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Por qué hicimos la opción por los pobres (y ellos la hicieron por el neopentecostalismo)

Tres entradas seguidas en ATRIO escritas por brasileños. Y la de ayer y la de hoy extensas. Pero interesantes y provocativas. Desde Brasil, que fue en posconcilio la cuna de las Comunidades de Base y de la Teología de la Liberación, ¿cómo se vive ahora la primavera de FranciscoFrei Betto (ver al final del artículo unas pinceladas sobre este dominico, si hay alguien que no lo conozca) se plantea muchos interrogantes sobre lo que han sido estos últimos cuarenta años, cómo es la gente sencilla en Brasil (y otras partes, lo mismo), qué esperan de la religión y cómo debería actuar la Iglesia Católica si quiere ser fiel a Jesús y al Pueblo. Al final del todo señala cuatro líneas estratégicas. AD.  

Hay quien dice que la Iglesia Católica optó por los pobres y los pobres optaron por las Iglesias evangélicas. Lo cual tiene cierta dosis de verdad si consideramos los índices que demuestran que en los últimos años hubo una disminución del número de católicos en el Brasil y un aumento de protestantes (adeptos a las Iglesias históricas) y de evangélicos (adeptos a las Iglesias pentecostales y neopentecostales).

En el censo del año 2000, el 73.6 % de la población estaba formado por católicos y sólo el 15.4 % por protestantes y evangélicos. En el censo del 2010 los católicos representaban el 64.6 % y los protestantes y evangélicos el 22.2 %. En diez años el número de protestantes y evangélicos aumentó el 61.45 %. Y hoy ellos son 42.3 millones. En 1970 eran 4.8 millones (5.2 % de la población). Se estima que cada año son abiertos en el Brasil 14 mil nuevos templos evangélicos.

Los evangélicos se dividen en Iglesias protestantes tradicionales o históricas (luterana, presbiteriana, bautista, anglicana, metodista, etc.); pentecostales (Asamblea de Dios, Presbiteriana Renovada, etc.); y neopentecostales (Universal del Reino de Dios, Internacional de la Gracia de Dios, etc.). La mayoría de los neopentecostales se ubican en la periferia de las ciudades y el 63.7 % ganan al mes como máximo un sueldo mínimo. De ahí el interés por la Teología de la Prosperidad, que propone una ética que transforma en valor religioso la ascensión social dentro de la movilidad urbana.

Pedagogías apostólicas

Mientras que la predicación católica se centra en lo dogmático (en lo que se debe creer), la neopentecostal está enfocada en el pragmatismo (el carácter utilitario de la fe para alcanzar beneficios, desde empleo hasta la cura de enfermedades). De ahí el lema adoptado por la principal Iglesia neopentecostal, la Universal del Reino de Dios (“Pare de sufrir”). Es una predicación muy centrada en la autoayuda.

¿A qué se debe tal fenómeno? Hay varias hipótesis. Una de ellas es explicada por la coincidencia entre la urbanización brasileña, en la confluencia de los siglos 19 y 20, y la diseminación de las Iglesias evangélicas. El éxodo rural, la urbanización desordenada, la ruptura de los vínculos familiares tradicionales, el aumento de las periferias y la masificación de los medios de comunicación, son factores que están en el origen de la explosión evangélica.

Más recientemente hay que considerar los 34 años de los pontificados conservadores de Juan Pablo II y Benedicto XVI, que inhibieron en la esfera católica a la Iglesia de los Pobres, a veces incluso severamente reprimida, así como su fundamento icónico, la Teología de la Liberación. Aunque nunca fueran condenados.

Católicos de las periferias urbanas y rurales que no se sentían acogidos en Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) y pastorales populares emigraron hacia los espacios evangélicos. Lo hicieron por dos razones básicas: el ansia de encontrar posibles soluciones a sus problemas crónicos (enfermedades, desempleo, carencia de identidad en los grandes centros metropolitanos…) y el malestar de ser llamados a frecuentar los templos católicos, predominantemente ocupados por la clase media, y donde reina el clericalismo.

Las Iglesias evangélicas adoptan un modelo pastoral calificado de “caníbal”. Instaladas en antiguas salas de cine o en garajes, abren directamente a la calle su gran boca ávida de fieles… Para tales Iglesias el espacio físico religioso no exige necesariamente la construcción de templos. Cualquier sala o galeria puede ser transformada en local de culto. Y muchos templos mantienen abiertas sus puertas las 24 horas del día, lo cual es impensable en lo tocante a los templos católicos. Y al llegar a algunos templos evangélicos en plena madrugada es posible que sea recibido por un obrero que dedica especial atención al fiel en potencia. En una parroquia católica no es fácil ser atendido por un sacerdote, especialmente en el período vespertino.

En los cultos evangélicos se da participación de los fieles. Se adopta una espiritualidad “personalizada”, predestinadora, sin dimensión social. Lo que fascina es el Dios de misericordia que cura, consuela, perdona y ayuda a obtener empleo, da prosperidad y une a la familia. Un Dios que libera al fiel de los vicios, del adulterio, del pecado, en fin de las garras del diablo… Espiritualidad que penetra a fondo en el corazón y en el bolsillo del fiel… En ese mundo de perdición la Iglesia sobresale como una isla de salvación individual, en la que cada fiel se siente elegido del Señor. Y si demuestra vocación para la música, sea en el canto o en el dominio de un instrumento, el fiel es apreciado por la comunidad religiosa.

En la Iglesia Católica hay muchos obstáculos que dificultan la adhesión de los más pobres. Reina el clericalismo: casi todo está centrado en la figura patriarcal del sacerdote, y las mujeres participan como meras figurantes. No hay mujeres diaconisas ni sacerdotes, mucho menos revestidas del carácter episcopal.

Las liturgias católicas se ven asfixiadas por las rúbricas canónicas que impiden la improvisación, la danza, la participación de los fieles, los rituales de bendiciones y sanaciones. Nuestros fieles no pasan necesariamente por escuelas bíblicas ni tienen el hábito de leer y meditar las Sagradas Escrituras. Casi todo su acercamiento a la Biblia se reduce a las lecturas litúrgicas seguidas de sermones que raramente hacen la exégesis del texto, y cuando lo hacen no está al alcance cultural de los fieles.

Los templos y capillas católicos no cuentan con obreros o agentes pastorales que, a cualquier hora del día o de la noche, están dispuestos a atender a quien los busque y que estén dispuestos a atender al borracho, a la mujer agredida por su marido, al desempleado agarrado por la desesperación o al individuo sumergido en la angustia o la joven afligida por la gravidez inesperada e indeseada…

Y a veces utilizamos un lenguaje demasiado politizado o meramente moralista, sin que se corresponda con la sed de sacralidad del fiel, de mística, de sentirse acogido por la misericordia de Dios o por la Iglesia como familia o comunidad religiosa.

