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El cantón en el espejo

       ¿En qué medida contribuyó el cantonalismo de 1873 en convertir la Republica democrática en autoritaria, dando paso ineludible a la restauración monárquica?. ¿Contribuyen algunas de las formas y actuaciones de algún  movimiento independentista a fomentar el autoritarismo que pueda llegar dar al traste con la democracia o a disminuir su calidad?.

       Volvamos por un momento la vista atrás, por indagar si de las entrañas de nuestra propia historia obtenemos algo de luz para iluminar el camino en este presente convulso. Es necesario hurgar en el pasado pues, como dice el profesor Santos Juliá en la introducción a la biografía de Azaña, en el pasado pueden “encerrarse algunas de las claves para una cabal comprensión de la miseria que nos había tocado en el presente“. (NOTA 1)

I

        Con un texto de “Amadeo I” (1910) y otro de “La Primera República” (1911) sintetiza el historiador y profesor José María Jover Zamora la visión de Galdós sobre el Cantón de Cartagena (NOTA 2) El primero es un texto de premonición, el segundo un texto de juicio tras lo acontecido; digamos que un texto de conclusión. Pero no conclusión de desesperanza, ni siquiera de agrio reproche, sino de orientación sobre el camino a escoger para alcanzar el advenimiento de la República Federal. Hay, pues, dos momentos a considerar: uno antes de la eclosión cantonal, otro después de haberse proclamo el Cantón.

        Como es sabido, el personaje galdosiano de “Tito” tiene el valor de narrador y también “alter ego” de Galdós; “Mariclio“, la Madre, simboliza la Historia. (Jover, págs. 135 y 137) Dice José María Jover:

 << Galdós ha asimilado, a la altura de 1911, una buena dosis de la crítica positivista contra las formas latinas de acción política romántica e idealista que parece hablar por boca de Mariclio todavía un año antes de la aventura cantonal: >>

        Y seguidamente expone el texto premonitorio, tomado de “Amadeo I” (cap. XXI):

Habrás oído, entre tus amigos, – adoctrina a Tito–, planes de levantamientos en plazas fuertes y ciudades populares. No hagas caso hijo. ¡Batallones que se echan a la calle, guarniciones que se pronuncian! ¡Sueños locos de ciudadanos ociosos que gobiernan el mundo en la mesa de un café o la redacción de periódicos bullangueros! (…) La demagogia misma procede hoy con más simplicidad que barbarie. Los ideales exaltados son ahora instintos movidos por la imbecilidad.”

        Pero, tras la renuncia al trono de Amadeo I, se proclamó la República del 73 y con ella, en su momento, el cantonalismo que Galdós simbolizará en el Cantón de Cartagena; es la valoración de la experiencia vivida lo que corresponde ahora valorar a Galdós y así lo cuenta José María Jover (págs. 161 Y 162):

 << Un año largo más tarde, desde la experiencia viva del levantamiento cantonal, la Madre decantará –en santa Lucía, junto a Cartagena– un consejo para el futuro, que parece dirigido no solo a Tito, sino a todo un pueblo:

        Conservando amorosamente el saber que tienes archivado en tu cabeza, ponte a trabajar en una herrería, forjando a fuerza de martillo el metal duro; abre el surco en la tierra, siembra el grano y cosecha la mies; arranca de la cantera el mármol o el granito; agrégate a los ejércitos que entran en batalla; lánzate a la navegación, al comercio, y si logras juntar a tu saber teórico la ciencia práctica que aprenderás en estos trajines, serás un hombre.

        No serás hombre, sino un muñeco, si en vez de contener tu alma en la norma de ambición que la Naturaleza concede a los humanos, te lanzas al espacio insondable de las ambiciones locas, quiméricas, fuera de los confines de la realidad. Acabarás de perder tu salud, y con la salud tu vida, si te empeñas en remontarte al cielo para coger la estrella más linda que en él has visto desde la tierra, o si te arrojas en medio del Océano para sacar la perla escondida en el seno más hondo de las aguas“. >> (“La Primera República”, capítulo XXV)

        Tras estas citas, concluye diciendo el profesor Jover:

