Los obispos españoles empezaron casi presumiendo de que la iglesia católica española era diferente a las demás iglesias porque no se habían dado las agresiones sexuales de sacerdotes y religiosos que habían tenido lugar en otras iglesias. Cuando los medios de comunicación laicos dieron a conocer los primeros casos de pederastia clerical, los consideraron irrelevantes y empezaron a señalar a las familias como los espacios donde se producía el mayor número de agresiones sexuales. Guardaron silencio, encubrieron los casos y no tomaron medidas.
Pero las víctimas seguían creciendo, hablando, dando a conocer los horrendos crímenes sexuales de los que habían sido objeto, indefensos, durante años en seminarios, noviciados, iglesias, oratorios, casas parroquiales, capillas, monasterios, tiendas de campamentos, zonas deportivas, sacristías, incluso altares, etc. La respuesta de los obispos y superiores de congregaciones religiosas fue que no habían tenido noticia de las agresiones y que las víctimas no habían denunciado. Pero estas desmintieron tales afirmaciones demostrando que habían puesto las agresiones con los nombres y apellidos de los pederastas en conocimiento de los responsables, que estaban perfectamente informados. Eran unos encubridores. Estaban mintiendo. Se dieron también casos de comprar económicamente el silencio. Tampoco eso fue reconocido.
Tras ser acusados de encubrimiento, mentira, complicidad y compraventa, ningún dirigente eclesiástico asumió la responsabilidad de los crímenes sexuales. Ninguno dimitió. Todos siguieron en sus puestos. Ninguno fue llevado ante la justicia ni condenado, como ha sucedido en otros países como Francia, donde el cardenal Barbarin, arzobispo de Lyon y máxima autoridad de la Iglesia católica francesa, ha sido juzgado y condenado a seis meses de cárcel por encubrir las agresiones sexuales de un sacerdote de su diócesis contra menores. Incluso en algunos casos como el del obispo de Astorga, acusado por algunas víctimas de encubrir a pederastas, fue nombrado presidente de la comisión episcopal para el estudio de la pederastia.
Llegó la cumbre del Vaticano, a la que asistió el cardenal Blázquez como presidente de la Conferencia Episcopal Española con el doble encargo de haberse encontrado con las víctimas y llevar un informe sobre los casos de pederastia clerical y sobre las víctimas. Parece que incumplió las dos encomiendas. Al menos las víctimas niegan que se reuniera con ellas antes de la cumbre. Y del informe al menos no hemos tenido noticias, como sí la hemos tenido de otras conferencias episcopales que fueron a la cumbre con los deberes hechos.
A la vuelta de Roma, el cardenal Blázquez se prodigó en declaraciones, sobre todo en su televisión, TV13, en las que demostró la ineficacia y esterilidad del encuentro episcopal con el Papa, ya que no se tomaron las medidas concretas que todos esperábamos, especialmente las esperaban las víctimas. Blázquez dejó meridianamente claro que la Conferencia Episcopal Española no iba a hacer ninguna investigación sobre la pederastia en el pasado porque dijo carecer de autoridad para ello y estar a la espera de lo que ordene el Papa. ¡Qué dependencia de Roma y qué falta de autonomía!
Tal inacción contrasta con las investigaciones que han llevado a cabo otras conferencias episcopales como la alemana, la irlandesa, la belga, la holandesa, la francesa, algunas de las cuales ya han hecho públicos los resultados. Por ejemplo, la Conferencia Episcopal Alemana ha documentado 3677 casos de agresiones sexuales provocadas por 1670 clérigos tras una rigurosa investigación de cuatro años sobre un período de varias décadas. Varias congregaciones religiosas españolas están llevando a cabo también investigaciones entre sus miembros. Lo que deja más al descubierto la falta de voluntad de la CEE o, al menos, de su presidente para aclarar crímenes tan horrendos.
En sus declaraciones Blázquez se ha comprometido solemnemente colaborar con las víctimas, si se lo piden –no tomando la iniciativa- y con la justicia. Yo me pregunto: ¿cómo va a colaborar con la justicia si se niega abrir una investigación sobre los clérigos responsables? De nuevo instalado en la contradicción.
