Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

7425 Artículos. - 112821 Comentarios.

La doble vida de los Santos Profesionales

Nuestra Olga Larrazabal escribió este artículo el pasado día 31, fiesta de San Ignacio de Loyola. Ayer, día 1, lo publicaba piensaChile, un gran blog chileno con el que Olga nos relacionó y con el que colaboramos mucho. Hoy lo reproduzco aquí, facilitando la confirmación de los abusos sexuales del jesuita chileno Renato Poblete,  que ella pone como ejemplo de esa criminal profesionalización de la santidad. AV.

Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno, y amará al otro; o apreciará al uno, y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Mateo 6:24

Todavía le subió el diablo a un monumento muy encumbrado y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos. Y le dijo: todas estas cosas te daré si, postrándote delante de mí, me adoras. Entonces Jesús le Respondió: Apártate de ahí Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor Dios tuyo, y a él sólo servirás Mt 4  1-11

Las Religiones han servido a los seres humanos para tratar de dar respuesta al misterio de encontrarnos en un mundo que está ahí cuando nacemos, y que tratamos de entender.

Nuestros congéneres biológicos también tienen emociones y sentimientos, pero parece ser que no interrogan al misterio, sino que se limitan a reconocer el entorno para poder subsistir.  No es parte de ellos el tratar de entender por qué aman a sus crías o porqué tienen que matar a otro animal para a alimentarse y si esto está bien o mal.

Nosotros, desde que nacemos, empezamos a categorizar las cosas de buenas o malas y a  buscar el porqué, el cuándo  el cómo y  damos a nuestros padres, maestros y sacerdotes,   la facultad de determinar la categoría de nuestras acciones  porque como somos pequeños suponemos que saben más y que buscan nuestro bien.

Muchas veces, la mayoría, nuestros padres alimentan en nuestra infancia las ilusiones, que son las respuestas mágicas a la realidad, creyendo que así nos hacen felices.

Y cuando enfrentamos la realidad en la adolescencia, nos disgustamos con ellos, pero después como padres seguimos repitiendo el error. Y digo error ya que la capacidad de discernir sobre la realidad externa y la que a nosotros nos gustaría que fuera, se enraíza en la infancia y la reflexión y el discernimiento se cultivan, no aparecen espontáneamente.

Así las Religiones han aprovechado esta capacidad de ilusión para obtener el poder sobre las personas.  Y  han formado instituciones alrededor de este poder con administradores, que son los sacerdotes.

El judaísmo tenía una tribu destinada al Sacerdocio, y los romanos, como todos los pueblos indoeuropeos, tenían su casta sacerdotal junto con la casta de guerreros.

Pero Jesús, los sacó a patadas del Templo, y ellos lo apresaron y entregaron a los romanos.

Este es el tema conocido en la literatura y descrito hasta el cansancio, de cuan hijos de mala madre, puedan ser los héroes históricos, políticos eméritos, científicos renombrados y sacerdotes ejemplares, y otros especímenes retratados en mármol y bronce que adornan nuestra cultura.

Y es que la mierda  y los malos olores abundan en la sociedad humana, no solo en los alcantarillados,  en la intimidad de los desaseados y la externalidad de los basurales, sino también en el secreto de las mentes y de la psique donde se asientan lo que llamamos alma, la más íntima y recóndita fuente del comportamiento humano.

Los grandes maestros de sabiduría, estuvieron siempre preocupados del manejo de esta interioridad, que es la que modula nuestros comportamientos y define nuestro ser.

Los filósofos griegos, los santos budistas, los viejos profetas del Antiguo Testamento, Jesús, Mahoma por nombrar algunos, insistieron sobre algunos vicios y virtudes que anidan en nuestra interioridad, y los psicólogos modernos han tratado con mayor o menor éxito de hacer teorías al respecto y editar métodos de sanación.

Las religiones que deberían haber llevado la batuta en estos trajines, han abandonado el cultivo de la sabiduría se han convertido a lo largo de los siglos en administradores de cultos varios, de rituales, de prohibiciones con o sin sentido, y en parásitos del dinero del prójimo obtenido con el aura de santidad para realizar obras de caridad y proselitismo,

La acumulación de dinero y el aura de santidad de los religiosos profesionales, les ha dado un acceso al poder absolutamente desmedido, ya que no han tenido que darle cuentas a nadie, debido a que ellos solo se comunican con Dios.  Y la sociedad civil se los ha permitido con perfecta inconsciencia.

Lo que era sabido por algunos que sabían leer, en el siglo XX, ahora está para todos los que tengan acceso a Internet  y  ansias de claridad en el siglo XXI.  Y así van cayendo las personas que dieron vida a las instituciones, perdiendo éstas su lustre y brillo.

Nuestro último espanto, es la caída de un cura jesuita, exitoso administrador del Hogar de Cristo institución ligada a la acogida de los abandonados creada por el Padre Hurtado.

Este sacerdote admirado por su labor de Gerente de la Institución por muchos años, en su vida privada se comportó  no como un Padre sino como un padrillo de antiguo cuño de los campos chilenos.  Con la diferencia que como era Sacerdote y Jesuita por añadidura, usaba estas condiciones como armadura para seducir a los ricos y a mujeres a las que debe haber tenido chantajeadas emocionalmente para que no hablaran.

Poder y Dinero, que es la moneda de cambio del Poder.  Poder hacer lo que les da la gana, y esta “gana” tenía relación con el sexo, fuerza de la naturaleza que en general manejamos bastante mal.

Poder para hacer callar a las personas alrededor, que en honor a su gran actuación como empresario de una obra de beneficencia, acallaban cualquier reclamo de las mujercitas abusadas.

O hacían vista gorda sobre las inclinaciones del padrecito.

Poder sobre las mujeres que no se atreven a contar que el Director Espiritual usó su poder sobre ellas y aprovechó sus debilidades.

La Compañía de Jesús, fundada por Ignacio de Loyola, vasco, servidor del Rey de Castilla y Capitán de sus Ejércitos, en su juventud también fue un caballo desbocado, hasta que peleando con sus vizcaínos contra sus hermanos vascos del Reino de Navarra, estos lo mandaron malherido a morir a la casa- torre de su familia.  Allí sufrió las penas del tacho, tuvieron que quebrarle de nuevo una pierna para podérsela arreglar, y en su convalecencia pudo meditar sobre su vida, según él, leyendo vidas de santos y mártires.

Allí descubrió que era un sirviente de un rey, y su destino iba a ser cometer todas las fechorías que el rey le mandara y al final de su vida se iba a ir al Infierno, según la doctrina de la época.

Con esa perspectiva decidió servir a un Rey muy superior al de Castilla, y como era cristiano su Rey iba a ser el Dios de los cristianos y como era soldado, concibió la fundación de una Compañía de soldados al servicio de Jesús.

Esta fue la única orden religiosa que admitió judíos conversos o hijos de judíos en sus filas, personajes que en esa época específica estaban en la mira de la Inquisición.

Otro invento de Ignacio de Loyola fueron los Ejercicios Espirituales, que obliga a los miembros de la Compañía a entrar en meditación e introspección, para constatar si están trabajando para mayor gloria de Dios o para su propio fin y que ellos aconsejan periódicamente a sus miembros.

Tengo la impresión personal, que muchos sacerdotes realmente pierden la fe, o se confunden porque Dios es mudo y misterioso.  Aun así muchos de ellos, siguen el camino de Jesús, al cual admiran, y se comportan con rectitud aunque su fe haya cambiado de forma. Estos dejan a veces el Sacerdocio y se casan y viven vidas normales.

Otros que también pierden la fe de la infancia, se acostumbraron a esa vida y les es difícil insertarse en el mundo y siguen, pero ensayan sexualidades desviadas, usan el poder para su confort y el dinero para conquistar otros campos que les producen satisfacciones.

Los que tienen pasta de gerentes, hacen eso, gerentean obras de caridad o grandes proyectos, y se nutren de la admiración de otros. Y hacen lo que hubieran hecho en la vida corriente: Abusar de los más débiles a beneficio propio.

Lo más tremendo de estas personas es que en vez de abandonar la Compañía, la convirtieron en punta de lanza para sus propios fines.  El contacto con tanto poder y tanto dinero y éxito mediático, los hizo “santos profesionales”, con estatua y todo.

El problema de los santos profesionales es que conocen muy bien el lenguaje de lo que consideramos virtud o santidad y con eso nos ”apantallan”, como dicen los mexicanos; además si realizan acciones sociales benéficas, el tipo pasa a ser un héroe.

Tengo un primo jesuita que resumió muy bien lo que para él era importante en la vida, y es ser un buen ser humano, al que le importe más el juicio que tenga de él la cocinera de su casa que el de cualquier otra persona.  Que camine en la vida con Jesús, que fue un hombre bueno que no se aficionó a las riquezas ni el poder, y que se inspiraba en un Dios bueno y justo al cual llamaba “Padre”.

Yo agrego, que no era aficionado a los sacerdotes profesionales de las religiones organizadas ni a las sectas de hombres “puros” que se sentían superiores como los Fariseos.

Las castas sacerdotales ya no se justifican como administradoras de ritos, ni las ilusiones domingueras sobre la santidad de nadie.  Ni menos alimentarle el ego a las organizaciones religiosas inflándolos de dinero que los hace perder la cabeza como a cualquier mortal.

