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Despedida a Julio Anguita

A raíz del fallecimiento de Julio Anguita, he leído varias apologías de su figura, y casi todas terminaban con este deseo: qué la tierra te sea leve. Me ha resultado muy triste. ¿No podemos desearle algo mejor a una persona de una integridad ética insobornable? Una persona de un desprendimiento ejemplar y de una coherencia radical, una persona que ha dedicado su vida a luchar por un mundo más justo, solidario, donde todos puedan llevar una vida digna. Para esa persona ¿sólo podemos suspirar por qué la tierra le sea leve?

     La izquierda en general no puede liberarse del ateísmo radical con el que nace, lo que obliga a ver la muerte como el final absoluto de la existencia. Ernest Bloch ha tratado de mantener un Principio de Esperanza, pero se trata de una esperanza puramente terrenal. ¿Puede bastarle eso a una persona y más ahora, cuando la esperanza terrenal se tambalea peligrosamente? Además, a mí me parece que este materialismo radical obliga a luchar en inferioridad de condiciones con una derecha, todo lo falsa e hipócrita que se quiera, pero que no ha roto con lo religioso, y permite que se ofrezca, junto a la riqueza, una esperanza para el afán de vida de los seres humanos, una satisfacción a sus más profundos anhelos de felicidad y de plenitud.

     Puede parecer que esto son ilusiones, pues nosotros, aquí en la Europa actual, vivimos en una sociedad secularizada, mutilada, deshumanizada por la religión capitalista. Pero tengamos en cuenta que si en el mundo se calcula que hay unos 1.100 millones de ateos o agnósticos, son más de 6.000 millones los que tienen alguna creencia religiosa. El imperio americano, cuando se vio amenazado en América Latina por la Teología de la Liberación, no se defendió propagando el ateísmo, sino una religiosidad alienante a la que se atrevió a llamar evangélica. Y, hoy por hoy, vemos que se está extendiendo peligrosamente.

     Me considero una persona de izquierdas, pero no quiero renunciar a esa esperanza profunda del género humano. No quiero decirle a Julio Anguita: adiós, compañero, qué la tierra te sea leve. Mi despedida es: A Dios, compañero, que Él te reciba en ese mundo de fraternidad por el que tanto has luchado.

17 comentarios

  • javier mateo arana

    Bueno Señor Anguita: has llegado a lo “prometido”. Abristes los ojos en aquel instante y has visto la perfección…..    Aquí nosoros nos hemos quedado interpretándote sin pedir permiso. Simplemente mirando tus gestos denunciadores.. Nos hemos quedado “estacionados”, en tu pasado, incapaes de dar un salto a lo infinito para encontrarnos con tu ideal de un mundo justo, fraterno e igualitario.  Quiero ser creyente y continuar cambiando algunas ideas y esperanzas  Acabó lo de  “PROGRAMAS, PROGRAMAS, PROGRAMAS”. Lo has dejado como TESTAMENTO.

  • GIORDANO BRUNO

    Por sus obras los conoceréis. Aunque se decía de sí mismo que era ateo, ni las grandes ambiciones de dinero, ni los privilegios cegaron su vida, de maestro. Eso es lo que has sido ¡¡ que gran maestro de la vida, porque tus palabras iban tan a la par de los hechos, tan distintos a tantos  encopetados creyentes, cuyo único dios fue,y  ha sido, el dinero , el poder y los privilegios. Esos, a ti no te engañaron nunca, porque creías en un ser humano liberado de  tanta mentira,de tanto engaño que es lo único que persiguieron para su buen vivir.Ya sabes cómo es Dios y en él descansa en paz, con todo derecho con toda dignidad, con toda honradez¡¡¡¡

     

  • ana rodrigo

    Acabo de ver un video del entierro de Julio Anguita y la despedida de una inmensa cantidad de cordobeses y cordobesas, y me he emocionado profundamente Es una gran pérdida que se nos vayan personas de este nivel humano.

