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La crisis de la izquierda del siglo XXI

IsidoroEl rincón de soñar (9)

En el rincón de soñar, no solo se sueñan cosas abstractas y celestiales, sino también, se sueña la utopía. Una utopía razonada y realista. Esta es mi utopía, que añado a la de cada uno de vosotros/as, que lógicamente será diferente. No hace falta decir, que se admiten palos y reprimendas. ¡Para eso estamos!

La crisis de la izquierda, es un tema muy comentado, pero no sé yo muy bien, si llegamos a comprenderla de verdad. Yo aquí propongo mis ideas personales, sin duda mejorables.

1. Situación política actual

Nos encontramos en un tiempo intermedio previo al establecimiento definitivo en el que se instaure la sociedad ideal que al fin resuelva los problemas del hombre y le facilite su búsqueda de felicidad.

Es un periodo que tiene muchas resonancias del milenarismo religioso anunciado por algunos.

La izquierda, por principio, es creadora, aglutina a las personas que buscan crear y poner en marcha unas instituciones nuevas para formar una sociedad mejor. Aspiran a realizar unos cambios estructurales político-administrativos, que hagan aflorar la sociedad soñada.

El último gran cambio político que se hizo en nuestra historia reciente, fue el de la revolución americana-francesa, con la paulatina instauración de la democracia universal, que aspiraba a dotar de un gobierno de los intereses generales, a las naciones surgidas de la anterior revolución política nacional del Renacimiento, que acabó con el feudalismo medieval.

La posterior revolución comunista ha sido un primer intento frustrado de instauración de ese periodo final, (milenarismo = periodo simbólico de mil años con un mando político universal), que instauraría la sociedad perfecta.

Y en esas estamos. Actualmente hay en la izquierda un ambiente generalizado de crisis, porque la persona moderna de izquierda, se siente ante ese fortísimo presentimiento de la necesidad de un cambio de estructuras, pero sin un modelo concreto donde aplicar los esfuerzos.

Por otra parte, se constata, que la estructura actual en la evolución de la conciencia del hombre, (la mente individual, egoica y autoreflexiva), que por una parte es enormemente creativa y propicia el continuo aprendizaje y la generación de riqueza y de progreso, tiene una naturaleza individual ambiciosa y hasta avariciosa, que es una de las causas de las muchas disfunciones y obstáculos para lograr una sociedad justa y razonable.

El desarrollo tecnológico de la sociedad moderna, con la intercomunicación universal global, y medios de transporte, masivos y baratos, de personas y mercancías, hacen claramente obsoleta a la estructura político-administrativa de las naciones.

Eso unido a los graves problemas de superpoblación y ecológicos sobre todo en países pobres y sin recursos, da un cóctel tan explosivo global, que si se analiza con una visión meramente nacional, resulta tan amenazador que está conduciendo a muchas personas de buena voluntad al abandono de sus ideales, agobiados ante la enormidad del problema, y que se manifiestan mediante tendencias hipernacionalistas e insolidarias. (Los votantes de partidos xenófobos y aislacionistas son obreros y clase media, asustados)

Otra parte, (la izquierda antisistema), ante la enormidad del problema, realiza una regresión psicológica de infantilización, cerrando los ojos a la realidad evidente, y haciendo planteamientos meramente sentimentales y moralistas, de un ideal que debiera ser, sin un ápice de realismo político, y solo basado en buenas intenciones personales y llamamientos emocionales y en su caso religiosos.

Se refugian en el asistencialismo ilimitado y en el poverismo como respuesta a todo, lo que empuja a muchos otros como reacción al aislamiento egoísta e insolidario. Tienen una respuesta claramente de raíz religiosa, aunque curiosamente, en la mayoría de los casos exteriormente parezca lo contrario.

Esta actitud, claramente irracional, responde a una muy profunda intuición y aprehensión instintiva y subconsciente, de que la solución es esa, unida a un deficiente análisis de la realidad. (Cuando “sabemos” que la solución es una, pero no sabemos racionalizarla bien, inevitablemente se acude a apelaciones emocionales y sentimentales). (Es meramente mi opinión personal. I.G.)

En el medio se encuentran una serie de personas, descontentos con la situación actual, sabiendo que lo viejo no sirve, pero sin un modelo nuevo al que tender.

Esta situación se plasma en la izquierda en dos situaciones, ninguna de las cuales es satisfactoria.

Por una parte, la subizquierda “socialdemócrata”, no puede dejar de ser administradora del sistema capitalista generalizado y globalizado mundialmente, que es el único que genera riqueza.

Y por otra parte, la subizquierda alternativa y antisistema, se encuentra con unos planteamientos utópicos e infantiles, irrealizables, donde se confunde continuamente la realidad con lo que nos gustaría que fuera esa realidad.

Esta subizquierda no encuentra referencias prácticas claras en modelos reales, más que en dictaduras antidemocráticas, como Cuba, en países con muchos recursos administrados por el Estado, (petróleo), como Venezuela, o en países como la China actual, que es cualquier cosa, menos un ejemplo de democracia, derechos humanos, buenas condiciones de trabajo, e igualitarismo.