Conservadurismo

Desde que los evangélicos se instalaron en el Brasil, a fines del siglo 19, se caracterizaron por una postura conservadora, robustecida por la lectura fundamentalista de la Biblia y por el puritanismo. Basta con recordar el alineamiento de la mayoría de las Iglesias protestantes y evangélicas con la dictadura militar (1964-1985), aunque algunos de sus fieles figuren como mártires y confesores de la resistencia democrática, como es el caso de los hermanos Paulo y Jaime Wright y los pastores Jeter Ramalho y Anivaldo Padilha.

A pesar de que hoy día se den segmentos evangélicos abiertos al ecumenismo, a la Teología de la Liberación, lo que todavía predomina es el conservadurismo teológico y político. En estos comienzos del siglo 21 el blanco del fundamentalismo evangélico son las políticas de derechos humanos y de género.

Hay que destacar el avance de las Iglesias evangélicas en el uso de los medios de comunicación, creando figuras mediáticas de fuerte arrastre popular, como Silas Malafaia, R.R. Soares y Edir Macedo. La adquisición de la Red Record, TV abierta, en 1989, por la Iglesia Universal, causó un fuerte impacto en la formación de la opinión pública nacional. Y el mercado fonográfico “góspel” obtuvo la mayor recaudación de la industria musical brasileña, pues anduvo en torno a los US$ 200 millones por año.

La Iglesia Católica lidia con los medios sin la debida profesionalización, sobre todo en el campo de la imagen, como la TV e internet. El máximo de audiencia obtenida por los católicos se restringe al éxito de los sacerdotes cantores, como Marcelo Rossi, Fabio de Melo, Reginaldo Manzotti y otros.

Es necesario destacar también los segmentos evangélicos progresistas, como la Renas (Red Evangélica Nacional de Acción Social), creada en Rio de Janeiro en el 2006, y que congrega a fieles de las Iglesias Bautista, Asamblea de Dios, Anglicana y Luterana. Los miembros de la Renas son críticos del discurso y de la práctica de la bancada evangélica en el Congreso, son contrarios a la reducción de la mayoría de edad penal y se muestran favorables al diálogo con las religiones de origen africano, al debate sobre la discriminalización del aborto y a la unión civil y religiosa de parejas homosexuales (cf. O Globo 19.09.2015, p. 26).

Rumbo a la derecha

En octubre del 2013 una encuesta del DataFolha comprobó que la mayoría de los brasileños se identifica con los valores de la derecha. Este cuadro se hizo público cuando se preguntó acerca de cuestiones como la pena de muerte y el papel de los sindicatos. El 38 % de los encuestados fueron clasificados como de centroderecha, el 26 % de centroizquierda, el 22 % de centro, el 11 % de derecha y el 4 % de izquierda.

La tendencia a la derecha se ve reforzada por muchas Iglesias evangélicas indiferentes a la moral social y defensoras del libre mercado. Toman postura contra el aborto y el control de la natalidad; son favorables al tratamiento sicológico de los homosexuales, y consideran que la democracia es plenamente compatible con los parámetros del capitalismo. Apuestan por un Estado mínimo y, en nombre de la “salvación de la familia”, la criminalización de los movimientos civiles pro derechos sociales.

Según el análisis de la teóloga protestante Magali do Nascimento Cunha, la bancada evangélica no creció tan significativamente como se alardeó en las elecciones del 2014. El discurso homofóbico en defensa de la familia y contra el comunismo no fueron suficiente como para atraer los votos que esperaban.

Según el DIAP (Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria), el número de parlamentarios evangélicos en la Cámara de Diputados no sufrió alteración significativa en las elecciones del 2014. Se estimaba que llegaría a una bancada de 100 elegidos (un crecimiento del 30 %), teniendo en cuenta el aumento del 20 % alcanzado en elecciones anteriores. Pero sólo fueron elegidos 72 parlamentarios. En el 2010 habían salido elegidos 66 para el Congreso Nacional, entre diputados federales y senadores.

Marina Silva y el pastor Everaldo

Los evangélicos presentaron, en las elecciones del 2014, dos candidatos a presidente: Marina Silva y el pastor Everaldo, ambos de la Asamblea de Dios.

Marina Silva empezó a destacar a partir de la muerte inesperada de Eduardo Campos, candidato a presidente por el PSB, de quien era vice. Eso socavó la candidatura del pastor Everaldo, pues los evangélicos, aunque no fueran aliados de Marina Silva, se agruparon en torno a ella movidos por el antipetismo. Sin embargo ella tampoco alcanzó a llegar a la segunda vuelta, quedando en tercer lugar entre los candidatos. Comparando con la elección del 2010, cuando también concurrió al mismo cargo, hubo un aumento del 2 % en el número de votos que obtuvo: del 19 al 21 %. Presionada por líderes evangélicos, Marina cambió varias veces su discurso, lo que provocó pérdida de confianza en muchos de sus posibles electores.

El pastor Everaldo obtuvo poco más de 780 mil votos, quedando detrás de la candidata de la izquierda Luciana Genro (PSOL-RS), que obtuvo 1 millón 600 mil votos.

Lo que sorprendió a muchos fue el apoyo de Marina Silva, en la segunda vuelta, a la candidatura del oposicionista Aécio Neves (PSDB). El pragmatismo superó los principios.

 

La servidumbre voluntaria

La Boétie publicó, en 1576, el Discurso de la servidumbre voluntaria, texto en el que analiza ese extraño fenómeno que hace que ciertas personas abdiquen de su autonomía para pensar con cabeza ajena y actúen según lo mande su maestro.

Se da en todos los ámbitos, desde la mujer que se deja subyugar por el marido hasta el funcionario que nunca cuestiona las órdenes del jefe. Otro ejemplo lo tenemos en los criminales nazis y en los torturadores brasileños que fueron llevados ante los tribunales y que alegaban en su defensa el cínico argumento de “Cumplíamos órdenes”.

Un día le pregunté a una señora a quién daría su voto para alcalde. “Al que Dios mande”, respondió. Confieso que me espanté, con una punta de envidia. Siempre quise saber la voluntad de Dios en mis pasos por la vida. Tengo una fe sembrada de incertidumbres.

Desde luego sé que Dios es Padre (y Madre también, nos recordó el papa Juan Pablo I), pero no es paternalista. Como canta Gilberto Gil, me dio la regla y el compás y yo mismo trazo el camino. Eso se llama libre albedrío. Aquella señora, sin embargo, daba muestras de haber merecido tener un canal directo con Dios. Es más: un Dios partidario electoral en la enconada disputa de las elecciones municipales. “Señora, ¿y cómo sabrá usted quién es el candidato preferido de Dios?”, le pregunté. A lo cual replicó cándidamente: “El pastor lo dirá. Él es la voz de Dios”. ¡Dios mío!, reaccioné para conmigo. Confundir la función de sacerdote, obispo o papa con la voluntad de Dios es una de las más aberrantes artimañas para favorecer el fundamentalismo y promover la servidumbre voluntaria. ¡Vean lo que los terroristas islámicos hacen en nombre de Mahoma!

