Este artículo nos ha llegado el lunes, acompañado de una seria de mensajes de difundiéramos el reportaje Las cloacas del Interior, hecho por Mediaset pero que no ha sido emitido por ninguna televisión en abierto: ni La cinco, ni La siete, ni Antena3. Ayer lunes, a las 22 horas, fue emitida por Gol. Pero ya hace una semana había sido emitido por la TV3, televisión catalana y en español. Ese es el reportaje que invitamos a seguir, a la vez que reflexionamos sobre el breve escrito de Castillo:
TV·las-cloacas-de-interior/video/80 min
El texto de Castillo:
Si nos limitamos a explicar el significado lingüístico de estos términos, tropezamos en seguida con una dificultad inesperada: resulta casi imposible encontrar, en un diccionario, la definición adecuada que corresponda a las conductas y al hecho social de la “corrupción”, tal como todo el mundo habla de ella. Y tal como la estamos viviendo. Las ciencias sociales llegan, casi siempre, con retraso. Primero se producen los hechos. Luego, cuando esos hechos se analizan, se les encuentra la adecuada definición. Es lo que está sucediendo ahora.
En efecto, en las últimas décadas, se ha generalizado el fenómeno social de la corrupción, que preocupa, indigna e irrita cada día más y más a la mayoría de los ciudadanos. No es posible, como es lógico, analizar (aquí y a fondo) este asunto tan grave y de tan graves consecuencias. Sobre todo, si pensamos que se trata de un estado de cosas en el que entran en jugo la política, la economía, el derecho, la moral, la religión, la educación y tantos otros factores, imposibles de analizar y desentrañar hasta el fondo.
Por eso, en esta breve reflexión, me limitaré a destacar un hecho que, según creo, es capital para que nos demos cuenta de lo que realmente está pasando. Me explico.
Por supuesto, que hay corrupción porque hay corruptos. Pero, con decir eso, nos quedamos a medio camino. Porque la corrupción no es solamente la suma de los corruptos, tal como se suele entender el calificativo de “corrupto”. Tenemos tanta corrupción porque tenemos unas instituciones sociales (derecho, economía, política, educación, religión…) que no están ni pensadas, ni preparadas, para remediar (y menos, evitar) un fenómeno como el que estamos sufriendo.
Pero no sólo esto. Lo más grave, que está ocurriendo, es que nos quejamos de los gobernantes corruptos, pero el hecho es que la mayoría de los ciudadanos los siguen votando. Con lo que, sin darnos cuenta, lo que la mayoría estamos diciendo es: “siga Vd robando, que yo le seguiré votando”. Lo cual quiere decir que, en el fondo, corruptos somos todos. Unos, por acción; otros, por permisión, y casi todos, por omisión.
Concluyo: desde el momento en que el propio interés y la propia ganancia es el valor dominante en la sociedad, se hace inevitable que se haya generalizado el criterio según el cual, aquí el que “no se aprovecha”, es que es tonto. Así, ¿qué podemos esperar?
Comparto el pensamiento de Olga y George… así no hay como mejorar este mundo tan cruel e injusto.
Un abrazo.
mª pilar
Este enlace conduce a otro videa con subtítulos en español acerca de la distribución mundial de la corrupción y el rol que sus factores determinantes juegan:
Para activar los subtítulos en españo hay que seguir un procedimiento simple.
1. Mover el cursor del ratón sobre la franja inferior de la pantalla, engrandecerla con el icono de expansion de la esquina derecha
2. Pulsar la ruedita dentada de los «settings»: Los subtítulos (subtitles) deberán ser activados, clicando una vez y cuando se abra la lista de idiomas, escoger el español si es el que se desea.
3. Una vez activados los subtítulos volver a la esquina izquierda inferior de la pantalla y asegurarse de recomenzar el video para no perder el inicio.
Vale la pena de verse. Estos videoclips no son largos y suelen ser de gran calidad.
Dice George:
En última instancia es la ideología prevaleciente que alimenta la ética individualista, que hace prevalecer al individuo sobre el grupo social, y al bien individual sobre el bien común la que fomenta la corrupción.
Creo que tienes mucha razón. El alimento de la Etica es la educación que los padres dan a los hijos. Y en esto de la educación y del modo de criar a los hijos, la moda, el Dr Spock,o lo que sea, ha llevado a los padres a considerar ideológicamente sin ninguna comprobación, que los niños no tienen que aprender, sino que vienen aprendidos y que su papel de padres consiste en develar a estos genios en potencia estimulando su individualidad y no coartando su creatividad con cosas tan banales como el aprender urbanidad, buenos modales, respeto por el prójimo, las tablas de multiplicar ni la regla de tres. Y menos ejercer la voluntad ni la disciplina.