Como los jesuitas son una orden muy conocida y universal, a la cual pertenece el Papa, cualquier escándalo sale en primera plana.

Pero no hay que olvidar que junto con algunos jesuita descriteriados, que los ha habido incluso financiados por la CIA, hay otro grupo que se ha tomado en serio eso de ser compañero de Jesús habiendo desafiado los poderes mundanos y puesto su vida e intelecto al servicio de los más necesitados, de los migrantes y de los excluidos.

Por el bien de todos los religiosos bien intencionados, esperamos que tanto las religiones cristianas como las otras, limpien sus casas y practiquen lo que los maestros de sabiduría han dicho desde que se tiene noticia: No mates, no mientas, no robes y trata a tu prójimo como te gustaría que te trataran a ti.

55 comentarios

  • oscar varela

    Hola!
    Leo: 
    1- George R Porta  – 6 agosto 2019, 17:35 pm
    Con esta nota cierro mis participaciones en Atrio por un tiempo. 
    …………………………….
    2- Carmen – 6 agosto 2019, 20:17 pm
    Creo que también me voy a tomar unas vacaciones.
    …………………………….

  • Carmen

    Creo que también me voy a tomar unas vacaciones.

    Demasiada teoría para mí.

    A la vuelta de verano, que pienso alargar todo lo que pueda que para eso estoy jubilada, volveré por aquí.

    Que descansen.

  • carmen

    Me siento fatal.

    Luis Alberto, perdona, me tienes que tener una manía horrible y con razón, sorry, pero te has pasado bastantes pueblos con George. No sé si eres consciente de que ha dicho que se siente un superviviente de maltrato a los ocho años. No le puedes pedir que perdone o deje de perdonar. No eres quien, ni yo tampoco, para decirle que si el galileo esto  o  el galileo lo otro. Nadie es quien para en este caso hacer otra cosa que acompañar. Se llama empatía.

    Por si vale de algo mi opinión, creo que a veces con no odiar es suficiente, porque el perdón es cosa de dioses y aquí, en Atrio, que yo sepa no hay ningún dios escribiendo. Ni nadie,nadie, absolutamente nadie habla en nombre de dios. Sencillamente opinamos. Lo único que ha dicho George es que no está dispuesto a olvidar y creo que está en su derecho. No ha dicho que odie a nadie. Y si odiase,que no lo creo, lo sentiría por él, porque el odio destruye. Todos tenemos derecho a expresar lo que sentimos. Y vamos a dejar al galileo en paz.

    George, si dejas de escribir como has dicho por ahí abajo, entiendo que  es porque ahora no te apetece hacerlo. Recibe un fuerte abrazo de mi parte. No puedo hacer otra cosa. Si tuviese capacidad para sanar almas iría expresamente a poner mi mano sobre tu cabeza y sanarte. pero no la tengo. Hay momentos en los que me gustaría tenerla. Este es uno de ellos.

  • Asun Poudereux

     
    Este comentario escrito con anterioridad se vio retrasado por causas informáticas. Gracias a todos. 

    El conocerse a sí misma la persona es un trabajo siempre en camino y de por vida. De acuerdo. Por lo que no se puede tomar como absoluto el conocimiento personal y aun menos el interpersonal.

    Sin embargo, se puede decir de alguien que es buena gente y de fiar, por simplemente emerger de esa persona los hechos que así lo confirman.

    Los pensamientos que se traducen en ideas y sus posibles tendencias, es un lugar digamos de confort para quien pueda y quiera identificarse con ellas, y puede que ahí se quede enganchado/a.

    También se da la posibilidad, una cierta habilidad que emana de la consciencia-conciencia, un juego inesperado de la libertad a ese nivel, que sabe también esquivarlas en la vida cotidiana , si no están acordes con lo que en lo mas íntimo de su persona le hace sentir paz interior, que únicamente depende de sus acciones y de los silencios oportunos, que dan bondad más que anularla.

    La paz interior lo llena todo,  no hay cabida  al vacío narcisista. Se esfuma. Lo que no parece sea el  caso, que nos ocupa de doblez en hechos y palabras de una autoridad y personalidad trucadas que no ve para sí límites y no teme ni es capaz de reconocer sus consecuencias en las demás personas.

  • Carmen

    Pues después de haber leído todo lo que han dicho sobre este tema sigo pensando lo mismo que antes. El problema ha estado en el encubrimiento. Eso ha hecho que el tema de la pederastia en la iglesia se haya convertido en algo similar a esas montañas de toallitas que parece un monstruo y aterroriza verlas. Estaban ahí, encubiertas, hasta que empezaron a atascar tuberías y romper depuradoras.

    Sin encubrimiento no habría tomado el monstruo de la pederastia en la iglesia las dimensiones que ha tomado. Imposible.

    Me hace gracia cuando leo u oigo como argumento exculpatorio que los sacerdotes son hombres normales. Pues qué si no? Que pueden equivocarse , que pueden hacer daño, como todo hombre normal. Pues claro.

    Y la iglesia por eso no ha controlado? No ha intervenido? Se ha limitado a trasladar de un sitio a otro a los pederastas? Ha negado la mayor?

    Por qué exactamente? Porque son elegidos por dios y no pueden dar escándalo? En qué quedamos entonces? Son hombres elegidos por dios o son hombres normales?

    No sé qué puede determinar que un joven decida que lo ha llamado dios, que lo ha escogido dios. Pero quizás ahí empiece el problema. Soy un elegido. Pues fíjate. Puedo hacer que baje dios a la tierra con mis palabras mágicas. Puedo perdonar los pecados. Madre mía y madre mía.

    Eso sí. Cuando se comportan como auténticos depredadores sexuales o económicos o lo que se tercie, entonces son hombres normales.

    Mira, mira y mira.

    De verdad. Este tema es que ya , de verdad, creo que ante la opinión pública marxistas y sindios ha quedado lo suficientemente claro. Y que la justicia ordinaria siga su curso. Y que se denuncie , y que nunca más se vuelva a formar otro montón de toallitas porque no lo vamos a consentir.

    Y el que siga confiando en esta iglesia, adelante. En su derecho está. Pero que tengan mucho cuidado a la hora de elegir  los educadores de sus hijos.

    En cuanto a lo que he leído de la gracia divina. Pues si es cuestión de gracia, pues francamente, no sé por qué el buen Dios  no esparce más entre nosotros, toda la necesaria, como hacía el hadita campanilla sobre los niños que querían ir al país de nunca jamás.  Porque si podía campanilla, no me digan que no puede ese dios todopoderoso.

    Me refiero a los que piensan eso de la gracia. Yo me quedo con la parte del cuento de que para poder volar hace falta tener pensamientos positivos.

    Buen día.

  • Santiago

    Siguiendo vuestros comentarios sobre la separación de las “ideas” de la “persona, sin duda, no todo lo que hablamos es lo que practicamos…Podemos querer y sin embargo no llegamos a ejercer lo que hemos deseado …NO podemos ser tan radicales como para exigir la perfección de todo lo que es personal…Nuestra naturaleza se encuentra sometida a una tendencia al desorden…por eso nos cuesta tanto la virtud,..y sin la gracia, teológicamente hablando, no podemos habitualmente mantenernos en ella…Ese es el mensaje de Jesús que nos recomienda “velad y orad” para no caer en la tentación…puesto que “el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mt. 26:41)…Queremos la verdad, y sin embargo, la predicamos muchas veces, pero no siempre podemos encontrarla y practicarla según nuestro deseo….Dice el antiguo adagio que “el camino al infierno estuvo empedrado de buenas intenciones”…y sin embargo, “algo” nos desvió por otra ruta que nos alejó de lo que es bueno…de lo que es recto y correcto…de lo que debíamos hacer y evitar….

    Nuestra vida breve en la tierra nos ofrece una única oportunidad…No escogimos venir a este mundo, pero estamos aquí…no en el absurdo existencialista de Sartre…sino en la inteligibilidad suprema que vemos en el Cosmos y en la vida…Por eso ser, es mejor que no ser…puesto que podemos decidir salvarnos en el amor…Sabemos que a pesar de las tribulaciones de esta vida, existe el amor que nos salva de perecer encerrados en nosotros mismos…Tenemos el privilegio de no ser “robots”, puras máquinas sin conciencia …sino que poseemos la dignidad de seres humanos…Si, al ser libres corremos un riesgo…Sin embargo, el reto de la vida es aceptarla y hacer lo mejor de ella…La gracia es universal…es dada a todos sin excepción…Está presente en todo momento, en cada situación y en cada circunstancia de esta vida..Solamente tenemos que dar un paso…para acceder y atraparla….