Lo más curioso es que ni los ateos se libran de eso. Basta con leer El hombre que amaba a los cachorros, de Leonardo Padura. En nombre de la Causa, encarnada en la voluntad incuestionable de Stalin, Ramón Mercader sacrificó su vida para asesinar a Trotski.

Por lo demás, casi todos los líderes, sean políticos, religiosos o empresariales, prefieren que sus subordinados abdiquen de la conciencia crítica. Y si tienen una opinión diferente, que traten de callarla. El pez muere por la boca…

De ahí el fenómeno degradante de la humillación voluntaria. Para no perder prestigio, mantener su función, o creerse bien vistos ante los ojos del jefe, muchos bajan la cabeza y enseñan el trasero… Cualquier crítica es tenida como desvío ideológico, herejía, conspiración o traición.

Vuelvo a la canción de Gil. En la esfera cristiana la regla es la Biblia y el compás la práctica de Jesús. Él actuó en defensa de los derechos de los pobres y excluidos. Denunció a los opresores y “despidió vacíos a los ricos”. Hizo el reparto de los panes y los pescados y “sació de bienes a los hambrientos”.

Todos los que se consideran sus discípulos y creen que él hacía siempre la voluntad de Dios, deberían por tanto actuar como él, incluso al votar. Los criterios evangélicos son obvios para quien tiene ojos para ver y oídos para oír. El resto es demagogia e intento de perpetuar la servidumbre estructural de aquellos que, fuera del mercado, no merecen dignidad ni salvación.

Papel de los medios

Todo este proceso cuenta con la complicidad de los grandes medios, históricamente alineados a los valores y políticas conservadoras. En cierto modo los programas de radio y TV monitoreados por pastores evangélicos fortalecen la legitimación del statu quo, razón por la cual son apoyados por los dueños del capital. A éstos no les interesa la agenda de los movimientos sociales ni la ampliación de las conquistas en pro de los derechos humanos.

Esta apuesta de un pastor evangélico en FaceBook refleja bien el espíritu de cruzada de ciertas Iglesias. “Debemos unirnos cada vez más; ya somos millones los evangélicos en el Brasil, además de los simpatizantes. Tenemos fuerza, y está claro que nuestra fuerza viene de Dios. Necesitamos movilizarnos contra las fuerzas de las tinieblas, que quieren desvirtuar las buenas costumbres y la moral y, principalmente, que quieren afectar a la honorabilidad de la familia. Si mi pueblo, que me llama por mi nombre, se humillara y orara, no hay diablo que le resista”.

El huevo de la serpiente

En resumen: es preocupante la confesionalización de la política. En la elección de Dilma el tema religioso fue más relevante que los programas de gobierno. En la de alcalde para la capital paulista, en el 2012, chocaron obispos y pastores, y el padre Marcelo Rossi se convirtió en icono político. En Rio de Janeiro el candidato Crivella vio denunciado su pasado fundamentalista con base en sus propios escritos, donde demoniza al catolicismo y las religiones de origen africano.

La modernidad separó al Estado de la Iglesia. Ahora el Estado es laico. Por tanto no puede ser dirigido por una determinada creencia religiosa. Todas tienen derecho a difundir su mensaje y a promover manifestaciones públicas, siempre que sean respetados los no creyentes y los que piensan diferente.

Se esperaba que nombres de proyección nacional, como el diputado Marco Feliciano (PSC-SP), actualmente acusado de estupro, recibiesen al menos 1 millón de votos. Uno de sus más fuertes atractivos electorales, el pastor Silas Malafaia, de la Asamblea de Dios Victoria en Cristo, llegó a declarar: “Si Feliciano tuviera menos de 400 mil votos en la próxima contienda, me cambiaría de nombre”. E ironizó sobre la reacción de los movimientos sociales cuando Feliciano ocupó la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos y Minorías de la Cámara: “Quiero agradecer al movimiento gay. Cuanto más tiempo pierdan con Feliciano mayor será la bancada evangélica en el 2014”. Malafaia debiera cumplir su promesa: Feliciano tuvo, en la elección del 2014, 398.087 votos.

El PSC estaba tan persuadido del éxito electoral de sus candidatos que lanzó al pastor Everaldo de candidato a presidente de la República.

El Estado debe estar al servicio de todos los ciudadanos, creyentes y no creyentes, sin dejarse manipular por esta Iglesia o aquella denominación religiosa.

El pasado del Occidente comprueba que el mezclar poder religioso y poder político es reforzar el fundamentalismo y, en sus aguas revueltas, el prejuicio, la discriminación e incluso la exclusión (Inquisición, “herejías”, etc.). Todavía hoy en el Oriente Medio el traslape de doctrina religiosa en ciertos países produce políticas oscurantistas.

Temo que también en el Brasil esté siendo golpeado el huevo de la serpiente. Ciertas denominaciones religiosas están inscribiendo a sus pastores para cargos electivos; se constituyen bancadas religiosas en ámbitos legislativos; se moviliza a los fieles según el diapasón de la lucha del bien contra el mal; algunas Iglesias se identifican con ciertos partidos; y amplios espacios de los medios son ocupados por proselitismo religioso.

¿No se estará gestando algo peligroso? Ya no importa la lucha de clases ni sus contornos ideológicos. Ya no importa la fidelidad al programa del partido. Importa la creencia, la fidelidad a una determinada doctrina o líderes religiosos, a la “servidumbre voluntaria”, a una fe que moviliza corazones y mentes.

¿Qué sería de un Brasil cuyo Congreso Nacional fuera dominado por legisladores que aprobaran leyes no en beneficio del conjunto de la población sino para encuadrar a todos bajo la égida de una doctrina confesional, tengan o no tengan fe en esa doctrina?

Sabemos que ninguna ley puede forzar a un ciudadano a abrazar tal principio religioso. Pero la ley puede obligarlo a someterse a un procedimiento que contraría la razón y la ciencia, y sólo tiene sentido a la luz de un principio religioso, como prohibir la transfusión de sangre o el uso del preservativo.

No nos engañemos: la historia no sigue un movimiento lineal. A veces retrocede. Y lo que fue será, si no logramos que predomine el concepto de que el “amor” –que no conoce barreras y “todo lo tolera”, como dice el apóstol Pablo– debe prevalecer siempre sobre la fe.
Si nosotros, los católicos, pretendemos atraer a los pobres a nuestros templos y comunidades sólo nos queda un camino:

  • evitar cualquier combate con las iglesias evangélicas, como estigmatizarlas con el apelativo de “sectas”;
  • dialogar ecuménicamente con sus fieles y sus pastores;
  • recrear espacios pastorales en los que los pobres se sientan como en casa, como era antes en nuestras CEBs y en la pastoral obrera;
  • adaptar la liturgia católica a los paradigmas culturales populares;
  • y sobre todo en nombre de la fe en Jesús colocarnos al servicio de la erradicación de la pobreza y de sus causas.

