Una (¿última? Vosotros diréis) consideración sobre la muerte de Fidel
Estas reflexiones no pretenden tomar partido ante la enorme diversidad de opiniones sobre el líder cubano. Uno de nuestros mejores analistas (Ignacio Ramonet) le ha dedicado unas líneas muy laudatorias. Otras mil voces se han cansado de repetir la palabra “dictador” y de proclamar que la historia no le absolverá, sin concretar mucho más. Aunque a alguno (como Vargas Llosa) temo yo que la historia le absolverá sólo por su gran calidad literaria, pero no por su ejemplaridad en ética sociopolítica.
Que en Cuba haya una dictadura, me parece difícil de negar. Algo de eso dije en este mismo blog, en una carta a Raul Castro. Que, pese a ello, la Cuba de Fidel tenga algunos méritos llamativos, también me parece innegable. Los enemigos de Fidel se niegan a recordar que la Cuba de Baptista era aquello que se llamó “el burdel de Whasington”, o a reconocer que los negros están hoy mejor tratados en Cuba que en EEUU y que, en los años sesenta, Cuba fue un ideal para toda Latinoamérica en campos tan serios como alfabetización y medicina. Temo que esa negativa sólo puede hacerse cerrando culpablemente los ojos.
El balance final de todo este complejo sólo Dios puede juzgarlo. Lo que nos interesa a los humanos es más bien la pregunta de por qué todas las revoluciones acaban estropeándose. Por ahí quisieran ir mis reflexiones.
Un primer factor de respuesta ya lo había sugerido Marx: “es imposible la revolución en un solo país” (y hoy menos que entonces), dato que los jóvenes revolucionarios olvidan porque parece que les impide soñar. Pero, además de eso, las revoluciones sólo son posibles gracias al sacrifico y la generosidad de un grupo: de aquellos muchachos que tuvieron que huir a México, que luego regresan como pueden, viven una vida de sacrificio en la montaña, y tienen que dejarse barba porque el ejército del dictador, que no puede con ellos, se dedica a matar campesinos para enseñarlos por televisión como guerrilleros muertos y tranquilizar así a la población…
Todo muy bonito y heroico. Pero el problema es que, cuando la revolución ha triunfado, no se acaban los sacrificios como soñaban sus actores. Al revés: la necesidad de sacrificios continúa, con el agravante de que ahora no se les exigen sólo a un grupo generoso sino a toda la población. Y en todo lugar del mundo hay una parte de la población que no está dispuesta a eso: unos (muy “católicos”, a lo mejor, por otro lado) porque no quieren perder sus privilegios; y otros porque son de ésos que sólo quieren que se les dé todo hecho sin pagar apenas precio. Y así, cuando la necesidad del sacrificio revolucionario se haga general, comenzarán a surgir las críticas por un lado y, por el otro, la tentación de acallarlas porque pueden poner en peligro la revolución. Por ahí empiezan a complicarse las cosas.
Pero eso no es todo. En una ciudad de España hubo una vez un cónsul de Nicaragua que tenía fama de andar molestando a todas las mujeres y de estar agenciándose, desde Suiza, infinidad de cachivaches de la última tecnología deslumbrante. Cuando se le echó eso en cara de una manera seria, se excusó diciendo más o menos que él no había podido tener juventud: que se la había pasado toda durmiendo al raso en la montaña, sin amor, sin poder jugar, comiendo siempre de rancho…, y que creía tener derecho a una “compensación”. Es el caso típico del moralista reprimido que acaba convirtiéndose en fariseo, y que es una tentación muy seria para todos los revolucionarios que han triunfado. Tentación que será necesario reprimir y que, al reprimirla, acabará creando resentidos que se sumarán a los descontentos anteriores. (Entre paréntesis: esto ayuda a comprender los duros ataques de Jesús contra los fariseos de su época -tan honorables por otro lado-: estaban haciendo de su guarda de la Ley una peana para su propio encumbramiento. Pero la moral sólo tiene sentido si es para hacernos amar más, como ya había insinuado el Antiguo Testamento).
En total: su casi imposibilidad en un solo país, la necesidad de exigir sacrificios colectivos, y el peligro de que los mismos revolucionarios degeneren en fariseos, son amenazas demasiado serias para cualquier intento revolucionario.
Y a esto se añade aún otro factor: cuando se han conseguido las primeras conquistas materiales (en el caso de Cuba: educación, sanidad etc.), el pueblo acaba acostumbrándose a ellas, considerándolas normales. Y entonces pedirá “más”. Pedirá conquistas menos materiales: libertad de expresión, de asociación etc. Y esas conquistas serán aprovechadas por todos los críticos para atacar la situación revolucionaria; por lo que serán reprimidas y así irán generando un deslizamiento imparable hacia la falta de libertad.
Dejando a Cuba, esa me parece ser nuestra situación actual ante la, por otro lado urgente, necesidad de cambiar radicalmente nuestro mundo. Sospecho que si en vez de hacerlo nosotros, pudiéramos pedir al mismo Fidel un balance de su gestión, diría más o menos lo que dijo hace poco J. Múgica expresidente de Uruguay: “sólo he podido hacer una pequeña parte de lo que me hubiera gustado hacer”. Ésta es nuestra condición humana bien difícil de aceptar: se avanza sólo gracias a unos pocos y se avanza poco. Déjeseme añadir que mi fe cristiana tiene mucho que ver con esa dura condición humana.
Otras cosas quedan más bien para el humor. Por ejemplo: el bloqueo supone para los unos la excusa definitiva ante posibles críticas, mientras carece de toda importancia para los otros. O bien: los enemigos de Fidel se han cansado estos días de tildarle de mujeriego. Nada que objetar si no fuera porque he visto a uno de ellos irritarse cuando tildan de mujeriego a Juan Carlos I. Entonces, o bien eso eran calumnias de republicanos resentidos, o podían ser respondidas como Rajoy cuando hablaba de la corrupción de su partido: “he llegado a la conclusión de que eso son cosas de la condición humana”. ¡Clarividente argumento!… que nunca utilizaría si le tocase hablar de los ERES andaluces.
Así somos. Una sonrisa pues. Y tras ella una advertencia: es muy desear que en Cuba se instale una democracia. Pero cuidado no confundamos la bella palabra democracia con otras cosas como la proliferación del analfabetismo o el negocio con la salud humana. Porque esas dos cosas son muy útiles para quienes detentan el poder: pues les permiten manipular a los unos y recibir pingües ayudas de quienes se aprovechan de ese negocio sanitario.
Y tengamos el valor de decirlo: la democracia se nos convierte entonces en pseudocracia.
Dios Santo, menudo nivel.
Con razón algunos de los que aquí escriben piensan que soy tontica.
Son ustedes alucinantes. He aprendido un montonazo sobre Cuba. Y desde distintos puntos de vista. Eso es lo mejor de todo.
Es una pena que se hayan cansado algunas personas de escribir. Pero la vida está llenita de etapas.
Un respetuoso saludo a todos.
No sé si Castro llegó a comprender el alcance de sus decisiones, de sus posturas, de su intelección de la historia que él mismo estaba siendo en cada momento agente, protagonista principal como lo apreciaron sus beneficiarios o víctimas.
Pienso que cada decisión de matar o de obstaculizar algo o de imponer, aunque fuera bueno al menos en principio, debió ser cada vez una carga enorme sobre él. Además la imposibilidad de esquivar su destino, de escapar a la historia. Sentir como una obligación existir haciendo tantas decisiones tan trascendentales para millones de personas, por tantos años.
No me parece lógico imaginar que el ejercicio de un poder sin oposición pueda ser una empresa fácil. Me inclino a pensar que muchas veces, sobre en los diferentes períodos que se enfrentó a Rusia y tuvo que recurrir a China, o en las veces que tuvo que mentir cuando admitió el fracaso de la zafra de 18 meses y se salió por peteneras con el argumento de que a pesar del error enorme si él lo había causado, solo él tenía la responsabilidad de rectificarlo y con ese razonamiento justificó la permanencia en el poder aunque destruyó enormemente la ya enflaquecida economía popular. A otros por matar una vaca propia y vender sus carnes fueron llevados al paredón.
De que Castro haya sido un signo de contradicción incluso en la literalidad en la que el evangelio habla de los signos de los tiempos, cabe muy poca duda.
El verdadero dilema está en determinar si el sacrificio y los sufrimientos que exigió al pueblo son o fueron siempre proporcionales a la ganancia porque al fina, Cuba ha descendido a niveles tales como el tener que proponer a Checoeslovaquia pagarle la deuda contraída con ese país en barriles de ron y ese no es el único caso. Otros países han preferido condonar la deuda o diferir el pago por tiempo indefinido. Dónde está el níquel, el cobre, el manganeso, el cobalto que abundaban en las distintas regiones de Cuba. Cómo es posible que Cuba no pueda vender cantidades suficientes de azúcar o tabaco para pagar su deuda externa si además la población cubana tampoco recibe las cantidades de azúcar o tabaco que necesita o demanda?