    Por otro lado, la perfección absoluta en esta vida es imposible….Hablamos de grados de perfección solamente..Teresa de Ávila y Juan de la Cruz hablan del “camino” hacia de perfección que es una vía por donde transitan los que quieren estar mas cerca del amor Dios….Una vía ardua y difícil a la que llegan, sin duda, muy pocos…Idealizar a los jesuitas o a cualquier religioso o sacerdote es un grave error…El Pueblo de Dios distingue a los que destacan por la santidad de vida…amor a los pobres…desprendimiento de sus posesiones…Sin embargo, ellos mismos reconocen sus faltas y su impotencia por si solos en ese camino..Entre los clérigos como en los laicos existen grados existenciales y de virtud…Algunos notablemente nefastos…otros mediocres….medianos…mejores…y virtuosos…El consenso de mis compañeros y el mío durante mi juventud es que conocimos algunos jesuitas  que por su vida todos los considerábamos “santos”…de otros no podíamos decir exactamente los mismo…Los mandamientos se aplican a todos…aunque no todos los han de cumplir a cabalidad…De todo hay en la “viña del Señor”

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

     

  • George R Porta

     

    Con respecto a la frase «haz lo que digo, no lo que hago». Parece que sea lo que ha quedado en el refranero popular de un consejo atribuido a Séneca (Carta I a Lucilio):  «Haz pues mi querido Lucilio lo que dices que tú mismo me dices que haces: agárrate a las horas con ambas manos. Dependerás menos del día de mañana si tuvieses bien asido el de hoy.» 

     

    El refrán popular es interpretable como un reproche contra la hipocresía hasta como la afirmación de que lo verdadero o válido sigue siéndolo hasta si lo dice un mentiroso, lo cual también es cierto.

     

    En última instancia, diría yo siempre, la responsabilidad por lo que se hace o por la conducta corresponde a quien la efectúa. Por eso el objetor de conciencia ha tenido que negarse a ir a la guerra.

     

    No hay persona que sea absoluta y perfectamente congruente en su conducta con lo que diga, todos solo podemos actuar aproximadamente como decimos y la causa de ello no es la universalidad de la hipocresía, que fuera una acusación falsa. No todo el mundo es hipócrita. Pero el lenguaje es naturalmente equívoco y la conducta, interpretable o no, discernible o no, se convierte en un hecho que no se puede deshacer.

     

    De esa forma, si alguien me dice una cosa que es válida o verdadera, o cierta lo será a pesar de que quien la diga sea un hipócrita, un farsante, un mentiroso o un perjuro. Si un cura pederasta dice que la pederastia es condenable, aun cuando lo diga hipócritamente, es muy difícil no admitir que diga algo cierto. Si lo dice sinceramente arrepentido, la veracidad de su afirmación no varía y si lo dice hipócritamente para evadir la justicia, lo que dijo acerca de la punibilidad o la condenación de la pederastia sigue siendo cierto.

  • George R Porta

     
    Parte III
     
    Si existe la voluntad de mantener la relación, este descubrimiento se plantea de inmediato y ambas partes pueden apelar a su capacidad de tolerancia para sobrepasar el peligro de distanciamiento (o respeto) antes de que se convierta en inalcanzable o irreparable. Aun así, porque se trata de algo dinámico, cambiante o en movimiento, esto incompatible o no placentero que haya sido descubierto puede siempre mantener el respeto o distanciamiento, aunque sobrepase la capacidad de tolerancia de cualquiera de las partes.
     
    En la amistad, la característica relacional es la ausencia de intimidad o proximidad máxima. Claro que la amistad se puede romper, pero si ha sido auténtica no debió haber tardado la comunicación del descubrimiento de lo incompatible o intolerable y examinado entre las partes, porque precisamente la confianza exige la sinceridad quizás siempre prudente y la correspondiente dosis de honestidad, pero nunca miedosa y menos el ocultamiento que implica el riesgo de fermentar o infestarse y crecer. La equivocidad de la comunicación reclama la posibilidad de aclaraciones ad infinitum antes de que la amistad se interrumpa porque la comunicación permanece enraizada sobre todo en lo comprensible, lo razonable, lo interpretable que solo añado, si peligro de confusión, potencial de clarificación y de reformulación antes que llegar a conclusiones definitivas e irreversiblemente contradictorias.
     
    El elemento amistoso que en alguna medida puede estar en cualquier relación o en todas aquellas relaciones de buena fe, es siempre el componente menor en relación o proporción directa al grado de proximidad máxima o intimidad, porque en esa misma proporción el conocimiento recíproca o mutuo influye el conocimiento de sí e implica niveles de conocimiento emocional y o sentimental que no siempre son expresables por medio del lenguaje y por lo tanto tampoco pueden ser siempre y suficientemente formuladas en términos racionales o susceptibles de razonamiento para satisfacción de las partes en relación. 

  • George R Porta

     
    Parte II
     
    La simpatía en cualquier relación más bien parece que será una función, siempre y parcialmente, de aquello que se va descubriendo como compatible entra las partes envueltas y además de naturaleza placentera.
     
    Lo empático, más  amplio o extenso y profundo, también incluye lo incompatible o no placentero y en ese sentido abre el juego o danza relacional a ambos, al respeto y a la tolerancia, aquél como distancia prudente y ésta como sostenibilidad de la relación distante. 
     
    «Ser» me parece que denota o corresponde a una entidad cualquier en la situación terminal o final de quien ya no puede «no-ser», ya no puede cambiar o evolucionar o involucionar. Es decir, me parece que solo sea posible existir en estado de cambio, sea progreso, sea regreso y en esa situación es que lo relacional puede ser frágil y susceptible de ruptura. Me parece que la circunstancialidad de cada persona es solo excluyente, por naturaleza, y siempre solo parcialmente conocible incluso para la propia persona y no solo por medio de la introspección, sino que nadie puede conocerse exactamente del mismo modo que puedan conocerle otras personas, desde afuera desde la alteridad de cada una de ellas, y éstas nunca podrán conocerle, ni conocerse ellas mismas individualmente con absoluta completitud. Si esto no fuera por ninguna otra razón, lo fuera porque mientras alguien tenga futuro, éste necesaria e insoslayablemente implica un elemento abierto, no conocible, por llamarlo de algún modo, misterioso.
     
    En la relación terapéutica o en la relación sentimental o amorosa, a diferencia de la relación amistosa las rupturas o interrupciones vienen caracterizadas típicamente porque en aquella, en la terapéutica, la interrupción de la relación es necesaria y estratégica, de mutuo acuerdo porque es una relación contractual por muy empática que sea. Las relaciones sentimentales o amorosas o románticas, que puedan implicar o impliquen la proximidad máxima de la intimidad, no suelen interrumpirse sino para la sorpresa de por lo menos una de las partes hasta que se comunique, consciente o inconscientemente, en suficiente medida como para ser perceptible o «sentible», quizás más al uso, sensible, el descubrimiento de lo no placentero o de lo incompatible si se descubre progresivamente y no por sorpresa. 

  • George R Porta

     
    Parte I
     
    Ya sabéis que soy palabrero y comprenderé que no leáis lo que sigue porque posiblemente no tengáis tiempo para derrochar haciéndolo.
     
    Sobre el ser y el hacer, tema en el que tengo el mayor de los intereses por muchas causas, y desde el punto de mira de lo relacional, se me hace muy difícil comprender que se pueda llegar a conocer a nadie, incluyéndose uno mismo, en cuanto a quien se «sea», a menos que se atenga uno a lo que la persona hace, a la conducta que muestre o se le pueda observar y aún esta observación conserva un elemento de equivocidad de proporción variable. Matar es matar y si las motivaciones pueden ser discutibles, el hecho no y la interrupción intencional, voluntaria de la vida de otra persona puede ser apreciada de diferentes modos, pero siempre el espectro de apreciaciones tenderá a reprobar la conducta. ¿Cómo juzgar a quien haya propinado la muerte en cuanto a quien sea solo basándose en el hecho de que haya matado? Si se trata de una persona que  asesina a sueldo, la posibilidad de juzgarle y reprobarle basándose en su conducta de tal posiblemente aumenta. Si se trata de un/a asesino/a profesional como por ejemplo los agentes estatales especiales que pueden esperar que se les comisiones para asesinar a alguien a quien se considera enemigo político, tendrán que ser juzgados por lo que hacen, pero en otra categoría, siempre muy equívocamente porque habrá quien lo considere una obligación insoslayable y legítima, patriótica, etc., en un espectro de variaciones que termine en quien lo condene exactamente por las mismas razones porque pertenezca al bando de la víctima.
     
    Cuando la relación es, en la medida que se puede confiar que lo sea, una relación de buena y en buena fe, me parece que se puede avanzar en conocer cada vez más a la persona y conocerse, siempre de modo incompleto o parcial, no a quien realmente sea porque eso queda parcialmente oculto a  ambas partes la una con respecto a la otra sino cada una con respecto a sí misma. 
     

  • M. Luisa

    ¿Cómo separar la “persona” de las ideas que sostiene (esa persona) …si las ideas a la vez le sostienen a ella…añadiría yo!

    Pepe, con su experiencia me ha dado pie a  pensar sobre lo que él le designa al asunto que, como otras veces,   mostrándonos su  preocupación se mueve  en el  entorno del “ser y del tener”.

    Desde mi experiencia que guarda un cierto parecido con la suya  comparto  su decisiva valoración más por lo que las personas son que por  sus ideas,  o como dice él mismo, que por aquello en lo que afirman creer.

    Ahora bien, veamos en ese problema  no una superestructura  sino una mera relación entre la persona y sus  ideas  por lo que no cabe  hacer ahí  ninguna absolutización como  muy bien dice Oscar,  pues toda relación puede algún día acabar rompiéndose.

    Lo que a mi modo de ver se refiere Pepe y lo que le permite decir “ Así que  no te queda más remedio que empezar a descubrir a las personas más por lo que son que por aquello que afirman creer” no es otra cosa, pienso,  que aceptar  la articulación de dos niveles estructurales,  uno de configuración más honda desde el cual  nos permita considerar la persona como es ella en realidad independientemente de sus ideas. Aquí es donde cabría la posibilidad de lo con-versable.