Frei Betto es escritor, autor de “Un hombre llamado Jesús”, entre otros libros. 

www.freibetto.org/> twitter:@freibetto.

Traducción de J.L.Burguet

QUIÉN ES FREI BETTO

El escritor brasileño Frei Betto es un fraile dominico. conocido internacionalmente como teólogo de la liberación. Autor de 60 libros de diversos géneros literarios –novela, ensayo, policíaco, memorias, infantiles y juveniles, y de tema religioso en dos acasiones– en 1985 y en el 2005 fue premiado con el Jabuti, el premio literario más importante del país. En 1986 fue elegido Intelectual del Año por la Unión Brasileña de Escritores.

Asesor de movimientos sociales, de las Comunidades Eclesiales de Base y el Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra, participa activamente en la vida política del Brasil en los últimos 50 años.

 

 

15 comentarios

  • George R Porta

    Roman te leo: “La historia de las naciones y de sus poblaciones son lo mismo que nuestras historias personales. Dependen de cada etapa de nuestra vida.”

    Realmente no sé cómo llegas a esa conclusión. La vieja afirmación de que el individuo reproduce la evolución de la especie no admite aplicación a las historias personales.

    Simplemente puesto, la vida de un oprimido de este momento no es igual que la vida de quien le oprime en este mismo presente y ambos pertenecen al mismo pueblo y la misma historia.

    La sujetualidad es un factor real, no imaginario y quien tenga acceso al poder no tendrá una sujetualidad equivalente a la de quien no lo tiene. Esa es la historia que trató de cambiar Jesús, la de la justicia. Quizás ayuda leer las bienaventuranzas para comprender qué cambio histórico desea o propone.

    Me alegro que tu puedas incluir en su solo juicio o apreciación la cristiandad como un todo. Yo no puedo. No existe la cristiandad como algo homogéneo o simple. Ese es el problema que en el ejemplo que pone Oscar, Jesús confrontó diferentes niveles de respuesta. El joven rico no recibe una condena explícita por no aceptar su oferta. Cumplir, cumplía, pero el problema es que no quiso dar el paso siguiente, el paso adicional. El y Jesús pertenecían a la misma historia pero no la vivían igual. Uno acabó en su casa preocupado acerca de su futuro, el otro acabó hecho trizas en la cruz.

     

     

  • Román Díaz Ayala

    Sigo pensando, George, que no estamos en dos posturas enfrentadas hasta el punto de hablar de dos interpretaciones distintas de una misma historia, y que resulten irreconciliables.

    La historia de las naciones y de sus poblaciones son lo mismo que nuestras historias personales.Dependen de cada etapa de nuestra vida.

    Vamos a ceñirnos al siglo XIX y al reinado de Isabel II, quien es la reina española que en varios momentos resaltas  en tus comentarios, siendo su reinado desde 1833 a 1868, justo el año cuando la Revolución Gloriosa  y el Sexenio Democrático, cuando hubo en Cuba un levantamiento armado que dio  inicio a la Guerra de los Diez Años. En 1834 se suscribe el Tratado de la Cuádruple Alianza. Puede decirse de España, casi lo mismo de Portugal, que sigue siendo una potencia mundial aunque sólo por su extensión (Ärea pininsualr y dos archiliélagos, Balear y Canario, plazas de soberanía al norte de África, el área del Caribe con Cuba y Puerto Rico – y unos pocos años parte de Santo Domingo también-, un inmenso archipiélago en Asia suroriental, Filipinas,  y unos archipiélagos oceánicos, Carolinas, Marianas, Palao). Sin embargo dejó de ser gran potencia en otros aspectos importantes: en lo económico, en lo militar y en lo político. No así Reino Unido y Francia, ambos también con intereses en el Caribe.

    A partir de 1836 España inicia el reconocimiento de iure de las repúblicas latinoamericanas recién emancipadas normalizando sus relaciones también en los aspectos mercantiles y financieros. Pero Cuba y Puerto Rico sufrierron peor suerte. Para España Cuba especialmente se había convertido en un problema debido a su hererogeneidad racial y la permanencia de la esclavitud. Todo lo conseguido en la Constitución de 1812 de igualdad de trato, se perdió pues en 1837 se excluyó a Cuba de representación en Las Cortes, y también en 1845 (dos Constituciones que le daban trato de colonia. “Las provincias de Ultramar serán gobernadas por leyes especiales”. Lo político y administrativo, fue sustituido por lo militar y diplomático., que debilitaba todavía más la posición de España,  ahora como Metrópolis.

    En cuanto a la presión norteamericana se hizo notar durante este período 1843-1875 en forma de conspiraciones y expediciones que alentaban los estados esclavistas del sur de la Unión. Quzas tú has manejado alguno de esos documentos, como bien dices en tu último comentariol.Fueron momentos no de una sino de varias ofertas de compras al gobierno español de turno. Cuba se volvió más apetecible porque las riqquezas en oro de  la costa del Pacífico (California) hacía necesaria una comunicación con el Este Atlántico por una via más corta que el Cono Sur (comunicación marítima por el istmo).

    Apetencias todavía mayores cuando México se ve obligado  a ceder a los Estado Unidos todos sus territorios al norte del Río Grande. Cuba territorialmente era la llave del Golfo de México. Pero no olvidemos que Inglaterra quería defender también sus posiciones antillanas (Jamaica, Trinidad, Tobago, Bahamas etc)

    El atractivo de Cuba, lo era también para el capital mundial y los especuladores y los buscadores de fortuna que ahora llamamos “inversores”, lo cual explica muchas de las cosas que dices y a la que podríamos añadir muchísimos más ejemplos.

    En cuanto al cristianismo, no debemos olvidar que su aspecto cultural, porque es una religión y como tal “un valor” civilizatorio, o de una civilización dada. (Pero yo tengo un concepto mucho más refinado del cristianismo, que exige un impulso ético, algo práxico de la persona que se traduce en un discipulado y no un mero sistema de creencias, pero eso ya lo sabes tú)

  • George R Porta

    Román: Sigo teniendo la sensación de que hemos leído dos historias diferentes de la relación de los EE UU con América, no por que me haya posicionado del lado anti-americano, sino porque desde pequeño escuché a mi abuela, hija de un funcionario español de pueblo y capitán abanderado de los Voluntarios de la Reina, pero amigo de varios mambises de alta graduación en la región y sobrino nieto de otro Coronel mambí, aquellos cuentos de la reconcentración de Weyler y después la intervención americana y las apropiaciones de tierras en San Juan y San Luís en Pinar del Río. Durante la segunda intervención en 1906 (ella tenía 21 años) mi familia paterna perdió tierras que Lord Astor, un inglés-neoyorkino con pretensiones compró porque tenían ese privilegio auto concedido, al precio de 5 dólares la caballería.

