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La devoción mariana y el feminismo en la Iglesia

      Leyendo el último número de la revista Iglesia viva sobre María como madre de Dios y del pueblo, interesante contenido mariano que invito a conocer y leer, me ha suscitado diferentes vivencias marianas y conectarlas con la exhortación Querida Amazonía del papa Francisco. Sin duda la espiritualidad mariana dentro de la Iglesia ha sido patrimonio casi exclusivo de las mujeres; ellas sintonizan con el protagonismo de María y han desarrollado la devoción mariana a lo largo de la historia, aunque luego hayan sido los varones, los clérigos, quienes han elevado a doctrina y dogmas las creencias y el fervor femenino por María, la madre de Dios y del pueblo. Una de mis vivencias religiosas de niño era el rezo del rosario con mi madre ante una imagen de La Milagrosa, que en una hornacina de madera iba de casa en casa conforme a un listado predeterminado y voluntario. Esta piedad mariana infantil se ha ido desvaneciendo, aunque no haya desaparecido del todo.

      Y esto no creo que se deba sólo a lo que ya apuntaba el papa Pablo VI en 1974 en su texto titulado “Para el ordenamiento y el desarrollo del culto a la bienaventurada Virgen María”: “Ciertas prácticas, que hace todavía poco se estimaban aptas para expresar el sentimiento religioso…, parecen hoy insuficientes o inadaptadas, porque son esquemas socioculturales del pasado y hoy se buscan para todo formas nuevas”. Que la devoción a María sea más propia de mujeres que de hombres hay que buscarla en los “esquemas socioculturales” tanto del pasado como los de ahora, pues en algunos aspectos no hay modificación alguna. Hoy como ayer el referente de María es la mujer y el de Jesús de Nazaret, el hombre. El papa Francisco en la exhortación Mi querida Amazonía (nº 101) hace referencia a este paradigma: “Jesucristo se presenta como Esposo de la comunidad que celebra la Eucaristía, a través de la figura de un varón que la preside como signo del único Sacerdote. Este diálogo entre el Esposo y la esposa que se eleva en la adoración y santifica a la comunidad, no debería encerrarnos en planteamientos parciales sobre el poder en la Iglesia. Porque el Señor quiso manifestar su poder y su amor a través de dos rostros humanos: el de su Hijo divino hecho hombre y el de una creatura que es mujer, María. Las mujeres hacen su aporte a la Iglesia según su modo propio y prolongando la fuerza y la ternura de María, la Madre”.

     Para el Papa, a pesar de manifestar el papel relevante de las mujeres en la cultura religiosa marcadamente laical de la Amazonía (nº 94-95), la bipolaridad espiritual es clara. María es el referente de la mujer y Jesús el del hombre. Con este silogismo la conclusión es manifiesta y contundente: “Quien preside la Eucaristía debe cuidar la comunión, que no es una unidad empobrecida, sino que acoge la múltiple riqueza de dones y carismas que el Espíritu derrama en la comunidad… La Eucaristía, como fuente y culmen, reclama el desarrollo de esa multiforme riqueza. Se necesitan sacerdotes, pero esto no excluye que ordinariamente los diáconos permanentes, las religiosas y los mismos laicos asuman responsabilidades importantes para el crecimiento de las comunidades… Entonces no se trata sólo de facilitar una mayor presencia de ministros ordenados que puedan celebrar la Eucaristía. Este sería un objetivo muy limitado si no intentamos también provocar una nueva vida en las comunidades… Esto nos invita a expandir la mirada para evitar reducir nuestra comprensión de la Iglesia a estructuras funcionales. Ese reduccionismo nos llevaría a pensar que se otorgaría a las mujeres un status y una participación mayor en la Iglesia sólo si se les diera acceso al Orden sagrado. Pero esta mirada en realidad limitaría las perspectivas, nos orientaría a clericalizar a las mujeres, disminuiría el gran valor de lo que ellas ya han dado y provocaría sutilmente un empobrecimiento de su aporte indispensable… y deberían poder acceder a funciones e incluso a servicios eclesiales que no requieren el Orden sagrado y permitan expresar mejor su lugar propio” (nº 91-93, 100.103). Una vez más la función eclesial de la mujer es el silencio, como el de María en Nazaret; atender a los cuidados de la “casa”, pero sin responsabilidad visible alguna. El razonamiento del Papa, a mi modo de ver, no puede ser más romo y fuera de lugar, teniendo en cuenta los profundos cambios sociales que se dan en las sociedades de nuestro entorno, como se visibilizan en estos días con las manifestaciones de mujeres tanto en la Iglesia como en la sociedad civil. Habría que recordar aquí lo que sabiamente dice E. Schillebeeckx, “La Iglesia es, en efecto, un aparato ideológico que acompaña de hecho al orden establecido, por así decir prestándole cobijo”.

