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El testimonio de una trayectoria arriesgada

José Bailo Ramonde fue compañero en Comillas de muchos de los que nos reunimos en ATRIO. En 1962 corrió la noticia de que había sido condenado por un tribunal militar, acusado de comunista infiltrado en el clero. Finalizada la dictadura, algunos reanudamos contacto con él y pudimos gozado de su amistad y de su fina inteligencia. Cuando esperábamos la publicación de unas memorias en las que estuvo trabajando los últimos años veinte años, hemos sabido que el 15 de octubre había fallecido en Tarrasa. Como estaba viudo y sin hijos, nos hemos enterado tarde y nos resulta difícil entrar en contacto con otros familiares. Adelantamos hoy un testimonio suyo y una foto, inaugurando una nueva sección especialmente dedicada a quienes les sugiera buenos recuerdos el nombre de La Cardosa. AD.

Carta de J0SÉ BAILO RAMONDE [18 abril 1929, Esteiro (Cedeira)]  a GREGORIO GOICOECHEA BEASCOECHEA [17 agosto 1931, Bilbao]. 

Enviada por correo electrónico el 2 de diciembre de 2010.

     A punto de irme (mañana mismo) unos días de viaje leo tu misiva y te contesto, porque me lo pide el cuerpo y tus nuevos datos. No tengo ningún problema, querido Goiko, en contar la Verdad. Es para contarla, para lo que me he propuesto escribir mi libro, especie de memorias, que título “Autobiografía de una época”.

     Allí lo expondré con detalle. Ahora te doy solo unas rápidas respuestas a aquellos rumores y a tu pregunta de qué podía haber de todo ello. Los rumores que os llegaron a vosotros y a los Seminarios eran los que se fabricaron policialmente para dar justificación a mi detención y salir al paso. La línea de fondo de estos rumores era que yo era un comunista peligroso, que ya lo era cuando entré en Comillas y luego en el Clero castrense. Lo explicaban con todo detalle: Yo era un niño de la guerra, hijo de rojos, llevado a Rusia al estallar la guerra, me habían preparado para enviarme a España e infiltrarme en las filas de la Iglesia (sic).

     Lo de comunista en aquella época era mucho peor que lo de los prêtres ouvriers, con razón. Me enteré de que se barajaba mi condena a muerte en los momentos en que me tuvieron en el Convento de Agustinos de El Escorial, mientras dilucidaban qué castigo imponerme. En esos días tuvo tugar un célebre discurso de Franco en Garabitas que hizo alusión a mi caso. Todo apuntaba mal. Por fin decidieron condenarme a 8 años en una prisión militar. La interpretación de mí venida de Moscú como espía es ya algo delirante. No creo que nadie se lo hubiera podido creer, Pero de eso se trataba.

