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Las mujeres en la vida de Jesús y su compañera Miriam de Magdala

          Jesús es judío y no cristiano, pero rompió con el antifeminismo de su  tradición religiosa. Considerando su gesta y sus palabras se percibe que se mostraba sensible a todo lo que pertenece a la esfera de lo femenino en contraposición a los valores de lo masculino cultural, centrado en la sumisión de la mujer. En él se encuentran, con frescor originario, sensibilidad, capacidad de amar y perdonar, ternura con los niños, con los pobres y compasión con los sufridores de este mundo, apertura indiscriminada a todos, especialmente a Dios, al que llama Papá (Abba). Vive rodeado de discípulos, hombres y mujeres. Desde que inicia su peregrinación de predicador, ellas lo seguían (Lc 8,1-3; 23,49; 24,6-10; cf. E. Schlüsser-Fiorenza, Discipulado de iguales, 1995).

          En razón de la utopía que predica –el Reino de Dios– que es la liberación de todo tipo de opresión, rompe varios tabús que pesaban sobre las mujeres. Mantiene una profunda amistad con Marta y María (Lc 10,38). Contra el ethos del tiempo, conversa públicamente y a solas con una hereje samaritana, causando asombro a los discípulos (Jn 7,53-8,10). Se deja tocar y ungir los pies por una conocida prostituta, Magdalena (Lc 7,36-50). Son varias las mujeres que se beneficiaron de su cuidado, como la suegra de Pedro (Lc 4,38-39), la madre del joven de Naín, resucitado por Jesús (Lc 7,11-17), igualmente la hijita muerta de Jairo, un jefe de la sinagoga (Mt 9,18-29), la mujer encorvada (Lc 13,10-17), la pagana sirofenicia, cuya hija psíquicamente enferma fue liberada (Mc 7,26) y la mujer que sufría de un flujo de sangre desde hacía doce años (Mt 9,20-22). Todas fueron curadas.

          En sus parábolas aparecen muchas mujeres, especialmente pobres como la que perdió la moneda (Lc 15,8-10), la viuda que echó dos centavos en el cofre del templo y era todo lo que tenía (Mc 12,41-44), la otra viuda, valiente, que se enfrentó al juez (Lc 18,1-8). Nunca son presentadas como discriminadas sino con toda su dignidad, a la altura de los hombres. La crítica que hace de la práctica social del divorcio por los motivos más fútiles y la defensa del lazo indisoluble del amor (Mc 10,1-10) tienen su sentido ético de salvaguarda de la dignidad de la mujer.

          Si admiramos la sensibilidad femenina de Jesús (la dimensión anima), su profundo sentido espiritual de la vida, hasta el punto de ver su acción providente en cada detalle de la vida como en los lirios del campo, entonces debemos también suponer que él profundizó esta dimensión a partir de su contacto con las mujeres con las que convivió. Jesús aprendió, no sólo enseñó. Las mujeres con su anima completaron su masculino, el animus.

          En resumen, el mensaje y la práctica de Jesús significan una ruptura con la situación imperante y la introducción de un nuevo tipo de relación, fundado no en el orden patriarcal de la subordinación, sino en el amor como mutua donación que incluye la igualdad entre el hombre y la mujer. La mujer irrumpe como persona, hija de Dios, destinataria del sueño de Jesús y convidada a ser, junto con los hombres, también discípulas y miembros de un nuevo tipo de humanidad.

          Un dato de la investigación reciente viene a confirmar esta constatación. Dos textos, llamados evangelios apócrifos, el Evangelio de María (edición de Vozes 1998) y el Evangelio de Felipe (Vozes 2006) muestran una relación claramente afectiva de Jesús. Como hombre él vivió profundamente esta dimensión.

          Allí se dice que él mantenía una relación especial con María de Magdala, llamada “compañera” (koinónos). En el evangelio de María, Pedro confiesa: “Hermana, nosotros sabemos que el Maestro te amó de modo diferente a las otras mujeres” (op.cit. p. 111) y Leví reconoce que “el Maestro la amó más que a nosotros”. Ella es presentada como su interlocutora principal, comunicándole enseñanzas no disponibles para los discípulos. De las 46 preguntas que los discípulos hacen a Jesús después de su resurrección, 39 son hechas por María de Magdala (cf. Traducción y comentario de J.Y.Leloup, Vozes 2006, pp.25-46).

