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Cómo afronta Francisco las reformas

No es fácil hacer que cambie rumbo el trasatlántico de la Iglasia Católica

IVIVA

Reforma de la Curia sin gatopardismo

Desde hace unos años, la felicitación navideña y el discurso papal en esta ocasión han adquirido un significado especial. Sobre todo desde que Benedicto XVI aprovechó la ocasión para definir su pensamiento sobre la Recepción e interpetación del Vaticano II. Este discurso fue publicado íntegramente en Iglesia Viva, junto al análisis del teólogo Giuseppe Rauggieri: Lucha por el Concilio. El papa Francisco ha continuado haciendo de estos encuentros anuales una ocasión para de explicitar las reformas eclesiales que lleva entre manos y las resistencias a los mismos. Tras hablar de lae enfermades de la curia (2014) y de las medicinas para curarlas (2015) hay ha hablado de su reforma. El texto completo del discurso en vatican.va. Aquí un resumen del mismo.

Queridos hermanos y hermanas:

Me gustaría comenzar nuestra reunión expresando mis mejores deseos para todos vosotros, Superiores, Oficiales, Representantes Pontificios y Colaboradores de las Nunciaturas repartidos por todo el mundo, a todas las personas que prestan servicio en la Curia Romana, y a todos vuestros seres queridos. Os deseo una santa y serena Navidad y un Feliz Año Nuevo 2017.

Felicitación navideña Papa Francisco. Sala Clementina 22 diciembre 2016

Felicitación navideña Papa Francisco. Sala Clementina 22 diciembre 2016

Contemplando el rostro del Niño Jesús, san Agustín exclamó: «Inmenso en la naturaleza divina, pequeño en la forma de siervo»[1].

(…)

Precisamente a la luz, suave y majestuosa, del rostro divino de Cristo niño, he elegido como tema de nuestro encuentro anual la reforma de la Curia Romana. Me ha parecido justo y oportuno compartir con vosotros el cuadro de la reforma, poniendo de relieve los criterios que la guían, las medidas adoptadas, pero sobre todo la lógica de la razón de cada paso que se ha dado y de los que se darán.

Aquí me viene espontáneamente a la memoria el viejo adagio que describe la dinámica de los Ejercicios Espirituales en el método ignaciano, es decir: Deformata reformare, reformata conformare, conformata confirmare e confirmata transformare.

(…)

Como la Curia no es un aparato inmóvil, la reforma es ante todo un signo de la vivacidad de la Iglesia en camino, en peregrinación, y de la Iglesia viva y por eso —porque está viva— semper reformanda,[12] reformanda porque está viva. Es necesario repetir aquí con fuerza que la reforma no es un fin en sí misma, sino que es un proceso de crecimiento y sobre todo de conversión. La reforma no tiene una finalidad estética, como si se quisiera hacer que la Curia fuera más bonita; ni puede entenderse como una especie de lifting, de maquillaje o un cosmético para embellecer el viejo cuerpo de la Curia, y ni siquiera como una operación de cirugía plástica para quitarle las arrugas. [13]Queridos hermanos, no son las arrugas lo que hay que temer en la Iglesia, sino las manchas.

En esta perspectiva, cabe señalar que la reforma sólo y únicamente será eficaz si se realiza con hombres «renovados» y no simplemente con hombres «nuevos».[14] No basta sólo cambiar el personal, sino que hay que llevar a los miembros de la Curia a renovarse espiritual, personal y profesionalmente. La reforma de la Curia no se lleva a cabo de ningún modo con el cambio de las personas ―que sin duda sucede y sucederá―[15] sino con la conversión de las personas. En realidad, no es suficiente una «formación permanente», se necesita también y, sobre todo, «una conversión y una purificación permanente».  Sin un «cambio de mentalidad» el esfuerzo funcional sería inútil. [16]

Esta es la razón por la que en nuestros dos encuentros precedentes por Navidad me detuve, en el 2014, tomando como modelo a los Padres del desierto, sobre algunas «enfermedades» y en 2015, a partir de la palabra «misericordia», sobre un ejemplo de «catálogo de virtudes necesarias para quien presta servicio en la Curia y para todos los que quieren hacer fecunda su consagración o su servicio a la Iglesia». La razón de fondo es que el semper reformanda en la Curia, al igual que pasa con la Iglesia entera, también se ha de transformar en una conversión personal y estructural permanente[17]

Era necesario hablar de enfermedades y tratamientos, porque cada operación, para lograr el éxito, debe ir precedida de un diagnóstico profundo, de un análisis preciso y debe ir acompañado y seguido de prescripciones precisas.

