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Paradojas del arzobispo Cañizares

Cañizares, ¿más temible así que con la capa magna?

El arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, está lanzadísimo en escribir cartas pastorales que Religión Digital, a través del periodista valenciano Baltasar Bueno difunde a todo el mundo como magisterio para “salvar a España, salvarla de desgarros y enfrentamientos, reconstruirla, no destruirla”. Ya anuncia una para mañana sobre sobre la reforma de la enseñanza y el malvado plan de secularizar España. Pro aún nos llegan ecos de la anterior sobre el paro. Este artículo está escrito por los profesores  de psicología y filosofía Juan Pascual y Francisco Gramaje. Sepa don Antonio que mayoría de edad y capacidad crítica de los cristianos valencianos le seguirá, denunciando su nacionalcatolicismo camuflado. Y ATRIO dará siempre voz a toda crítica que sea educada y razonable. AD.

      En la Pastoral publicada en el periódico diocesano semanal Paraula domingo 31 de Mayo, el arzobispo pide una “urgente respuesta de solidaridad”.

      En estos momentos tan críticos el ofrecimiento que hace el arzobispo desde el recordatorio de las bodas de Caná, en los que María indica a los criados “haced lo que Él os diga”, son palabras que resultan programáticas: “Dadles vosotros de comer, estuve enfermo y me visitasteis”. Ésto orientado hacia los que “en los que en estos momentos se encuentran parados, por los que han perdido su trabajo y sus respectivas familias que tantos dramas y daño están causando, evitar causas y consecuencias, y exigir, a quienes debamos hacerlo, que gestionen bien la cosa pública, diáfana y responsablemente”.

      Para nosotros, creyentes, estas palabras de Arzobispo invitan a la reflexión, y lo hacemos a la luz de la extensa pastoral del arzobispo D. Antonio Cañizares que dirige a toda la Diócesis. Celebramos este mensaje evangélico, así como que en el cristianismo se tenga como exigencia la acción, el compromiso. Una fe que puede mover montañas, sin embargo, puede resultar tras la lectura de la carta pastoral, más bien una fe que instala montañas de separación, puesto que algunas de las aseveraciones, a nuestro entender, resultan antitéticas del simbolismo originario del evangelio.

      El paro es el tema central de la pastoral, un paro que se desboca, es visto como problema universal, pero lo analiza desde quien posee la verdad y desde “arriba” enjuiciando entre buenos y malos, se atreve a afirmar: “esta crisis de la que no anda lejos el príncipe de la mentira, Satán, y la crisis de valores, por el incumplimiento ya de varios meses de pagas prometidas y debidas por el gobierno, todavía no abonadas” . Su examen carece de rigor científico, se apoya en meras causas imaginarias. Sociólogos, economistas, filósofos, todos ellos desde planteamientos rigurosos sostienen varias causas: la epidemia por descontado, que a su vez es consecuencia del deterioro de nuestra naturaleza y con mucho, el expolio del capitalismo mundial que tiene como deriva otras epidemias, tanto o más crueles como las desigualdades sociales y la pobreza, causados por este capitalismo imperante. El Papa Francisco hace una referencia clara : “el capitalismo mata”. Este es el problema principal y la solución no es: “trabajo y trabajo, puestos de trabajo”, y a más inri, carga la responsabilidad, cómo no, en el gobierno puesto que este debiera ser su objetivo prioritario; de este gobierno, claro. Ignora entre otros motivos el tema del futuro de la robotización que según expertos dejan y dejarán millones de parados sin trabajo en los muy próximos años.

      En una lectura atenta del escrito-pastoral, encontramos incoherencias entre, por una parte, lo que se dice al principio como mensaje evangélico en su origen: “tuve hambre y me disteis de comer, estuve enfermo y me visitasteis, sed misericordiosos”, y lo que, por otra se discierne de una lectura atenta del escrito-pastoral y que sustanciamos en los siguientes apartados:

  1. Se esperaba en estos momentos en que la oposición está ocupada en el enfrentamiento, acoso y derribo de este gobierno, un distanciamiento de los argumentos y estrategias políticas al uso y una implicación más decidida para favorecer el tan necesario progreso de la colaboración y la unidad. Todo en consonancia con las palabras del Papa Francisco:” El Espíritu Santo es la unidad que reúne la diversidad”

      Como antítesis en la carta pastoral nos encontramos con un posicionamiento que se alía más en la descalificación desde quien posee la verdad, que nace de la voluntad de Dios, llegando a calificar en lo que se refiere a España: “un gobierno social-comunista que valora más el interés propio e ideológico y el poder por encima de las injusticias”. Estas son expresiones, repetidas en varias comunicaciones públicas, calcadas de intervenciones de determinados partidos políticos que todos conocemos. Una pena que se perciba al Arzobispo de todos los valencianos asociado a este cometido de hacer lo imposible por tumbar este gobierno “social-comunista” como lo tacha el Arzobispo, porque no responde a determinados intereses.

