“Con la muerte tiene el Dasein frente a sí su poder más propio. En esta posibilidad le va al Dasein su ser-en-el-Mundo absolutamente……En cuanto poder ser, el Dasein no puede rebasar la posibilidad de la muerte”. El Ser y el Tiempo. Martin Heidegger. Citado por Wolfram Eilenberger en “Tiempo de Magos”. Taurus.
Entiende Eilenberger, clarividente y preciso, elegante y lúcido, que esa presencia de posibilidad del hecho personal de la muerte de cada individuo lo que permite es vivir a cada uno su vida estrujando todas sus posibilidades. Y dice que muy pocas personas logran integrar su prevista y segura muerte como una posibilidad de desarrollo libre de sus cualidades más preciadas.
La cercana constitución de los ayuntamientos y diputaciones, la elección de los gobiernos de comunidades, y la investidura, o no, del presidente del gobierno, candidato ya encargado por el rey, tras cumplir los ritos constitucionales precisos, son ocasión para enfrentarnos como personas libres con decisiones políticas individuales limitadas y urgidas por la seguridad de la propia muerte, recordada por Heidegger como lugar de nuestro desarrollo en el tiempo y mientras llega.
Porque ya va siendo hora de que enfrentemos a los congéneres que optan por asumir responsabilidades públicas y a quienes en la democracia representativa decidimos con nuestro voto a quién y en qué y para qué designamos de entre ellos a esa necesaria actitud pública de veracidad, compromiso, consecuencia entre programas y llevanza a cabo de los mismos. Para que, en caso de engaño, de banalidad de su conducta, de corruptelas o corrupciones nos exijamos a nosotros mismos a prescindir de ellos, a expulsar de la vida política a cuantos viven a costa nuestra o pretenden que nuestra incapacidad para vivir en libertad, jugándonos el tipo, desde la seguridad que prevista muerte puede proporcionar de libertad y dirección de nuestra propia vida.
Hay que dejar la hipócrita y estúpida conducta de periodistas, comunicadores, analistas políticos, profesores parlantes a todas horas y de nosotros mismos como electores de echar la culpa a los electos y a los gobernantes de nuestros males, mientras los votamos una y otra vez, toleramos que sigan al frente de partidos y agrupaciones de electores, sin mandarlos, sin más historias, a su casa. La denuncia de sus errores, o trapalladas, la retirada de confianza y del voto, la exigencia de responsabilidades ante los jueces y tribunales en tanto fuere preciso.
Ser libre y tomar las riendas cuanto antes en esta vida con límite de caducidad tiene connotaciones políticas.
Levate.
Simplificar es bueno, pero no tanto porque el riesgo es reducir incorrectamente.
Las decisiones a la hora de votar depende de la información que sirve al votanto para expresar su preferencia. Hace falta que los políticos regulen la divulgación política pero eso les impediría mentir o beneficiarse de las mentiras de otros. Los medios de comunicación comercian con lo que divulgan y, corporaciones al fin y al cabo, no pueden ser éticas, porque quienes tienen que adherirse a las normas éticas son sus propietarios. Estos, a su vez, se benefician de que en la bolsa de valores las acciones de estas empresas publicitarias o de comunicación masiva suban de valor y dicha subida depende del índice de circulación o de preferencia que disfruten.
En apariencia, pero solo en apariencia, eso trae de vuelta la responsabilidades al consumidor, pero solo si se omite el rol de la tecnología o el de la psicología industrial y la del consumo; o si se excluye a la universidades y escuelas que forman a los periodistas y comunicadores y a los ejecutivos de las corporaciones. Pero eso exige incluir a una categoría de profesionales que sobreabunda entre los políticos. Me refiero a los profesionales del derecho y de la ley que crean los conflictos y los median para resolverlos o que, prefiriendo avanzar en sus propias vidas, sirven a quienes compran sus servicios más que a la justicia, precisamente porque se les ha formado con la injusta idea de que nadie está obligado a testificar en su contra si es culpable.
Además, desde que el mundo es mundo y de eso hace mucho tiempo, son muy pocas las personas que no traten de escabullir el castigo para en lo posible «irse de rositas».
Los humanos somos, «ínfimos, efímeros pero necesarios» eso es cierto, lo peor es que también somos seres rotos y, por lo tanto, como quien porta un queloide donde hubo una herida en la yema de un dedo, dejamos la marca de aquella herida en todo lo que tocamos con ese dedo.
