
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    • oscar varela

      Hola Gonzalo!
      Te leo (entre otras cositas “contrarias” que decís):

      -“lo importante no son los conceptos y las explicaciones
      – sino la vivencia y la práctica del amor, llámese humano o divino”.

      Creo que los (tu) “cursillo” será (como que es una Página Web)
      “conceptos y explicaciones”

      Pretender “vivencias” y “prácticas de amor” en una “cursillo”
      nos derivaría a una “pornografía intelectual”.

      A la “inteligencia” hay que ponerla en SU LUGAR,
      pero sin “basurearla”
      poniéndola debajo de la Mesa donde, ciertamente, se come.
      ¡Bástele a ella cumplir su misión: argumentar seductoramente!

      Felicito que hayas entrado al ruedo “argument-opinatorio”

      ¡Abrazo!

  • oscar varela

    Hola!
    En torno a los Comentarios de Rodrigo Olvera y de Alberto Revuelta:
     
    En no citado explícitamente texto al que se hace referencia, me parece que es este:
    La revelación cristiana sobre la salvación …
    el ateísmo y la increencia han suplantado la esperanza.”-
    ……………………
     
    Si atiendo a los motivos de que el “teólogo” haya escrito sus Libros, a saber:
    1- Cambio de ESTILO COMUNICATIVO más amigable; 2- ACLARAR su postura sobre la relación FE-RAZÓN; 3- FRATERNIZAR la conversación INTELECTUAL.  
    Parece que la cita no se compadece que esos motivos
    (no es ni “amigable”; ni “aclara”; ni “fraterniza”)
     
    Lo que se pronostica como una Carrera de Fórmula 1,
    ya en la “vuelta previa” se le salió la rueda trasera izquierda.
    ……………………
     
    Queda la duda posible, y de que le demos un compás de espera
    para que entre a boxes y Gonzalo (y A.D.) nos des-irriten
    la impresión producida como –prudentemente- nos señala Alberto.

  • oscar varela

    Hola ana!
     
    Comento a tu Respuesta del 14 N; a mis Preguntas:
    ¿qué es Plenitud humana?
    ¿un regalo? ¿se compra? ¿se hace?; ¿cómo?; ¿cuánto dura?
     
    1- ¿Regalo?: No, sino algo más serio: una Herencia.
    2- ¿se compra?: No; al contrario; se Decide.
    3- ¿se hace?: Sí; es Lo Decidido.
    4- ¿cómo?: coincidiendo con uno mismo (Inmanencia).
    5- ¿cuánto dura?: es Per-durable (Trascendencia).
     
    La Plenitud humana es
    – Para la RELIGIÓN (y su teología): algo “divino” (cuelga de un Dios)
    – Para la CIENCIA (y sus razones): una “energía” (cuelga de un Conocimiento)
    – Para la FILOSOFÍA (y su argumentación): un “proyecto insoslayable” (sostiene la Vida)

  • oscar varela

    Los tres pasos previos:
    Leo:
    “Es muy significativo que, antes de comenzar, analice sus motivos para escribir este libro, porque no es algo frecuente, y menos con tanta sinceridad:
     
    1-escribo esforzándome en abrirme al pensamiento y al lenguaje del otro, en pensar y hablar como él para hacerme comprender por él”;
    2- Despejar algunas dudas sobre conciliar su fe con la razón;
    3- “hacerle saber que él no es para mí un extraño ni debe considerarme como tal, porque si yo le dirijo la palabra es porque tanto mi conciencia humana como mi vocación cristiana me lo presentan como un deber incondicional”.
    ……………….
     
    Destilado:
    1- Cambio de ESTILO COMUNICATIVO más amigable;
    2- ACLARAR su postura sobre la relación FE-RAZÓN;
    3- FRATERNIZAR la conversación INTELECTUAL.
     
    ¡Excelente disposición!
     
    ¿Cuáles son las “condiciones de posibilidad” para el LOGRO?

  • Rodrigo Olvera

    Me entero ahora que el ateísmo ha suplantado la esperanza.

    De donde se concuye que ateísmo y esperanza son incompatiles.

    Y yo que tengo tantas amistades ateas que desbordan esperanza; que de manera esperanzada se juegan el pellejo para que haya esperanza para todas las personas; más de 5 que han sido asesinadas sin que les hayan arrancado la esperanza. Va a ser que no era así. Que por no ser creyentes lo suyo no es/fue esperanza.