Me parece que suponen que misteriosamente aparecerá un ciudadano probo, honesto y solidario, así como por arte de magia. Y lo que se consigue, es que ese 10% de psicópatas y de ludópatas, y otros rasgos de carácter que no favorecen ni a la vida en común ni a las democracias y que tiene la especie humana, se manifieste en todo su esplendor.
Es la irracionalidad elevada a la categoría de ciencia económica la que ha impuesto al mundo su teología del individualismo, con sus supuestos de que las cosas se arreglan solas y que la Divina Providencia se manifiesta en el mercado y que el Estado con sus Instituciones está de sobra
Juntemos la irracionalidad educacional con la irracionalidad político económica, y tenemos el resultado de una sociedad que tiró la Etica por el WC y se está cavando su propia tumba.
En estas condiciones las democracias no funcionan, ya que para que funcionen se necesitan personas comprometidas con la Etica, disciplinadas y convencidas del valor de tener una organización sólida que regule la convivencia con justicia y equidad.
Amiga Olguita, tienes razón en lo que escribes, solo deseaba comentarte tu frase inicial: «No creo que las personas sean más corruptas que antes.»
El progreso filosófico o ético y una historia tan larga de sufrimiento que no parece terminar, parece que solo puede hacer peor un crimen de ahora que el mismo cometido en las cavernas, hace dos millones de años. El derecho ha progresado y con ello la conciencia individual, aunque haya habido y hay genocidios imperdonables, para marcar retrocesos.
No creo en la falsa noción de consciente o inconsciente colectivo o social. Creo en la mitificación de la memoria y la historia.
1. El Código de Hammurabi no fue igual o mejor que el Derecho Romano, y éste no originó un derecho familiar mejor que el aún defectuoso Código de Malinas, y éste no se compara con la letra de la Constitución de 1787, o las Declaraciones de Derechos Civiles de 1789, 1791, respectivamente en Francia y en los EE. UU., y finalmente de las NN. UU. en diciembre de 1948.
2. La violencia doméstica o pública contra la mujer no es igual que hace dos mil años, porque la mujer está liberándose y ha progresado mucho por lo cual su liberación irrevocable. Ahora es peor porque hay más consciencia de los derechos de la mujer.
3. 2000 años de evangelización hacen más imperdonable los abusos contra los menores y las monjas de parte del clero ahora, que cuando el cura olvidado por el obispo en la Sierra de Gredos hacía parir a la barragana, aunque sabía que era una falta grave porque se había comprometido al celibato. El mismo delito de parte de Alejandro VI era mucho, pero mucho más grave porque podía haberlo evitado más fácilmente, y los abusos de George Ratzinger, aunque posiblemente no será castigado por ellos, son aún más graves porque parece ser un hombre tan sensible a la belleza y al arte.
En suma, no digo algo que no sepas, la moralidad no parece progresar siempre lineal e irreversiblemente.
Hola Olga Larrazábal, tu conclusión es terrible.
Y explica muy bien el tipo de sociedad que se nos quieren imponer: la de la imagen; pues bien dices que la gente ya no vota ni de “oídas”, sino de “visu“:
” (…) y como las personas no entienden de delitos sino de publicidad, le encuentran cara conocida y votan por él.”
No creo que las personas sean más corruptas que antes. Quizás antes había una clase poderosa que monopolizaba la corrupción en gran escala, y el resto era corrupto en pequeña escala. Y al pequeño que pillaban, lo hacían papilla.
Actualmente con las democracias y el aumento de participación de las masas, se ha democratizado la corrupción. También existe una evolución del derecho, ya no le sacan los ojos a nadie o le cortan el brazo. Además lo que no está escrito taxativamente en las leyes de los estados, y es dejado a la honorabilidad particular, no suele constituir delito y no es castigado. Esas fallas en poner al día la jurisprudencia, y los sistemas de control a las instituciones, permite muchas cosas. Y como todos nos sentimos ciudadanos del mundo y no de un país especial (los nacionalismos son mal vistos) a la mayoría no le importa un pito que sus acciones contribuyan en gran escala a hundir el país.
Entonces los diarios denuncian los casos llamados “corrupción”, se suele armar un escándalo, se meten en el mismo saco los grandes robos con los rateríos, se busca un chivo expiatorio, los periódicos venden como locos, y al final la pena máxima para una figura conocida, es que lo encierren en su casa por un año y vaya a firmar una vez por mes al tribunal.