Esta crisis de la izquierda, proviene de inicio de un mal análisis de la realidad. Y este mal análisis de la realidad tiene dos graves consecuencias.

La primera que, ante un mal análisis, malos cursos de acción. No dan resultado bueno en ninguna parte. Pero no lo achacamos a nuestro mal análisis, sino que lo justificamos moralmente: por los malos, pérfidos e insidiosos que son nuestros contrarios políticos.

La segunda, es que como no somos conscientes del mal análisis de la realidad, no nos esforzamos en buscar un nuevo rumbo, para salir de la crisis. Seguimos como los toros, siendo toreados una y otra, y otra… vez, pensando que alguna vez la cosa funcionará, y mientras tanto echando la culpa al empedrado, (lo malos que son los otros).

2. Principios teóricos del análisis

La realidad tiene unos principios que hay que asumir, porque si no lo hacemos, nos explotará en las narices.

Entre otros estos principios son:

  1. La mente humana está en pleno proceso acelerado de evolución, causado por la adaptación-emergencia de nuevos circuitos neuronales, en función de los nuevos conocimientos y nuevas habilidades adquiridos en nuestro proceso de inculturación progresiva.
  2. Después del periodo inicial de mente de horda desde los orígenes, en que la mente humana era comunal con un grado ínfimo de individualismo, se pasó a la mente individual autoreflexiva, creativa y egoísta actual. Este proceso se aceleró en el Neolítico y culminó en la Edad del Hierro hace unos 3.000 años.
  3. En la actualidad, se está acelerando el proceso de conversión hacia el tercer estadio de la evolución de la mente humana: la mente al tiempo individual y creativa, pero con una fuerte conciencia de colectividad y solidaridad. La moderna tecnología de las intercomunicaciones y los nuevo conocimientos adquiridos nos hacen cada vez más sentir nuestra pertenencia a una única colectividad: la humanidad, pasando de una visión egocéntrica, luego geocéntrica, (naciones), a la actual cosmocéntrica, (un planeta, una especie inteligente).
  4. Este proceso de evolución de la mente, en medio del cual estamos inmersos, se irá acelerando en función de las nuevas tecnologías y nuevas habilidades adquiridas por la humanidad del presente y el futuro, y es un proceso imparable, y la investigación y la enseñanza son sus motores fundamentales.
  5. La globalización es imparable. Responde a razones filosóficas: todos los humanos somos iguales, y no se puede distinguir derechos y deberes en función de la nacionalidad, que es un concepto que puede perdurar culturalmente, pero no política y económicamente.
  6. Los problemas de los humanos son globales, y por ello no se pueden seguir manteniendo estructuras nacionales. Se precisa un gobierno mundial, democrático, con capacidad coercitiva para reprimir actitudes insolidarias y nacionalistas.
  7. Hay dos grandes problemas mundiales, que exigen una política activa decidida y urgente: la superpoblación y el mantenimiento del equilibrio ecológico, ambas cuestiones muy interrelacionadas.
  8. Hay que conocer lo mejor posible la realidad del hombre y del mundo, porque los planteamientos meramente moralistas no son suficientes. El conocimiento es el arma fundamental para conseguir realizar y organizar una sociedad justa, pacífica y creativa, que facilite la felicidad de los seres humanos. La enseñanza, la investigación, y la ciencia son los motores fundamentales de una sociedad perfeccionable.
  9. Paulatinamente irá calando la idea, de que, sin limitar la libertad y creatividad individuales, es preciso subordinar la libertad individual a los intereses colectivos, y a los de nuestras generaciones futuras, sin que eso suponga una sociedad policial y estatista.

 

3. Directrices generales que debería llevar la nueva izquierda

Por todo ello, la izquierda de todos los países debería ir promocionando una potenciación de una nueva ONU, con una única fuerza armada global, con capacidad coercitiva para apoyar las medidas decididas por la nueva ONU.

La potenciación general de organismos regionales, con capacidad normativa y organizativa, que inhiba las tentaciones de políticos regionales, deseosos de poder personal. (Europa es pionera en este sentido).

Promover un drástico control de la natalidad, así como unas normas ecológicas generalizadas.

Por supuesto, la eliminación total de paraísos fiscales y opacidad fiscal. A los países que no cumplan sanciones muy graves.

Control global de los presupuestos de los diferentes distritos administrativos.

Naturalmente las propuestas electorales concretas, en cada tema en particular, deberían ser coherentes con el respeto a esas directrices y principios anteriores,

14 comentarios

  • Iñaki S:S,

    Vaya por delante que es un placer leerte y resulta muy fácil estar de acuerdo contigo, amigo Jorge. Siendo eso así, tu tajante oposición a los nacionalismos, en el último párrafo de tu comentario el día San Fermin, a las 10:32 se me ha quedado grabado. Ten en cuenta que soy un vasco-europeo que, por unos pocos kilómetros, tengo un DNI español y no francés. Esto es un hecho, una realidad que no tiene nada que ver con la ideología nacionalista vasca y si con la existencia del Pueblo vasco, en un área geográfica más o menos concreta.