    Por ella supe de los intentos de compra de Cuba que la reina española no aceptó y de la exclusión de los cubanos de la firma de la rendición tras de la guerra hispano-norteamericana del 95-98. Más tarde, ya en los EE UU encontré la documentación correspondiente porque cuando estudiaba bachillerato antes y durante los primeros años del castrismo nada de eso salía en los libros de historia y llegué con muchas cosas que averiguar.

    Los EE UU siempre quisieron la Isla como “hacienda” y la han dejado destruir cuando intervinieron en el resto de las naciones latinoamericanas que intentaron revoluciones socialistas, porque el tiempo todo lo puede y ya va surgiendo la generación de ricos que son más americanos que cubanos y planean y discuten, todavía acá desde luego, como invertir y comprar y recuperar aquello y cuán seguro fuera que Cuba se convirtiera no en un protectorado pro tempore sino en un estado.

    El mismo dilema que P Rico sufre, pero de otra forma. Más aún algunos como Saladrigas y los del consorcio de Coca Cola y cervezas, los de la Cruz, llevan años visitando Cuba y conversando con el Gobierno a través del Cardenal Ortega, Casi todos pertenecen a la Orden de Malta y por Ortega entra mucho dinero de Malta a la Iglesia y al Gobierno.

    Respeto tu punto de vista pero sé que yerras en cuanto a interpretar a los EE UU y su expansión que nunca ha dejado de ser una movida en planeamiento. “América para los americanos” no es América para sus nacionales, sino para los gringos en el lenguaje de John Quincy Adams aunque la propuso Monroe.

    El último gobernador de la Florida, José María Callava, está en mi familia por parte de unos primos de mi padre y fue quien entregó la Florida española a Jackson cuando perdió en la guerra de invasión del territorio tras la venta de la Luisiana. Texas fue arrebatada sangrientamente a los mexicanos. Galeano denunció con una larga serie de documentos la explotación económica de Nuestramérica, pero Cuba era vista como una hacienda. Si Hawaii les interesó es posible dudar que Cuba a 90 millas no les conviniera?

    Cómo crees que llegó la mafia de Lanski y compañía que representaban en el sur a las cinco familias del norte, a adueñarse de Tropicana, el Havana Hilton, el Capri, el Havana Riviera y, el hotel emblemático de La Habana, el Hotel Nacional? Fue la conexión de la Embajada con el gobierno de Batista. Lo que no querían en su propio territorio lo facilitaron en Cuba. Así llegó DuPont a comprar casi la mitad del territorio de la península de Varadero que era terrino público y comenzó el desarrollo urbano de “La Torre” y se separó el extremo para su propia vivienda.

    Este país tiene sus grandezas como todos. No son tan cristianos como crees y afirma tu autor y llevas razón en que son más religiosos que otra cosa, pero en lo formal porque internamente no son cristianos en realidad. de ahí que hayan sido sean un manantial de fundamentalismo de fascismo religioso y financiero.

    A mí no me extraña que Trump haya llegado a la Casa Blanca. Los americanos, como pensaba Martí no tienen realmente sensibilidad política y hoy día son hijos de la información espectacular y tendenciosa que les proveen por ejemplo la Fox y una miríada de comentaristas radiales escandalosos como el Limbaugh, el Hannity y esos payasos o los cubanos del mismo trapo en el sur de la Florida a los cubanos.

    En fin, como te digo respeto lo que piensas, sabes y escribes, pero discrepamos radicalmente a mi modo de ver. No se trata de historiografía, sino de historia. Y aunque fuese cuestión historiográfica como pudiera ser apolítica o no reflejar la política la historia precisamente es algo extraordinario que quizás mi ignorancia no me deja comprender, concedo.

  • Román Díaz Ayala

    George,

    yo no veo tan grande diferencia entre tu comentario y el que a continuación escribí puesto que es sólo cuestión de perspectivas, la historiográfica y la política, que no es una reducción de la primera, sino cuna cuestión de “tempo”.

    La historiografía ha podido desprenderse de los condicionamientos de la guerra fría ( 1947-1991) y su clima de confrontación que exigían un análisis más directamente político en cualquiera de los dos bloques y dentro de cada una de las dos ideologías en pugna. A tí te tocó en el lado soviético, como a otros muchos en Latinoamérica, por razones de ideología se posicionaban con los análisis marxistas. Añadamos “tu vividura”, es decir “tu memoria histórica” con todo lo que tiene de subjetivismo y de protagonismo personal.

    Pues bien, se sabe que los Estados Unidos pretendían un control comercial con Cuba, y no una  anexión. Tentación de los estos sureños esclavistas antes de la Guerra de Secesión. Una vez vencederos los Estados industriales del Norte, los americanos se dedicaron a la facilitación del comercio en expansión compitiendo con las potencias europeas.

    Con William McKinley, EE.UU. se anexionó Hawai, que le servía de base para sus intereses con China en competencia con Europa.

    Lo de Filipinas fue curioso. Confiesa Mc Kinley que puso la cuestión en oración y después de reflexionarlo mucho decidió no soltar las islas a los países europeos  (España, Francia o Alemania) por un acto de responsabilidad. Tenía la obligación de que no se formara el caos ( como si su presencia no hubiese causado tantos miles de muertos) y educarlos, civilizarlos y cristianizarlos. ¿Se puede esperar un ideal más europeo?

  • George R Porta

    Amigo Román: No sé cómo interpretas lo que escribí pero seguramente tengas razón en lo que dices y yo debo haber leído una historia de Cuba viciada de errores aunque no conozco la situación de Cuba sino por haber estado allí y haber luchado dentro de la propia Iglesia para que se abriera en alguna medida y pagué el correspondiente precio y cuando estuve en la calle, pues pagué la otra mitad en el trabajo forzado.

    Con todo reconozco que quizás me expreso demasiado equívocamente. Trato de preguntar que me aclaren antes de juzgar lo que otros escriben todo lo más que puedo, pero desde luego no soy perfecto.

    Honorio, no me atrevo a llamarlo amigo porque quizás usted no lo aceptaría, pero al inicio de mi relación con Atrio,  pensé que al fin iba a poder tener información de primera mano del movimiento de curas obreros que me ilusionó en mi juventud.

    Desafortunadamente no ha podido ser y asumo responsabilidad por ello, reconozco que quizás sea mi falta que no hayamos desarrollado una amistad cercana. Por mi parte lo lamento. Al menos permítame decirle que admiro lo que describe acerca de su vida y su presencia en la Iglesia Católica. No importa que quizás usted no me crea, en mi defensa solo puedo decirle que fuera mucho más fácil no arriesgarme y ni siquiera escribir esto que le escribo.