Después este personaje se presenta a las elecciones de la Presidencia de la República o de Senador o Diputado, y como las personas no entienden de delitos sino de publicidad, le encuentran cara conocida y votan por él.
Nota aclaratoria: De los dos enlaces que oferecí en mki última entrada, el Segundo es el que conduce al mapa en Movimiento sobre la migración de los valores.
En una república democrática, la discusión sobre la causa de la corrupción, teóricamente, es como la plantea el Prof. Castillo: Los electores la perpetúan de un modo u otro.
Pero en la práctica, Gramsci tenía razón cuando identificó la estructura de poder que por encima o por debajo oprime a la ciudadanía en general.
En última instancia es la ideología prevaleciente que alimenta la ética individualista, que hace prevalecer al individuo sobre el grupo social, y al bien individual sobre el bien común la que fomenta la corrupción.
El siguiente enlace conduce a la presentación, en movimiento progresivo, de las tendencias de los valores morales y la noción de felicidad, desde los valores tradicionales de la familia favorecidos por la religión (heteronomía) vs. los valores laicos o seculares (autodeterminación, ordenada o eje vertical) y desde los valores orientados a la supervivencia propia y del grupo (solidaridad) vs. los de la autoexpresión autónoma (individualidad, abscisa o eje horizontal), reportados por la http://www.worldvaluessurvey.org hasta su encuesta el 2015, en más de 150 países: https://www.youtube.com/watch?v=ABWYOcru7js, accesible en línea el 25/7/2017.
Desde este ángulo se puede comprender mejor la urgencia de la preocupación de Francisco por problemas como la destrucción ecológica y las migraciones forzadas por la saqueo financiero o económico de países pobres, por ejemplo, los del África subsahariana por efecto de las transnacionales que representan la nueva imperialización de las riquezas del mundo.
En una cultura global de corrupción no cuesta reconocer que la corrupción, como expresión de la tendencia opuesta a la solidaridad, ha de prevalecer.
También se comprende la urgencia de que trabas sin significado moral actual como la exclusión de las mujeres de la plena predicación magisterial del evangelio por medio del episcopado y la privación de los sacramentos a los divorciados, o la negativa a considerar la realidad de las uniones dentro del mismo género, solo puedan radicalizar institucionalmente la individualidad versus la solidaridad.
Los valores morales no llegan a enraizarse porque factores como la satisfacción inmediata compulsiva son predicados ideológicamente, por ejemplo, por el consumismo. Estos fenómenos socioeconómicos, por lo tanto, políticos, regulados por intereses corruptos, a su vez, fomentan cambios en la realidad social y a ultranza individual, con la consecuente rápida migración de los valores morales individuales e institucionales hacia valores destructivos, es decir, la corrupción.
Si el ejercicio democrático electoral está permeado de corrupción en esta especie de círculo vicioso, no es extraño que el mundo experimente las convulsiones oportunistas causadas por fundamentalistas o integristas de toda clase: Religiosos, políticos, etc.
Opinar usualmente requiere suficiente autoridad sobre el tema que sea y yo no la tengo, por lo que me parece interesante y hasta sorprendente que el Prof. Castillo escriba esto: «…resulta casi imposible encontrar, en un diccionario, la definición adecuada que corresponda a las conductas y al hecho social de la “corrupción”, tal como todo el mundo habla de ella.»
Me parece que el DRAE haga un esfuerzo bastante efectivo al intentar definir el significado de corrupción si bien se queda muy corto en cuanto a la etimología que propone limitándose a la latina. La RAE sabrá por qué, pero así es.
El siguiente enlace conduce al portal «Etimologías de Chile», que consulto a menudo sin defraudarme hasta ahora y ofrece una etimología de «corrupción»: http://etimologias.dechile.net/?corrupcio.n. Aunque sea gestionado como Wikipedia, quizás precisamente por eso, no desvinculado de la Academia Chilena de la Lengua, es muy frecuentemente revisado y, me parece, actualizado con acierto.
En el caso de «corrupción», «etimologías de Chile, como la RAE, solo ofrece una etimología Latina, si bien la extiende a la totalidad de la palabra y se sirve del verbo latino posiblemente más primitivo, con lo que el significado destructivo se hace más evidente. Esto, a su vez, representa, al parecer, un poco más específicamente el efecto moral destructor que tiene la «corrupción» sea pública o privada.
Completo el comentario anterior:
Si algún lector sigue la serie de artículos sobre la Primera República Española, que se publican en ATRIO, pronto advertirá como fueron en gran medida los republicanos radicales los que , haciéndole el juego (sabiéndolo o no) a los conservadores y alfonsinos, contribuyeron a dar al traste con la República democrática y dieron paso a la autoritaria de Serrano que abrió la puerta a la Restauración.