La reacción de las víctimas ante tales declaraciones no se ha hecho esperar. Juan Cuatrecasas, padre de la víctima del colegio del Opus Dei de Gaztelueta, ha emitido un juicio muy severo sobre los obispos: “la jerarquía eclesiástica es insoportable, insustancial, mentirosa y muy cobarde”. (Y yo añadiría: pusilánime, irresponsable e insensible al sufrimiento de las víctimas). Juicio que hace extensible al presidente de la CEE: “Blázquez sabe lo que oculta la iglesia española y conoce la soberbia de la institución que él mismo dirige. Las palabras de Blázquez me producen estupor, y no tengo reparo en decir que desprecio y una profunda aversión”. ¿Dónde queda la tan cacareada transparencia y la repetida asunción de responsabilidades?
Remedando la Primera Catilinaria de Cicerón, las víctimas podrían preguntarse: ¿Hasta cuándo señores obispos, señor Blázquez, van a abusar de nuestra paciencia?
Juan José Tamayo es director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones, de la Universidad Carlos III de Madrid, y autor de Religión, género y violencia (Dykinson, Madrid, 2019, 2ª ed., 2ª reimpresión)
https://www.youtube.com/watch?v=5FbKP6mHdnc&feature=youtu.be
Hola amigos: Aquí en Chile, a pesar de estar toda la jerarquía renunciada, Ezzati seguía sentado en su escritorio. Parece que ahora el Papa ya lo sacó de su cargo y puso un Adminitrador Apostólico. ( Algo así como el Presidente Interino) Y el elegido fue un capuchino navarro, que ha estado la punta de años en nuestro país y que estaba de Obispo de Copiapó, por allá por los desiertos nortinos.
No ha alcanzado a pasar un día, y leemos los reclamos de un afectado en un caso famoso de abuso en el Seminario de Valparaíso, en que este monseñor, Celestino Aós fue comisionado a investigar y tampoco cumplió con su función.
Veo venir una nueva polémica tormentosa sobre la adecuación de Aós para el cargo y la dificultad de encontrar a alguien que sea capaz y que no esté tachado de encubridor por negligencia.
Y pienso que lo de la negligencia debe haber sido una de esas instrucciones no escritas que se dan en las organizaciones que indica que en ciertos casos hay que evitar la publicidad y hacerse el distraído. Pero claro, eso no se puede decir en público.
Esta iglesia no tiene techo, porque no tiene suelo. Desde hace muchos siglos dejo el camino de Jesús. Siguió las directrices del “apóstol de los gentiles”, es decir el de Imperio de los Romanos y ahí sigue. ¿Acaso nos es la Propietaria del mayor número de propiedades en el mundo entero?. ¿Del dinero, de las acciones en Empresas que, si lo supiera la mayor parte de sus fieles se quedarían congelados de frío?. Es en vano esperar un cambio que nunca se va a operar, porque, ¿cómo se va a desprender de ese caparazón acumulado a lo largo de los siglos?. Ni este papa, ni ningún papa lo va a hacer. Es, hoy por hoy ,consustancial a su existencia, porque todos los pasos que ha dado han sido para distinguirse de los demás seres humanos.Se han sacralizado a sí mismos. Todo una patraña, todo un invento para dirigirse a los otros como garantes de una sacralidad ficticia. Quíteles sus ornamentos, déjelos como los demás comunes, y verán su desnudez su desmesura porque en un porcentaje muy alto no son más que los demás,pura figuración….Y enfréntelos a sus conductas, y no a sus palabras y son tan sólo ADORADORES DE UN CRISTO inexistente, creación de la visión de aquel Saulo, el converso, de una gloria imaginaria. ¡¡¡
¡¡¡Que lejos de Jesús de Nazaret, aquel hombre ejemplar que, lo más preciado de él fue su conducta, porque sus palabras no hubieran sido más que viento, si no hubieran sido insufladas por su vida. De tal manera que, ¡¡¡que fácil es adorarle, cosa que !!! nunca pidió ¡¡¡ ya que es lo fácil y sencillo de simular. Lo difícil es seguirle como tantas veces repitió, y eso, como son HECHOS observables en continuidad, no pueden engañar a nadie, como nadie se sintió engañado por él.
Por eso la iglesia, esta iglesia, y la de España con mayor claridad, lo hemos visto cuando sus obispos, se se lanzaron a apropiarse de las famosas INMATRICULACIONES , miles, avariciosamente, debidas a una ley ventajista. Obispos-notarios, ¡¡¡que asco y que vergüenza!!!!. 30 euros por la MEZQUITA DE CÓRDOBA. ¡¡¡que se amparen en una ley inícua, que va. Ellos de ética están ayunos. ¿Que tienen que ver con Jesús estos personajes?.
Me encanta lo que dice: esta iglesia no tiene techo porque no tiene suelo.
Genial.