     

    ¿De verdad creen que con estas afirmaciones van a poder ya no “seducir” sino dialogar con “el otro, cuando acusan que la mera existencia del “otro” suplanta la esperanza?

     

    No hay remedio. Así no.

     

    • Carmen

      Piensa: un teólogo católico, jesuita, que está considerado como sensible y no como hereje. Demasiado. No se le puede pedir más.
      Además, intuyo que veremos afirmaciones escondidas donde cuestionará muchas cosas. Habrá que saberlas leer. Pero a las claras no lo dirá. En primer lugar porque él mismo está hecho un jaleo. Y en segundo lugar porque no parece un señor que no se sepa mantener en La Frontera.

      Si, también pienso que nada tiene que ver La Esperanza con creer que Jesús era Dios. Porque ese es el problema de base de todo, de absolutamente todo. No hay que creer en ningún dios para mantener viva la esperanza. Esperanza exactamente en qué? En que podemos construir un mundo más justo? Pues no entiendo qué tiene que ver dios en esto.
      Creo que utiliza la palabra seducir en el mejor sentido, que diría A. Machado, porque el autor está convencido de que sí se escucha el mensaje de Jesús, te seduce. Pero no creo que se refiera a esa seducción que te hace ser católico, apostólico y Romano. Creo que no va por ahí. Sino que se refiere a lo auténtico de su mensaje. Podemos entre todos hacer un mundo más justo.

      Pero no lo sé. Es lo que me ha parecido entender. Veremos.
      La importancia que le doy es que haya sido capaz de reflexionar y darse cuenta de que la iglesia se está equivocando. Que por ahí ya no se vale.
      Fíjate lo que dice Antonio en la presentación del artículo: que un teólogo con esa obra tan importante a los cien años se siente delante de un ordenador a repensar una serie de cosas…
      Eso es para mí lo importante. Que sea un teólogo con una gran reputación. A los demás no nos van a hacer caso.
      Eso creo. Pero a lo mejor estoy equivocada. Ya no sé. A lo mejor tienen razón los que dicen que hay que dejar que la iglesia caiga sola, por su propio peso.
      No sé.
      Creo que sería estupendo que no se considerase a Jesús de Nazaret como dios mismo. Pero ya me va dando igual. Otros referentes hay. Y otros saldrán, pero claro…a mí es que me encanta. Pero a mí. A otros, a la inmensa mayoría de los católicos lo que les encanta es que sea Dios. Pues entonces quizás los que sobramos somos las personas como yo.
      Pues bueno
      Nos iremos con nuestro esperanza a otra parte.
      Cuídate mucho.

    • Alberto Revuelta

      No soy entendido en este escritor, pero si leo hace tiempo sus textos de cristología y de Deo creante y pienso que lo que dice no vilipendia el ateísmo, sino que el ateísmo como conciencia de estar en la Tierra y construir futuro con los seres humanos con ese horizonte de que el universo existe porque tiene sentido en sí mismo, eso ha sustituido a una esperanza soteriología proveniente del envolvente creador de ese universo, que proclama la religión Cristiana, católica al menos. Creo que eso y no el desprecio al ateísmo y la exaltación a la esperanza paulina, es lo que dice Moingt. Como Rodrigo conozco y tengo amistad antigua, profunda e íntima con muchas personas ateas cuya esperanza es una luz en medio del mal y de la acedía del vivir público y privado. Creo que hay que cuidar el sentido pues de lo contrario es fácil distorsionar las lucidas reflexiones de este anciano valiente.

  • Carmen

    Es que si esas cabezas que tienen muchos jesuitas, que conozco a varios con una cabeza espectacular, se olvidaran del cuarto voto, el de la obediencia al Papa, y de paso el de obediencia normal y se dedicasen en toooooodos sus colegios, universidades, iglesias y demás a hablar clarito, la iglesia sería otra.

    Pero no. Qué vaaaa. Tienen metido en el alma eso de pertenecer a la compañía. Si no obedecen, se consideran unos traidores. A no ser que se conviertan en jesuitas sin papeles. Que también los hay.

    Es una pena. Una pena.

    Pero…el Poder es algo que destruye. Muuuuuucho más que el dinero y la riqueza. Porque la riqueza lo que busca es el Poder. No me refiero a los descerebrados que coleccionan Ferraris o yates y con eso se conforman.  Esos no son los peligrosos. Los peligrosos son los que con mucha riqueza, buscan el Poder. Trump, por ejemplo. Y a ese aún lo vemos, pero hay muuuuuuchos en la sombra.

