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¿Postureo o gestos con mensaje al estilo de Jesús?

Los ataques a Francisco van aumentando de intensidad. Quien escribe est artículo, Sandro Magister, era un entusiasta de Benedicto XVI y sus gestos: cuando sacaba del armario pontificio nuevos gorros y vestiduras, cuando elegía un texto medieval para calificar en Ratisbona de irracional al islam desde su raíz. Nada de esos gestos hacían referencia directa a Jesús. Ahora, todo lo de Francisco es criticado o considerado despectivamente “teatro”. Pero ¿no está a la vez juzgando de “teatrero” al mismo Jesús de Galilea, que se nos presenta naciendo en un pesebre o lavando los pies a sus discípulos? Sé que hay sombras sobre cómo se prepara lo de mañana en Lesbos. Parece que sacan del campo de Moira a centenares de mujeres y niños para que no se vea la dureza del campo. Yo pienso seguir en directo la visita, con los ojos bien abiertos, a través del Centro Televisivo Vaticano. AD.  

Arriba el telón. Se pone en escena el teatro del Papa

Lesbos y Lampedusa. Puerta santa y lavatorio de los pies. La cartera en la escalerilla del avión. He aquí cómo actualiza Francisco el teatro pedagógico de los jesuitas del siglo XVII
por Sandro Magister

ROMA, 15 de abril de 2016 – Hay que reconocerle a Francisco una extraordinaria genialidad teatral, de verdadero jesuita del siglo de oro.

Su aparición el próximo sábado 16 de abril en la isla de Lesbos, en las playas donde llegan los emigrantes del Mar Egeo, tendrá, por sí sola, un impacto formidable en la platea del mundo. El programa de la jornada es escaso, pero no habrá necesidad de explicar y teorizar nada; bastará la escena.

Como sucedió en Lampedusa al inicio de su pontificado, Jorge Mario Bergoglio está reinventando para la hodierna aldea global el teatro pedagógico de la Compañía de Jesús de los siglos XVI y XVII.

Ese sacro teatro barroco tenía sus reglas de espectacularidad y exigía mucha aplicación en los actores y en el público. Con Bergoglio es distinto. Sus representaciones son sencillísimas, capaces de conquistar rápidamente la pantalla, de llegar a todos.

La imponente liturgia católica de la Semana Santa él la concentra en un único gesto, el lavatorio de los pies que, con él, se convierte en la noticia del día, condensada en la imagen del Papa arrodillado, con barreño y delantal, lavando y besando los pies a malhechores que están en la cárcel, a prófugos que están en los campos de acogida, a católicos y no creyentes, a musulmanes e hinduistas, a prostitutas y transexuales. Lo ha hecho ya cuatro veces y cada vez con personas y en lugares distintos, convirtiendo cada representación en una novedad.

También el año jubilar tiene, con Francisco, su escena principal: la puerta santa. Las indulgencias y el purgatorio han desaparecido, un Lutero moderno ya no tiene nada contra lo que protestar. La primera puerta santa el Papa no la ha abierto en Roma, sino en la profundidad del continente negro, en la capital de la República Centroafricana, en plena guerra civil. Un escenario elegido para demostrar qué es esa misericordia de Dios que lava todos los pecados del mundo. La puerta santa de San Pedro Francisco la ha abierto después de ésta, seguida por la de la casa de los pobres, cerca de la estación de trenes de Roma.

Además, un viernes al mes el Papa se presenta por sorpresa en un centro para ancianos abandonados o de recuperación de toxicodependientes, lugares que son estudiados y elegidos con cuidado cada vez.

Estos son los gestos de Francisco que dan la vuelta al mundo, que son virales. En el aeropuerto de Fiumicino, cuando salía hacia Cuba el pasado mes de septiembre, quiso que la familia siria que ha acogido en una casa del Vaticano, no lejos de los muros, fuera a despedirle. Después hizo que le entregaran su vieja cartera y con ella en la mano subió la escalerilla del avión, como hace siempre. Para que todos sepan que no tiene recaderos, que hace y decide por sí mismo. De hecho, ni una sola vez aparecen ninguno de sus dos secretarios personales.

La teatralidad de Francisco incluye también la capacidad de ocultar lo que puede dañar su imagen. El pasado 21 de marzo, lunes de Semana Santa, recibió en el Vaticano a Nicolas Sarkozy y a Carla Bruni. Y, milagrosamente, consiguió que no se filtrara la noticia.

Con los jefes de estado y de gobierno, en las fotos oficiales, está muy atento a graduar las sonrisas, asignando a cada uno la puntuación que merece.

Expresión seria con François Hollande, recibido poco después de que se legalizara en Francia el matrimonio para lesbianas y homosexuales.

Expresión severa con el nuevo presidente argentino Mauricio Macri, laico y liberal, cuya victoria ha sido para Bergoglio una derrota lacerante.

En Argentina todos lo recuerdan como un tipo reservado, con el rostro siempre serio. Pero desde que es Papa, en contacto directo con la multitud, es lo opuesto. Es una explosión de jovialidad, tan bien representada que parece espontánea.

También le gusta improvisar con palabras y no dejan de florecer las anécdotas y las ocurrencias, que saca de un repertorio que no es notable, pero que está bien surtido. Le gusta interactuar con el público. Dice una frase y hace que la multitud la repita en coro una, dos, tres veces seguidas, para que las personas la graben en su mente.

