He pasado el fin de año en Padua y, naturalmente, he acudido a visitar la basílica de san Antonio y, en su interior, el sepulcro de Il Santo. Sin dejar de admirar la ambientación de la tumba –un tanto kitsch pero kitsch renacentista– me impresionaron los cientos de exvotos, tarjetas, mensajes, fotografías enviadas a san Antonio. Me impresionó la larga fila de devotos, a pesar de tratarse de una tarde lluviosa y desapacible. Y me impresionó especialmente una africana, las dos manos apoyadas en la tumba, abstraída largo rato en su oración al santo.
Con una de esas asociaciones imprevisible me vino a la memoria un cuento de Papini leído hace ya muchos años.
Cuenta el narrador un paseo por el campo en que encuentra a un hombre pescando y encadena con él una serie de preguntas y respuestas. ¿Por qué haces eso? Para coger peces. ¿Para qué quieres coger peces? Para venderlos. ¿Y qué haces con el dinero?… Al final la ronda va dando la vuelta para terminar en el principio: Pero ¿para qué fin vives? ¿Para qué fin? ¿qué quiere decir con eso? Quiero decir ¿cuál es para ti la cosa más importante de tu vida? ¿Cuál es para ti la cosa más importante de la vida? He comprendido. Mi finalidad es ésta, pescar peces.
A continuación, una escena semejante tiene lugar, esta vez con un campesino. El resultado es el mismo.
Finalmente, el paseante tropieza con una niña cogiendo flores: ¿Por qué haces esto? Para hacer un ramo a la Virgen. ¿Y por qué quieres hacer un ramo a la Virgen? Para que se acuerde de mí. ¿Y para qué quieres que se acuerde de ti? Para que me prepare un puesto en el cielo, cerca de ella, cuando me muera. Vivía –reflexiona a continuación el autor– para prepararse a la muerte. “Esta era una contestación, una contestación como no supieron darme los dos grandes ladrones del aguay de la tierra”.
Reflexioné: ¿Por qué ha vuelto a mi memoria este cuento, ya casi olvidado? ¿Cuál es la relación entre él y la experiencia de la devoción al santo de Padua? A mi modo de ver, en ambos casos se trata de la búsqueda de sentido y en ambos casos se piensa que la religión es una fuente de ese sentido que muchos necesitan y buscan.
Ya en 1975, analizando los efectos del capitalismo tardío, Habermas escribía lo siguiente: “Ciertamente, respecto a los riesgos de la vida individual, es necesaria una teoría que cancele, interpretándolas, las facticidades de la sociedad y la culpa, la enfermedad y la muerte, las contingencias que dependen de la complexión corporal y moral del individuo y son insuprimibles, sólo permiten elevarse a la conciencia como contingencias: tenemos que vivir con ellas, sin esperanza”.
Dicho en otras palabras: las sociedades avanzadas no pueden aportar elementos de integración que den cuenta de la culpa, la enfermedad o la muerte. No pueden aportar un sentido que en cambio siempre han ofrecido las religiones.
Claro que muchos argüirán, siguiendo una tradición ilustrada, que ese sentido es ilusorio y por tanto engañoso, Ya lo dijo lapidariamente Carlos Marx, aludiendo a la droga entonces en uso: la religión es el opio del pueblo. No suele citarse en cambio el aforismo que antecede a esa frase: la religión es el corazón de un mundo sin corazón.
Querría ahora manifestar mi adhesión a esta segunda frase y afirmar mi rechazo a la primera. En Padua me ha parecido poder experimentarlo.
Está tarde he ido a una misa por una monja muyyyyyyyy mayor que hace poco ha muerto.
Me he acordado de todos ustedes, no me pregunten por qué, pero mi cabeza me dice que de un modo u otro, todos los que escriben aquí están relacionados con la iglesia.
Era una sensación de unión, como de buen rollo que diría alguno de los antiguos alumnos, ya mayores, que había, maravillosa.
Y es que no es cierto que la iglesia no haga falta. Hace falta y mucho. A veces y solo a veces, en las misas y demás, brota de nuestra alma lo mejor de nosotros mismos. El tema está en que tenemos que pasar por encima de muchisimas cosas para que esto suceda. No debería de ser así. Lo tienen ustedes tan, tan fácil…
Las ovejas necesitan pastores. Pero como los de la parábola del buen pastor, no pastores que solamente piensen en el dinero que puedan sacar de la lana, la leche y la carne de sus ovejas.