          El Evangelio de Felipe dice todavía: “Tres acompañaban siempre al Maestro, María su madre, la hermana de su madre y Miriam de Magdala, que es conocida como su compañera porque Miriam es para Él una hermana, una madre y una esposa” (koinónos: Evangelio de Felipe, Vozes 2006, p.71). Más adelante particulariza afirmando: “El Señor amaba a María más que a todos los demás discípulos y la besaba frecuentemente en la boca. Los discípulos, al ver que la amaba, le preguntaban: ¿por qué la amas a ella más que a todos nosotros? El Redentor les respondió diciendo: ¿Y qué? ¿no debo amarla a ella tanto como a vosotros?” (Evangelio de Felipe, op.cit. p. 89).

          Aunque tales relatos puedan ser interpretados en el sentido espiritual de los gnósticos, pues esa es su matriz, no debemos, dicen reconocidos exégetas (cf. A. Piñero, El otro Jesús: la vida de Jesús en los apócrifos, Córdoba 1993, p.113), excluir un fondo histórico verdadero, a saber, una relación concreta y carnal de Jesús con María de Magdala, base para el sentido espiritual. ¿Por qué no? ¿Hay algo más sagrado que el amor efectivo entre un hombre (el Hijo del Hombre, Jesús) y una mujer?

          Un antiguo dicho de la teología afirma “todo aquello que no es asumido por Jesucristo no está redimido”. Si la sexualidad no hubiese sido asumida por Jesús, no habría sido redimida. La dimensión sexuada de Jesús no quita nada de su dimensión divina. Antes bien, la vuelve concreta e histórica. Es su lado profundamente humano.

*Leonardo Boff escribió El rostro materno de Dios, Vozes 2005.

Traducción de Mª José Gavito Milano

18 comentarios

  • Pablo Osés

    Yo también dejé el sacedocio y me casé.

    Ese paso lo considero lo mejor que he hecho.

    Amando a mi mujer he ido aprendiendo a amar a todos como antes no podía ni imaginar.

    Más aún descubro ahora  que amo a todos  a través del amor a mi mujer.

    Salvo casos muy especiales no entiendo como se puede ser humano sin relacionarse  con una pareja.

    Pienso que un gran defecto de la Iglesia es su descalificación de la relación amatoria carnal. Tremendo que haya privado a sus sacerdotes de la actividad más humana.

    Por supuesto entiendo que Jesús tuvo esposa. No lo puedo ni pensar con una carencia tan notable.

    A veces quiero imaginar  que la notable genialidad de la teología de Rahner se debe a que se enamoró profundamente de una mujer.

    Le escribió durante 20 años miles de cartas de amor, de las cuales algunas se conocen y otras esconden los jesuitas. No entiendo como sobrevivió teniendo que disimular tanto su amor. Aunque también es verdad que el hombre puede sobrevivir en  cualquier situación por artificial que sea.

     

     

  • Carmen dice que el celibato es de “locos”, ¿acaso no hay personas felices con su celibato? El que otros hayan abandonado su celibato para después dormir con una mujer, no es un pecado en ninguna parte del mundo, el pecado está en acusar a la jerarquía, como Adán que acusa a Eva de haberle entregado la “manzana” para comer.
    ¿Acaso Jesús, San Juan y otros apóstoles estuvieron locos por haber permanecido en su celibato?
    Saludos.
    Nota: pido perdón si alguien se ha sentido ofendida por mi escrito. Bueno, eso es lo que me ha enseñado la Iglesia a través de sus sucesores.

    • Carmen

      Perdón. Me refería al impuesto.
      El voluntario me parece genial. De hecho muchísima gente joven ahora se mantiene célibe, aunque no creo que muchos sean castos en el sentido católico de la palabra.
      Me sentí ofendida por la expresión , cambiar celibato por mujer. Sentí a las mujeres tratadas como un objeto, pero ya se me ha olvidado. Tampoco es nada nuevo.
      Las personas cuando se dan cuenta de que han elegido un camino que no les convence, tienen derecho a cambiar. Lo que es una pena es que por querer ser sacerdote tengas que renunciar al amor de pareja. Lo veo una locura. El amor es muy importante para mí.
      Un saludo cordial.

