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Los votos no se compran

fausLa conducta del PNV en el debate sobre los presupuestos ha suscitado reacciones muy enconadas y merece una reflexión más amplia. En mi opinión, no se trata de si el cupo vasco es legítimo, puesto que lo reconoce nuestra Constitución, ni se trata de si en un país plurinacional hay hechos diferenciales, fruto de los avatares de la historia, ni de si es injusta la financiación de nuestras comunidades autónomas, cosa que el mismo Rajoy ha prometido revisar (lo cual me temo que sea garantía de que no lo hará). Se trata simplemente de que el voto a una ley no se puede dar  a cambio de dinero, ni aunque a esto se le llame negociación.

Si la ley es justa (si los presupuestos son solidarios y están razonablemente calculados) entonces hay que votar que sí, aunque no se reciba nada a cambio. Si los presupuestos son injustos, insolidarios o mal calculados, hay que votar que no, por más dinero que se nos ofrezca. De lo contrario me temo que estamos ante un caso más de corrupción, como cuando se saca a concurso una obra pública y se le concede a una determinada empresa no porque su oferta era correcta, sino porque ha pagado algo a cambio. El argumento de que es bueno para Euskadi me suena demasiado al “first America” de Trump o a “Francia primero” de Le Pen.

No quiero decir esto criticando a nadie, sino más bien suplicando una aclaración a quien pueda dármela, sobre todo si son voces autorizadas. Conocida la pasta humana, me temo que todos harían lo mismo que el PNV, en España y fuera de España. Por eso me pregunto si no habría que legislar para que en todas las negociaciones, que sin duda hay que hacer, no puedan entrar factores económicos: yo doy un sí a los presupuestos (como hizo el PP en Euskadi) a cambio de que tú des un sí a los míos, es  políticamente correcto. Pero si se mete el dinero por ahí, me temo que difícilmente construiremos convivencia, que es lo que hoy más necesitamos construir.  Pues cuando está de por medio “la pela”  es cuando todos los hermanos se pelean y todos vemos el dólar en el ojo ajeno pero no el euro en el propio.

7 comentarios

  • mauricio

    El comentario de Calleja es atenidisimo.Ha dado en el clavo.Existe una gran ignorancia sobre la peculiaridad constitucional del País Vasco.

     

  • h.cadarso

    El Gobierno vasco sacó adelante “su” presupuesto autonómico gracias al voto favorable del PSOE vasco y a la abstención del PP, y en contra de Bildu y Podemos de Euskadi que reclamaban más atención al gasto social. El PP hizo posible ese presupuesto a cambio de que el PNV haga posible el presupuesto del PP a nivel estatal. el capital no conoce fronteras ni patrias, solo piensa en sí mismo. El PP de Madrid no piensa en ayudar a Euskadi, solo en tener de su parte al capitalismo vasco.

    Si tienen ustedes tiempo, lean en “Fundación emprendedores” un artículo de Serralaitz titulado Don Diego y los bereberes. Don Diego López de Haro intenta pasar por la espada desde su estatua de Bilbao a unos bereberes que pasan delante de él en una manifestación reclamando la aplicación  del RGI a las personas con dificultades para sobrevivir. Pero la Dama de Anboto, una diosa que vive en los montes de Euskadi y dicen que se casó con Don Diego, le dice a su marido que enfunde la espada, que ya no estamos en la Edad Media y la Reconquista, sino en la globalización. Y Don Diego y los bereberes se saludan.

    El señor del cuento identifica a Don Diego con el PNV, y a la Dama de Anboto con el pueblo vasco. Pero el cuento salió mal, porque los del PNV no envainaron la espada como don Diego, y parece que no tienen demasiado respeto por la Dama de Anboto…

  • Interesantes las claves que nos propone Ignacio Calleja, para darles unas vueltas e ir situándonos en la realidad.

    Lo que deja mal cuerpo es la sensación de estar viendo la capacidad que tiene el todopoderoso dinero, de hacer pequeños milagros en política. Este aparente abrazo PP/PNV es como para taparse la nariz.