    • oscar varela

      Gracias M.L.!
      Quede, con el tuyo, mi Comentario a lo de pepe:
      Abrazo!

  • George R Porta

     

    Te respondo Luis Alberto lo mismo si no te diriges a mí. Lo hago no solo por mí mismo sino por todo quien, por cualquier razón crea que tengas derecho o razón de exigir el máximo sin poder ofrecer evidencia de que lo des a tu vez.

     

    1. Todo el que o la que como él sea asesinado. Jesús no murió para que los asesinos se fueran impunes tras de cometer su crimen.

     

    2. Tiene derecho a acusar a quien comete aborto en nombre del aborto todo el que se escandalice de que se le quite la existencia a quien no tiene voz y medios para defenderse o a quien teniéndolas se le escamotee la oportunidad de utilizarla y reclamar justicia.

     

    3. No sé otros/as, pero yo no soy hipócrita y no quiero imitar a ningún Galileo, Quiero seguirle lo más de cerca que pueda, pero sé que no le podré imitar, aunque quizás otros puedan. Eso es cosa de éstos, de quienes puedan o se lo crean. Yo solo puedo intentarlo con toda mi capacidad, pero con todas mis limitaciones, y lo hago.

     

    4. No. el dinero que yo me gano ―cuanto el que me dejo de ganar cuando no cobro por mis servicios― yo no lo he manchado de sangre de nadie hasta donde lo sé.

     

    Este tipo de manipulaciones ideológicas no me coaccionan, ni me confunden Sé que nadie tiene el derecho de tirar la primera piedra, tú tampoco cuando exiges que otros se abstenga de tirarla si lo quiere hacer y le lanzas tu acusación de hipocresía si lo hace. La justicia humana es válida y es buena si se ejerce equitativamente y no puede evitar ser retributiva porque no puede ser escatológica, tiene que ser aquí y ahora y aunque falle en erradicar la injusticia es lo más cercano a lo justo que ha podido hacer la humanidad.

     

    Sé que este país en el que resido tiene una extensa historia sangrienta, pero no lo niego y asumo la parte que me toca, aunque con un cierto sabor de injusticia porque yo desapruebo su violencia, doméstica o internacional y no está en mis manos evitarla.

     

    El dinero que me gano trabajando, me lo gano con el sudor de mi frente y a mucha honra, porque mi sudor, mi esfuerzo sirve para lavarlo un poco de la sangre que pueda ensuciarlo, lo mismo si no lo logro.

     

    Eso sí, ni tú, ni nadie, Luis Alberto, tiene derecho, tampoco yo, a confundir generalizando o a sospechar de nada ni de nadie y menos de aquél o aquella de quien no se le conoce solo porque denuncia el crimen y exige justicia, aunque tarde en perdonar. A lo que sí tienes derecho es a acusarte tú mismo de tus debilidades y de tus vergüenzas, que, si no te crees Dios en la Tierra, algunas tendrás. En cuanto a las mías, ya me preocupo yo de que no se me olviden y me da igual que no lo creas. No eres quien para juzgar a nadie y menos para tratar de confundirle infundiéndole el miedo a ser hipócrita. Debiera bastarte con no serlo tú y acusar a quienes puedas probar que lo sean. No acuses a nadie en vano. Limítate a denunciar el crimen y a demandar justicia cuando te conste que se haya cometido.

     

    No tengo obligación de perdonar a nadie. Si lo hago lo hago porque quiero, voluntariamente, seguir el consejo del Galileo y porque todavía me queda algún poco de confianza en que las narraciones evangélicas sean auténticas, a pesar de lo traicioneros y falaces que han sido, repito, han sido, quienes, a lo largo de veinte siglos y más, se han venido auto-atribuyendo la autoridad magisterial para predicar en exclusiva el evangelio que se le atribuye a Jesús.

     

    No me atemorizan tus preguntas y encubiertas sospechas generales porque, no sé tú, pero yo bien sé que no soy suficientemente bueno, aunque me esfuerzo en serlo y no tengo pretensiones de grandiosidad ni siquiera como ser humano ni se me ocurre erigirme en juez de nadie, si bien exijo justicia por las ofensas que se me inflijan o se inflijan a otros y me conste.

     

    Tengo la convicción de que, sin ser suficientemente bueno, tengo derecho a denunciar el crimen, contra otra persona o contra mí y a condenarlo, como tengo derecho a condenar mi propia conducta cuando es reprobable en cualquier medida y también tengo la obligación de arrepentirme y enmendarla, aunque sepa que haya podido causar daños, intencionalmente o no, que ya no podré enmendar completamente.

     

    Tampoco exijo el perdón por mis ofensas, pero me confío a él como se pueden confiar mis ofensores al mío: Yo les perdonaría no por obligación u obediencia sino por mi propia liberación, por librarme del rencor y el dolor que me hayan causado sus ofensas, aunque se me vaya la existencia en lograrlo y no lo logre completamente. Lo que no cesaré de hacer es intentar perdonarlo todo, lo logre o no.

     

    Quizás querrás leer el pequeño folleto de Jorge Mario Bergoglio titulado «Sobre La Acusación de Sí Mismo» (https://www.ebookscatolicos.com/sobre-la-acusacion-de-si-mismo/) o quizás no, me da igual, pero ahí está a tu alcance y escrito por alguien que también dice que trata de seguir de cerca al Galileo, lo mismo si lo hace como si no, lo mismo si a tus ojos sea otro hipócrita o no. En fin, de cuentas, aunque todos seamos pecadores eso no impide que conozcamos y digamos lo que sea justo decir. Eso no es la hipocresía. Hipócrita es quien sabe qué es lo justo e intencionalmente lo infringe y si lo dice lo dice para especular engañando. Dicho sea de paso, que alguien diga «haz lo que yo digo, no lo que yo hago», no le quita veracidad a aquello que diga si es cierto que dice lo verdadero.

    • Gracias por tu pronta respuesta. Yo también te recomendaría leer un librito cuyo titulo es: ¿Por que juzgas y matas a tu hermano?’
      Su autor es: Elias Voulgarakis. Por supuesto, en la libertad.
      Saludos

      • George R Porta

        No gracias, no leeré el libro que me recomiendas.

        Seguramente soy capaz de matar como cualquiera aunque no lo he hecho. También soy capaz de juzgar, pero no lo hago. No tienes por qué creerlo aunque realmente me diera igual si no lo crees. Yo lo sé y lo siento.

        Si existe la divinidad, que no lo sé aunque deseo que exista, me puedo presentar ahora mismo ante ella confiadamente. Si fuese cierto que la divinidad de los hebreos y del cristianismo católico creó todo imagino, que si es honesta, tendrá que reconocer que se equivocó en algunas cosas y quien yerra no debe juzgar:
        1. Me dió la libertad que es un estorbo;
        2. Me creó vulnerable al mal, que es un peligro constante con el que malamente puedo contender porque no puedo sobrevivir sin constantemente aprender por la experiencia;
        3. Me hizo capaz de errar por mucho porque me creó ignorante y solo puedo aprender de mis errores y de los de los demás.

        En suma, bien que pudo haber puesto más atención a lo que hacia porque al final, lo que creó es capaz de causar mucho mal.

  • Alberto Revuelta

    Ha muerto ayer a los 93 años, Nuon Chea, mano derecha de Pol Pot, controlador decla lineavpolitica del partido comunistas de Kampuchea desde 1960. Entre1975 y1979 produjeron dos millones devmuertos entre las minoriasvietnamita y musulmana chao de Camboya. Sin Dios, sin religiones, sin clero  mataron dos millones de personas en cuatro años. No todo, me parece a mi, es tan clara y reductoramente explicable desde la antropología y la historia humana. No hace falta Dios alguno para cometer un genocidio así. Pero quizá si para no matarlos.

    • George R Porta

      Estimado Alberto, las cruzadas fueron carnicerías en las que la religión tuvo mucho que ver de ambas partes y los genocidios culturales como resultado del proselitismo y las misiones igual, del lado cristiano, porque los musulmanes misionan de otro modo aunque lo hacen. Los chinos antiguos también combatieron la llegada de quienes traían ideas diferentes, pero es cuestionable si hay derecho a que la religión sirva al imperialismo de la época. En lo que sí estoy de acuerdo es que se tiene en cuenta al Galileo que llamamos Jesús de Nazareth, se le tiene en cuenta seriamente, el genocidio no puede ser posible. Pena que la corrupción haya logrado hasta burlar esa idea porque el ocultamiento masivo de maltrato perpetrado por los clérigos de cualquier estado sujeto a votos y con tanta Resistencia a admitir la verdad prueba que cuando parece que al galileo se le toma en serio, no necesariamente haya que creerlo.
      Queda el maltrato de tanto empresario ys sus empresas que se confiesan cristianos católicos o no, contribuyen con ingentes sumas de dinero al sostenimiento de la institución jerárquico y violan impunemente con la complicidad de sus agentes políticos, no solo las medidas de protección del medio ambiente, sino las más mínimas medidas de protección y respeto humano de sus empleados y trabajadores.
      seguir separando a los curas y congeners de la noción mucho más amplia de Iglesia y excluir a los seglares de la misma es un crimen de lesa eclesialidad. ¿O quizás yerro?

