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Compartiendo preocupaciones, búsqueda de felicidad y un cuento

 “La felicidad es dar, sin olvidarse de uno mismo. Es responder al deseo de hacer crecer a los demás” nos acaba de decir Jaume Patuel en Atrio. El piensa que los dogmatismos nos separan de nuestra felicidad y de los demás: “Por eso es preciso también tener en cuenta aquella frase de Chesterton: El mundo está lleno de hombres que sostienen dogmas con tanta firmeza que ni siquiera ellos se dan cuenta de que son únicamente dogmas”.

      Os quiero confesar que llevo varios días dándole vueltas a un vendaval de ideas que me llegan soplando de todas partes. Típico estos días aquí en Canarias. Muchas de estas cosas y situaciones terminan preocupándome y necesito verlas en perspectivas. Me arrimo a vosotros para compartir juntos lo que siento. Siento el contacto de cada uno. Siento a Antonio y a María muy cerca, a Juan Luis y Reyes, a María Asunción Medina Razquin, Maite, Ana Rodrigo, Pepe Blanco, Javier, Honorio, todos. Cuando pienso lo lejos que están los suramericanos me doy cuenta de mi impotencia y entonces desearía acercarme al mar como el muñeco de sal para así poder estar más junto a todos. Soy así: me cuesta la cercanía lejana y necesito reducir al máximo las distancias.

      Y aún no os he contado nada: Los políticos me aterran. Los veo cada vez más lejanos: no me interesan sus etiquetas y convicciones extrañas. Para ellos navegar hacia la izquierda o a la derecha es todo lo mismo: se trata de llevar la barca por donde ellos quieren ir, sin tener en cuenta lo mejor para la sociedad. Hace apenas unos días los medios nos dejaban en zozobra aireando por todas partes el malestar de tanta gente, que cada vez va perdiendo más y más confianza en sus líderes que no se ponen de acuerdo ni en lo más mínimo. Claro, los políticos somos nosotros, salen de nuestra sociedad y trabajan con la misma mentalidad inmovilista que nos detiene a todos. Donde hay que concentrar los esfuerzos es en la reforma de la sociedad que tenemos

      En Atrio estamos de acuerdo: ¿cómo empezar?

      Asun nos decía hace poco: “nuestro chip mental, en nuestro intento obsesivo por tener razón y plasmarlo sosteniéndonos en la ofensiva-defensiva”.

      De Sergio tomo aquello: “la realidad entera está atravesada-impregnada-sostenida por Dios…En mi caso, que opté por creer en Dios, todo se me hace sagrado…Esta es la propuesta de Atrio”.

      Esto me recuerda que “lo sagrado es el ser humano, su biografía, su historia, el universo, sus leyes, sus manifestaciones”, que creo es de Pepe Blanco. Él nos hablaba una vez del “creer intransitivo de la mítica y del no conocimiento como opuesto a la pretendida seguridad de los dogmas”

      Fico nos repetía: eran “prejuicios que creía superados y que me siguen traicionando cuando inesperadamente se me salen de las entretelas”

      Coloma abunda en lo mismo “esta dualidad de lo sagrado y lo profano es geo-epistemológica. Es un problema de una tradición de pensamiento: eurocentrismo”.

      Llámese eurocentrismo, sentido común, mentalidad tradicional, tribalismo, prejuicios, estereotipos. El caso es que se trata de una postura inmovilista que no nos deja andar, que necesita algo más que fuerza de voluntad. Jesús el Galileo reconocía esa fuerza como el empuje que El Padre había puesto en su Creación: Librarse de esa inmovilidad era como un milagro:

 – Extiende el brazo. Lo extendió y su brazo volvió a quedar normal. Marcos (3:1-7). Este hombre quedó ya en camino para combatir la mentalidad tribalística y nacionalista que no permitía a las masas entender el mensaje del Galileo. Ellos querían un líder político, no un predicador que les hablaba del Reino de los Cielos como algo que el Padre había puesto ya en nuestro medio.

      Y aquí es donde iría mi cuento que he tomado del libro de Paulo Coelho “El Alquimista”, que muchos conocéis, y que debo confesar, aquí en mi casa se ha convertido en una referencia para mi familia.

      Paulo Coelho y Leonardo Boff coinciden en muchas cosas. Los dos nacieron en esa gran nación que es Brasil, grande por su extensión y sus riquezas naturales. Y principalmente grande, muy grande, por su gente. La frescura humana y tierna de Coelho aparece igualmente en Boff. Los dos sintieron la inmovilidad dogmática y tuvieron que extender el brazo y echarse a andar.