En este camino es normal, incluso saludable, encontrar dificultades que, en el caso de la reforma, se podrían presentar según diferentes tipologías de resistencialas resistencias abiertas, que a menudo provienen de la buena voluntad y del diálogo sincero; las resistencias ocultas, que surgen de los corazones amedrentados o petrificados que se alimentan de las palabras vacías del gatopardismo espiritual de quien de palabra está decidido al cambio, pero desea que todo permanezca como antes; también están las resistencias maliciosas, que germinan en mentes deformadas y se producen cuando el demonio inspira malas intenciones (a menudo disfrazadas de corderos). Este último tipo de resistencia se esconde detrás de las palabras justificadoras y, en muchos casos, acusatorias, refugiándose en las tradiciones, en las apariencias, en la formalidad, en lo conocido, o en su deseo de llevar todo al terreno personal, sin distinguir entre el acto, el actor y la acción. [18]

La ausencia de reacción es un signo de muerte. Así que las resistencias buenas ―e incluso las menos buenas― son necesarias y merecen ser escuchadas, atendidas y alentadas a que se expresen, porque es un signo que el cuerpo esté vivo.

Todo esto manifiesta que la reforma de la Curia es un proceso delicado que debe ser  vivido:

  • con fidelidad a lo esencial,
  • con un continuo discernimiento,
  • con valentía evangélica,
  • con sabiduría eclesial,
  • con escucha atenta,
  • con acciones tenaces,
  • con silencio positivo,
  • con firmes decisiones,
  • con mucha oración – con mucha oración,
  • con profunda humildad,
  • con clara visión de futuro,
  • con pasos concretos hacia adelante e incluso ―cuando sea necesario― retrocediendo,
  • con voluntad decidida,
  • con vibrante vitalidad,
  • con responsable autoridad,
  • con total obediencia;

pero, en primer lugar, abandonándose a la guía segura del Espíritu Santo, confiando en su necesaria asistencia. Por esto, oración, oración, oración.

ALGUNOS CRITERIOS-GUÍA DE LA REFORMA:

Son principalmente doce:

  • individualidad;
  • pastoralidad;
  • misionariedad;
  • racionalidad;
  • funcionalidad;
  • modernidad;
  • sobriedad;
  • subsidiariedad;
  • sinodalidad;
  • catolicidad;
  • profesionalidad;

(…)

ALGUNOS PASOS REALIZADOS:

[Un listado de veinte documentos o decretos ejecutivos en tres años y medio. Como para rebatir la acusación de que no se adelante nada. Y acaba el discurso así:]

Gracias. Os deseo una santa Navidad y un feliz Año Nuevo 2017.

[de forma espontánea]

Cuando hablé hace dos años sobre las enfermedades, uno de vosotros vino a decirme: «¿Dónde tengo que ir, a la farmacia o a confesarme?» — «Bueno, las dos cosas», dije yo. Y cuando saludé al Cardenal Brandmüller [Uno de los cuatro cardenales firmantes la requisitoria última y que repetidamente ha dicho que se puede juzgar y destituir al papa por herejía. No sabemos si estaba presente. Pero la alusión del papa a este ex bibliotecario está cargada sin duda de intención. Nota de ATRIO], él me miró a los ojos y me dijo: «Acquaviva». En el momento, no comprendí, pero después pensando, pensando, recordé que Acquaviva, tercer general de la Compañía de Jesús, había escrito un libro que nosotros, como estudiantes, leíamos en latín; los padres espirituales nos lo hacían leer, se llamaba así: Industriae pro Superioribus ejusdem Societatis ad curandos animae morbos, es decir las enfermedades del alma. Hace tres meses se publicó una edición muy buena en italiano, realizada por el padre Giuliano Raffo, fallecido recientemente; con un prólogo que indica cómo se debe leer, y también una buena introducción. No es una edición crítica, pero la traducción es muy bella, está bien hecha y pienso que puede ayudar. Como regalo de Navidad me gustaría ofrecerlo a cada uno de vosotros. Gracias.

4 comentarios

  • George R Porta

    En el hilo sobre Mencius comenté que la ganancia es lo que motiva a la gente de este mundo aunque eso sea lo que se quiera. El Mundo es mundano y la Curia Vaticana es un manada de carreristas que desean estar en ella por lo que representa de ascenso mucho más que por el solo deseo de servir. Es justo decir que como la única generalización válida es que ninguna lo sea, ha de haber en la curia gente decente y sincera, comprometida por servir y por avanzar la evangelización de buena manera.

    No me extraña que haya que dedicar tanta atención a lo económico, las ganancias, y que las resistencias para perderlas sean enormes. Quien ha presenciado la llegada de los cardenales a una función en San Pedro en la hilera de limusinas Mercedes Benz alguna vez, se da cuenta de que todos aquellos cardenales que así llegaban se habían tomado en serio lo de “Príncipes de la Iglesia” y que les quiten los carruajes y reduzcan la burocracia y nombren supervisores no pueden verlo como algo bueno precisamente porque les afecta las ganancias.

    Tampoco es justo dejar de reconocer que independientemente de los selfies de la tienda de calzado, Francisco no vive con los lujos de ninguno de sus predecesores, aunque Santa Marta tampoco sea una chabola precisamente. Pero enseñar por medio del ejemplo es usualmente muy difícil de ignorar y suele ser efectivo: La gente aprende.