<< La transparente alusión fáustica de las líneas finales no dejará de prestar grandeza a los soñadores del 73. Pero lo que dejan claro (…) es que Galdós confiaba –retrospectiva y prospectivamente– el advenimiento de la Federal, no a la formula mazziniana del dominio de la calle y a esa interpretación milagrosa de la política propia del ciclo romántico. Sino a la plenitud humana que resulta de conjugar las ideas, el saber archivado en la cabeza, con el trabajo; también con el trabajo que “abre el surco en la tierra, siembra el grano y cosecha la mies”. >>

II

        Sobre el clima psicológico colectivo del 73 dice Jover (págs. 154 y 155):

<< (…) Y la verdad es que esa euforia de la revolución espontánea, esa exaltación del “desorden” precisamente por cuanto significaba la negación de un Orden Social de connotaciones políticas a la sazón muy precisas –recuérdese la revista y el movimiento de “Defensa de la Sociedad”– resulta ser uno de los principales componentes del clima psicológico-colectivo del 73 entre las clases populares; dicho de otra manera, entre los sectores federalistas más propensos al cantonalismo, y ello aun sin acudir al anarquismo doctrinal de los internacionalistas. >>

        Otras consideraciones, había hecho, en páginas anteriores, el profesor Jover, en relación con la “raíz” y los elementos constitutivos del sentimiento popular del cantonalismo, es decir, lo que este autor denomina “antropología del cantonalismo” (págs. 152 y sigs.):

<< Con buenos textos galdosianos en la mano puede afirmarse que el cantonalismo, en la mente de don Benito, antes de ser una actitud política relacionada con las prisas más o menos escasas que se dieran los poderes madrileños en hacer efectiva la Federación, es una actitud social espontánea; en la raíz, un conjunto de actitudes individuales frente a un determinado orden establecido. >>

        Como punto de partida de dicha “antropología del cantonalismo“, reproduce José María Jover los siguientes párrafos del capítulo XI de “La Primera República” (pág. 153) :

<< (…) Siguió ardiendo por toda Andalucía el reguero de pólvora y Osuna, Antequera, Loja, Granada proclamaron con solemne deshago y algarabía su santa independencia.

        Aunque de mí os burléis, amados lectores, he de deciros que esta descomposición de la patria, este desorden convulsivo, traían a mi alma un regocijo inmenso, porque en mi propio ser sentía yo el frenesí de la independencia; yo era tambien obstinado rebelde y el impuso centrifugo me lanzaba fuera del régimen de mansedumbre y rutinas putrefactas de puro viejas. Yo era tambien Cantón o quería serlo (…)

        Érame odioso el pesado malotaje de leyes que por todas partes nos cercan y aprisionan. Infecto me resulta el llamado Orden Social” atmosfera demasiado espesa y malsana para mis pulmones. Así, para juzgar los arrebatos facciosos de las ciudades andaluzas, yo ponía mañosamente a un lado la reflexión, y me iba derecho al asunto con mi fantasía sin freno. (…) >>

        ¿Es esto un canto al anarquismo, por parte de Galdós?. Así, nos dirá Jover Zamora (pág. 154), lo ha interpretado Hinterhäuser, pero el profesor Jover establece otra hipótesis:

<< Cabe pues plantearse la medida en que Tito no hace, en la parrafada mencionada y en otras semejantes, sino actuar de portavoz para expresar –por cierto con el lenguaje adecuado– aspectos de una concepción del mundo que Galdós cree haber detectado en la entraña social del 73. >> (pág. 155)

III

        No cabe duda que para muchos republicanos convencidos, fue el cantonalismo, entre otros factores, causa destacada de la profunda crisis de la democrática Primera Republica que concluyó con ella, habiéndola reducido primero de democrática en autoritaria, para luego perderse del todo con la restauración borbónica en la persona de Alfonso XII, en Enero de 1875. La crítica de Galdós al 73, la expresa José María Jover resumidamente:

<< Los cuadros políticos del 73 no estuvieron, pues, a la altura de su misión. Carecieron de energía y de realismo de conciencia de su más imperiosa obligación ciudadana; anduvieron sobrados de ingenuidad e idealismo para defender y consolidar el nuevo régimen. >> (pág. 141) (NOTA 3)

IV

        Muy brevemente hemos de aludir a la consideración dual (en cuanto a las ideas y en cuanto a la oportunidad histórica, es decir “la racionalidad política“) que merece a José María Jover en cantonalismo en el Prólogo, de su autoría, para la edición, en 1986, de la obra “El Cantón Murciano” de Antonio Puig Campillo (NOTA 4)