  1. “Es necesario, dice, que penetre en la conciencia la urgente y apremiante solidaridad con los parados;” y puesto que no se ve una pronta salida, afirma que la Iglesia en muchas de sus acciones da testimonio de solidaridad, Cáritas nacional, diocesana y parroquial y muchas instituciones y familias cristianas. Ninguna objeción a confirmar esta sugerencia, avalada por una larga trayectoria de solidaridad en muchas instituciones de la Iglesia

      Pero como antítesisse muestra la creación de una Comisión Diocesana de Empleo para luchar contra el paro, de cristianos libres de pensamiento y acción para la urgente solución” Con esta decisión trata de apropiarse de unas competencias y protagonismo propios del Cesar y no de Dios, en lugar de ofrecer su leal colaboración a las autoridades democráticas y competentes; colaboración que será muy importante habida cuenta las muchas instituciones que posee la Iglesia. Esta iniciativa, tal como se presenta, es una prueba perfecta de que no se ha comenzado, ni tan siquiera se ha intentado tener la disciplina para buscar entre todos el consenso, la verdad. Un cristianismo que levanta una frontera, una montaña entre “los buenos” y el resto.

  1. Según el Arzobispo, los expertos en economía ven en la escasez de trabajo sin más la causa del problema del paro; y por tanto, este debería ser el objetivo prioritario de la actuación del gobierno: ”trabajo y trabajo, puestos de trabajo y empleo decente y digno.”

      Pero como antítesis, es este un concepto de trabajo que arraiga en los pasajes de las sagradas escrituras, en concreto aquel que impone al ser humano el castigo de ganarse el pan con el sudor de su frente. Escena por la que el calvinismo convierte el trabajo en su deber supremo y camino más seguro para la salvación. Esta visión neoliberal es la que subyace en estas afirmaciones en las que descansan el capitalismo que provoca la tremenda pobreza y desigualdad, y que el Papa Francisco condena y afirma que crea guerras internacionales y nacionales, o el hambre por la explotación.

  1. Ante este problema del paro, nadie debe sentirse espectador. El paro juzga a una sociedad como la nuestra, y si a Dios le interesa el destino del hombre, al cristiano no puede serle indiferente el problema del empleo y el paro. Es la hora de la verdad, la hora de la caridad.”

      Como antítesis en la carta pastoral, por una parte aparece con claridad la necesidad de ayudar a los parados, aquellos que se queden sin trabajo y por otra, incomprensiblemente, se califican las medidas que se han establecido para resolver esa situación, como la renta mínima, como un contravalor y el sr. Arzobispo, en comunión con la asamblea episcopal ha considerado y manifestado públicamente “que estas medidas promoverán, al mismo tiempo, la ampliación de capas de pobreza por vivir “forma subsidiada”, a no buscar trabajo.

Lo incomprensible de estas afirmaciones es que se atrevan a manifestar que alguien con 500 euros mensuales pueda plantearse no buscar trabajo, y que no levantaran la voz cuando el Estado rescató (subsidió) a los bancos tras la crisis del 2008. Se habla de un ingreso mínimo, nunca mejor dicho. Nada que ver con la Renta Básica Universal e incondicionada, cuya dotación sea suficiente para conferir dignidad y autonomía a cualquier persona por el simple hecho de serlo.

  1. El compromiso de la solidaridad puede canalizarse y organizarse estableciendo, fondos de ayuda, que no suprimirán el paro pero remediaran las consecuencias. Por ello, habría que abrir ya una cuenta para recaudar fondos, que abro con mi aportación durante tiempo indefinido, de mi nómina mensual de la Conferencia Episcopal.” 