    • Mª Pilar

      Algo de este sin sentido, no comprendo, por eso pregunto:

      ¿Qué tiene que ver, dejar el celibato (según la iglesia su “virginidad” para dormir con una mujer?

      Anda, que no hay sacerdotes, que sin dejar ni su celibato y por supuesto la tan alabada “virginidad” se acuestan con mujeres… ¿las aman? ¡¡¡no!!! sencillamente las utilizan aprovechando esa “admiración” incondicional que sienten hacia ellos, porque los miran como… seres “especiales”, como si ellos estuvieran ahí, para consolar las incomprensiones o falta de afecto que padecen.

      Los que dejan su sacerdocio por amor, actúan de una manera mucho más humana y digna, y se hacen responsables de su nuevo caminar para formar una familia con todas las responsabilidades que ello conlleva, muchas más, que ser una cura del montón, como hay miles de ellos, y no digamos nada, de los que solo les importa su… ¡carrera! dentro de la iglesia.

      Porque los curas que de verdad intentan vivir su vocación, desde Jesús, lo tienen muy complicado.

      Admiro su labor en el barrio tan duro don de ejerce, pero sus métodos en los ritos… no los comprendo.

      Y si le interesan ejemplos de hombres que han vivido su vocación y otros que lo dejaron… ¡por amor! En ambos caminos, los tiene, y muy conocidos; entre en sus vidas, y comprobará la dureza de sus luchas, ante las trabas y castigos que la iglesia les impone.

      mª pilar

    • Santiago

      Luis Alberto coincido contigo que existen y han existido millares de personas que son y han sido felices en su celibato y muchos también practicando la castidad propuesta por Jesús en el Evangelio “por razón del Reino de los cielos”..No se trata de clérigos del rito latino de la Iglesia Romana exclusivamente sino de muchos seglares jóvenes o viejos, ricos o pobres, blancos o negros etc que cada día ofrecen sus vidas célibes en favor de un miembro de la familia o de una causa nobilísima que les impulsa a renunciar al derecho a la unión santa del matrimonio para abarcar aún más y amar a todos de una manera universal pudiendo dedicarle TODO su tiempo a un familiar, amigos o a una comunidad numerosa.

      No creo ofender a nadie pues cada persona, clérigo o no, es libre para decidir que es lo más conveniente en cada momento.Hay clérigos que vivieron y viven actualmente plenamente su celibato y castidad y otros que son y fueron infelices y se frustraron..Y también personas casadas que han sido infelices en su matrimonio y terminaron en un duro y amargo divorcio y otros que hemos sido muy felices.

      Por eso, no se puede generalizar..No se trata de celibato o no, castidad o matrimonio..sino de amar realmente..Cuando amamos de verdad en el matrimonio a nuestra pareja entonces todo se ilumina y se es capaz del más grande sacrificio. El acto conyugal refuerza entonces el amor hasta hacerlo un sublime sacramento. De la misma manera el célibe cristiano, clérigo o seglar,que en aras del amor renuncia al matrimonio para entregarse al prójimo también ama sacramentalmente al mundo entero y disfruta en ella ya que la caridad de Cristo es un don del Espíritu Santo..Tanto en el estado matrimonial como en el estado de celibato, el amor es lo principal. Sin esto TODO queda sin sentido..se desvanece la fuerza que avanza al mundo cada día.

      El párroco de mi parroquia es del rito latino pero fue ordenado siendo ya sacerdote episcopal después de convertirse al catolicismo aprovechando una disposición de Benedicto XVI. Tiene 4 hijos pequeños junto con su esposa. Una familia feliz y muy espiritual que da un testimonio
      de amor y fidelidad a todos los fieles. Sin embargo, el, nuestro párroco,ha escrito varías veces en la prensa y lo ha dicho de palabra, que ve más apropiado el sacerdocio cèlibe que el casado en la Iglesia actual..
      Por eso tantos problemas existen en el celibato en el rito latino de la Iglesia Romana como en el sacerdocio casado de los diferentes ritos católicos De la Iglesia Católica Oriental. Los problemas son de otra índole y de abarcan otra dimensión.