        Ideas: << En cuanto a las ideas que presidieron el levantamiento cantonal (…) los cantonales lucharon por establecer en España una república federal de base cantonal y de orientación social más radical y avanzada; creían en la eficacia del principio federal para lograr la unidad ibérica (…) e incluso una “Europa de los pueblos” (…) creían sobre todo en la humanidad (…) >>

        Racionalidad política: << En un momento en que la Primera República española, precariamente asentada (…) tenía que hacer frente simultáneamente a una dura guerra colonial (la llamada “guerra de Yara” en Cuba 1868-1878), a una durísima guerra civil en el Norte (“tercera guerra carlista”) (…) y en la marea de una considerable reacción conservadora, lo menos que cabe decir del alzamiento cantonalista –    republicano y federal hasta la raíz –    es que fue notoriamente inoportuno por cuanto vino a poner en situación crítica a la República española, a la causa federal y a los mismos principios liberales y democráticos consagrados por la Revolución de Septiembre. (…) >>

NOTAS

        NOTA 1. Santos Juliá: “Vida y tiempo de Manuel Azaña. (1880 – 1940)”. Presentación. Debolsillo. Penguin Random House. Barcelona, 2015; reimpresión 2018
        NOTA 2. José María Jover Zamora: “Realidad y Mito de la Primera República“. Austral. Espasa Calpe. Madrid 1991. Págs. 161 y 162.
        NOTA 3. Respeto al significado de la voz “república” para Galdós, dice Jover (pág. 23 y 24): << Lo cierto es que en el vocabulario político de Galdós que escribe “La Primera República” la palabra “republica” en cuanto significación de una utopía, viene a contraponerse a todo lo que significa la palabra “restauración” como designación de una época que cumplía ya a la sazón treinta y seis años de historia española. >>
        Juan Van-Halem, en el Prólogo a “Memoria de un Desmemoriado” y “Crónica de Madrid” de Benito Pérez Galdós (1843 – 1920), en la edición efectuada por “VISOR LIBROS, 2ª edición 2018, detalla la primera llegada de Galdós, como parlamentario, al Congreso diciendo: << En 1886, ya como liberal, Sagasta le lleva al Congreso como diputado por Guayama (Puerto Rico) (…) // El novelista era entonces un liberal no radical que admitía la dinastía borbónica. Simpatizaba ya con el republicanismo de Castelar pero no con las facciones de Pi y Margall y de Ruiz Zorrilla. Y era respetuoso con la Reina Regente María Cristina. (… ) >> (citado, página [14] ). // Posteriormente, en 1907, Galdós obtuvo el escaño de diputado republicano por Madrid. En 1909 se configuró la “Conjunción Republicano-Socialista“, encabezada por Pablo Iglesias, socialista, y Galdós, republicano; en dicha “Conjunción” ambos obtuvieron escaño por Madrid en las elecciones de 8 de Mayo de 1910, En Mayo de 1914, nuevamente consigue escaño Galdós con la candidatura republicana por Las Palmas; era la cuarta y última vez que accedía a un escaño.
        NOTA 4. Antonio Puig Campillo: “El Cantón Murciano“. Prólogo de José María Jover Zamora. Biblioteca Básica Murciana, nº 24. Editora Regional de Murcia. Murcia 1986. La primera edición de esta obra es de 1932.
        NOTA 5. El destacado en negrita de los textos es mío.

17 comentarios

  • Alberto Revuelta

    Gracias, muchísimas gracias. La se de memoria con la música que aprendí en el Morrazo y que canto cando a saudade afogame .

    El señor cura de Coiro, de aquella, que vino para allí de San Benitiño, decía que el emigrante era un paisaniño de la feligresía, que fuese para Buenos Aires.

  • ELOY

     
    Muchas gracias Alberto por tu comentario.  
     
    Siempre agradecí y agradezco los cariñosos  recuerdos  que has venido contando de tus experiencias en Galicia,  y siempre con un tono de cálido afecto a esa tierra y sus gentes y a sus, a veces curiosas, costumbres.
     
    El texto al que haces referencia expresa el dolor de la emigración, en un tono romántico.
     