Yo también recuerdo el racionamiento al que se refiere Alberto Revuelta y los cupones. Recuerdo también como se adulteraba la leche y otros productos y la miseria que lo rodeaba casi todo.
Es verdad.
Los de “arriba” hacían negocios de “guante blanco” y así se enriquecían; y los de “abajo” “corruptelas” en el reparto de la miseria.
Pero eso, y los avances en la justicia, no debe llevarnos a olvidar “la sistemática mentalización” de los medios de comunicación y del poder político y financiero instalado, en favor de un pensamiento utilitarista y consumista que incluso llega a “atontar” el voto.
El miedo provocado por el poder, y en ocasiones incendiado absurdamente por una izquierda “poco inteligente”, forman muchas veces una tenaza inexpugnable de voto al “cacique” o al “poder de turno” .
Hay una corrupción en el voto fruto de la educación impuesta por el sistema y por la sociedad de consumo. Y propiciada en ocasiones por una izquierda que se despistó de su norte.
Y como el tema tiene muchos matices, es verdad que no se puede culpar de forma generalizada a los votantes, tal como bien dice Honorio Cadarso.
Aunque también es verdad que muchos ciudadanos no quieren saber, no ven ni oyen la realidad que está ante sus narices.
Y así votan lo que votan…
Si alguien no habla catalán, el siguiente enlace conduce al mismo video-clip, però con todos los diálogos en catalán que no aparecen en Amarillo el video del enlace (del artículo), traducidos al castellano: https://www.bing.com/videos/search?q=Las+cloacas+de+interior+en+castellano&view=detail&mid=4314A995D8EAEABBE15D4314A995D8EAEABBE15D&FORM=VIRE
Cuando era chico mi madre me mandaba con las cartillas grises verdosas del racionamiento a por el pan negro y el tabaco de picadura de la Tabacalera para mi padre. Recuerdo las colas, como cambiar los cupones con los guardias municipales para que hicieran la vista gorda, los delegados de barrio de Falange para la adhesión al glorioso movimiento nacional, las presiones a las familias cuyos hijos no íbamos a los flechas y pelayos ni a los campamentos de verano. De ahí venimos y hemos ido aprendiendo a votar, a ver, a saber. Corrupción ?. Claro. Pero ahora los corruptos con poder van a descansar a Soto del Real, son juzgados, el presidente del Gobierno testifica hoy ante una sala de Justicia. No nos equivoquemos: entre los años de donde venimos y lo que estamos viviendo hay un trecho a favor del hoy que no puede negarse salvo prescindiendo del recuerdo histórico. Y la comparación entre instituciones solo beneficia a la organización de nuestra convivencia civil. O hay menos corrupción en el silencio de los laicos en la Iglesia y el voto por muy difícil de decidir que sea?. Yo prefiero esta corrupción a la que viví de niño y padecí de mozo.
Que me perdone Castillo, pero eso de echarle la culpa de lo que pasa al ciudadano votante es echar balones fuera, es injusto…¿Acaso Castillo se atreve a decir que el ciudadano de a pie ejerce su derecho al voto con todos los elementos y datos que debería darle la autoridad para votar “libre y responsable y conscientemente”?.
Amigo Castillo, los votos se compran y se venden, aquí y en USA, y en Venezuela. El FMI hace propaganda para el gobierno, dice que estamos creciendo más que nadie en el mundo mundial, que España va bien, y eso es mentira. La ley electoral no valora con el mismo rasero el voto de todos los ciudadanos, vale más el voto de un soriano que el de un habitante de la España más desarrollada, el gobierno nos miente y nos engaña, el gobierno emplea fondos de otro destino, esos de la Caja B, para hacer “su” propaganda electoral, el gobierno manipula las elecciones.
Eso de que el personal es “la masa”, algo informe y estúpido, es una vieja teoría de un tal Ortega y Gasset que quizá prefería que solo votasen los cultos con carrera universitaria y el pueblo dijese simplemente “amén”. Si el votante es “masa”, la culpa la tiene la intelectualidad y los capitalistas españoles…
En el evangelio Jesús no condenaba al pueblo, sino a los que lo llevaban por malos caminos, a los pastores que entran en el rebaño por la valla, a los canallas que siembran malas hierbas en el trigo…Su opinión, amigo Castillo, se aparta un poco de ese evangelio según Jesús, según Mateo, Marcos, Lucas y Juan…