No puede haber un sistema político perfecto en el futuro porque de lo históricamente tan imperfecto muy difícilmente pueda originarse una perfección mayor.
No es pesimismo, sino realismo, como el de la romería del Rocío con sus extraordinarios sevillanos y sevillanas en extraordinarios corceles (o mulas enjaezadas de plata y cuero), la Virgen Rociera, las salves que le cantan, los mostos del Aljarafe, el sudor de los romeros y romeras, los caballos, las moscas, el calor, el polvo del camino y algún que otro aguacero.
Eso es muy… pero muy complicado en este país de… no se como llamarnos… donde es en el que más droga campa a sus anchas ¿es que no somos capaces de afrontar la vida sin ayuda de esa clase?
Si hablamos de prostitución ¡obligada y aterradora! Sin libertad ni seguridad alguna para las personas que libremente la quieran ejercer.
Y donde… hace pocos días Tejero… recibió un homenaje por su fidelidad al dictador repleto de gritos hacia su recuerdo¿?.
Donde sus restos siguen donde jamás debieron estar ¿tan complicado es sacarlos, y que la familia haga lo que quiera con ellos?
¿A donde queremos llegar con estos mimbres?
Pues… Donde estamos:
¡En el puñetero carajo!
Estoy de acuerdo con Vd. Alberto, pero me parece muy complicado en este país, donde el engaño, el trabajo desganad-amente hecho, las responsabilidades eludidas… siento ser tan agorera… me encantaría tener otra mirada.
Un abrazo entrañable.
mª pilar
Creo que la “moraleja” es evidente e incuestionable: el problema de una o un mal gobernante lo crean los votos individuales de millones de personas. Tengo en mente a Trump o Bolsonaro, y tengo la preocupación de los millones de votantes que los pusieron ahí. Dicen que la democracia es el sistema menos malo de gobernanza, pero ¡cuando es tan malo….!
Como no podemos resignarnos con lo que nos ha tocado cuando no estamos de acuerdo con lo que cada cual hayamos votado, tendremos que seguir buscando el remedio para que otra democracia sea posible. Para ello, creo que lo primero es la educación en las escuelas para que el alumnado llegue a ser capaz de saber discernir antes de votar a ciegas. Si bien, cuando se es adulto, esa educación puede quedar totalmente en el olvido. Cada cual verá la vida de una manera y, conforme a sus valores, así votará. Por ejemplo, quien cree que la violencia de género es una situación imaginaria que algunos se inventan y que no tiene nada que ver con los datos, sin valorar que en cinco meses en España llevamos 24 mujeres asesinadas, pues votará a quien le dé la razón. Lo mismo harán quienes piensan que las migraciones de gente pobre son una ruina, mientras que a los inmigrantes ricos no se le ponen vetos y, además, se le dan facilidades.
Por ejemplo yo no puedo entender cómo va a ser presidenta de la Comunidad de Madrid una mujer que dice que no debemos llamar contratos basura porque eso es lo que desea la persona trabajadora, o que un feto se considere miembro de la familia a efectos de considerarse familia numerosa, o la alegría de los madrileños en un atasco los sábados por la noche, o que una mujer deba incorporarse al trabajo inmediatamente después del parto. Pues ahí está, porque hay muchos millones de votantes que la han votado y gobernará la Comunidad de Madrid.
Dice Alberto, “Hay que dejar la hipócrita y estúpida conducta de periodistas…,mientras los votamos una y otra vez, toleramos que sigan al frente de partidos y agrupaciones de electores, sin mandarlos, sin más historias, a su casa”. El problema está cuando no somos nosotros/as quienes los votamos, Pero como la alternativa sería al estilo de Franco…, tenemos que aprender a soportar, aguantar, seguir luchando y esperar a nuevas oportunidades. Yo no sé mucho de otros países, pero en España, mientras se vea al adversario político como enemigo personal en vez de un enemigo del bien público, lo tenemos difícil.
Así es. De eso se trata.
Para ello hay que sancionar leyes que:
1- favorezcan la PARTICIPACIÓN por sobre la REPRESENTACIÓN.
2- penen a los REPRESENTANTES que defraudaron las PROMESAS PACTADAS.
…………………..
En el item 1- se hace imprescindible que el PODER JUDICIAL se atenga, como mínimo, a sufragar la participación electoral de la ciudadanía.
Las Constituciones de Bolivia, Venezuela y Ecuador fueron dando esos pasos.