      Pero no es lo mío hacer un estudio comparativo de estos autores. Sólo contaros uno de tantos cuentos para los que no lo hayáis leído. La belleza del cuento de Coelho me recuerda la frescura de “El Muñeco de sal”. Qué bien nos vendría a todos abandonar tantas seguridades e ir fundiendo nuestra manera de penar y de ser tan opuestas a veces:

      Un mercader rico mandó a su hijo que visitara al más sabio de todos los hombres para aprender el Secreto de la Felicidad. El muchacho anduvo por el desierto varios días. Por fin llegó a un hermoso y lujoso castillo donde vivía el hombre sabio.

      Le sorprendió la inmensa actividad del interior, el esperaba encontrarse al sabio tradicional en una choza viviendo en suma pobreza. Allí había gente de todas partes que iban y venían por los amplios y lujosos corredores de donde colgaban toda clase de cuadros y tapices. El ambiente era de fiesta y todo estaba preparado para que la gente lo pasara bien. Tuvo que esperar mucho tiempo para que aquel hombre, que se movía de un lado para otro hablando con los que habían llegado antes. Después de dos horas se acercó al muchacho y le dijo que se diera una vuelta por el palacio y lo viera todo, pero que tenía que llevar consigo una cucharita con dos gotas de aceite que acababa de poner en ella. “Ten cuidado no las dejes caer, es importante que vuelvas con ellas”.

       Pasaron otras dos horas. El chico volvía a donde estaba el hombre sabio que le preguntó si le gustaba todo lo que había visto”.

     ─ “No he visto nada”, respondió el muchacho avergonzado, “tenía miedo a que se me cayera el aceite y sólo iba pendiente de la cucharita”.

      ─Vuelve otra vez. Si no conoces mi casa ¿cómo me vas a conocer a mí? ¿y si no me conoces cómo te vas a fiar de mí?”

      Volvió el chico a recorrer todo el palacio con la cucharita en la mano pero pendiente sólo de lo que le rodeaba. ¡Qué maravilla! ¿Cómo había sido posible haber pasado por allí antes sin ver nada? Vio que el lugar estaba rodeado de preciosas montaña y jardines fantásticos con surtidores de agua. Esta vez se fijó en cada uno de los preciosos cuadros, tapices, estatuas adornos. De regreso a donde estaba el hombre sabio se lo contó todo… sólo que en el trayecto se había olvidado de las gotas de aceite que ya no estaban en la cucharilla.

      Que cada uno saque sus conclusiones: yo saco las mías. Aferrados al poquito de verdad que llevamos en la mano perdemos la inmensa felicidad de encontrarnos con la verdad de lo demás. Mi apego a lo que yo creo como absoluto no me deja ver a El Absoluto en quien ya no creo. Tengo que abandonar el conocimiento y la certeza de los dogmas y verdades mías para oír lo que me dicen los demás. Y con el buen humor y saber científico de Einstein voy repitiendo: “El sentido común no es más que un depósito de prejuicios establecidos en la mente antes de cumplir dieciocho años”.

      Y en seguida me acerco al Galileo para que me enseñe a salir de mi inmovilidad.

11 comentarios

  • Rodrigo Olvera

    Antonio me ha hecho notar que el video de Chimamanda Adichie en youtube tiene problemas para ser visto con subtítulos en español.
    Espero que esta otra dirección funcione mejor (para los subtítulos, usar la pestaña “subtitles available in” abajo del video

    http://www.ted.com/talks/lang/eng/chimamanda_adichie_the_danger_of_a_single_story.html

    Saludos

  • Jaume PATUEL.Mataró(Barcelona)Catalunya. 4.09.2009

    Querid@s tod@s,
    No me imaginaba que mi breve artículo dise pie a tantas cosas. Os lo agradezco. todos los comentrarios me aportan nuevas dieas o refrescar viejos cosas de lògica. Conceptos  muy necesarios para no confudir la dinàmica de la lógica que es imparable con las premisas que la sustentan y son éstas las que hay que discernir, discutir, clarificar, interpretar y por lo tanto cambiar. Y luego ya vendrá la nueva dinámica lógica, la cual siemrpe hayu que contrastar con la realidad humana.  
    Me viene a la mente  una frase, creo conocida  por tod@s :”No es lo mismo la gota de agua que el agua de la gota”.  Ambas son necesarias en la antropologia actual, pero el nivel de consciencia nos lleva a la esencia de la gota: el agua, que no tiene contornos y es  una con el Todo. 
    Continuar  reflexionando, que es abrir nuevos horizontes.  es de una gran riqueza. Probablemente, o sin, los políticos creen que los ciudadan@s   de a pie no tenemos esa capacidad. Así parece demostrarlo cuando se les oye hablar. Pero hablan en voz alta para no oir nuestra razón. Y creo que también se puede aplicar  esto a la institución eclesiàstica, que no eclesial por ser esa el Pueblo de Dios.
    Al menos que en nuestro metro cuadrado haya la vivencia del Nuevo Mensaje de aquel que Dios quiso manifestar: Dios es Jesús. Y Jesús somos cada uno de nosotros.
    Buena faena nos queda aún por hacer.
    Gracias y un abrazo