    Otra realidad es que en la Europa de los estados nacionales actuales, los denostados nacionalismos surgidos en el s.XIX siguen muy vivos, (Brexit, migrantes, Escocia, Cataluña, Euskal Herria, etc.) y están poniendo en peligro la viabilidad de la propia Unión Europea. Pero el mal asunto viene de lejos. ¿Por qué se empezó a construir la casa por el tejado, enteponiendo la unidad monetaria a una sólida unidad política?. ¿Por qué no se avanza hacia una Europa de los Pueblos, reforzando los consensos y pactos, a todos los niveles, sin que se imponga desde la élites, entre otras cosas, más y más austeridad a los débiles?.

    Ciñéndonos a España, en esta soñada Europa de los Pueblos, nacionalistas españoles, catalanes, gallegos, vascos, etc. podrían entenderse y consensuar todo lo que hiciera falta. Se trararía de hacer aflorar la solidaridad y el respeto a los derechos humanos de todas las personas, así como el derecho de todos los pueblos a decidir su futuro político.

  • Isidoro García

    ¿Y quién ha dicho que el proceso será fácil, y exento de peligros?. Gracias, Jorge, por tu buena actitud. Es un placer dialogar contigo.

  • Jorge

    Me has pillado Isidoro, sí tengo un punto anarquista porque para mí lo mejor es la libertad en condiciones de justicia e igualdad, lo que significa el empoderamiento de todas las personas sin exclusiones en sus derechos y también en sus deberes. Pero esta verdadera utopía es por ahora un horizonte muy lejano. Pero creo que es necesario el tenerlo en cuenta, pues lo más alejado de esta utopía es l984 (Oscar), un gobierno mundial fuerte y globalizado.
     
    A plazo más cercano los valores de la libertad anarquista son imposibles de llevar con éxito a la práctica, pues sería un desastre sin medios coercitivos para aplicar y hacer cumplir las leyes de convivencia pacífica y democrática. El desastre se produciría porque sin leyes y ni medios coercitivos, los fuertes, los más capacitados, los que tienen mayores conocimientos, los poderosos, los que tienen más bienes y privilegios,…, se quedarían con todo. Por tanto sí se necesita por ahora un gobierno que haga cumplir las leyes para poner freno al expolio. Pero ese gobierno con poder no es la utopía, sino un medio para frenar a los poderosos y sostener los derechos de todos los demás. Prefiero gobiernos pequeños fáciles de desmantelar cuando los tiempos sean maduros, que uno sólo con todo el poder que impida toda disidencia. Lo peor es cuando los gobiernos se dedican a favorecer a los poderosos, a la acumulación de la riqueza en unos cuantos,… manteniendo al grueso de la población en la precariedad y disponible para sus negocios.
     
    Dices que existe una tendencia en aumento creciente por las condiciones de globalización hacia la democracia y añado los valores de los Derechos Humanos y Ecológicos ¿o no? Yo también lo creo así. Dices que la democracia es el gobierno de la mayoría y las minorías tienen derecho a intentar ser mayoría en las siguientes elecciones ¿solo?. En líneas generales esto es así, pero el gobierno de la mayoría NO significa gobernar solamente para la mayoría que le dio el poder en contra de las minorías, sino que una vez establecido el gobierno debe gobernar para todos. No hacerlo así significa legislar sólo para una mayoría sin pactos ni concesos, con lo cual el cambio en la mayoría supone el derrumbe de las leyes, y asistimos perplejos a que lo que construye un gobierno lo destruye el siguiente, como si de una lucha entre izquierdas y derechas se tratase. ¿Qué país podrá funcionar bien con tal precariedad en sus leyes?
     
    El interés colectivo se forja por consenso y pactos negociados entre los implicados y no mediante decretos e imposiciones de una élite de sabios y capaces. Se me ve un punto también aquí anarquista y asambleario. Y es verdad que al llegar a un interés colectivo se hace vinculante. Sin embargo, la experiencia indica que esto no puede funcionar. No es posible gobernar por ahora en régimen asambleario pues la decisiones se eternizan en discusiones interminables. Quizás ahora con la red o internet, las cosas sean más fáciles y llegar a votaciones decisorias se haga con mayor celeridad, pero aún es demasiado pronto para aplicarlo. Por esto aún perduran los jefes o las élites que toman las decisiones en los partidos, marginando las opiniones de sus bases, en un mero clientelismo político. Espero que a corto mejor que largo plazo, los partidos potencien su democracia interna haciéndolos ampliamente participativos en sus decisiones.
     