    Como decía el Papa el otro día, algo así como luchar por los pobres no es cuestión de comunismo, sino que es el corazón del evangelio. Y eso es lo que hizo Julio Anguita en su vida y en sus responsabilidades públicas, siempre coherente con sus principios.

    Anguita no fue justo a ratos, sino que sus principios iban insertos en su SER, él ERA así, y por tanto no tenía que forzar sus argumentos, los tenía asumidos en su persona y en su vida.

    La cuestión religiosa es otro tema, porque la inmensa mayoría de quienes participamos en atrio, somos ateos del Dios que alguien fue construyendo y que no enseñaron.

    Podemos tener esperanza en algo posible, pero en lo que hay después de la muerte, es algo subjetivo y especulativo, porque escapa a nuestro raciocinio. Lo que sí está en nuestras manos es la vida que tenemos entre manos mientras la vivimos, que fue lo que hizo Jesús en su vida terrena y ahí ha quedado como como referente universal de valores humanos. La fe es otra cosa.

  • Gonzoalo Haya

    Anguita es el político español que más aprecio. Para mí fue un seguidor del proyecto de Jesús, aunque se considerara ateo o agnóstico, no sé; eso son palabras, interpretaciones.

    Ninguno sabemos qué o quién es Dios; pero todos sabemos (si queremos saberlo) qué es la justicia y qué es el amor, y en eso consistía el proyecto de Jesús. ¿Qué hay después de la muerte? eso escapa a nuestro conocimiento conceptual, que es incapaz de pensar fuera del espacio y del tiempo. Creo que existe otra esfera trascendente e inmanente al espacio tiempo, que es la que fundamenta a la justicia y al amor, como fundamenta a todo el universo; a esa esfera unos la llamamos Dios, otros comunismo, otros plenitud humana, pero son conceptos e interpretaciones. Anguita nos dejó un ejemplo a todos, y yo creo que vivió y vive dentro de esa esfera.

  • M. Luisa

    El ateísmo como rechazo de la creencia de la existencia de Dios, en tanto rechazo es como todo rechazo algo que siempre se encuentra  al final. De ahí que me resulte contradictorio  que se diga que la izquierda en general no pueda liberarse del ateísmo radical con el que nace, cuando la idea de Dios, sin excepción,  nos está ausente a todos al nacer.

    Si esto que es un hecho, en el cristianismo  se hubiera sabido aprovechar como una ventaja, a lo mejor con  esa carencia de principio nos estaba dada  la  condición para  llenar ese vacío    de espiritualidad como  a su manera hizo Julio Anguita durante su vida, la cual sus principales puntales fueron   la reconciliación y la propuesta basada  en la convicción de que sólo la agrupación de gente muy distinta, no una masa amorfa,  podría dar verdadero protagonismo a una  multitud individualizada como pueblo.

    ¡Descanse en paz!

  • Antonio Rejas

    La última línea del artículo refleja una auténtica realidad porque, a pesar de su ateìsmo, su lucha siempre fue por un mundo de fraternidad en favor de los más desfavorecidos, coincidente con los deseos de Jesús, por muy contradictorio que parezca.

    • Carmen

      Lo ha dicho usted muy bien. Coincidiendo con los deseos de Jesús.
      Contradictorio? Ese es el gran problema del cristianismo. Una persona tiene que creer en el dios de Jesús forzosamente o cae en contradicción si coincide con su pensamiento.

      Ese es el gran problema.

  • Rodrigo Olvera

    Que su memoria sea eterna. 

    Quienes me van conociendo, saben que es la “fórmula” que utilizo ante los fallecimientos en vez del “descanse en paz” y otros semejantes del cristianismo latino.

