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Inmatricúleme, padre, porque he pecado

        Nos matriculaban nuestros padres en el colegio. Nos matriculábamos en la universidad y ahora se matriculan en un posgrado. Pero nunca nadie se ha inmatriculado. Los notarios que son funcionarios ricos del antiguo régimen sí han inmatriculado predios. Los notarios son de oposición y por eso saben inmatricular. Saben muchas leyes civiles. Cosa distinta es que las practiquen.

        Los obispos y sus curas se han dedicado los últimos años a inmatricular todo lo inmatriculable, que han podido hacer suyo. Las manos eclesiásticas no son manos muertas como con Mendizábal en 1833. No. Ahora son manos vivas y en algunos casos vivarachas.

        Tanto han inmatriculado que el gobierno en funciones no ha podido publicar el listado de 30.000 inmatriculaciones que, calculan, han ejecutado los obispos católicos y sus curas.

        ¿Para qué inmatriculan los obispos y sus curas? Para cumplir el dicho de Jesús en Mateo 6, 19: No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; 20 sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; 21 porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

También inmatriculan para hacerle caso a Jesús quien advirtió al terrateniente rico en Lucas 12,
        19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
        20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
        21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

        Los obispos y sus curas siempre cumplen lo que enseñó Jesús en Mateo 8, 20 Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

        ¿Qué es lo que inmatriculan? Todo cuanto los notarios, los registradores de la propiedad, los abogados del Estado y don José María Aznar les deja inmatricular. Casas, conventos, ermitas, fincas, cruceiros, Iglesias, catedrales, predios en medio de la nada. Lo inmatriculan y ya pasa a ser de propiedad de los obispados y parroquias o conventos. Cuanto más inmatriculan más bienes tienen. Siguen el evangelio al pie de la letra, pero al revés.

        La ley de Aznar les dejo inmatricular. Por eso los obispos recomiendan siempre votar a los partidos del señor Aznar. Los que defienden la inmatriculación privada.

        Además de acumular propiedades los obispos que dicen seguir a Jesús consiguen no pagar impuestos. Porque al acumular bienes de culto y clero están exentos de impuestos por amor a Dios. Como los pobres decían antes: “Una limosnica por amor de Dios”.

        Si usted es católico, aunque no practique, puede ser objeto de inmatriculación. San Pablo ya dijo e 1 Corintios 3, 16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si usted se pide ser inmatriculado por su obispo pasaría a ser propiedad de la Iglesia católica y además dejaría de pagar impuestos al ser lugar de culto. Ni IBI, ni IVA, ni IRPF, ya que los obispos, aunque cobren por entrar como turista en sus iglesias y catedrales no pagan impuestos porque no ganan dinero ni obtienen beneficios.

        Piénselo. Hará un buen negocio.

11 comentarios

  • Lola

    Negocio redondo:he dejado de hacer viajes con el ” Inserso ” me costaba mas visitar las catedrales y templos ( in matriculados ) que el viaje de siete días; ¡ Es todo un chollo !

  • mª pilar

    ¡Gracias Alberto!

    Más claro…imposible, gracias de corazón.

    mª pilar

  • Carmen

    Ve con dios , hijo. Lo has hecho por el bien de la iglesia. dios te lo premiará.

  • Javier Peláez

    Muy bueno eso de “inmatricularse”….Yo en vez de apostatar ,me voy a inmatricular….La iglesia española está inmatriculada,quién la desinmatriculará,el desinmatriculador que la desinmatricule,buen desinmatriculador será….

  • ana rodrigo

    Creo que todos decís cosas ciertas y verdades, aunque sean contrarias, por eso conviven malamente. Es cierto lo de las inmatriculaciones y la exención del IBI en muchísimos casos, es cierto lo que dice José Ignacio de que hay parroquias pobres y feligreses pobres, además de feligreses tacaños por aquello de que tanto el tiempo como los servicios del clero son “espirituales”, no son de este mundo -injusto-. También es cierto que hay herencias o donaciones de personas ricas y fervorosas a parroquias o conventos; lo que desconozco es si estos/as donantes pagan los mismos impuestos que si yo quiero hacerlo con mis hijas en vida, como donación o por herencia, que no veas los impuestos que pagamos. La iglesia, como no tiene herederos, pues otro impuesto que se ahorra.