    • carmen

      Quizás.
      O no. Vaya usted a saber.
      Quizás solamente sea necesario progresar en nuestra humanidad. A nivel de especie digo. Claro que siempre caigo en una positividad infantil, dicen algunas personas.

      Pero a lo mejor se equivocan. No sé.

  • oscar varela

    Está bien José Ignacio, se entiende eso;
    pero no repitamos; pensemos un poquito.
    ¿Cómo separar la “persona” de las “ideas” que sostiene (esa persona)?

    ¿No es preferible NO ABSOLUTIZAR NADA?
    ¿Que TODO sea con-versable?

    • pepe blanco

      “¿Cómo separar la “persona” de las “ideas” que sostiene (esa persona)?”

      Interesante pregunta que plantea Óscar Varela. Personalmente, veo la respuesta clara, aunque no es fácil contarla con palabras. A lo mejor la respuesta tiene algo de mística (je,je). Cuando de repente de joven un día descubres que no tienes nada, absolutamente nada que ver con la mayor parte de tu familia ni con el ambiente en que vives, vas aprendiendo casi instintivamente a separar las personas de las ideas que sostienen. No hacerlo, te obligaría a mandarlos a todos a freir espárragos. Y eso, cuando uno es joven y económicamente dependiente de su familia, no es fácil. Así que no te queda más remedio que empezar a descubrir a las personas más por lo que son que por aquello en lo que afirman creer, que no deja de ser algo así como una superestructura mucho más superficial de lo que suele aparentar ser.

      Un ejemplo muy cercano a mí. Mi padre es una persona muy conservadora (moral, religiosa, social y políticamente), a la antigua usanza, quiero decir que probablemente no tiene ni idea de lo que es el neoliberalismo, pero su mentalidad caciquil que no se la toque nadie. Además, tiene un carácter muy fuerte y una conviviencia cotidiana difícil. Pues bien, 30 años después de haberse jubilado, la gente de la comarca donde ejerció como médico rural durante 40 años, se sigue refiriendo a él como “el médico de los pobres”, porque, además de ser un muy buen profesional de la medicina de familia, no solo no le cobraba a muchísima gente (a la que tenía derecho a cobrarles) sino que a muchas personas les dejaba dinero debajo de la alnohada para que se pudiesen comprar las medicinas. No tengo noticia de que haya votado nunca a Vox (aunque tampoco me extrañaría que lo haya hecho o lo haga en el futuro). Pero al PP, sin ninguna duda…

      ¿Ves, Óscar, por dónde voy?

      • Carmen

        Bueno. Hay una frase por ahí que dice: haz lo que digo, no lo que hago.
        Personalmente nunca me he fiado demasiado de lo que alguien dice que hay que hacer. Las teorías , teorías son. Me gustaría más la frase: fíjate en lo que hago y no hagas demasiado caso a lo que digo.
        Por supuesto me refiero a las personas de a pie, no a grandes pensadores. Bueno, si conoces la biografía de algunos de los grandes es posible que entiendas mejor lo que dice y el porqué lo dice.
        Estamos rodeados de personas que hablan estupendamente y luego te dejan muerta con su actuación ante determinadas situaciones. Pero muerta.
        No sé quién dijo: por sus obras los conoceréis. Me gusta esa frase.

      • oscar varela

        Juan Domingo Perón lo dijo mejor:
        -“MEJOR QUE DECIR ES HACER y
        MEJOR QUE PROMETER ES REALIZAR”-
        ¿qué te parece cholito?

  • oscar varela

    Hola!
    Copio Comentario al Post hecho por un asiduo (y extremado) comentarista en piensaChile
     
    – “Te felicito Olga, por tan inteligente y acertada descripción de este tema.
     
    Este es mi comentario:
    No existe en este mundo cosa tan absurda y aberrante como creer en Dios.
    Esta creencia ha permitido siempre a los manipuladores de las religiones, cometer toda clase de crímenes haciendo aparecer a sus víctimas como culpables de algo inventado por ellos.

    Esta creencia sigue frenando cualquier avance de la inteligencia humana en algún sentido positivo para la humanidad y para el planeta Tierra.

    Esta creencia solo sirve para fortalecer el poder que tienen todos los criminales corruptos y canallas de todo el mundo.

    De no ser así, los delincuentes que tienen el poder, ya habrían prohibido toda clase de religiones.”-

    • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

      Gracias Oscar: Comparto ese planteamiento que cada día se hace más real.

      Solo hay que mirar, quienes mantienen en pie las esclavitudes del presente, tan horribles como las del pasado.
      pili

    • José Ignacio Calleja

      Una vez más, “las personas son absolutamente respetables, sus ideas absolutamente discutibles”. La cuestión es cómo están razonadas, matizadas y concluidas. Pues eso. Lo demás son pareceres, impresiones y convicciones generales. Paz y bien.

  • George R Porta

     
    ¿Quién tiene derecho a acusar y a juzgar y a pedir que se condene? ¡La víctima lo tiene!
     
    ¿Hay derecho a acusar, juzgar y condenar a Poblete esté muerto o no? ¡Sí, sus víctimas lo tienen!
     
    ¡Puede justificarse solo porque no estén el asesinato del Galileo? ¿Debe pasar inadvertido o debe dejar de hablarse de él solo porque 20 siglos han pasado desde entonces? ¡NO!
     
    ¡Debe culparse a una «raza» entera por el asesinato del Galileo que algunos de los suyos, sean los judíos sean los romanos efectuaron? ¡NO! Pero eso no impide condenar el asesinato del Galileo y a quienes lo ejecutaron, sean quienes hayan sido, desde luego asumiendo que las narraciones evangélicas no mientan.
     
    ¿Es soberbia acusar a los maltratadores vivos o muertos? ¡No! es un problema de justicia. Claro que puede haber atenuantes en todos los casos, claro que la debilidad humana es real y que no hay nadie perfecto o sin alguna forma de vulnerabilidad, pero quien asume la responsabilidad de ser consejero/a, confesor, agente de sanación en cualquier forma lo hace voluntariamente y después de recibir un entrenamiento para cumplir el principio ético atribuido a Hipócrates de primero que todo no causar daño cuando se intente curar y quien se dedica estas profesiones sabe de antemano que se va vincular con quienes sufren en la situación de dependencia o de vulnerabilidad que tengan con respecto a su propia culpabilidad y su propia vergüenzas y tiene la obligación inexcusable de vigilarse y vigilar sus propias emociones. Y claro que pueden fallar en vigilar sus emociones, sentimientos y conductas consecuentes, pero todo tiene un comienzo y el mero atractivo inicial es señal suficiente para solicitar la interrupción de la relación que sea o de acudir al superior o al supervisor clínico para pedir consejo y revisar lo que siente.
     
    ¿Ha sido la Iglesia una institución humana siempre, con sus porquerías y vulnerabilidades? Pues claro, el problema es lo que han tardado sus jerarcas en reconocerlo y arrepentirse y la facilidad con la que se han sentido justificados al juzgar y condenar, a veces de manera atroz a quien peca, aunque si se trata de los suyos no hayan tardado en encubrirlos y hasta en culpar a la víctima de aprovechar la debilidad del ministro que sea.
     
    Todavía quedan, no solo los jerarcas o el clero y los religiosos maltratadores. También quedan los laicos católicos que siguen administrando sus empresas cometiendo injusticias con los/as trabajadores o destruyendo el medio ambiente participando de un sistema de mercado que les hace ricos y poderosos para comprar a sus compinches políticos y, demasiado a menudo, defienden su conducta con la ya manida excusa de que el obrero o a la obrera tienen que agradecer el empleo en nombre de los riesgos implícitos en la inversión de capital. La injusticia social por parte de los seglares católicos es otra forma extendido de maltrato que es condenable, lo mismo si se juzga en retrospectiva, aunque se trata de un crimen que sigue pasando impune porque los políticos crean leyes y normas precisamente más para proteger el sistema explotador e injusto en el que el trabajo es una mercancía y el trabajador es por lo tanto un producto a comprar con la misma perspectiva moral de quien compraba esclavos hace siglos o sigue tratando con mujeres o con menores en la industria del turismo sexual.
     
    Ser religioso o cura no disminuye, sino que aumenta la responsabilidad ética de la cual una parte muy importante es saberse preparado adecuadamente para evitar traicionar los propósitos loables que mueven a asumir esas responsabilidades. Y cuando alguien en estas profesiones descubre su vulnerabilidad en un caso no puede ser después de enamorarse. La prudencia es obligatoria y ello implica estar al tanto con la suficiente asiduidad no solo de lo que pida la persona a la que se quiere ayudar sino de lo que siente por ella quien la quiera ayudar. Es una obligación ética.
     
    Me da lo mismo que Poblete no se pueda defender. Yo soy sobreviviente de maltrato a la edad de poco más de ocho años or parte de un maestro seglar en el colegio de curas donde estudié. Nunca le olvidaré a este maltratador como nunca olvidaré al sacerdote que me protegió e hizo, en aquella época, no ahora, que le expulsaran del colegio porque me vio salir de un aula con los pantalones orinados del miedo que acababa de sentir por el acoso. Y simplemente no me da la gana de olvidar lo que aprendí entonces, que se puede confiar en la bondad pero que la apariencia de bondad puede encubrir el peligro. Me da lo mismo si alguien me acusa vanamente de soberbia. Sí, puede que sea cierto, siento la soberbia que respira por las heridas que llevé por mucho tiempo y no estoy seguro de que se hayan cerrado completamente porque tampoco quiero que se cierren, quiero que sigan abiertas para que nunca se me olvide ser solidario de las víctimas, siempre, incondicionalmente.
     