     ¿Cuáles eran, en cambio, los hechos? Te los digo. Cinco años después de haber terminado en Comillas, yo había pedido al obispo opositar al Cuerpo Castrense, para dejar la diócesis y poder seguir estudiando en una universidad civil. Gané las oposiciones, saqué el nº 2 de la promoción. Mi primer destino fue Valencia y allí me matriculé enseguida en la Universidad de Valencia, donde tenía un cierto éxito (yo era un cura muy abierto y lanzado) y unos estudiantes, compañeros de quienes habían sido detenidos y estaban en la cárcel, me instaron a que hiciera algo por ellos. Pertenecían a la ASU (Asociación Socialista Universitaria) que enseguida se unieron a otra organización más amplia que se llamaba Frente Popular de Liberación (FLP), cuyos dirigentes eran de Santander y años después me enteré de que eran amigos de Paco Pérez y Jesús Aguirre. Me comprometí con el FLP y en concreto con un grupo de obreros de Valencia, muy politizados, y a través de uno de ellos me llegó inesperadamente una invitación de Santiago Carrillo y el máximo organismo del PCE, quienes querían tener una entrevista conmigo en París, invitación que acepté. Llegué clandestinamente a París y allí tuvieron conmigo una reunión muy solemne, (no te cito los nombres célebres que se encontraban en aquella reunión entre ellos Carrillo y Jorge Semprún). El motivo era proponerme formar parte del Partido Comunista y que me adhiriera a su política de alianza con la Iglesia en la lucha contra el franquismo. Yo me negué en redondo. Primero, porque los del FLP éramos absolutamente críticos con el Partido Comunista y, segundo, porque me negaba a trabajar desde el interior de la Iglesia, porque estaba en contra de que la Iglesia se metiera en política. Debió de molestarles mucho este rechazo mío. Lo pagué caro. A mi vuelta a España y no mucho después hubo en 1962 una redada en toda España de todos los grupos antifranquistas, entre ellos la dirección entera del FLP y, en mi caso, el grupo de obreros con quienes yo había estado reuniéndome, me acusaron falsamente de ser miembro del PCE. Ni siquiera la policía se había enterado de mi reunión con la dirección del PCE en Paris, suceso que no aparece en mi sentencia. Con esos datos se decide que yo era comunista y me detienen por tal. Pero la acusación era falsa. En toda regla. Yo no estaba en el PCE, al contrario, rechacé la oferta que se me hacía por la más alta instancia comunista. De haberlo aceptado otro gallo me hubiera cantado. Pero yo no lo fui nunca. Yo era del FLP cuando me detuvieron. Luego estuve cuatro años en la prisión militar de Cádiz y, al salir, dejé la sotana. Esa es la historia de esos cuatro años, que coincidieron, curiosamente, con el Vaticano II. Si te he de decir la verdad, yo llegué a mi compromiso social por razones inicialmente intelectuales y por motivos puramente morales. Yo me acerqué al comunismo ideológicamente, pero no a los Partidos Comunistas oficiales, que, como otras Iglesias, traicionaban lo positivo de la idea comunista, que tú muy bien resumes, el reparto de los bienes y la mayor igualdad social posible. Pero esa es otra historia.

     Comprendo a fondo tu sinceridad al definir tu problema como querer amar y ser sacerdote y estoy con ello.

     El mismo P. Llanos predecía que no tardará mucho en que ambas cosas puedan ser posibles y deseables en la Iglesia. Cuántos magníficos sacerdotes se ha perdido la Iglesia por su contumacia en el peligroso celibato Tampoco tardará, decía, en que la mujer acceda al sacerdocio. Todo llegará. Tú hubieras podido seguir siendo un excelente sacerdote con tu misma maravillosa familia. ¿Interpreto bien? Pero la evolución nunca es lenta.

     Bueno, no sé si la sinopsis que te he acabo de dar aclara algo lo que sacudió un poco en aquellos años nuestra juventud. Ya me dirás.

 

Curso de Especialización en Humanidades Clásicas (CEHUC) en el Seminario de Comillas, 1949-1950. Fué una experiencia didáctica de los jesuitas, antes de la filosofía, que  habían iniciado en su juniorado de Salamanca. Todo un curso, en pequeño grupo y con dos profesores -Pedraz y Arnáiz- para leer en su lengua original y comentar los clásicos grecolatinos. En el centro de la primera fila, José Bailo. A su izquierda, Duato.

o

7 comentarios

  • …que tiempos aquellos de mi juventud……

  • Antonio Duato

    Puede que el testimonio de José Bailo sobre cómo fue su primera condena de ocho años  por un tribunal militar (pasó varios meses temiendo con razón que iba a ser una sentencia a muerte) haya sido presentada excesivamente enmarcada en los recuerdos de sus amigos y compañeros de pupitre. Quiero excusarme por haber tal vez desviado la atención al publicar esa foto que para mí dice mucho y que podría comentar en otra ocasión.