    Lo que es evidente es que, con el pretexto de “lo mejor para Dios”, ha conseguido, como decíamos el otro día, una acumulación de riquezas (oro, plata, platino, piedras preciosas), de bienes inmuebles (templos, catedrales, monasterios y casas adjuntas a las actividades parroquiales), patrimonio histórico-artístico inconmensurable. A lo que hay que añadir lo recaudado por visita turística que está cuantificado y creo que es bastante. Más lo que cobra del Estado. Y todo esto nada tiene que ver con lo que se dice en los evangelios.

    Creo que nada de estas riquezas están al servicio, primero la inmensidad de pobres, desde los que están a la puerta de los templos, hasta los que no tienen otra alternativa de supervivencia si no es Caritas y la limosna, eso sí todo por las injusticias sociales cuya responsabilidad es de los gobiernos y de nuestros impuestos. Lo que no exime a la Iglesia la obscena posesión y exhibición de tanta riqueza.

    Por otra parte, está el esfuerzo de los pocos curas que quedan, casi todos mayores, y que tienen que atender, sobre todo a misas y entierros, como dice José Ignacio, él tiene cuatro parroquias, pero en Zamora hay curas que tienen que atender a catorce parroquias que, sólo con los entierros, en una población envejecida, están que no paran.

    Todo lo que acabo de describir y relatar, es un auténtico disparate en relación con el mensaje evangélico, el ejemplo de Jesús y con los orígenes del Cristianismo.

    Alguna solución se puede dar como olvidarse de la avaricia y pagar el IBI, pero otras pasarán a generaciones venideras.

  • Asun Poudereux

    Por lo que veo esto no se soluciona haciendo dos bandos,  los brutos y los no brutos, por ejemplo. 
     
    Aquellos que disponen de todos los bienes inmatruculados son los que tienen que iniciar,  sin ninguna clase de privilegios , las ideas jurídicas alternativas, transparentes y con gestión social en su firma y fines, como aquí se dice. Sin privilegios para nadie ni para ningún lugar.  Ética de hechos.
     
    Como es el caso de todos los ciudadanos de a pie. Amén y  sin rechistar.  No hacerlo es lo INJUSTO.
     

  • José Ignacio Calleja

    Lo que quiero decir es que si no fuera por cientos y cientos de curas, seguramente miles, al menos donde yo vivo, el País Vasco, el patrimonio monumental “religioso”, con su contenido, salvo cuatro docenas de inmuebles destacados, se iba “a la mierda” en nada. Estoy de acuerdo en que esto puede lograrse sin la voracidad inmatriculadora que se ha desatado en la Iglesia, ¡totalmente de acuerdo! Veamos ideas jurídicas alternativas, transparentes y con gestión social en su forma y fines. De esto hay que hablar y menos de vender todo para dar de comer a los pobres. Ese tiempo económico pasó. De rentabilizar y gestionar con transparencia social y ética de fines y personas, de eso se trata. Vengan ideas y formas exigentes de hacerlo en derecho social democrático. Pero urge decirle a la gente que “lo suyo”, el patrimonio artístico-cultural, no es un botín a vender y repartir en la inmensa mayoría de los casos. Y la gente, mucha gente, ve ese patrimonio como botín para vender y vacacionar, o algo así. Me diréis, “los más brutos”, bueno, pues, con todo respeto, digo que “son plaga”. Reitero el abrazo.

    • mª pilar

      José Ignacio: No se va al carajo… porque cuando arreglan una ermita, una iglesia u otra cosa que se les pase por las mentes… Piden ayuda a diestro y siniestro empezando por los gobiernos y a las gentes con poder… se les vende, hasta un lugar para enterrarlos en la misma catedral o basílica; como sucedió en Zaragoza.

      Dos hermanas con poder financiero… y del otro… sufragaron dos de las torres, a cambio, de ser enterradas en su cripta, junto a los obispos… y no sé quien más.

      Y así. hay cientos de ejemplos a lo largo del planeta. Y lo que no interesa… se deja perder por completo sin ningún rubor; total…¡No les costó nada!

      Para que mantenerlos.

      En otros países, se venden las iglesias que ya no se utilizan para el culto, a personas privadas (que es lo que se debería hacer si no pueden financiarlas o no hay fieles que las llenen) y las convierten en viviendas.

