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Sapiens: de animales a Dioses

        Confieso que todavía no he terminado de leer este libro de Y. N. Harari, pero necesito escribir para aclarar mis ideas y dialogar sobre el tema.

Planteamiento

        Se trata de una “Breve historia de la Humanidad” pero, como es frecuente en estas grandes síntesis, resulta una interpretación sesgada de esta historia; ciertamente muy sugerente, porque combina estadísticas y ejemplos de la vida diaria, que no sólo no aburren sino que devuelven vida a una narración que ha captado a más de seis millones de lectores.

        La tesis nos llega disuelta en la selección y explicación de los acontecimientos narrados. Los cazadores-recolectores se extendieron por territorios habitados por especies más grandes y potentes que ellos; para defenderse tuvieron que agruparse y colaborar, basados en la confianza mutua porque se conocían en el día a día. A medida que se fue desarrollando “la revolución cognitiva”, y que crecieron estos grupos, esta confianza se fue debilitando, porque los miembros ya no se conocían entre sí. Entonces el homo sapiens tuvo que inventar unos mitos que unificaran, y motivaran a colaborar, a todos los miembros para defenderse de otras tribus (o para disputarles su territorio).

        Estos mitos versaban sobre dioses, leyes, religión (hoy diríamos patria, cultura, derechos humanos, nacionalismos, clase social; y serían mitos en el sentido débil de ficciones, no en el sentido de relatos sobre verdades que no pueden expresarse conceptualmente).

        Para mostrar que esos mitos eran, y son, meras ficciones, el autor muestra cómo han variado en cada tiempo, y lo visualiza comparando el Código de Hammurabi con la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El primero se basa en la desigualdad de los hombres –superiores, plebeyos, y esclavos– mientras que el segundo se basa en su igualdad. Pero “ambos están equivocados”. En consecuencia, igualdad y desigualdad serían igualmente ficciones, útiles para lograr la cooperación de grandes grupos humanos según las circunstancias.

        El autor no menciona la posibilidad de que, de modo semejante al lenguaje y la inteligencia, la conciencia ética se ha ido desarrollando progresivamente. Hammurabi vislumbró una cierta igualdad en el derecho de todos a recibir una indemnización por los perjuicios sufridos aunque, por sus circunstancias e intereses, mantuvo una diferencia en estas indemnizaciones. Pasados los siglos, la humanidad ha ido extendiendo esta igualdad (hasta cierto punto) a todos sin distinción; aunque todavía está por aceptar que esta igualdad sea efectiva e intercontinental.

        Para mayor plasticidad del relato, el autor desarrolla un caso concreto actual de ficción socialmente útil, el caso Peugeot. Antiguamente el comerciante que iniciaba un negocio corría el riesgo de que, si fracasaba, tenía que responder con su propio patrimonio e incluso someterse a esclavitud junto con toda su familia; esto disuadía a muchos emprendedores y, para evitarlo, la sociedad inventó la figura ficticia de una sociedad comercial que sería la responsable, liberando así al emprendedor de responder con su vida o con su patrimonio personal.

Comentario

        Por lo que entiendo, para el autor toda la ética se reduciría a una ficción sin “validez objetiva”, un engaño, “un orden imaginado”, impuesto mediante la educación, útil para facilitar la cooperación de grandes grupos humanos y, si es necesario, contra otros grupos humanos. Así mismo reconoce que, para que este sistema de mitos funcione, tiene que ser verdaderamente creído por la mayoría de la población (¿nuevos plebeyos y esclavos? Esta interpretación, sin más pruebas o discusión, sería la realidad surgida en el proceso histórico.

        El autor no contempla la posibilidad de que esos mitos sobre patria, dioses, deberes éticos, o derechos humanos, tengan un fundamento real, aunque la historieta sea imaginada. Discutamos en qué consiste ese fundamento, pero no creo que pueda descartarse un fundamento real. La realidad no se comprueba solamente por experimentos o sucesos históricos, sino también por experiencia ética interna. Pensar que lo real es solamente lo físico y medible sería como confundir el amor con el sexo.

        Los Derechos Humanos pueden ser aumentados, recortados o interpretados como si fueran ficciones sin ningún fundamento ¿Por qué tendrían que respetarlos los países fuertes o las grandes corporaciones internaciones? Podrían corromper a políticos, policías, y jueces (si éstos no tienen una ética real) ¿Por qué no exterminar a los aborígenes de las selvas sudamericanas si eso beneficia la economía de un grupo, o incluso internacional? ¿Por qué abolir la esclavitud si resultaba tan productiva para el desarrollo de algunos países? ¿Por qué reconocer los derechos de la mujer?