    Por eso Jesús no podía con el Poder. Era superior a sus fuerzas. Lo entiendo perfectamente. A mí me sucede lo mismo. No resisto el Poder.

  • Carmen

    Pues este señor que a los cien años decidió coger el ordenador, como dice Antonio, habrá muerto en paz. Totalmente en paz. Totalmente en paz. Pese a que el Vaticano haya declarado su libro sensible. Y sí, es cierto, demuestra sensibilidad, capacidad de observación, reflexión y eso de decir, yo no me callo…

    A ver si cundiera el ejemplo y toooooodos los teølogos  católicos que en el mundo son, se volviesen sensibles .

    Señor Haya. Es usted un crack. Me alegro de que de este paso.

  • ana rodrigo

    Creo que el haber reconocido a un hombre, Jesús, como Dios, le abrió las puertas a la teo-logía, para hablar más de Dios(“al que nadie ha visto”), que del hombre Jesús, que fue capaz de llegar a la plenitud humana en las mismas circunstancias o peores que las que ahora vivimos nosotros. De ahí a deshumanizar a Jesús y a crear dos realidades paralelas que nunca se van a encontrar, lo inmanente y lo transcendente, no hay más que un paso.

    La teología no ha sido capaz de descender, como preferente, a lo humano, a sino teorizar, especular y hacer retórica sobre lo divino, hasta llegar a afirmaciones (Dios todopoderoso, omnipotente y, además, misericordioso, por poner un ejemplo). Ha orientado la moral hacia otra vida después de la muerte, donde se premia y se castiga, de que la vida es un valle de lágrimas, pero la recompensa la tendremos después de la muerte, y así un sin fin de aseveraciones que ha configurado un cristianismo “descafeinado”. Y, si algo nos dejan claro los evangelios, es que sus últimos tres años de vida (no sabemos nada de sus treinta anteriores, yo me lo imagino aún más humano), fueron estrictamente humanos, mientras desde Nicea, a nosotr@s nos ha transportado a una vida de paso y a otra vida eterna después de ésta.

    Ojo, los evangelistas escribieron los evangelios después de convencerse que aquel Jesús había sido el Mesías que esperaba la religión judía, y por eso necesitamos una exégesis y una hermenéutica muy atinadas para que el cristianismo no sea una evasión  de la vida real.

    Tengo un amigo  médico que va periódicamente (ahora está en Vial, en la isla de Chíos) con los refugiados que llegan a Grecia, mientras su mujer se va a un país africano a empoderar a un grupo de mujeres. No necesitan ir a misa ninguno de los dos para desarrollar su humanidad. El voluntariado es inmenso, lo que no quiere decir que muchos cristianos y cristianas, se queden contemplando el cielo,

    • mª pilar

      Mu uno querida Ana a cuanto expones en esta entrada.
      La ¡Vida! se demuestra caminando por esos lugares, donde de verdad hay personas… que necesitan de otras personas… que de momento están mejor; y juntas, empoderándose mutuamente, la ¡Vida! crece, y es un gozo contemplarla.
      Puedo dar fe de ello.

      ¿Cómo no lo ve la iglesia poder?

      Porque seguir a Jesús, no es enriquecerse, inaugurar templos, que al gran Misterio de la ¡Vida! no le son necesario, porque está en todo cuanto nos rodea.

      Pero se hacen un “dios” a imagen y semejanza de quienes lo “adoran” o dicen adorar.

      Y porque seguir a Jesús, siguiendo sus pasos…se necesita muy poco… de las riquezas de este mundo, que todo lo intentan comprar a precio de negar todo lo que está en su contra.

      Un abrazo.

      • ana rodrigo

        Querida María Pilar, agradecerte el que leas mis comentarios así como congratularme de que coincidamos en nuestra manera de ver las cosas. A mí me ayuda mucho el leeros porque entre todos y todas vamos purificando una fe cargada de absurdos y falta de lo esencial, la humanidad de Jesús desde su conexión con esa partícula de Dios que cada cual llevamos en nuestro ser humano para ser humanos
        Un abrazo

    • oscar varela

      Hola ana!
      Te leo
      “Jesús, que fue capaz de llegar a la plenitud humana”

      También lo piensan “juanel” y la “comunidad del 4° evangelio” (es lo que interpreto de la “posición” de Salvador Santos)

      Me parece que ellos la “plenitud humana” la cuelgan de (un) Dios.