    Que no lo quiera olvidar ha sido crucial para dedicarme a la psicoterapia. Si uno quiere aprender tiene que recordar. ¿Odio a aquel maltratador por haberme maltratado? Quiero pensar que no, pero no puedo ignorar como víctima o sobreviviente de su abuso, el dolor que todavía respiran mis heridas por su recuerdo. Y si eso es odio, que no lo sé conclusivamente, lo castigará Dios, pues no hay mucho que pueda hacer sobre todo si resulta que en efecto hay juicio y Dios absuelve a mi maltratador y me condena a mí.
     
    No hay nada más peligroso que confundir las responsabilidades y la gente vulnerable se acerca a pedir ayuda porque cree en la fama que tienen quienes se dedicando a ayudar, cobrando o no, de ser un Puerto seguro donde calar para encontrar apoyo y soluciones. De ese prestigio disfrutamos quienes nos dedicamos a tratar de ayudar y, por lo tanto, parafraseando a Vicente de Paul, tenemos que agradecer a quienes sufren la oportunidad de ayudar y si cobramos, estamos obligados a ser prudentes en el precio que imponemos a nuestros/as pacientes y, con toda certeza ética, ese precio no puede incluir el encubrimiento de nuestras debilidades.
     
    Antes de romper un voto público o un compromiso profesional, siempre es posible poner distancia para no cometer perjurio. Poblete lo cometió tenga los atenuantes que tenga como lo cometió Juan Pablo II encubriendo, consciente o inconscientemente a Marcial Masiel, a Marcinkus y el montón de delincuentes, algunos de ellos aún vivos como Sodano que fue cómplice de Pinochet y de Kissinger. Da lo mismo que haya sido viejo y enfermo y que quienes le rodeaban no le hayan obligado a renunciar cuando ya no era capaz de gobernar la Iglesia adecuadamente. Si Ratzinger renunció y Juan Pablo II como afirmó su secretario Dziwisz tenía preparada una carta de renuncia, debieron haberle obligado a renunciar. Ahora muchos cardenales y obispos y curas y seglares no se sienten obligados a encubrir a Francisco en sus posibles errores y bien que le acusan públicamente. Se sobraron los curas a todo nivel jerárquicos y seglares, agrupados o no, que sabotearon con éxito el proceso de canonización de Oscar Romero, incluido Juan Pablo II y Ratzinger.
     
    La Historia es un arma de hacer justicia y quien mire a la Historia puede juzgar en retrospectiva, porque lo contrario lleva al error horrible y manipulador de que siempre haya habido crimen para negar el progreso moral que ha logrado la raza humana, no importa las limitaciones que confronte en el presente. Es una obligación ética reconocer el pecado institucional del pasado, se trata de crimen eclesiásticos, se trata de crimen económico, social o político. El linchamiento de los negros que la KKK y la John Birch cometieron es profunda y radicalmente condenable como lo es el asesinato de millones que los nazis y los fascistas y los comunistas soviéticos, y los conquistadores europeos y las corporaciones dedicadas a la extracción y comercio de brillantes de África llevan a cabo. Boko Haram es y siempre ha sido una organización que secuestra menores, sobre todo varones para convertirlos en asesinos, no menos culpable que el militarismo estadounidense que prepara con la excusa de la seguridad nacional movidas tan extraordinariamente injustas como las que hicieron Bush y Cheney al inventarse y aplicar la doctrina de la guerra preventiva para invadir a Irak. No tiene perdón los crímenes de Pinochet o de la Juntas de Argentina, ni lo tiene la doctrina jurisprudente que permitió los juicios sumarísimos al comienzo del gobierno castrista en Cuba sin haber garantizado una defensa adecuada a los criminales, menos aun cuando los fusilaba sin oportunidad de apelación y les extraía la sangre antes de fusilarlos con la excusa de la escasez de sangre que había en los hospitales en el momento, fuera esta cierta o no.
     
    La injusticia es injusticia y es justo juzgarla y condenarla aún en retrospectiva y si los criminales no se pueden defender por estar muertos. De otro modo ¿qué clase de farsa ha sido la de los papas que desde Juan XXIII, al menos en estos tiempos, han pedido perdón por los crímenes de la jerarquía católica y de la Iglesia toda? Si ellos se sintieron culpables, representativamente, es precisamente porque es válido el juicio de las víctimas silenciosas que los acusaban y acusaban a aquello que ellos creían representar, aunque habían pasado cinco siglos de algunos de los crímenes por los que pidieron perdón. 
     
    Ya podrán aducir lo que quieran los que se crean tan soberbios que pueden juzgar a las víctimas y exigirles Clemencia y hasta utilizar esa maniobra para defender o proteger el prestigio de la institución a la que pertenecían los maltratadores que sean, incluido Poblete. Pero yo defiendo el derecho de la víctima a reprochar y acusar cuando se sienta capaz de hacerlo lo mismo si es veinte o treinta años después y está muerto o están muertos sus maltratadores y no excluyo las víctimas que han sufrido el PTSD o el Síndrome de Estocolmo. Algunos crímenes, aquellos de lesa humanidad, no prescriben nunca y nunca deben prescribir. Y si por decir o pensar esto me toca el infierno pues no me detiene el riesgo porque tampoco respeto a una divinidad que sea capaz de castigar a la víctima solo porque reclame justicia, aunque se tarde en hacerlo. Quien maltrata, pues eso, maltrata y ese crimen con todos sus agravantes es más punible que el rencor que el maltrato que causó en la víctima represente cuando ésta acusa o reclama justicia.
     

    • ana rodrigo

      George, completamente de acuerdo con lo que dices y con la forma tan contundente con que lo expresas. Nada que añadir por mi parte. Quizá recalcar que el pedir perdón no le quita el dolor a la víctima si no va acompañado de la condena del hecho y de los malhechores, vivos o muertos.

    • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

      Gracias George por tu claridad y rotundidad, en la denuncia de las injusticias vengan de donde vengan.

      Me has enseñado una cosa muy importante y que de ahora en adelante ya no se me olvidará. ¡Gracias de corazón por ello!

      Acompaño tu dolor y estoy segurísima, que no hay ningún infierno ha donde puedas ir, ni ningún dios, que sea capaz de hacer un dislate semejante.

      Agradezco cuanto me has enseñado, y con más fuerza… si eso fuera posible … estarás en mi pensamiento y corazón agradecido, por haber pasado por mi vida, aunque el tiempo fue muy limitado, y a la vez, muy valioso.
      Un abrazo entrañable.
      pili

    • Asun Poudereux

      Muchas gracias, George. Con serenidad, experiencia y firmeza, no hay duda, las personas son lo primero a atender, los privilegios quedan descartados. Y cuanto más claro y transparente más rápida y ágil es la justicia.

      La soberbia, venga de donde venga, no tiene lugar.

      Un abrazo amistoso.

    • Entonces, a Jesús lo han golpeado, le han escupido, lo han abofeteado, le han dicho borracho, le han abierto su costado y al final lo han matado. ¿Quien tiene derecho a acusar y a juzgar y a pedir que se condene?
      Cuando un niño ha sido abortado y con ayuda de los médicos, ¿quien tiene derecho a acusar y a juzgar y a pedir que se condene?
      ¿De que cristianismo estamos hablando? ¿Qué Galileo queremos imitar? No será que todos somos hipócritas.
      ¿Acaso el dinero que TODOS recibimos no esta manchado con sangre?
      Saludos

    • Carlos Marx decía que “lo económico engendra el espíritu”. Si tiene dinero, te sientes bien, y si no lo tienes, te sientes mal. Y los Padres de la Iglesia decían que el “dinero es la mierda del Demonio”.
      Para ciertas víctimas, el perdón se traduce en dólares o en euros. Es por eso que no basta el perdón, sino la INDEMINIZACION. En otras palabras, que la Iglesia indemnice a todas las víctimas. O sea, “en rio “revuelto ganancia de pescadores”.
      Sin embargo, cuando partamos al “dormitorio” TODOS rendiremos cuentas al Señor. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho, dice el Galileo.
      Saludos

    • George, yo no sé si tu respiras justicia o venganza. Sólo el Galileo lo sabe, pero no se puede caminar en la vida con una piedra en el zapato.
      Nadie justifica los crímenes, ni los delitos de cualquier persona. A San Esteban lo lapidaron, y sin embargo llego a “justificar” su muerte: “Padre perdónales porque no saben lo que hacen”. Yo creo que más que saber mucho de toda la sabiduría humana, es tener paz con uno mismo. Y para eso vino el Galileo.
      En una catequesis sobre el amor a los enemigos, se levantó un muchacho y me dijo: ¿Cómo puedo perdonar al terrorista que ha matado a mis padres ( en la época del terrorismo en el Perú) yo le dije: Tú no lo harás, OTRO lo hará por ti.
      Saludos amigo.