    Esta fórmula, usada en la liturgia de difuntos ortodoxa (especialmente en la tradición litúrgica rusa), expresa dos deseos: a) que la comunidad sobreviviente, le recuerde (entre otras razones, para que interceda por su salvación); y b) que Dios le re-corde, le mantenga vivo en la memoria de su corazón misericordioso.  Este sentido devocional orotodoxo me gusta, desde una perspectiva creyente.

    Y desde una perspectiva no-creyente pero militante, expresa el deseo de que su persona, su biografía, y especialmente su lucha no se olviden, sino que haya siempre quienes pro-sigamos su causa. Que ninguna bandera caiga en tierra, sino la levantemos mientras seguimos marchando hacia nuestra meta.

    Por éso, me gusta esta expresión. Porque es aceptable para personas creyentes, para personas agnósticas y para personas ateas.

     

    Preguntas querido Antonio Zugasti: “¿Puede bastarle eso a una persona y más ahora, cuando la esperanza terrenal se tambalea peligrosamente?” y por lo poco que te voy conociendo, interpreto que es una pregunta honesta. Como yo soy una persona, y una persona a la que esta esperanza que llamas terrenal sí le basta, te respondo con la misma honestidad que , que sí puede bastar a una persona la esperanza “terrenal”.

    Me gusta que tú mantengas tu esperanza creyente-religiosa. Soy honesto al decirte que percibir esa esperanza creyente-religiosa en tus escritos, siempre me anima y nutre mi propia esperanza. De ninguna manera te cuestionaría tu esperanza. ¿Sería demasiado pedir que no lo hagas tú con la mía y con la de tantas personas, insinuando sutilmente que no es suficientemente profunda, por no ser una esperanza religiosa? ¿Podemos concentrarnos en lo común que compartimos de tener esperanza por una humanidad más amorosa, justa y equitativa; en vez de enfatizar la diferencia de la religiosidad o no de tal esperanza?

     

    Por cierto, me ha encantado todo lo que has escrito en este hilo, Carmen. Chapeau!

     

    Abrazo, querido Antonio.

    Abrazo querida Carmen

    Abrazos y esperanzas a toda la comunidad de ATRIO

    Que la memoria de Julio sea eterna

     

    P.D Comparto el himno “Vichnaya Pamyat” (Memoria eterna), de una misa de Requiem  de la liturgia eslava. Más allá de creencia o no, estéticamente me parece conmovedor.

    https://www.youtube.com/watch?v=ISkJbvKN4lo

     

     

    • m* pilar

      Gracias Asun:

      Es admirable no solo lo que comunica, sino, ¡Cómo lo hace! En ningún momento pierde la templanza, su auténtico sentido, desde una clara exposición de cuánto cree, experimenta y vive.

      Es un placer escucharle, con esa serenidad que le acompaña.
      Un abrazo entrañable.

      • Asun Poudereux

        Gracias a ti, Pili.
        Deseemos para bien que su memoria sea eterna, como lo expresa Rodrigo.
        Nos han repetido tanto que la creencia religiosa salva, que puede incapacitarnos para ver lo que realmente salva.
        Un abrazo entrañable que a todos incluye.

  • Carmen

    Supongo que muchos lo habrán buscado. Me refiero al significado de : que la tierra te sea ligera, que la tierra te sea leve.

    Por lo visto es una expresión de la cultura romana. Se ponía en las lápidas como ahora se escribe descanse en paz. RIP. Pues esta tb tenía siglas , ahora no recuerdo las que son , no sé latín. Por lo visto venía de algún poema de esos famosos, donde alguien le escribía a un amigo un poema de despedida, como el de Miguel Hernández a su amigo Ramón Sijé, pues el mismo sentimiento. Al final le decía: que la tierra sobre tus huesos te sea ligera.

    Por lo visto se refería a la angustia que podría sentir su amigo sepultado debido al peso de la tierra. Que la tierra te sea leve.

    Lo encuentro precioso. Por lo visto otros muchos también pensaron igual y se quedó como nuestro descanse en paz.