No entiendo, no puedo entender ni me apetece entender, como personas que dedican su vida a , en teoría, seguir la filosofía del evangelio, acaban siendo mercaderes del templo.
Es tan fácil, necesitamos tantísimo creer en algo,,,
En fin.
Un saludo cordial a todos, piensen como piensen
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El sentido es lo importante…Y es el tema de Carlos Barberá…Si perdemos el sentido real de las cosas…entonces vivimos en un mundo fantástico…Por eso el mundo actual parece actuar “a la deriva”…Estamos viendo predominante una lucha sin cuartel, no tanto por el sentido de la vida…sino por lograr el poder y el control sobre el gobierno de la humanidad con objeto de “imponer” nuestra propia ideología..Pero el mundo, particularmente el occidental, está relegando a segundo término los valores espirituales humanos a favor de un consumismo despiadado, un materialismo holístico y una indiferencia completa ante nuestro papel como personas “con destino”…
DE nada vale “imponer” al ser humano una forma particular de vivir…si no se respetan sus valores fundamentales empezando por la libre expresión del pensamiento…Estas “imposiciones”¨no acaban por suprimer los problemas existenciales del ser humano, como dice el autor citando “la culpa, la enfermedad o la muerte”…tampoco la insatisfacción humana incluyendo el “vacío existencial”, “la angustia vital” y su infinita sed de felicidad…Son necesidades del espíritu ya que el fundament de la persona reside en lo espiritual…Y si abandonamos esta parte…ni siquiera la psiquiatría analítica no espiritualista, puede ayudar a la humanidad en su evolución, desarrollo y tránsito por este mundo..
Por eso, Iñigo de Loyola, proponía, al ponderar el destino del ser humano, como principio y fundamento, que hemos venido a existir “para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor” ya que sirviéndole a El y a lo que El ama, podemos llegar hasta nuestro destino final, que se identifica con nuestra última realidad, nuestra felicidad eterna….Cuando perdemos la brújula y confundimos los goles, estamos “a la deriva”…Si hemos sido hechos para existir en Otro, nos equivocamos cuando nos apartamos del fin..
Por tanto, es desafortunado interpretar la religión, en general, como “el opio del pueblo”..Jesús, como iniciador del movimiento religioso mas importante y coherente de la humanidad que ha tenido relevancia histórica, contradice tal afirmación…La dinámica de su vida y muerte expresada en las fuentes orales y escritas evangélicas prueban todo lo contrario…La fuerza de la PALABRA en el Evangelio ha trascendido los siglos porque reflejan una verdad filosófico-histórica que no ha sido posible destruir a través de los siglos…La expansión vertiginosa del cristianismo también prueba su enorme fortaleza cuando pudo sobreponerse a la Roma imperial y llegar a infiltrar sus propias filas…con un mensaje, no de venganza y odio, sino de amor y perdón…Los cristianos llegaron hasta el martirio en defensa de esta filosofía de la vida y del mensaje cristiano….Solo Jesús-Dios pudo decirnos que perdonaba nuestras faltas y nuestra culpa que es la que nos hunde en un abismo de desesperación y adicciones…pues sin su gracia es imposible llegar a vivir una vida moral…donde predomine el bien dirigido a Dios, a nuestros hermanos y a nosotros mismos…Dios nos ama en su totalidad y de la misma manera ama al mundo…Solo El pudo prometernos una felicidad eterna y completa…ya que en el mundo jamás podremos obtenerla…El es el único capaz de vencer “al mundo”…no la ideologías y políticas materialistas puras…
Por eso es que la religión, en particular el cristianismo, como cita Barberá “es el corazón de un mundo sin corazón”, puesto que estamos viendo que es el mundo el que rechaza el amor…
Es una opinión a título personal, con la cual respeto y admiro todas las aportaciones de mis distinguidos colegas en ATRIO
Un saludo cordial
Santiago Hernández
A veces me pregunto si está auténticamente convencido de lo que dice y si es así, me pregunto como ha llegado a ese convencimiento. O quizás es cuestión de semántica. Quizás cuando usted habla de religión yo entiendo otra cosa distinta.
Porque ¿alguien le ha convencido de que la autocrítica es algo deleznable? Plantéeselo.