Apenas elegido Papa sustituyó su escenario cotidiano, que pasó de ser el Palacio Apostólico, tan adecuado para los clásicos del teatro, a la Casa Santa Marta, perfecta para su comedia de fantasía.

__________

A las representaciones teatrales llevadas a escena por los jesuitas de los siglos XVI y XVII está dedicado un capítulo del volumen “Diego Laínez (1512-1565) and His Generalate”, publicado en Roma en 2015 en la “Bibliotheca Instituti Historici Societatis Iesu”.

“L’Osservatore Romano” del 14 de enero de 2016 ha reproducido un extracto:

> Teatro pedagogico

7 comentarios

  • oscar varela

    Ah! Otra cosita respecto al Sr. Magister (que parece no llegar ni a “Aprendiz” en el saber de las cosas humanas):

    Cuando terminó su Artículo y salió rapidito p’al Teatro tomó erróneamente la Via degl’Ivernessi al no atender el GESTO de una manito que en la esquina “señalaba” SENSO UNICO en la dirección contraria.

    El Carabinieri no le hizo la “papeleta” porque el Signore Magister sacó una Tarjeta y le guiño un ojo.

    Todo, absolutamente todo, lo arregló con unos consabidos “GESTITOS”.

    ¡Vamos, Sandri. todavía! – Óscar.

  • oscar varela

    Hola!

    Siguiendo al “pepe” (al “blanco”; no al “Sala” que debe andar muy pero muy jodido el hombre).

    Mi respuesta:

    * Postureo gestual

    y

    * Gestos postureados.

    Con Bergoglio hay y habrá “de todo”

    ENTONCES:

    ¿A qué cabrearse al pepe, no?

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • pepe blanco

    Mi respuesta: postureo.

    Hollande acaba de retirar al embajador ante la Santa Sede que propuso hace casi un año. El motivo: el Vaticano no lo ha aceptado. El motivo: por ser gay (y a pesar de ser católico practicante)

    (para los interersados en esta historia: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/04/19/actualidad/1461061992_775308.html )

    Así se las gasta vuestro idolatrado papá (sí, con tilde) Francisco. Un día dice que no es quién para juzgar a un homosexual que busca a Dios y, al día siguiente, rechaza a un embajador por ser homosexual.

    A pesar de las evidencias, seguiréis hipnotizados con Bergoglio, supongo… (¿tan desesperados estabais?)

  • olga larrazabal

    ¿No son parte constitucional de la Iglesia los milagros  que encantaban al público, el ropaje colorido de las jerarquías, faldas, vuelos y bordados?  Y no hablemos de las presentaciones de Semana Santa, con crucifixiones en vivo, encapuchados, oficio de las tinieblas?   Y la parte mítica de un niño nacido en un portal, adorado por tres reyes de oriente, doncellas embarazadas etc etc?

    La mejor época del catolicismo fue la del Barroco, la más creativa en arte, cuyas imágenes todavía circulan

    Francisco es solamente un heredero de una tradición que todavía puede encantar a su público.  Porque si sale a hacer relaciones públicas un teólogo del Santo Oficio, no vende ni una indulgencia, porque no atrae a nadie.

    El secreto de una venta está en la ilusión que se vende.  Y en este caso hay carisma y simpatía.

    ¿Qué si es real o no es real? ¿Quién lo puede saber?   Si lo soporta día a día, me huele que no es fingido.

    Vivimos en un mundo de comunicaciones, de imágenes de propaganda, y eso es lo que atrae a las personas.  Y si no es inconsecuente en su manera de vivir, y crea redes afectivas en un mundo que se dedica a la guerra, me parece que está en su derecho de montar sus golpes de efecto.

    ¿O preferirían un teólogo autoflagelante obsesionado con la Hipostasis de Jesús o un príncipe de la Iglesia distante y aristocrático, preocupado de la Bolsa de Londres y que le tiene asco a las multitudes?

  • mª pilar

    Ufff…

    Si se muere la lengua… ¡por descuido! quizá termine envenenado este… ¿sr.?

    Al menos habrá que concederle al papa Francisco, que lo que va a ver, le hará pasar momentos de dolor e incapacidad ante tamaña desventura.

    Pero todas las personas de buena voluntad, tienemos algo que hacer en este desastre humanitario.

    Al menos, concedámosle la posibilidad de que al “ver”… pueda actuar.

    mª pilar

  • ana rodrigo

    Mamma mía, pobre Bergoglio, rodeado de tiburones hambrientos de “sangre”!. Si este escrito envenado de rabia y otras cositas semejantes, lo publica, qué no hará de puertas para adentro. Y con un grupo así (que debe ser numeroso en la Curia), poco o casi nada se puede hacer con este “edificio” mastodóntico que llamamos Iglesia.

  • oscar varela

    Hola!

    Se saben dos cosas (aunque el Autor del Artículo no se haya enterado):

    UNA: que para escribir algo -sea lo que fuere- hay que “re-presentarse” un Escenario con su Actores protagon-gesticulantes y algún Argumento justificatorio. Y eso es el Teatro.

    DOS: que qudó satisfecho de haber escrito este Artículo -anque un poco a la disparada porque se le hacía la hora de ir al Teatro.

    ¡Voy todavía! – Óscar.