     
    No te esfuerces yo también soy contrario a los nacionalismos, no apoyo de ninguna forma las fronteras y me avergüenzo de esta Europa y su política de exclusión con los migrantes. Me gusta decir aquello ya un poco gastado de ser ciudadano del mundo. El nacimiento de los nacionalismos y los sentimientos patrios contra todos los demás surgido en el s.XIX, fue y es un mal asunto, fuente de problemas muy graves, y que en mi opinión no solucionan ninguno, sino todo lo contrario. Tenemos hoy graves problemas en UE que parten de la soberanía de las naciones. Pero su solución no puede venir de imposiciones de las élites, sino de pactos y consensos, partiendo de lo que tenemos sin romper la baraja como ya ha hecho el Reino Unido. Construir una Unión Europea ha costado y cuesta mucho esfuerzo de diálogo en la confrontación de intereses, que es el único modo posible y democrático de hacerlo. Si cuesta tanto en Europa, que en el fondo somos un conjunto de pueblos con una larga historia y cultura compartidas, ¿qué será si lo que pretendes es una unión mundial de tanta diversidad?…..

  • oscar varela

    Hola!

    Leo en Göbels (Capo de Propaganda Nazi)

    – “La realidad tiene unos principios que hay que asumir,

    porque si no lo hacemos, nos explotará en las narices.”-

    ………………..

    ¡¡¡ Esperen, esperen … estoy dudando si lo dijo GÓbels y alguien lo cita equivocadamente!!!

    ……………

    ¿Ah, no! Ahora recuerdo:

    Lo decía un tipo en 1954 proyectándose a “1984“!

    Prefiero ¡no seguir yendo todavía! – Óscar.

  • Isidoro García

    Yo finalizaba la entradilla de mi artículo con un “se admiten palos y reprimendas. ¡Para eso estamos!”. 

    Y para eso estamos, pero me parece Jorge que aquí se te ha ido la mano.

    Es natural que el futuro cause ansiedad y temores. En estos momentos en que desde ciertos ámbitos se denosta el inducir el miedo a cierto futuro posible, hay que tener en cuenta que no tener miedo a nada, es tan irracional, como tener miedo a todo.

    Todos los procesos son azarosos, y se pueden hacer bien  o se pueden hacer mal. Por eso toda proyección de futuro, inevitablemente puede salir mal.

    Ahora bien, no sé por qué necesariamente, un gobierno mundial, no pueda ser democrático, cuando justo se ve que la democracia es un valor admirado y en alza en el mundo entero. En Europa, hace solo 45 años, había muchísimos países-dictadura: España, Portugal, Grecia, y todos los países de la “democracia” socialista. Hoy no hay ni uno.

    Y en Iberoamérica, los golpes militares estaban a la orden del día. Hoy día, con todos sus más y sus menos, ese panorama golpista está fuera de toda idea general, aunque se denomine como golpista, a maniobras más o menos limpias pero dentro de la estructura parlamentaria.

    Y los países del tercer mundo, donde todavía no ha calado del todo estructuralmente la democracia, existe y en aumento, una tendencia cultural hacia la democracia, aunque sea imperfecta en muchos países, (por insuficiencias culturales), y haya frenos ideológicos, (sobre todo religiosos –el Islam), que los retrase. Pero yo creo que una idea cuando le llega su hora es imparable, más tarde o más temprano.

    Yo creo que es evidente, que existe una tendencia cultural y ética general hacia la democracia, que se agudizará por la homogeneización cultural por la imparable globalización de ideas, comunicaciones, personas y mercancías. En España en época de Franco, se decía que el turismo extranjero, era un elemento fundamental para ir abriendo las mentes y eliminando las tentaciones dictatoriales.

    Por eso pienso que no llevas razón en que necesariamente “un gobierno mundial de una sola comunidad humana será forzado por una élite”. Existe ese riesgo teórico, pero yo más bien creo, que la tendencia histórica-cultural general va en sentido contrario. Todo gran proyecto será liderado y dirigido por una élite cultural y política, pero eso no excluye la democracia, como lo demuestran todos los días todos los gobiernos democráticos.

    ¿Quiere eso decir que no habrá muchos problemas para llegar a tener un gobierno mundial?. Yo creo que el mayor freno estará en los nacionalismos paletoides, (que no tienen nada que ver con las legítimas identidades culturales), y los intereses de muchos politiquillos que prefieren ser cabeza de ratón que cola de león, como sucede ahora con los movimientos antieuropeístas.

    Muchos políticos quieren ser profetas en su tierra, y es mucho más fácil pasar a la historia de pongamos Murcia, (sin ánimo de ofender), que en la historia mundial.

    El nacionalismo se resistirá a morir, como lo hicieron los condes feudales al final del Medioevo. Y esa resistencia puede ser muy peligrosa, pues puede ser la espoleta que arranque una Tercera Guerra Mundial, que sería catastrófica para la humanidad.

        La izquierda por definición es universalista, y antinacionalista, sin que por ello, no se reconozcan las peculiaridades culturales, de los diferentes pueblos del mundo, lo que constituye una riqueza cultural, pero si le damos la dimensión adecuada, y no nos pasamos de rosca.

