Estamos en tiempos de pandemia, con un hundimiento importante del PIB, la amenaza de un aumento espectacular del desempleo y galopando hacia un endeudamiento público y privado asfixiante. Total que el miura que se nos ha venido encima asusta y mucho, pero habrá que torearle sin miedo y con salero, para salir del atolladero. Hasta aquí todos de acuerdo. Las diferencias asoman en el cómo ponerle el cascabel al gato, en función de las prioridades que nos marquemos, obligados a tener en cuenta los dilemas con los que vamos a tropezar en el camino.
¿De qué dilemas hablamos? Pues, por ejemplo, los que se plantean en las negociaciones por una reforma fiscal más justa y solidaria que la actual. En España parece haber intocables. La bula aparente de la mayoría de los muy ricos, para librarse de pagar impuestos correspondientes a generosos beneficios obtenidos, digan lo que digan, resulta cada vez más escandalosa. Cansa escuchar que los dineros están mejor en sus bolsillos o en paraísos fiscales, que en la despilfarradoras manos que manejan las arcas del Tesoro Público. Y también fatiga la insistencia en el peligro de molestar a esta gente porque ellos son, precisamente, los paladines del crecimiento económico, los que crean empleo, los que más ayudan a reducir las desigualdades sociales, los que, en definitiva, más presumen de sostener el estado del bienestar que dicen beneficia a todos. ¿Cómo casamos estas contundentes afirmaciones con la realidad de unas vergonzosas desigualdades sociales que vapulean al cincuenta por ciento de la población? (Si creemos en las estadísticas, 25% de pobres y otro 25% remojando las barbas al ver cómo se las están pelando a los que les siguen).
Total que habrá que estrujarse el magín, es decir, aprovechar toda la potencia del pensamiento humano, única brújula capaz de marcarnos una dirección y orientarnos en la complicada época actual, zarandeada por una gran variedad de crisis ideológicas. Al decir de los sabios, la explosión tecnológica apoyada en el progreso de la ciencia, por si sola, no parece capaz de solucionarnos los problemas. En consecuencia, toca sacarle jugo a nuestra capacidad de pensar, de dinamizar una reflexión ética complementaria que contribuya a una mejora de la vida humana. ¿Será capaz la “derechona”, muy cristiana de boquilla ella, de mover un dedo en este sentido?
Gracias por el detalle amigas Carmen y Asun. Eskerrik asko. Vamos a ver si el 2021 volvemos a celebrar este día con el Covid19 un poco olvidado.
Un abrazo
Hola Iñaki.
Tengo un sobrino que se llama Nacho y su hijo, mi sobrino nieto , Iñaki.
Hoy es el santo de los dos , y me he acordado de ti.
Muchas felicidades. Pásalo todo lo bien que puedas . Y sigue cuidándote mucho..
Un abrazo.
Iñaki, leo de nuevo tu post y sí estoy de acuerdo con la situación y preocupación que nos expones, cada vez más agravantes.
Duro va a ser hacer cambiar las inercias, cuando los que más contribuimos en proporción no tenemos ningún poder ni ejercemos ningún control decisivo. Aparte de la media de edad a la que pertenecemos que nos hace cada vez más invisibles en la vida práctica diaria.
Aún así, estoy convencida que la resolución de los problemas sería más efectiva por ser tenido en cuenta el control de la ciudadanía con lo que conlleva de obediencia y dedicación por parte de los representantes nuestros en el Congreso a controlar a su vez al poder ejecutivo. Soy consciente de que sólo apunto a un pilar de lo que sería la Democracia en vez de esta oligarquía de partidos o partidocracia, donde sólo contamos en las votaciones cada cuatro años.
Sé que hay mucho por hacer y grandes los impedimentos para no llevarse a cabo en España.
Uno de los problemas que desaparecería o en principio frenaría sería la corrupción sistemática. Además surgiría por derecho la gestión transparente de las decisiones a tomar unido al esfuerzo de verse realizado el bien de todas las personas. No se trata de que los políticos y anexos jueguen a que nos cuidan, sino de de tener nuestro espacio, control y poder de cuidarnos nosotros, entre todos, sin excepción.
Gracias por todo. Un abrazo.
