Los procesos electorales del 20-D y el 26-J han dejado al descubierto una nueva visión de las patrias en que creemos los habitantes de esta Piel de Toro que llamamos, llaman, España, y que algunos subdividen en Cataluña, Euskal Herria, Galicia…El detonador que ha sacado a la luz esta nueva visión, ha sido, quizá, entre otros, el dichoso “Derecho a decidir”, pero esto viene de más lejos, de más de un siglo de reivindicaciones nacionalistas de las patrias respectivas de cada uno, y más cerca de, las autonomías reconocidas por la República a Cataluña y Euskal Herria, y del grito guerrero de los vencedores de la guerra civil: “España Una, Grande, Libre”, y más cerca aún del parto de la España democrática que hemos dado en llamar Transición.
En estas elecciones, la irrupción de Podemos (Ahal Dugu-Podemos en Euskadi y Comú-Podem en Cataluña) ha llevado en Euskal Herria y en Cataluña a una ruptura de la sempiterna primacía de los partidos nacionalistas, que algunos llaman separatistas, otros independentistas, por una expresión todavía no muy precisa en la que se pretende alumbrar un concepto de patria suficientemente flexible en el que convivan harmónicamente España y Cataluña, España y Euskadi, España y Galicia.
Sociólogos y politólogos vascos como Javier Elzo, Ander Gurrutxaga, Iñaki Martínez de Luna, Victor Urrutia y la Secretaria de Ahal Dugu-Podemos de Euskadi Nagua Alba han intentado definir, en la oscuridad que acompaña todo cambio cultural, la idea que de patria que subyace en este cambio.
Los ciudadanos vascos que han pasado los 50 de edad se han criado en un universo en el que el euskera estaba prohibido, y la afirmación de la identidad vasca estaba vetada y llevaba a algunos a alistarse en la lucha armada.
Hoy, de los 50 para abajo, incorporado el euskera a la escuela, todos los ciudadanos vascos hablan por igual castellano y euskera, y por ese lado el frentismo ha perdido fuelle, la convivencia de las identidades más vasca que española o más española que vasca se han aproximado. Y al mismo tiempo, la crisis económica nos ha puesto a casi todos, incluído eso que llaman “clase media”, en un universo de desempleo, precariedad, dificultades para acceder a la Sanidad y a la Enseñanza, etc, en un mismo barco, de manera que la patria que soñábamos madre y arreglatodo se nos ha vuelto un poco madrastra, más al servicio de los banqueros y políticos corruptos que al de todos sus ciudadanos.
Y con estos cambios a mucho peor, pues el personal en vez de reivindicar su patria, reclama a su patria su bienestar social y el de todos sus conciudadanos, a esa misma patria a la cual quiere recuperar, porque tiene la impresión de haberla perdido.
Y así ha ocurrido que Ahal Dugu-Podemos ha superado al eterno primero PNV, ha relegado a un mínimo de resultados a Bildu, por el lado del nacionalismo vasco, y al PSOE y a PP e IU por el lado más bien españolista. Y quizá no es que hayan perdido Euskadi y España, es más bien que el personal les está reclamando a la una y a la otra un cambio de escenario…
En el resto de España, fuera de Cataluña y Euskadi, el cambio no ha sido tan radical, España como patria parece que mantiene el tipo, la lleva en volandas un PP victorioso, un C´s airoso, un PSOE en horas bajas, pero que sobrevive y se desgañita ante todo intento de independentismo.
Cabría preguntarse si este mapa de las patrias que habitan nuestra Piel de Toro entre el Pirineo y Gibraltar se va a mantener mucho tiempo con estos perfiles; porque lo cierto es que los destrozos que ha operado la crisis son, si no tan graves como en Euskadi y Cataluña, mucho más trágicos. Cabría preguntarse incluso si la evolución de las mentalidades, las ideas que traen los jóvenes nacidos después de la Transición, no están reclamando también esa patria maternal y no madrastrona que reclaman EuskalHeerria y Cataluña.
No se trata de dogmas, las ideas que aquí se proponen son simples hipótesis de trabajo, interrogantes que parecen haberse abierto por primera vez en estas dos convocatorias electorales.
Gracias, Honorio, por ofrecernos esta percepción más real y acuciante de grupos de población que van por delante.
Sí, tristemente, como parece ser en todo, en este país, antes que cualquier otra cosa que tenga que ver con el espíritu democrático real, donde al pueblo se le deja hablar, y expresar su descontento, se tilda de entrada de antisistema, radical, independentista, separatista y un largo etc…obstruyendo toda clase de diálogo y/o acercamiento entre iguales, a pesar de sus diferencias.
Se es incompetentemente demócrata, al no ser capaz de escuchar y posicionarse en la piel del otro, haciendo imposible un serio cuestionamiento y reflexión conjunta y de conjunto, desestimando encontrar entre todos soluciones prácticas a lo que viene produciendo y hay detrás de tanto desencanto, hartura y miseria.
Se `pone por bandera la Constitución, pero la orfandad que hay y se siente es extrema. No seamos más contradictorios que lo que ya es la propia Constitución. Sólo un ejemplo: ¿Cuántos de los españoles, todos con derecho a una casa digna, a un trabajo digno los ha defendido, los defiende y está defendiendo por encima de leyes y poderes la Constitución?
……….
Aprovecho para lamentar un acto tan cruel ocurrido contra la población congregada en Niza, esta madrugada. Estos hechos aislados, de locura terrorista y violenta, seguramente tienen sus causas profundas y multilaterales mucho más alejadas en el espacio y tiempo, condicionamientos artífices de tanta monstruosidad en el Planeta.