     La devoción mariana no puede ser exclusiva de la mujer, si María es la Madre de Dios y del pueblo; como tampoco Jesús puede ser el referente exclusivo del hombre, según manifiesta J. Loew, En la escuela de los grandes orantes: no puede haber una piedad de “Jesús sin María o María sin Jesús”. La piedad mariana, pues, pertenece a todo el pueblo de Dios, porque María es la madre de todos; si bien, como advierte Pablo VI en el texto mencionado “las formas de expresión de esta piedad, sujeta al desgaste de los siglos, exigen ser renovadas”. Pero esta renovación ha de basarse en un contenido profundo, menos teológico-dogmático, de María en la historia de la salvación y de la mujer en la Iglesia. Con frecuencia la devoción mariana se ancla en el sentimiento y en el territorio del milagro, como acontece en las apariciones marianas, cuyas protagonistas principales son mujeres. Los tiempos cambian, por fortuna, y la devoción mariana ha de desarrollarse desde la figura relevante de María, pues ella hizo posible la salvación de hombres y mujeres, y de la propia mujer en la Iglesia y en la sociedad civil. Menos piedad sensiblera y más devoción mariana como fundamento imprescindible de nuestra reconciliación con el Padre-Madre Dios.

    

28 comentarios

  • Carmen

    Porque claro, el señor de la barbita recortada de apellido largo no me va a echar una mano. Lo tengo clarísimo. Pero él fue el que me explicó el porqué mi persona sentía lo que sentía cuando venia de recibir a mi virgen de la Fuensanta. El. Si no de qué voy yo a saber esto.

    Pues bueno.

    A lo mejor no entra ya en Atrio.

    O no lee lo que digo

    O no tiene el mas mínimo interés en apoyar a una indocumentada como yo. Pues él se lo pierde.

    La vida es así…

    Que mi virgen de la Fuensanta y mi virgen del carmen les bendiga a todos. O esa idea que tengo de lo que representan esas vírgenes para mi. Es algo precioso. Y tiene toda la fuerza de toda la maternidad del mundo mundial. De toda la fertilidad del mundo mundial , que es la base de todo tipo de vida en la tierra. La humana, también.

    No se preocupen. No les va a hacer daño. Fijo.

    • ana rodrigo

      Carmen, ¿puede ser Fernando Jiménez Hernández-Pinzón el que buscas?

      • Carmen

        Pues no sé. A lo mejor. Él sabrá.

        Es que un día volví de recoger a la virgen. Bajaba del santuario a la catedral. Baja dos veces al año. Para las fiestas de septiembre y las de abril. En este momento está aquí ya.
        No sé si sabes cómo va eso. Hay una señora que tiene el título de camarera de la virgen. Ella es, no se exactamente qué es lo que hace, supongo que encargarse del camarín y tal. Y hay unas señoras que le ayudan a vestirla, cambiarle el manto y tal. Mi madre era una de ellas. Siento no poder preguntarle por qué. En este momento me encantaría tenerla sentadica a mi lado.
        Se que su padre, mi abuelo, tiene una plaquita debajo del segundo misterio de gozo con su nombre. Por lo visto después de la guerra hubo que reconstruir todo y mi abuelo colaboró. A lo mejor es por eso. Pero no lo se. Lo descubrí solica echando un vistazo por los alrededores del santuario. Mi madre nunca lo dijo o al menos no me enteré. Supongo que por ahí le viene esa cosa con la virgen de la Fuensanta. Digo yo, no se, porque no era demasiado religiosa, muchas veces he pensado que la misa era para ella la excusa perfecta. Cuando mi padre se hizo mayor le daba pereza salir por la tarde y ella le decía: perico, me voy a misa. Mi padre sonreía y ella estaba horas en misa. Era muy bonica.

