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China confuciana, hacia una democracia socialista  

Honorio2Con sus  9,6 millones de km2, y 1.300 millones de habitantes, China se siente centro del mundo desde ya varios milenios, pionera en casi todos los descubrimientos, vejada y humillada por las potencias euroamericanChina desde ya varios milenios, pionera eas desde 1850 hasta 1950, pero, tras la epopeya de Mao Tse Tung en los años 40 es la punta de lanza del progreso, el árbitro de casi todo lo que ocurre en nuestro planeta.

  ¿Dictadura comunista?

En 2007, el Presidente de su república, Hu, proclamó que “sin democracia no puede haber ni socialismo ni modernización”. Y un sociólogo chino, hacia 2010,  añade que “se está gestando una sociedad civil, base imprescindible para una transición democrática”.

Al ritmo de un vertiginoso crecimiento económico y tecnológico, está sometida a una constante marejada de manifestaciones obreras de protesta en las que participan cada año entre tres y 10 millones de personas. En Hululao, Manchuria, ante una protesta de 20.000 mineros, el alcalde de la ciudad admite públicamente que “tienen razón, las minas de carbón no son rentables, va a haber un despido masivo”. Los ajustes económicos llevan al paro en muchas ocasiones a millones de personas.

¿Dictadura comunista? Acusados de corrupción, multitud de alcaldes, vicealcaldes, concejales de grandes ciudades, gobernadores de provincia, etc, sufren cárcel, o son ejecutados, se cuentan 200.000 expulsados del partido… Muestras éstas de fallos en la gobernanza, pero también del empeño de los gobernantes en que se hagan las cosas bien…

Altos dignatarios y sociólogos reconocen que en su país no se respetan los derechos de expresión y de asociación. Pero afirman al mismo tiempo, citando a Confucio, que “todo camino de 10.000 leguas arranca con un primer paso”.

Pasos como, por ejemplo: en 1987 el Partido comunista chino sanciona la separación del Partido y del Estado, en 2004 se define como “Estado socialista de derecho” y proclama que “El Estado respeta y protege los derechos humanos”.

“Es cierto que tenemos un régimen autoritario, que no se apoya en un estado de derecho, pero estamos avanzando en el sentido y las prácticas democráticas” comenta un sociólogo chino.

La cultura china no conoce la palabra ni el concepto “democracia”, que Europa ha aprendido de labios de Descartes, Kant y la Revolución francesa. Por otra parte, iniciar un estilo de gobernanza de corte democrático en un pueblo tan numeroso como Europa y Africa juntas no es moco de pavo. En todo caso, el presidente Den Xiao Pin aseguró que para el año 2030 se habrá alcanzado un Estado democrático en China.

Lucha contra la contaminación.

Con sus 1.300 millones de habitantes, China es el país más poblado del mundo. De ellos, mil millones viven hacinados en una estrecha franja costera de más de 7.000 kms de longitud, un tercio de su territorio. El resto, más de 500 millones, viven en las otras dos terceras partes, un inmenso territorio semidesértico en que los ríos y los acuíferos se han secado o están agotados por su sobreexplotación, las aguas que todavía quedan están altamente contaminadas, las tierras son estériles…solo el 7% del territorio es cultivable.

Los chinos disponen por persona de una cuarta parte del agua que consumen por término medio el resto de pobladores de la tierra. 300 millones de personas no tienen a su alcance agua potable.

China es el mayor emisor de gases contaminantes a la atmósfera, pero aun así, a razón de la contaminación por persona, cada chino contamina seis veces menos que un norteamericano.

Para eliminar la contaminación existente, China debería invertir durante 20 o 30 años 300.000 millones de euros. Cifra muy difícil de alcanzar, ya que en 207 apenas si pudo anunciarse una inversión anual de 137.000 millones por año.

Se ha realizado en los 7.500 kilómetros de la frontera norte de China una muralla verde de 300 a 500 kilómetros de ancho que protege al país de la invasión del desierto de Mongolia.

China dispone del 75% de la energía solar que se consume en el mundo, del mayor parque eólico mundial, de 14 centrales nucleares que pronto serán 40.

Con 30 millones de vehículos, es el segundo mayor consumidor de petróleo, del que consume unos 200 kilos por habitante y año. Pero si consumiese tanto como Estados Unidos, contaría con 700 millones de vehículos y las reservas de mundiales de petróleo se agotarían apenas en una decena de años. El Estado chino se ha propuesto eliminar totalmente el consumo de petróleo en el transporte.

En un proyecto ambicioso, China estudia asegurarse el transporte desde la luna a la tierra de las reservas de helio, hidrógeno y otras energías limpias.

   A modo de conclusiones

A la luz de estos datos, seguramente procede revisar y corregir todo el acervo de leyenda negra acumulado en Occidente ante un país que de cara al exterior practica una política de convivencia pacífica, de no ingerencia, y de intercambios comerciales de una envergadura nunca conocida hasta ahora.

No se puede interpretar como afán de dominio una política en la que 1.200 millones de personas se proponen situar a su país en el lugar que le corresponde en función de su tamaño y sus posibilidades.

Desde una perspectiva ideológica y religiosa, hay que tener en cuenta que la idea de un Dios creador, de un dios simplemente, no forma parte de la cultura tradicional de China. Aun así, China respeta y deja en libertad a la religión islámica, el budismo y el cristianismo, con algunos roces y dificultades, más o menos comprensibles.

Con relación al cristianismo, tras una experiencia positiva del jesuita Mateo Ricci, que se integró al cien por cien en China y fue respetado y admirado, y la condenación por parte del Papa de su estrategia evangelizadora, China se sintió humillada por este gesto del Papa, y posteriormente el catolicismo y las otras confesiones cristianas entraron en China como agentes y componentes de los colonizadores que explotaron vergonzosamente al país y lo sometieron a base de opio.

Estos datos han sido extraídos de un libro cuyo autor, Marcelo Muñoz, dirige la revista Cátedra china y trajaba fundamentalmente en la promoción de relaciones entre España y China.

2 comentarios

  • Gonzalo Haya

    Es interesante tener acceso a otra visión de China y a un comentario sereno y bien informado.

  • oscar varela

    Hola!

    La propuesta de Honorio tal vez tenga mucha relación con este Artículo, aunque a raíz del Brexit.

    ……….

    27 años después de la caída del muro de Berlín

    El Brexit redistribuye las cartas de la geopolítica mundial

    por Thierry Meyssan

    La prensa internacional se esfuerza ahora por imaginar cómo podría reactivarse la construcción europea, manteniendo a Rusia fuera de ella y, en lo adelante, sin poder contar con el Reino Unido.

    Por su parte, Thierry Meyssan estima que ya nada podrá evitar el derrumbe del sistema. Pero señala que lo que está en juego no es la Unión Europea en sí sino todo el conjunto de instituciones que permiten la dominación de Estados Unidos a nivel mundial e incluso la integridad misma de este último país.

    (ver el Artículo en el Enlace http://www.voltairenet.org/article192523.html)