    Es parte de una canción basada en una “Cantiga” de Curros Enriquez , compuesta en 1869, en pleno Sexenio Democrático, cuando con 17 años estudiaba en Madrid. La canción “popularizada” hace un cambio en el primer verso de la Cantiga de Curros, y comienza diciendo  ‘Unha noite na eira do trigo’ (Una noche, en la era del  trigo), que le da título a la canción.
     
    Aquí  te ofrezco el texto de Curros Enriquez y al final la traducción al castellano, ambos disponibles en Internet.   
     
     =========================
     
    No xardín unha noite sentada
     
    ó refrexo do branco luar,
     
    unha nena choraba sin trégolas
     
    os desdéns d’un ingrato galán.
     
    I a coitada entre queixas decía:
     
    “Xa no mundo non teño ninguén,
     
    vou morrer e non ven os meus ollos
     
    os olliños do meu doce ben”.
     
    Os seus ecos de malenconía
     
    camiñaban nas alas do vento,
     
    i o lamento
     
    repetía:                
     
    “¡Vou morrer e non ven ó meu ben!”
     
    Lonxe dela, de pé sobre a popa
     
    dun aleve negreiro vapor,
     
    emigrado, camiño de América
     
    vai o probe, infelís amador.
     
    I ó mirar as xentís anduriñas
     
    cara a terra que deixa cruzar:
     
    “Quen puidera dar volta -pensaba-,
     
    quen pudera convosco voar!…”
     
    Mais as aves i o buque fuxían
     
    sin ouír seus amargos lamentos;
     
    sólo os ventos
     
    repetían:
     
    “¡Quen puidera convosco voar!”
     
    Noites craras, de aromas e lúa,
     
    dende entón ¡qué tristeza en vós hai
     
    prós que viron chorar unha nena,
     
    prós que viron un barco marchar!…
     
    Dun amor celestial, verdadeiro,
     
    quedou sóio, de bágoas a proba,
     
    unha cova
     
    nun outeiro
     
    i un cadavre no fondo do mar. 
     
    =============================================
     
     Traducción español del poema anterior:
     
     En el jardín, una noche, sentada // al reflejo de la blanca luz de la luna,// una nena lloraba sin tregua // los desdenes de un ingrato galán. // Y la desgraciada entre quejas decía:.// “Ya en el mundo no tengo a nadie, // voy a morir y no ven mis ojos, // los ojitos de mi dulce bien”. //Sus ecos de melancolía // caminaban en las alas del viento // y el lamento// repetía: // “¡Voy a morir y no viene mi bien!”
     
     Lejos de ella, de pie sobre la popa // de un leve negrero vapor,// emigrado, camino de América // va el pobre, infeliz amador. // Y al mirar las gentiles golondrinas // hacia la tierra que deja cruzar: // “Quien pudiera dar vuelta –pensaba-, // quien pudiera con vosotras volar!…”
     
    Pero las aves y el buque huían,// sin oír sus amargos lamentes // solo los vientos // repetían:// “Quien pudiera con vosotras volar!”  //Noches claras, de aromas y luna, // desde entonces ¡que tristeza en vosotras hay // para los que vieron llorar una niña, // para los que vieron un barco marchar!…
     
    De un amor celestial, verdadero, // quedó solo, de lágrimas la prueba, // una cueva,// en un peñasco// y un cadáver en el fondo del mar.
     
     
     
     
     

  • Alberto Revuelta

    Eloy, boa noite. ¿Nos rodea a santa companha?. Paréceme que al régimen diseñado por don Torcuato Fernandez Miranda le empieza a ocurrir lo que cantaba aquel emigrante de San Benitiño de Lerez enfermo y solo en un hospital de Buenos Aires: “…cheo de melancolía, uma noite repetía vou morrer e non tenho ninguen”.

  • ELOY

     
    Muchas gracias Benxanín por tu comentario. Desde hace muchos años, te leo siempre con mucho interés
     
    Como bien conoces la Constitución de 1978 en el artículo 8aborda el tema de las “nacionalidades” y dice:
     
    La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.”
     
    Por otra parte, tú conoces mejor que yo, el himno gallego, con letra de “Os Pinos” de Pondal, que identifica a Galicia como “Nación de Breogán”.
     