Amigo Román, entiendo perfectamente tu posición en este punto que explicas muy bien, y respeto tu análisis…Yo, como tu percibiste, lo hice desde una postura mas radical…aún no creo que carente de realidad…ya que yo siempre trato de analizar el conjunto y el balance final…Quisiera haber sido mas positivo en este punto y sin embargo, como ya hablábamos anteriormente con Isidoro, el hecho que muchos dictadores hayan tenido aciertos y lados constructivos y loables durante su mandato, no excluye que la negatividad haya impregnado y corrompido muchas de sus “buenas” obras…así como la “mala intencionalidad” de nuestros actos vicia y tergiversa una acción buena de suyo….Puedo querer enseñar con el pretexto del progreso de la juventud, pero si lo que enseño es inmoral y pervierte el último fin de la enseñanza que es el verdadero bien del estudiante, entonces la obra ya no se puede clasificar por el lado positivo..y constructivo,,,
Alfabetización pura para enseñar a leer y para la educación en general del pueblo, es y ha sido siempre, encomiable, sin duda un ideal…..Alfabetización que pretende fines políticos e ideológicos totalitarios con objeto de “lavado de cerebro” sistemático de la juventud para someterla a los fines “estatales” presenta un gran problema social reduccionista, en países como Corea del Norte, Vietnam, la China de Mao, Cuba etc…Lo mismo se diga de otras “profesiones” que han sido sometidas, por la fuerza, a las presiones del “partido” en el poder de la dictadura…y con ellas otros estamentos sociales, inclusive el poder judicial, y el ejército y la milicia, sojuzgados por el gobierno que impera y dicta autocráticamente, y dígase también de las invasiones de cubanos a otras tierras..con fines “de ayuda”…
Sin embargo, coincido en que tuvo que salir de Cuba, en 57 años, muchas cosas buenas…pero yo diría que más bien por el carácter y la tradición del cubano, que la ejecutoria de un Fidel,…… un pueblo con un temperamento capaz de sobreponerse a la adversidad usando siempre el humor criollo y la jovialidad, y marcado por su gran interés social, la inteligencia y la bondad de una gente que, en medio de todo el torbellino dictatorial y policial,…y a pesa del ateísmo estatal, la nación no consiguió abandonar totalmente la creencia en el amor de Dios inculcada a los niños por sus “abuelos”, como que no llegó tampoco al “odio de clases”, ni a destruir completamente la sociedad anterior presentada como “burguesa, clasista y aliada al imperialismo”..Si Cuba ha brillado en el extranjero y en el mundo, no ha sido seguramente por Fidel Castro, a pesar de su brillantez narcisística, sino por el mismo carácter excepcional de los cubanos…por supuesto, Román, exclúyendome a mi…
Un abrazo Santiago Hernández
Sigo, que se ha cortado,
…yo diría esencialmente lo mismo matizando quizás que el Gobierno Cubano, Fidel, sus ministros, y el aparato fueron un importante actor en la política mundial, algo que de alguna manera ponga de relieve el papel pasivo que siempre juegan los pueblos, las sociedades humanas en estas cuestiones. Pero el acento o la relevancia que se ponga en uno u otro aspecto ya no depende de mí si no de la importancia que se atribuya a los hechos. Cuba utilizó ejércitos que están formados por gente del pueblo en sus aventuras expedicionarias en otros países, y legiones de médicos y sanitarios, así como de educadores y alfabetizadores en otros tipos de aventuras de cooperación internacional. Negar algunos hecho disminuye la fuerza de nuestras argumentaciones, aceptarlos nos acerca más a la verdad de lo que denunciamos.
Santiago, amigo:
Las cosas hay que interpretarlas dentro de su contexto, lo cual incluye al número de interlocutores lo cual incluye asimismo su grado de percepción de lo que se discute. Cuando yo he dicho que Cuba ha sido una potencia política mundial con Fidel Castro, todo el mundo ha entendido “El Estado Cubano”, sin más matizaciones, personalizado por Fidel Castro y su Revolución.
Dentro de una tertulia entre personas cubanas yo habría dicho igualmente lo mismo,
Cuba no fue, ni es,”una potencia potencia política mundial” en si misma ya que Cuba fue vendida a la URSS que la sostuvo en pie por mucho tiempo hasta su caída en los 90 bajo Gorbachev. Entonces en Cuba se comía en “ruso” y se imponían los nombres soviéticos a los recién nacidos. Tampoco hay que olvidar el respaldo forzado del propio gobierno de USA. con la traición de Kennedy negando en el último momento el respaldo aéreo de USA a la Brigada de Asalto de cubanos en los 60 que intentaba liberar a Cuba de una tiranía. Tampoco olvidemos el apoyo de parte de los congresistas izquierdistas que apoyaron el pacto Kennedy-Kruschev de no invasión a Cuba y que han impedido una política mas agresiva hacia la Isla. Aparte el silencio y el cover up de la prensa mundial de los atropellos ejercidos por el gobierno castrista contra la menor oposición al régimen.
Cuba bajo Castro es referencia a la corrupción. Es un modelo de represión a TODA forma de libertad de expresión. Modelo radical maoísta-leninista de dictadura autócratica. TODO en Cuba está tan politizado, y tan autoritario y represivo que no es posible desarrollar ninguna empresa o proyecto que redunde en un bien digno de la libertad individual personal máxime cuando el Estado controla todo, incluyendo los salarios y toda ganancia. Cuba NO es un modelo para ninguna nación. Es modelo de mentira y decepción para los que sueñan con la justicia y libertad.
Como dice Javier es del dominio publico la falta de libertad y la censura sistemática en Cuba. El mundo evolucionó, pero Cuba retrocedió en todos los niveles . Castro no puso la tecnología al sevicio del pueblo, sino para su beneficio personal. Utilizó lo útil en contra se su propio pueblo.
saludos cordiales
Santiago Hernández
Hola!
1- Lo de Román: ¡Muy bueno!
2- Lo de Isidoro: ¡También!
¡Vamos todavía! – Óscar.
Como decía una famosa folclórica, “que hablen de mí, aunque sea mal”.
Y por eso todos los medios de comunicación del sistema hablan de Podemos, aunque sea mal. De lo que se trata es de darles toda la publicidad posible. Igual, algunos piensan que los podemitas son los más monos, los más listos, los más enrollados, y que por eso están todo el día en “el candelabro”. Ja, ja.
Javier, es que el análisis político ya ha cambiado sustancialmente después de la última serie de elecciones con que hemos adornado 2.016.
Ahora, al PSOE, ya se le da por muerto.
Evidentemente tal como cuenta Ramonet lo censuraron a raíz del libro de Fidel,cosa que yo creo.Pero eso no dice nada ni de Fidel,ni de su régimen que también ha censurado a otra gente y en el que por lo que conocemos es público y notorio que no hay libertad de prensa.Que en los países que hay libertad de prensa está mediatizada por los propietarios y que se censura a determinadas personas se sabe sin necesidad del asunto Ramonet que por cierto sigue en el candelabro.EL PAÍS sacude sistemáticamente a Podemos a cuento y sin cuento.
Parece que en este asunto hay cosas que se olvidan o no se conocen bien del todo y pueden enturbiar la serenidad del diálogo. Añadamos algunos de esos elementos por si sirven de ayuda.
A quienes no hayan leído el libro les sugiero que no dejen de hacerlo porque es un material muy valiosoFidel Castro incluso cuando habla de si mismo y de lo que ha hecho de forma casi continua y sin apenas interrupciones lo hace desde la calidad de ser una de las personas más informadas de la tierra, tanto en sus verdades como en sus mentiras (digo mentiras porque habla de sí mismo y resulta fácil seguir la mecánica de sus argumentaciones desde un análisis objetivo) Perteneció a esa generación de grandes personajes del siglo XX, pero él con algunas ventajas adicionales.Tuvo todos los resortes del poder político, y esto de manera ininterrumpida durante casi cincuenta años e hizo de Cuba una potencia política mundial durante el período de la Guerra Fría, así como un referente entre los pueblos de Latinoamérica hasta su muerte. Ha sabido aprovechar como nadie la revolución tecnológica de las comunicaciones, circunstancia que no habían gozado quienes le precedieron. El mundo evolucionó con Castro y Castro evolucionó con el mundo. Ha sido su gran privilegio.
La otra razón por la que yo recomiendo el libro es porque su análisis de la realidad geopolítica, a pesar de que después del 2008 el transcurrir de los acontecimientos le haya dado la razón en parte o se la haya negado, tal análisis es todavía válido y está vigente en sus líneas principales. Otra cosa es lo que él piensa de cómo evolucionará Cuba después de su muerte.
Ignacio Ramonet, que yo sepa sigue siendor directo del Monde Diplomatique en Español, sigue siendo un gran actor en importantes foros de la izquierda alternativa(Foro Social Mundial, Media Watch global, ATTAC…) Sus trabajos bibliográficos se suceden hasta 2016, así como su colaboración en muchos medios de comunicación y en muchísimas de las causas de la izquierda política.
El diario El País ha sido desde su fundación un periódico liberal de derechas en sus dos etapas más significativas, la inicial con Polanco y la actual cuando a evolucionado el Grupo Editorial Prisa a tenor con los tiempos.Ahora muestra signos de haberse convertido en más conservador. Sin embargo el fenómeno Podemos y su lider Pablo Iglesias han gozado de mucho espacio y de tribuna en sus páginas. A Pepe blanco esto le hace sospechar. No es un periódico ecléctico, porque tal doctrina del eclecticismo es doctrina del siglo XIX, sino que nació con el espíritu de la Transición política.Aquel clima al parecer ha desaparecido dando lugar a otra realidad donde no se perciben más que intereses crematísticos.
Y por último, que la desafección de las izquierdas europeas nación muy temprano, cristalizó tras la invasión sovietica a Checoslovaquia y desde entonces ha sido muy crítica con Fidel Castro, cosa que no pasaba con las izquierdas de Latinoamérica que lo seguía viendo y a la revolución cubana, como un referente. Al parece, Ignacio Ramonet, en el prólogo ( ¿o introducción?, o me acuerdo) parece que se diferencia de esta postura común. No olvidemos que el proceso de rederechización en Europa llevaba en paralelo el incremento momentáneo de las izquierdas más radicales y sus entradas progresivas en el sistema.
quizás la consideración de estas cosas serenen un poco más el diálogo.
Añadido:
Por si queda alguna duda sobre la “legitimidad” de los defensores de los dictadores, (Franco o Fidel), yo creo que un demócrata respeta hasta a los no demócratas, aunque eso no quiere decir, naturalmente que esté de acuerdo con ellos, y por ello no los critique con argumentos, y no con insultos.
Quisiera hacer un postcomentario al mío de antesdeayer sobre el artículo de Ramonet, (1943), que nos presentó el amigo Oscar.
Tiene dos partes bien distintos. La primera solo expone una triste realidad: la tendencia general al deterioro mental de la vejez, (y también por ello, la de los intelectuales), de las que nadie somos ajenos, incluídos nosotros desgraciadamente.
En la segunda hacía un pequeño análisis-suposición a la evidente reacción victimista y paranoica de Ramonet, denunciando una persecución ideológica contra él.
El problema de la paranoia y del complejo de persecución, es un problema endemoniado, o sea que tiene difícil solución. Porque puedes ser un paranoico delirante de libro, y al tiempo ser objeto de una persecución personal real.
