Un fraude administrativo para favorecer a una alta dirigente del PP puede parecer cosa baladí cuando ese partido está rebosando delitos muchos mayores. Pero hechos parecidos han costado la dimisión de varios ministros en Alemania. Por eso hace bien el director de ese periódico digital que ha publicado los hechos en remachar en el caso, descubriendo las contradicciones y mentiras con que se presenta la defensa. Y nosotros debemos asistir como espectadores responsables esta polémica. Lo pequeño ilumina a veces cómo se cometen los grandes crímenes que causan pobreza y muerte. Como la imposibilidad de usar medios para impedir el acercamiento de asesinos a sus víctimas por los recortes últimos. AD.
Cristina Cifuentes aún tiene mucho que explicar. ¿De dónde sacó el tiempo para terminar un máster de 600 horas lectivas en ocho meses, unas 15 horas semanales? ¿A cuántas clases asistió?
Por Ignacio Escolar
Cristina Cifuentes: “No hay ninguna irregularidad relacionada con este máster”
Falso. Por mucho que la Universidad Rey Juan Carlos quiera vestir lo ocurrido de normalidad, cayendo en varias contradicciones, no es en ningún caso habitual que una funcionaria de otro campus distinto modifique dos notas de una alumna dos años después de que se cierre el curso. Como bien sabe cualquier profesor universitario – Antón Losada hoy lo explica muy claro– los protocolos para modificar una nota no se parecen en lo más mínimo a lo que ha explicado Cifuentes o la Universidad. No es esta siquiera la única irregularidad.
Cifuentes: “Como ha explicado la propia Universidad, hubo un error de transcripción de las calificaciones en el sistema informático”.
Falso. No hubo un error de transcripción. Según la versión explicada ayer por la Universidad hubo dos errores, de dos profesores distintos y ambos se equivocaron al introducir las notas en el sistema informático cada uno por separado –que es como se registran las notas–. Ya es mala suerte, ya es casualidad.
Cifuentes: “Fue un máster que hice no por el título sino porque me interesaba mucho la materia. (…) Yo no necesitaba engordar mi currículum para nada porque soy funcionaria en la universidad. A mí tener el título o no tenerlo me daba lo mismo”.
Falso. Cristina Cifuentes se matriculó en ese máster porque es imprescindible para poder cursar después un doctorado, como era su intención. Así lo admitía ella misma en 2012 en su propia web, como recoge esta vieja noticia de Europa Press: “Actualmente curso el Doctorado en la Universidad Rey Juan Carlos”. ¿Y para qué quería el doctorado? Muy sencillo. Porque con él podría dar clase en la universidad, cuando dejase la política, en vez de volver a su plaza de funcionario, que es como personal de administración y servicios (PAS). Es el mismo camino que utilizó la propia hermana de Cifuentes, Margarita: era funcionaria PAS; hizo el doctorado (en un tesis dirigida personalmente por el rector de los plagios) y después la Rey Juan Carlos la contrató a dedo como profesora visitante, de forma claramente irregular.
Cifuentes: “Supongo que el trabajo de fin de máster estará en la universidad”
Es sorprendente que un trabajo de fin de máster sea tan difícil de localizar porque se supone que fue escrito con un ordenador conectado a Internet en 2012, no con una máquina de escribir el siglo pasado. Fuentes cercanas a Cifuentes aseguran que no lo encuentra entre las cajas de varias mudanzas y en la Universidad también sigue sin aparecer. Cifuentes ha mostrado un acta del trabajo de fin de máster bastante irregular –en las próximas horas en eldiario.es explicaremos por qué– pero aún no aparece el único documento que puede demostrar fehacientemente que lo presentó y en qué fecha exacta lo hizo. No es tampoco el trabajo de fin máster, que en algún momento milagrosamente aparecerá. Es el registro informático de entrada de ese trabajo en la Universidad. No se sabe nada de este documento, que la Universidad debería aportar.