Hola Asun
vamos a ve si las personas jubiladas, que con un cierto ímpetu nos hemos movilizado en favor de nuestras pensiones, somos capaces de dar un paso más. Como sugieres, tendríamos que ser capaces de organizarnos para, con nuestro voto, controlar un poco al poder legislativo (Congreso) y desde allí controlar, también un poquito, al Gonierno. Sería bueno, como dices …”tener nuestro espacio, control y poder cuidarnos nosotros, entre todos, sin excepción”. Si se consigue algún día, seguro que las cosas irán a mejor.
Un abrazo.
Hoy, 31 de Julio, con mis mejores deseos, te felicito, Iñaki. !!Feliz Santo!! ¿Y quizá cumpleaños?
Buen Día para ti y toda la familia atriera.
Un abrazo.
Hola, Iñaqui: Vaya por delante mi agradecimiento a tu amable valoración de los coloquios y contrastes de opiniones entre Santiago y yo.
Y ahora paso a decirte que estoy muy de acuerdo con tu posición sonbre el dilema de la desigualdad. Comparto tu postura. Teóricamente, para conseguir mejorar la situación de los más desfavorecidos, parece que habría que empezar por un buen curso de formación en valores humanos y de reconversión en ética. Nos hace mucha falta ética. Y esto no resulta fácil , porque los que adoran al dios dinero se sienten muy bien con ese culto. Por eso no es fácil el cambio, no. Pero habrá que intentarlo, y con habilidad reconvertir mentes… Claro que si queremos reconvertir habrá que empezar por el mejor razonamiento: El testimonio personal…
En este sentido, los políticos deberían ser los primeros en moderar sus sueldos y no cobrar extras por horas no trabajadas, por ejemplo. Y luego reducir tantos asesores, demasiado bien pagados además… A partir de este ejemplo, que se metan con el capital… y con los privilegios… Así todo sería más convincente y más creíble, y quizá algo más eficaz… Si no comenzamos por limpiar la propia casa… (aquí que se incluyan también los partidos y sus sobresueldos y de dónde les vienen…) Un saludo cordial
Hola Juan AVO
Me quedo con estas dos líneas:
“Claro que si queremos reconvertir habrá que empezar por el mejor razonamiento: El testimonio personal”.
Lo que cuesta practicar lo que se predica!! Cuando echas la vista hacia atras es difícil librarse de la sensación de… manos vacías. Así que …hay que ser muy osado para atreverse a lanzar la primera piedra. El tema está muy complicado, pero la imparable evolución de la Humanidad no tiene otro camino que la formación en valores humanos y de reconversión en ética, que mencionas.
Un cordial saludo
Los paises con cuentas equilibradas no se fían de la voluntad reformadora de España. Lagarde ha pedido que el fondo de reconstrucción Europeo debe asentarse firmemente en políticas estructurales sólidas elaboradas y aplicadas a escala nacional. Aquellos países que digo con sus cuentas equilibradas no están dispuestos a pagar las deudas de aquellos que como Italia y España tienen desequilibradas sus cuentas. Piden, Iñaki, que las reformas españolas se apliquen sobre pensiones, relaciones laborales y funcionarios.
Hola Alberto
Normal que los países con cuentas equilibradas no quiera “hacer el primo”. Ahora bien….¿ Estamos totalmente seguros de que tampoco quieren pasarse de listillos? Y digo esto porque, si no estoy demasiado equivocado, lo que no quieren dar es dinero a fondo perdido. Sin embargo, como préstamo a devolver parecen estar dispuestos a soltar cualquier cantidad. No parece preocuparles que la enorme deuda acumulada, en un momento dado deje de pagarse. Es como si jugaran a que suba nuestra prima de riesgo para, a continuación, garantizarse unos suculentos intereses comprando deuda pública española. Tengo entendido que algunos Fondos de Pensiones, por ejmplo holandeses, hacen buenos negocios al respecto.
Legarde, como perteneciente al club de los ricos, probablemente pide lo que tiene que pedir. De lo que no estoy tan seguro es de su grado de preocupación, quizá, por el imparable y desolador aumento de las desigualdades sociales.
Habrá que apretar las clavijas a pensionistas, funcionarios y trabajadores por cuenta ajena……pero algo más habrá que hacer para que los intocables no se vayan de rositas.
Aunque los que hemos llegado ya a la segunda infancia no lo veremos, muchas cosas tendrán que ir cambiando, en España , poquito a poco. Por ejemplo digo yo, más educación, mejor sanidad, menos monocultivo del turismo, más relocalización industrial, más seguimiento a grandes fortunas y sus paraísos fiscales, seguimieto, también, a la utilidad de una monarquia fuera del tiempo …..
Un cordial saludo