Y por otra parte, sucede que si tus perseguidores no son evidentes, y no se les ve por ninguna parte, puede ser porque sean muy profesionales, buenos y eficientes, y no porque no existan.
Yo no voy a negar, que desgraciadamente, no existan persecuciones en el mundo, complots y maniobras sucias, sobre todo en el mundo de la política y el dinero.
Y yo ya advertí que no conozco en absoluto los escritos de Ramonet, (mea culpa), y por ello no puedo hacer ni una mínima digresión sobre su estado de salud mental, que desde aquí le deseo que sea perfecto y le dure muchos años.
Solo sé dos cosas que se me dicen en el artículo. Que escribió un libro laudatorio de Fidel Castro, y que le han retirado las colaboraciones en El País, y en Le Monde. Y que él lo achaca a una censura ideológica de sus ideas, y especialmente contra él, que es un intelectual de prestigio.
Yo de le Monde, no sé casi nada. Pero se algo de El País. He sido lector bastante asiduo de El País desde sus inicios. Y siempre me ha parecido un periódico de línea socialista, (tipo Psoe).
En los últimos cuarenta años, ha habido varios diarios a la izquierda de El País, Mundo Obrero (1978-80), Egin, (en el Pais Vasco), El Independiente, (89-91), Público, (donde trabajó un hijo mío). Lo que pasa es que hasta estos últimos tiempos, la cuota electoral de la izquierda antisistema, fue del 5 al 15 % como máximo, y así no salen las cuentas.
Por ello a mí no me extraña nada que en un periódico socialdemócrata europeo, no gusten los conchabeos, con un dictador, que en ningún momento se le ocurre hablar de elecciones libres.
Yo no he leído el libro, solo el artículo-entrevista en El País, sobre él. http://elpais.com/diario/2006/04/02/internacional/1143928804_850215.html
Imaginemos por un momento, que este libro-entrevista hubiese sido con Franco, en el que contara las maravillas de la democracia “orgánica”, y los muchos pantanos, viviendas, (yo viví mi infancia en una casa muy barata construida por el Régimen), y cosas que había construido en 40 años.
Y que no se hiciese ninguna recriminación al sistema. Todo lo contrario, su preocupación se refleja en la pregunta: “Pero la pregunta que algunos se hacen es: ¿el proceso revolucionario, socialista, en Cuba, puede también derrumbarse?”.
¿Se creería que esa actitud política, (muy personal y legítima, (con Franco o con Fidel, es lo mismo), puede ser bien acogida en un diario demócrata europeo?. Para mí es normal que no le publiquen.
¿Es que en un periódico de izquierdas, dirigido a un lector de izquierdas, colaboran, escritores de derechas?. No, y nadie se rasga las vestiduras, y se considera censura. Cada uno escoge los escritores de su línea política. Es lo natural. Entonces ¿a qué viene la pataleta?.
Lo que pasa, es que a nadie le gusta que le rechacen de un sitio, que además de prestigio, le da dinero y altavoz a sus ideas. Natural. Pero ¿es que lo que diga Ramonet es palabra de Dios?. Aquí discutimos al Papa, a Jesucristo, a la Virgen María, y al Sursum Corda, ¿y no se va a poder poner a Ramonet en su sitio, según la opinión de cada uno?. (El maestro Duato debería aclarar algo la cuestión).
Hablaba el muerto recientemente René Girard, que el arquetipo judío del “chivo expiatorio”, se utiliza mucho en la vida intelectual y política, como excusa para evitar una autocrítica necesaria a todos: nosotros no hacemos nada mal, son los otros los que nos tienen manía, porque son muy malos, muy fascistas o muy perversos.
Si eso se une a la tendencia general a creerse todos el ombligo del mundo, la ecuación está ya completa. El silogismo es el siguiente:
1. Yo tengo la razón.
2. No me la reconocen.
3. Luego hay una conspiración contra mí, y me persiguen.
Yo no dudo que Ramonet, tenga muchos cojones. Pero eso no me asegura necesariamente nada, de un intelectual. Porque más cojones que Ramonet, tienen los terroristas que se inmolan matando a diestro y siniestro, y nadie en su sano juicio, les aplaude.
Además sin quitarle los méritos que tenga Ramonet, no creo que lleve muy mala vida. Irá de hotel de lujo en hotel de lujo, con copas y putas pagadas por la empresa, como muchos altos periodistas y corresponsales.
De entrada le cambio su casa por la mía, sin mirarlas. ¡A ver si pica!.
¡Menos pavadas y menos pedos, y mas tolerancia, que se nos ve el plumero!.
El pecado más grave es el pecado contra el Espíritu Santo, que es, saber y conocer la verdad, y a pesar de eso negar que sea realidad a toda costa y actuar en contra de ella. Por su educación Fidel Castro no fue un ignorante del bien y el mal, de lo correcto y lo incorrecto, de lo que es constructivo y es destructivo..Y sin embargo, desconociendo la realidad cubana y a su mismo pueblo, que el mismo amordazó totalmente para impedirle expresarse libremente,…. elaboró un plan premeditado para destruir todo el estamento moral y legal de una nación, en un pueblo como el cubano, del que el tenía pleno conocimiento, sin importarle la misericordia que muchos imploraron, y desaprovechando toda la oportunidad que le brindó su mismo pueblo y sus mismos compañeros para lograr una revolución justa, con el pretexto de que “el fin justifica los medios”, aunque sean medios malos como robar, matar, calumniar con tal de ganar la causa para la lucha final…
No es necesario probar el desastre del régimen de Castro…Ahí están los millones de testigos, muchos de ellos viven en Cuba y fuera de ella, muchos han muerto fusilados, ahogados, torturados etc etc, por defender la verdad (hay una lista enorme en las redes sociales y en la prensa no fidelista)..Ellos, como los testigos de las diferentes masacres “holacáusticas” que han existido en el mundo son los mejores narradores y jueces de la situación que viven y han vivido, no solo la presente en Aleppo, sino la del genocidio judío, y por supuesto, incluyendo el silencioso martirio que vive el presente pueblo de Cuba. Si se ha querido negar el Holocausto, también se ha intentado “justificar” y “glorificar” la dictadura de Castro.
Un saludo cordial Santiago Hernández
Hola Román!
No sé si te darás cuenta que la tuya es una interpretación de un Ramonet “disminuido” haciéndlo aparecer como una “marioneta” de Castro.
Si así fuera ¡muestra las pruebas de ello! De lo contrario estamos ante “maledicencia” (pecadazo grave ¿no?)
Mi opinión parte del Ramonet HOY. Un tipo sin cojones, que es como lo pintas y das a entender, no cuadra con este ramonet HOY. (Salvo que haya habido una “conversión” en el medio. Yo la desconozco).
¿OK? ¿Vamos todavía? -Óscar.
No tenemos necesariamente por cierto lo que dice Ignacio Ramonet sobre los motivos que condujeron a los hecho que él mismo interpreta como un boicot a su persona por culpa de la publicación del libro. No quiero decir que mienta, sino que no dice toda la verdad.
El libro fue publicado en el 2006, y recoge entrevistas y encuentros con Fidel Castro entre los caños 2002 al 2005. De esos encuentros nació la idea de publicar un libro que recogiese el material necesario a modo de biografía. La edición cubana gozó de toda la relevancia administrativa y propagandística para la que estaba destinada la obra. Fidel Castro, en persona, como era natural, se ocupó hasta de las más últimos detalles antes de la salida a los medios. Las otras ediciones en Castellano, y Francés, así como sus otras traducciones a varios idiomas salió posteriormente, aunque conservando Ramonet, la misma versión de la edición primera, sólo con un ligero cambio en el título añadiendo “Una biografía a dos voces”
Aquí Fidel Castro se ve y se reconoce más Fidel Castro que nunca. El periodista, en cambio, hace un papel muy deslucido, casi de comparsa. Quienes leímos el libro lo hemos notado enseguida. Ramoneda parecía ignorante de muchas cosas, haciendo las veces de anotador. Tuvo que ser un duro golpe para su imagen profesional de lo que aún no se ha repuesto.
Me ha llamado mucho la atención lo que dice Ramonet. Muchísimo.
Según dice, los medios de comunicación (prensa, radio, televisión) españoles y franceses lo boicotearon a raíz de la publicación de su libro sobre Fidel Castro. Y eso que era él, Ignacio Ramonet.
Ahora pienso en la ubicuidad de Podemos en los medios de comunicación españoles -particularmente en las cadenas de televisión privadas- durante los últimos dos o tres años. Y no puedo sino pensar, una vez más, que Podemos ha llegado hasta donde ha llegado, entre otras causas, gracias a au continua presencia en los medios de comunicación…
Si me permitís, me quedo con esto, que bien merece la pena tenerlo muy presente:
Voltaire definía la tolerancia de la manera siguiente: « No estoy en absoluto de acuerdo con lo que usted afirma, pero lucharía hasta la muerte para que tenga usted el derecho de expresarse.»
La dictadura mediática, en la era de la post-verdad, ignora este elemental principio.
(tomado del comentario de Oscar del 15 de diciembre, 20:33)
No solo lo ignora, ni siente empatia hacia la otra persona, sino que arremete de la peor forma posible para ridiculizar y desprestigiar lo más valioso que hay en ella: la dignidad de ser quién es; y puede hasta escudarse en defensa y lucha por la libertad individual y colectiva, contradiciéndose hipócritamente, al cerrarles el derecho inalienable de pensar y reflexionar por sí mismas.
La dictadura hoy día se disfraza de múltiples formas. Cono
ce mejor que nadie nuestras debilidades y va actuando a sus anchas.
Hola Román!
¡Gracias por poner a Ramonet en el justo punto de hombre honesto y consecuente!
También porque lo de Isidoro te haya aflojado el Estrés.
Mi impropérica reacción va para él, o cualquiera, que pretenda “burlar” (aunque sea sin mala intención, que no dudo es el “caso” del Cumpa Isidoro) de la Gente que “se rompe el culo” (¿se pensó alguna vez que ese es el Título adecuado al tibio y desgastado llamado “servicio socio-evangélico“, e.d. LITURGIA?)
¡Vamos todavía! — Óscar.
Buenos dias, aquí desde España y esperando las navidades.