        Siempre que puedo voy a recibirla y a despedirla. Y siempre busco entre la gente, pero no está. O si, vaya usted a saber.
        Un día entré a la catedral con ella, normalmente cuando entra me voy. Pero entré. Y de repente empezaron a tocar la marcha real.
        He tenido que dejar de escribir porque me he puesto a llorar como una magdalena.
        Pues empezó a sonar la marcha real. Esa marcha se la apropió franco, pero era la marcha de los Borbones. Mi madre era monárquica aunque mi padre fuese republicano. Bueno, sentí una emoción tan profunda, tan intensa, tan fuerte que me eché a llorar. Pero no creas que llamé la atención, ahí bñtodo el mundo lloraba. Supongo que cada persona por un motivo distinto. No sé.
        Al llegar a casa después de cenar entré en Atrio y no sé por qué exactamente, había un artículo escrito por un señor desconocido pero algo estaría diciendo que pensé que le podía preguntar por qué siento así? Y me contestó amablemente y entonces entendí. No era por la madre de Dios. Era por la mía.
        Pues eso lo hago extensivo a todos . Porque un arquetipo no es personal, es general. Para todos, para todas. Está grabado a fuego en nuestros genes, vaya usted a saber por qué. Pero está.
        Y contra ello no se va a poder. Gracias a dios. Es algo precioso que todos llevamos dentro desde mucho antes del cristianismo. Lo que sucede es que los católicos no hemos tenido otra para admirar o celebrar o como le quieras llamar , a la figura de la maternidad. Creo que la mujer tiene mucha suerte.
        No sé si ahora lograrás entender algo.
        Ahora sí que he llegado al límite tendiendo a infinito. No lo sé explicar mejor. Y ahora es cierto.
        Y eso es todo, amiga.

      • ana rodrigo

        Carmen, yo te había entendido y te entiendo perfectamente, las emociones son así, a mí también me pasa con mi el recuerdo de mi madre, que sabía estar a mí lado siempre cuando nadie me comprendía, y en todo momento ejercía de madre.
        La historia de María, fue la historia de una madre de un hijo extraordinario, único.
        Pero la historia de las madres no empezó ni terminó con María, al igual que el mundo espiritual no empezó con Jesús como se hizo después con la Era cristiana, A.C y D.C. Jesús ha sido un hito para millones de personas, pero los seres humanos ya existían con sus esperanzas, sus preguntas y su espiritualidad desde el primer ser humano pensante, porque, al fin y al cabo, la vida es un misterio en sí misma. Jesús, sin dejar nada escrito, dejó un testimonio de vida y de cómo darle sentido a la misma: amaos uno@s a otr@s como yo os he amado.

    • Carmen

      Pues eso digo. Que hay que remontarse a antes de antes. Y que la iglesia manipuló ese sentimiento y lo plasmó en la figura de una madre virgen. Eso mismo digo .
      Y también digo que esas cosas ancestrales perdurarán siempre. Si es que es eso lo que digo .

      Y la figura de la virgen en realidad no es la figura de la madre de Dios. No lo es. Tiene como vida aparte. La que le hemos dado nosotros.

      Pero es que con la figura de Jesús pasa lo mismo. La iglesia va por un lado y las cabezas por otro

      Y creo que bastante se ha manipulado ya la figura de Jesús. Ya es suficiente. Pero es que la de la virgen no se queda corta tampoco.
      Luchemos por la igualdad desde referentes reales si es que hacen falta. Reales, conocidos, históricos y sepamos diferenciarlos de los mitos. No podemos mezclarlos. No es el camino. Así pienso. Así lo digo .