      Es una opinión mía, sin querer criticar ni ofender a nadie en particular

      Un saludo cordial

      Santiago Hernández

  • Asun Poudereux

    La desmemoria puede anclarse en la ignorancia haciendo mucho daño. Los ojos del corazón se atrofian, quedan inutilizados. ¿Será para siempre?

    En tiempos de Jesús, a Jesús se le acusó de no cumplir la Ley. Incluso más. Se le tildó de ser mensajero y artífice del demonio, del maligno, de Belcebú.. etc…Hay realmente diferencia con lo que sigue sucediendo. ¿?

    Y el Amor le hacía perdonar a los que lo ignoran, a los que miran y no ven e inconscientes no saben lo que hacen.

    Sencillamente era fiel a sí mismo, al Amor universal, su casa, la que a todos habita, sin excepción: en los estigmatizados por la religión y la cultura, los repudiados desde el pedestal patriarcal, los Nadie, que desgraciadamente, muy a pesar del anhelo de Jesús siguen abundando,  siendo invisibles a los ojos del corazón.

    Y porque no tuvo miedo, rompe con todos los esquemas establecidos, y se enfrenta a las autoridades. Proclama su liberación y la de todos ellos. Grande y digno el riesgo que tomó en la defensa de la libertad y la verdad. El Reino del Amor.

    Soy incapaz, entonces, de ver ahí maldad: Ser coherente y actuar con plena consciencia, priorizando la dignidad de todo ser humano. Solo si me entapono los oídos a lo que me perturba y despierta mis miedos,  para no escuchar desde el corazón,  desde la palabra llena de Vida, Libertad y Amor.

    Gracias querid@s atrier@s por estar ahí. ¡Cuánta paciencia!

     

  • olga larrazabal

    Don Luis Alberto:  Muchos curas no dejan su ministerio PARA TOMAR MUJER. Lo dejan porque están cabreadísimos de la vidita de mierda que están llevando, dentro de la cual la falta de afecto humano puede ser una de las causantes, pero muchas veces es la boludez de las jerarquías o la corrupción de estas mismas.

    O la falta de fé para soportar las patadas que la Iglesia suele dar a sus servidores.

    Cuando se salen al mundo corriente, este suele ser en pareja, y ellos se integran.

    Por supuesto que habrá muchos que les gustaría tener pareja, y no necesariamente dejar su ministerio. Y a esos la Iglesia no les da cabida.

    Y otros que se enamoran humanamente.

    Y también hay un buen número que vive dobles vidas y se disparan en las sombras para cualquier lado.

     

    • Doña Olga, dice el Maestro al cual tú dices que sigues, ¿por qué juzgas a tu hermano? Así un cura tenga doble vida, ¿quién eres tú para juzgar?
      Nadie puede decir ante el sacerdote: “Y te prometo amarte toda la vida”, y al cabo de años, se divorcia para buscar otra. Me parece que eso no es justo. De la misma manera sucede con aquel que ha elegido LIBREMENTE su celibato. Que haya tenido tentaciones de mujeres, TODOS los tenemos, también las mujeres, pero que no venga a decir que mi sexualidad reprimida es por culpa del celibato y de la “boludez de la jerarquía.
      Ser hombre significa reconocer sus pecados y sus errores, lo contrario es esconderlos
      Ya lo dijo el señor: “la carne es débil, el espíritu fuerte”. A nadie se le ha obligado meterse de cura como a nadie se le ha obligado a casarse. La “mierda” (en palabras suyas) la lleva el casado como el soltero, y forma parte de nuestra vida hasta la muerte.
      Saludos

      • Carmen

        Fíjese. Tengo la impresión de que confunde sexo con amor.
        Soy una mujer educada a la antigua. Para mí sería imposible mantener relaciones sexuales sin amor.
        Mantuve una relación de cuarenta años con mi primer novio, 35 años estuvimos casados.
        Siempre fui fiel. Es más, lo seré el resto de mi vida.
        No, el amor y el sexo aunque estén estrechamente relacionados no son palabras sinónimas. Llámeme ingénua, seguramente para muchos acertará.
        Cuando hablo de celibato Obligatorio y digo que es una locura, es porque pienso que el amor de pareja es una de las cosas más grandes que tiene el ser humano. No pueden ponerte en la tesitura de elegir entre dedicar tu vida a lo que la quieres dedicar o vivir con quien crees que es el amor de tu vida.
        Es cruel e innecesario.
        Es mi opinión. Sin más. Una opinión.
        Un saludo cordial.