      Como antítesis, en un momento en que la sociedad entera está viviendo esta situación dramática, el arzobispo utiliza de manera engañosa la necesidad para exponerse y perpetuarse en la caridad. Estas manifestaciones sugieren como mejor solución los compromisos personales hacia los necesitados, pero lo que se debe priorizar es la justicia y esta justícia marca un nivel de mínimos. Se acomoda mejor desde la necesidad, utilizando este recurso artificioso: donar como testimonio hecho público a bombo y platillo su sueldo de obispo indefinidamente. Sería más eficaz, como ejemplo, dejar de vivir en un palacio para ir a vivir a una residencia sacerdotal como hace le Papa Francisco y donar los sueldos del servicio que requiere mantener un palacio; y como idea, mucho más eficaz por necesaria en estos tiempos, que la Iglesia hiciera una seria revisión de todas las ayudas que recibe de un estado laico, pagara al estado por todas las propiedades que posee, revisar las inmatriculaciones, el IBI, revisión de los sueldos de toda la Iglesia, que pagan los católicos y los que no lo son, etc.

 

3 comentarios

  • juan antonio vinagre oviedo

    Hermano A. Cañizares: Permíteme un comentario a tu carta. (Y permite también que te hable de tú  -y de hermano- tal como nos trató Jesús, que incluso nos enseñó a tratar a Dios Padre de Tú, como vemos en el Padre Nuestro. Sabes que los términos de excelencia, eminencia, santidad… son propios del protocolo del imperio, no cristianos. Y el hecho de que aún estén  vigentes en la Iglesia indica que no se ha corregido esa desviación y otras peores, como asociarse al poder más conservador, y dejar de servir humilde… Y ya conoces las palabras del Señor respecto a los que no sirven porque no son levadura y sal de la tierra… ¿Algunas desagravios que promueves en la catedral son de verdad persecución o más bien pisotazos, porque una parte de la Iglesia-clero es más bien sal que no sirve?) Pregúntatelo, hermano. No confundas persecución con pisotazos… merecidos.

    Este comentario deseo que sea fraterno, amable, pero sincero, sólo fundado en textos del mensaje de Jesús, el Señor. Y si es sincero, me temo que a veces sea crítico, aunque no pretendo herirte a ti ni a nadie. Pues bien, creo que ante cartas así no se puede pasar de largo y menos con un silencio obsequioso. Es preciso recordar con frecuencia la palabra de Jesús de Nazaret, antes que la palabra de los hombres, por mucho que insistan en que lo representan.

    –Comienzas la carta con las palabras de María: “Haced lo que él os diga”. Y así debe ser cuando eso que se dice responde al espíritu evangélico; pero cuando no responde a ese espíritu, cabe pensar que esa cita se utiliza para reforzar palabras que dice un discípulo, no Jesús, ni María. Palabras que más bien parecen defender ideas y posturas sociales y políticas muy alejadas del espíritu del Señor y del Reino de Dios. No olvidemos que el Reino de Dios no es de palabras, sino de obras… Y por las obras se conoce al auténtico seguidor del Reino. No el que dice sí, sí, y va a misa, y utiliza la iglesia y se hace amigo del clero…, y luego no hace… En suma, como dijo Pedro, precisamente a los representantes del templo, incluidos los sacerdotes: “Es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres”.

    –Pues bien, las palabras de Jesús  -más importantes que llenar de agua unas tinajas-, palabras que son algo ESENCIAL en su Mensaje del Reino, y que, por contraposición, encajan bien en el tema de esa carta, son: NO ES POSIBLE DIOS Y DINERO, porque son incompatibles.     Y el afán de dinero, el afán de amasar a toda costa, ya sabemos en manos de quien está, y cómo actúa para incrementarlo…., así como quiénes lo representan…   Por eso tu carta, hermano, me parece sesgada, poco evangélica. Representa una religión y un cristianismo burgués, más amigo de la tradición y del poder que del hombre y del espíritu de la parábola del “Venid, benditos”. Hablando así no pareces un seguidor de Jesús, sino del poder y de la tradición que no valoraba Jesús. (Perdona que te diga esto, y créeme: me cuesta decírtelo.)