En esto ultimos días de diciembre el sol vaguea y se hace el remolón para iluminar el día. Nos hace recordar todos nuestros cansancios y repasar los pequeños problemas personales.
A mí Isidoro me arrancó unas buenas carcajadas. Su humor y su buen decir iluminan Atrio desde los hilos en que interviene.
Ahora hablemos de Ignacio Ramonet un poco más en serio.
Primero: que siempre antes y ahora ha sido fiel a sí mismo, y que no conozco persona más cuerda y consecuente que él. ¿Que ha habido un poco de rabieta en este trabajo y en algunas de sus últimas intervenciones? Indudablemente, pero forma parte del clima de crispación que socialmente estamos viviendo en España y en Europa. Tal descabalgamiento en muchos aspectos de la sociedad que están dañando seriamente nuestras democracias.
Segundo: que es la prensa “progre” que siempre ha sido conservadora la que desde hace un poco más de diez años (¿Era del Trío de las Azores?) sufrió un drástico giro más a la derecha. Ignacio Ramonet, como tenía entrada y salida en unos de los medios y círculos académicos más progresistas de Francia, aquí tambien tenía entrada en la progresía ibérica. La sociedad bien pensante siempre ha tenido a gala adornar sus salones con militantes de izquierda para entretener al personal. Algunos se convertían de oficio en revolucionarios de estos mismos salones. Pero no es el caso de Ramonet. Ahí está Attac que lo demuestra.
Tercero: que la rederechización nos está afectando porque es una involución democrática en toda regla y no la llamada a la revolución pendiente que se nos quiere vender. Afecta a las instituciones europeas, a sus Estados, con los partidos xenófobos y ultraderechistas, sus fuerzas centrífugas (Brexit) y ultranacionalistas y afecta a Francia, cuna del librepensamiento, del liberalismo político, donde florecían, tenían cabida y reconocimiento público disidentes de izquierda que defendían las causas más perdidas ¿Os acordaís de Regis Debray cuando vestía uniforme de guerillero? Francia fue la sede de la Revolución del 68, con su Eric (Erik) el Rojo, aunque en las calles de Paris la policía se emplease a fondo con los manifestantes juveniles mientras los adoquines volaban por los aires.
No, Ignacio Ramonet, ese hijo de exiliados españoles, no se ha movido de acera.
Nosotros sí.
Hola!
Luego de la perorata de tantos “decires” de “afamados”, debo otorgarle el derecho a mi abuela de Barrio que nos decía:
– “Hablar de pavadas afloja el stress“-
Y el Cumpa Román lo certifica de inmediato! ¡Se des-estresó!
…………………….
Al que des-estrese al estresado
y lo vuelva a estresar
gran des-estresador será;
y así sucesivamente …
Por eso ¡Sigo todavía! – Óscar.
P.S.: Las “ideas felices” no son “eructos” de una erudición intestinal indigesta, sino las que describen las cosas que mira y las atiende al recorrerlas a ellas mismas en erótica caricia.
Muy otra cosa son los “pedos de buzo” que se escapan y van p’arriba sin poderlos sujetar, ni oler siquiera, ¿no?
También te agradezco, amigo Isidoro, la claridad de exposición y de ideas con respecto a la triste situación de nuestra patria…que padeció y padece por obra y gracia de la voluntad de un solo hombre. Pero como tu mismo señalas las dotes personales de los líderes respectivos no son excusa para imponer una dictadura a ninguna nación. No hay duda que Mao, Stalin, Lenin, Hitler han tenido un lado positivo, y abundante carisma personal…Como ya sabemos ES la complejidad del ser humano lo que le impide ser absoluto en nada…No somos ni malos ni buenos, sino una mezcla…PERO lo importante es nuestra intencionalidad y a lo que tendemos…a lo que predomina en nosotros….El balance de nuestra vida será juzgado por lo que resaltó mas en nosotros…
No hay duda tampoco que Fidel Castro desde su época de colegial brilló en muchos aspectos personales..DE hecho el 1 de Enero de 1959, cuando triunfó la Revolución castrista, la mayoría del pueblo cubano era fidelista, principalmente por la brillantez de su oratoria..Yo me encontraba entre esa juventud esperanzada…Sin embargo, las mismas dotes personales y brillantes de Fidel fueron, a mi entender, las que lo llevaron a encerrarse en un radicalismo contrario al sentir democrático tradicional del criollo cubano…que, por costumbre, por herencia, por idiosincracia, por tradición no toleraba ninguna imposición por la fuerza…Y eso fue precisamente lo que ha pasado en Cuba durante 57 años de dictadura…imposición de doctrina, represión total de los medios de información, supresión de las libertades personales, ausencia de libertad de expresión, cero partidos políticos…disfrazado todo ello en la mentira que Cuba vende al mundo, de la prosperidad de la nación, de la excepcionalidad de la revolución cubana y de la redención total las clases mas necesitadas…Sin embargo, ha sido todo lo contrario…La dictadura totalitaria, a pesar de la retórica insistente y revolucionaria de Castro, y del adoctrinamiento marxista en todos los sectores, ha convertido a Cuba en un país sometido a la voluntad de una sola ideología con consecuencias desastrosas para la economía, el desarrollo social y moral de la nación, y el completo retroceso de la prosperidad del pueblo hasta la miseria en que actualmente se ve cuando uno se adentra en la situación real de Cuba…Por eso, no podemos confundir lo personal con lo político, no podemos justificar los mesianismos que conducen, por la mentira, a un sistema contrario de lo que se predica…Y esta es la realidad..que quizás Ramonet no pudo expresar correctamente.
Un saludo cordial Santiago Hernández
Entrañable Isidoro!
!CHAPEAU!
La queja personal de Ignacio Ramonet, disfrazada de crítica política, da que pensar. Vaya por delante, que yo no tengo ni idea de la lucidez actual o no de sus ideas, ni tampoco pongo en duda su trayectoria intelectual pasada, que doy por sentada que es brillante.
Querría enfocarlo de forma general, del que quizás podría ser Ramonet un caso particular, aunque eso lo sabrá su psiquiatra personal.
El intelectual es un humano, y como tal humano, nada de lo humano le es ajeno. Según datos de la OMS existen en el mundo 400 millones de casos de trastornos de ansiedad, 250 millones de casos de trastornos de la personalidad, 340 millones de casos de trastornos del estado de ánimo, y 22 millones de casos de demencia. Y la demencia se va agudizando con la edad.
Todos tenemos la experiencia personal, de que algún conocido o familiar, resulta que le han diagnosticado principio de demencia senil o de Alzheimer. Pero curiosamente, nunca se informa de esa misma desgracia, ni en ningún Papa, Cardenal, o intelectual famoso. Todos están como una rosa hasta que se muere. (Y ya no digamos de los estragos de drogas y alcohol, tan comunes en el oficio intelectual, que aceleran la degeneración de la mente mayor).
El hijo de Robert Graves, decía que su padre, que murió a los 90 años, empezó a sufrir una paulatina degeneración cerebral, a los 50-55 años, y se asombraba, del hecho de que mucha gente inteligente que visitaba a su padre en Mallorca, y mantenían con él largas conversaciones, nadie decía nada, no queriendo reconocer la situación, debido a la aureola de prestigio que tenía.
“A cierta edad todos somos más o menos, ciclistas acabados”, decía Javier Goñi, pero lo curioso, es que eso vale para los ciclistas, futbolistas, o toreros. Pero en el mundo intelectual, casi nadie, se retira honradamente por vejez.
Por eso Montaigne recomendaba tener cuidado en que la vejez no imprimiera más huellas en el alma que en el cuerpo.
En el mundo literario, es común que un novelista, pueda escribir una magnífica novela o un cineasta una magnífica película, y luego la siguiente sea un bodrio. Se considera como normal que pase eso. Pero en el mundo del pensamiento, que justo es donde la mente tiene que estar lo más lúcida y activa posible, nunca se considera la posibilidad de que al autor de un gran análisis,en el siguiente haga una mierda.
Pero las personas no somos robots. En nuestra biografía personal, hay altibajos, depresiones, divorcios, enamoramientos, enfermedades, desgracias, hijos, problemas económicos y laborales, por lo que es imposible que la mente esté siempre igual de lúcida, (y más si estamos envejeciendo).
Lo que pasa es que cuando te han jaleado mucho con tu trabajo, te han dado puestos de honor, y te han pagado bien las conferencias, luego no nos gusta que nos critiquen, “porque no nos lo merecemos”.
La gente normal, tiene puesto a sus ídolos en un pedestal, y de ahí no los bajan. Pero los profesionales, los iguales, los compañeros de profesión, (además de posibles envidias), sí que saben valorar la trayectoria intelectual de un colega.
Decía Bernard Shaw: “El único hombre que se porta cuerdamente conmigo, es mi sastre: cada vez que me ve, me toma de nuevo las medidas. Los demás van adelante con sus medidas antiguas y esperan que me ajuste bien a ellas”.
Ramonet, achaca sus problemas actuales, a sus loas a Castro, y muy posiblemente tenga razón. Pero no necesariamente porque haya una censura ideológica. Sino porque muchos intelectuales izquierdistas coquetean con la idea de la bondad de la dictadura de los suyos, lo que pasa es que en ciertos ambientes europeos demócratas saben que no es de recibo ninguna dictadura.
Y por eso casi siempre mantienen un lenguaje confuso, críptico, de media tintas, de decir pero no decir. Pero llega un momento, que o porque con la edad y con el prestigio ganado en el pasado, ganamos en seguridad en uno mismo, y ya no nos gusta tener que disimular nuestro verdadero pensamiento, o ya por efecto de una deriva descendente de la salud de su mente, se pierde el autocontrol, y se acaba soltando la tostada.
Y claro, los demás acaban descubriendo el pastel. ¿Es censura que en un medio democrático y dirigido a ciudadanos demócratas, no se publiquen ideas totalitarias? ¿Hay que publicar a Ramonet, “por ser vos quien sois”, lo que le salga del peluco?.
Son preguntas que tendríamos que contestarnos. Ramonet tiene perfecto derecho de pensar lo que quiera, pero debería pensar, que si ha cambiado de ideas, debería quizás en publicarlo en prensa afín a sus nuevas ideas.