Quiero decir, que, en tanto en cuanto solo expresemos nuestra solidaridad a las víctimas, nuestro rechazo a la violencia in situ, a las últimas consecuencias indeseables, nuestra petición de mayores medidas de seguridad, nuestra condena a lo que no nos es fiable etc… , lógico y natural, por una parte, pero, por otra parte, no nos pronunciemos y evitemos o consintamos, no ir a la raíz de lo que lo induce y lo produce, me temo, no lo puedo evitar de ver y sentir, que seguirá realizándose el fenómeno del proceso por todos conocidos de la pescadilla, que se muerde la cola, en este caso del más sangriento círculo vicioso continuo a nivel global, al no estar poniéndose en el centro de su objetivo el respeto a la dignidad y al bien de toda la Humanidad, sin excepción, que como todos sabéis, lo forman seres humanos, unos y otros, lo sepan o no.
Gracias Honorio por tu comentario, pero efectivamente lo único que pretendí fue dejar constancia de haber leído tu artículo y recordar la existencia de las llamadas “mareas” en Galicia” , que por cierto en las municipales han obtenido alcaldías tan significativas como La Coruña y Santiago de Compostela.
El sistema de “favores” (caciquismo) existente en Galicia, sobre todo el mundo rural (como señalas) quizá influya a favor de los poderes “institucionales” del PP instalados durante muchos años.
Es paradigmático quizá el caso de Orense.
Pero yo no me considero con conocimiento ni capacidad suficiente parar opinar de la realidad actual de Galicia.
Y desde luego valoro y agradezco en mucho tu comentario.
El punto más controversial sin duda debe ser el argumento tan repetido del “derecho a decidir” y que seguramente despista a personas que no estén familiarizadas con la actualidad española.
El lenguaje no es gratuito, ni tampoco podemos atribuir su autoría a la cristalización política de Podemos en los años 2.012 y 2.013 en torno a las primeras elecciones en que concurrieron y se configuraron como partido político. Pero también es cierto que asumiendo esta misma retórica pueden que nos estemos alejando un poco más de la realidad y hayamos entrado también en una “crisis de sentido”. tal “derecho a decidir”, eufemismo para no apelar al conocido “derecho de autoderminación”, que sí tiene jurisprudencia y base legal, pero cuyo encaje con la realidad social y política española es más que discutible y rechazable con rotundos fundamentos jurídicos, porque el concepto de nación (nacionalidades en la constitución) no anula la conceptualización de España también como nación ( Nación de naciones y regiones)
Esta conceptualizacióin del “derecho a decidir”, es una hibridación entre posicionamientos abiertamente independentistas ( Euskadi o Catalunya, naciones sometidas al Estado Español) y un modelo no igualitario ( es decir atentatoria con nuestro modelo igualitario sancionado por la Constitución) que consiste en considerar a España meramente un Estado plurinacional, es decir, formado por varias naciones todas ellas iguales, que coexisten. sobre este último supuesto España es tan sólo un ente político y no una nación.
nuestro modelo es igualitario precisamente porque España es una nación, la nación española que tiene su origen en la Edad Media con toda una serie de valores vivenciales y de cultura que no resulta necesario enumerar.
Siendo tarea de la clase política en estos momentos de elecciones, con la apertura de un segundo nuevo parlamento el tomar decisiones y llegar a acuerdos, para la swociedad civil de la que estamos formando parte también es tarea imprecindibles que mantengamos abiertos los espacios para la REFLEXIÓN.
Hagamos de tal reflexión un diálogo lo más abierto y desapasionado posible porque nuestros actos del presente configurarán nuestro futuro.
Eloy, te agradezco tu apunte en el que quizá echas de menos el rol de Galicia en la reflexión que propongo. Justamente, el tan traído y llevado trío Galeuska que junta en uno a los tres territorios que tienen su partido nacionalista respectivo, presenta unas diferencias muy inquietantes. En Cataluña y Euskal Herria han mandado los partidos nacionalistas, en Galicia ha mandado el PP. Los resultados del 26-J y del 20-D han invertido la situación dando el primer puesto a Ahal Dugu-Podemos en Euska Herria y a En Comú-Podem en Cataluña. Pero si no estoy mal informado, en Galicia la situación no ha cambiado, Feijóo sigue en la picota.
En las Rías Baixas, por lo que sé, solo han ganado las Mareasen Cangas de Morrazo, en le resto el PP ha subido, especialmente en Vigo, feudo del PSOE…
O sea que los sociólogos que cito se han limitado, como de costumbre, a analizar los resultadosde Cataluña y Euskadi, y han dejado de lado los del “pariente pobre”, Galicia. Es algo que Galeuska debería hacerse mirar, restablecer el equilibrio y la igualdad de derechos y obligaciones entre las tres.
No es eso el tema que yo quería abordar. Creo que en Galicia hay un abismo entre el sector rural un tanto sometido y el cinturón industrial, aeronaval y de comercio internacional que representan las Rías Altas y Baixas, Vigo, Coruña, Ferrol… A nivel del Estado, Euskal Herria y Cataluña más se parecen a las vedettes del espectáculo, y Galicia a la Cenicienta…
A lo mejor estoy desbarrando. Mis hijos llevan apellido vasco y gallego, yo tengo un pie en Cangas y otro en Euskadi…Si me equivoco en mis apreciaciones te agradecería que me corrigieses, y presento mis disculpas.
“Mareas” se llaman en Galicia , según creo.