    ” (…) pois, onde quer, xigante a nosa voz pregoa a redenzón da boa Nazón de Breogán”    (pues, donde quier, gigante, nuestra voz pregona la redención de la buena Nación de Breogán)
     
    Algún día te animarás a traer a ATRIO algún artículo relativo a cualquiera de tus muchos saberes.
     
    Un abrazo.
     

  • Benxamín Vázquez González

    La cuestión que planteas en este “El cantón en el espejo”, amigo Eloy, sigue vigente, por fortuna. Lo cierto es que vivimos en un Estado, que no se puede definir como una “nación de naciones” (eso es absurdo, pues ninguna nación debe ser superior a otra, ni englobarla). Lo de Estado plurinacional, en cambio, es discutible y puede ser inoportuno si se pretende alzar fronteras internacionales por parte de un separatismo radical, de configuración insolidaria con el resto del Estado. Con todo, es innegable que vivimos en un Estado afortunadamente diverso, plurilingüe y multicultural, en el que todos deberíamos respetarnos y aprender a convivir sin superioridades de una comunidad frente a otra. En fin,  un sistema confederal sería más adecuado que una federación. Una mandarina con gajos separados por igual y unidos por una piel exterior, mejor que un racimo de uvas con una estructura troncal. La confederación helvética sería un buen modelo, para Europa y para el mundo, aunque no contemplada desde una perspectiva capitalista, ni endogámica… Ya es hora de poner en tela de juicio al Estado moderno, que se inventó en tiempos del Renacimiento por un tal Maquiavelo.

  • ELOY

    Muchas gracias Ana por tu comentario.

    Sabes que siempre te leo con mucho interés.

    Con mucha claridad pones de relieve en tu comentario la preocupación de muchas personas, inclusive muchas residentes en Cataluña.

    Que te vaya bien en tus actividades.

     

     

  • ana rodrigo

    Interesante artículo el tuyo, como siempre, Eloy.

    Voy a centrarme en las dos preguntas que formulas a posteriori. se dice que si no conocemos nuestra historia, podemos repetirla. Y, desde mi humilde criterio, creo que estamos repitiendo una parte de nuestra historia. Por nuestro “cantonalismo” incrustado casi en nuestros genes, se frustró la Primera República y se frustró, con peores consecuencias, la Segunda. Da la impresión de que no hemos salido del estado tribal prerromano. De nada le sirvió al rebelde Viriato luchar contra el “imperio”.

    Ahora creo que la situación es más o menos igual, solamente que al multiplicarse los partidos políticos, tanto en Cataluña como en el resto de España, el aire democrático se enrarece peligrosamente.

    Para resolverlo, habría que cambiar la Constitución y eso es matemáticamente imposible, porque la inquina que existe tanto en el españolismo como en los independentistas, hace imposible cambiar esta ley constitucional concreta, y, mientras eso no ocurra, la independencia de cualquier región de España, será ilegal, y, esta es otra cuestión. Yo no le veo salida por ninguna parte. Ojalá no acabe esto en un desastre.

    Nota: Voy a estar fuera unos días en un encuentro de CCP de Andalucía con el tema “Comunidades cristianas, comunidades humanas”, y no sé si podré intervenir en estos debates atrieros estos días.

     

     

  • ELOY

    Muchas gracias mª pilar, por tu comentario que comparto en gran parte.

    Muy de acuerdo estoy contigo en valorar la bondad de las personas y señalar como dices los riesgo de lucha por el poder.

    A lo que hay que añadir actalmene “la lucha por el poder mediático”.

     

     

  • m* pilar

    Gracias Eloy por este profundo artículo.

    Ante sus preguntas, diría desde mi mirada:

    Creo que sí; y tristemente es lo que nos está sucediendo. Por un lado, personas muy jóvenes, que no han trabajado en su vida, fuera de la política; desde ahí, no pueden ponerse en el lugar de los que sí, están sacando el país adelante.

    Y por supuesto, ese comportamiento, ante el deseo de “poder” anula o entorpece la calidad de una democracia, donde quepan todas las “miradas” … Formas de contemplar la manera de vivirla  con generosidad, justicia y una mayor y mejor igualdad.

    No poseo nada especial, pero no puedo mirar por encima del hombro, a las personas que no piensen como yo, sobre todo, si son sufridoras de la manera de gobernar …por encima  del bien y del mal… de todas las personas que habitan en el pais.