        Por mi parte creo en el valor real de los derechos humanos, de la justicia, de la solidaridad, de la compasión. Admiro a los que arriesgaron, o perdieron, su vida por salvar a los judíos de la persecución nazi, o a quien se enfrentó a una excavadora que derribaba las casas de los palestinos. Admiro al inmigrante que se echó a las vías del tren para salvar al niño que se había caído. No son víctimas de una ficción sin fundamento, sino héroes que han percibido los verdaderos valores del deber y la compasión.

        Creo que este planteamiento de Harari, intencionadamente o no, justifica el más crudo capitalismo.

11 comentarios

  • Román Díaz Ayala

    Yo tampoco he leído esta “Breve historia de la humanidad”, entre otras cosas, porque su planteamiento no ofrece los suficientes atractivos para mí, aunque de seguro, si lo ha leído, cumpliría todas las expectativas de Honorio García ( Te hecho mucho de menos, compañero).

    No dudo que ha causado mucho revuelo en los círculos académicos hasta llegar al gran público, igual que como pasó en su día con el “Naked Monk”, pero sin resultar ningún avance significativo en sus respectivas disciplinas.

    Eso sí, le he seguido en algunas conferencias e intervenciones en los medios y en tales ocasiones habla de “stories” (ficciones) que no de “mitos”, que quizás esté en alguna de sus traducciones al Español.Tal matiz le da un giro distinto a sus consecuencias interpretativas.

  • M.Luisa

    Al parecer la problemática que plantea   este libro de Y. N. Harari, viene arrastrándose, por lo que he leído últimamente de varios autores,  desde el pasado siglo cuando desde la biología algunos científicos se preguntaban por el puesto de los seres humanos en el mundo, entre ellos por ejemplo Klaatsch y Gehlen  pero también otros que en conjunto  lo  más atrayente de sus estudios,  para mí ,ha sido  la consideración  de aquello por lo que  el ser humano pudo emprender  la conquista hacia la libertad.

    Por extraño que parezca, se trata no de la especificidad precisamente,  es decir, de aquello que caracterizaría  a la especie humana, sino todo lo contrario  sería lo inespecífico la característica  propia del ser humano, lo cual  concebida así la cuestión  desmonta  la tesis que con respecto Y. N. Harari  destaca en su comentario  Gonzalo , según la cual la realidad surgiría del proceso histórico mismo.
    Pienso que es justo a la inversa, por mucha irrealidad, ficción, mitos etc.,  en la que los humanos históricamente nos hayamos  movido,  nuestro punto de partida se inicia   desde la realidad misma. Pero considerándola no desde su contenido sino desde su formalidad que por ser de realidad es abierta  más allá de cualquier afirmación que de ella podamos hacer.

    Realidad en construcción.

    La especie humana basa su evolución  no en el cierre sino en la apertura,  no en la estabilidad sino en la inestabilidad, no en el equilibrio sino en el desequilibrio, etc.,

  • Javier Pelaez

    Quise decir “cuando nosotros los estudiantes de derecho los estudiábamos decíamos no son derechos de los animales sino deberes de los hombres hacia los animales”

  • Javier Pelaez

    Aunque no he leído el libro,evidentemente esta teoría de los mitos choca con algunas cosas nuevas como los llamados derechos de los animales que,cuando nosotros los estudiantes de derecho decíamos que no son derechos de los animales sino deberes de los hombres hacia los animales.Alguien cree que la protección de todas las especies es necesario para el hombre.Algunos sí,pero todas? Por no hablar de las arañas…(es broma).

  • Y si todo es sencillamente un proceso evolutivo?

    Parece ser que de los mamíferos somos los que tenemos el córtex más desarrollado. Y con diferencia sobre otras especies. Parece ser que ahí radican muchos de los procesos cognitivos.

    A lo mejor es eso.

    Habrá quien piense en aquello de la cristosfera. Pero no sé. Decía Darwin que como cada generación era más numerosa que la anterior y los recursos de alimentación y cobijo y esas cosas no varía, pues sobreviven los que mejor se adaptan a ese medio. Claro, la evolución humana es otra historia, pero otra historia ahora, antes de ser totalmente humanos la selección natural actuaria igual que sobre cualquier especie

    Lo mismo algunos tenían ‘ un sexto sentido’ que les ayudó a sobrevivir. Cosas más raras se han visto, porque el cuello de las jirafas, normal, normal no es. Pero les permitió comer de arbustos altos.