    Pero hoy es necesario encuadrar la figura del “cura Bailo”, como lo llamaban en los ambientes más izquierdistas en tiempos de la dictadura, con este recuerdo post-mortem en el que se recuerdo cómo, tras abandonar el presidio de Santa María, continuó en política y fue de nuevo detenido en 1969, siendo testigo también de la controvertida muerte de César Ruano, como seguramente habrá dejado escrito en sus inéditas memorias que todos esperamos.

    https://www.elsaltodiario.com/los-nombres-de-la-memoria/en-la-muerte-del-cura-bailo-detenido-cuando-la-dictadura-mato-a-enrique-ruano

    • mª pilar

      Gracias Antonio; deseo de corazón, que sus memorias puedan ver la luz; sería muy importante en estos momentos de tanto sin sentido.

      Hay vidas tan especiales, que es bueno que vean la luz, para iluminar a las personas que no saben ni por donde van, y para saber de verdad:

      ¡Que es una lucha de frente contra una dictadura tan dolorosa como la nuestra!

      Gracias.

  • oscar varela

    Hola!

    La FOTO nos adelanta cómo se forma un ESPÍRITU CORPORATIVO.

    “A su izquierda, Duato

    ¡tal vez cuente su ir zafando!

  • Gonzalo Haya

    :Los testimonios personales son siempre muy valiosos, y más aún cuando se trata de situaciones semejantes a las que muchos hemos vivido. Gracias.

  • carmen

    Es una pena que haya desaparecido esto del correo tradicional. Una pena. Sabemos un montonazo de cosas de como piensan las personas, pero de verdad, cuando alguien o álguienes publican sus correspondencia por los motivos que sean. Porque siempre, siempre hay un motivo para hacer pública una carta privada escrita a un amigo o amiga pensando , pues como pensábamos antes, que la iba a leer solamente él o ella o un grupo reducido de personas. Pero desde siempre las editoriales han tenido las correspondencias privadas de personas importantes como un tesoro a publicar.  Ahora está internet. La cuelgo y listo.No tienes que dirigir una editorial.

    Una vez, en un ataque de esos que me dan le escribí al gerenal de los jesuitas y claro, no me contestó. A los meses pensé, vaya un mal educado y volví a escribir  para decirle, por lo menos me podía haber dicho: sin comentarios. Y entonces obtuve una respuesta. De su secretario decía, vaya usted a saber,supongo que sería de alguno de los chicos que trabajaban en la secretaría, no sé. Decía más o menos: si quiere que le conteste el padre general,mande una carta manuscrita a esta dirección. No nos fiamos un pelo del correo electrónico. Me hizo gracia la respuesta. Mi carta contenía todos los datos  habidos y por haber, nombre completo, profesión DNI , lugar de trabajo… todo. Así que le dije. No quiero respuesta y si usted tiene tiempo y lo desea la imprime y se la da y si no, pues no, no voy a volver a decir lo mismo.

    Y ya el señor que fuese porque no creo que fuese una chica, los jesuitas, ya saben, tuvo que soportar todas las cosas que se me pasaban por la cabeza. Supereducado me daba una especie de acuse de recibo , sin decir ni mú. Hay que ver la de formas que hay de no decir nada. Luego ya cuando llegó al poder este papa, noté como que no le gustaba mucho lo que decía, y prometo  que seguía diciendo las mismas cosas, ya saben. En fin, cuando el padre general dejó el cargo le escribí a mi amigo desconocido y le dije que muchas gracias pero que ya no tenia por qué seguir aguantándome.  Ha sido muy divertido, le dije. Pues sí. Supereducado y otro de nobel a la paciencia. Ni idea quien puede ser.

    Me encantan los libros que están escritos en forma de cartas o de diarios personales. Drácula  es mi preferido. Son fantásticos. Me encanta leer cartas personales publicadas de personas que me gustan.

    Una pena que se haya perdido, pero la ciencia avanza. Eso sí, se lleva por delante la magia , a más ciencia, menos magia, son realidades inversamente proporcionales. Y también se ha llevado de un plumazo la privacidad. Pero de un plumazo.Y no voy a entrar en el tema de realidades irreales. Para qué?A ellas no les llaman magia, les llaman ciencia. Pues bueno.

    En fin. Me ha gustado un montonazo este artículo.-

  • Muy lindo testimonio. Gracias