Es de todos conocido, como durante la primera década de la URSS, la visitaron con visitas guiadas, programadas, bien comidas, bien regadas y bien encamadas, (y además no sabían ruso), muchos destacados intelectuales “demócratas” europeos, que se deshicieron en loas, agradeciendo los regalos personales que les hacían. Y pasó lo mismo con la China de Mao. Y quedaron como unos imbéciles que se creyeron los paraísos soviético y chino, ignorando los gulags, las hambrunas y los juicios políticos.
Pues lo mismo con lo de Castro.
Oscar amigo:
Eso sigue pasando hoy si cabe… más que en el tiempo de los dictadores, porque sus correligionarios, pueden llegar a ser peores que ellos mismos.
Nadie sigue en el poder, si no apuesta por el dictador de turno, y hace todas las fechorías de cada ser humano puede llegar a ser capaz.
Hoy en las noticias, he podido comprobar con gran desilusión… una manifestación frente a un “monumento” de los que el franquismo lleno nuestro país:
Ha sido vergonzoso; personas mayores en su mayoría, jóvenes también, confesarse franquistas, cantando y saludando en el peor de los estilos de antaño el himno que tantas veces nos han hecho cantar en el colegio antes de empezar las clases, enarbolando la bandera y con la mano al frente.
Me han entrado unas tremendas ganas de llorar de tristeza ¿que están haciendo después de tantos años de injusticias, muertes, represiones, cárceles, matanzas sin ningún pudor?
¡No hemos aprendido nada de aquella barbarie de guerra, donde terminaron enfrentados hermanos entre sí, por una ideas políticas!
Comprendo las quejas de este hombre.
Yo no puedo decantarme en defensa total de ningún dictador o dirigente… que no supo respetar a su pueblo; sobre todo, respetar las distintas maneras de ver la vida y de vivirla.
Lo cierto es, que no todos pueden ser medidos por la mima vara… porque no todos fueron igual de crueles, injustos, y dejaron hacer sin rubor alguno, todas las barbaridades que sus mandos podían pergeñar dentro de sus corazones, y eso fue una de las violencias más sangrantes de la historia de la humanidad.
pili-mª pilar
Gracias, Oscar! Siempre a pie de obra!
FIDEL CASTRO Y LA REPRESIÓN CONTRA LOS INTELECTUALES
Por Ignacio Ramonet
http://www.monde-diplomatique.es/?url=mostrar/pagLibre/?nodo=47a0df12-e795-48bb-9b4d-f938fcc89e91
La muerte de Fidel Castro ha dado lugar -en algunos grandes medios occidentales- a la difusión de cantidad de infamias contra el Comandante cubano. Eso me ha dolido. Sabido es que lo conocí bien. Y he decidido por tanto aportar mi testimonio personal. Un intelectual coherente debe denunciar las injusticias. Empezando por las de su propio país.
Cuando la uniformidad mediática aplasta toda diversidad, censura cualquier expresión divergente y sanciona a los autores disidentes es natural, efectivamente, que hablemos de ‘’represión’.
¿Cómo calificar de otro modo un sistema que amordaza la libertad de expresión y reprime las voces diferentes?
* Un sistema que no acepta la contradicción por muy argumentada que sea. Un sistema que establece una ’verdad oficial’ y no tolera la transgresión. Semejante sistema tiene un nombre, se llama : ‘tiranía’ o‘dictadura’. No hay discusión. Como muchos otros, yo viví en carne propia los azotes de ese sistema… en España y en Francia. Es lo que quiero contar.
………………….
La represión contra mi persona empezó en 2006,
cuando publiqué en España mi libro « Fidel Castro. Biografía a dos voces » -o « Cien horas con Fidel »- (Edit. Debate, Barcelona), fruto de cinco años de documentación y de trabajo, y de centenares de horas de conversaciones con el líder de la revolución cubana.
* Inmediatamente fui atacado. Y comenzó la represión.
1- Por ejemplo, el diario « El País » (Madrid), en el que hasta entonces yo escribía regularmente en sus páginas de opinión, me sancionó. Cesó de publicarme. Sin ofrecerme explicación alguna. Y no sólo eso, sino que –en la mejor tradición estalinista- mi nombre desapareció de sus páginas. Borrado. No se volvió a reseñar un libro mío, ni se hizo nunca más mención alguna de actividad intelectual mía. Nada. Suprimido. Censurado. Un historiador del futuro que buscase mi nombre en las columnas del diario « El País »deduciría que fallecí hace una década…
2- Lo mismo en «La Voz de Galicia», diario en el que yo escribía también, desde hacía años, una columna semanal titulada « Res Publica ». A raíz de la edición de mi libro sobre Fidel Castro, y sin tampoco la mínima excusa, me reprimieron. Dejaron de publicar mis crónicas. De la noche a la mañana: censura total. Al igual que en « El País », ninguneo absoluto. Tratamiento de apestado. Jamás, a partir de entonces, la mínima alusión a cualquier actividad mía.
…………………….
Como en toda dictadura ideológica,
la mejor manera de ejecutar a un intelectual consiste en hacerle ‘desaparecer’ del espacio mediático para ‘matarlo’ simbólicamente. Hitler lo hizo. Stalin lo hizo. Franco lo hizo. Los diarios « El País » y « La Voz de Galicia »lo hicieron conmigo.
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En Francia me ocurrió otro tanto.
En cuanto las editoriales Fayard y Galilée editaron mi libro « Fidel Castro. Biographie à deux voix » en 2007, la represión se abatió de inmediato contra mí.
1- En la radio pública « France Culture », yo animaba un programa semanal, los sábados por la mañana, consagrado a la política internacional. Al publicarse mi libro sobre Fidel Castro y al comenzar los medios dominantes a atacarme violentamente, la directora de la emisora me convocó en su despacho y, sin demasiados rodeos, me dijo: « Es imposible que usted, amigo de un tirano, siga expresándose en nuestras ondas. »Traté de argumentar. No hubo manera. Las puertas de los estudios se cerraron por siempre para mí. Ahí también se me amordazó. Se silenció una voz que desentonaba en el coro del unanimismo anticubano.
2- En la Universidad Paris-VII, yo llevaba 35 años enseñando la teoría de la comunicación audiovisual. Cuando empezó a difundirse mi libro y la campaña mediática contra mí, un colega me advirtió: «¡Ojo ! Algunos responsables andan diciendo que no se puede tolerar que ‘el amigo de un dictador’ dé clases en nuestra facultad…» Pronto empezaron a circular por los pasillos octavillas anónimas contra Fidel Castro y reclamando mi expulsión de la universidad. Al poco tiempo, se me informó oficialmente que mi contrato no sería renovado… En nombre de la libertad de expresión se me negó el derecho de expresión.
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3- En la ‘Sociedad de Redactores’ de «Le Monde diplomatique»
Yo dirigía en aquel momento, en París, el mensual «Le Monde diplomatique», perteneciente al mismo grupo editorial del conocido diario « Le Monde ». Y, por razones históricas, yo pertenecía a la ‘Sociedad de Redactores’ de ese diario aunque ya no escribía en sus columnas. Esta Sociedad era entonces muy importante en el organigrama de la empresa por su condición de accionista principal, porque en su seno se elegía al director del diario y porque velaba por el respeto de la deontología profesional.
En virtud de esta responsabilidad precisamente, unos días después de la difusión de mi biografía de Fidel Castro en librerías, y después de que varios medios importantes (entre ellos el diario « Libération ») empezaran a atacarme, el presidente de la Sociedad de Redactores me llamó para transmitirme la « extrema emoción » que, según él, reinaba en el seno de la Sociedad de Redactores por la publicación del libro. «¿Lo has leído?», le pregunté. «No, pero no importa –me contestó- es una cuestión de ética, de deontología. Un periodista del grupo ‘Le Monde’ no puede entrevistar a un dictador.» Le cité de memoria una lista de una docena de auténticos autócratas de África y de otros continentes a los que el diario había concedido complacientemente la palabra durante décadas. « No es lo mismo -me dijo- Precisamente te llamo por eso: los miembros de la Sociedad de Redactores quieren que vengas y nos des una explicación. » « ¿Me queréis hacer un juicio? Un ‘proceso de Moscú’? Una «purga» por desviacionismo ideológico? Pues vais a tener que asumir vuestra función de inquisidores y de policías políticos, y llevarme a la fuerza ante vuestro tribunal.» No se atrevieron.
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No me puedo quejar; no fui encarcelado, ni torturado, ni fusilado como les ocurrió a tantos periodistas e intelectuales bajo el nazismo, el estalinismo o el franquismo. Pero fui represaliado simbólicamente. Igual que en «El País» o en «La Voz», me «desaparecieron» de las columnas del diario «Le Monde».O sólo me citaban para lincharme.
Mi caso no es único. Conozco -en Francia, en España, en otros países europeos-, a muchos intelectuales y periodistas condenados al silencio, a la ‘invisibilidad’ y a la marginalidad por no pensar como el coro feroz de los medios dominantes, por rechazar el ‘dogmatismo anticastrista obligatorio’.
……………………..
Durante decenios, el propio Noam Chomsky, en Estados Unidos, país de la «caza de brujas», fue condenado al ostracismo por los grandes medios que le prohibieron el acceso a las columnas de los diarios más influyentes y a las antenas de las principales emisoras de radio y televisión.
Esto no ocurrió hace cincuenta años en una lejana dictadura polvorienta. Está pasando ahora, en nuestras ‘democracias mediáticas’. Yo lo sigo padeciendo en este momento. Por haber hecho, simplemente, mi trabajo de periodista, y haberle dado la palabra a Fidel Castro.
¿No se le da acaso, en un juicio, la palabra al acusado? ¿Por qué no se acepta la versión del dirigente cubano a quien los grandes medios dominantes juzgan y acusan en permanencia? ¿Acaso la tolerancia no es la base misma de la democracia?
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Voltaire definía la tolerancia de la manera siguiente: « No estoy en absoluto de acuerdo con lo que usted afirma, pero lucharía hasta la muerte para que tenga usted el derecho de expresarse.»
La dictadura mediática, en la era de la post-verdad, ignora este elemental principio.