Y no lo digo por que no coincida con mi manera de pensar, es muy raro coincidir conmigo, voy a mi aire, pero aquí escriben personas que se nota que han dedicado su vida a la religión que usted dice y son críticos porque ven que hay que cambiar cosas. No creo que sean sospechosos de no ser auténticos cristianos. A veces se me parte el alma cuando leo a algunos comentarios, ya voy conociendo a algunas personas, de las que escriben, claro.
Pero a usted, no logro entenderle. No parece que le falte capacidad de razonamiento porque hace unos bestiales. No logro entender como no tiene usted un mínimo resquicio intelectual por donde quepa la más mínima duda de que todo está correcto.
Las personas que pensamos distinto,y le digo que personalmente no sabe hasta qué punto me da igual lo que nadie piense, he vencido solica a la idea de ese dios raro que me habían inculcado, solica. Y tengo uno fantástico, que no sé qué es pero no es vengatiuvo, ni cruel, ni manda plagas, ni le gustan los sacrificios, ni el dolor ni tiene un pueblo elegido ni… Pero aquí ha un montonazo de personas de su cuerda. Casi todos diría yo. Dudan porque las cosas no les terminan de encajar. ¿ A usted le encaja todo? No entiendo. La crítica no es mala, que vaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. ayuda a mejorar las cosas y las personas que entran a Atrio no les pasa por la cabeza el desprestigiar a la iglesia, no la detestan, la quieren y desean mejorarla. Porque, querido amigo, la religión es cosa de iglesia y la religiosidad o espiritualidad o como sea que se llame, es otra historia.
¿Ve? Al final va a ser un problema semántico.
Un saludo cordial.
No me considero diferente al resto de la humanidad. La autocrítica es importante, sobre todo cuando empieza por uno mismo. Yo me considero un “rescatado” del mal con la gracia inmerecida de poder acceder a la fe cristiana. Sin embargo, no estoy exento, por ello, de las aflicciones, dudas y vicisitudes de la especie a la que pertenezco.
No es simple semántica, sino distintas maneras de caminar y de ver la existencia. Ante tantas críticas de la “fe y de las costumbres” en la que todos hemos nacido, ha de existir alguien que saque a relucir lo positivo y la riqueza inmensa del Pueblo de Dios en el que nacimos, y en el que queramos o no, crecimos y convivimos, gracias que nos pasan desapercibidas ordinariamente, y que son muchas. En ciertos ambientes donde la crítica es la norma, no es necesaria una más. No es que no sea consciente de “lo malo” sino que mi aportación no resultaría ya importante, ni relevante, sino todo lo contrario, ya que existe una super-producción crítica. Pero siempre ha de existir un equilibrio entre el fiscal y el defensor de la causa. La verdad tiende a relucir de esta manera. No puede ser todo crítica negativa, también debe existir lo que construye…para la reforma necesaria.
Por otro lado, la visión del cristiano está anclada en “la fe primera oral apostólica” codificada después en el magisterio evangélico que nos ha llegado al siglo XXI. El estudio exegético, histórico, teológico,y sociológico del Pueblo de Dios es un reto para todo cristiano que quiera entender algo de la fe que “recibió” y que dice profesar. Profundizar en este tema es tan importante para el creyente como para el científico experimental como para cualquiera que se adhiera a una forma de pensar y de actuar, ya que tenemos que saber donde se encuentra la verdad…
La fe en Jesús, en su propia identidad divina, también fue controversial en el siglo I como lo es ahora en el siglo XXI, ya que es el comienzo necesario de la aventura de ser cristiano. La lucha persiste todavía. Toda duda positiva en este tema como cualquier “otra creencia” puede ser estudiada y resuelta con los medios humanos que disponemos. Claro es que tenemos que tener una motivación interna y otra externa, y una “ayuda” subjetiva y objetiva. A todos nosotros nos ha sido otorgada esta “gracia” para encontrar en cual camino nos sentimos mas confortables en cuanto a la verdad. Es el dilema y quizás también la negligencia del mundo. Tratamos de esquivar “nuestra” verdad…Por otro lado, las vías para llegar a la última verdad son tortuosas y a veces totalmente incomprensibles…Por eso nunca debemos darnos por vencidos, ni desmayar…La misericordia de Dios siempre nos acompaña, en todo lugar y en todo momento.
Con admiración y respeto, saludos cordiales
Santiago Hernández
Creo que estoy entendiendo.
Ha escogido usted el rol de defensor de lo que cree que es un camino de , no sé cómo decirlo,de salvación? de la humanidad.