    Por lo demás, todas las leyes democráticamente dictadas, hay que cumplirlas te gusten o no, y hay que disponer de una fuerza judicial y policial, coercitiva, para hacerlas cumplir. No existe gobierno alguno sin fuerza coercitiva para hacer cumplir la Ley, por eso no comprendo tanto escándalo.

    Por muy antisistema que uno sea, hay que cumplir las leyes. Tienes derecho a pensar lo que quieras, y a difundir tus ideas y a intentar que esas ideas se hagan mayoritarias, pero eso no exime de las leyes, y en eso consiste la democracia.

    La democracia es el gobierno de la mayoría, y la minoría tiene derecho a intentar ser mayoría en las siguientes elecciones. Son cosas obvias, y con las que seguro que estás de acuerdo.

    Y todas las normas, y más cuando atañen a problemas gravísimos de las humanidad, no se pueden dejar solo a “la responsabilidad de las personas”, igual que el código penal o de la circulación, deberá ser racional y concienciar a la gente de la necesidad de su cumplimiento, pero luego debe haber una policía que vele por los actos en que no se respete. Parecería, (lo cual no creo), que defiendes un anarquismo infantiloide, de que cada uno haga lo que crea más conveniente. Pues no. El mayor enemigo del izquierdismo es el infantilismo.

    Te parece fatal “subordinar la libertad individual a los intereses colectivos”, lo cual es el colmo en boca de un izquierdista. Ese individualismo feroz, no tiene sentido, y más si vamos progresando cognitiva y emocionalmente. Eso hoy ya no lo sostienen ni los partidos de derecha. Pero bueno, un mal día lo tenemos todos.

    Por último dices que es una mala utopía, “provocada por la urgencia”. Quizás sí que es posible que haya cierta urgencia de tomar decisiones estructurales políticas, porque los problemas ecológicos y de población mundial, no nos dan mucho tiempo para tomar medidas.

    Dentro de 35 años, en 2050, habrá 11.ooo millones de habitantes, (un 50 % más que ahora: 7.500 millones), y el planeta ya va estando unos zorros, (calentamiento global, falta de agua potable, desertización general de amplias zonas, etc.).

    Si seguimos con el plan A actual, con cada vez más bocas que alimentar y además pretendiendo que a todo el mundo se le trate dignamente, (como es lo suyo), esto el planeta no lo permite. No es que vamos a tener que comer mierda, es que no va a haber mierda para todos.

    Por eso ya va siendo hora de que alguien piense un plan B. Yo no digo que tenga que ser el mío. Pero no creo que vaya demasiado descaminado, entre otras cosas, porque está basado en los datos que nos aporta la Ciencia, sobre el mundo y sobre el hombre.

    El tema tratado es la izquierda del futuro, no la izquierda del presente y del pasado. Por ello, comprendo que cueste hacer un esfuerzo de imaginación para ver las cosas del futuro.

    La izquierda, que yo considero como la promotora de los cambios necesarios, tendrá que plantear nuevas instituciones y formas de organización social y comunitaria para resolver los problemas pendientes, que no esperan.

    Pero eso no es tarea para pusilánimes, y hay que tener el pulso bien firme, y saber muy bien lo que nos estamos jugando, que es culminar positivamente un proceso de evolución de la especie. Necesitamos ganar tiempo, y disponer de un “Milenio”, con una dirección política comunal, para llegar a culminar el proceso. Yo tengo esperanza en ello.

  • Asun Poudereux

     
    Como en casi todo, solemos decir, si  las cosas no marchan como desearíamos, triunfantes y gozosas, que hay crisis.
     
    Últimamente me ronda esta idea, que sin darle más vueltas, paso directamente a poner en claro.
     
    Es mucho lo que el poder ha aprendido en perpetuar su permanencia. Sea el que fuere. Es tan sencillo, que generación tras generación se cuida hasta en los más mínimos detalles:
     
    – Mantener a toda costa las apariencias, la unidad en las formas en modos y tiempos.
     
    – Cerrar toda posible grieta de discordancia y error, como si no fuera el caso.
     
    – Sí, airear hasta la hartura, a través de múltiples  medios  a su alcance, cualquier rumor que induzca a sospecha que dañe a otros, confunda a la ciudadanía, pero que reporte beneficio de intereses no manifiestos.
     
    – En resumen, prima el aparecer, se torna sagrado el modo de lo que se dice y se expresa, la unanimidad de fondo de la forma, prevaleciendo la uniformidad en la apariencia ante la diversidad y riqueza del ser. De modo que se da la vuelta al dicho “serlo y parecerlo”.
     
    -CONCLUSIÓN: Lo que aparece y se dice se INDUCE A DAR  por hecho que se es. Lo cual provoca admiración,  atractivo y hasta envidia.
     
    Por lo que si todo lo que no sea esto de más arriba,  es crisis, pues, qué queréis que os diga,   bendita sea la crisis que se sale de estos  comportamientos y actuaciones según los cánones establecidos.
     
    Prefiero que se llenen de crisis  los políticos  tratando de estar más en la línea del ser que en la del parecer, distanciándose más y más de la incoherencia  y falsedad entre lo dicho y lo hecho, el engaño y el abuso disparatado del parecer  sin ser, del decir y no hacer, sino todo lo contrario.
     