  • ana rodrigo

     

    Dice el Papa en una grabación que he ,escuchado, que las mujeres tenemos una capacidad de ternura que los hombres no tienen ¿de verdad? Qué horror, claro que tienen esa capacidad y otras muchas que se le adjudican exclusivamente a las mujeres. Las capacidades, están ahí, solamente que en algunos hombres están en hibernación.

     

    Dice que María es nuestro referente porque siguió a su hijo, fue leal a él. ¿Cuántas madres no están al lado de sus hijos o hijas en las buenas, en las malas y en las muy, muy malas? Muy pocas. Las madres somos madres hasta que morimos para lo que nuetr@s hij@s nos necesiten.

     

    Ya he dicho que ser madre por inseminación de un espíritu no es real, que además fuese virgen antes, durante y después del parto, entonces (ahora sí), no era posible. El que se aparezca a tres niños para decirles que recemos el rosario, suena raro, que rezaran por Rusia, aún más raro. María, la Virgen de todos los lugares y de todas las advocaciones, es un invento clerical.

     

    María, debió ser una persona muy normal, muy madre de todos sus hij@s, muy creyente, a partir de un momento determinado, de Jesús como Mesías, porque todo el pueblo de Israel lo esperaba, y Jesús que fue tan especial terminó encandilando a su madre y sus herman@s, y captó su mensaje y la hizo, seguro, una mujer impresionante, independientemente de su virginidad. Recuperemos a María. Sabemos poco de ella, pero la imaginación es muy fecunda y las emociones también.

     

    Carmen, el feminismo es más necesario en la Iglesia que ninguna otra parte, porque las mujeres están excluidas, marginadas, utilizadas al servicio del clero, e, incluso del propio Papa, porque no nos dejan estar en los órganos de decisión y por mil cosas más y sí en las actividades funcionales domésticas ¿O es que la cualidades de lavar, planchar limpiar, cuidar, va en el ADN de las mujeres y está ausente en el de los hombres?.  De aquí surge el movimiento de la Revuelta de las mujeres en la Iglesia, porque no somos sujetos de nada y objeto para todo.

     

    Si pudiera os mandaría el manifiesto que vamos a leer el próximo domingo en la puerta de la catedral de Granada, pero no sé cómo se hace, y verías lo que rechazamos y lo que pedimos, y no es cualquier cosa. La Iglesia es la institución más patriarcal que existe en este momento en el mundo. ¡ojo! y en nombre de Dios. Ahí queda eso.

     

    • Carmen

      Ana. No sé si no me explico bien, que es posible, o que no se me quiere entender. Que también lo es.
      No he dicho que no sea importante el feminismo en la iglesia. No lo he dicho.
      Digo que no es el camino. No lo es.
      El camino es otro. Como el de seguir luchando por la igualdad.
      El quitar los dogmas.
      Si tú le quitas a María el peso infinito de ser la madre de Dios, todo solucionado. Pero el entrar a ver que si se comportó como un ser semidivino o no me parece seguir el juego. Y, personalmente no estoy dispuesta a seguirlo.
      Punto.
      La figura de la virgen de las procesiones hay que buscarla antes, en las diosas vestales , en la veneración de la maternidad. Y contra ese sentimiento no va a haber fuerza que pueda anularlo. La iglesia católica lo recondujo a través de volverla virgen y madre de Dios. Manipulación a tope y no pienso dedicar un solo segundo del trabajo de mis neuronas que ya están tocadicas.
      Que se quite el dogma que hace de la virgen, pues eso, la virgen. Y entonces no habrá problema.

      Y nosotros, al menos yo, seguiré rindiendo una especie de culto a la maternidad, a la fertilidad. En mi cultura no he tenido otra forma. Insisto. Veo a mi madre, veo a mi pueblo . Y muchiiiiiisimas personas ven a su familia, a su tierra cuando asisten a una romería o como le quieras llamar. Cosa que no sucede ante un Cristo. Produce auténtico dolor.