    –Pero este tipo de cartas no es cosa nueva, como sabemos. Incluso hay cartas-encíclicas (estoy pensando en la “Quadragessimo anno”, en que se condena el marxismo -y el comunismo- como “intrínsecamente perverso”, y apenas se analiza el capitalismo -el hoy llamado con nueva palabra, el neoliberalismo. tal vez para camuflarlo mejor-, que es la expresión de lo que Jesús declaró incompatible con el Reino de Dios. Este neoliberalismo sí que es “intrínsecamente perverso”, y aunque más tarde se denunció con la palabra, no fue con la rotundidad con que se condenó el marxismo. El neoliberalismo no se opone verbalmente a la religión. Simplemente la utiliza y reconvierte, incluso yendo a una iglesia para exhibir los Evangelios en mano…  (De esto no parecen ser muy conscientes quienes escriben o refrendan tales cartas…)

    Y conste que no soy marxista ni comunista para hablar así, aunque reconozca en ellos ciertos valores que van en favor del hombre. Para hablar así, me basta con ser -intentar ser- un seguidor de Jesús de Nazaret y de los valores que propone. (Digo que “propone”, y no que “propuso”, porque hoy es de más actualidad aún que entonces.)

    –A mi juicio, no sólo en el hermano Antonio C. sino también en la Iglesia y su magisterio hay muchas cosas tradicionales que cambiar, porque contradicen la letra y sobre todo el espíritu del Reino del Dios de Jesús. Por ejemplo: * demasiado poder y alianzas tradicionales, seculares con el poder. *Poder tradicionalista conservador religioso, lejos del Jesús innovador. *Demasiado olvido del sentido de SERVICIO, convertido en poder sagrado e incontestable. *Demasiado pasar de largo ante el poder que deja tirados en la calle a muchos atendidos por el samaritano. *Demasiado poco comprometida con ser fermento transformador con su testimonio real, no burgués…

    Por eso la Iglesia-clero conservador necesita reconversión -no maquillajes-, necesita RENACER y cambiar de mentalidad -matánoia-, a fin de FORTALECER LA FE DE SUS HERMABOS. Para ello es preciso mucha y persistente ORACIÓN, una oración también humilde, desde el último banco, porque hay demonios introducidos en nuestras mentes, desde hace mucho, mucho tiempo, difíciles de expulsar…

    Un cordial saludo, que quiere ser sincero, hermano Antonio C.

  • isma

    Es una respuesta crítica desde una visión cristiana y humana. Es “una lectura atenta del escrito-pastoral” en la que denuncian “incoherencias entre, por una parte, lo que se dice al principio como mensaje evangélico en su origen: “tuve hambre y me disteis de comer, estuve enfermo y me visitasteis, sed misericordiosos”, y lo que, por otra se discierne de una lectura atenta del escrito-pastoral”
    A mi parecer han desmontado este mensaje hipócrita, propio de un político conservador recubierto con lenguaje religioso desde el pedestal, aparentemente cristiano pero vacío del espíritu de amor solidario y humano que busca el “Reino de Dios”, la igualdad y la justicia para con todas las personas.
    Por cierto, tengo la impresión que el arzobispo con su pastoral, a la luz de este artículo lo que hace es algo más que incoherencia, pues sigue la estrategia muy utilizada últimamente por algunos partidos políticos: presentarse cercano a la gente, a sus problemas de cada día pero aportando soluciones sesgadas, racistas y de privilegios protegidos con el paraguas de los poderes llamados fácticos del capitalismo.
    En mi opinión, haría falta mucha pedagogía para desmotar todas estas incoherencias y falsos mensajes de solidaridad que en su  trasfondo solo buscan privilegios. Esto es lo que han hecho los autores del artículo, un esfuerzo admirable a seguir. Gracias.

  • ana rodrigo

     
    Ya dije el otro día que ni he leído ni pienso leer la carta pastoral del señor Cañizares, conociendo su trayectoria y con pocos botones de muestra, veo que no me merece la pena leer el resto de sus escritos.
    Los obispos en general (quizá haya alguna excepción) suelen trufar sus documentos escritos con determinadas citas bíblicas para “cristianizar” su ideología política, lo cual pone de manifiesto su doble personalidad. Hablar de que la renta mínima va crear dependientes que no van a buscar trabajo, es obsceno en boca de un arzobispo. Es un atrevimiento hablar del paro o de la necesitad de trabajo sin mencionar el sistema capitalista donde echan raíces todas las injusticias sociales. Y, como dice este post, antes de predicar y echarnos sermones, que prediquen con el ejemplo de su vida palaciega, o de pagar el IBI como tod@ ciudadadn@, o de protestar en la Conferencia episcopal para que no dediquen más dinero a TV13 que a Caritas, televisión que desestabiliza la convivencia ciudadana, etc.