  • Rodrigo Olvera

    Aquí, un documental espeluznante de lo que digo
    http://www.youtube.com/watch?v=wftka1mArZI

    😉

  • Rodrigo Olvera

    Oscar

    Será cosa entonces de ver si primero podemos acordar en los conceptos 😉

    Hasta donde entiendo:

    a) El juicio no es la premisa, la premisa no es un juicio.
    b) El juicio es un OPERACION, que se hace teniendo como materia prima las premisas.
    c) La CONCLUSION es el resultado de la OPERACION (algunas personas llaman también juicio a la conclusión, pero en términos estrictos, eso es inexacto)
    Por supuesto que una conclusión puede, a su vez, ser usada como premisa para un juicio nuevo, o para una cadena de juicios (que es una de las formas del silogismo)
    d) El prejuicio es una conclusión a la que se arriva sin pasar por la operación del juicio.  Por éso, afirmo que el prejuicio es un atajo para evadir el juicio.

    Otro nivel es el asunto de que toda ciencia – hasta las ciencias exactas- está basada en premisas axiológicas; asunto que normalmente sienta mal a algunos científícios cuando se les recuerda. Alguna vez recomendé aqui en Atrio – supongo que en un intercambio con Luis Troyano sobre su concepto de ciencia- el trabajo de Luis Sotolongo, respecto de las bases axiomáticas de las ciencias. Así que no me he olvidado de esa verdad, aunque no está de más re-acordar a su alrededor.

    Otro nivel es la relación entre convicción (no estoy seguro, pero creo que es equivalente a lo que denominas creencia o fe) y raciocinio ( juicio o premisas). Yo no lo tengo tan claro. Sé y he visto muchos casos en que ni el más sólido raciocinio es capaz de hacer mella en convicciones fuertemente arraigadas (sobre todo cuando tales convicciones, además de estar enraizadas en la experiencia de la vida cotidiana, están articuladas en estereotipos socialmente reforzados) Pero también he visto algunos casos en que el intercambios de dis-cursos es en sí una EXPERIENCIA que posibilta el indagar y modificar las convicciones

    Saludos— y no me negarás que en los expedientes judiciales se encuentra excelente materia prima para componer más de un tango!!!

  • oscar varela

    Hola Rodrigo Olvera!
     
    Dices:
    A) “Creo que hay una gran diferencia entre una pre-juicio y una pre-misa
    Te equivocas. Pero eso no importa.
     
    Te recuerdo la estructura de la lógica clásica (del Razonamiento):
    1 Paso) Término (o Concepto)
    2 Paso) Juicio (o Premisa, o Enunciado, o –si vas a “probar”- Pemisa Mayor y/o Menor)
    3 Paso) Conclusión (es otro Juicio o Premisa, que servirá para establecer la cadena de verdad en las Ciencias … “Modernas”)
    ·············
    Dices:
    B) “Las premisas son las que posibilitan el juicio; el prejuicio es un atajo para evitarlo
    Vuelves a equivocarte. Porque te has equivocado antes. Pero esto es más grave. Aunque tampoco importa demasiado.
     
    Los Pre-Juicios no son ningún “atajo”; son el suelo firme desde donde emergen los Juicios.
    Te darás cuenta (o no) que a esto yo llamo “Fe” o Creencia”.
    que no tiene porqué estar acaparada por lo Religioso,
    sino que pertenece a la estructura de la Vida Humana.
     
    Ya sabrás (sólo que te lo has olvidado) que la creencia es un estado cataléptico; e.d., hipnótico.
    Ninguna Creencia (o Fe) [el vocabulario de Légaut apunta a algo válido pero más superficial de lo que ahora te estoy hablando] se Discute… con “Opiniones” o Juicios o Premisas.
     
    La Fe (o Creencia) es más radical; y no le hace mella ningún Dis-Curso; sólo el sacudón anímco-artístico, que sitúa de un golpe al “extático” en otro Punto de Vista.
     
    Pero todo esto no importa.
    Aunque debería importar; y mucho, para evitar tanta cháchara.
    ··········
    Sigamos como nos enseño Homero Mansi en su afamado tango SUR:
    “… nuestra marcha sin querella por las noches de Pompeya …”
     
    Te lo cito porque creo que vos sos Abogado; y en una Sesión de la Academia del Lunfardo en Bs. As. se preguntaron porqué Mansi utilizó un término (él que era sofisticadísimo en su lenguaje) un término del ámbito leguleyo.
     