Cifuentes: “Ese medio (eldiario.es) se puso en contacto con mi gabinete a última hora de ayer”
Falso. La primera llamada de nuestra compañera Raquel Ejerique al gabinete de Cristina Cifuentes para recabar su versión de los hechos fue el martes 20 de marzo a las 13:08. Hubo otras tres llamadas ese mismo día: a las 15:10, a las 17:21 y a las 19:47. Cifuentes tuvo tiempo más que suficiente para contestar a nuestras preguntas sobre la manipulación de sus notas por una funcionaria y en aquel momento sus portavoces nos dieron una versión radicalmente distinta a la que ha dado el miércoles: que se había dejado dos asignaturas para otra convocatoria posterior. ¿Cómo es posible que Cifuentes no recordase un episodio tan llamativo como el que la Universidad explicó después? ¿Alguien que va a recoger un título de máster y no puede porque faltan dos notas por errores informáticos lo olvida tan fácilmente?
Cifuentes: “Esta persona (la funcionaria que cambió la nota) no es amiga mía, pero la conozco, como conozco a muchas otras personas en la universidad. Fue la que me acompañó amablemente a recoger finalmente mi título”.
No fue eso lo que nos contó el gabinete de comunicación de Cristina Cifuentes el martes. “No la conoce de nada”, nos aseguraron, y así lo reflejamos en nuestra primera información. Para no conocerla de nada, no se entiende tampoco la casualidad de que sea justo ella quien modifica las notas, en 2014, y también justo ella quien acompaña a Cifuentes a recoger el título, en 2017.
Cifuentes: “¡Seis euros! ¿Cómo va a costar una matrícula seis euros? Esto en qué cabeza cabe. Esto fue una penalización que la Universidad puso precisamente por haber presentado y haber leído el trabajo más allá de la fecha establecida.”
Falso. No existe en el reglamento de la Universidad esa tarifa de penalización por presentar tarde el trabajo de fin de máster de la que habla Cifuentes. Lo que sí especifica el reglamento –artículo 7.2– es que si no presentas el trabajo de fin de máster en el curso correspondiente, puedes repetir la matrícula el curso siguiente sin tener que pagar todo el precio otra vez. “El segundo curso que realice la matrícula de la asignatura de Trabajo Fin de Máster sólo deberá abonar las tasas administrativas correspondientes”, dice el reglamento de la URJC. ¿Y cuánto es esa tasa administrativa? Las tarifas oficiales de la Universidad lo confirman: 6 euros con once céntimos es el precio de los gastos de secretaría. También queda confirmado con los nuevos documentos que desvelamos hoy, donde se ve claramente que esos 6,11 euros corresponden al “trabajo de fin de master” del curso académico 2012-2013, y por eso se pagó en noviembre de 2012. ¿Para que se volvió a matricular Cifuentes si había aprobado ya el curso anterior?
Tampoco se entiende algo. Si en noviembre de 2012 Cristina Cifuentes fue a la Universidad a pagar unas tasas, ¿por qué no aprovechó para pagar el título del máster que, según ella, ya estaba terminado?
Ni Cifuentes ni tampoco la Universidad aclaran igualmente otro de los incumplimientos flagrantes del reglamento. ¿Cómo pudo presentar el trabajo de fin de máster en julio de 2012 si en su expediente, hasta octubre de 2014, aparecía otra asignatura pendiente?
Cifuentes: “Las explicaciones las tendrá que dar en todo caso la Universidad, que es quien comete este error administrativo”
Falso. Cristina Cifuentes aún tiene mucho que explicar, y no solo cuántos días más necesita para encontrar su trabajo de fin de máster o por qué se volvió a matricular en noviembre, cuatro meses después de –según su segunda versión– aprobar. Sigue sin estar claro en qué huecos de su apretada agenda encontró tiempo la delegada del Gobierno en Madrid para realizar un máster presencial de 60 créditos: 600 horas lectivas en ocho meses, unas 15 horas semanales. ¿A cuántas clases asistió?
Cifuentes: “He sufrido un ataque sin calificativos y sin fundamento que está construido sobre una pura falsedad”
Falso. Todas las informaciones que ha publicado eldiario.es están sostenidas por documentación interna de la propia Universidad, por las distintas versiones que ha dado el gabinete de la presidenta de Madrid, por fuentes en la Universidad Rey Juan Carlos y por un trabajo periodístico contrastado y veraz. El propio rector de la Universidad, en sus contradictorias excusas, admite que son ellos quienes han cometido errores, no eldiario.es.