      Y eso es el origen real de las vírgenes del cristianismo.
      Pero si se me quiere ver como una antifeminista beata, no tengo ningún problema. Seguiré diciendo lo que pienso. No veas las cosas que se tienen que oír en esta vida. Seguro que tú también has oído alguna. Es lo que tiene entrar en la lucha. Pues bueno.
      Hasta que me canse.
      Un abrazo.

      • Carmen

        Y por si hay alguna duda de cuál es mi postura ante al machismo atroz de la iglesia diré que El Papa Francisco I está tomando el pelo a todo el mundo mundial. A todos. Sin distinción de raza, sexo,grado de formación intelectual…a todos. En eso sí que trata igual a todo el mundo.
        Y a la hoguera. Me han dicho que el fuego destruye al coronavirus.

      • Carmen

        A la hoguera mi persona, claro. No se me vaya a entender mal…

  • Antonio Rejas

    El concilio de Éfeso anunció la unicidad de la persona de Cristo, pero con dos naturalezas. Hubo alguien que decía que que María era sólo madre de la naturaleza humana, con lo cual me identifico plenamente. Lo de la naturaleza divina de Jesús no acabo de entenderlo. Además, según los evangelios, Jesús se proclama como hijo del hombre, pero tiene una relación particular y única con Dios, como se deduce de la transfiguración de Jesús en el monte Tabor, donde se oye una voz que dice “este es mi hijo amado, escuchadle” (Mc 9,2-10). Pienso que ser hijo de Dios no incluye su divinidad porque todos los creyentes, como mínimo, son hijos de Dios, aunque no estén adornados con la primogenitura concedida por el Padre a Jesús. Y también es cierto que antes y después de Jesús han existido seres humanos relacionados con Dios de manera especial, sin llegar a la intensa relación de Jesús con el Padre.

    El citado concilio creyó fundamental afirmar que la que era madre de la naturaleza humana lo era también de la divina, por lo cual María era madre de Dios. A mí me resulta incomprensible tal afirmación. No estoy  capacitado para una discusión sobre la maternidad divina de María, pero no puedo entender cómo un ser humano puede ser madre de Dios. Hay teólogos muy respetables para mí que no aceptan la maternidad especial de María. En Pablo hay una alusión genérica “nacido de mujer” para acentuar, parece ser, la humanidad de Jesús. Tampoco es un tema especialmente tratado por las teólogas feministas.

    Hans Küng, cuyo pensamiento tengo en gran estima, en su obra “Ser cristiano”  pone en entredicho la concepción inmaculada y la virginidad de María. También cuestiona el título de madre de Dios dado a María. Parece ser que dicho título fue una manipulación del concilio de Éfeso realizada por Cirilo de Alejandría.

    En los evangelios hay pocas ocasiones de esplendor para María. Su vida cotidiana es la de una mujer común, insertada en el contexto histórico y social en el que vivió. Su grandeza radica en el hecho de ser madre de Jesús que, con divinidad o sin ella porque hay opiniones en ambos sentidos, fue el predilecto de Dios porque respondió a la llamada divina en plena conformidad con la voluntad del Padre.

    Considero a Jesús el intermediario entre Dios y los hombres, como se dice en las peticiones dirigidas al Padre. Parece ser que María ha sido elevada a través de los siglos a una altura injustificada. No obstante, merece todo mi respeto y cariño por el solo hecho de ser madre del único ser humano hijo predilecto del Padre de todos.

  • Carmen

    Con todos mis respetos. Lo prometo. Con todos mis respetos. Creo que es un error mezclar el tema de la virgen María con el feminismo. Para entender la posición de la iglesia con respecto a la mujer habría que analizar despacio los escritos de Agustín de Hipona. Y sin embargo es algo que no suelo leer.

    El movimiento feminista es un movimiento transversal. Sea cual sea la religión a la que pertenezcas, a la raza, y al sexo. Además,  la iglesia católica en este tema es una auténtica sinrazón.

