Me he enterado ahora mismo y la única confirmación la he tenido por una esquela electrónica. Yo he escrito allí un mensaje de condolencia. Pero el sistema no lo podido publicar. Lo hago aquí en ATRIO. A pesar de los años de diferencia nos conocimos en Comillas y en los grupos de Jesús Obrero. Después él fue cura de pueblo, consiliario de JOC, Delegado de pastoral obrera en Madrid. Fundó la Editorial Popular que acogió la revista Pastoral Misionera y otras muchas iniciativas de cultura popular, como los famosos folletos A lo claro. Animó la cultura en los barrios de Madrid y fue director de la Feria. También tuvo la suerte de conocer a Mercedes, casarse con ella y abrir su casa a tantos amigos cuando acudíamos de la periferia a Madrid. Su humor y su serenidad nos animaba a todos cuando vivíamos momentos difíciles. Y como resumen de su vida y su estilo de vivir dándose con sencillez, entre otras muchas realidades, ahí quedan las Conversaciones de Ávila, que hoy más que nunca deberían continuar para perpetuar su espíritu. Descansa en paz, que te lo mereces, amigo. AD.
Y aquí el texto que he dejado en la esquela electrónica:
Me confirma esta esquela la triste noticia de tu muerte, Antonio. No sé aún como ha sido. La funeraria confirma que tus restos mortales están en el Tanatario de la M30. Pero, Antonio, en ti el cuerpo no ha sido lo grande. Lo grande en ti ha sido tu espíritu, siempre activo y creador, siempre abierto y amoroso. Tú espíritu va a seguir pujante y transformador en cada uno de quienes tuvimos la suerte de conocerte y tratarte. Que se consuele Mercedes pues aunque le han segado por medio su vida, muchos hemos sentido con ella ese hachazo y estamos con ella. Y muchos continuaremos con ella acudiendo a Antonio, el resolvedor de problemas, el aunador de personas, el vivificador del espíritu militante. Y Antonio, el castizo, nos dirá: pues anda, no es para tanto este trance. Un pasito y ya estás en la Luz, con tantos amigos aquí también: Torrella, Urbina, Lois, Casiano… y hasta Tarancón e Iniesta… ¡Tú, Antonio, no sabrías estar sin amigos ni siquiera en la casa del Padre!
Adiós, Antonio. Te has ido deprisa y no hemos podido despedirnos. Compartimos los hermosos tiempos de la.revista Frontera, tu de los veteranos, yo entre los entonces jóvenes, que bebíamos de la fuente de sabiduría de los mayores. Después la vida nos hizo inesperadamente vecinos, aunque en diferentes trayectorias. Gracias por todo; por haber sido.honestamente tu mismo y fiel a tus pasiones. Allá en la luz te espera la gran palabra, la que no sabemos decir aquí. Un gran abrazo para Mercedes.
Acabo de enterarme del fallecimiento de Antonio Albarrán. Me entristece mucho. Una figura importantísima para la historia de España con el transfondo de la Iglesia más obrera. Me ayudó mucho a comenzar el libro biográfico sobre la figura de Eugenio Royo. Gracias amigo y hermano mayor en la fe
Hoy he hablado con Mercedes. Me ha contado que Antonio, después de cenar tranquilamente en casa el jueves 31 de octubre, sufrió un ictus cerebral. Ha pasado una semana en la UCI que fue terrible por la incertidumbre y la separación brusca. Ahora está viendo hasta qué punto tanta gente quería y recibía tanto de Antonio. Todo le anima y sabe que esa trascendencia de Antonio es verdad, pero, por ahora, para ella todo es dolor inmenso. Me ha dicho que visitará ATRIO. Todos compartimos tu dolor, Mercedes.
Un cuarto a espadas al recordar a la madre de Antonio Albarrán pues buena parte de sus cualidades humanas y la bondad inacabable de su andadura por la tierra en ellas enraízan. Trabajé con él y para él en los cuadernos a lo claro y en pastoral obrera y embarcado por su tozudez pechamos con la herencia de Jose Mari Landache, de Rentería como Alzola, como Susperregui, como Eugenio Royo. El curso que pasé en Madrid como encargado de cátedra en ICADE comíamos a menudo en figones ignotos de Ramales y las traseras de San Gines. Solo buenos recuerdos tengo suyos y mira que nos empujó por caminos de herradura en que era fácil despeñarse. Tuvo el impagable don de hacer lo difícil como si fuera una bobada de las muchas que se hacen sin sentir. Y conservó el amor al Señor, recia cosa hoy en que entre barruntos, sospechas, edades maduras, matracas y palinodias no tan inocentes, quisieran “alguienes y alguienas” verlo transformado en un loco fantasioso impropio de guiar a gentes serias y creciditas. Basta mirar la foto que lo fija aquí para ver el candor alegre del hijo de la luz que sabía más que los hijos de las tinieblas. Servidor que cree y ama la poesía de la Santa Iglesia, por muy cosa de hombres que fuere hecha, he rezado este amanecer el responso en latín que se ganó a pulso para pasar de aquellas tienieblas a la luz. Y que se joan los feos, hermano, que nos quiten lo bailao.
Desolados quedamos quienes tuvimos la suerte de conocer, tratar de cerca comprobando su honestidad y bien hacer allí donde la vida le llevó y compartir, cada cual a su medida, la “aventura” de las “Conversaciones de Ávila” y las revistas “Pastoral Misionera” y, luego, “Frontera”. Es aquí donde el propio Antonio Albarrán se autodefinió con estas palabras: “La vida me ha permitido saber y sentir que soy parte de una historia colectiva, apasionante en muchas dimensiones. La historia de muchos que nos asomábamos al mundo a cara descubierta, buscando su transformación real desde la conciencia de clase o de servicio a la clase obrera y desde el afán de hacer germinar en ese espacio la fe en Jesús de Nazaret”. A Antonio se le acabó el aliento para seguir soñando caminos, pero a nosotros nos quedan las huellas que dejó en su caminar…: A Mercedes, su leal compañera, todo nuestro afecto.
Me uno al sentimiento de Mercedes y de todos los que en Comillas y en la JoC hemos coincidido con Albarrán . Un gran chaval, daba gusto encontrarse con él. Creo que también convivimos y “concazntamos” juntos en la Schola cantorum. El Madrid de Albarrán daba puerta con puerta con todos los rincones de España y sus autonomías, y con los jóvenes trabajadores de todo el universo universal. !Mira que yo soy de pueblo,.
y también lo tenía puerta con puerta…
He sentido mucho abrir ATRIO y enterarme de la muerte de Antonio Albarrán. Una buena èrsona, un buen amigo, siempre activo, siempre optimista. Srecuerdo nos deja un calorcillo en el corazón
Siento mucho lo de Antonio Albarrán. Era un curso menor que yo en Comillas, pero conectamos muy bien en el Grupo de Jesús Obreroy, sobre todo en el trabajo en la JOC, él en Marid y yo en Extremadura. Animó todo el movimiento de consiliarios y responsables jocistas, siendo un grana educador. Realizó cursillos de iniciación de consiliarios, siguiendo las huellas en esa tarea de Fernando Urbina de quien era una gran amigo. Es una de las personas que ha dejado huellas. Lo siento de todo corazón. Un abrazoo a Mercedes y a todos los que bebimos de tu enseñanza y ejemplo.