………………………
POR OTRO LADO, EXISTE otro signo contradictorio en la trayectoria de Fidel Castro. Si fuera cierto que el visitó a EE.UU. en abril 1959 con el principal propósito de obtener ayuda financiera ¿Cómo iba a esperar esta ayuda cuando el mismo Fidel se opuso tenazmente al Coloso del Norte combatiéndolo y llamándole “el Imperialismo Yanki” en la mayoría de sus discursos anti-norteamericanos? Desde el principio tuvimos la impresión en Cuba, que Castro no quería relación con USA, al contrario, que deseaba ser “El Quijote” de América infundiéndole al pueblo la creencia que Cuba podía vencer a EE.UU, con el lema “Cuba SI, yankis NO” y que el enemigo numero UNO era yankilandia…. Por eso, después de las consabidas diatribas con ataques a Norteamérica casi constantes y de la expropiación de las compañías norteamericanas, a lo cual no fué forzado por nada, ni por nadie, NO era lógico que USA siguiera manteniendo relaciones con Cuba, mas bien creo que USA usó una buena dosis de paciencia para “ver” que pasaba con Fidel, hasta que al fin creo que pudo llegar a comprobar la realidad del antagonismo castrista… Por eso, la causa de la miseria económica de Cuba tiene el principal origen en Fidel mismo, que creyó que Cuba podía mantenerse por si misma sin ayuda de fuera, cuando es todo lo contrario. Ha necesitado de todos….
…Por otra parte, los cubanos no queríamos a Rusia en Cuba. Queríamos ver el triunfo de la original Revolución del pueblo cubano alzado en la Sierra Maestra. Y con Juanita Castro, la hermanísima de Fidel, hoy exiliada en Miami, teníamos el deseo de “justicia social, SI, comunismo, NO”. Esa fue, por tanto, la verdadera razón del rechazo de Castro entonces,…. por la mayoría de los cubanos y la causa de las miles de personas que han abandonado a Cuba por no aceptar una ideología extranjera. Habría por supuesto otras razones, políticas y socio-económicas también en la deserción de tantos cubanos fuera de su patria. PERO en términos generales, Cuba no se sentía un país comunista en 1959 y solo por la fuerza, Fidel Castro consiguió mantenerse en el poder. Por eso siempre Cuba fue y ES todavía una dictadura…
Una ideología no puede imponerse por la fuerza..Como tampoco el cristianismo….Somos esencialmente libres…nuestro mismo origen ha sido logrado en libertad….El sacrificio por el prójimo, solo es meritorio y digno, cuando es voluntario…Tenemos la capacidad de decidir aunque debemos decidir bien, pero libremente…Y eso fué el fallo de Fidel, a pesar de todas sus dotes públicas personales de oratoria, la maestría de la dialéctica en la exposición de sus argumentos , y su carisma personal a favor de su ideología…Nadie imaginó entonces que Kennedy pudiera tolerar una dictadura comunista a 90 millas de USA. Pero la mayoría de los cubanos ignoraban que parte del Congreso norteamericano era partidario de la ideología castrista. Y lo apoyaron después de nuestra entrega, por Fidel, a la URSS. Y es claro que los cubanos siempre quisimos una patria libre y soberana, sin ninguna injerencia extranjera, sin embargo, si no hubiera habido nada mas que escoger sino entre Rusia y EE.UU entonces nos hubiéramos quedado con lo último. La verdadera esclavitud es la de la dictadura comunista. En ella, hasta nuestro pensamiento se encuentra prisionero.
Por tanto, de acuerdo con el autor en que debemos usar la palabra democracia con cuidado. El gobierno de la mayoría no quiere decir que nos desentendamos de los demás, sino todo lo contrario, que juntos podemos lograr una mejor dignidad de vida…”con todos y para el bien de todos” como escribía José Martí. Un gobierno verdaderamente democrático no puede abandonar a los mas desvalidos, no puede robar del patrimonio del pueblo, no puede ser el enriquecimiento de los políticos, no puede promover la inmoralidad y la promiscuidad, no puede destruir la vida del inocente, no puede asesinar a sus mayores…todo lo contrario, debe aplicar la justicia para el bien común en la libertad de expresión, en que cada clase social esté segura de su dignidad que es respetada por la mayoría, mientras no viole las leyes que rigen la sociedad. Entonces, cuando hay violación de la ley, debe existir la justicia social como rehabilitadora y no como mero castigo destructivo…
Un saludo cordial Santiago Hernández
Estoy de acuerdo contigo, Román, que el material hagiográfico y testifical sobre la dictadura comunista de Fidel Castro es tan extenso que es imposible de negar y de excluir como prueba, como muchos quieren hacer, que Fidel quiso siempre gobernar autocráticamente, dictatorialmente, imponiendo su ideología a todos, y que el mismo se declaró siempre como marxista a lo que le añadió la coletilla del leninista, seguidor de Lenin. Todo este monumental documental y esta prueba testifical han sido informados extensamente, no solamente a través de la editorial Universal de Juan Manuel Salvat durante las oleadas de cubanos que a través de mas de medio siglo, consiguieron y consiguen evadir la dificultad que consistía en dejar sus trabajos, convertirse en traidores al régimen y tratar con mucho peligro de salir de Cuba. Miles murieron en el empeño, pero muchos otros, millones, han logrado burlar el régimen y llegar a tierras de libertad…SINO que, además, esta información existe en TODAS las ciudades del mundo adonde han llegado los cubanos exiliados, que son innumerables… han sido publicadas en imprenta y grabadas en las redes sociales etc..no solo por cubanos sino por los que han sentido el dolor de Cuba y el injusto silencio en que la prensa mundial sumió y ocultó muy buena parte de la verdad de nuestra Isla, que fue robada al pueblo verdadero por Fidel Castro, como nación libre y soberana, tal como la concibió José Martí.
Sobre el comienzo de su filiación marxista es difícil saber exactamente la fecha…Yo nací en Santiago de Cuba, donde han sido enterradas su supuestas cenizas…en el antigüo cementerio de Santa Ifiginea donde están sepultados todos los miembros de mi familia..En Santiago supimos de la existencia de Fidel Castro en 1953, cuando, con un grupo asaltó, el Cuartel Moncada. Recuerdo todavía oír el inmenso tiroteo que se oía como si fuera dentro de mi casa, que coincidió con los Carnavales… Fidel huyó hacia las montañas próximas a la Gran Piedra, montaña que es parte de la Sierra Maestra. Después el tío de uno de mis compañeros de Colegio le pidió al Arzobispo de Santiago de Cuba, Mons. Enrique Pérez Serantes, que lo rescatara pues la policía de Batista iba a subir para matarlo. Los diarios de la tarde sacaron la foto histórica de Fidel en un jeep descapotable detrás de la voluminosa figura de Pérez Serantes que había accedido y fue personalmente a la Sierra hasta conseguir su rescate y salvarle la vida. Esto no impidió a Castro un compromiso con la Iglesia cubana, sino que la condenó a una despiadada persecución. El juicio por el asalto se celebró en la Audiencia santiaguera, emitiéndose un voto particular, por el Dr. Urrutia que se opuso a su condena. Por este hecho, Fidel nombro a Urrutia presidente de la República, para despues destituirle frente a todo el pueblo en la TV por oponerse a su ideología marxista, que entonces era repudiada por la mayoría del pueblo de Cuba. Fidel no pudo hacer una Iglesia Nacional al estilo de los chinos, a pesar de las diatribas públicas en contra de los Obispos por algún sacerdote desafecto, como el P. Lence. Ninguno de los obispos de Cuba de entonces se prestó a colaborar con el gobierno para formar una Iglesia separada de Roma, y obediente al Gobierno marxista…El voto fué unánime…
Hay testigos, que yo conocí, del círculo íntimo del comienzo de Castro en La Habana, que hablaban sobre la deslealtad de Fidel y su doblez mentirosa. Por eso, no es raro, como dices Román, que el mismo no se identificara con el partido comunista en Cuba, pues entonces era una minoría de minorías y era muy impopular. Tampoco su admiración por Martí fue sincera…Martí creía en la democracia y en la libertad de expresión y la quería para Cuba. Marx quería una “una dictadura del proletariado” y una sola ideología considerando al ser humano un ser político…propiedad del Estado-Dios.Esta es la verdadera contradicción de Fidel, porque no se puede ser martiano y al mismo tiempo marxista-leninista. Y es que los cubanos no pudimos confiar en su palabra…Y, por ende, sus hechos demostraron su verdera ideología.
Un saludo cordial Santiago Hernández
Como puedo observar con no poca satisfacción que George no ha querido esperar el juicio de la historiografía y se ha lanzado a señalar apuntes, datos y algún que otro enjuiciamiento bien argumentado, yo también quiero colaborar.
en uno de los viajes que Feli, mi esposa, rrealizó a Cuba. En concreto el de 1986, trajo consigo Fidel y la Revolución, Conversaciones con Frei Betto. La nota a la edición cubana, escrita por Armando Hart y que hace las veces de presentación para el público cubano tiene un valor antológico que casi eclipsa los halagos, a veces desmesurados, hacia Fidel Castro y hacia la revolución cubana, de un personaaje representativo de la teología de la liberación. Una adulación sumisa hacia la figura del líder que le permitía a éste sentar las premisas de una corriente del cristianismo que le era útil a su revolución. Lo que no consiguieron algunos regímenes comunistas con sus intentos de iglesias nacional, le estaba siendo brindado, sin ninguna conexión con la iglesia del interior de la isla.
Pero, vamos, a lo que hemos venido: ¿Qué dice Fidel de sus orígenes marxistas?
1.- El Marxismo no lo aprendió con los jesuitas, aunque sí reconoce la creación de ciertos valores éticos, por lo tanto ya desde su casa en la infancia se movía por una ética religiosa, y así el sentido de la dignidad personal “independientemente de sus ideas políticas” (pág. 155)
2.- Cuando el ataque al Moncada (1953) se confiesa ya tener una formación marxista adquirida en sus años de estudiante universitario en La Habana, pues fue cuando tuvo contacto con la literatura revolucionaria (pag.157, final) Esto ocurría por el tercer año de su carrera.