      • carmen

        Otro?
        No será mi Jesús imaginario…

      • George R Porta

        Luis Alberto, ahora con más razón debes leer el librito que me recomendaste y que no me interesa. La sola sospecha de si respiro justicia o venganza, porque no preguntas qué respiro sino que ya adelantaste una posible conclusion, constituye un juicio y si como dices sigues en lugar de solo acompañar al Galileo, debieras de abstenerte de juzgar a nadie y, desde luego, a mí. No te corresponde saber que cargo en mi corazón y desde luego no tienes que tratar de ayudarme. ya sé yo buscar la ayuda que necesite. Es siempre mejor que cada uno revise su propio interior y se abstenga de juzgar el interior de otros. No me conoces ni me conocerás y en consecuencia no sabras cómo actúo porque además carece de importancia quien soy o qué hago. En fin. Con esta nota cierro mis participaciones en Atrio por un tiempo. Os deseo a todos, incluyéndote, Luis A., lo mejor.

  • oscar varela

    Hola!

    Tal vez sea en este Post

    el lugar de decir lo siguiente:

    1- que se vistan como cualquier paisano

    2- que vayan a laburar

    3- que vivan de su trabajo

    ¿es mucho pedir?

    • oscar varela

      ¡Ah!
      ¿Que no tienen NADA SERIO que decir ni hacer?
      ¡Bueno!,
      ¡Entonces, con más razón!

    • M* Pilar García Martínez de Aguirre

      Apoyo totalmente está ” moción” eso sería lo más justo…y necesario.
      pili

    • George R Porta

      Gracias. Este ha sido mi planteamiento, aunque siempre mucho más palabrero, de por qué tiene futuro la idea ya sesentona del «cura obrero» aunque necesite su puesta al día para mejor servir a quien se presente o lo requiera.
      Si alguien quiere ayudar a transformar este Mundo tan variopinto y diverso, ha de hacer como aquello que se atribuye al Galileo haber hecho, meterse en él, vivir desde dentro de él y, más que alguna otra cosa, acompañar solidariamente a quienes encuentre a su paso, porque quizás entre estos/as co-caminantes vuelva a encontrar al Galileo y pueda aprender un par de cosas que en las sacristías no se aprenden..

  • A todo esto, no podemos confundir la parte con el todo, aunque la parte forma parte del todo. No podría afirmar que TODOS los hombres son malos, o que todas las mujeres son malas.
    A pesar de todo lo que se escriba a través de los Medios de Comunicación, la Iglesia no está pasando su peor momento. En toda la Historia de la Iglesia, ella ha salido a flote hasta la actualidad. ¡Gran misterio!
    No nos dejemos llevar por la soberbia de creer que el mar puede caber en un vaso de agua. Existe el peligro de creernos mejores que los otros, o que nosotros somos los “buenos” y algunos curas pedófilos o sexuales,  los malos. Porque ellos no son como yo soy.
    Que una desmesurada confianza en nosotros mismos y en nuestra capacidad de discernir el bien del mal, no nos lleve a convertirnos en el “justo juez” del débil que ha pecado. A esto nos alerta San Pablo: “Así, pues, el que crea estar en pie, mire no caiga”.
    No somos perfectos, ni dueños de la verdad, ni mucho menos su garante, sólo somos peregrinos (dentro de poco muchos de nosotros ya no estaremos escribiendo) que estamos de paso en este valle de lágrimas.
    El trigo y la cizaña van juntos, lo dice el Maestro ¿Existe alguien que pueda separar esto? Nadie es trigo sólo, sin embargo, existe el deseo de serlo.
    Tampoco es fácil estar equilibrado para realizar bien el ministerio del sacerdote. Y esto lo pueden comprobar aquellos que abandonaron su ministerio por “amor”. Por supuesto que están en todo su derecho de hacerlo. Yo creo que más que “debilidades” se trata de posturas ideológicas (cuya madre del cordero fue el doctor Martin Lutero al sacar a Catalina del convento) ante el patriarcado del Magisterio.
    El tema del mencionado fallecido (que no puede defenderse) p. Renato Poblete, no solo es patrimonio del clero, les sucede a todos los mortales. Pero como se trata de un “sacerdote jesuita” tiene más acogida por la prensa sensacionalista. La gente se horroriza y se escandaliza. Lástima que no se pueda defender, porque ya “no existe” (Mateo 2,18).
    Todos necesitamos apoyarnos unos a otros, no condenarlos ni mucho hacer leña del árbol caído. Hoy más que nunca están vigentes las palabras de Santiago: “tú, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?”
    Que el señor nos coja confesados.
    Saludos desde el Perú.

  • oscar varela

    EL PODER SOCIAL
    (OCT3)
     
    Un hombre de negocios crea una industria; el ingenioso producto de ella encuentra compradores, y el industrial se enriquece.
    El pintor que pinta un buen cuadro suscita en los aficionados al arte simpatía y admiración.
    El escritor que logra dotar a su prosa de amenidad, evidencia, sutileza, atrae para ella un círculo de lectores que, agradecidos, le dedican su estimación.
     
    En estos tres casos vemos la acción de un hombre —industria, cuadro, obra literaria— produciendo ciertos efectos en su contorno social. Si a la capacidad de producir efectos llamamos poder, diremos que estos tres hombres poseen determinado poder. Hasta aquí nada reclama atención especial. Es natural que una acción produzca resultados proporcionados.
     
    Pero si comparamos dos escritores, uno de ellos de actitud independiente, el otro ligado a una inspiración partidista, notamos que el mismo esfuerzo realizado por ambos trae consigo resultados diferentes. A la estimación congruente que a la obra de uno y otro corresponde se agrega en el caso del escritor partidista una resonancia y eficiencia que falta a la del otro.
     
    El partido toma la obra de su escritor y, propagándola, comentándola, enalteciéndola, aumenta enormemente sus efectos sociales; por tanto, su poder. El escritor añade a su eficiencia propia y natural otra que no viene de su esfuerzo, sino de la energía organizada que en el partido reside. Esto nos obliga a distinguir entre el poder propio de una acción— y, reflejamente, de la persona que la ejecuta—y el poder añadido que el grupo le proporciona.
     
    Este poder que el grupo añade al poder propio de la persona es una reacción utilitaria motivada por los intereses del grupo. Por lo mismo, es un poder también limitado, circunscrito al grupo y al radio de sus interesados. A veces, el favor y aumento que ofrece a la persona resta a ésta poder propio. En el caso del escritor, esto es evidente: cuanto más sirva a un partido, menos autoridad propia poseerá fuera de él.
     
    Pero no sólo el grupo, el círculo particular de la sociedad, añade poder a la persona. Hay casos en los cuales el poder añadido procede de la sociedad entera. Entonces es ilimitado y automático. Dondequiera que la persona favorecida aparezca, se producirán efectos sociales. Cada gesto, cada palabra, logrará sorprendente resonancia. Su nombre frecuentará las columnas de los periódicos, no como firma, sino como tema. No podrá viajar sin que se anuncie su desplazamiento. No abrirá su boca sin que se reproduzcan y comenten sus frases. En las reuniones privadas, su entrada modificará el tono atmosférico: la conversación, automáticamente, se pondrá a su nivel, convergirá hacia sus asuntos titulares, etc., etc. Donde no esté en cuerpo, se contará, no obstante, con él; de suerte que estará presente en cien lugares donde de hecho no está.
     
    Si se suman estos lugares de virtual presencia se obtendrá el volumen social que desplaza y se advertirá con sorpresa la desproporción entre su poder propio y el que le llega gratuitamente de la atención colectiva. A todo este conjunto de síntomas llamo «poder social».

  • Olga Larrazabal Saitua

    Hola a todos:

    El caso de este personaje es bastante sórdido y casi de telenovela. No es que el se haya enamorado de alguien y hubiera sostenido una relación afectiva.  Era de esos que  tratan de manosear detrás de las puertas por sorpresa, y hay como 22 acusaciones de esa naturaleza.  Además existen acusaciones muy sórdidas de relaciones de abuso incluso con una teóloga, que es la principal denunciante.

    Tambié han salido a luz sus redes políticas y como informante de la Embajada de USA y opositor activo de la Teología de la Liberación, esa persecusión que encabezó Rockefeller en Latinoamérica.

    Por otro lado fue un gran gestor del Hogar de Cristo, institución de socorro para los abandonados en las calles y los niños que viven debajo de los puentes.

    No quiero mencionar nombre ni apellido, porque conozco a familiares y están muertps de vergüenza.

    La complejidad del alma humana y como en una misma persona anida el bien y el mal, es un misterio para todos los humanos.

     

  • carmen

    Con todos mis respetos a todos los que saben más que mi persona, que son casi todos los que escriben aquí, porque hay mucho nivel.

    El Amor nunca se sabe por dónde va a salir. No hay que confundir, creo, me parece, el amor de verdad con una relación de dominio debido al tu posición de poder.

    Conozco a personas que sencillamente se han enamorado. Porque el amor no hay quien lo entienda y mucho menos quien lo pueda explicar. Ahí está el flechazo.Por otra parte eso de decir a una persona, tienes prohibido enamorarte porque eres y vas a ser célibe toda tu vida. O sea. Me troncho. Ojalá pudieran controlar, pero no pueden. Atención, las otras personas tampoco. Quiero decir que hay personas que se enamoran de sus profesores , vamos, eso es así. O de sus mentores o como le quieran llamar. Siempre es una falacia, una ilusión? No me atrevería a afirmarlo.