  • Santiago

    Honorio,   no te puedes sentir “un bicho raro” por tu actuación…Creo que has entendido la caridad evangélica correctamente…y la has puesto en práctica de manera efectiva…Creo que cualquier cristiano, ya sea católico o protestante, que quiere vivir su fe tiene ante sus ojos la figura misericordiosa de Jesus de Nazaret que es el modelo a imitar…Sin embargo, yo actuaría de una manera diferente: no me situaría “en el sitio mas lejano” del templo…sino que, por el contrario, me colocaría en un lugar donde pudiera seguir la misa con facilidad…y al mismo tiempo me ocuparía del prójimo antes, en y después del servicio eucarístico de la misma forma en que tu lo practicas…No solamente eso…buscaría la manera de participar mas en esa comunidad..y hasta me ofrecería como voluntario para ayudar en el servicio dominical…De esta manera, podría dar mejor ejemplo de este espíritu evangélico que tu posees y que es una gracia…Y podrías empezar una cadena de manera que otros imiten también tu ejemplo….y se arregle esta indiferencia y burocracia que tu notas…¿O es que acaso aquellas comunidades primitivas de Corintio, de Éfeso, de Filipos, de Colosas, de Roma, de la Galia, de Tesalónica etc. etc. a las que Pablo evangelizó no tenían similares o peores problemas? Solamente tenemos que leer algunos de las Epístolas Apostólicas de Saulo para darnos cuenta que el cristianismo tuvo que ser predicado no solamente “de palabra” sino “con el ejemplo”…y así Pablo no solo “llora con los que lloran”, “padece con los que padecen” sino que  aconseja a su amigo y colaborador Timoteo: “mas tú anda sobre ti en todo, arrostra los trabajos, haz obra de evangelista, desempeña cumplidamente tu ministerio”….”pues yo voy a ser derramado como libación…he luchado la noble lucha, he finalizado la carrera, he mantenido la fe” (2 Tim. 4, 5-7)

    Por otra parte el sacrificio eucarístico es el sacramento especial del amor en la Iglesia…Lleva en si la caridad misma de Jesucristo….La comunión con este sacramento es una gracia que debe producir en nosotros la fuerza para irradiar el amor a Dios y al prójimo, sin que esta 2 cosas puedan separarse..Es simplemente una consecuencia de su recepción para el fiel que lo recibe dignamente y en el verdadero espíritu evangélico..

    Sin embargo, dentro de la comunidad de los fieles, a través de todos los siglos, unos han dado buen ejemplo de este amor cristiano y otros no…Nosotros, pues, poseemos sacramentalmente la revelación de Cristo mismo, en su mas alto grado…Nuestra responsabilidad como católicos es mucho mayor…Y sin embargo, vemos muchas veces malos ejemplos…No todos responden de la misma manera a la gracia y al tesoro que guarda la Iglesia de Jesucristo, solamente éstos rascan la superficie, la iglesia no es, para ellos, mas que un acontecimiento semanal y nada mas…Sin duda, muchos neo-pentecostales, aunque no pertenezcan totalmente al cuerpo de la Iglesia, están en comunión con nosotros en el “alma” de ella, y están unidos a nosotros en la comunión de todos los fieles…pues la verdadera caridad es vínculo de perfección..No todos han podido entender perfectamente el mensaje sacramental de Jesús, muchos lo han rechazado y lo siguen rechazando, otros prescinden de el totalmente y finalmente hay quienes quieren seguir y siguen el camino que propone Jesús…El Pueblo de Dios, ha conservado, para los que se quieran aprovechar, del signo sacramental del amor que es doble: Dios y el prójimo…Es voluntario, es libre…Depende de nosotros mismos…Somos nosotros los que estamos “dentro” los que tenemos que dar el ejemplo…pues alguien “tiene que empezar”

    Un saludo cordial   Santiago Hernández

  • Román Díaz Ayala

    Gracias, hermano Honorio, por apearte de tu discurso dogmático, cuyo efecto maligno es la de entrar en la dialéctica de amigo-enemigo entre otras perversiones. Ya te sabes la historia de la pequeña luciérnaga que quería conocer la oscuridad más tenebrosa y su madre le permitió que bajase a las profundidades, regresando para informar que nunca encontró la oscuridad. “Es que eres luz, hija mía, y en tu presencia las tinieblas más malignas se disipan.” En cada ser humano, por muy errado que nos parezca, siempre hay un punto de luz, aquella que nos hace uno-con-nuestro-Creador.(¿No somos hijos/hijas de Dios?)

  • olga larrazabal

    Tengo dos señoras conocidas, de la burguesía acomodada de Chile, que se hicieron evangélicas. Una de ellas fue Gerente de Finanzas de un Banco, otra fue la esposa de un alto militar, tía política del General en Jefe de las Fuerzas Armadas. A ambas les pregunté porqué razón lo habían hecho y ambas me contestaron que en medio de terribles aflicciones, la Comunidad Evangélica las había  prácticamente “acunado”, sin entrar en juicios de ninguna especie.  Una de ellas, divorciada, se volvió a casar con un hombre al cual le brotó una esquizofrenia y   se hizo alcoholico, y tuvo que internarlo.  La otra, dio a luz una hija, a la cual una mala aplicación de forceps, le produjo un daño cerebral incurable y ella convivió con esta hija toda la vida.

    De alguna manera la Iglesia Católica no contaba entre sus organizaciones parroquiales, una que en vez de predicar, acogiera.  O quizás los parroquianos de la burguesía no están acostumbrados a compartir sus miserias como lo hacen los pobres. Y en este país, ser evangélico hasta hace poco era cosa de pobres o mapuches.  Y los curitas, también hijos de la burguesía, muy reglamentados, bien educados y distantes,no tienen la cercanía con la miseria humana, y el calor como para acoger a los sufrientes y no están acostumbrado a dar abrazos, por eso de los escrúpulos de conciencia del célibe.

    La Iglesia como institución tiene 2000 años, toda una Era.  Y las estructuras humanas después de tanto tiempo se desdibujan, se convierten en cascarones vacíos, por mucho empeño que le pongan sus adeptos.

    Hay demasiado peso histórico en cada palabra que tiene relación con la Iglesia, y no siempre de buena clase. La Iglesia Católica es eurocéntrica y elitista, y las grandes masas humanas no están en Europa ni son de elite, y las explicaciones teológicas no les dicen nada, ni la sotana, ni el rojo obispo, ni las procesiones.

     

  • h.cadarso

    Amigo Ayala: No, no he dado con ninguna piedra filosofal, quizá estamos ante un hallazgo que no está al alcance del saber humano dejado solo, desamparado de recursos inspirados en el corazón, la intuición, la oscuridad. Por algo dice aquel soneto-oración: Tú me mueves Señor, muéveme el verte_Clavado en una cruz y escarnecido- ….de tal manera- Que aunque no hubiera cielo yo te amara- Y aunque no hubiera infierno, te temiera”.