Un día nos van a echar a los dos de aquí.
Ay. Eso tiene construir sobre arena, que desaparece . Y te quedas sin suelo y sin techo. Y mira que tenían cerca una roca impresionante. Pero no entendieron.
Y hubo mártires y persecuciones y gente que dió su vida, pero… prefirieron el poder. Y lo siguen prefiriendo. Pues bueno.
Y qué tendría ese hombre que pese a todo, su forma de pensar ha sobrevivido durante veinte siglos. A ver si eso no es un milagro. A mí me encanta.
De acuerdo contigo, Antonio Tostón, esa es la Iglesia que tenemos. Un castillo de naipes que se mantiene en pie a través de falsas columnas interesadas en que se sostenga un tinglado ajeno al Evangelio, pero que se hace en nombre del Evangelio.
Me parece bastante obvio lo que dice.Y yo creo que en la sociedad en que vivimos esto conduce al descrédito absoluto.Por poner un ejemplo,sacado de la sociedad en que vivimos.Recuerdo cuando los sucesos del pederasta de Ciudad Lineal,felizmente condenado a 70 años de prisión.Entonces yo vivía en Ciudad Lineal y,como quiera que una de sus agresiones sexuales se produjo en un jardín enfrente del colegio de mi hija,llegamos a tener policía en la puerta del colegio a la entrada.Creo que los políticos entendieron que allí se había desatado un nível de paranoia bastante elevado entre los padres.Justificada,claro.En la sociedad en la que vivimos a los “cabrones” se les mete en la cárcel.No a todos,claro….Lo cuento esto porque la iglesia española debe entender que en la sociedad que vivimos esto produce una indignación,santa indignación,bastante notable.Encima,si esto se añade que no estamos ante un tarado vigoréxico como el pederasta de Ciudad Líneal,sino ante gente que se supone que siguen a Jesús ya la indignación es total…La iglesia española sabrá y deberá reflexionar porque mucha gente piensa que la iglesia no tiene remedio en esto de la pederastia…
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Hola!
1- ¡Bien por Juanjo!
No se ve que haya muchos Juanjos (además de A.D.)
2- Leo de Ana:
-“Yo no tengo la esperanza de que esto cambie”-
Pienso dos cosas (razonables y concatenadas):
UNA: sobre la esperanza:
* ya no se necesita “esperar” nada.
* Ya es un Hecho)
* ¿Qué?
DOS: sobre el “que esto cambie”:
Que ¡YA! cambió
(no se lo huele en el aire)
¡Los están mandando al carajito!
Hola, Oscar, con mi frase de que no tengo esperanza de que esto cambie, referido a la pederastia en el clero, quiero decir que, si desde quienes deben velar porque algunos o muchos clérigos, incluidos los propios obispos y responsables, no colaboran en diagnosticar cuál es el verdadero problema y las causas del mismo, difícilmente se puede extirpar problema alguno. Tapando y echando tierra encima, nunca se ha resuelto nada.
Ok Ana!
No te olvides del “carajito”;
dicha solución a problemas de “abuso de paciencia”
data de los Tiempos de las Huelgas:
en Roma era “irse al monte de enfrente”,
e.d. hacer “rancho aparte”;
la misma conclusión a la que llegó el Galileo
al “convocar a los Doce”,
e.d. la Sociedad Alternativa.
Qué ausencia de sensibilidad, de compasión, de humanidad, de empatía, de sentido de la justicia y de cualquier otro valor que humanice. Qué grave que estos valores elementales estén ausentes en los representantes religiosos de la comunidad cristiana, pastores que, en vez de defender a las ovejas, defienden y protegen a los lobos.
Yo no tengo la esperanza de que esto cambie. Siempre he mantenido la idea de que en España debe haber habido muchos más abusos de los que se conocen y se conocerán, porque, pienso yo, que el miedo a no ser creídos, como así ha sido, y que, encima, les culpabilicen de mentirosos, pervertidos, etc., ha obstaculizado las denuncias correspondientes. ¡Ay, el poder sagrado que alimenta estas conductas desde lo más hondo de un clérigo-abusador de seres vulnerables! Y con qué descaro se pasan por alto las palabras del evangelio y la rueda de molino que se merecen los que hagan daño a un niño o una niña.
Y ahí tenemos a la CE que no se dan por aludidos a la hora de ponerse por delante en sacar a flote esa basura soterrada durante años y que tanto sufrimiento ha producido. Y, con estos antecedentes y esta impunidad, la pederastia seguirá campando a sus anchas.