    Habría que abordar la situación y tratar de buscar una solución. Por ejemplo: si nos queremos pues adelante. Y si tengo que renunciar a cosas, ni me lo pienso porque la vida para mí sin ti no tendría sentido.

    O: mira, esto no va a prosperar porque sencillamente no te quiero como tú quieres que te quiera.

    O. Esto no tiene futuro porque prefiero mi celibato hasta la muerte. Es decir, traducido a lenguaje ordinario: te quiero, pero no lo suficiente.

    Lo que no es sano es dejar a la otra persona en un limbo de indecisión. En no saber a qué atenerse.

    No me vale eso de que una mujer persiga a un célibe y pobrecico. Pues que el célibe coja el toro por los cuernos y digas: mira, no: te equivocas conmigo. Pero que lo diga. Que no juegue al si, pero no. No le quiero hacer daño y es una pesada. No querido, no, Eso es una cobardía. Habla claro.

     

    Y luego está el abuso. Esa es otra historia. Nada que ver con el amor.

    Eso creo. No sé.

  • Carmen

    Película : Casablanca.

    Este local queda clausurado, dice el inspector jefe de la policía.

    Por qué? Pregunta Rick

    Me han dicho que en este local se juega, contesta el inspector.

    Escena mágica donde las haya. Película absolutamente mágica.

    Pues si, en los locales de la iglesia se juega.

     

     

  • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

    Quiero aclarar que para mí; los curas, religiosos/as:

    ¡No los veo “especiales” por que se sientan “consagrados” y además de lo crean hasta decir basta.

    pili

    • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

      Eso de ninguna manera, disminuye la tremenda barbaridad de ser un abusador.

      Sea cura o no; pero los curas con una mayor crueldad, basada en que se sienten “especiales” y con poder para todo cuanto se les pueda apetecer.
      mª pilar

  • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

    Extraordinario art. querida Olga.

    Me surge una pregunta, al haber conocido algún caso totalmente distinto; donde la mujer, buscaba insistentemente otra relación con uno de sus miembros.

    ¿Siempre la mujer es víctima?

    Un abrazo entrañable.

    pili

    • George R Porta

      ¡Hola Pili! Te pido a ti y a Olga permiso para terciar.
      No importa que alguna mujer u varones mostrara su interés por intimar con un cura o religioso.
      Quienes estamos inmersos en relaciones de poder (consejeros, confesores, psicoterapeutas, etc.) tenemos la obligación de hacer lo necesario para impedir ese tipo de espejismo afectivo que solo emerge desde el vacío o la necesidad afectiva de la persona que busca el consejo o la dirección. Es un deber ético profesional que los votos de castidad o celibato y pobreza, etc., solo refuerzan sobre todo porque dichos compromisos adicionales el religioso l la religiosa o el cura en cuestión los han contraido voluntariamente por lo que vienen moralmente obligados a cumplirlos.
      Si los quieren renunciar, deben poder hacerlo aunque les cueste perder la situación de poder, prestigio y superioridad en los que los coloca el hábito que llevan y la aureola de santidad.
      El tema en ética se conocer como de las «relaciones múltiples o dobles». Si eres profesional tienen la obligación de la objetividad en tu discernimiento para ejercer tu profesión, pero además tienes la obligación de no dejar que tu «poder» seduzca a la persona que te paga por tus servicios o que recibe tus Servicios aunque no te pague. este es un tema muy, muy importante en las relaciones de ayuda y la víctima nunca debe ser culpada por lo que antes se llamaba contratransferencia y ahora se llama simplemente violación de las fronteras (boundaries o límits, en inglés) al punto de que legalmente permitir que ocurra constituye un hecho criminal (felonía) solamente imputable al o la profesional.

      • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

        ¡Gracias George por tu pronta respuesta!

        Lo que yo conozco, me hace dudar de tu seguridad… quizá quien se dejó seducir fue él; aunque no puedo decir hasta que extremo, pues me retiré del asunto, porque vi claramente, que con ella no tenía nada que hacer.

        Quizá fui cobarde, pero todo cuanto intenté, no sirvió para nada; así que me alejé de ella.

        Eso para nada, excusa la barbarie de la criminal acción de las personas que abusan y violan; y en este caso, como muy bien dices:

        Ellos/as, han elegido el camino libremente, si no podían continuar, solo hay un camino ¡¡¡Dejarlo!!!

        Gracias amigo.
        pili

      • George R Porta

        Amiga Pili, yo respeto tu criterio ético en este caso, pero no se trata de mi opinión sobre el tema. Este principio o norma está en toda Código ético professional. Si el pacientes o la cliente o la acosejada o el si se trata de un varón, todo tiene un comienzo y al inicio de la relación quien se encuentra en la situación de aconsejar tiene más poder que quien lo necesita y durante el período inicial que la relación es establecida, es quien provea consejo o confesión o terapia quien deba estar vigilante. No es un monosílabo que no debe ser difícil de pronunciar para nadie. Si lo que tu propones fuera cierta no faltan personas que pudiersan aducir que el niño o la niña que acepte el caramel que le ofrece el futuro violador o maltratador fuera culpable de aceptarlo, porque esa teoría falsa e injusta de culpar a la víctima ha sido discutida hasta en la Corte Suprema de varios países. Si el cura siente sus necesidades afectivas, que salga del confesionario y le diga a la persona que no puede seducirle en confesión o en consejería y que la refiera a otra persona. A este paso todas las violaciones del voto de castidad o de celibato encontrarían alguna justificación en la debilidad del cura o de la monja. No hay nada que autorice la ruptura de un juramento hecho de buena fe y voluntariamente, Además públicamente. Claro que una mujer puede tratar de seducir a un cura, pero el cura no está obligado a aceptar la seducción. Incluso se puede enamorar sinceramente y ambos, precisamente en nombre del escándalo que el Galileo mismo dizque condenó duramente, deben dejarlo, pero el cura estaría violando un voto que el seglar no tienen a menos que sea persona bajo voto religioso de castidad.
        Respeto tu opinión, pero legalmente incluso, el cura no tiene ningún derecho a aceptar en el confesionario o en sus relaciones ministeriales o profesionales los avances de nadie y si los acepta es que simplemente tiene que acudir a su superior para que lo releve de sus votos como tiene que hacefr cualquier persona, laica o no, con respecto a las promesas que hace, por ejemplo en el divorcio. El adulterio es un caso similar. Cuando no se está enamorado pues simplemente hay que salir del matrimonio pero traicionar el juramente público del matrimonio no se justifica. La infidelidad conyugal es perjurio aunque la ley civil o profana no la castigue. La debilidad humana no puede ser noticia para alguien que tiene entrenamiento durante el postulantado, el noviciado y los años de vida religiosa, versus las debilidades o discernimientos que un seglar que no ha tenido esas oportunidades de formación al menos en cuento a consciencia de las obligaciones implícitas en los votos o juramentos pueda tener.
        No entro en si fuera suficiente tu intervención con ella o con el cura porque eso no me corresponde, pero lo cierto es que te escandalizaron ambos aunque de diferente modo y no creo que se pueda encontrar, de parte del Galileo mucho más de «vete y no peques más» que se le atribuye.
        Ya me perdonarás mi insistencia y en modo alguno me he inventado mi respuesta anterior o esta. Se trata de un Código de conducta profesionasl que está bien establecido no por mí que puedo ser ignorante y lo soy, sino por la ley civil/penal y por los códigos éticos de estas profesiones.
        Como siempre un abrazo cordial.

      • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

        Gracias de nuevo George por estar atento a mis dudas.

        Y agradezco tu claridad en las respuestas; estaba equivocada, por pensar de esa manera.

        Gracias de nuevo, me has ayudado mucho, a veces … el deseo de ayudar … no estando preparada para ello, puede resultar nocivo, al menos lo fue para mí de alguna manera.

        Eso me alejó de ambos como muy bien insinúas, y por supuesto sin juicio alguno por mi parte; no quise saber que sucedió.

        Un abrazo entrañable.
        pili

  • George R Porta

    ¡Hola, Olga! WOW!

    Un abrazo cordial y agradecido.

  • ana rodrigo

    En estos abusos a mujeres y menores, el abusador sacerdote utiliza el poder machista de siempre, pero con apellidos, es decir el poder sagrado, con todo lo que conlleva: acceso a la intimidad de la víctima, autoridad moral por su misión de dirección espiritual, y toda una serie de artimañas que deja a la víctima noqueada e incapacitada para creerse víctima y poder denunciar.

    Qué desdoblamiento de la personalidad, de la persona en general y de su moral. pasar toda una vida con tanta doblez y con nula conciencia. Este hombre, tan notable públicamente ha mantenido su doble vida durante más de cuarenta años.

    ¿Por cuántos miles de sacerdotes abusadores vamos a nivel mundial?

  • oscar varela

    Hola!

    Excelente barrido de la casa religiosa!

    Excelente y exhaustivo.

    ………………………………

    ¿Qué tal si al incentivo de

    No mates,

    no mientas,

    no robes y

    trata a tu prójimo como te gustaría que te trataran a ti.”-

    lo rematamos con un compendioso:

    – no TE defraudes

    – ni defraudes?

    ¡Vamos todavía!

    • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

      Hola Oscar:

      Me encanta el apartado de:

      – no TE defraudes-
      pili