Estupendo.
Si piensa que es lo que tiene que hacer, adelante.
Es que no entendía el porqué ese no moverse de una casilla. Tenía la impresión de que iba más allá del enroque y me parece que su cabeza puede jugar de otra manera.
Perdone mi atrevimiento, pero cuando algo no me encaja me entra una especie de angustia neuronal.
Que le vaya muy bien. Y si alguna vez le asaltan dudas, no sé preocupe, le aseguro que, al menos entre las ovejas, es normal. Déjese llevar y siéntase oveja por un ratito, verá que sensación de libertad.
Perdón otra vez por mi atrevimiento, mis neuronas están tranquilas
Un saludo cordial.
Sería interesante que el autor explicitara cuales son -para él- las “sociedades avanzadas”. Si son la que anticipo que sean, valdría la pena decir si tales sociedades incapaces de otorgar sentido son mayoritariamente religiosas o no. Vaya a resultar que sean sociedades cristianas las que ejemplifiquen tal incapacidad de trasmitir sentido.
A titulo personal te comento:
Creo sinceramente, que las personas que trabajan siguiendo los pasos del Galileo; nos muestran hasta que punto son efectivas, creativas, dando una nueva vida a su paso.
La mayoría crecen en un entorno de personas que pertenecen de (alguna manera) a la iglesia, aunque actúan alejadas de su centro de mando, por razones obvias… porque sino, las silenciarían o las harían desaparecer.
Tengo la esperanza y la seguridad, que son los auténticos sembradores de :
¡La Buena Noticia!
Un abrazo lleno de esperanza y… ¡Entrañable!
pili
¿Cómo se puede encontrar el sentido en una tumba si no se acude a ella desde la alienación opresora? La mujer Africana (en realidad no sé cómo llegó a esa conclusion el autor del hilo porque el hecho de llevar la piel negra y hasta vestir a la Africana no bastan, quizás habló con ella) tiene su esperanza en el muerto que se supone yace en la tumba.
¿También el autor fue a encontrar respuestas opioideas a dicha tumba? ¡Interesante! Es su derecho si lo desea, como ha sido el mismo hacer lo mismo pero buscando historia y arte y además, sin encontrarlo. Los ex-votos muestran la religiosidad de la gente y los respeto, como respeto la guardia de honor en la tumba de Vittorio Emannuele en el Panteón. Respeto la expression de las creencias y no olvido aquello de que allí donde esté tu tesoro está tu corazón (Mt 6, 19-23) y que nos volvemos aquello a lo cual rendimos tributo (Cf. Is 6, 1-13).
Del artículo:
1. «Dicho en otras palabras: las sociedades avanzadas no pueden aportar elementos de integración que den cuenta de la culpa, la enfermedad o la muerte. No pueden aportar un sentido que en cambio siempre han ofrecido las religiones.»
Esta manera selectiva de interpretar el progreso de la Historia atribuye a la religión aportar un sentido que por otro lado ha demasiado a menudo causado daño. No en balde el autor prefiere sujetarse a la primera mitad de la expresión de Marx que menciona al final descartando la segunda, que la aclara, que, dicho sea de paso, en las «Obras Completas» de que dispongo es traducida no como la cita el autor sino como que «la religión sea el lamento de un corazón afligido», vale decir, de un corazón sin otra esperanza si se la sitúa en medio del proletariado que conoció Marx.
2. Claro que muchos argüirán, siguiendo una tradición ilustrada, que ese sentido es ilusorio y por tanto engañoso.
No sé cómo puede el autor ignorar la deshumanización (alienación diría Marx citando a otros) implicada en la religión y que tiene origen en Pablo pero que Anselmo de Canterbury consagró en su lectura sacrificial del asesinato del Galileo (Cf. Cur Deus Homo) asumiendo que la jurisprudencia a la que se atenía sería eterna e inmutable, lo cual es ya una mala lectura de la historia humana de la que dicha jurisprudencia emergía. No menciono la desigualdad de la mujer que aún se debate, ni la trágica historia de maltratos sexuales que el clero ha venido perpetrando y que aún sigue siendo problema como se ve en Atrio con la designación de obispos. Si tantos curas, que dicen creer lo que la religión propone en cuanto al sentido de la vida, son inmunes a lo que confiesan o lo que confiesan es inocuo con respecto a ellos, ¿cómo ignorar que la religión puede ser, en efecto, «ilusoria y por tanto engañosa»? ¿Qué parte de la tradición ilustrada se declara infalible, de obligada creencia, ortodoxa cuando reclama ser precisamente heterodoxa a fin de progresar?
