Notas de Bitácora  (15/03/2020)

1/ El día 8 de marzo, cuando miles de mujeres se hacían ver como tales y con su fuerza y su derecho en las calles españolas, perdía su fílmica partida con la muerte el actor franco-sueco Max von Sydow a los 90 años en los que logró distraer a su contrincante en el cuadrado de blancas y negras del eterno ajedrez. El séptimo sello era la película en la que von Sydow interpretaba a un caballero que regresaba de las cruzadas, decepcionado y ansioso de hacer alguna acción que diera sentido a su vida antes de morir.  Cuando llega su territorio se encuentra la peste invadiéndolo todo. Ingmar Bergman, sueco como él, de raíces luteranas en sus entrañas inconscientes, encontró en este compatriota nacido en 1929, casi dos metros de altura y de ojos azules, el hombre vuelto de las cruzadas y capaz de mantener una larga y dura partida de ajedrez con la muerte que sabe perdida pero que ha de intentar ganar cada jugada.

Vi la película con una medio novia que tenía entonces, estudiando derecho y trabajando para ayudar en la casa, en el gallinero del cine cartagenero pues no tenia cuartos para invitarla a otro asiento de mayor postín. La nena, que estudiaba filología inglesa, me explicó detalles que se me escapaban. Salimos del cine bastante decaídos con los muertos, la peste, el adulterio y la hoguera que quemaba viva a una muchacha acusada de brujería. Sydow hizo diez pelicular con Bergman. Con la misma nena, casada luego y con seis zagales –a una de las cuales bendije su matrimonio yo mismo en la Fuensanta– que le han dado nietos a manojito, vimos El manantial de la doncella. Bergman y Sydow dejaban constancia de lo que es el ser humano, de su eterna búsqueda de Dios y de la muerte como única seguridad. Representó más tarde, en 1973, ya en América,  al padre Lankester en El exorcista que también tenía tela. La vi en La Línea, en el Trimope, con Dámaso Piña a quien la gente del Castillo de España llamaba el cura ye-yé. Cuando salimos me dijo: “Quiyo, ¡qué mieo!”. En 2015 interpretó el papel de Lor San Tekka en uno de los episodios de Star Wars. No la he visto. Gilles Jacob, expresidente del Festival de Cannes ha dicho de él, en la ceremonia fúnebre, “Era un hombre de una delicadeza y una humanidad bien emocionantes”.

2/ Teruel existe. Vaya si existe. Además de un diputado en el Congreso tiene un arzobispo en Barcelona, que nació en Cretas y no lo oculta. En la última plenaria de la Conferencia de los obispos españoles lo han elegido presidente. La prensa piadosa de obediencia católica se ha apresurado a presentarlo como el hombre del señor Papa en las Españas, una especie de encarnación evangélica con traje de civil y pectoral de plata. La prensa laica, o que por tal pasa, se ha apresurado a decir que era el candidato del gobierno español, señora Calvo de por medio. Uno es viejo. El verano se marchaba en La Linea aquel año ido de 1976, y algún grupúsculo de los que bebían los vientos por la lucha armada, había asesinado en Sevilla a un inspector de policía, natural del pueblo y al que se iba a enterrar allí. Presidía el general de zona de la Policía Armada, todavía de gris y banda roja en la prenda de cabeza. El obispo de Cádiz, don Antonio Dorado Soto oficiaría el funeral. Servidor era el cura de La Atunara y vicario foráneo del distrito eclesiástico. A media mañana me echa el teléfono el vicario general para decirme que su excelencia reverendísima no iba a poder viajar y que fuera yo en su nombre. Me presenté con todos los arreos precisos –sotana, dulleta, manteo y canoa con borlas– al general para comunicarle la orden del vicario general. Con unos ojos de acero inoxidable que recuerdo perfectamente me dijo “así que su jefe ya está huyendo del barco como las ratas……como siempre…..la Iglesia como siempre…, pues bueno padre, como usted no tiene la culpa ni yo tampoco, vamos a llevarnos bien en el entierro”. El cardenal turolense afincado en Barcelona en virtud de santa obediencia, en una de las primeras entrevistas que ha concedido ha propuesto la constitución de una mesa (¿les suena?) de diálogo (¿les resuena?) entre la Iglesia (sociedad perfecta) y el gobierno de España (sociedad imperfecta y en alarma).  En otra intervención ha mostrado su interés en que el señor Papa venga a Cataluña y visite Montserrat, sede de la Moreneta, lugar donde el nacionalismo catalán hubo ancestral y permanente refugio, como debe ser. Claro, después de leer y oír ambas declaraciones, servidor que es viejo pero no necio, ha sacado de su tesoro al general de la Policía Armada. No me lo quitaba de la cabeza, como mi canoa con borlas. Julio Gil Pecharromán ha publicado La estirpe del camaleón en la que defiende la tesis de que el conservadurismo español se basa en la defensa de la nación católica y para eso se adapta camaleónicamente al medio ambiente. Pienso que, ad invicem, la tesis vale para la jerarquia episcopal hispánica.

3/ Los días 9 y 10 de marzo de 1945, conmemoración de los santos Cayo y Alejandro, Macario de Jerusalén, Simplicio y Droctoveo, que era abad, los civilizados Estados Unidos enviaron 300 de sus bombardeos B-29 para que arrojaran desde el cielo, do vivían los dioses paganos y vive el Dios judío, el cristiano, Alá y el no dios de los budistas y sintoistas y la nada de los nihilistas y demás defensores de la sustancia divina de Spinoza, 700 toneladas de bombas incendiarias de napalm M69 sobre la ciudad de Tokio y se entorno. El centro del incendio en la capital alcanzó 980º, destruyó una superficie de 41 kilometros cuadrados y acabó con la vida de más de 100.000 personas. Conmemoramos el 75 aniversario de semejante salvajada, responsabilidad de un país de 250 millones de personas que creen en el Dios judío o cristiano, de diversas marcas, que se unen en el Libro. Francia, aquí junto, es el tercer exportador mundial de armamento con un 7,9% de la exportación mundial de misiles, aviones de caza y navíos de guerra, según datos cerrados en 2015. España, con apoyo de sindicatos y alcaldes de izquierda, construye navíos de guerra y vende armas de guerra a los saudíes para que machaque, de paso, a los yemeníes. Dos años antes del bombardeo de Tokio, el 25 de julio de 1943 en el que llevaron a cabo sobre Hamburgo las aviaciones aliadas de británicos y estaounidenses se alcanzaron 537º en el centro de la ciudad hanseática y esa noche según los últimos datos de los investigadores murieron 22.000 personas, la mayor parte quemadas vivas, y casi el doble fueron heridas de una u otra gravedad. Hitler había dicho ya que “el terror solo puede vencerse con el terror”. La barbarie del terror no ha cesado. Cuarenta años después de Auschwitz los jemeres rojos en Camboya enterraron vivos a unos cien mil inocentes sin que las potencias occidentales conocedoras del hecho, hicieran lo más mínimo por impedir la masacre que llevo a la muerte a dos millones de personas. It’s Just a Matter of Time. Es sólo cuestión de tiempo. El lema y su tema es de Feliz González Torres, que ha avalado ARCO este año de pandemia en Madrid. Murió de sida en 1996. El atractivo de los seres humanos por destruirse unos a otros por el medio mas salvaje posible es similar al que ejercía Fulvia Net en estado avanzado de putrefacción cuyo olor nauseabundo era inaguantable  y pese a ello, seguía haciendo perder la cabeza a los hombres. Lo cuenta en El Libro de los Monstruos Juan Rodolfo Wilcock, argentino.