  • Toda mi vida me he preguntado: Qué tiene la jerarquía de la iglesia católica  contra nuestra sexualidad?.. y por qué tanta misoginia… hombres y mujeres somos criaturas de Dios, hechas a imagen y semejanza de Dios, cuando van a entender esto los curas y su jerarquía?… Lamentablemente a, los 18 años  perdí la fe cuando me enteré que mi amigo José Luis no era sobrino del cura de mi pueblo sino su hijo y la mamá de Jose Luis no era hermana del cura sino  su mujer… Lo que más me dolió el sufrimiento de mi amigo Jose Luis y su mamá, porque el pueblo al enterarse la verdad sobre ellos lo quiso votar del pueblo… dijeron que ellos eran una maldición de Dios…a la mamá de José Luis el pueblo la tildó  de “mula” y a él de “pájaro de mal aguero”…Hasta cuando el pueblo cristiano católico va a soportar todo esto?… Estoy seguro que actualmente también ocurre lo que he narrado…¿verdad?…estas son las sempiternas consecuencias de la soberana hipocresía del celibato sacerdotal… es indignante todo esto.

    • Si hoy le preguntáramos a Erasmo que piensa del celibato, naturalmente no daría una respuesta a favor, porque él mismo fue hijo de un cura que rompió sus compromisos.
      De la misma manera tanto los ex padres Boff, Tamayo, Pikasa, Duato y otros no hablarían bien del celibato, porque todos ellos dejaron su ministerio para tomar mujer. En otras palabras, siguieron las huellas del doctor Martin Lutero que saco del convento a una monja para después casarse con ella.
      El tema de que si Jesús tuvo esposa o amante, entra en el campo de la hipercrítica hermenéutica. Esto no me llama la atención porque también el historiador Morton Smith afirma categóricamente que el Maestro tuvo relaciones íntimas con un joven según “El evangelio secreto de Marcos”.
      O la del teólogo protestante Ludermann que afirma categóricamente que la resurrección de Jesús fue una ilusión óptica de San Pedro y San Pablo que pasaron colectivamente a los discípulos.
      O sea hay para todos los gustos y exquisitez.
      No sabía que la fe uno la pierde cuando un cura engaña, creo que ha existido una fe superficial, no era la fe del evangelio. Porque así fuera el caso, todos los que han leído la Historia de la Iglesia, ya no serían católicos sino protestantes. No creo que uno pierda la fe por enterarse de la sodomía que vivían los Borgias, o las atrocidades que cometió la Inquisición. Creo que nos falta la fe de la madre Santa Teresa de Calcuta o de Maximiliano Kolbe.
      El hecho de que algunos curas, rompan su celibato por el sexo, nada tiene que ver el celibato. Hoy la gente contrae matrimonio y al cabo de tres años, se divorcian. Acaso eso quiere decir que la culpa la tiene el matrimonio. Claro que no, nuestra libertad es la que decide. A nadie la Iglesia le pone una pistola para que se haga cura o para que se case.
      Cuando uno se ordena para presbítero, SU palabra se convierte en su lápida, no la Iglesia ni los obispos. Ya lo dijo San Agustín: “Dios que te creo sin ti no te salvará sin ti”.
      Saludos y a mantener la fe.

      • Carmen

        Me parece increíble lo que he leído.
        Increíble.
        Nadie cambia celibato ‘ por mujer’
        Lo veo totalmente insultante.
        Soy mujer, le aseguro que por ello no me siento con menor capacidad de razonamiento que ningún hombre. Y pienso que el celibato es de locos.
        No sé si me explico.