No parece que sea rotundo esto que se dice de parte de la ilustración a propósito de la religión, algo ilusorio y engañoso. Puede suceder, y de hecho ocurre más y más, que la religión oficial y proclamada, no aporta el sentido real de la vida a la persona, aunque sí, ciertamente, es la verdad que esconde y en la que se sostiene la espiritualidad que va con ella, de la mano o enfrentada en muchas ocasiones, la que va dando al ser humano sentido y confianza conscientes.
Y todo ser vivo tiene que comer y las personas tener un lugar donde convivir con los seres queridos. No creo que sea contradictorio expresar el deseo de cubrir las necesidades primarias con el anhelo que todo ser humano lleva en sus adentros, descartando esto último sin más, sirviéndose, queriéndolo o no, de la mente que separa, juzga, rechaza desde un “privilegio de verdad”, pero olvida, ignora que el amor comprende y es capaz de sentir lo que el otro vive, esté donde esté su nivel de consciencia.
Las personas van transformándose en su vida, lamentaría que la religión fuera incapaz de hacerlo. Oportunidades no le faltan de abrirse más al amor y a la vida que va dando sentido a todos sin excepción.
Hola Carlos!
1- Te leo:
– “Con una de esas asociaciones imprevisible me vino a la memoria un cuento de Papini leído hace ya muchos años.”-
2- Te digo:
– Con una de esas asociaciones imprevisible me vino a la memoria un Libro de Ghislain Lafont, “Structures et méthode dans la Somme théologique de Saint Thomas d’Aquin”, 1961, leído hace ya muchos años.
Allí de-muestra cierta pre-eminencia de la Causa EJEMPLAR sobre la Causa FINAL a secas.
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El Capitalismo, al potenciar la Ciencia Técnica-tecnológica,
produciendo “in-creíbles” bienes mundanos que des-tierran males mundanos,
nos ha ido generando otras “EJEMPLARIDADES” del Bien-Estar frente al habitual Mal-Estar de tiempos anteriores y que sostenían la fuga de otra EJEMPALRIDAD, la religiosa.
………………………….
El SENTIDO de las vidas humanas ha ido cambiando de cuadrante ¿qué le vamos a hacer si la vida es así?
Van soplando vientos que direccionan las miradas hacia lo PRO-FANO (pesca y cosecha del cuentito de Papini), abandonando los arrobos DIVINOS.
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Por ejemplo:
¿Se desploma el catolicismo en América Latina?
La propia calificación del Papa pasa del 7.2 en 2013 al 6.8 en la actualidad
http://www.periodistadigital.com/religion/america/2018/01/13/fuerte-caida-del-catolicismo-y-auge-de-la-religion-evangelica-agnosticos-y-ateos-en-america-latina-religion-iglesia-dios-jesus-papa-francisco-fe-latinobarometro.shtml
Y quizás por eso la iglesia tiene ahora metida entre ceja y ceja a África. Vaya usted a saber.
No leí a Marx, pero eso de que la religión es el opio del pueblo no sé yo si tiene algo que ver con Dios. Quizás solamente se refería a la religión, no sé.
Cada uno entiende su religiosidad como puede. Hay muchos factores que influyen, ustedes lo saben mejor que yo. Si las personas ,como Fátima Valle, creen que las cosas se solucionan pidiendo cosas a la virgen, pues adelante. Pero también existimos otras que pensamos de otra manera y no por eso nuestra religiosidad es menor o de una clase inferior. Al menos eso creo.
Personalmente mi manera de prepararme para cuando llegue el final de mi vida es intentar estar en paz conmigo misma y con los demás. Y espero que los amigos que me queden, mis hijos y mis nietos lleven muchas flores para despedirme. Me encantan
Un saludo cordial.
No conocía ese cuento de Papini. Llamar ladrones al pescador y al campesino, sólo por no dedicarse a sobornar a la Virgen con flores. Impresionante. No sorprende que las religiones tengan tan mala reputación cuando promueven como piadosa una forma de ver el mundo tan distorsionada. Me recuerda aquello de “por culpa de ustedes el nombre de Dios es despreciado entre las naciones”.