    Un abrazo y ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • Rodrigo Olvera

    Me acabo de dar cuenta que debajo del video de Chimamanda hay una pestaña para elegir los subtítulos, incluyendo subtítulos en español.

    Realmente les recomiendo que vean el video

  • Kaláa

    Pues a mi que  me parece  este post de Hector Rodriguez Fariña  un coscorrón propinado por…  la distracción.
    Así como es  una pasada…  para este  presentador, atraer la distracción  convenciendo   a  un pasado…. a realizar un lejano  rito, aúnque esto le suponga perder la cabeza en manos de  quien no ve :
    http://www.youtube.com/watch?v=paiwMGibuds
    Si desplazamos al presentador de lugar y lo colocamos entre los dos…. Morancos …
    De salado  nada, la cuchara ya no sería mágica y  el resultado sería de lo más trágico por la audiencia.
    Saludos.
     

  • Carmen (Almendralejo)

    Gracias Héctor Rodríguez Fariñas, por recordar unos de los libros más bonitos que he leído, el alquimista, de Paulo Coelho.
    Recuerdo un sueño que fue constante, que perduró durante décadas, cada día que soñaba este, era despertar con un mal sabor de boca, me sentía pobre y vacía, tanto era así que insistía en caminar buscando, aquello que no encontraba.
     
    Mi sueño no era otro que limpiar, barrer mi calle, aquella tierra roja de hojas y pedruscos, algunas boñigas de asnos, y algún que otro, por aquel tiempo, escaso papeles…
    Tan solo tenía que levantar una inapreciable piedrecita y encontraba ese maravilloso Tesoro Escondido, ¿Cómo podía ser que estuviese allí, que nadie lo hubiese descubierto que yo?
    ¿Si apenas lo ocultaba a los ojos de cualquier otra persona?
    A solos unos centímetros de suelo un gran tesoro… mis ojos brillaban ente este gran descubrimiento de  ¡Oro, grandes collares de perlas, y pulseras…!
    Que de pequeñas soñases esto, me resultaba como algo normal, pero que en mi juventud y madurez este sueño me persiguiese era ya algo irreal y casi agotador cada vez que despertaba con él, porque no veía nada tan bonito, y sobre todo que descubrir algo por mi misma y que había permanecido oculto a la espera, que fuese yo quien diese luz esa fortuna, riqueza.
    Dejé de tenerlo sin que me diese cuenta, y tan solo acudió a mi mente aquellos días y despertares el día que leí la parábola del Tesoro Escondido.
    Llegó a mi, cada sensación y cada sin sabor, y a la vez cada uno de ellos se fueron descubriendo, porque aquel tesoro escondido debajo de un chinote, no era más que toda y cada una de las ilusiones, las esperanzas y los anhelos ¡Deseos! Que cojo persona me aguardaban.
    En este enlace, se puede interpretar, y ver que la Parábola del Tesoro Escondido, la cual alude al Reino no es más que todo y lo que cada persona desea encontrar para ser feliz, Mi Tesoro Escondido, realmente fue descubierto, fui quitando piedrecitas, boñigas a esos escritos donde se puede ver que la Felicidad es básicamente Saberse Un*s Mism*s, sin dejar que nadie condicione tus deseos y riqueza o prosperidad personal, no permitir nuestra cosificación, ocultamiento aunque sea detrás de una Piedra.
    http://www.google.es/images?hl=es&q=parabola+del+tesoro+escondido&um=1&ie=UTF-8&source=univ&ei=l43qS6HRAo7S-QbSpInEBA&sa=X&oi=image_result_group&ct=title&resnum=4&ved=0CDMQsAQwAw  al recuerdo de este aque

  • Rodrigo Olvera

    Un video extraordinario, en inglés (es una lástima que no cuente con subtítulos; yo espero hacer una versión con subtítulos, en cuanto tenga tiempo)

    Danger of a single story
    (El peligro de una sola historia)
    http://www.youtube.com/watch?v=F4a7oQ5vwP4

  • Rodrigo Olvera

    Hola Oscar

    Creo que hay una gran diferencia entre una pre-juicio y una pre-misa

    Las premisas son las que posibiltan el juicio; el prejuicio es un atajo para evitarlo

    Saludos

  • oscar varela

    Hola!

    1º) LOS PRE-JUICIOS:
    no son malos,
    a no ser que te inmovilices en ellos.

    Sin Pre-Jucicios no habría la posibilidad de formarse Juicios.

    El Orangután es un tipo sin Pre-juicios.

    2º) LAS DOS GOTITAS:
    ¿No serán El Galileo?
    ··················
    ¡Vamos todavía! – Oscar.