Cifuentes: “Nunca me he escondido, no me voy a esconder jamás, no me voy a ocultar”
Falso. Durante la mayor parte del día, ni Cristina Cifuentes ni su gabinete de comunicación dio explicación alguna ni tampoco rectificó la primera versión que aportaron a eldiario.es el martes. Durante gran parte de la tarde de ayer, aseguraron a los medios que Cifuentes daría una rueda de prensa, que nunca llegó.
Cifuentes: “Los últimos tiempos vengo sufriendo ataques permanentes. A quien esté detrás, que sepa que me hace más fuerte”.
Cifuentes insinuó que hay una mano negra política detrás de nuestra información. Se equivoca de pleno. Detrás de exclusivas como esta investigación periodística sobre su peculiar máster, que aún no hemos terminado de publicar, solo está el apoyo de más de 24.000 socios. Más de 24.000 lectores comprometidos que nos permiten trabajar con independencia y libertad.
Moleste a quien moleste, con la ayuda de nuestros socios, vamos a continuar.
Cifuentes es lo que llamamos en derecho una “querulante”.Para serlo no es necesario tener un máster.Yo tuve una contricante jurídica que hubo que proponer un “tutor” para el ejercicio de acciones judiciales.Recuerdo que la tía se querellaba contra todo dios-denuncias,quejas…-.Me llegó a decir que mientras planchaba redactaba los escritos- palabra-.Ya sabemos porque Cifuentes no se va de vacaciones:es que las vacaciones las usa para querellarse.
Me refería a eldiario.es de ayer que dejaba en un lugar no muy destacado lo de las detenciones de Cataluña;hoy eldiario.es vuelve a destacar la “matraca catalana”…Cera a Cifuentes hasta que hable inglés!! Ese debería ser el lema…
Es el lema. Estoy segura. Desde luego creo que debe de serlo para la oposición. No tiene por qué hablar inglés, sencillamente que dimita o que ciudadanos la haga dimitir.
Porque ya no solo está en juego la poca credibilidad que le pueda quedar al PP con todos los casos de corrupción, sino también la de ciudadanos si la sigue apoyando. No creo que sea un lujo que se pueda permitir. Además ¿ para qué? Si el adversario político de ciudadanos es el PP.
Veremos
Un saludo cordial.
Lo del inglés es por el mono…
No muy destacado quise decir….
Es una pena que todo esto lo tape la “matraca catalana”.El mismo Ignacio Escolar que habla en La Sexta de que lo de Cataluña es una tragedia dedica buena parte de su diario digital a esta noticia y muy en un lugar no destacado habla de lo de Cataluña.Todo el mundo sabemos de la importancia de Madrid para desbancar al PP del poder.Madrid puede ser un buen experimento de alianza PSOE/Podemos con Errejón o Gabilondo de presidentes para luego echar a la “garrapata” de la Moncloa.
Todo indica que la corrupción nos está engullendo. Cifuentes es un paso más. Toda la información (la que no aplaude, evidentemente), y los hechos conocidos evidencian el calado de de la crisis política y sus consecuencias.
La Juan Juan carlos I no es el modelo de las universidades españolas. De trás Cristina C, ¿quien más está? No es el primer escándalo (que un rector tenga que dimitir por plagista!), ni será el último. Hay mucho PP en ese nido y donde anida el PP hay corrupción.
Por desgracia no sólo el PP es corrupto. Lo son quines le apoyan (partidos y ciudadanos). Se han cargado la Constitución. La imcumplen en todo lo que no les favorce. Eliminan los derechos de los ciudadanos, v. gr. art 135, reformas laborales, congelación de las pensiones, privatizaciones a destajo, saneamiento a costa de los propios ciudadanos, de los fracasos de las empresas privatizadas, para devolvérselas reflotadas, manipulación legal vía decretos leyes y ad hoc, según le convenga en cada momento, dictadura sin disimulo, persecución, incluso con carcel, a los que no asumen su ideología social y/o política. En este caso es tan sangrante que la ineficacia del gobierno central se sustituye por actuaciones judiciales que el mundo jurídico considera un ataque definitivo a la separación de poderes. Solo el PP y la derecha más radical y furibunda, como los franquistas de Vox, los anticatalanes, el gran empresariado, y la prensa subvencionada, apoyan la flagrante persecución de la fiscalía y algún juez cuya actuación es más partidaria que judicial. No lo digo yo, se lo escucho a jueces, juristas, economistas, etc.