  • Iñaki S:S,

    Suscribo todas y cada una de tus observaciones, amigo Jorge. Quizá estemos ante un ejemplo de ortodoxia chirriante, con toda la pinta de ser más peligrosa que la discordancia chirriante.

  • Jorge

    Mi asombro y perplejidad ante el artículo de entrada de Isidoro. ¡Por favor! dime que lo he entendido mal, que no has dicho ni querido decir lo que yo he entendido de tus palabras. Se me han encendido todas las alarmas cuando leo:
    6….Se precisa un gobierno mundial, democrático (¿?), con capacidad coercitiva para reprimir actividades insolidarias y nacionalistas.
    ¿Dónde me escondo? Sabes Isidoro, es que soy antisistema, de izquierdas por supuesto. ¿Supongo que tendríamos reservas de libertad no coercitiva dónde los que son como yo podríamos vivir? o ¿quizás piensas en campos de concentración o exterminio? ¿tiene cabida en ese gobierno global que propones la disidencia? Intuyes que ese gobierno se puede tornar policial o estatista y por eso como de pasada dices que sin que eso suponga…. pues claro que lo supone, un régimen policial que vigile y controle a los supuestamente insolidarios y disidentes de sus principios. Menos mal que no tengo nada de nacionalista, y por mi parte los respeto aunque no comparta nada con ellos. Has pensado que harías con ellos, ¿lavado de cerebro con educación y ciencia? o ¿reservas vigiladas para los pérfidos nacionalistas?
     
    7… dos grandes problemas mundiales la superpoblación y el mantenimiento del equilibrio ecológico. Y en las directrices añades, promover un control de la natalidad así como unas normas ecológicas generalizadas.
     
    Esto no me llamaría la atención, pero como todo rezuma un contexto coercitivo ¿se trataría de un control de la natalidad en el respeto a la decisión de los padres y madres bajo su responsabilidad, o por medio de coacción gubernamental o alguna otra medida más drástica? Es que otro tanto me pasa con las normas ecológicas ¿apelan a la responsabilidad de las personas o serán imposiciones desde arriba?
     
    9. Es la guinda, …..subordinar la libertad individual a los intereses colectivos,…
    Noooooooh! De este principio ya hemos tenido bastante en la historia. Es que con demasiada frecuencia de pronto surgen portavoces del interés colectivo, y a partir de aquí no escatiman medios para pisotear a los que no comparten ese supuesto interés colectivo, sin respeto alguno a la dignidad de las personas, en particular de los disidentes.
     
    Esto más que una utopía es una distopía en toda regla. En mi opinión es la urgencia la que te ha movido a proponerla. Entiendes un gobierno mundial de una sola comunidad humana forzada por una élite, con los medios coercitivos a su alcance para imponerla, incluso con un solo ejército para evitar toda rebelión a su autoridad total y completa.
     
     
    El gobierno mundial de una sola comunidad humana que yo quisiera no podría en ningún caso ser coercitivo. Y por esto para que la utopía sea de verdad utopía y no una brutal distopía es necesaria como condición no sólo plantear una ética de máximos, sino que su práctica al más alto nivel esté plenamente extendida universalmente, en el respeto a la dignidad de todas las personas sin exclusiones. Esto no tiene nada que ver con el moralismo, sino con la ética. Y como esto está lejos de hacerse realidad, habrá que proponerla para un plazo muy largo, muchos siglos por delante hacia el futuro. No quiero distopias para mí espeluznantes, motivadas por la urgencia y peor aún si no queda ningún lugar al que ir para escapar de ellas.

  • Iñaki S:S,

    La feroz propaganda anti-Podemos se diría que ha funcionado y parece alejarse el peligro, para tranquilidad de algunos.   De todos modos, como los métodos utilizados no me han parecido del todo limpios,  voy a permitirme copiar una frase de Leonard Schapiro, destacado estudioso del comunismo soviético.  Varoufakis la cita en su exitoso libro: ¿Y los pobres, sufren lo que deben?.

    “El objeto real de la propaganda no es ni convencer ni seducir, sino producir un patrón uniforme de declaraciones públicas, en la que el primer rastro de pensamiento no ortodoxo se revela como una discordancia chirriante”.

    Curioso que una reveladora línea escrita en una ocasión, sobre el estalinismo, tenga hoy tanta resonancia en los pasillos del poder neoliberal. He leido el Epílogo y las conclusiones finales del librito mencionado y me han parecido dignas de un análisis más sosegado.

    Concretando un poco, se plantea un Modesto Programa para la zona Euro, con cuatro medidas factibles. Con ellas se podría avanzar hacia la resolución de la crisis bancaria europea, la crisis financiera, la falta de inversiones y el desempleo, además de las emergencias humanitarias, sociales y políticas que afectan a Europa. Y no se trata de inventos estrambótiocos, sino que se pueden llevar adelante con las instituciones, las normas y los pactos fiscales actuales , en la zona euro. Se trataría de alcanzar el consenso a través de una cooperación reforzada, en lugar de imponer la austeridad.