      ¿vos también?

      ¿qué es esa “Plenitud humana”?
      ¿se regala?
      ¿se compra?
      ¿se hace?; ¿cómo?; ¿cuánto dura?

      • ana rodrigo

        Hola, Oscar, voy a intentar explicarte lo que para mí es la plenitud humana. Pienso que dicha plenitud no tiene porqué estar colgada de un Dios (más abajo lo explicaré). Desde que nacemos, llevamos una semilla a desarrollar o bien a dejarla a su libre albedrío. Como en esa semilla va implícito el bien y el mal, depende de cada cual lo que decide hacer con ella. Para mí, creo que hay una serie de valores -derechos humanos, valores jesuánicos- que valen la pena per se, y que los he colocado en el horizonte de mi vida, porque son valores para la vida propia y para la diva de los y las demás. Y desde el amor, poner los pies en tierra, y hacer el camino sobre este sustrato vital. Vivo en la inmanencia, hay un foso inasequible hasta la trascendencia, aunque sí creo (fe) que cada persona participa de ese algo divino, ya sólo por el hecho de existir. Y tú preguntarás, ¿qué es lo divino?. Para mí sería la energía creativa (de crear, no de creer) con la que cada día de mi vida afronto las deficiencias y las limitaciones que la naturaleza se hace siempre presente en mí.

  • oscar varela

    Hola!

    La cosa queda bien clarita desde el Prólogo.

    ¡Excelente!

    Se trata de un señor preocupado … muy preocupado ¿y cómo no?

    que se (y nos) hace un Tratado “APOLOGÉTICO“;

    e.d., “MIRANDO P’ATRÁS“.

    ¡Vale!

    El asunto está en si se puede esperar algo “mejor”

    sobre lo “P’ALANTE“.

     

    Y lo “P’ALANTE” tiene 2 “problemitas incendiarios”:

    1- Las NUEVAS GENERACIONES (¡basta de “Paternalismos”!)

    2- Las MUJERES (¡basta de “Patriarcados”!)

    • oscar varela

      Hago hincapié en que:
      las 2 grandes coordenadas en que hay “ser humano” son:
      1- EDAD
      2- SEXO

  • oscar varela

    Hola!
     
    1- En el NT se escribe solo una vez el término ‘ateo
    – (¿Carta a los Efesios?).
    Está referido a la vida. Habla de quien vive como si Dios no existiera.
    Se identifica con el impío.
    – Para aludir a esa forma de vivir el NT usa un término
    – cuyo sentido indica que vive ajeno a creencias y religión
    (traducirse por ‘descreído‘ o ‘irreligioso‘).
     
    2- Resulta curioso y muy poco considerado el hecho de que Jesús 
    aparezca a menudo rodeado y comiendo con ellos:
    – decían que era
    – “un comilón y borracho, amigo de recaudadores y descreídos”.
    (Lc. 7,34 y Mt. 11,39)
     
    3- En un mundo invadido por templos y dioses de todo rango,
    a los integrantes de las comunidades primeras les consideraron ateos.
    – Resultaban extraños aquellos colectivos
    – sin templos, ni estructura religiosa alguna,
    – sin sacerdotes, ni ritos, ni liturgias.
     
    4- La asociación del concepto fe y el verbo creer
    – ha hecho mucho daño en,
    – tal vez, la disociación más extendida
    – de las funciones mentales (esquizofrenia)

  • oscar varela

    Pasó a la historia (Siglo IV) con el nombre de “cambio de tendencia constantiniano“.
    http://eduardohoornaert.blogspot.com/2020/11/teologia-da-prosperidade-sim-ou-nao.html
     
    1- En ese momento, había tensiones dentro del movimiento cristiano.
    – Dos centros competían por la hegemonía:
    – Antioquía en Siria (insiste en la HUMANIDAD de Jesús) y
    – Alejandría en Egipto (insiste en su DIVINIDAD).
     
    * Acaloradas discusiones amenazan con romper la unidad del movimiento cristiano.
    – Los obispos deciden reunirse para discutir el tema.
    – El Asunto requiere un esfuerzo importante en cuanto a infraestructura:
    – viajes, alojamiento, alimentación, etc.
     