    Creo desde mi pequeñez…que nadie debería sentirse superior…aunque en algunos temas o conocimientos lo fuere… porque eso, no lo hace mejor persona.

    Ser buen persona, es:

    ¡¡¡Otra cuestión!!!

  • ELOY

    Muchas gracias Carmen por su comentario.

    Dice: ” Es un punto de partida para analizar la realidad actual de España, supongo

    Esa es la es la esencia de las preguntas que por error omití al enviar el artículo y solicité de la amabilidad del Administrador que las incorpore, si es posible. Las preguntas son las siguientes:
    “¿En qué medida contribuyó el cantonalismo de 1873 en convertir la Republica democrática en autoritaria, dando paso ineludible a la restauración monárquica?. ¿Contribuyen algunas de las formas y actuaciones de algún  movimiento independentista a fomentar el autoritarismo que pueda llegar dar al traste con la democracia o a disminuir su calidad?.” 
     

    • Carmen

      Pues aunque no sé mucho de estas cosas, ahí está Vox, con 52 diputados. No sé si me entiende. Pero , en fin, si el resultado del cantonalismo de mis vecinos pudo ser la causa de que volviese la monarquía, pues ahora la monarquía no va a volver, porque está, aunque otro tipo de monarquía. Algo sé de la dictadura de Primo de Rivera, poco, pero quizas ahora , no sé, digo que quizás este partido en auge de alguna manera , pues pretenda volver a un régimen anterior, por supuesto con una Dictablanda, como dicen que fue la del señor Primo de Rivera. Por supuesto con la pátina de la democracia, igual que este señor estaba bajo el manto de Alfonso XIII.
      A mí no me gusta un pelo lo que veo, lo que escucho, lo que percibo. Estoy convencida de que si se ponen a las malas, como casi ya están, podemos perder todos. Ese es mi miedo. Porque el día en que no pueda decir lo que pienso, creo que, en fin, no sé si merecería la pena seguir. No sé.
      Pero , la verdad, no entiendo mucho de esto. Lo que sí sé es de mis miedos. Pero bueno,los mi dos hay que vencerlos, aunque me llamen integrista española
      Sé que no lo soy

      Suficiente.
      Un abrazo.

      • Carmen

        Porque, sabe qué sucede? Qué en el 75 tenía 22 años. Y en el 78, tenía 25. Y estoy muy mal acostumbrada, porque mi vida adulta ha transcurrido en democracia. Y me dan terror las dictaduras y las dictablandas. Son superiores a mí.Me pueden

        Y habiendo cauces legales, pues si es necesario que se modifique la legalidad vigente para que quien quiera pase directamente a Europa sin pertenecer a España, adelante. Pero ilegalmente, a qué puede conducir? España se va a cruzar de brazos o se va a ir a llorar al rincón de los llantos?
        Y los murcianos, qué culpa tenemos de todo esto? Pues la misma que Teruel. Ninguna.
        No sé si me explico.

  • Carmen

    Muy interesante.

    Diría que del cantonalismo en Cartagena poco queda. Aunque no tenga nada que ver. O sí. Es un punto de partida para analizar la realidad actual de España, supongo.

    Pero claro. No todas las personas son Galdós. No he leído los episodios nacionales, uno creo, algo de Zaragoza, pero es que a mí el tema de historia  española del siglo XIX, bueno, jamás he conseguido entender nada. La segunda mitad es absolutamente demencial. Bueno y la primera mitad del XX.  Y tengo la sensación de que en ideas no se ha avanzado mucho. Ahora hay cantonalismo, pero a lo bestia.

    Las novelas de este señor son sencillamente magistrales. Y me encanta ese sentido del humor negro que tiene. Es demoledor. Hace unos retratos de la sociedad, que como sus episodios nacionales sean del estilo entiendo que le gusten.

    Si tiene un ratito y le apetece leer una novela de esas buenas de Galdós, busque alguna de su personaje Torquemada. Te partes de risa. Hay una que se llama Torquemada en el infierno que es genial.

    A mí me encanta Galdós. Para mí es como Dickens , pero con más humor.

    Bueno, encantada de hablar un ratito con usted. No sé si sabe que soy murciana y me ha gustado leerle. Lo del cantón lo tenemos superado. Creo. Pero vamos, si quieren declararse independientes, pues adelante.

    Buenas noches.