      Dios está muy bien…
      ¡Donde tiene que estar!

      No necesita templos ni lugares especiales; esa idea, viene de las realezas… quizá, para asegurarse un lugar en su cielo… ¿donde estará?

      ¡Vaya Vd, a saber!
      mª pilar

  • José Ignacio Calleja

    Muy injusto con muchos de nosotros que no hacemos nada de eso y pagamos todos los impuestos que cita (excepto el IBI del templo). Todos los impuestos, como ciudadano y como consumidores: IVA, Basuras, IRPF, Seguros. Por no tener, no tengo ni las llaves de los templo que las guardan los pueblo. Y cualquier decisión de reforma, uso o compra, lo que ellos digan y necesiten. Y buscando unos euros debajo de las piedras para cada gasto de mantenimiento imprescindible, porque el cepillo no alcanza ni para la luz. Y explicando a dónde llevamos cada “material” de liturgia para evitar su compra en otra iglesia, porque el dinero no llega, y mostrando su devolución puntual. Y sin calefacción a diez grados en invierno. Y yendo las veces que haga falta a pintar, limpiar, cortar las yedras o arreglar lo que esté a nuestro alcance, para evitar gastos del dinero que no tenemos. Y rogando a los pueblos para que se queden con las ermitas y cementerios, porque no tenemos con qué cuidarlos. Y amándolos cuando te dicen no y no. Y dejando las casas curales (sin renta) a quien lo necesita, por años sin fin, cuando no las toman como un derecho adquirido aunque su suerte haya cambiado. Yo creo que hay que ponderar más en estos textos. Cinco parroquias “tengo” y, entre todas, 1650 euros en las cuentas; así que hay que mirar cada céntimo y buscar financiación, para arreglos ineludibles, debajo de las piedras. Sinceramente hay otra realidad que no es la Mezquita de Córdoba o la Catedral de Burgos. Un abrazo.

    • Carmen

      Es que los empleados de una multinacional de la envergadura de la iglesia, las decisiones no las toman los empleados ni para una apuesta, sino el consejo general, el de arriba, arriba. Y luego transmite órdenes que cumplen sus apoderados, en este caso , los obispos.
      Estoy de acuerdo con usted, el tiempo de vender todo y dárselo ‘ a los pobres’ pasó. Lo que es necesario es una buena gestión del enorme capital de la iglesia, enfocado a combatir la injusticia social que produce’pobres’ a una velocidad de vértigo.
      Pero para ello el consejo general, el de arriba, arriba, tendría que querer hacerlo. Y, francamente, no creo que jamás lo desee hacer. No entra en sus planes.

      Un abrazo

      • Carmen

        Peor aún. No creo ni que esos señores, todo señores, estén capacitados pero hacerlo, ni siquiera para pensarlo. Viven en una burbuja de dimensiones astronómicas y están convencidos de que todo lo hacen para que el cristianismo perviva. Convencidos . Es totalmente imposible que esa inmensa nave cambie de rumbo. Imposible. Hay una cosa que se llama inercia. Es lo que se opone a que un cuerpo cambie su movimiento, o su reposo. Depende de la masa del cuerpo en cuestión. Y no vea la masa que tiene la iglesia católica.
        Ya me da igual. Porque lo que no puede ser, es imposible.
        Pero, pero, pero, cuidado, con el tiempo esa nave puede ser abandonada o destruida. No creo que la iglesia sea eterna. Nada lo es, ni siquiera el universo que conocemos. Al menos al sol ya le han puesto fecha de caducidad.
        También sé que no lo veré, pero, francamente, a estas alturas me importa un bledo. Allá cada cual con su vida y su conciencia. Me alegro mucho que a mis hijos no les interese nada este tema.
        Ayer, le oí decir a mi hijo mayor y la verdad, no recuerdo a santo de qué vino. A lo mejor dios existe y los que no nos creemos una palabra somos los que estaremos jodidos. No hijo, le contesté, el dios al que te refieres no existe, ni siquiera muchos curas creen ya en él , no si existe dios o no, pero desde luego no es ese que tú dices.
        Y ya está. Fin de la catequesis.

        Un abrazo. Estoy segura de que es usted una persona estupenda.