    2- Los administradores del imperio romano,
    – que siguen de cerca la evolución de un movimiento que crece mucho y gana influencia en los rincones más recónditos del imperio, se dan cuenta de que, ofreciendo facilidades logísticas en cuanto a transporte y alojamiento para un grupo estimado en unas trescientas personas, la institución imperial puede influir en el curso del cristianismo naciente.
     
    – Informado, el emperador Constantino, está sumamente interesado.
    – No demora en ofrecer a los obispos alojamiento en su Residencia de Verano, ubicada en Niceia (ahora Iznik, en el interior de Turquía), no lejos de Constantinopla y más accesible para los que vienen de Capadocia, de las ciudades costeras de Asia Menor (Esmirna, etc.), Siria (Antioquía) y Egipto (Alejandría).
     
    – Además, ordena que se ofrezcan a los obispos facilidades de viaje reservadas a los funcionarios públicos, a través de eficientes servicios de mensajería en las ‘rutas romanas’.
     
    3- Finalmente, 318 obispos se reúnen en Niza en el año 325. Son recibidos:
    – con un ‘protocolo senatorial’,
    demostraciones de honor
    (que impresionan vivamente a los hombres del mundo rural).
     
    * Uno de ellos, el obispo Eusebio de Cesarea (269-339) informa todo por escrito, sin omitir detalles.
    – Dice que cuando Constantino se sienta en el Sillón junto a unos obispos,
    – uno de ellos exclama: ‘¡parece Cristo!‘.
     
    4- La asamblea pone fin a la cuestión cristológica y emite un ‘Símbolo’
    (el término griego significa: empalme de los pedazos rotos de un vaso),
    – un Credo que toma partido por una definición divina de Jesús de Nazaret:
    Un solo Dios, Padre Todopoderoso,
    Un Señor Jesucristo
    Hijo de Dios
    Consustancial al Padre.
    Dios de dios
    Luz de luz
    Verdadero Dios de verdadero Dios.
     
    5- Este Credo se extiende a lo largo de los siglos.
    – Con eso nace la ortodoxia.
    – Constantino está realmente satisfecho,
    – piensa en los posibles efectos políticos de la unificación del movimiento cristiano.
    – Así le será más fácil lograr la unificación de tantos y tan diversos pueblos
    – que viven dentro del inmenso imperio.
     
    6- Entonces, la institución cristiana toma la delantera,

    • Isidoro

      Creo, que el Concilio de Nicea en el que se discutió la doble naturaleza de Jesús, fue presidido por Constantino, cuando aún no estaba bautizado, y para zanjar la discusión ordenó que se acatase literalmente la formulación doctrinal, con libertad para que cada uno la interpretase como quisiera.

  • Verónica pojmaevich

    El hombre que ha logrado la integración final ya no se halla limitado por la cultura en la que ha crecido. “Ha abrazado la ‘totalidad de la vida’…  Ha experimentado… la existencia humana ordinaria, la vida intelectual, la creación artística, el amor humano, la vida religiosa. Trasciende todas esas formas limitadas, al tiempo que retiene todo lo mejor y lo universal que hay en ellas… No solamente acepta a su propia comunidad, a su propia sociedad, a sus amigos, a su cultura, sino a toda la humanidad. No permanece atado a una serie limitada de valores de manera tal que los opone a otros adoptando posturas agresivas o defensivas. Es totalmente ‘católico’ en la mejor acepción de la palabra. Posee una visión y una experiencia unificadas de la única verdad que resplandece en todas sus diferentes manifestaciones, unas más claras que otras… No establece oposición entre todas estas visiones parciales, sino que las unifica en una dialéctica o en una visión interior de complementariedad. Con esta visión de la vida, puede aportar perspectiva, libertad y espontaneidad a la vida de los demás. (Thomas Merton Acción y contemplación: la integración final)