3.- Ese comunismo utópico, que de todo es sabido no le llevó a la militancia con el partido comunista cubano, permanecía en un segundo lugar ante su vocación “martiana”, admiración por Martí cultivada grandemente en sus años del Bachillerato ( pág. 158-161)
4.- Cree haber realizado una síntesis de las ideas de Martí y del marxismo-leninismo, en sus años de militancia en el Partido Ortodoxo (pág 162-165), al menos, así lo afirma.
Cuando Fidel Castro salió graduado del Colegio de Belén, en el que había sido educado por colegas del autor del artículo de este hilo, salió con la profecía de que escribiría páginas de oro en la historia de Cuba (luego no debía ser tan malo entonces). Además ya hacía mucho que Marx había sido publicado y dudo que en Belén se lo enseñaran, pero de un modo u otro la propia exposición a la lucha política debió llevarle por caminos diferentes a los que hubiera aprendido hasta el momento de comenzar sus luchas estudiantiles porque la única cosa que nadie se atreviera a dudar es de la inteligencia de este hombre.
En 1959 Cuba estaba lejos de ser la taza de oro que tantos aún pretenden que fuera. Una pequeña pero válida evidencia de ello es que la lucha contra Batista no era solo la que llevaba a cabo Fidel Castro en la Sierra, sino la que se libraba también en las ciudades y de ésta participaron líderes de filiación cristiana y católica.
Me parece muy difícil si no imposible dar una explicación simple a la historia de Cuba en los últimos 50 años. Quienes huimos de Cuba también somos de alguna forma y en alguna medida culpables del desastre social y económico en el que lentamente nuestro país ha venido a encontrarse. Después de todo los que huimos de allí no lo hicimos por patriotas sino para salvar nuestro pellejo y que conste que, en lo que a mí toca, para facilitar la salida de mis padres enfermos tuve que renunciar en 1978 a mi derecho a solicitar en el futuro el permiso de salida.
Nada evidencia que la continuidad de la corrupta república hubiese sido mejor para la mayoría de la población cubana, sobre todo los más pobres.
Mucho me temo, por ejemplo, que en 1957 cuando fue inaugurado el Casino del Hotel “Havana Riviera” en Paseo y Malecón donde había estado enclavado el antiguo Palacio de los Deportes, en La Habana, bajo los auspicios de la mafia norteamericana y el propio Batista, comenzaba a definirse la profecía que ahora se ve cada vez más posible, que Cuba se convertiría en una larga franja de doble costa, llena de casinos y hoteles. Después de todo ¿qué otra industria produce empleo más rápidamente que la del turismo y el juego? Sobre todo, sabiendo que la infraestructura de la industria azucarera está tan mal conservada y tan distante de la tecnología moderna y que actualizarla tomará un tiempo que fuera injusto que los cubanos de la Isla tuvieran que esperar para mejorar al menos materialmente
Alguien en otro hilo se preguntaba que querrán o esperen los cubanos de Miami. La respuesta debe incluir estas dos condiciones materiales: La generación que huyó de Cuba y sabía de gobernanza capitalista muy pronto terminará de desaparecer. Las nuevas generaciones llamadas cubano-norteamericanas, descendientes de los primeros exiliados, no necesitan volver al precio de abandonar lo que hayan heredado o lo que tengan acá porque siempre que quieran invertir en Cuba y puedan, nada se los impedirá aun manteniendo sus residencias en los EUA.
Quienes primero regresen serán principalmente los inversionistas que querrán explotar las oportunidades (he escuchado a alguno hablar de la inmensa riqueza que yace en la chatarra que se pueden recoger en Cuba y vender a la industria del acero en el extranjero). También puede ser que regresen pronto las generaciones (incluida la mía) que ya no pueden físicamente construir mucho pero querrán llevarse sus pensiones de jubilación para vivir algunos años en la Patria y morir en ella. Todo lo demás está me parece que esté por adivinar…
El 15 de abril de 1959 Fidel Castro arribó a la ciudad de Washington DC invitado por la Asociación Norteamericana de Editores de Periódicos. Se entrevistó con el Secretario de Estado, ofreció una recepción en la Embajada de Cuba en Washington DC donde el cuerpo diplomático acreditado en los EUA pudo saludarle incluyendo el embajador soviético. No hay antecedentes de que se conocieran. De hecho el Partido Socialista de Cuba había tenido ministros “sin cartera” en el gobierno de Batista en 1942 (Carlos Rafel Rodríguez quein fuera ya bajo el premierato o presidencia de Fidel Castro, Primer Vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba de 1976-1993).
Los editores norteamericanos lo invitaron a hablar en un hotel de la cadena Hilton, cuya invitación había originado el viaje.
Se fue a New York y fue recibido por su alcalde, los cubanos residentes en la ciudad y se alojó en un hotel de Harlem. Visitó Harvard University y sostuvo un encuentro público con estudiantes.
Siempre se ha dicho que un propósito no público de este viaje era solicitar ayuda financiera a los EE UU. Hoy es fácil adivinar que no le fuera concedida, aunque a los dictadores de América nunca le fue negada, incluyendo a Batista.
Mientras no salgan a la publicidad los archivos norteamericanos correspondientes solo se sabrá en parte la verdad de esta visita; siempre será una pregunta en espera de respuesta qué hubiera ocurrido si la diplomacia americana hubiese aprovechado la oportunidad para ofrecer alguna forma de apoyo al gobierno que encabezaba Castro tratando de coexistir con sus intenciones de autonomía. Después de todo, el gobierno norteamericano consolidó y enriqueció al dictador Batista y además le dio la orden de abandonar la isla no más tarde que el 31 de diciembre 1958 que había sido el objetivo de ataque de la insurrección de Castro y de tantos otros en la Isla.
Los servicios del BRAC (Buró de Represión de Actividades Comunistas) que era el brazo de la inteligencia americana en el gobierno de Batista bajo la dirección de Mariano Faget, se escaparon a los EE UU cuando salió Batista y siempre acusaron de peligroso y comunista a cualquier opositor al dictador cubano que era una marioneta norteamericana.
Especular si Fidel Castro era izquierdista o no cuando lideraba estudiantes en la Universidad de La Habana es bastante inútil. Esperar que fuera derechista es absurdo e ingenuo porque precisamente ya tenía que enfrentarse a lo más derechista de la política cubana sostenida y auspiciada por el gobierno norteamericano en la persona del dictador Batista.
No creo que la situación cubana se deba plantear como si fuera una función de la filiación ideológica de Fidel Castro, de si éste fue marxista y leninista o comunista a partir de un momento u otro. La situación de la Primera República de Cuba en 1902 comenzó viciada por la ingerencia norteamericana que nunca dejó de desear poseer la Isla y la corrupción interna de los gobernantes y empresarios cubanos.
Más bien, me inclino a pensar que en algún momento Fidel Castro debió aprender mucho del hecho de que el embajador norteamericano expulsara a Batista y se ocupara de que una Junta Militar de leales al dictador le reemplazara. Esta Junta estaba integrada, en efecto, por militares que no habían asumido el mando espontáneamente o estuvieran en desacuerdo con él, sino que lo hicieron para mantener el orden establecido (contra el cual luchaban precisamente Castro en la montaña y muchos más en las ciudades en diferentes organizaciones) una vez que Batista posaba sus sentaderas y sus millones en un lugar seguro del Planeta.
Dicha Junta solo continuaría la represión de quienes protestaban la situación corrupta imperante con la bendición de los EUA.
Asun,
Te tengo que dar una buena noticia. No hace falta lamentarnos de que ya no esté Fidel vivo para explicarnos estas cosas.
Te pongo por ejemplo y como punto de comparación el período de la II República Española y la guerra civil. Es tan amplia la información de que disponemos que la historiografía ha avanzado en los últimos años con pasos muy firmes.
Pues, con el período cubano de mediados de siglo desde los años cuarenta a los sesenta la situación desde el punto de vista historiográfico es todavía muchísimo más afortunada. Es tan abundante el material acumulado en estos sesenta años, que lo verdaderamente importante viene a ser la labor de análisis y la imparcialidad propia de las personas estudiosas.
Yo digo con Ricard Vinyes Ribas que “si en algún lugar vive la historia, ese lugar es sin duda la memoria. En archivos y libros aguarda, en la memoria habita.” Si bien dentro de Cuba, por su férreo control, sólo pudo existir un discurso y un sólo pensamiento, éste no se pudo extender ni al interior de las conciencias, ni pudo evitar que callen los que han sobrevivido, y que los desafectos apoyen sus razonamientos en aquello de lo que fueron testigos presenciales.
Cuba tiene una historia breve, pero una muy larga memoria. Y una proyección hacia el exterior por razón de sus especiales características (ideosincracia) y por el momento histórico que le ha tocado vivir, que no gozó España, ni su exilio.
Qué lástima que no esté aquí Fidel Castro para aclarárnoslo!
A lo mejor dejó escrito algún diario, en el que reconoce subliminalmente ser contradictorio y no poder evitarlo.
En cualquier caso, sus hechos, los hechos, son los que hablan y ahí quedan.
Ojalá que hubiera sido la entrga total al marxismo de Fidel forzada por las circunstancias y quizás temporal. Sin embargo los que estábamos alli como testigos presenciales y el análisis detallado de la historia de la Revolución no permiten subscribir esa hipótesis avanzada en los comienzos del Fidelismo. El mismo Castro demostró que siempre fue un radical puro e ideológico adorador del materialismo dialéctico al que se entregó desde la Universidad. Su trayectoria juvenil de extrema izquierda lo llevò a participar en el Bogotazo mucho antes de su liderazgo en Cuba. Fidel tuvo las mejores oportunidades de hacer una Revolución cubana sui generis enpleando solo materiale nacionales sin recurrir a ninguna potencia extranjera ni rusa, ni de USA pues tenía en 1959 y el consenso unánime de TODO el mundo. El fervor extraordinario de todas las clases sociales para cooperar con la Revolución era casi unánime. Sin una premeditada ideología que implicaba un plan para la creación de un estado marxista-leninista-maoísta hubiera sido ilógico e imposible el sostenimiento de una dictadura totalitaria y policíaca durante 57 años. Hay que concluir que la venta de la Isla al comunismo ruso que dirigía entonces N Kruschev fue voluntaria y premeditada. Desgraciadente las promesas del Fidel pre-gobernante fueron falsas y fue en 1961 en que la traición se consumó.
un saludo cordial. Santiago Hernandez
Hola Santiago: Dices que Castro se declaró marxista en Diciembre de 1961. Pero ya en 1960 y comienzos de 1961, en USA donde yo vivía, la Iglesia Católica escribía en sus publicaciones como el Catholic Digest horrores contra Castro, diciendo además que era un enfermo mental con sífilis cerebral etc.