    Pues imagínense el grupo que tuviese una serie de habilidades para… Y añadan ustedes lo que quieran. Barrieron. Y volvemos a la pregunta: crea dios al hombre o el hombre a dios? En realidad esa es la pregunta final.

    También puede ser la pregunta: tendemos al bien porque nos ha creado un dios bueno? Tendemos al mal porque en el fondo somos animalicos? De dónde sale esa gran bondad de algunas personas y esa horrible maldad de otras?

     

    En realidad son las preguntas de siempre.

    Yo soy evolucionista. A mí me parece lógico pensar que todo es producto de un proceso evolutivo en el que el córtex es una pieza clave. Pero vamos, no me hagan mucho caso. Bueno, como siempre.

    Buenas noches

     

  • ELOY

    Me parece muy sugerente el contenido de este artículo.

    Precisamente estos días estaba yo dándole vueltas a una idea que es la diferencia entre “el relato” político y “la realidad” política a propósito de conceptos como “soberanía” , “nación”, “Estado”, etc.

    ¿En que medida estos conceptos se han de incardinar en un reato para explicar o justificar un devenir político?.

    En la discusión que tuvo lugar el 4 de Julio de 1978 al inicio de la discusión en el pleno de Congreso de los Diputados de España sobre el proyecto de Constitución salieron a relucir todos estos conceptos interpretados de forma distinta por diversos participantes.

    Los conceptos estaba ahí y las distintas formas políticas los aplicaban a sus diversos relatos y posturas políticas.

    Gracias Gonzalo por traer a ATRIO este tema de discusión.

     

     

     

  • ana rodrigo

     
    Difícil nos lo pones, Gonzalo, difícil por varias razones: es difícil opinar sobre un autor con un currículum impresionante ( Se especializó en Historia del Mundo, historia medieval e historia militar) y, por lo que he leído, de gran éxito. En segundo lugar, también he leído que ahora “Su investigación actual se centra en preguntas macrohistóricas: ¿cuál es la relación entre la historia y la biología? ¿Cuál es la diferencia esencial entre el homo sapiens y otros animales? ¿Existió la justicia en la historia? ¿Lleva la historia algún rumbo? ¿Era la gente más feliz a medida que se desarrollaba la historia?. A mí todo esto me desborda.
     
    Lo que sí sé que, como la realidad objetiva en los relatos históricos es muy selectiva y no muy generalizada (independientemente de los datos), hay tantos relatos históricos como relatores.
     
    De momento me abstengo, además, porque la historia de la humanidad es inabarcable y sus interpretaciones, casi son infinitas, por supuesto, siempre interesantes. Pero hay que acotar mucho el hecho a analizar para poder opinar.
     
    A ver lo que se dice en atrio más adelante.
     

  • Rodrigo Olvera

    Hola Gonzalo

     

    Afirmas Hammurabi vislumbró una cierta igualdad en el derecho de todos a recibir una indemnización por los perjuicios sufridos

    En el Código de Hammurabi, ni esclavos ni desertores ni mercenarios tenían tal derecho a recibir indemnización por perjuicios sufridos.  Tampoco las mujeres.

     

    Saludos

    • Gonzalo Haya

      Tienes razón,Rodrigo,me he expresado mal. Lo que quería señalar es que Hammurabi, aunque no reconocía la igualdad general, sí creo que reconocía un mínimo valor común de todas las personas; valor que ascendia según su categoría social. Al menos yo lo veo como una primera idea borrosa de cierta igualdad.

      • Rodrigo Olvera

        Asi te entendi, estimado Gonzalo y no…no hay un minimo valor común a todas las personas cuando niegas el caracter de persona a unas, considerándolas propiedad de otras.
        Saludos

    • Mª Pilar

      Comparto tu pensamiento Rodrigo.

      A pesar de la tendencia de algunas personas de “elevarse por encima”… de quienes ni siquiera les permiten ¡ser!…

      Esto es, el gran menoscabo al derecho de cada ser nacido:

      ¡¡¡A VIVIR dignamente!!!

      Por esa tremenda vanidad, de sentirse superiores; unas pocas personas, han conseguido su estatus… de manera injusta, cruel, sin piedad alguna.
      mª pilar