    Me siento un poco bicho raro, voy a misa los domingos y me pongo en lo más lejano y escondido, no sigo los movimientos de levantarse o sentarse como el común de los fieles, me sublevo y protesto en la sacristía porque no abren la puerta para que los inválidos puedan acceder a piso llano al templo, o porque no hay unos wateres a mano para que los que padecen de incontinencia urinaria puedan remediarse…critico que los pórticos del templo se cierren para los que en otros tiempos se refugiaban para dormir en ellos. Soy para los “incondicionales” como una mosca cojonera, en la prensa condeno las riquezas de la iglesia española y universal…

    Hago propaganda política a la puerta de la iglesia, habida cuenta de que un buen porcentaje de los que asisten a misa son votantes de la derecha vasquista o españolista, cosa que también ocurre, según se dice aquí, en casi todos los países de mucha praxis religiosa. A mis hijos no les hablo de religión, pero sí de lucha obrera, de dar la cara ante cualquier injusticia, de vivir las bienaventuranzas…

    Reacio a la religión como encuentro con Dios en directo, sin el intermedio de los hermanos, siento que necesito participar en la oración con todos los que van a misa los domingos, me siento rebaño con ellos, como una oveja más, y que la Palabra de Dios me llega clara y limpia, más que por el lenguaje del cura que predica, por el eco que el evangelio y las palabras del cura despiertan en mi interior. Entiendo sobre todo que solo es posible el encuentro con lo trascendente, con ese Dios que se nos esconde, a través de esa inmersión en el rebaño; y eso sería mi concepto de religión…El resto, amigos, podría ser ganarme a pulso el calificativo de marxista leninista maoísta y renegado que seguramente me acompaña ante el gran público desde hace tiempo…Mis amigos de calle son todos de esa misma tendencia, confieso que tengo malas compañías…

    Y seguramente muchos me tildan de “maltrabaja”, que tras una carrera eclesiástica que me habría abierto mil puertas para instalarme en la clase media y en la intelectualidad,  he despreciado todas esas puertas instalándome en profesiones de peón, desempleado y jubilado con la pensión mínima…

    Amigo Ayala, esa podría ser mi piedra filosofal…Puesto en el evangelio, yo podría estar representado en el leproso que gritaba de lejos al Hijo del Hombre: “Ten compasión de mí”. Porque de manchas ando muy abundante, puedes estar seguro.

  • George R Porta

    Dietrich Bonhöeffer, sabiendo ya que su destino estaba sellado, escribió sobre su “un mundo adulto” para el cual la “hipótesis Dios” fuese irrelevante y se cuestionaba cómo el Evangelio de Jesús pudiese ser vivido y anunciado sin referencia religiosa.

    Durante los últimos meses de vida, pasado marzo 1944, pensó y escribió cómo pudiera él anunciar el evangelio en la prisión, estando rodeado de personas (sus guardas y sus compañeros de prisión) a quienes no les preocupaba la “hipótesis Dios”.

    La expresión que utilizó en su carta es la siguiente: “No podemos ser honestos sin reconocer que es necesario que vivamos en el mundo etsi Deus non daretur…”   [Como si la existencia de Dios nos fuese dada, por descontado)] (Cf. Carta de 30 de abril de 1944 a Eberhard Bethge).

    Frecuentemente escuchaba a sus familiares y corresponsables expresarse en términos que traslucían la percepción de “Dios”, como “deus et machina”, como un gigante al timón de un Mundo en el que coexisten la justicia y la injusticia, el bien y el mal y las segundas partes de cada una de esas diadas fueran inexplicables, una forma de pensar que ya Bonhöeffer había dejado atrás.

    El Jesús de Bonhöeffer era simplemente humano y deseaba hablar de Jesús en términos de su humanidad, aunque orase en su intimidad desde una perspectiva más amplia, en la que la Esperanza de que se cumplieran las promesas de Jesús fuese central. Esta especie de discrepancia radica precisamente en su deseo de hacer de la testificación de su Esperanza un servicio, un “anuncio” inteligible a las personas en su entorno, “sus prójimos”.

    Cómo cada persona vivirá su Esperanza es una experiencia que tiene mucho en común con las vivencias de muchas otras, pero siempre tiene por lo menos aquello personal y por esa razón nadie tiene derecho a juzgar quién sea un cristiano válido o auténtico y quién no.

    Es esta situación compleja la que aún justifica la reflexión ética o filosófico-moral porque el discernimiento ocurre en las coordenadas multiaxiales de la vida real de cada persona, de cada grupo, de cada nación…

     

  • Román Díaz Ayala

    Gracias, querido Honorio, por tu amable comentario. Es muy posible que hayas dado con la piedra filosofal y te estás mostrando muy reacio a hacernos participar de ella, a quienes estamos en comunión contigo a través de Atrio. Precisamente quienes están en la búsqueda de ese estilo y contenido pastoral para acercanos más al Evangelio, como Fei Betto, necesitan de tu concurso.

    Así quedaremos todo el personal más iluminados, ahora que disparas por elevación.

  • h.cadarso

    Tanto el hilo que introduce el tema como los comentarios que figuran aquí dibujan un estilo pastoral en el que es difícil saber qué pertenece al mensaje evangélico y qué “al Reino de este mundo” del que decía Jesús que no tenía nada que ver con él…¿De veras Jesús vino a establecer una nueva religión, una nueva sociedad religiosa, o más bien a implantar una solo ley, la del Amaos unos a otros como yo os he amado? Sabemos por vuestros comentarios cuántos de Nuestramérica y de USA son pentecostales, evangélicos, católicos, conservadores en lo religioso, o progres…Pero nada se dice, o casi nada, del compromiso de nuestros conciudadanos con la implantación del Reino de Dios en la tierra.

    No, no soy partidario de competir con las otras religiones, cristianas o no de nombre, a ver quién tiene más adeptos. Me importa sobre todo ver lo que cada uno de nosotros hacemos por que reinen en este mundo la justicia, la fraternidad, el respeto a los derechos humanos, la paz, el respeto al medio natural…

    A lo mejor en estos aspectos la China sin religión nos supera a los occidentales que plantamos barreras en Río Grande y dejamos ahogarse a africanos y sirios en el Mediterráneo. Por eso me gustaría que de una vez para todas la Iglesia fuese capaz de dialogar con el Gigante asiático. A lo mejor así el Trump rompería con ella, lo cual nos sería a algunos un gran alivio. No nos hace ninguna falta Constantino en versión siglo XXI.

  • Román Díaz Ayala

    La presencia del protestantismo en nuestros países de América, de tradición católica, claro que se puede estudiar en sus muy diversos aspectos, y también como arma de penetración colonial (política y cultural) por parte de los Estados Unidos, pero seríamos injusto achacando tal cosa a los esfuerzos de sus gobiernos.