    Jamás me he sentido inferior a un hombre por el hecho de ser mujer. Mi problema ha venido de fuera, es decir, había personas muy ligadas a mi vida que si lo pensaban. Y sin embargo me encanta mi virgen de la Fuensanta, lo he dicho varias veces, una vez lo pregunté aquí, como es posible? Y un señor muy amable que en la foto de perfil llevaba barbita de estas recortadas , de apellido muy largo y siento no recordarlo, contestó diciendo que eso era cosa de arquetipos. Ya saben, Jung.

    Es mi opinión. Creo que es un error atacar a la imagen de algo tan arraigado en la cultura popular. Porque en realidad  el feminismo va   por otro lado.

    Y que se estudie la figura de María, que se le analice, todo eso es magnífico. Pero que no se le manipule ahora en sentido contrario. Ella tuvo un hijo maravilloso y eso no se lo va a quitar nadie

    También he dicho muchas veces que mi persona no resiste la imagen de un crucificado. Respeto profundamente , absolutamente el símbolo de la cruz, pero no una cruz con un crucificado.

    Quiero decir con esto que, bueno, no se, los sentimientos, sentimientos son. Y la justicia social, justicia es

    No sé si me he explicado bien.

    Buen día a todas y a todos

     

    • Antonio Gil de Zúñiga

      Carmen, estoy contigo cuando dices que “el movimiento feminista es un movimiento transversal” y, por eso, creo, que en la Iglesia hay que hablar de feminismo en cuanto que la mujer está silenciada y muchas de ellas, para demasiadas, no han tomado conciencia de su marginación dentro de la Iglesia, aunque tú no estés entre ellas. De ahí que, a mi entender, hay que “mezclar el tema de la virgen María con el feminismo” ¿Por qué? Por un lado, a María, como mujer, se la considera madre del Hijo de Dios; de ahí que para el Papa María es el referente de la mujer. En la Iglesia la mujer María es lo más relevante, lo no va más, después de su Hijo. Y por otro lado, la devoción mariana, como algo de entretenimiento, ha sido casi exclusiva de la mujer desde un territorio milagrero y sensiblero. Es la predicación constante de muchos curas, tal vez demasiados. No hace mucho me decía una monja que ella se encomendaba a la Virgen en circunstancias adversas y que un día se le perdió una llave en el jardín del convento y que se encomendó a la Virgen y la encontró entre unos matojos, pero elevada a cierta altura para así hacerse más visible. En este contexto, habría que preguntarse por qué la Virgen se aparece a más mujeres que a hombres. Para los varones, los clérigos, cuyo referente para el Papa es el Hijo de Dios, la mujer en la Iglesia, como María en su vida sin apenas relevancia, ha de estar silenciada y sin responsabilidad alguna.

      • Carmen

        Pues tendrá razón. Usted sabe mucho más que yo de eso.
        Ya sabe usted lo maniática que soy con eso de los dogmas. Quizás habría que quitar algún dogma relacionado con la figura de la virgen, empezando por el de la virginidad.
        Pero no habría que , a ver, no se qué palabra escoger. Como que no hay que atacarla personalmente. Por supuesto que era una mujer normal y estaría pasmadica por el futuro de su hijo. Pues fíjese como acabó. Para ella era su hijo. Punto. Solamente con que le devuelvan su normalidad sería suficiente.
        Bueno, y de paso a su hijo, al que adoro.
        Pero no se puede hablar de la figura de la virgen en dos registros diferentes. Si es la madre de Dios, adelante. Y si no lo es, pues no lo es. Punto.
        No lo sé explicar mejor.
        Un abrazo

      • Carmen

        Porque a mí me gusta muchísimo recibir y despedir a mi virgen de la Fuensanta. No veo a la madre de Jesús. Veo a la mía. Siento a Murcia entera unida
        Pura tradición.
        Y hasta aquí llegó. No sé explicarlo mejor.

      • Carmen

        Y ya me callo. Lo prometo.
        Es que todo viene por lo mismo. Tiene todo el mismo origen. La interpretación a la expresión Hijo de Dios.
        Porque claro, un dios no viene a la tierra así como así. Y se imaginó una historia superbonita. Pero claro…trae muchos problemas porque no resiste un análisis.
        Ese es el problema. Al menos así lo veo.
        Un abrazo y gracias por su paciencia. Porque es que no tengo ni idea de estas cosas. Sencillamente leo algo porque me gusta el tema del origen de mi iglesia, porque es en la que me han educado y tengo curiosidad. Y luego pienso. Pero es que ahora escribo alguna cosa.
        Tengo un valor… Sorry.