    Ha habido otras modificaciones o reformas que no deben pasar inadvertidas. Una de ellas es los jesuitas no están metidos en las posiciones claves como hubiera ocurrido en otras épocas y que no haya criminales huyendo de la justicia como en tiempo de Juan Pablo II y que el ex-secretario de éste fue sustituido incluso un par de días antes de cumplir la edad reglamentaria lo que suele expresar que el sustituido no estaba en buena relación con el Vaticano.

    Imagino que el hecho de que el Secretario de Estado sea de baja estatura y discreto aunque muy activo en sus funciones es también cambio que se debe a Francisco. Benedicto a pesar del precedente sentado por Francisco lo único que no hace es utilizar muceta, pero se fabricó su palacete donde antes estaba el monasterio de contemplativas y no se sabe adónde fueron las dichas monjas a parar.

    Quizás las improvisaciones de Francisco no sean del todo felices, pero también son una reforma del estilo estirado y cargante de Benedicto; el nombramiento de obispos que es un asunto importante porque son los obispos los que tienen que seguir a Francisco en las iglesias particulares y quienes vienen a los Sínodos, ahora es casi siempre alguien que conoce la propia diócesis y casi a diario se anuncian las jubilaciones y reemplazos, pero no son tan frecuentes las erecciones de nuevas diócesis, algo que fue una estrategia de Juan Pablo II para asegurarse el control sobre las iglesias particulares. Lo del Ford Fiesta yo no lo sabía, pero me alegra que Francisco no ande en un Mercedes como Benedicto, y estos días salió la foto del auto de Francisco publicada y es el mismo en el que lo fotografió un amigo de visita en Roma y lo vio pasar, cuando se detuvo a hablar con un grupo de estudiantes.

  • pepe blanco

    “Una Iglesia pobre para los pobres”. Ya…, pero no sé…

    Resulta que de los 19 documentos o decretos ejecutivos que ha aprobado Francisco en tres años y medio, 8 (el 42%) tienen que ver con la pasta, con el dinero; 1 (el 5%) se refiere a la creación del famoso grupito de 9 cardenales que le ayudan; 2 (10%) a la protección de menores; 1 (5%), el de los procesos matrimoniales, para abreviarlos; 2 (10%) referentes a la comunicación (o sea, a la propaganda); 1 (5%) referente a la justicia vaticana y otros 3 (15%) referentes a asuntos varios ( la familia, los laicos, la vida, el desarrollo humano).

    Da la impresión de que lo que más le interesa son los asuntos económicos vaticanos, a juzgar por la cantidad de tiempo y de documentos que les ha dedicado.

    Aunque, bueno, reformar la Curia supongo que está bien. Menos da una piedra. Pero no sé yo si eso es lo que más les interesa a los católicos y a las católicas de a pie, que podrán disfrutar de una Curia renovadisima y monísima, pero tan homofóbica, tan misógina y tan machista como siempre.

  • oscar varela

    (Sigo)

    Uno podrá estar de acuerdo, (o no, o más o menos), con las “reformas” (y hasta con los “criterios” expresados).

    Lo que para mí “no-se-puede-no-estar-de-acuerdo” es con la “POSTURA” pedagógica básica: ¡el DIÁLOGO sí o sí! por más arduo, duro y peligroso que sea.

    Y esto puede gustarle (o no) a Bergoglio mismo en Asuntos que se comporta taxativo e irreductible. Habrá que hacerle recordar que las Periferias existenciales (las Circuntancias de la vida) son el primero y principal “SIGNO DE LOS TIEMPOS”.

    ………………………

    En la Serie fílmica en 4 Capítulos “LLÁMAME FRANCISCO” (yo la vi en Netflix, no sé si existe en otro lado o en los Cines públicos) ese “Procedimiento pedagógico” queda muy explicitado (Cap. 4o.) con palabras-gestos-acciones que tienen Bergoglio y un curita villero en la Villa misma.

    ¿Ok? ¡Voy todavía! – Óscar.

  • oscar varela

    Hola!

    1.- Uno podría preguntarse:

    ¿dónde quedaron los dos “leitmotivos”:

    * “salir a las Periferias existenciales“, y

    * “¡hagan lío!”?

    Estimo que los Asunto Internos

    –  se criban desde el zarandeo (“lío“)

    – motivados por los Asuntos Externos (“Periferias existenciales“)

    ¿Acaso no es ese el Método de la Vida humana, y de toda vida?

    ………………….

    2.- Se lee una Pre-notanda (básica):

    – “Me ha parecido justo y oportuno compartir con vosotros el cuadro de la reforma, poniendo de relieve

    * los criterios que la guían,

    * las medidas adoptadas, (pero sobre todo)

    * la lógica de la razón de cada paso

    que se ha dado y de los que se darán.

    ¡Vamos todavía! – Óscar.