¿No será que la maffia de católicos italianos de USA, dueños de casinos y otros negocios en la isla estaba usando su influencia para proteger sus negocios? Y así como esos habría tantos otros negocios que proteger que obligaron que ese personaje soberbio y testarudo tuviera que arrimarse al marxismo y a la potencia soviética para no ser devorado por los americanos y proteger su revolución.
NO HAY DUDA que existen “intereses” torpes para hacer fracasar cualquier cambio o revolución que nos conduzca a una sociedad mas justa…Existen esos intereses egocéntricos basados en el poder que proporciona “el dinero”…En la Cuba pre-castro existía injusticia social a pesar de que Cuba no era un país tercer mundista como Haití y el nivel de vida de los cubanos de la clase media era superior al del resto de Centro y Sur América, con algunas excepciones…Pero había miseria, pobreza, malversación de fondos, etc. Había un sin número de reformas, que aún con la avanzada Constitución cubana social de 1940, había que realizar en favor de las clases mas vulnerables…Por eso, y porque odiábamos que Fulgencio Batista se hubiera apoderado de Cuba de nuevo, el día 10 de Marzo de 1950 solo a un mes de la elecciones populares generales donde iba de salida el presidente constitucional Carlos Prío Socarrás…y digo “de nuevo” porque ya Fulgencio Batista estuvo gobernando “soto voce” la política de Cuba por 11 años después de la caída de Gerardo Machado, por eso se le hizo fácil a Fidel Castro conspirar contra Batista.
Cuba jamás perdonó la arrogancia de Batista de reincidir en la dictadura y querer perpetuarse en ella…Por eso decíamos entonces que cualquier cosa era mejor que Batista…Y sin embargo, nos equivocamos rotundamente…SE explica entonces la popularidad del movimiento 26 de Julio donde se erigió líder Fidel Castro, conocido ya en La Habana como un revoltoso estudiante universitario, por no designarle con otro nombre y donde representaba, al principio, al menos para la mayoría del pueblo, una revolución nacionalista y democrática…Todo indicaba en 1954, cuando comenzó la revolución que ese era el camino que nuestra revolución fidelista iba a seguir…Nadie podía imaginar, la verdadera ideología de Fidel Castro y de su hermanísimo Raúl. En la Cuba de los 40 y 50 el partido comunista de Juan Marinello era pura minoría ya que las ideas democráticas infundidas por José Martí a los cubanos, eran opuestas totalmente al colectivismo marxista que ellos predicaban…Por eso, Fidel Castro traicionó la confianza de los cubanos haciéndonos creer que la Revolución Cubana era tan “verde como las palmas” y que no tenía ni siquiera un “tinte rosado” que pudiera asemejarse al “rojo de la hoz y el martillo”…Fingió además tolerancia religiosa permitiendo que muchos de los soldados de su ejército en armas en la Sierra Maestra cubana usaran como distintivo un rosario al cuello, que cada tropa pudiera tener un capellán sacerdote católico y que por supuesto se daba por descontado que el ejército de Fidel representaba la democracia…pues existía ENTONCES en ese ejército la representación de TODAS las clases sociales de la Isla de Cuba…Sin embargo, una vez consolidada la Revolución después del 1 de Enero de 1959, todo fue cambiando poco a poco…El poder judicial fué subyugado al poder de Fidel Castro pudiendo el personalmente revertir sentencias, cambiar los procedimientos, condenar a su antojo y arbitrariamente a los “enemigos” de la Revolución que eran los que disentían de su ideología como sus mas allegados comandantes como Camilo Cienfuegos, Huber Matos y hasta el presidente Dr. Urrutia Lleó etc. etc. etc..Todos los que se oponían a su ideología o pensaban en voz baja o en voz alta desaparecían del plano visible, de una u otra manera…Persiguió a la Iglesia, a pesar de que en 1953 el arzobispo de Santiago de Cuba, Monseñor Enrique Pérez Serantes, le salvó la vida cuando lo rescató en la Sierra Maestra en su huída después del asalto al Cuartel Moncada de una muerte cierta por la policía batistiana, Expulso a Eduardo Boza Masvidal, obispo auxiliar de La Habana, junto con la mayoría del clero cubano.Cerró todas la instituciones de la Iglesia Católica. Prohibió toda enseñanza religiosa pública en Cuba. El mismo Fidel dijo en 1959 que la Revolución cubana era la única que se iniciaba con el apoyo “total de la Iglesia”…..Fue el multitudinario Congreso Católico de Nov. de 1959 lo que retrasó los PLANES de Fidel de convertirnos en un estado comunista. Por eso, consumó su traición al pueblo esperando hasta Diciembre de 1961 para declararse marxista-leninista en la TV cubana. Después todos los poderes del Estado pasaron a las manos de Castro…y después a su hermano Raúl…hasta el día de hoy.
TAMPOCO HAY DUDA que es buena una revolución que se hace para lograr un bien mayor, particularmente el de la justicia social…En Cuba, el engaño de Castro fue proporcionarnos un remedio mucho “peor que la enfermedad misma”…Con el pretexto de justicia, el Estado confiscó todas las propiedades, no solamente físicas, sino las inherentes a la persona humana…La tradición democrática de Cuba se fué “a pique”…Desaparecieron todos los derechos, el primero la libertad de expresión y el derecho a crítica..Es por eso que en este mismo hilo Antonio Rejas dice rectamente que un “gobernante dictador ejerce un poder ilegítimo y todo lo que procede de él, aunque sea positivo, carece de legitimidad”. La ilegitimidad de Castro era obvia al prometer elecciones libres, con partidos múltiples, con diferentes ideologías políticas, en una democracia de polémica y de diálogo, que NUNCA cumplió y detentar el mismo el poder continuamente y totalmente…En Cuba desde 1959 solo existe un solo partido con una sola ideología en un estado totalitario y policial…Por eso, hay una lista inmensa de fusilados, de prisioneros por “causa de la justicia”, millones de exiliados por todo el mundo, TESTIGOS VIVIENTES de la ilegitimidad de la dictadura totalitaria de Fidel Castro. Y los “balseros”, gente del pueblo que en su desesperación han preferido la muerte a vivir en el infierno castrista o prefieren morir en la selva colombiana a regresar…No, la historia no va a absolver al dictador Castro…El daño a los cubanos, dentro y fuera de Cuba, ha sido demasiado doloroso…Los que nacimos y vivimos allí todavía estamos lamentando y llorando, y preguntándonos como fue posible que una cosa así pasara en nuestra amada Isla, que fue, en mis tiempos, “el país de la bondad” como decían mis hermanos españoles, “aplatanados” entonces en la Isla.
Un saludo cordial Santiago Hernández
Gracias, José Ignacio, por tu reflexión que, a mi entender, es muy equilibrada y justa. Me asustan los defensores de los purismos desde la tranquilidad de un sillón. Pienso que si ninguna revolución triunfa no solo se debe a que sus protagonistas renuncien a los principios que les movieron en los inicios. Cuantas fuerzas poderosas, hacen lo posible e imposible para hacer fracasar cualquier revolución que ponga en entredicho sus intereses. Nada es puro en este mundo y, por tanto, cuando alabamos o criticamos una situación o a una persona hay que hacerlo en comparación con otras situaciones o personas en sus mismas circunstancias. Gracias, de nuevo.
Para nosotros los cubanos que vivimos en Cuba pre y post castrista es offensivo para la decencia de la época pre-castro afirmar que Cuba era el burdel de Washinton.,El desconocimiento de la reciente historia de Cuba por el AUTOR del presente artículo no solo le hace repetir el apellido Baptista cuando en realidad se escribe Batista y aunque al parecer parece un error insignificante yo mismo si me preciara de conocer el conflicto franquista español jamas hubiera escrito Franko en vez de Franco, porque los errores repetidos indican cierta superficialidad de análisis y cualquier español sabría que no había rascado ni siquiera elementalmente de lo que intento comentar. Pero además si la prostitución precastro de la Cuba batistiana se centraba en los políticos de Washiington que no sería mayor de lo que ocurría en la misma época en las grandes capitales como Paris, Londres, N York y Roma, el ejemplo de las j”jineteras” y “jineteros” en La Habana no hablarían muy bien del régimen de Castro que predica una decencia impecable inexistente ya que la inmoralidad ES I nnata a un régimen que promueve una moral materialista y atea donde el principio se basa en la conveniencia del Estado-Dios omnipotente, m’axime cuando el fenómeno castrista del JINETERISMO es de naturaleza no local sino mundial pues particularmente cuando a los socialistas de TODAS las nacionalidades les “ha dado” por visitar a la Cuba destruída por Castro y esa miseria creada por el sistema destructivo de Fidel el que origenó la institucion del JINETERISMO que da pingües ganancias moneterias a los y las que lo ejercían y ejercen todavía abiertamente.
Saludos cordiales. Santiago Hernández
Perdón. No pasé a Atrio mi comentario completo por error. Añado el segundo párrafo.
Aunque Castro hiciera mejoras en asuntos tan importantes como educación y sanidad, sin embargo esto no es suficiente ni excepcional porque a ello está obligado todo gobernante. Y si tenemos en cuenta que no admitió idea alguna contraria a la suya (como todo dictador), empleando la fuerza para acallar a los discrepantes e incluso la desaparición física, no comprendo las alabanzas entonadas a su favor.
Un gobernante dictador ejerce un poder ilegítimo y todo lo que procede de él, aunque sea positivo, carece de legitimidad. Creo que la misión de cualquier revolucionario con causa (el caso de Fidel), una vez obtenida la victoria sobre la situación injusta contra la que luchó, consiste en permitir que el pueblo liberado decida. Un comportamiento ético no puede aceptar que una persona o grupo dirija un país a lo largo de toda su existencia humana por haber conseguido el Poder con las armas. Muy difícil, pero imprescindible para la aceptación del acto revolucionario.