  • ana rodrigo

    Ay, Luis Alberto, qué pereza más enorme me da contestar a tus comentarios, porque tengo la impresión de que quiero convencerte de que la sal es salada.

    Si, como tú dices, Jesús excluyó a las mujeres, fue el primer marginador y machista de la historia de la iglesia, cosa contraria a lo que demuestran cantidad de ejemplos en los evangelios, excepto con la mujer serio fenicia, que le metió un zasca que la dejó muerta, hasta el punto de que ella misma se comparó con los perros que comen las migajas que se caen de la mesa. Menos mal que Jesús se dio cuenta de la metedura de pata y rectificó.

    Y sí, los que han inventado los dogmas son los hombres, allá ellos y sus problemas, pero a la sociedad actual, justamente los dogmas, es lo que menos o nada les interesa. Jesús no fue dogmatizando por la vida, sino haciendo el bien. Que aprendan los clérigos

  • Pedro Bosch

    ¿Cuando vamos a dejar de llamar a María “madre de Dios”? Fue madre de Jesús de Nazaret, pero Dios es principio y fin de todo y por tanto no puede tener madre. O por lo menos eso tenemos entendido en la Iglesia.

    Saludos

  • ¿los hombres han inventado los dogmas? O sea que los hombres se han convertido en “dioses”. La Iglesia la componen hombres y mujeres. Habría que preguntarle Jesucristo, porque SOLO ha elegido como Doce a hombres y no a NINGUNA mujer.
    Lo sabremos cuando estemos ante SU presencia.
    Saludos

    • Carmen

      Luis. Parece ser que dicen que hubo una mujer que jugó un papel muy importante en la vida de nuestro Jesús, el de los evangelios. Eso dicen. No se.
      Estoy segura de que alguna vez te has preguntado el porqué de que Jesús eligiera a María Magdalena para aparecerse por primera vez. Y si no lo has hecho, podrías hacerlo ahora.
      No estoy diciendo nada más que lo que estoy diciendo, hubo una grandísima seguidora de Jesús. El tuyo, el mío, el de todos.
      El porqué después la iglesia oficial desestimó la presencia de una mujer entre los seguidores de Jesús de primera línea? Pues se me ocurren muchas razones relacionadas con el tiempo histórico en el que vivió Jesús. Pero la pregunta ahí está, flotando en el aire. Porque te recuerdo que el gran san Pablo no fue discípulo directo de Jesús y sin embargo se le considera apóstol. A mí algo no me encaja.
      De todas formas, veinte siglos después quizás sería oportuno que las mujeres que así lo deseen tengan acceso al sacerdocio. Te aseguro que no es mi caso.
      Un abrazo

  • Alberto Revuelta

    Dos mundos en estas horas crepusculares del sábado:
    1/ en Sevilla el besapie del Señor de la Sentencia, que sale con la Macarena la madrugá del jueves santo se desarrolla como siempre, pero mucha gente evita el beso. El templo lleno. La Esperanza Macarena espléndida y oraciones hacia lo alto del camarín.
    2/ el señor Papa  rezará el angelus de mañana domingo en streaming, sin fieles en la plaza. Me quedo con Sevilla.