    Instituciones implicadas: Banco Central Europeo. Banco europeo de Inversiones. Fondo Europeo de Inversiones. Mecanismo Europeo de Estabilidad.

    Medida 1: Programa Bancario caso por caso.

    Medida 2: Programa limitado de conversión de deuda.

    Medida 3: Programa de inversión para la recuperación y la convergencia.

    Medida 4: Programa de urgencia  de solidaridad social, para luchar cotra el incremento de la pobreza.

    Se puede pensar que el papel lo aguanta todo, incluso las posibles discordancias chirriantes, pero habría que tener el valor de analizar los temas, sin descalificarlos de entemano y por principio.

     

     

     

  • Román Díaz Ayala

    Lo más característico de la cultura occidental moderna ha sido el proceso de universalización.a nuestro pensamiento le damos un alcance  y una validez universales. No podemos darle validez a lo que no es universal.. Esto proviene de una premisa filosófica: hemos hecho del ser humano  y de su razón el centro del universo.

    En Europa no nos damos  cuenta, por razón de nuestra mentalidad y de la cultura heredada de que somos prisioneros de ese mito, que legitima nuestra verdad. ( un a priori, decía alguien). Ese afán que se muestra en conocer la cultura del otro, o los hechos de “allende nuestras fronteras visuales” obedece a nuestro afán de crear una teoría universal (Los Derechos Humanos, por ejemplo)

    ¿Por qué reducir la racionalidad, a una única manera de pensar? La tentación del colonialismo intelectual ha sido una tentación costante de las personas europeas.

    Tampoco caigamos en el falso dilema de la tolerancia, porque existen otras racionalidades y otras éticas que no admitirian ser criminalizadas como rivales o enemigas porque no cumplimentan nuestro concepto de universalidad.Tenemos que descender de la presunción de la existencia de realidades metafísicas, donde no caben más alternativas.

    En ésto, como en todas las cosas concernientes al ser humano, tenemos que empezar por aceptar un consenso. (palabra mágica que desde hace meses flota en el ambiente político español)

  • h.cadarso

    Amigo Isidoro: Hace tiempo que echo yo de menos en Atrio una reflexión sobre la crisis económica y de la izquierda a escala mundial, y me cansan tantos y tantos discursos sobre esos problemas a nivel exclusivamente de un Estado, aunque este sea España, o un continente, aunque este sea la UE, o un conjunto de países encuadradas en lo que llamamos Occidente.

    Lo he denunciado en el hilo abierto por mi colega Iñaki, lo dejo entrever  cada vez que intento centrar los focos de Atrio sobre China, y me extraña que este tema no suscite apenas comentarios entre nosotros.

    Ahora tú, Isidoro, planteas el problema a escala planetaria, como problema que padecemos todos los humanos y solo tiene solución si aplicamos recetas en beneficio no de este o aquel país, no de este o aquel conjunto de países, sino de todos los seres humanos.

    No sé, yo diría que ha habido más intentos de solución a escala mundial además de la Revolución francesa, de la Revolución rus, etc. Hubo una sociedad del bienestar que floreció poco después de la guerra mundial de 1940, seguida del Mayo 68 de París y la Primavera de Praga, y se malogró con la crisis en que nos encontramos. Ha habido intentos como el de Allende en Chile, Joao Goulart en Brasil, los Países no alineados en la época del yugoslavo Tito…Hubo otro intento desde la Teología de la Liberación, desde Juan XXIII y el Concilio…Hubo un formidable movimiento de independencia de todo el Tercer Mundo, ha habido unas Primaveras árabes, un 15-M. Hay una izquierda europea que intenta reconstruirse Extramuros de los partidos que muy eufemísticamente y desenfadadamente nos atrevemos a calificar de constitucionalistas pero se están pasando la Constitución por el foro de los c.

    Reniego de cualquier tratamiento de este problema que se limite a reflexionar en un plano exclusivamente estatal. Creo firmemente en que el mundo entero vive bajo un impulso que nos quiere llevar hacia una situación de justicia, de bienestar para todos, de disolución del Primero, Segundo y Tercer Mundo en un solo y único Mundo, en una sola Familia.

    Reclamo que prestemos atención por igual, con la misma solicitud y compasión, a los sufrimientos de todos los seres humanos. Ya no hay judío ni griego ni libre ni esclavo, algunos decimos que todos somos uno en Cristo Jesús. Y otros, quizá los mismos, decimos que “AQUÍ CABEMOS TODOS, O NO CABE NI DIOS”.

    Yo creo que la izquierda no duerme. Yo creo, Isidoro, que tu valoración de la experiencia china y cubana resulta demasiado superficial y negativa

  • Román Díaz Ayala

    Gracias, por las aclaraciones, Isidoro, que proviniendo del mismo autor  son más oportunas.