    Es mejor lo nuestro?

    Perdonen que insista. Pero no me parece justo para un montonaaaaazo de agnósticos o de ateos que existen en el mundo.

    Este señor me gustaba. Tendría sus jaleos de Poder y sus historias, pero me gustaba.

    • Carmen

      Para los que saben latín.
      Sit Tibi Terra Levis.
      STTL.

      Así que si alguna vez ven una lápida romana con este epitafio, pues ya saben.

      Señor Anguita: Que la tierra le sea ligera y que descanse en paz por toda la eternidad.

      Amén.

  • mª pilar

    Pienso, y deseo, que toda esa Vida que fué sembrado Julio Anguita, no se perderá.

    En muchas personas quedará su impronta, su integridad, su fidelidad a sus ideales, sin ser mal… “educado”… por decirlo de una manera acorde, con su saber estar, ser y proceder.

    La izquierda de este país,  ha sido… nefasta …(sobre todo después de la guerra) con todo lo que tiene que ver con las religiones. Se pasço de rosca, y se comportó como la propia dictadura; era ofensiva, castigadora, insultante, casi… como lo está haciendo ahora la derecha…

    No hace falta ser creyente, para tener una visión grande, del valor que tiene en si mismo:

    ¡El ser humano!

    Trabajando por el bienestar de todo el pueblo, dándole su impronta, su mirada, su camino; hacia una justicia social,  jurídica, democrática…con todos los estratos que hay en ella

    Sin revanchas; si algo se hizo mal, se busca el camino que da la justicia, y no se convierte en si misma en justiciera, como hizo la dictadura; y a la que nos quieren volver a llevar a base de mentiras, insultos, desobediencias.

    Este gran hombre, se quedará como un pilar…como otras personas lo fueron antes, y deseemos que los haya después… La izquierda en este país; precisamente, por su capacidad humana de ¡estar! tiene que ser, para todas las personas que la componemos.

    Toda esa energía que proyectaba, quedará como aliento, así como él lo hizo; si somos capaces de trabajar por cuanto nos rodea; así, se podrá dar muestra, de la capacidad de SER que tiene la izquierda.

    No se quedará en la sola tierra, seguirá irradiando su buen hacer, Ser. Y quedará como energía viva, que enriquezca a quienes quiera bucear en toda su trayectoria, donde sembró su gran capacidad humana y su entrega total a sus convicciones en todo su vivir.

    ¡Será un hombre dichoso! allá donde le lleve su propia energía; y en su caso, su entrega total a unos ideales.

    ¡Gracias D. Julio Enguita, de todo corazón!

     

  • oscar varela

    Hola!

    Leo: -” ¿No podemos desearle algo mejor …?”-

    Ok, sí! …

    siempre y cuando sea “con-secuente”

    (este es el concepto de las “ob-sequias” mortuorias).

    Con-secuentes con los valores aspirados por el muerto.

    Cosa que -me parece-, poco y nada tienen estos “extraños” deseos celestiales zugastianos.

  • Carmen

    Es que cada persona tiene derecho a tener la despedida que quiera tener. A lo mejor quería esa. Lo habría dejado dicho o escrito a alguna persona o en algún lugar.

    No sé.

    A mí personalmente me encanta una especie de oración que antes se decía en los entierros. Algo de que los ángeles te lleven. Lo encontraba precioso. Hace tiempo que no lo oigo.

    Mis hijos saben dónde quiero que me entierren. Creo que mi cuerpo debe de volver a la tierra de donde procede. No entiendo la incineración. Me rompe la cabeza. Soy mediterránea.

    Pues a lo mejor a él le gustaba que le dijeran : que la tierra te sea leve. El luchó por una vida mejor, o lo que el el consideraba mejor, pero aquí. Es esta.  Y creo que nos iría mejor a todos si muchos pensasemos como él.

    A lo mejor ha sido su última demostración de coherencia.

    No sé.