      • Carmen

        Se llama amor lo que han sentido estos señores que usted nombra. Amor.
        Éstos e innumerables personas más. Amor.

        Estoy indignada.

      • Mª Pilar

        Quizá en algunos casos… solo sea sexo… Y pregunto ¿quien tiene la culpa de eso?

        Es humillante; y todavía comprendo menos, aquellos que son incapaces de estar al día con la vida que les rodea.
        Una cosa es la formación que recibieron en sus años “mozos” vistiendo toda represión como virtud.

        Primero una buena educación sexual, conocimiento de su cuerpo y de sus llamadas, porque estas, se pueden dirigir y ordenar; pero las conciencias turbulentas, hacen mirar a la mujer, como un objeto que atrae el mal… el “pecado” la condenación.

        Porque si estos hombres “consagrados”…tienen una mente enferma, y unos hábitos nada aconsejables, y algunos de ellos… criminales para quien tienen que sufrir sus decadencias… ¡Y los hay! en demasía.

        No se puede vestir un ser humano, con halos de “santidad” a fuerza de latigazos y otras lindezas, eso no limpia las mentes enfermas o mal formadas.

        Para saber a que se enfrentan en la vida, tienen que conocer sus propios devenires, y una vez conocidos, trabajar por no perder su propia decisión de ser célibes.

        Y si llega el momento de dejarlo, porque de verdad, su vida ya no tiene sentido… dejarlo y a otra cosa, con todas sus fuerzas y todo su corazón. Dejando de sentirse personas “especiales” ¡Todas lo somos!
        Decisión nueva… ¡vida nueva!
        Y seguro que en esa vida nueva, podrán luchar con el mismo interés por cuantas personas les rodean.

        Si es un enfermo/a sexual, lo será fuera y dentro de la iglesia, y de igual manera, cometerá aberraciones.

        Todavía hoy, me causa gran extrañeza, que hombres y mujeres, que tiene una cabeza muy bien amueblada, ni siquiera intente cambiar su lenguaje, un lenguaje rancio, pío, extravagante, ridículo.

        No comprendo, como no se dejan contagiar por su Maestro, Él, jamás hablaría como la mayoría de curas y monjas hablan… ¡No lo puedo comprender!

        Al pan ¡pan! y al vino ¡vino! y mucho amor en todo ello.

        mª pilar

  • Isabel

    De todo lo leído y oído estos días a propósito del próximo día de la mujer, nada me ha llegado tanto al corazón como ese reconocimiento que hace Boff del comportamiento y actitudes de Jesús como femeninos. Un reconocimiento muy valioso, más todavía viniendo de un hombre y creyente.

    Es evidente que es así, toda su predicación y acciones de amor, compasión, cooperación, negación de la violencia lo convierten en todo lo contrario a un héroe masculino, son formas de hacer femeninas. Y sin embargo, hasta ahora nunca se me había ocurrido calificarlas de esa forma.

    Gracias a Boff. Y gracias a todas y todos los comentaristas, es un placer leeros. Y por supuesto a Antonio Duato, que lo hace posible.

  • Honorio Cadarso

    Lean ustedes, si les parece bien, unas declaraciones del obispo Munilla de San Sebastián sobre el Día de la Mujer 8 de marzo, que ha lanzado al espacio radiofónico en Radio María. Algo así como que las mujeres llevan el demonio en el cuerpo.

    Amiga Carmen, en mi pueblo decimos que tienes más razón que un santo. El Papa y los cristianos deberíamos abroncar a es obispo y obligarle a dimitir. Hay cosas que no se pueden aguantar…

    Y va el cardenal Osoro y dice que la Virgen María también haría huelga el 8 de mayo. Mejor podía pedir perdón en nombre de la Iglesia institución por impedir y combatir el acceso de las mujeres al sacerdocio, y la igualdad de sexos dentro de ella. En qué quedamos, ¿somos o no somos? Somos seguidores de Jesús o de quién?

  • Carmen

    Pues será Jesús, porque lo que es la iglesia…

  • oscar varela

    Hola!

    ¡Bien!

    Artículo:

    1- ¿Oportuno?

    o

    2- ¿Oportunista?

    ¡Vaya uno a saber! ¿no?