Es difícil predecir lo que hoy, en este momento en que escribo este comentario, están provocando esas actuaciones judiciales. La persecución de la corrupción se eterniza, se torpedea, se destruyen pruebas. Los polítios elegidos por el pueblo catalán son encarcelados, se impide la constitución del gobierno elegido por quienes presumen de que su corrupción ha sido sancionada y perdonada por los votos. ¡Que sarcasmo!
Recomiendo el libro del profesor Sánchez-Cuenca, presentado ayer en el Intermedio en la entrvista de Gonzo: http://www.lasexta.com/programas/el-intermedio/gonzo/ignacio-sanchez-cuenca-de-la-inaccion-del-pp-en-la-crisis-catalana-nunca-espana-ha-estado-tan-cerca-de-romperse-como-con-el-gobierno-de-rajoy_201803215ab2d1320cf258ce0a8a16df.html .
El libro se titula: ‘La superioridad moral de la izquierda’
¡Ojalá recumeremos el sentido común, la empatia que nos permita evitar lo que a nadie conviene!
Un cordial saludo.
Sí, Carmen, muy perspicaz traer a colación ese hecho. Y no hay manera, por lo que ahí se indica de lo escondido.
Soy. Lo sé. Un tanto de ideas fijas en cuanto a querer hacer ver que con este sistema de partidos, mal llamado democrático, está por des-entretejerse muchííísimo más en profundidad, altura y anchura.
No lo acepto como callejón sin salida el consentirlo más tiempo. Por eso no dejo de animaros a apoyar el inicio de un cambio de estructura del sistema político español, aunque parezca su realidad de lejanía galáctica. Eso es lo que quieren que creamos.
http://necesitamospoliticosdeconfianza.blogspot.com.es/
https://www.change.org/p/diputados-de-distrito-fuera-listas-y-fuera-partidocracia
Paremos ya de ir tirando la toalla. Trabajemos y preparemos el camino para los siguientes.
Muchas gracias.
Un abrazo abierto.
Creo recordar que a Al Capone lo encarcelaron por evadir impuestos. Y no comparó para nada a los dos personajes. Para nada, oye, para nada.
Me gusta Ignacio Escolar. Hasta que deje de gustarme. Nada es eterno.
Un saludo cordial.
Uno se resiste a creer que el rector de la Universidad Juan Carlos I se juegue su prestigio personal en la defensa de una señora cuyo poder pende de un hilo y puede ser removida del cargo en cualquier momento. Lo mismo vale para el catedrático director del máster que salió también abogando por la legitimidad del título de Cifuentes.
La verdad, no obstante, es que la universidad española deja mucho que desear en cuanto a rigor administrativo. Conocemos el caso Monedero y Errejón, aquél realizando encargos cuya remuneración nunca declaró como estaba obligado. Errejón viviendo de una beca que conllevaba aparejado un compromiso que nunca cumplió. Es decir, que los podemitas Monedero y Errejón se hicieron con dinero público y corrieron, como en la película.
Recordaré casos que he vivido. Cuando el PSOE llegó al poder una de las primeras medidas fue el reconocimiento de todos los PNN. Como muchos no tenían el doctorado, se multiplicaron las tesis “patrióticas”, digámoslo así, que escribieron en horas venticuatro, como las obras de Zorrilla. Muchas desaparecieron de la Universidad. Recuerdo en concreto la de un senador del PSOE por Barcelona, crítico de arte, cuya tesis nadie vio en depósito en la Universidad. Algunas tesis doctorales han desaparecido más recientemente porque el cátedro se las llevó para sus artículos o trabajos personales, y nunca se devolvieron.
A lo largo de mi vida impartí varias clases en diversos másters de la Universidad Pompeu Fabra. Nadie me pasó una lista de asistentes, ni tuve que examinar a nadie. “Echaba mi rollo” por decirlo así, me pagaba la Caixa y adiós muy buenas.
Ojalá el caso Cifuentes sirva pàra poner en alerta a la sociedad ante las múltiples tropelías que se cometen en las instituciones públicas.