    No es que lo biológico sustituya a lo cultural, sino que lo que convencionalmente siempre ha sido un fenómeno cultural tú lo explicas haciendo intervenir la biología hasta determinar el proceso, según tus innumerables citas al respecto. Cómo voy a  dudar del alto valor y el contenido que para tí tiene la cultura.

    El vocablo “raro”, en el contexto por mí expresado no se refiere a ninguna extravagancia, sino a lo único, escaso o inhabitual, que se aparta de lo  convencional, ¿No me negarás que eres originalísimo en tu pensamiento, y que exploras áreas poco conocidas en nuestro entorno?

    Solucionando un problema individual estamos dando solución a los problemas de la humanidad. Podemos tambien partir de categorías universales y buscar su aplicación a cada caso particular que se nos presente por el camino. Es cuestión de metodología ( y a veces de mentalidad)

    Ahora en España estamos inmersos en la política con minúscula, pero nuestros problemas son trascendentales. Por eso tiene tanto valor lo que Leonardo Boff nos viene informando sobre su Brasil, aunque no comprendamos completamente la situación. A veces todo se reduce a la empatía.

  • Isidoro García

    A título de aclaración quería por ahora señalar tres cosas.

    La primera, que yo creo en una evolución cultural, que por efectos de la plasticidad neuronal y de los procesos emergentes internos, (de ahí la trascendencia del concepto de emergencia), entre los circuitos neuronales, (se comportan como sistemas auto-organizativos en un sistema central complejo), genera una evolución biológica, no en el hardware, (nuestro cerebro será igual, hasta que haya una mutación genética ad hoc), sino en el software del mismo, en la organización neuronal, que es el mecanismo biológico constitutivo de nuestra naturaleza humana: somos lo que sabemos y lo que podemos hacer.

    La segunda, es que no estoy hablando de politiquilla barata, del día a día, que si Rajoy, esto o Iglesias lo otro. Debemos subir el nivel del análisis. Somos miembros de la humanidad, y la política española, como la liga de fútbol, o las series de televisión, dan mucho juego para entretenerse, y para charlar en el bar con los amigotes, pero creo que podemos subir el nivel de la reflexión. (A mí la política del día a día me aburre, lo siento).

    Y respecto a mi escatología rara según el amigo Román, yo no la veo rara, sino la normal: llegar a crear una sociedad perfecta, que es lo mismo de lo del Reino de Dios, pero en versión laica. ¿Dónde está la rareza?.

  • Román Díaz Ayala

    Doy gracias al autor por atreverse a abordar este tema, aunque no sea desde la sociologia o la filosofía política. Ya sabemos que desde su punto de vista no estamos inmerso en una evolución meramente cultural sino biológica, por lo que algunos de sus razonamientos nos resulten un tanto exóticos, lo mismo que su escatología.

     

    El desconcierto que produjo la tercera vía de Tony Blair mientras que al mismo tiempo formó parte del trío de Las Azores en la guerra contra Irák, no fue otra cosa que la perplejidad causada por la ofensiva neoliberal que encontró a la socialdemocracia y el laborismo europeos con las guardias bajadas. Parecía un patético intento para que el pensamiento socialdemócrata y su presencia en las instituciones no  fuera barrido de los países europeos una vez instalado el pensamiento único y liderando las economías de los Estados. Aquel compás de espera iniciado en 2004 antes de evidenciarse la crisis permitió al 1ª gobierno de Rodríguez Zapatero (2004-2008) seguir cultivando los valores de la socialdemocracia: justicia social, igualdad y solidaridad, que se cifró en las libertades individuales  y la reducción de las desigualdades.

    Los valores de la socialdemocracia seguían aquí en armonía con los valores y principios de la moderna democracia  de corte europeo con que se había dotado nuestro país en 1978,y tales valores y principios volvían a la línea del esfuerzo  para consolidar la España civil abandonada en muchísimos aspectos por los anteriores gobiernos conservadores desde 1996.. lo que en 1978 parecía una utopia ilusionante para la integridad territorial española, descentralizada administrativamente y dando cabida a las identidades territoriales,  y su incorporación a la Europa de los ciudadanos, se inició con el sistema de las autonomías y con nuestra incorporación al Consejo de Europa; empezamos a estar regidos y gobernándonos mediante el Derecho, mediante valores y principios sancionados en la constitución, que derivaban como último fundamento de la dignidad humana. (España se constituye en un Estado social  y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político, Artº 1,1)

    Desde aquellos años 2004 y 2005 a este 2016, la sociedad civil española ha sufrido un proceso de cambios que nos ha permitido madurar y realizar diverso ensayos en la búsqueda de soluciones. La socialdemocracia está tan ligada al Estado del Bienestar que se ha creado un ambiente de consciencia de la necesidad de su refundación. Es ese centro mágico cuyo caladero de votos permitía la formación de mayorías necesarias para formar gobierno y que se hace necesario para formar un nuevo gobierno o un consenso de grandes mayorías necesarias tambien para afrontar cuestiones abiertas tales como la urgente regeneración democrática, los desafíos de Cataluña y la reforma constitucional.