    Desde que la cirstiandad europea se vió escindida por las guerras de religión los esfuerzos evangelizadores de uno y otro bando han tenido como escenario los países y territorios de los antiguos reinos de la cristiandad medieval.citando a Susa George podemos reconocer que “desde el comienzo, los estadounidenses son un pueblo religioso entre los occidentales, y sin duda mucho más que los europeos, que en los últimos cien años han atravesado una rápida y muy espectacular “descristianización” y han dejado desiertas sus iglesias. El continente norteamericano fue poblado en gran parte por disidentes religiosos.”

    La labor evangelística obedece de forma total a un “esfuerzo misionero”, y no un producto de instrumentación política. Otra cosa es que se haya producido en la trasmisión del mensaje, elementos propios de la cultura de dominación norteamericana por osmosis cultural.

    Podemos analizar el fenómeno como producto de una victoria en la confrontación de las dos confesiones cristianas o podremos estudiar el fenómeno, como hace Frei Betto, como producto del vacío que ha ido dejando el catolicismo tradicional en lo histórico y en lo cultural, y que explica más a las claras el avance del evangelismo. Lo hace en clave política más que doctrinal pintando el panorama que una vez muy introducidos en el control de medios de comunicación han pasado a la ofensiva en cargos públicos  electos.

    De ahí que los cinco puntos que ofrece “para atraer  a los pobres a nuestros templos y comunidades”, no sea el camino que propone.

  • George R Porta

     
    Agradezco mucho este artículo. No puedo dejar de pensar en la penetración religiosa masiva y colonialista con la que el Presidente norteamericano William Mc Kinley de filiación republicana —no pudiera sorprender menos, aunque el partido Demócrata también ha tenido tendencias expansivas territoriales aunque en menor grado y decrecientemente desde hace mucho más tiempo: el tratamiento de la Crisis Nuclear de Octubre de por parte de J. F. Kennedy es una evidencia, sobre todo al precio aún real de perder a la Florida como estado tradicionalmente votante como Demócrata— trató de borrar del Caribe y del Sur asiático el “papismo”, vale decir, el catolicismo romano que España durante su colonización del mismo territorio había impuesto.  
     
    La desaparición lenta pero progresiva del catolicismo romano, no solo en Cuba y Puerto Rico, sino en Nuestramérica al menos, no es un fenómeno nuevo ni es debido estrictamente al éxito del evangelismo y la predicación de las iglesias reformadas, ni en Brasil ni en el resto de América Latina.
     
    La jerarquía católico-romana es reo de leso Evangelio desde Constantino hasta la época de la Reforma, por haberse alineado siempre desde la época en que el emperador designó presbíteros y obispos a posiciones de gobierno civil en la ciudad de Roma, con el poder monárquico e imperial europeo para obtener el beneficio de la exclusividad en la imposición de la religión católica.
     
    Esto dicho en sentido amplio, porque hubo también representantes eclesiásticos católicos, durante la época de la propia colonia y después, de la lucha independentista en Nuestramérica, que trataron de frenar los abusos coloniales y de defender las poblaciones nativas y hasta de entender las religiones aborígenes y conciliarlas con la católica que trataban de imponer.
     
    Una parte significativa de esta alineación respondía a la necesidad de corresponder a la financiación de la expansión religiosa por las altas burguesías nativas que deseaban la emancipación para sustituir a las metrópolis correspondiente en el ejercicio de la opresión de los nativos. A excepción hecha de Cuba, que obtuvo una relativa autonomía —aunque a duras penas “autónoma” bajo las restricciones de la “Enmienda Platt” que fue integrada a la primera Constitución— Puerto Rico, el Archipiélago Filipino, y Guam pasaron a ser colonias norteamericanas. Las demás posesiones coloniales que quedaron a España —las Islas Marianas (excepto Guam), las Islas Palaos y las Carolinas fueron vendidas por España al imperio alemán por 25 millones de marcos.  Cuba no quedó en total y formal sumisión colonial a los EE UU debido a la renuencia de la Reina de España a vender la Isla a los EE. UU. aunque vendió Puerto Rico, y en el Pacífico el Archipiélago Filipino y la isla de Guam.
     
    En algunos países latinoamericanos la lucha independentista fue secundada por el clero parroquial y religioso local, que generalmente (si no siempre) fue reprimido o castigado por las autoridades católicas locales o la propia Santa Sede.
     
    Una nota marginal interesante y representativa es que el Gobierno de los EE UU a través de su Interventor en Cuba solicitara que no se nombraran más arzobispos extranjeros en La Habana, sino que se nombrara uno cubano para reemplazar al italiano Donato R. Sbarretti Tazza que era de nacionalidad italiana, pero provenía de la Delegación Apostólica en Washington D. C. Es obvio que el control sería mayor, más inmediato, menos diplomático y en conclusión, más fácil. Todo eso, en efecto, resultó cierto.
     
    Nada pudo impedir la penetración misionera protestante que no necesariamente favorecía la independencia o la autonomía estatal de la nueva república y que hasta 1959 permaneció fiel a la burguesía republicana y el anticomunismo.
     
    El Pastor presbiteriano-reformado Sergio M. Arce Martínez, Adolfo Ham y otros formaron el Consejo de Iglesias de Cuba que representó desde temprano y a lo largo de su desarrollo hasta el presente un movimiento de apoyo al gobierno revolucionario y que se mantuvo en comunicación, después del Concilio con los obispos cubanos, aunque éstos solo mantuvieron una relación distante con el Consejo.  
     
    No creo que la historia independentista del resto de América (Centro y Sur) corriera una suerte muy diferente. La “Historia de la iglesia en América Latina: medio milenio de coloniaje y liberación (1492-1992)” de E. Dussel (http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/clacso/otros/20120215100901/iglesia.pdf) es una fuente de información muy valiosa y autorizada.    

  • Román Díaz Ayala

    La Teología de la Prosperidad es una corriente más dentro del protestantismo de nuevo cuño, pero no es tan mayoritaria como al parecer se refleja en la semblanza que sobre el pentecostalismo nos ofrece el autor Frei Betto.. Ya sabemos que dentro del neo-pentecostalismo y la economía de mercado, todo ello con el sello norteamericano se han introducido ideologías que podemos tachar de peligrosas en la Iglesia Cristiana. Sí es cierto que Brasil refleja más que ningún otro país de Latinoamérica dicha realidad.

    El pentecostalismo tuvo su evolución dentro de sus orígenes norteamericanos con el cambio del siglo XIX al XX. Aquel pentecostalismo se extendió por el mundo hispánico  hasta mediado del siglo XX, cuando se producjo un nuevo movimiento que se introdujo en todas las confesiones protestante y hasta en la católica romana. Aquí en España se dió el fenómeno en la década de los setenta. Pero luego vino el movimiento neo-pentecostal  ya en la década de los noventa. (Resulta curioso estudiar el fenómeno con las etapas político-financieras de nuestras economías)