  • Antonio Toston De la Calle

    Repito. Parece ser que el Partido Popular tiene la exclusiva de las esencias patrias. Puede aceptar los cinco votos del PNV sin que nadie saque a colación, “romper la sagrada unidad de España”. 4.000 millones han convencido al Gobierno de Euzcadi para dar su placet a los PGE. No quiero ni pensar si esto mismo hubiera sido hecho por Podemos. Los hubieran comido vivos.Y lo del PSE de traca; atacando al Popular Partido,  ¡¡¡que ellos mismos han puesto en el Gobierno!!!, como damiselas ofendidas.¡¡¡Con que convicción habla el tal Antonio Hernando ; y hasta parece ofendido.Cuanto teatro, del peor teatro; astracanada.

  • José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete

    Si es que el planteamiento de González Faus no está centrado en la cuestión; doy unas claves para pensar el tema, y lo dejo al lector, para que lo amplíe y se enfade (en general):

    1) EL PNV tiene planteamientos económicos cercanos al PP, con más conciencia social, pero cercanos en su liberalismo social. Luego los Presupuestos Generales en conjunto los cree razonables.

    2) El PNV negocia sus intereses como un Estado con otro Estado. (No es todo Euskadi, pero en esto no tiene muchos contrarios absolutos). No hace cábalas profunda sobre la justicia social del conjunto de los Presupuestos para ese Estado ajeno, salvo en lo que le repercuta; algo así como España en la UE con Grecia o Hungría.

    3) El PNV razona (y a su modo, muestra) que por los servicios que recibe de ese Estado, Euskadi paga mucho más de lo que valen y, simplemente, alega que reclama esa diferencia acumulada de años. Luego no vota una ley a cambio de dinero, piensa el PNV, sino que cobra lo que le deben de años; y al cobrar, vota una ley razonablemente buena (los PGE).

    4) El PNV considera que cualquier ley de PGE le tiene que garantizar unas inversiones necesarias para proteger el desarrollo industrial de Euskadi, y argumenta que si el Estado no puede, que le dejen a ellos hacerlo, como lo haría un Estado independiente con sus medios y créditos.

                Concluyo. El planteamiento de fondo tiene que ver con el ser o no parte igual de un mismo Estado, y esto no es así. Me lo respondió no hace mucho el Consejero de Economía y Hacienda de Euskadi: la solidaridad de Euskadi es irreprochable porque “aporta a los PGE más de los que representa en el PIB español, es decir, aporta el 7% y representa el 6%”. El hombre no veía razones ajenas a esa diferencia para hablar del tema.

                Ergo la cuestión de fondo es que el PNV (Euskadi en general) piensa en el Estado español como un pacto de naciones (las que sean), en el que Euskadi está bajo las condiciones de un Concierto Económico, y en su defecto, no tiene por qué estar. Estar o no, es un acto libre para la nación, y por ende, lo que se pone o no, una acuerdo de cálculo entre lo que conviene a cada uno y la solidaridad; pero nunca, una obligación política incondicional.

                Ahora, a discutirlo.

  • ELOY

    Uno de los problemas que facilitan estos “acuerdos” extraños entre partidos, es que los parlamentarios están , inapropiadamente, constreñidos por la disciplina de sus partidos de origen al ser elegidos en listas cerradas.

    Así se contradice el artículo  67.2 de la vigente Constitución de 1978:

    Los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo

    Porque los parlamentarios (“Las Cortes Generales”) representan “al pueblo español” tal como señala el artículo 66.1 de la citada Ley Fundamental.  Y no a sus partidos.

     

     

  • Román Díaz Ayala

    “Voto a una ley a cambio de dinero”.  Argumento un tanto débil habida cuenta de que precisamente “esa ley” es esencia el dinero que se debe administrar, distribuir y asignar.

    En cuanto al segundo considerando, ¿es que el Gobierno del PNV, no está haciendo una política de derechas , con los criterios economicistas de la derecha?

    Utilizar la ley de presupuestos generales para  asfixiar hasta la defenestración del Gobierno de Mariano Rajoy, bien, podría ser una razón de peso, una maniobra política comprensible. ¿Pero hasta qué punto está el PNV comprometido con la política general del Estado Español, si no es en función de sus intereses por su patria chica? El PNV defiende desde siempre a Euskadi como una nación propia y diferenciada dentro del conjunto de la nación española, con la cual convive, pero no forma parte, a no ser por los vínculos políticos heredados.

     

    ¿Podemos exigirle una “conversión política”, después de cuarenta años de esta democracia?