    Y una notica:
    a) en el lugar donde ahora la Virgen del Rocío tiene ermita, había hace tres mil años un lugar de culto de una diosa tartesa.
    b) La Patrona de Malaga es la Virgen de la Victoria. Durante la presencia y dominio de Roma en la bella ciudad malacitana la diosa mayor era la Victoria.
    c) En las estribaciones de la Sierra de la Luna, frente al Estrecho, con Tánger viendo las ventanas iluminadas de noche desde esta orilla, donde ahora Nuestra Señora de La Luz tiene un bellísimo santuario, en el cual servidor ha vivido, había en el siglo IV antes de Cristo culto a la diosa del lugar. Los domingos subía por una escalera de pajar a lo alto del campanario para voltear el yugo de madera de la campana grande para dar  los tres toques de la misa de las cuatro de la tarde en invierno y tras el primero me acodada en el alféizar de la balconada que daba a Los Lances, en Valdevaqueros, viendo Africa a tiro de piedra y recordaba con una oración pagana a la diosa que asentó y preparó el lugar para que Nuestra Señora pudiera continuar con su herencia, mejorada, pero herencia. El segundo toque siempre se lo dedicaba a las mujeres y hombres de aquel tiempo que habían acudido a venerar a la diosa más o menos igual que los cristianos que acudíamos ese domingo a orar a la que ocupaba su lugar, con manto azul regalo de la Reina Gobernadora. Tampoco hay que hacerse el moderno. Aquíles y Patroclo antecedieron a Maroto y a Marlaska. Esta casi todo inventado.

  • ¿Jesucristo y María modelos de desigualdad?
    La acusación de Barth, que considera a la Mariología como una tumoración del pensamiento teológico, flota en el ambiente de hoy; pero con otro ropaje.
    Saludos

  • ana rodrigo

    Yo tengo que reconocer que nunca he sido de devociones; además en mi casa, mi madre, que era muy escéptica con la religión, nunca se rezó el rosario.

    Yo tengo muchas dudas sobre lo que dice Antonio Gil acerca de que las mujeres hemos tenido como referente a María y los hombres a Jesús. Yo diría que el imaginario socio-religioso quería que las mujeres fuésemos como María, vírgenes, castas y sumisas, esclavas del señor, es decir, de ellos (y en esas andamos). Mientras los hombres, por lo que veo en la religiosidad popular, se ha quedado en el complejo de Edipo, admirando y bajo la protección de la madre ideal.

    De cualquier forma, como quienes han inventado los dogmas de la inmaculada concepción, de la virginidad, de la asunción al cielo en cuerpo y alma, han sido los hombres, eso es lo que ha prevalecido. Aún recuerdo cuando un gobierno socialista quiso quitar la fiesta de la Inmaculada en día laboral, y la que se armó fue parda, y ahí sigue.

    De María han hecho la mujer perfecta desde antes de nacer, virgen antes del parto, en parto y después del parto, inseminada por un espíritu, a sus hij@s los llaman prim@s de Jesús, ¿cómo puede ser este tipo de mujer irreal referente real y accesible a cualquiera de las mujeres que andamos arrastrándonos el la búsqueda de la perfección?

    Tendríamos que recuperar a María, por su nombre, por sí misma con los pocos datos que nos dan los relatos evangélicos: la madre de Jesús, los disgustos que éste el daba con su vida pública, con su muerte,el estar atenta a sus despistes de Jesús como en las bodas de Canaan. Hagámosla referente real de las mujeres y de los hombres.

    • CELSO ALCAINA

      Gracias, Ana. ¡Magistral! Como siempre!

    • Isabel

      Es más, Ana, cómo va a ser referente de los hombres.
      Aquí como en todos los ámbitos sucede “lo normal”, el hombre, la persona humana por excelencia, es el referente de todas las cosas para hombres y mujeres. La mujer en referencia a él es la sirvienta, subordinada fiel y obediente.
      Ya puede el Papa revestirlo de lo que quiera que esos dos modelos son la base de la desigualdad y la opresión.

      • ana rodrigo

        Aunque sea muy fuerte lo que dices, coincido contigo y resalto: “Estos dos modelos son la base de la desigualdad y la opresión”

    • mª pilar

      ¡Gracias Ana por esta clara y sincera aportación, que comparto totalmente!

      Gracias una vez más, un gran abrazo.

    • ¿los hombres han inventado los dogmas? O sea que los hombres se han convertido en “dioses”. La Iglesia la componen hombres y mujeres. Habría que preguntarle Jesucristo, porque SOLO ha elegido como Doce a hombres y no a NINGUNA mujer.
      Lo sabremos cuando estemos ante SU presencia.
      Saludos