    Cuando la persona utiliza su capacidad de pensar o la razón y deja de creer por ej. en que María era virgen literal o en la literalidad de la Biblia, se deduce inmediatamente que la persona ha perdido la Fe; desde que hago zazén mi Fe ha aumentado porque veo la Gracia de Dios o las maravillas de Dios en muchos más aspectos, me he vuelto más católica, más universal, viendo a Dios más allá del cubo de la Iglesia Católica; esta mirada no arranca con el zen; el texto de arriba lo tengo desde mi crisis del 2001 donde empecé a escribir y rejuntar intuiciones y resonancias ampliamente, sobre el individuo, mi país, el mundo y mi religión, la Católica, en un texto. Tiene expresiones sin filtro, no da para compartir, porque mi sentido crítico va a la raíz, y eso suele caer mal. He pasado hasta mi divorcio, hasta los 35 años en un estado de sobreadaptación, pero ya desde el 2001, a escondidas, para mi, iba escribiendo esto además de mi diario personal; desde los 35 he afilado mi pensamiento crítico y me he ido autoafirmando; ninguno de los dos estados me agrada, ni ser sobreadaptada (demasiado aceptativa) ni ser demasiado crítica, pero entiendo que debía desarrollar ambos; actualmente leyendo “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas” de Dale Carnegie, para aprender a ser más diplomática, el tercer estado. Me gustaría que pusieran en mi lápida de muerte: ciudadana del mundo, embajadora de la humanidad ante otras galaxias, católica en la mejor acepción del término: universal…jajaja menudo desafío…

  • Carmen

    Ven como tiene que ser un teólogo de los reconocidos para que se tome en serio lo que dice?

    Lo tengo clarísimo.

    Y que conste que lo que dice es por lo observa en los laicos. Que quede clarísimo.

    Ha llegado la hora de los teølogos. Ellos lo montaron, que ahora lo desmonten

    O no.

    Y coincido con José Antonio Pastor.

  • Jose Antonio Pastor M.

    Ahi esta el tema y el problema, cuando se habla de intentar seducir, mas que intentar dar ejemplo. La sociedad actual a cambiado mucho de aquella pre-conciliar incluso de la post-conciliar. Me pregunto si el hecho de no llevar a cabo lo que se acordó en el concilio Vaticano II ha tenido que ver. El hecho de encerrar en el congelador casi todo lo que se proponía y solo sacar al banquete lo que interesaba no ha tenido que ver con el alejamiento de una sociedad que iba a un ritmo muy distinto del ritmo del estado Vaticano y la estructura jerárquica clerical medieval de una monarquia absolutista omnipotente e infalible, supuestamente. Yo cuando hablo aquí de Cristiano, hablo del Cristiano Catolico, Cristiano si, pero Catolico, porque yo creo que el problema esta en el Cristianismo Catolico, los demás hermanos Cristianos no se como estarán y ahí, me pierdo. Ya no se llegaría con llevar a cabo todo lo acordado en el Concilio Vaticano II, si no que seria necesario otro concilio aunque yo creo que pasaría lo mismo, seria una propaganda de como cambiar todo para que todo siga igual, que asi ha sido siempre. Los laicos nos apartamos del clero, como estructura no como hermano a hermano. El problema es que el laico no entiende que haya una estructura que campa a sus anchas y no cuenta con la opinión del hermano que es bautizado como el sacerdote, o el obispo, o cardenal o incluso el papa. Y ademas no se quiere el dialogo, porque ahí la retórica clerical, siempre intenta engatusar al rebaño para que siga siendo lo que hasta ahora a sido personas que no cuentan. El clero tiene que asumir que es rebaño también y el unico pastor es Jesucristo. Lo he dicho …esto tiene difícil arreglo.

     

  • ana rodrigo

    Destaco un párrafo que me ha gustado mucho: “La revelación de Dios hecho hombre resulta ininteligible incluso en las regiones en que se había implantado durante mucho tiempo. Su anuncio de salvación exaspera a los hombres de la “posmodernidad” en vez de seducirlos. Estas son las contradicciones que el teólogo debe desenredar aunque sólo sea para que le escuchen.”

    Creo que ha dado en la clave de la crisis por la que pasa en Cristianismo, la teología como rodillo de un siglo pasa de una generación a otra, es decir, no avanzar en la comprensión del mensaje de Jesús, la disyuntiva es o crees esto por las buenas o por las malas, es decir, si lo cuestionas, lo convertimos en dogmas y aquí se acaba la reflexión y el debate.

    La sociedad ha ido “tragando” de forma literal escrituras y teologías, y dogmas, hasta que la sociedad actual no tolera que se le hable como si fuese menor de edad y que todo lo que no se puede explicar, lo pasan directamente al dogma o la Santa Tradición, como si la sociedad actual no pudiese ser sujeto de tradición conforme a los nuevos tiempos.

    Gracias, Gonzalo por tu trabajo.